Si me han estado siguiendo, ahora comprenderemos un poco mejor los pasos que el Adón ha estado dando en esta reunificación. Ha mostrado que llega la hora de "traer a los Suyos de los cuatro vientos", pero muchos no se han dado cuenta aún de PARA QUÉ. Algunos creen que irán al cielo, otros que reinarán sobre la tierra, otros que vivirán en un paraíso edénico durante el Milenio, otros que recibirán un pedazo de tierra específico... sin embargo, nosotros nos hemos estado preguntando cómo será este asunto en verdad.
Sabemos que esas expectativas no se cumplirán, porque no forman parte del pensamiento del Padre. Sin embargo, aún así realmente sucederán cosas, habrá cambios. Los yahuditas tampoco esperaban que la manifestación del Mashíaj fuera como la de Yahshua, y por eso muchos no lo aceptaron. Probablemente suceda algo parecido en la próxima transición, aunque esperamos que haya también un gran derramamiento del Ruaj que ayude a muchos.
Muchos nos hemos estado preguntando por qué el Padre, en los últimos tiempos, ha levantado tantas "congregaciones virtuales", y esto es sólo una muestra de lo que habrá de venir. Ya no estamos en la época de "vayan a todo el mundo" sino en la época del "ser reunidos de los cuatro vientos", por lo que es un poco lógico que nos esté acostumbrando a esto. Aún así, yo me preguntaba por qué o de qué serviría esto, y ahora las cosas comienzan a tomar forma, a ponerse en su lugar, como la piel extendiéndose sobre los músculos y tendones, o estos levantándose sobre los huesos secos.
Siento que es un placer para el Adón que tengamos esta reunión internacional. Aunque estamos limitados a ciertos países, y a la lengua española, hay al menos representantes de variados lugares. Por lo tanto, en cierta forma, todos están representados aquí, como también deben estarlo en otros grupos, lo que nos da la posición de decir que el Hombre Nuevo está aquí, aunque no en plenitud ciertamente, sino siendo levantado, para que comencemos a verlo.
Todo es conforme al beneplácito del Adón. Hace dos mil años, en la época del apóstol Shaúl, era bastante difícil hablar de que el Nuevo Hombre fuera universal. En ese momento la comunicación y el transporte no estaban bien desarrollados. Era necesario varios meses para ir en barco de Yahrushalayim a Roma. También tomaba mucho tiempo para que las noticias de Yahrushalayim llegaran a Roma y para que las noticias de Roma regresaran a Yahrushalayim. Hoy, sin embargo, a todos nos toma muy poco tiempo saber lo que sucedió en cualquier lugar del mundo. Todo lo que sucede en cualquier parte del mundo se conoce de inmediato en todas partes. Aunque esta tecnología ha sido desarrollada por el sistema enemigo con la finalidad de controlar a todos (cosa que la mayoría de las personas que han ayudado a levantarlas desconoce y se niega además a considerar la posibilidad), como con todas las cosas, el Adón la ha utilizado también en Su favor, a favor de Sus hijos y de Su Obra, sobre todo, la de estos últimos tiempos. Sabemos que no se trata de "bien o mal", "bueno o malo", si una cosa es intrínsecamente "buena o mala", porque esas consideraciones pertenecen a otro árbol. Pero Yahweh toma todas las cosas y las utiliza para el bien de Su Obra.
Así sucede también, en parte, con esta globalidad (la cual, por otra parte, también será el medio que permita "que todo ojo vea" varias profecías futuras). Esto no ha unido únicamente "el lado malo" del sistema, sino que, en cierta forma, también nos ha puesto en mayor contacto con los hermanos de otras partes del mundo, a veces de forma real y concreta, pero a veces simplemente SABIENDO QUE EXISTEN. Sin estos medios, no tendríamos casi la posibilidad de saber acerca de otros creyentes en otras partes del mundo, estén en el nivel en que estén y sin importar si son sólo salvos o si han avanzado. Hoy al menos sabemos que existen y que todos invocan al Adón y creen en Él y en Su Obra.
Debemos saber cómo viven los hermanos y hermanas de los otros países y también continentes, y ellos también deben saber cómo los hermanos y hermanas aquí vivimos una vida espiritual en rectitud y santidad, buscando al Adón. Somos un Hombre Nuevo; nos hemos puesto el Nuevo Hombre. Este Nuevo Hombre no es individual ni local; más bien, es universal. Cuando nos vestimos del Nuevo Hombre, nos vestimos del Nuevo Hombre universal, que fue creado según Elohim en la justicia y santidad de la realidad. Individualmente, somos nuevos hombres, pero únicamente en la medida en que estamos comprendiendo nuestra inserción primero en el Cuerpo, y después en el Nuevo Hombre universal. En Su gracia, el Adón ha ido abriendo nuestra mente a la comprensión de que no somos sólo parte de una familia espiritual, sino también de una congregación única, de un Cuerpo corporativo y de un Nuevo Hombre universal.
Debemos preguntar a todos los hermanos y hermanas de todos los lugares: mientras viven la vida de congregación en su localidad (sea física o virtual), y se visten del nuevo hombre en la restauración del Adón, ¿tienen santidad y justicia? Todos debemos tener la justicia y la santidad de la verdad. Esa justicia y esa santidad son la vida del nuevo hombre para el Nuevo Hombre. Somos un Hombre Nuevo; debemos ponernos el Nuevo Hombre. Este Nuevo Hombre no es individual ni local; más bien, es universal. Aunque se esté levantando primero individualmente, después localmente en grupos, su finalidad es la universalidad. Cuando nos vestimos del Nuevo Hombre, nos vestimos en verdad del Nuevo Hombre universal, que fue creado según Elohim en la justicia y santidad de la realidad. Hoy debemos prestar atención también a los detalles, al hecho de que este Nuevo Hombre es universal y que tiene únicamente una Cabeza, Y QUE ESTO NO ES UN SUEÑO ABSTRACTO SINO QUE DEBE CONVERTIRSE EN UNA REALIDAD CONCRETA.
De manera que, mientras vivimos la vida de congregación en nuestra localidad o virtualidad, y nos vestimos del Nuevo Hombre en la restauración del Adón, ¿tenemos santidad y justicia? Todos debemos tener la justicia y la santidad de la realidad, porque de lo contrario, ESTAREMOS AFECTANDO A LOS HERMANOS... DE TODO EL MUNDO. Esto tiene que impactarnos. Esa justicia y esa santidad son la vida del Nuevo Hombre, y así como nuestra parte ayuda al crecimiento de este hombre corporativo, ayuda también al resto de los hermanos que a él pertenecen.
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