En el Hombre Nuevo no hay libertad para hablar nuestras propias cosas. Esto es más limitante y restrictivo que ser miembros unos de otros. Todo el mundo sabe que lo que más nos limita es la cuestión de hablar. Si no puedo decir esto o aquello, lo que quiera, entonces estoy muy restringido, pero si puedo decir lo que quiera, entonces soy muy libre. Sin embargo, en la congregación, en el Cuerpo de Mashiaj, y especialmente en el Nuevo Hombre, nuestro hombre natural no tiene libertad de expresión.
En verdad, nuestro nuevo hombre individual se negará también, porque esa es la forma en que debe funcionar: en el Cuerpo, no individualmente. Es claro que todos tenemos este nuevo hombre para ser nuestro auxilio, guía y apoyo cuando estamos ante situaciones, PERO ESO NO HACE QUE NUESTRO NUEVO HOMBRE ESTÉ SEPARADO DEL NUEVO HOMBRE CORPORATIVO. Nuestras reacciones en el nuevo hombre personal son siempre coherentes con las del Nuevo Hombre corporativo. Esta es la forma en la que nos vamos alineando nuevamente con el Padre. Esto se debe a que nosotros mismos no somos las personas. En el Nuevo Hombre sólo hay una persona. Sólo esta persona tiene la libertad de hablar, y nuestro hombre natural no tiene absolutamente ninguna libertad de expresión. El Adón es la Cabeza; en la cabeza está el cerebro, que es el que da las órdenes a todas las partes del cuerpo, incluida la boca. Sólo el Adón tiene absoluta libertad para hablar y yo no tengo absolutamente ninguna libertad para hablar. No podemos permitir que el hombre natural hable; definitivamente no debemos permitirlo.
Tenemos que considerar "una boca" en Romaniyim 15:6 y "hablar lo mismo" en Qorintiyim Alef 1:10 junto con "un Nuevo Hombre" en Efesiyim 2:15. De lo contrario, nunca entenderemos los dos primeros pasukim. Quizás se pregunten cómo toda la congregación puede tener una sola boca y cómo millones de miembros pueden hablar lo mismo. Hablando humanamente, esto es absolutamente imposible. Sin embargo, debemos ver que en Romaniyim 15, Shaúl está hablando de una congregación local. En una congregación local debe haber una sola boca. Así también la había en los tiempos de los talmidim. Cuando se reunieron en el primer concilio, en Roma, todos hablaron para ponerse de acuerdo, con sus mentes volcadas a alcanzar la ejad, y finalmente Yaakov emitió el veredicto. Él fue la boca, físicamente hablando, en ese momento, pero la mente de todos estaba en Mashíaj, y lo que dijo fue el resultado de esa mente. Eso es funcionar en el Nuevo Hombre, cada uno desde su propio nuevo hombre. Por favor, que se comprenda claro: una boca no es una persona, sino UNANIMIDAD EN EL HABLA. Puede haber una persona que emita ese hablar, pero esa persona debe estar representando al Cuerpo, no hablando por sí misma. Por eso quiero resaltar que, si bien todos comprenden que esto implica que ningún líder puede hablar por sí mismo, LAS OVEJAS DEBEN DEJAR DE SEGUIR A OTROS A CIEGAS Y OCUPAR SU PAPEL ACTIVO. En el concilio se reúnen los más ancianos, es verdad, debido a su conocimiento y expiación, pero eso no es cuestión de edad sino de crecimiento. Aspiren todos, entonces, a convertirse en ancianos, no por el cargo, sino para ser parte activa del Cuerpo, ser parte de la boca, y ser siervos de todos.
Aquí entre nosotros debería haber una sola boca. También debería haber una sola boca en las congregaciones de todas partes. Esto aliviaría mucho la confusión general. Cuando hay muchas personas, hay muchas ideas; cuando hay muchas ideas, hay muchas opiniones, pidamos al Adón que coloque una boca y una persona en cada lugar.
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