7 de enero de 2021

CLE03-33 - La Consagración De Aharón Y Sus Hijos 02

 


La Consagración, La Ordenación Y La Llenura 04

 

10. El Resto De Las Ofrendas Para La Llenura

 

Tomó la grasa –el rabo gordo, toda la grasa alrededor de las entrañas, la protuberancia del hígado, y los dos riñones con su grasa– y el muslo derecho. De la canasta de panes ácimos que estaba delante de Yahweh, tomó una torta de pan ácimo, una torta de pan de aceite, y una galleta, y las colocó sobre las partes grasosas y sobre el muslo derecho. Y lo puso todo en las manos de Aharón, y en las manos de sus hijos, e hizo mecerlo como ofrenda mecida delante de Yahweh. Después tomó aquellas cosas Moshe de las manos de ellos, y las hizo arder en el altar sobre el holocausto; eran las llenuras (MILUIM) en olor grato, ofrenda encendida a Yahweh. Y tomó Moshe el pecho, y lo meció, ofrenda mecida delante de Yahweh; del carnero de las LLENURAS (MILUIM) aquella fue la parte de Moshe, como Yahweh lo había mandado a Moshe. Vayikra 8:25-29

 

Aquí vemos que se ponía una torta sin levadura, una torta de pan con aceite y un hojaldre o galleta (que corresponden a la ofrenda de harina, el Korbán Minjá) sobre las porciones de grosura y sobre el muslo derecho del animal. Estas dos categorías de ofrendas, como un todo, se ponían en las palmas de las manos de Aharón y de sus hijos. En ese momento, las manos de Aharón y de sus hijos dejaban de estar vacías. Luego, estas ofrendas eran mecidas delante de Yahweh (pasuk 27) por aquellos cuyas manos habían sido llenas de dichas ofrendas. Esta acción de mecerlas representa el mover de Mashiaj en Su resurrección. Las ofrendas primeramente eran "inmoladas", y después, eran mecidas, es decir, resucitadas, con lo cual se convertían en ofrendas delante de Yahweh en la resurrección de Mashiaj.

 

Las dos tortas, el hojaldre, la grosura y el muslo eran quemados (lo cual indica un fuego lento para obtener el aroma) en el altar sobre el holocausto en calidad de ofrenda de consagración presentada por fuego a Yahweh como aroma que le satisfacía (pasuk 28). Este aroma que satisface es exclusivamente para Elohim; es Su porción para Su deleite. Las partes tiernas y excelentes (la grosura), la parte fuerte (el muslo derecho), y las dos tortas y el hojaldre —que representan distintos aspectos de la humanidad de Mashiaj, la cual no tiene pecado y está mezclada con el Ruaj— constituyen el alimento, no de los sacerdotes, sino de Elohim. La porción que correspondía a Elohim se ofrecía en el altar, que representa el madero. Esto indica que ofrecemos el alimento de Elohim en la comunión de los padecimientos de Mashiaj, los cuales Él sufrió hasta la muerte de madero. Aunque esto tiene como fin la satisfacción de Elohim, también nos capacita para ejercer el sacerdocio del B'rit Hadashá.

 

Quizás hayamos proclamado el hecho de que somos sacerdotes de Elohim, pero probablemente ninguno entre nosotros llegó a darse cuenta de todo lo que implica ser un sacerdote. Hace años yo no sabía que necesitaba la ofrenda por el pecado para que me recordara que no soy más que carne, un viejo hombre de la vieja creación que está vinculado a HaSatán, el mundo y la lucha por el poder. Afirmaba ser un sacerdote de Elohim, pero practicaba un sacerdocio paupérrimo, en ignorancia. No sabía que para ser un sacerdote en el sacerdocio del B'rit Hadashá necesitaba la humanidad de Mashiaj, Su poder fortalecedor y Su capacidad de amar (representada por el pecho que se mecía como ofrenda mecida, pasuk 29). Si examinamos nuestro pasado, la luz de la gracia de Elohim pondrá de manifiesto dónde estábamos como sacerdotes de Elohim: en la vieja creación, en la carne y en la vida natural con el amor natural, el afecto natural. En cuanto a esto, nuestra condición debe quedar al descubierto, y todos debemos ser limpiados. Sabemos que así es, porque lo estamos experimentando. Necesitamos que la sangre purificadora nos sea aplicada sobre el lóbulo de nuestra oreja derecha, sobre el dedo pulgar de nuestra mano derecha y sobre el dedo pulgar de nuestro pie derecho.

 

11. El Aceite De La Unción Y La Sangre

 

Y Mosheh tomó un poco del aceite de la unción y de la sangre que había sobre el altar y la roció sobre Aharón y sobre sus vestiduras, y también sobre sus hijos y sobre sus vestiduras. Entonces consagró a Aharón y sus vestiduras, y a sus hijos y sus vestiduras. Vayikra 8:30

 

Esto significa que Elohim esparce sobre nosotros (los sacerdotes del B'rit Hadashá) y sobre nuestra conducta (las vestiduras) la sangre redentora del madero de Mashiaj y el Ruaj compuesto a fin de apartarnos, de hacernos santos para Él.

 

Independientemente de cuánto Elohim haya trabajado en nosotros para darle fin a nuestro pecado, a nuestra vida natural y al viejo hombre, aún necesitamos recibir más "capas" del aceite de la unción. El aceite de la unción se refiere al Elohim procesado con todo lo que Él ha llegado a ser, ha hecho y ha experimentado. Este Elohim, quien ha sido procesado y llegó a ser un compuesto mezclado con las "especias" de la encarnación, el vivir humano, la muerte que lo incluye todo, la maravillosa resurrección y la excelente ascensión, ha llegado a ser el aceite de la unción, el ungüento, que nos "pinta" (Shemot 30:23-30). Necesitamos ser pintados una y otra vez con Elohim procesado, quien es el aceite de la unción (ver CLE02 105 - El Ojel Moed 37 - El Mishjáh Kodésh, El Aceite De La Unción Santa 01, CLE02 106 - El Ojel Moed 38 - El Mishjáh Kodésh, El Aceite De La Unción Santa 02 y CLE02 107 - El Ojel Moed 39 - El Mishjáh Kodésh, El Aceite De La Unción Santa 03).

 

Si debemos adquirir el conocimiento apropiado de nuestro sacerdocio del B'rit Hadashá, debemos estudiar el libro de Vayikra. Vayikra no está dirigido únicamente a los santos del Tanaj. Si entendemos la tipología de este libro, veremos que un asunto tras otro se aplica a nosotros de una manera práctica hoy en día.

 

12. Comer Con Yahweh

 

Mosheh les dijo a Aharón y a sus hijos: "Cocinen la carne a la entrada de la Carpa de Reunión y cómanla ahí con el pan que hay en la canasta de la ordenación –como ordené; Aharón y sus hijos la comerán... Vayikra 8:31

 

Esto significa que Mashiaj como Aquel que redime, con Su humanidad, es alimento para nosotros (Yahanan 6:51), los sacerdotes del B'rit Hadashá, a la entrada de la vida de congregación.

 

En Vayikra 8:28 vemos la porción de Elohim, y en el pasuk 31 vemos nuestra porción. Aquí la carne se refiere a Mashiaj como Aquel que redime, y el pan se refiere a Su humanidad. Mashiaj como Aquel que redime, con Su humanidad, es nuestro alimento.

 

13. Quemar El Sobrante

 

...y lo que sobre de la carne y del pan lo consumirán al fuego. Vayikra 8:32

 

Esto significa que las inagotables riquezas de Mashiaj deben ser guardadas por la santidad de Elohim. Lo que no se usa, vuelve a Su Fuente.

 

El pasuk 32 indica que el Mashiaj que ofrecemos a Elohim para Su deleite y a quien nosotros disfrutamos, es inagotable. Si después de ofrecerle a Elohim Su porción y de disfrutar nosotros nuestra porción, aún queda algo, según Vayikra 8 debemos quemarlo. Esto quiere decir que, si no "abrimos todos los regalos" (dones) de Mashíaj en este tiempo que se llama "hoy", los mismos serán quitados (por fuego). Si están cerrados, no seremos reales sacerdotes y cuando llegue la hora, no tendremos Su oro, Su plata y Sus piedras preciosas como obras, y las nuestras arderán como lo que son. Según Vayikra 8, el sobrante era quemado al fuego, el cual representa la santidad de Elohim. Ocupémonos de nuestra santificación con temor y temblor mientras tenemos tiempo.

 

14. Siete Días

 

Los sacerdotes que se consagraban permanecían siete días a la entrada de la Tienda de Reunión para su expiación (8:33-36). Esto significa que debemos ejercer el sacerdocio del B'rit Hadashá de manera exhaustiva y completa para nuestra propiciación al entrar en la vida de congregación.

 

No saldrán de la entrada del Ojel Moed por siete días, hasta el día en que se complete su período de ordenación. Porque su ordenación requerirá siete días. Todo lo que se ha hecho hoy, Yahweh ha mandado que se haga (por siete días), para hacer expiación por ustedes. Se quedarán a la entrada del Ojel Moed día y noche por siete días, obedeciendo la orden de Yahweh –para que no mueran– porque así lo he ordenado". Y Aharón y sus hijos hicieron todo lo que Yahweh había mandado mediante Mosheh. Vayikra 8:33-36

 

El mismo procedimiento se repetía durante siete días. Cada día se llevaba a cabo el procedimiento de una manera solemne, ya que cada aspecto del procedimiento era solemne. Esta solemnidad se percibe en las palabras "para que no mueran". Por lo tanto, nadie se atrevía a conducirse de manera descuidada o con ligereza. Todos entendían claramente la seriedad de lo que acontecía, y lo que podía ocurrir si alguien se comportara descuidadamente.

 

Estos 7 días simbolizan las 7 semanas dadas a la creación, los "120 días" o jubileos (6000 años) más el "Reposo de Yahweh" (1000 años). Este es el tiempo que ha sido determinado sobre esta creación para su redención. Aprenderemos más cosas acerca de los tiempos en este maravilloso libro de Vayikra.

 

La humanidad debía permanecer "delante de Yahweh", en Su presencia, haciendo expiación constante por sus pecados, siempre a la entrada de la Tienda de Reunión, es decir, esperando poder entrar de nuevo en Su presencia, lo que Adam perdió. Todavía estamos en los finales del sexto día, esperando para ver si somos encontrados dignos de "entrar en Su Reposo".

 

Estos pasukim deben servirnos de advertencia para que no entremos en el deleite de Mashiaj de una manera descuidada, como tantos creyentes hacen, pensando que porque pueden "venir como están" van a poder entrar en el Mishkán como están. Necesitamos esta advertencia especialmente en relación con la mesa del Adón. El pan representa el cuerpo de Mashiaj, y el vino representa Su sangre. Si comemos el pan y bebemos el vino sin el debido discernimiento, lo que comamos y bebamos podría ser para nuestro propio juicio (Qorintiyim Alef 11:27-29). Necesitamos que se nos advierta acerca de la seriedad de participar en la comunión del deleite de Mashiaj con ligereza o de manera descuidada.

 

La consagración del sacerdocio duraba siete días, y se repetía el mismo procedimiento cada día. Sin duda, por medio de esta repetición, cada asunto quedó grabado profundamente en el ser de Aharón y de sus hijos. Hoy en día nosotros, en calidad de sacerdotes de Elohim, también debemos recordar todo lo que implica nuestra consagración y ordenación como sacerdotes. En particular, debemos recordar que, en nosotros mismos, somos pecadores, e incluso carne de pecado.

 

La consagración de Aharón y de sus hijos no sólo es solemne en cuanto a la tipología, sino también en cuanto a la aplicación que tiene para nosotros hoy. Si nos percatamos de la seriedad de este asunto, también nos percataremos de cuánto necesitamos la misericordia del Adón y la limpieza de Su sangre. Entonces le pediremos al Adón que sea misericordioso con nosotros, y nos esconderemos bajo la cubierta de Su sangre.

 

 

 

 

El Octavo Día

 

El libro de Vayikra nos muestra un nuevo comienzo, en el cual, por primera vez, el pueblo de Elohim le presentaba a Elohim ofrendas según Sus normas. Ésta fue la primera vez que el pueblo de Elohim ofreció Mashiaj a Elohim, no meramente según la necesidad de ellos, sino también en conformidad con las leyes de Elohim, según Sus normas. Antes de aquel tiempo, algunos hombres, tales como Hevel, Noaj y Avraham, presentaron ofrendas a Elohim, pero no fue hasta que los yisraelitas celebraron Pésaj (Shemot 12:1-28) que se presentaron ofrendas a Elohim según Sus instrucciones. Hablando con propiedad, aunque el cordero de Pésaj era una ofrenda, no se le llamó ofrenda.

 

En Vayikra, después que fue erigido el tabernáculo, Elohim obtuvo una morada sobre la tierra desde la cual Él hablaba a Su pueblo. La primera categoría de las cosas que Él habló tenía que ver con las ofrendas (Vayikra 1—7). Las ofrendas, las cuales el hombre necesitaba y Elohim exigía, fueron ordenadas por Elohim mediante normas que concordaban completamente con la mente y el deseo de Elohim. Moshe debió de haber entendido el significado de estas ofrendas en cuanto al asunto de la expiación (Vayikra 9:7), pero es posible que haya entendido muy poco en cuanto a los detalles relacionados con las ofrendas.

 

En Vayikra, los yisraelitas empezaron a presentar ofrendas a Elohim como nunca antes lo habían hecho. Ahora las ofrendas no las ofrecía un sólo individuo, sino un pueblo, una congregación, y ellos no las ofrecían en el lugar que quisiesen. Elohim pidió al pueblo que se acercara a la entrada de la Tienda de Reunión para tener contacto con Él y que presentara sus ofrendas por medio de los sacerdotes, no por ellos mismos (esto difiere de la manera en que Hevel, Noaj y Avraham presentaron sus ofrendas, los cuales no sólo eran oferentes sino también sacerdotes que servían). Esto fue porque el pueblo había perdido ese derecho cuando su transgresión con el becerro de oro. La manera en que se ofrecían las ofrendas llegó a ser una ceremonia, un conjunto de formas, que debía llevarse a cabo delante de Elohim a la entrada de Su morada según Sus normas, leyes y disposiciones, porque ellos había ido agregando transgresión sobre transgresión, y había cada vez más cosas que resolver. Por eso Shaúl dice:

 

Entonces, ¿para qué existe la Torah? Fue dada por causa de las transgresiones, hasta que viniera la descendencia a quien se le había hecho la promesa... GalutYah 3:19a

 

Todas estas reglas y formas tan específicas de hacer las cosas definitivamente eran algo nuevo.

 

Aunque Moshe probablemente no vio que las ofrendas eran Mashiaj mismo, Elohim en realidad estaba dando mandamientos a Su pueblo acerca de cómo aplicar a Mashiaj, en calidad de todas las ofrendas, según las leyes de Elohim. El entendimiento de estas cosas fue dado a través de Shaúl. Cada cosa en su momento cierto. Hoy en día nosotros debemos aprender a aplicar a Mashiaj, la realidad de las sombras, conforme a los requisitos de Elohim. Temprano por la mañana, debemos aplicar a Mashiaj como nuestro holocausto, nuestra ofrenda por el pecado y nuestra ofrenda de harina a fin de tener algo que nos sustente durante el día.

 

 

En el día octavo Mosheh llamó a Aharón y a sus hijos, y a los ancianos de Yisrael. Vayikra9:1

 

El inicio del servicio sacerdotal de Aharón y sus hijos tuvo lugar en el octavo día, lo que representa la resurrección (Mordejai 16:9a). Aquí vamos a tener una pequeña controversia acerca de cuándo resucitó Mashíaj, si en shabat o en domingo. Controversia bien moderna, nacida en las últimas décadas nomás, a través de un mesianismo forzado que busca encajar por la fuerza las cosas DENTRO DE SU PENSAMIENTO LIMITADO. Es necesario comprender que el Plan de Yahweh no es ninguna de las dos mitades que insisten en andar separadas, la mitad que guarda Efrayim (cristianismo) y la mita que guarda Yahudá (judaísmo), SINO QUE AMBAS FORMAN PARTE DEL MISMO PLAN ÚNICO. Si vemos todo como siendo manejado por el mismo Elohim (y nada de pavadas de "malvado Elohim del Antiguo Testamento" versus "buen Elohim del Nuevo Testamento", que estas son teorías paganas derivadas del gnosticismo), vamos a entender que en Su Plan TODO TIENE CONTINUIDAD Y PERFECCIÓN. Por lo tanto, es bastante ridículo insistir que UN NUEVO COMIENZO SE DÉ EN EL FINAL DE UN CICLO. En otro momento se estudiará el asunto más a fondo, pero el ciclo de 7 días ENCIERRA en el séptimo día, NO ABRE EN ÉL. El ciclo vuelve a abrirse en el octavo día, que es nuevamente un primer día. La semana de días empieza en domingo y termina en shabat, no de otra forma. El octavo día, que es el de la resurrección y los nuevos comienzos (EL TIEMPO QUE LLEGARÁ DESPUÉS DEL MILENIO —SÉPTIMO DÍA—, EL NUEVO COMIENZO CON LA PLENITUD DE LA NUEVA YAHRUSHALAYIM).

 

El problema radica en que tanto Efrayim como Yahudá insisten en sus propias teologías del reemplazo: Yahudá insiste en pretender un cetro que no le pertenece, mientras que Efrayim está decidido a dar a Yahudá un lugar "premio-consuelo" y dejarlo siempre rebajado a un segundo lugar. La verdad, TODOS LOS DÍAS PERTENECEN AL ADÓN, Y ÉL ESTÁ PREPARANDO UN NUEVO COMIENZO:

 

Hay quien considera un día mejor que otro, mientras que para otro cualquier día es bueno. Que cada uno esté convencido en su propia mente. Romaniyim 14:5

 

Esta discusión, como vemos, no es nueva tampoco. Ya desde el comienzo hubo discusión acerca de qué día debían guardar, cuando ESTAMOS HABLANDO DE DOS DÍAS DIFERENTES. Nosotros, que no hemos entrado aún en la promesa del Reposo (Séptimo Día) no podemos tirar a la basura las promesas hechas para el Octavo Día. Resulta tonto, ¿verdad? Lo cierto es que aunque hoy aguardamos con ansias el Milenio, éste no será sino el fin de esta semana de milenios, y habrá un nuevo comienzo al final del Milenio, es decir, al Octavo Día.

 

Negar esto significa no comprender Su Plan. En todas las Escrituras, vamos a ver el principio de que los nuevos comienzos corresponden al octavo día (por ejemplo, la circuncisión de los yisraelitas era en el octavo día, porque daba un nuevo comienzo al bebé: se necesitaba una purificación de 7 días, equivalente a las siete semanas de la humanidad, para que el bebé tuviera acceso libre y pleno a un nuevo comienzo; por supuesto, esto era un cuadro, sombras de lo que aún aguardamos).

 

 

De manera que, sin entrar en discusiones, vamos a atenernos al uso que de cada uno de estos días hacen las Escrituras. Y aquí nos encontramos que DESPUÉS DE 7 DÍAS, EN EL OCTAVO (no en shabat, sino en el día que nosotros llamamos domingo, que es el primer día de la semana), comenzaba a funcionar el sacerdocio. Nosotros estamos hoy a punto de entrar en la Era de Sukot, que es la última de las eras (después de la Era de Pésaj y de la Era de Shavuot en la que aún estamos), que corresponde con el Milenio y con el Séptimo Día, el Reposo de Yahweh. Durante el Milenio, estaremos siendo entrenados a pleno para ejercer este sacerdocio (algunos, los vencedores, lo ejercerán en plenitud ya en la primera resurrección):

 

Feliz y santo el que tiene parte en la primera resurrección. Sobre éstos la segunda muerte no tiene ningún poder; sino que serán sacerdotes de Elohim y del Mashíaj, y reinarán con él por mil años. Hitgalut 20:6

 

Esto indica que todo servicio sacerdotal tiene que ser realizado en la resurrección de Mashíaj, hasta que alcancemos la propia. Entendamos, nuestra meta ACTUAL es entrar en Su Reposo, pero más allá de esa meta tenemos la meta del Padre, que es el octavo día:

 

Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe más. Y a la santa ciudad, la nueva Yahrushalayim, la vi descender del cielo de parte de Yahweh, preparada como una novia adornada para su esposo. Hitgalut 21:1-2

 

Durante el Milenio, estaremos todos siendo fuertemente trabajados (más que ahora), como sacerdotes que están siendo consagrados, aprendiendo a ministrar a Yahweh a través de Mashíaj, para alcanzar la plenitud del octavo día en esa Nueva Yahrushalayim perfecta. No vamos a experimentar la plenitud (a menos que seamos contados entre los vencedores) durante el Milenio, sino que estaremos siendo entrenados. Esto no habla sólo de nosotros, está refiriéndose al Cuerpo de Mashíaj, y a la restauración de todas las cosas, de la creación.

 

En Vayikra 9:1, el octavo día se refiere al día después de los siete días que duraba la consagración de Aharón y de sus hijos. En cada uno de esos siete días, Aharón y sus hijos tenían que observar el mismo procedimiento. Pero en el octavo día, el día después de ese periodo de consagración, ellos experimentaron un nuevo comienzo. Por lo tanto, el octavo día implica tanto un nuevo comienzo como el fin de la vejez (la vieja creación y el viejo hombre).

 

Como sacerdotes de Elohim, nuestro sacerdocio, nuestro servicio sacerdotal, tiene que ser realizado en resurrección. Por supuesto, no en la nuestra aún, sino en la resurrección de Mashíaj, durante el Milenio. En cuanto a esto, la vida natural, el viejo hombre y la carne no tienen cabida alguna. Por eso ya hoy, antes de entrar en la Era de Sukot, Él está levantando a los Suyos, a los que lo escuchan y le obedecen, porque durante el tiempo de Reposo, NOSOTROS ESTAREMOS QUIETOS Y ÉL TRABAJARÁ EN NOSOTROS EN VERDAD. Esa será la obra del séptimo día de mil años. Sin embargo, lamentablemente, en nuestra actual vida de congregación hay muchas cosas naturales y mucha vejez. Esto mejorará sin duda cuando entremos en el Milenio, inclusive para las naciones, que en ese tiempo "aprenderán justicia". Durante el séptimo día, nuestra meta estará en alcanzar el octavo día. Aún estaremos trabajando en eliminar esas cosas que no pertenecen al octavo día, es decir, no se encuentran en la esfera de la resurrección, sino en la esfera de la vida natural, y por eso continuarán durante el Milenio, aunque esperamos un mayor derramamiento del Ruaj que ayude a este desarrollo.

 

 

El servicio sacerdotal que rendimos a Elohim tiene que ser realizado en resurrección para alcanzar la resurrección. Nosotros hoy estamos aún en promesa, y seguiremos en este estado hasta el final de la semana, pero ya hemos recibido todo en el plano espiritual, por eso Yahweh nos pide que lo usemos para acercarnos cada vez más a Él. Él desea que nosotros hagamos crecer a Mashíaj y sus dones en nuestro interior, porque de eso dependerá en primer lugar nuestro galardón (entrar en el Reino, que es el Milenio), y que todos los que crezcan durante el Milenio estén preparados para atravesar el juicio con obras que no ardan. La realidad de la resurrección es Mashiaj como Ruaj vivificante (Qorintiyim Alef 15:45). Todo cuanto hagamos en el Ruaj es hecho "en el octavo día", en resurrección, en el plano espiritual y no en el plano material de la carne. Todo cuanto hagamos fuera del Ruaj, en nuestra vida natural, en nuestra mente o parte emotiva naturales, no es hecho en el octavo día, es decir, no es hecho en resurrección. En un momento alcanzaremos de hecho ese octavo día, no es algo simplemente simbólico, sino que debe ser nuestra meta.

 

Espero que todos los santos, inclusive los recién salvos, reciban estas palabras en cuanto a llevar a cabo el servicio sacerdotal en el octavo día. Es decir, en pocas palabras, COMO SI YA ESTUVIÉRAMOS EN LA PLENITUD. Por supuesto, esto ahora requiere de nuestro sacrificio diario ("golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre", Qorintiyim Alef 9:27). Este es el sacrificio que somos llamados a hacer, esto es lo que requiere "cargar nuestro madero cada día". Cuando queramos mostrarle amor a cierta persona, debemos considerar si ese amor emana de nuestro ruaj o de nuestras emociones naturales. Nuestras emociones naturales limitan el amor espiritual. Con el amor natural, sólo podemos amar a los que nos caen bien, pero no podemos tener trato con los que no, pero Mashíaj tiene trato con TODOS, y en el Cuerpo, todos debemos tratarnos unos a otros con el mismo amor. Esto sólo podemos alcanzarlo con el amor de Mashíaj. Si el amor que sentimos por alguien tiene que ver con nuestros gustos naturales, con el hecho de sentir que nos cae bien una persona y no otra, es posible que a causa de ese amor natural le demos a unos un trato preferencial. Esto es miel, y la miel termina por fermentarse y tener el mismo efecto que la levadura. Esto significa que, a los ojos de Elohim, el amor natural es tan negativo como el odio natural.

 

A menudo, el Adón nos exige que amemos a alguien que no somos capaces de amar en nuestra vida natural ni con nuestro amor natural. La única forma de amar a dicha persona es hacerlo con un amor que no es natural, sino que está en resurrección. Todo nuestro servicio debe ser realizado en el ruaj, en resurrección.

 

 

 

 

El Sumo Sacerdote Hace Expiación Por Sí Mismo

 

Entonces Mosheh le dijo a Aharón: "Acércate al altar y sacrifica tu ofrenda por el pecado y tu ofrenda quemada, para hacer expiación por ti mismo y por el pueblo; y sacrifica la ofrenda del pueblo y haz expiación por ellos, como ha mandado Yahweh". Aharón se acercó al altar e inmoló su becerro de ofrenda por el pecado. Los hijos de Aharón le trajeron la sangre; él sumergió su dedo en la sangre y puso de ella sobre los cuernos del altar; y derramó el resto de la sangre al pie del altar. La grasa, los riñones, y la protuberancia del hígado de la ofrenda por el pecado los convirtió en humo sobre el altar como había mandado Yahweh a Mosheh; y la carne y la piel se consumieron en el fuego fuera del campamento. Entonces inmoló la ofrenda quemada. Los hijos de Aharón le pasaron la sangre, y él la roció sobre todos los lados del altar. Ellos le pasaron la ofrenda quemada en secciones, así como la cabeza, y él las convirtió en humo sobre el altar. Lavó las entrañas y las patas, y las convirtió en humo sobre el altar junto con la ofrenda quemada. Vayikra 9:7-14

 

En este pasuk vemos que Aharón debía hacer expiación por sí mismo y por el pueblo. Debemos entender la diferencia entre la palabra "expiación" y la palabra "redención", porque estas palabras no tienen el mismo significado, aunque tampoco tienen las diferencias que el cristianismo les asigna. Busquemos entonces sus originales hebreos.

 

"Redención" es GUEULÁ (H1353), derivada de GAAL (H1350), palabra que ya conocemos de cuando estudiamos el Pariente Redentor o Redentor de Sangre (Goel Ha'Dam). A veces es traducida también como "rescate". Pero nosotros necesitamos justamente rescatar el concepto, que implica que UN PARIENTE VIENE A SALVARNOS. Nos rescata de la situación caída en la que estamos, esto es lo que significa la redención. Muchas veces el mundo interpreta la redención como un acto de justificación de uno mismo, algo que alguien realiza para "redimirse" de alguna cosa mala que hizo. No es así en las Escrituras. Aquí nadie puede HACER NADA POR SÍ MISMO, se necesita un pariente redentor (para nosotros, obviamente es Mashíaj) que viene a redimirnos. Eso implica que nos "compra" de la esclavitud en la que estábamos y nos mantiene para sí mismo, con la idea de darnos libertad. Estas cosas las hemos estudiado también antes (ver CLE02 46 - El Sexto Mandamiento 01 - Culpa De Sangre 01). Esta es la situación en la que estamos nosotros: hemos sido redimidos (comprados del viejo dueño) pero aún no hemos sido liberados por completo. Eso sucederá en el séptimo año, cuando todos los esclavos debían ser liberados. Mientras tanto, estamos aquí como "sal y luz" para que el mundo no sea destruido, como pidió Yahshua. Por eso aún no hemos entrado en la liberación plena, que será al final del Milenio, para entrar en el octavo día (lo que hoy llamamos eternidad).

 

 

La redención fue consumada por la muerte del Adón Yahshua en el madero, y este término debe usarse únicamente para el B'rit Hadashá. Antes de que el Adón derramara Su sangre en el madero, no existía tal cosa como la redención. Lo que vemos en el Tanaj es la expiación: KAFÁR (H3722), que ya sabemos significa "cobertura". La expiación se refiere al acto de apaciguar el conflicto existente entre dos partes contrarias a fin de que se restablezca la armonía, la unidad, entre ellas. La cobertura que la expiación colocaba en el Tanaj era la promesa de la redención que Yahshua haría. LAS DOS SE BASAN EN LA SANGRE DE YAHSHUA. Aunque vemos que la expiación en el Tanaj se apoya aparentemente en la sangre de animales, SIEMPRE APUNTÓ A LA SANGRE DE MASHÍAJ, si somos humildes para ver que estamos hablando del mismo Elohim, el mismo Padre, el mismo Hijo, el mismo Plan, una continuidad lógica y bien visible para los que ven lo que el Ruaj les muestra. Y así como ayer estaban bajo promesa, hoy también nosotros estamos bajo la misma promesa, ya que AÚN NO HEMOS ENTRADO EN EL OCTAVO DÍA. Tanto los yisraelitas del Tanaj como nosotros hoy estamos bajo la promesa, porque no hemos aún recibido la plenitud de la misma. Por eso dice:

 

Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Yahshua ha Mashíaj fuese dada a los creyentes. GalutYah 3:22

 

Entonces, Shaúl continúa:

 

Pero antes de que viniera la fe, estábamos custodiados bajo un sistema de ley, reservados para la fe que había de revelarse. De manera que la Torah ha sido nuestro tutor para llevarnos al Mashíaj, para que se nos declare justos por la fe. GalutYah 3:23-24

 

Entonces, queda claro: SOMOS JUSTOS POR LA FE, PORQUE AÚN ESTAMOS EN LA PROMESA. Lo que hemos recibido es la promesa y seguimos andando en la fe, como los antiguos también anduvieron, porque somos descendientes de Avraham por la fe, en ese mismo Cuerpo espiritual que está esperando recibir su plenitud.

 

La expiación fue necesaria mientras llegaba el cumplimiento de la promesa (Mashíaj como la manifestación viva de la Torah) para alcanzar la redención de la humanidad, pero ahora, como entonces, TODOS ESTAMOS BAJO PROMESA. Lo que ha avanzado es la Obra de Mashíaj, no el Cuerpo de creyentes. Él ha cumplido ya todas las cosas EN EL PLANO ESPIRITUAL, pero aquí, en nuestro plano material, siguen corriendo bajo promesa. Podemos decir que ya hemos recibido la redención de nuestros pecados porque Mashíaj cumplió Su Obra, pero no en plenitud porque el tiempo en nuestro plano material no se ha cumplido aún ("hasta que entren todos"). De manera que hoy estamos en las mismas condiciones que nuestros antepasados en el Tanaj: estamos CUBIERTOS, aunque ahora sabemos que la cobertura que hemos recibido (TANTO NOSOTROS COMO LOS DEL TANAJ QUE MURIERON EN LA PROMESA) es la redención completa a través de Mashíaj.

 

Algunos dicen que los pecados del Tanaj fueron cubiertos y eso es correctísimo, porque la palabra es KAFAR, cubrir. Pero agregar que fueron "cubiertos pero no quitados" es un grave error. En verdad, lo que se modifica es la obra de Mashíaj, no nosotros. En SU TIEMPO EN EL PLANO ESPIRITUAL, Mashíaj vino a ocupar un tiempo en el plano material, y cumplió con su Obra. LOS PECADOS FUERON QUITADOS. Pero en nuestro tiempo relativo a cada uno de nosotros, ese cumplimiento PLENO continúa en el "futuro", para nuestros términos terrenales, aunque ya es un hecho en el plano espiritual. De hecho, NUESTROS NOMBRES ESTÁN INSCRITOS EN EL LIBRO DE LA VIDA DESDE ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO. En un momento dado, a causa de la caída, los tiempos de ambos planos se separaron, pero volverán a unificarse cuando la muerte sea eliminada.

 

Entonces, tenemos que comprender que, DESDE NUESTRA ÓPTICA TERRENAL, tanto nuestros pecados como los del Tanaj son cubiertos: unos por la sangre de animales durante su tiempo físico, todos ahora por la sangre de Mashíaj, pero aún están todos PENDIENTES: serán presentados en el juicio. Los cristianos parecen convencidos de que los únicos muertos que serán resucitados serán yahuditas muy antiguos, porque al parecer no tienen en cuenta que muchos cristianos también han muerto, y serán levantados en la segunda resurrección, y como todos, deberán responder según lo que está escrito en los libros. La diferencia radica en que cuando recibamos la plenitud será REDENCIÓN COMPLETA (además de la vida eterna). Por eso también seremos entonces glorificados en nuevos cuerpos.

 

Como pecadores, teníamos un problema con nuestro Elohim, quien es justo. Aunque Él nos amaba, algo injusto se interponía entre Él y nosotros. En tanto que esta situación injusta no fuese apaciguada, no podíamos ser uno con Él. Por lo tanto, en el Tanaj se usaron animales temporalmente, y luego en el madero Mashiaj efectuó la redención por nosotros. Mashiaj no sólo derramó Su sangre para efectuar la redención, sino que en Su ascensión Él entró en los cielos y presentó Su sangre delante de Elohim. Al presentar Su sangre, Él obtuvo, logró, eterna redención por nosotros (Ivrim 9:12). Cuando creímos en Mashiaj, entramos en Él y recibimos esta redención... EN PROMESA, leamos nuevamente: "para que LA PROMESA que es POR LA FE en Yahshua ha Mashíaj fuese dada a los creyentes", GalutYah 3:22.

 

Dentro del Arca había dos tablas, en cada una de las cuales estaban inscritos cinco de los Diez Mandamientos. Los Diez Mandamientos condenaban a todo el que se acercaba a Elohim. Pero la sangre de la ofrenda por el pecado, derramada en el Día de la Expiación, era rociada sobre la tapa del Arca para que se hiciera expiación por toda la nación, para todo el año. Por esta razón, a la tapa del Arca se le conocía como la cubierta expiatoria.

 

En Vayikra 9:7 se le dijo a Aharón que hiciera expiación por sí mismo y por el pueblo. Él tenía un problema con Elohim y necesitaba hacer algo para apaciguar el conflicto existente a fin de tener paz con Elohim.

 

 

Que Aharón ofreciese primero la ofrenda por el pecado y el holocausto para hacer expiación por sí mismo significa que él, un pecador, necesitaba tomar a Mashiaj como su ofrenda por el pecado y como su holocausto para ser un sacerdote que sirviese a Elohim. Antes de servir como sacerdote, Aharón debía apaciguar todo conflicto existente. Por tanto, él necesitaba la ofrenda por el pecado y también el holocausto.

 

Que Aharón preparara la ofrenda por el pecado y el holocausto también tipifica que Mashiaj se ofreció a Sí mismo como ofrenda por el pecado para redimir al pueblo de Elohim y como holocausto a favor del pueblo de Elohim para satisfacer a Elohim. Aharón tenía que hacer ofrenda por sí mismo en primer lugar y Yahshua también tuvo que hacerlo, no porque tuviera culpa alguna, sino porque había sido acusado. Porque no tenía culpa fue encontrado inocente y perfecto en su obediencia, de manera que consumó el sacrificio perfecto que la Ley requería, y fue elevado por encima de todas cosas.

 

En la ofrenda por el pecado, el Sumo Sacerdote era uno con el pueblo; así también, el pueblo de Elohim es uno con Mashiaj; por tanto, somos redimidos en Él. Él obtuvo, logró, la redención. Mientras seamos uno con Él, obtenemos redención. En el holocausto, Mashiaj es uno con el pueblo de Elohim; por tanto, Él vive en nosotros para que le vivamos y así satisfagamos a Elohim.

 

Hoy en día la ofrenda por el pecado nos recuerda de muchas cosas negativas, y el holocausto nos recuerda que debemos vivir absolutamente entregados a Elohim, pero que no lo hacemos. Debemos tomar a Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado para que Él nos redima y nos traiga de nuevo a una condición de paz con Elohim, y debemos tomar a Mashiaj como holocausto, como Aquel que lleva en nosotros y por nosotros una vida de absoluta entrega a Elohim.

 

La ofrenda por el pecado guarda relación con la muerte, y el holocausto guarda relación con la resurrección. Somos uno con Mashiaj en Su muerte, y Él es uno con nosotros en Su resurrección.

 

 

 

 

El Sumo Sacerdote Hace Expiación Por El Pueblo

 

Luego trajo la ofrenda del pueblo. Tomó el chivo para la ofrenda por el pecado del pueblo, y lo inmoló, y lo presentó como ofrenda por el pecado, como el anterior. Trajo la ofrenda quemada y la sacrificó según el reglamento. Trajo entonces la ofrenda de comida y, tomando un puñado de ella, lo convirtió en humo sobre el altar –en adición a la ofrenda quemada de la mañana. Vayikra 9:15-17

 

Esto significa que Mashiaj se ofreció a Sí mismo como nuestra ofrenda por el pecado para hacerse cargo de nuestro pecado, como nuestro holocausto para satisfacer a Elohim y como nuestra ofrenda de harina para ser tanto el alimento de Elohim como el nuestro. Cada mañana debemos tomar a Mashiaj como estas ofrendas, para que Él sea nuestras ofrendas y también nuestro Kohen Gadol, mientras nosotros aprendemos a ministrar como sacerdotes, pidiendo: "Adón, en este nuevo día te tomo como mi ofrenda por el pecado, como mi holocausto y como mi ofrenda de harina a fin de vivir por Ti, contigo y en Ti, e incluso a fin de vivirte para la satisfacción de Elohim".

 

 

Inmoló el buey y el carnero, el sacrificio de bienestar del pueblo. Los hijos de Aharón le pasaron la sangre –la cual roció contra todos los lados del altar– y las partes grasosas del buey y el carnero: la cola gorda, la cubierta (de grasa), los riñones, y las protuberancias del hígado. Pusieron estas partes grasosas sobre los pechos; y Aharón convirtió en humo las partes grasosas sobre el altar, y elevó los pechos y los muslos derechos como ofrenda elevada delante de Yahweh –como había mandado Mosheh. Vayikra 9:18-21

 

Aquí vemos que Aharón presentó la ofrenda de paz en favor del pueblo. Esto significa que Mashiaj se ofreció a Sí mismo como nuestra ofrenda de paz para que nosotros y Elohim podamos disfrutarle como paz. Disfrutamos de esta paz al disfrutar a Mashiaj en la mesa del Adón.

 

El deleite de Mashiaj como ofrenda de paz, tal como se describe en los pasukim del 18 al 21, se basa en el hecho de que Él es nuestra ofrenda por el pecado, nuestro holocausto y nuestra ofrenda de harina, según consta en los pasukim del 7 al 17. Quizás ustedes se pregunten por qué no se hace mención de la ofrenda por las transgresiones en estos pasukim, y es que esta ofrenda es para las transgresiones que realizamos durante el día, no para la purificación de consagración. Aquí la ofrenda por las transgresiones está incluida en la ofrenda por el pecado. En esta consagración, no fueron únicamente Aharón y sus hijos consagrados, sino también, A TRAVÉS DE ELLOS, todo el pueblo. Por eso, la postura kadosh de los sacerdotes, en santidad permanente, era la que mantenía levantada la consagración del pueblo delante de Yahweh. Delante de Él, los sacerdotes se ocupaban de mantener permanentemente encendido el holocausto sobre el altar, de día y de noche, a favor de la nación entera.

 

Ésta era la primera vez en toda la historia humana que se aplicaba a Mashiaj de esta manera y a tal grado. En esta aplicación, Mashiaj es nuestra ofrenda por el pecado, nuestro holocausto y después nuestra ofrenda de harina para nuestra vida diaria, con el resultado de que entramos en la paz, la que es Mashiaj mismo. Éste es el inicio de las ofrendas, las cuales apuntan al Mashiaj vivo, a quien disfrutamos y del cual comemos cada día como nuestro alimento diario.

 

 

"Porque hoy se les aparecerá Yahweh"... Mosheh dijo: "Esto es lo que Yahweh les ha mandado hacer, para que se les aparezca la Presencia de Yahweh"... Aharón levantó sus manos hacia el pueblo y los bendijo; y se bajó después de presentar la ofrenda por el pecado, la ofrenda quemada, y la ofrenda de bienestar. Mosheh y Aharón entraron entonces en la Carpa de Reunión. Cuando salieron, bendijeron al pueblo; y la Gloria de Yahweh se le apareció a todo el pueblo. Salió un fuego de delante de Yahweh y consumió la ofrenda quemada y las partes grasosas sobre el altar. Y todo el pueblo lo vio, y gritó y cayeron sobre sus rostros. Vayikra 9:4, 6, 22-24

 

"La Gloria de Yahweh se le apareció a todo el pueblo". Elohim confirmó Su presencia al enviar fuego. Los sacerdotes estaban allí, la ofrenda estaba allí, el Tabernáculo estaba allí, y la nación estaba allí... PERO TODO ESTABA INCOMPLETO SIN EL FUEGO DE ELOHIM. Cuidado, porque muchas veces los creyentes se conforman únicamente con estas partes "que ven", pero no siempre el fuego desciende del cielo para consumir lo que le han ofrecido.

 

 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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