El Cuerpo De Mashiaj Es Viviente
El Cuerpo de Mashiaj no es una doctrina, sino algo viviente. Todos
debemos aprender esto: solamente cuando todos los miembros funcionan, tenemos
el Cuerpo de Mashiaj. Sólo cuando todos los miembros funcionan, se tiene la
congregación.
Nuestro problema hoy día es que hemos heredado el sistema sacerdotal del
catolicismo romano y el sistema pastoral del protestantismo. Si no tenemos
cuidado, también aparecerá entre nosotros cierta clase de sistema mediador.
Seremos los únicos que nos encargamos de todas las cosas en el servicio de
Elohim, porque muchos son cómodos y pasivos. Pero la comunión en el Cuerpo es
un asunto de vida práctica, no de doctrina. Solamente predicar el Cuerpo de
Mashiaj es inútil; debemos dejar que el Cuerpo trabaje y exprese sus funciones.
Ya que es el Cuerpo de Mashiaj, no debemos temer que le falten funciones. Ya
que es el Cuerpo de Mashiaj, podemos poner nuestra fe en él. El Adón desea que
cada miembro en cada localidad se levante y sirva.
En las Escrituras, la congregación es una congregación que predica la
Besorah, una congregación que visita a la gente, y una congregación que cuida
de otros, donde todos son siervos de todos. Eso el Cuerpo de Mashiaj en la vida
práctica. En el Cuerpo no hay miembros inactivos. Los miembros inactivos son
sanguijuelas: "Dame, dame", gritan todo el tiempo, pero jamás están
dispuestos a dar nada. Hasta el más nuevo recién nacido en Yahshua puede dar
algo. Los que nunca dan y sólo piden recibir, no están injertados en el Cuerpo,
aunque puedan tener apariencia. Si algún día pudiera haber un grupo de hermanos
o incluso una congregación entera, en la que todos sirven, todos cuidan de las
cosas espirituales adecuadamente, todos asumen
responsabilidad, y todos están ocupados, entonces eso sería el verdadero
Cuerpo de Mashiaj. Él está hoy trabajando para edificar ese Cuerpo, levantando
los huesos secos que se dejan revestir de carne e impregnar del Ruaj.
Nuestro camino hoy en día es diferente al de antes, a las tradiciones
humanas y costumbres en que la mayoría de nosotros fuimos criados. Hoy nadie
debe considerar que está en lo correcto simplemente porque ha hecho mucho
trabajo y ha tenido muchas experiencias en el pasado. Hoy en día hemos dado un
giro completo. Nosotros no reconocemos al catolicismo. No reconocemos al
protestantismo. No reconocemos al judaísmo. Tampoco reconocemos al evangelismo y otros ismos.
Esos caminos son absolutamente diferentes del camino del Adón. Nuestro camino
es el camino del servicio de la congregación, que es el Cuerpo de Mashíaj,
nuestra Cabeza.
Espero que ustedes, hermanos, presten especial atención a este asunto,
porque cuando vayan a trabajar en sitios distintos, es muy fácil olvidarse de
la visión. Es muy fácil perder la visión cuando el trabajo es arduo. Espero que
cada vez que trabajen, mantengan la visión delante de ustedes. La visión es la
de Mashíaj, no la nuestra. No vamos detrás de nuestros objetivos sino de la
edificación del Cuerpo de Mashíaj. Es solamente cuando tenemos la visión que
podemos trabajar. Si no ven la visión no podrán trabajar. Tal vez lo que tengan
sea simplemente lo que vieron dos meses atrás. Aunque tengan el sentir de que
la carga todavía está sobre ustedes, de nada sirve. Si los hermanos y hermanas
no se levantan y aún no están participando en la obra, no hay en verdad obra ni
ministerio. Por lo tanto, no nos preocupemos de cuán grandes sean las
dificultades externas, o cuánto hable la gente. La cuestión es si genuinamente
hemos visto o no el camino del Cuerpo, que es el camino del servicio, como el
Adón nos dijo y nos mostró con Su ejemplo. Debido a que lo hemos visto
claramente, ponemos todas nuestras fuerzas en esto, para hacer que también
todos trabajen en esto. Si hay mucha gente, agradezcamos a Elohim; si hay
pocos, no importa. La congregación debe tomar este camino.
En este entrenamiento que Él realiza en nosotros, si verdaderamente
permitimos a Elohim tratar con nuestro yo y con nuestro trabajo hasta tal punto
que salgamos a proveer una manera para que todos los de un talento sirvan, por
primera vez la congregación comenzará a ver lo que es el amor fraternal, y
Filadelfia aparecerá.
Hoy en día la congregación no solamente necesita la supervisión, sino
también amor ágape manifestado en amor fraternal. No buscamos el amor phileo
del 50/50, sino mucho más allá que eso, la expresión del amor fraternal es el
amor ágape del Padre que se ha dado a Sí mismo, mezclado con nosotros. Dar a
nuestros hermanos menos que nosotros mismos es no estar siguiendo las pisadas
de nuestro Adón. Creo en la autoridad y también creo en el amor ágape
fraternal. Sin autoridad la congregación no puede seguir adelante. "Has guardado mi palabra",
esto es autoridad. "Y no has negado
mi nombre" esto es autoridad. Filadelfia tenía estas dos clases de
autoridad. Pero Filadelfia misma es amor ágape expresado entre los hermanos,
amor ágape-fraternal. Todos los hermanos se presentaban y servían en amor, y se
servían unos a otros más allá de sí mismos. Cuando ese día llegue, comenzaremos
a conocer lo que es la congregación. De otra manera, si continúa la situación
actual, todavía seguiremos influenciados por los vestigios del catolicismo
romano y del protestantismo; no sabremos qué son los hermanos de Filadelfia ni
qué es la autoridad de la congregación.
Hoy día creo que tenemos dos caminos propuestos claramente delante de
nosotros. Si el Adón puede realmente abrirse paso en nuestro medio, el camino
que los creyentes han tomado, sobre todo en los últimos siglos, será
completamente cambiado. El punto de vista de nosotros no puede ser el mismo de
antes; tiene que ser quebrantado y aplastado.
Primeramente, no debemos "usar" a un hermano porque es útil ni
dejarlo fuera si no lo es. Estas son apreciaciones humanas, porque a los ojos
del Adón, todas las células son indispensables. En la congregación ningún
miembro debería ser dejado fuera y tampoco se debería permitir que ellos mismos
tomen esa decisión de automarginarse y no servir. Si no hay integración y participación,
no hay Cuerpo. Esta no es la manera que usa el Adón. Hoy día, si el Adón debe
recobrar Su testimonio, El debe hacer que todos los miembros de un talento se
levanten.
Todos los que pertenecen al Adón son los miembros del Cuerpo. Cada uno
debe levantarse y debe estar en su función. Si éste es el caso, veremos la
congregación. Cuando salgamos a trabajar, nunca despreciemos a los miembros de
un talento, no los reemplacemos, ni los reprimamos, pero tampoco permitamos que
se queden de manos cruzadas, encerrados en sus rincones, sin hacer la parte que
les corresponde (que no es la que ellos mismos eligen, sino la que el Ruaj
manda). Tenemos que confiar en el trabajo del Ruaj en cada hermano y hermana,
porque es Su trabajo el que los capacita. Si nosotros sólo vemos sus
capacidades naturales no estamos andando en el nuevo hombre tampoco. Debemos
hacer que TODOS TRABAJEN, TODOS PARTICIPEN, TODOS COMPARTAN, TODOS SE ABRAN. Si
Elohim tiene la seguridad de llamarnos a ser siervos, nosotros también debemos
tener la seguridad de obedecer como siervos y servirnos unos a otros. No puede
haber nadie que no reciba servicio, pero tampoco puede haber nadie que no
sirva.
En segundo lugar, en la congregación no tememos a las actividades
carnales. Dos líneas tienen que ser establecidas en la congregación: una es la
autoridad y la otra es el don. Todos los de un talento tienen que venir a
servir, trabajar y dar fruto. Ustedes tal vez pregunten: "¿Si todos los de
un talento aparecen con su carne y todo, qué haremos?". Déjenme decirles
que la carne debe ser tratada, y la manera de tratarla es usar la autoridad que
representa a Elohim, y enseñar a los hermanos a APLICAR EL MADERO. El camino
del madero es un camino muy olvidado y poco recorrido, pero indispensable para levantar
el Cuerpo.
El don y la autoridad son dos cosas completamente distintas; el don es
el don y la autoridad es la autoridad. Los de un talento deben usar su don. Y
con los que son carnales, los más avanzados deben hacer uso de la autoridad. Si
un hermano permite que su carne interfiera mientras está trabajando, debe
decírsele: "Hermano, eso no está
bien. Usted no debe dejar que su carne interfiera. Esa actitud es incorrecta. No permitimos que tenga esa actitud porque
en el Cuerpo estamos todos regulados". Cuando le hablen de esa manera,
al día siguiente probablemente se irá a su casa y desde entonces no hará nada
más. Entonces tienen que buscarlo y decirle: "No, hermano, todavía debe hacer el trabajo". Es posible
que la carne surja de nuevo, pero aún así deben dejar que haga el trabajo.
Deben decirle de nuevo, una y otra vez: "Debe
hacer esto, pero no le permitimos que haga aquello, porque el Cuerpo es de
Mashíaj, no de fulano o mengano". Siempre hagamos uso de la autoridad
para tratar con estas personas que están creciendo.
Esta es la mayor prueba. Una vez que el Adón use a los de un talento, la
carne de ellos inmediatamente se inmiscuirá. La carne y "un talento"
están unidos. Debemos rechazar la carne, pero tenemos que usar a los de un
talento. Debemos ayudarlos a desechar la carne para que puedan hacer uso
"limpio" de su talento. La situación de hoy día es que nosotros
enterramos la carne, ellos entierran el talento, y la congregación se queda sin
nada. ¡Esto no puede ser! La carne no se entierra, se clava en el madero y se
reemplaza el viejo hombre por el nuevo. Los talentos no se entierran, NI SE
PERMITE QUE LOS DE UN TALENTO LO ENTIERREN. Es perdición para ellos mismos, y
nosotros somos atalaya de nuestros hermanos. Tenemos que hacer uso de la autoridad
para tratar con la carne, pero también tenemos que pedirles que manifiesten su
talento. Tal vez digan: "Si trabajo,
no está bien, y si no lo hago, tampoco está bien. ¿Entonces, qué haré?".
Debemos decirles: "En el Cuerpo no
trabajamos en la carne, porque Mashíaj nos ordenó tomar el madero cada día y
negar nuestro viejo hombre; entonces, si cuando trabaja, usted introduce la
carne, eso está mal; pero si no trabaja, también está mal porque entierra el
talento. El talento debe entrar, pero no la carne. Todos debemos aprender a
trabajar en el nuevo hombre, y clavar en el madero al viejo".
En la congregación, debe mantenerse la autoridad y deben incluirse las
funciones de todos los miembros, entonces veremos una congregación gloriosa en
la tierra y el camino de restauración será fácil. No sé cuántos días más el
Adón ha puesto delante de nosotros. Pero estoy convencida de que nuestro camino
será más y más claro. Tenemos que usar todo nuestro entendimiento y todas
nuestras fuerzas para que todos los hermanos y hermanas se levanten A SERVIR.
Cuando ese tiempo llegue, la congregación será manifestada, y el Adón regresará
a buscar a los vencedores. Que el Adón sea misericordioso y tenga gracia para
con nosotros, para que hagamos lo mejor.
El Servicio Levítico
No es necesario decir mucho acerca del servicio de los levitas, debido a
que es un asunto muy simple. El trabajo levítico es diferente del trabajo
sacerdotal. Los sacerdotes son para servir a Elohim y para atender las cosas
del tabernáculo. Los levitas son para servir a los sacerdotes, es decir, para
ayudar a los sacerdotes. En otras palabras, el servicio sacerdotal representado
en el Tanaj es un servicio espiritual. Pero el servicio levítico se refiere al
servicio de los asuntos prácticos. Los levitas lavaban los becerros, ayudaban
con las ofrendas quemadas, llevaban fuera el estiércol, ayudaban a desollar las
ofrendas, estaban a cargo del pan de la proposición, eran responsables de
verificar todas las pesas y medidas, cada mañana y cada tarde se presentaban
delante del Adón para entonarle canciones de agradecimiento y alabanza,
ayudaban en las ceremonias de purificación, se ocupaban de cuidar los atrios y
los cuartos laterales del templo y también transportaban los enseres del
tabernáculo, cada cosa en su época, entre muchas otras pequeñas tareas de ayuda
a los sacerdotes. Cada vez que la columna de nube de Elohim se levantaba, el
tabernáculo era desmantelado y los levitas transportaban las cosas del
tabernáculo. Todas estas cosas son el servicio levítico.
Aunque lo que hacen los levitas no es espiritual como la tarea de los
sacerdotes, LO QUE HACEN ESTÁ RELACIONADO CON ELOHIM Y CON LA ESPIRITUALIDAD;
ES DEL MUNDO, PERO NO EN EL MUNDO. Las cosas que hacen se encuentran en la
congregación. Por lo tanto, en las Escrituras, el servicio de los diáconos es
levítico en naturaleza.
Hay diáconos (algunas traducciones ponen "asistentes" porque a
toda costa buscan separar las palabras reconocidas por el catolicismo y
protestantismo, olvidándose que el original es DIÁKONOS (G1249), así que ésta
es una simple transliteración para una palabra que significa
"ayudante"), en las congregaciones locales. El trabajo de los
diáconos en las congregaciones locales es levítico en naturaleza. Ellos se
encargan de los asuntos prácticos, y estos asuntos están relacionados con la
congregación.
En lo tocante a los asuntos prácticos de la congregación, los hermanos y
hermanas deben estar muy interesados y tener mucha claridad al respecto. Sin
importar qué clase de asunto sea, todos deben poner las manos en eso. Tanto que
sea algo físico como algo "virtual" (desde limpieza hasta visitas
tanto físicas como virtuales, acompañamiento, ayuda de todo tipo), estas cosas
corresponden a la naturaleza del servicio de los levitas. El cuidado de los menesterosos
entre nosotros, y la recepción y el envío de los hermanos y hermanas que
visitan, también son tareas que corresponden a la naturaleza del servicio
levítico. Se puede ver que hay una gran cantidad de trabajo que corresponde a
la naturaleza del servicio levítico. Hay mucho trabajo en la oficina de
servicio de la congregación, el cual también es levítico.
Cuando se da que una persona sirve a Elohim, por un lado, se tiene el
trabajo sacerdotal, y por el otro, se tiene el trabajo levítico. Hoy estamos
unificados, porque pertenecemos al sacerdocio de Melki-Tsedeq, que unifica
nuevamente todas las funciones, incluyendo el gobierno. Tanto el trabajo
sacerdotal como el servicio levita deben ser realizados. Por una parte,
participamos en el servicio espiritual, y por otra, también hay que encargarse
de los asuntos prácticos. Recordemos que Esteban y algunos otros se encargaban
de servir alimentos. Ese era el servicio de los diáconos, el trabajo de los
levitas. Cuando los discípulos distribuyeron los panes y recogieron doce cestas
de pedazos y cuando en otra ocasión recogieron siete cestas de pedazos, estaban
haciendo el trabajo de diáconos. En particular, la responsabilidad de Judas de
encargarse de la bolsa era asunto de los diáconos. El Adón Yahshua, en el pozo
de Sicar, envió a Sus discípulos a que comprasen alimentos. Esa tarea también
era trabajo de los diáconos. Estas cosas ocupan una gran parte del trabajo
creyente, pero el cristianismo ha acostumbrado a las ovejas a que sólo unos
pocos "sirven", mientras los demás son sanguijuelas que abren la boca
y nada más. No se dejen robar sus derechos, que también son sus obligaciones,
porque eso les será cobrado. Esta categoría de cosas es lo que todos en la
congregación debemos aprender adecuadamente delante de Elohim.
Vamos a ver un ejemplo práctico, una sugerencia. Por favor presten mucha
atención a esto. Hay muchos hermanos y hermanas que tienen algún tiempo libre.
También hay muchas hermanas y hermanos que no tienen nada de tiempo en sus
hogares. Tienen que trabajar, cocinar y cuidar de sus niños. ¿Por qué no
podrían los hermanos en el servicio de los levitas tomar la responsabilidad en
este asunto por medio de hacer arreglos para que de alguna manera algunos se
ocupen de ayudar a otros en pequeños servicios? A través de las vivencias del
2020 hemos aprendido que muchas cosas pueden en verdad ser realizadas a través
de la internet, por lo que podemos decidirnos a ayudar a otros, aunque estemos
a la distancia, por ejemplo, dedicando algún tiempo para enseñar a los niños (y
mantenerlos ocupados por un par de horas, por lo menos), llevándoles la Palabra
y ayudándolos con actividades. Este es sólo un ejemplo, la creatividad debe
surgir en todos para resolver las necesidades REALES Y CONCRETAS.
Por supuesto, este servicio que se vaya a realizar NO PUEDE NI DEBE
INTERFERIR CON LAS TAREAS QUE LOS LEVITAS REALIZAN PARA EL "TEMPLO",
es decir, para la congregación. No pueden quitar (modificar sí, pero no restar)
el tiempo de estudio y oración personal ni el tiempo de estudio y oración
corporativo. El servicio siempre es un AGREGADO, no un "restado".
Pero una vez asumida la responsabilidad, dedicar el tiempo requerido y ser
responsables. Esto también es válido si existe la posibilidad de realizar ayuda
física, entre hermanos y hermanas que viven cerca.
Esto también es trabajo de los levitas. En los tiempos de los apóstoles,
las viudas de los helenistas no fueron bien atendidas y hubo algunas
murmuraciones. Así era la congregación. Aunque eso no era algo espiritual sino
más bien un asunto práctico, con todo era necesario hacerlo.
Yo siempre espero que cada hermano y hermana tome la carga por los
asuntos prácticos. Nunca permitamos que exista una situación donde algunos
tengan qué hacer mientras que otros no estén haciendo nada. El servicio de la
congregación siempre es para todos. Si entre nosotros hay algunos hermanos y
hermanas que tienen tiempo, sería bueno que ellos ayudasen a otros hermanos y
hermanas, de alguna forma. No sólo existe la ayuda de unos a otros, sino
también las tareas del "templo": la difusión de los mensajes, las
"visitas" virtuales y seguimiento, la simple tarea de atraer a
nuevos. Sean creativos, ya que muchas veces estamos en países diferentes y no
podemos ayudarnos físicamente, pero sí de muchas otras formas, y que todos los
levitas carguen con las partes del Tabernáculo.
Ya he hablado suficiente acerca de los asuntos prácticos. Debemos tener
claridad delante de Elohim acerca de este principio de que TODOS LOS HERMANOS Y
HERMANAS DEBEN EJERCER TANTO SERVICIO ESPIRITUAL COMO SERVICIO PRÁCTICO. No
importa cuánto pueda hacer cada uno. Yo espero que todos trabajen y hagan lo
mejor que puedan, y que lo hagan para el Adón. Si este asunto puede ser
arreglado adecuadamente, la congregación podrá progresar paso a paso. Hermanos,
repito que deben darse cuenta de que la responsabilidad que está sobre ustedes
es muy grande, y que las cosas que están en sus manos los mantendrán muy
ocupados. Pero ojo, que esto no significa que cada uno "levante su
ministerio". El Cuerpo trabaja para el Cuerpo, no para la tarea de fulano
o mengano. Y deben trabajar hasta tal punto que traigan a todos los hermanos a
la misma condición en la que están ustedes. Cuando todos los hermanos vengan y
sirvan juntos, la congregación en esa localidad tendrá un fundamento. Cuando
otros vean esto, sabrán que la congregación está en nuestro medio. Todos
trabajan, todos comparten las cosas prácticas, y todos participan en las cosas
espirituales.
El principio básico es que el Adón no le ha dado a nadie menos de un
talento. En la casa del Adón, no hay ni un sólo siervo que no tenga un don;
cada uno tiene al menos un talento y no puede tener menos de un talento. Nadie
puede excusarse diciendo que el Adón no le ha dado un talento. Quisiera que
ustedes se dieran cuenta de que todos los hijos de Elohim son SIERVOS delante
de Él. SI SON HIJOS, SON SIERVOS. En otras palabras, si son miembros, tienen un
don; si son miembros, son ministros. Si pensamos que hay alguien a quien el
Adón no puede usar, no conocemos nada de la gracia de Elohim en absoluto.
Debemos conocer la gracia de Elohim tan profundamente que cuando Elohim llame a
alguien Su siervo, nunca nos levantemos a decir que no lo es, sino que, al
contrario, lo empujemos a manifestar su don, PORQUE SI NO LO HACE CORRE PELIGRO
DE SER LANZADO EN LAS TINIEBLAS DE AFUERA Y NO ENTRAR EN EL REINO DEL MILENIO.
No elegimos a los "mejores" a nuestros ojos, debemos buscar y
encontrar la tarea que ayude a los pasivos a usar su don, PORQUE TRABAJAN PARA
EL ADÓN, NO PARA NOSOTROS. Elohim dice que todos son siervos. Ya que Elohim
dice esto, debemos dejar que todos sirvan sin impedirlos, pero también no
debemos permitir que los de un talento lo entierren.
Hermanos y hermanas, de ahora en adelante, si proseguimos en nuestra
obra o no, y si esta obra tiene éxito o no, depende de lo que podemos decir hoy
día de nuestra obra delante del Adón. ¿Hay solamente algunos trabajando? ¿Hay
sólo algunos especialmente dotados haciendo la obra? ¿O todos los siervos del
Adón participan en el servicio y toda la congregación está sirviendo, de
acuerdo a los dones QUE EL ADÓN DETERMINA QUE CADA UNO TENGA? Este es todo el
problema. Si este problema no puede ser resuelto, no tenemos nada.
En El Cuerpo No Hay Distinción De Personas
Porque nuestros
miembros más honrosos no tienen necesidad; pero Elohim ordenó el cuerpo, dando
más abundante honor al que le faltaba... Qorintiyim Alef 12:24
El que haya un solo
pan significa que nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo; pues todos
participamos de un solo pan. Qorintiyim Alef 10:17
Elohim ordenó el
Cuerpo. La palabra es SUNKERÁNNUMI (G4786) también significa entremezclar, combinar.
Elohim ordenó el Cuerpo, lo enmendó, lo armonizó, lo templó y lo mezcló. Esto implica
que se perdieron las distinciones. La distinción de cierto hermano tal vez sea
su rapidez, y la de otro quizás sea su lentitud. Pero en la vida del Cuerpo la
lentitud desaparece y se elimina la rapidez. Todas estas distinciones
desaparecen. Elohim ordenó a todos los creyentes de todas las diferentes razas
y colores. ¿Quién puede hacer que los negros y los blancos pierdan sus
distinciones? Sólo Elohim puede hacer esto. Un esposo y una esposa pueden tener
armonía en su vida matrimonial sólo al perder sus distinciones.
Para ser
ordenados y entremezclados en la vida del Cuerpo, tenemos que pasar por el
madero y expresarnos por el Ruaj, impartiendo a Mashiaj en los demás por el
bien del Cuerpo de Mashiaj. Los colaboradores y los ancianos deben aprender a
aplicarse el madero, pero es indispensable que todos los creyentes empiecen a
entender que ESTA ES UNA ORDEN BÁSICA DE NUESTRO ADÓN, no es un opcional para
"avanzados" o para "ungidos". Yahshua ordenó al que
quisiera seguirlo que tomara su madero y se negara a sí mismo cada día. ¿Por
qué la mayoría cree que "seguirlo" es únicamente para unos pocos
elegidos o vocacionados que se ofrecen voluntariamente? Seguir a Mashíaj no es
una opción para pocos, sino la llave de la puerta angosta; por eso "muchos son llamados, pero pocos
elegidos" (MattiYah 22:14).
Todo lo que
hacemos lo debemos hacer por el Ruaj para impartir a Mashiaj. Además, lo que
hacemos no lo debemos hacer por nuestros propios intereses ni conforme a
nuestras preferencias, sino por el bien de la congregación. Si ponemos en
práctica estos puntos, tendremos la debida compenetración.
Todos estos
puntos significan que debemos tener comunión.
Cuando un
colaborador hace algo, debe tener comunión con los demás colaboradores. Un
anciano debe tener comunión con los demás ancianos. La comunión nos templa, la
comunión nos corrige, la comunión nos armoniza y la comunión nos mezcla.
Debemos olvidarnos de nuestra lentitud o rapidez y simplemente tener comunión
con los demás. No debemos hacer nada sin tener comunión con los otros santos
que coordinan con nosotros. La comunión requiere que nos detengamos cuando
estamos a punto de hacer algo. En nuestra coordinación en la vida de
congregación, en la obra del Adón, todos debemos aprender a no hacer nada sin
tener comunión.
Entre nosotros
debemos tener la compenetración de todos los miembros del Cuerpo de Mashiaj, la
compenetración de todas las congregaciones en los distritos, la compenetración
de todos los colaboradores y la compenetración de todos los ancianos. La
compenetración significa que siempre debemos detenernos para tener comunión con
los demás. Entonces recibiremos muchos beneficios.
Si nos aislamos y
nos apartamos, perderemos mucho provecho espiritual. Aprendan a tener comunión.
Aprendan a compenetrarse, a completarse los unos a los otros. No somos
completos en nosotros mismos, aún cuando todos tenemos las completas riquezas
de Mashíaj. Él mismo no estaba completo y por eso la Cabeza está levantando Su
Cuerpo. Es cierto que Él mismo es el "relleno" de ese Cuerpo, pero
necesitaba de los hombres para mezclarse con ellos. El Cuerpo no es simplemente
Mashíaj, esa es la Cabeza. El Cuerpo es Mashíaj mezclado con los creyentes, el
Mashíaj de cada creyente mezclado con Él, todos entrelazados en un Nuevo Hombre
universal. De ahora en adelante, las congregaciones se deben reunir
frecuentemente para compenetrarse. Tal vez no estemos acostumbrados a esto,
pero después de empezar a practicar la compenetración unas cuantas veces, nos
gustará. Esto es lo que más ayuda para guardar la unidad del Cuerpo universal
de Mashiaj.
Cuando nos
compenetramos, tenemos el madero y el Ruaj. Sin el madero y sin el Ruaj, sólo
tenemos la carne y las divisiones. No es fácil ser clavados en el madero ni
actuar por el Ruaj en nosotros mismos. Por eso debemos aprender a compenetrarnos
y completarnos unos a otros. No estamos "terminados", el Cuerpo
apenas si está siendo levantado y revestido de carne, y el Ruaj está trayendo
vida a estos huesos secos, por lo que Él da a cada uno el crecimiento necesario
para sí mismo, pero también el que las células que Él coloca a su alrededor
necesitan recibir, mientras que ellas tienen lo que a la primera le falta. El
Cuerpo no crece en cajitas de Petri individuales que al final son juntadas y
montadas en un organismo. Las células no tienen crecimiento individual SEPARADO
de otras células. El Cuerpo se levanta en conjunto, no somos un proyecto
artificial sino un Cuerpo orgánico. Este crecimiento requiere de la
compenetración, que a su vez requiere la aplicación del madero y la acción del Ruaj
para impartir a Mashiaj, hacerlo crecer, moldear cada célula, y para hacerlo
todo por el bien de Su Cuerpo como un todo.
Tal vez nos
reunamos sin mucha compenetración porque todos se quedan en sí mismos. Tienen
miedo de ofender a los demás y de equivocarse, así que se quedan callados. Esto
es actuar conforme al hombre, conforme a la carne. Cuando nos reunimos, debemos
experimentar la obra aniquiladora del madero. Lo único que debe importarnos es
el crecimiento del Cuerpo, PORQUE DE ESE CRECIMIENTO DEPENDE NUESTRO
CRECIMIENTO INDIVIDUAL, y no al revés. Las células no pueden crecer
correctamente aisladas y después "injertarse". Una vez que creemos en
Yahweh, ya somos injertados en la Vid Verdadera, así que YA ESTAMOS TENIENDO
QUE CRECER CON OTRAS RAMAS. Debemos aprender a seguir al Ruaj, a impartir a
Mashiaj y a expresar algo y actuar por el bien del Cuerpo, que es siempre
nuestro propio bien. Esto cambiará todo el ambiente de la reunión, y las
reuniones serán en verdad espirituales, guiadas por el Ruaj. La compenetración
no consiste en estar en silencio ni en hablar mucho, sino en ser equilibrados y
completar de los demás las partes que nos faltan.
Podemos estar en
armonía, porque hemos sido templados. Con el tiempo, todas las distinciones
desaparecerán. Todos tenemos que pagar un precio para poner en práctica la
compenetración. Que no crean los que no hablan que no tienen nada que decir:
eso es enterrar el talento. Si permanecen en silencio, LOS DEMÁS NO PODRÁN
RECIBIR LA PARTE QUE LES HA SIDO ENCOMENDADA. Así que son responsables por los
agujeros que dejan en los demás.
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