En el día octavo tomará dos corderos sin tacha... Vayikra 14:10a
En el octavo día, después de los siete días de espera de la purificación (es decir, después del primer paso para llegar a ser puro), el metzorá pasa a realizar los procedimientos para volverse kadosh. Aquí nosotros tenemos otro vínculo que no debemos pasar por alto.
La circuncisión del varón también toma lugar en el octavo día. Como podemos ver, ante los ojos de Elohim, y en el pensamiento hebreo, una persona impura está muerta. La purificación de una persona de su impureza realmente tiene muchos aspectos de resurrección de la muerte involucrados (vamos a estudiar eso más tarde). Literalmente el proceso de purificación sopla nueva vida hacia una persona que está espiritualmente muerta. Por lo que, ¿qué tiene que ver esto con la circuncisión? El bebé varón no es un miembro oficial de Yisrael hasta que él ha sido circuncidado. Para todo propósito práctico, hasta que no lo circunciden, el varón está "fuera del campamento" de Yisrael.
Esto es porque el pacto de Avraham, del cual salieron las personas hebreas, y la promesa de Elohim de hacer de los hebreos una multitud y de darles una tierra, requería como señal de unirse al pacto, la circuncisión del varón. Esto fue reafirmado con el pacto de Moshe y no era negociable. En el octavo día después de haberle dado vida a ese bebé varón, él era aceptado como miembro del campamento de Yisrael en una ceremonia de circuncisión. Y en el octavo día después de darle NUEVA vida al metzorá, él es aceptado como miembro del campamento de Yisrael. Por supuesto, él ya lo era, pero al haber contraído tzara'at y ser sacado fuera del campamento, en su readmisión esto simboliza el renacimiento como nuevo hombre. Fuera del campamento hay muerte, dentro del campamento hay vida. Fuera de una relación con Elohim hay muerte; dentro de una relación con Elohim hay vida. ¿Podemos ver el patrón y la conexión?
El concepto evangélico de "nacer de nuevo" no se originó en el B'rit Hadashá, Yahshua estaba estableciendo la relación y por eso le dijo a Nicodemo: "Tú eres maestro en Yisrael, ¿y no sabes esto?" (Yahanan 3.10), PORQUE ESTE CONCEPTO YA ESTABA EN LAS ESCRITURAS, pero Yisrael tenía (y aún mantiene) un velo sobre los ojos. Porque el metzorá era literalmente considerado como "nacido de nuevo" cuando él era purificado y reintroducido a la sociedad yisraelita, y su relación con Yahweh era reestablecida. Por lo que el concepto de "nacer de nuevo" es sencillamente un patrón del Tanaj traído, con un mayor significado, por Yahshua. De hecho, no sólo el "nacer de nuevo" se originó en el Tanaj, y no el B'rit Hadashá, también la idea de la "circuncisión del corazón" que Shaúl (gran conocedor de Tanaj) menciona. Y la circuncisión del corazón fue citada por primera vez en el Tanaj:
Por lo tanto, circunciden el prepucio de su corazón; y no sean más de dura cerviz. Devarim 10:16
Y su propósito era señalar exactamente lo mismo que Shaúl estaba señalando; que la verdadera circuncisión, la entrada al "campamento de Yisrael", (y por lo tanto a una relación con el Elohim de Yisrael) ERA UN ASUNTO ESPIRITUAL, MÁS ALLÁ QUE UN ASUNTO FÍSICO. Nosotros vamos a estudiar eso más detalladamente cuando lleguemos a Devarim.
Yahshúa le respondió: "En verdad, en verdad te digo que a menos que uno NAZCA de nuevo no puede ver el reino de Yahweh". Nicodemo le preguntó: "¿Cómo puede NACER un hombre si ya es viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y NACER?". Yahanan 3:3-4
La palabra que el 90% de las versiones traducen como NACER es GENNÁO (G1080), que significa ENGENDRAR, no nacer. Una madre (con la ayuda del padre, por supuesto), engendra a su hijo que sólo nacerá meses después. De aquí surge también el gran conflicto mental de cristianismo, que se ha esforzado por vender la idea de que ya han nacido, cuando APENAS HEMOS SIDO ENGENDRAMOS. En la Era de Pésaj se preparó el cuerpo de la mujer que hoy, en la Era de Shavuot, está embarazada y ya tiene dolores de parto para dar a luz a los vencedores, en las puertas de la Era de Sukot. No necesitamos vivir frustrados porque NO ALCANZAMOS LOS NIVELES DE "VICTORIA" QUE SÓLO ALCANZAREMOS CUANDO NAZCAMOS DE NUEVO. Apenas si hemos sido ENGENDRADOS DE NUEVO, y claro, esta vez, DE LO ALTO, porque, vamos a completar la traducción del griego:
GENNEDE ANODEN = SER ENGENDRADO DE LO ALTO, SER ENGENDRADO DE ARRIBA
Entonces, la purificación del metzorá prefigura la Obra que nuestro Adón Yahshua realizaría siglos más tarde, levantando a esta humanidad leprosa y clavándola con Él mismo en el madero. Esto nos convierte en esclavos, porque hemos sido "comprados por precio", pero al mismo tiempo la maravillosa gracia del Adón nos otorga la bendición de ser llamados sus hermanos, co-herederos con Él de la promesa que el Padre le hizo.
Miren, yo enviaré EL CUMPLIMIENTO DE LA PROMESA DE MI PADRE SOBRE USTEDES. Pero ustedes quédense en la ciudad hasta que queden revestidos del poder de lo alto. Luka 24:49
Sin embargo, la Escritura encerró a todos como pecadores, para que LA PROMESA SE LES DIERA POR LA FE a los que creen en Yahshúa el Mashíaj. GalutYah 3:22
Ahora bien, hermanos, USTEDES SON HIJOS DE LA PROMESA tal como Yitzjak. GalutYah 4:28
¿Y qué promesa es esa? Para Yahshua, la de ser hecho Ruaj vivificante, lo cual le otorga el poder de engendrar UNA NUEVA RAZA:
Así también está escrito: el primer hombre Adam llegó a ser un ser viviente; y el último Adam, un espíritu vivificante. Qorintiyim Alef 15:45
Y yo rogaré al Padre que les dé otro consolador, para que esté con ustedes para siempre: el ruaj de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, PORQUE PERMANECE CON USTEDES Y ESTÁ EN USTEDES. No los dejaré huérfanos; volveré a ustedes. Dentro de poco, el mundo no me verá más; pero ustedes me verán. Por cuanto yo vivo, también ustedes vivirán. En ese día ustedes conocerán que YO ESTOY EN MI PADRE, Y USTEDES EN MÍ, Y YO EN USTEDES. Yahanan 14:16-20
Pero yo les digo la verdad: les conviene que yo me vaya; PORQUE SI NO ME VOY, EL CONSOLADOR NO VENDRÁ A USTEDES. Y si me voy, se lo enviaré. Yahanan 16:7
Y transmitir esa Vida a los que en Él creen, ENGENDRÁNDONOS DE LO ALTO (por eso puede hablar de "no dejarnos huérfanos", porque Él nos re-engendraría de sí mismo a través del Ruaj vivificante), para en su tiempo perfecto, NACER DE HECHO:
Por eso él es el mediador de la nueva alianza, para que los que han sido llamados reciban LA PROMESA DE LA HERENCIA ETERNA, ya que intervino muerte para redimirlos de las transgresiones bajo la primera alianza. Ivrim 9:15
Todavía estamos bajo la promesa. No podemos declararnos victoriosos mientras no hayamos "atravesado el arco del triunfo", por así decir; es decir, mientras no hayamos sido glorificados, pero mientras tanto, estamos en el camino de la santificación, que es nuestra gestación en el vientre de la mujer.
La Purificación Del Metzorá 05 - Yahshua Como Nuestras Ofrendas Y Sacrificios
Como creyentes de la Era de Shavuot, nosotros disfrutamos ser purificados por el Adón. Sin embargo, si tan sólo leemos y entendemos el B'rit Hadashá, no podremos ver un cuadro claro y detallado de lo que conlleva esta purificación. Para eso necesitamos los tipos presentados en Vayikra 14. En estos tipos vemos que, para limpiarnos de la tzara'at, el Adón tuvo que encarnarse, es decir, hacerse un ser humano. Como lo tipifica la madera de cedro, Su humanidad era elevada y honorable; y como lo tipifica el hisopo, Él estuvo dispuesto a humillarse, haciéndose semejante a los hombres. Por una parte, Su norma era elevada; por otra, descendió a un nivel de extrema humillación. Ambos aspectos tenían como fin producir el hilo escarlata. Además, las dos aves tipifican a Mashiaj en dos aspectos más: el ave muerta representa a Mashiaj en Su muerte en el madero, y el ave viva representa a Mashiaj en Su resurrección. Si no tuviéramos a Mashiaj en todos estos aspectos, no podríamos ser limpios de nuestra tzara'at, de nuestro pecado.
No creo que los yisraelitas de la antigüedad hayan entendido el significado de las dos aves, la madera de cedro, el hisopo, la muerte del ave sobre un vaso de barro lleno de aguas corrientes, el hecho de que se tomaran juntos el ave viva, el cedro, el hisopo y el hilo escarlata y que se mojaran en la sangre del ave muerta para rociar con esa sangre siete veces al que había de ser purificado. Aunque los yisraelitas vieron estas cosas y las experimentaron, no las entendieron. Sin embargo, hoy sí entendemos estos tipos, demos gracias por ello. Ahora podemos ver que para ser purificados necesitamos a un Mashiaj en muchos aspectos, a un Mashiaj que ha pasado por una serie de procesos. La sangre derramada por Él fue rociada sobre nosotros, los pecadores, y por eso estamos vinculados a Mashiaj, el Redentor.
En la purificación del metzorá, Mashiaj es revelado no solamente como las dos aves, la madera de cedro, el hisopo y el hilo escarlata, como ya estudiamos, sino también como las cuatro clases de ofrendas: la ofrenda por las transgresiones, el Korbán Ashám; la ofrenda por el pecado o Korbán Jatát, el holocausto o Korbán Oláh y la ofrenda de harina o Korbán Minjá.
En el día octavo tomará dos corderos sin tacha, una ovejita en su primer año sin tacha, tres décimas de un efah de harina selecta mezclada con aceite para una ofrenda de comida, y un log de aceite. El sacerdote que realiza la purificación presentará estas cosas delante de Yahweh, junto con el hombre que se va a purificar, a la entrada de la Carpa de Reunión. El sacerdote tomará uno de los corderos y lo ofrecerá con el log de aceite como ofrenda por la culpa (Ashám), y los elevará como ofrenda mecida (tenufá) delante de Yahweh. Vayikra 14:10-12
La ofrenda por las transgresiones se encarga de nuestros pecados, en plural, los cuales son fruto del pecado que mora en nosotros, el pecado que es nuestra naturaleza, nuestro ser, nuestra constitución intrínseca. A los pecados, que son los distintos frutos del pecado, también se les llama faltas, delitos y transgresiones. Así siendo, necesitamos tanto la ofrenda por el pecado como la ofrenda por las transgresiones. Necesitamos que la ofrenda por el pecado se encargue del pecado, el origen de nuestros pecados, y necesitamos que la ofrenda por las transgresiones se encargue de todos los frutos del pecado.
Aquí el log, una expresión hebrea, denota cierta cantidad (alrededor de medio litro) de aceite, el cual representa al Ruaj haKodesh. La palabra "tenufá" (ofrenda mecida) alude a la resurrección. Una ofrenda mecida es una ofrenda que pertenece a la resurrección y está en resurrección. Por lo tanto, presentar un cordero macho como ofrenda por las transgresiones, junto con el log de aceite, los cuales eran mecidos delante de Yahweh, significa que la muerte del Adón Yahshua como ofrenda por las transgresiones pone fin a nuestros pecados y que Su resurrección en el Ruaj haKodesh nos libera de nuestras transgresiones para que, habiendo muerto a los pecados, vivamos a la justicia. Que quede claro a los ojos espirituales de todos: NOS AFERRAMOS DEL SACRIFICIO DE YAHSHUA PARA QUE SU SANGRE CUBRA TODAS ESAS TRANSGRESIONES QUE HUBIÉRAMOS COMETIDO.
El cordero era degollado a la entrada del Tabernáculo, no del Santuario. El "lugar del santuario" no era el Lugar Santo del tabernáculo, sino el área a la entrada de la Tienda de Reunión donde los animales eran degollados, el cual era considerado santo también. Que el cordero fuese degollado como ofrenda por las transgresiones en este lugar significa que el Adón Yahshua pone fin a nuestros pecados sobre la base de que Él mismo, como nuestra ofrenda por el pecado, llevó sobre Sí nuestro pecado y que Él, como nuestro holocausto, llevó una vida de absoluta entrega a Elohim. El hecho de que Mashiaj sea la ofrenda por el pecado y el holocausto provee la base para que Él sea la ofrenda por las transgresiones.
La ofrenda por las transgresiones es del sacerdote y es santísima, lo que significa que el servidor que guía a otros a tomar medidas con respecto a los pecados también disfruta a Mashiaj como su porción santa. Por ejemplo, cuando visitamos a las personas en sus hogares y les ministramos a Mashiaj para que sean salvas, nosotros mismos disfrutamos a Mashiaj, recibimos nuestra porción kadosh. Así, mientras ministramos a Mashiaj a los demás, lo comemos, disfrutándolo como nuestra porción.
El sacerdote tomará un poco de la sangre de la ofrenda por la culpa, y la pondrá el sacerdote en el lóbulo de la oreja derecha del que se va a purificar, y en el pulgar de su mano derecha, y en el dedo gordo de su pie derecho. Vayikra 14:14
Este hombre, ya no más llamado metzorá, está siendo re-consagrado a Yahweh. Como ya mencionamos, la ceremonia es exactamente igual a la de la consagración de los sacerdotes, porque el metzorá es una representación de la humanidad entera, enferma de tzara'at, enferma de pecado, que será restaurada, limpiada, purificada y santificada, para ser hechos reyes y sacerdotes del Elohim Altísimo.
El sacerdote coloca la sangre sobre el oído, para traer cobertura sobre el oído antes rebelde del metzorá, que se negaba a escuchar a Yahweh, sobre el pulgar de la mano derecha para traer cobertura sobre las acciones rebeldes, y sobre el dedo gordo del pie, para expiar los malos caminos. Al tiempo que cubre las transgresiones, la sangre nos abre el camino a una nueva vida en presencia del Padre.
El sacerdote tomará entonces un poco del log de aceite y lo verterá en la palma de su propia mano izquierda. Y el sacerdote mojará su dedo derecho en el aceite que tiene en la palma de su mano izquierda y rociará un poco del aceite con su dedo siete veces delante de Yahweh. Vayikra 14:15-16
Esta expresión "delante de Yahweh" corresponde a similares que ya hemos estudiado en la consagración del Santuario, y se refiere a rociar siete veces delante del velo del Santuario. Esto significa que el Ruaj de la resurrección del Adón ha puesto un cimiento perfecto delante de Elohim, por lo que este hombre que se presenta ahora delante de Yahweh es un nuevo hombre.
Una parte del aceite que quede en su mano lo pondrá el sacerdote en el lóbulo de la oreja derecha del que se va a purificar, en el pulgar de su mano derecha, y en el dedo gordo de su pie derecho –sobre la sangre de la ofrenda por la culpa. Vayikra 14:17
Primero la sangre nos limpia de las transgresiones, pero además ahora el aceite también es aplicado. Esto alude a la obra completa de nuestro Adón Yahshua ha Mashíaj, en cuanto a la expiación y al derramamiento del ruaj. Necesitamos ser limpios de nuestros pecados y de nuestra raíz de pecado, PERO NECESITAMOS RECIBIR AL RUAJ DE SANTIDAD A FIN DE PODER CONVERTIRNOS EN HOMBRES NUEVOS. Sólo a través de recibir al Ruaj podemos nacer de nuevo de lo alto, ahora miembros de una nueva raza, y con la capacidad aumentada (aún no perfecta) para poder cumplir con la voluntad del Padre. El aceite es aplicado sobre la sangre porque el Ruaj es el sello de la santidad.
El resto del aceite en su mano lo pondrá el sacerdote en la cabeza del que se va a purificar. Así el sacerdote hará expiación por él delante de Yahweh. Vayikra 14:18
Sólo una pequeña cantidad de aceite era puesta sobre el lóbulo de la oreja, sobre el pulgar de la mano y sobre el pulgar del pie. El resto del aceite era puesto sobre la cabeza. Debido a que la cabeza es el origen de muchos problemas, se le aplicaba más aceite, más Ruaj. Los problemas relacionados con la cabeza son varios: primero, nuestra cabeza no está sujeta a la autoridad de Elohim; segundo, nuestra cabeza está llena con los pensamientos de la carne; y tercero, nuestra cabeza dirige todo nuestro ser. Por lo tanto, la cabeza es la parte más problemática del cuerpo. Es por esta razón que la cabeza necesita todo el resto del aceite, del Ruaj, derramando en nosotros la mente de Yahshua. El derramamiento del Ruaj sobre nuestra cabeza nos ayudará a sujetarnos a la autoridad de Elohim, tomando a Mashíaj como nuestra Cabeza. Además, corregirá nuestros pensamientos y nos ayudará a dirigir, a controlar todo nuestro ser para que andemos en la senda correcta.
Entonces, poner el aceite sobre la cabeza significa que la autoridad de la propia cabeza, los pensamientos de la mente y el control que el pecador ejerce sobre todo su ser, deberán ser depurados en el Ruaj purificador de resurrección. El metzorá recibe el Ruaj, así como nosotros lo recibimos cuando somos salvos. Esta es la promesa que Yahweh estaba aquí, en Vayikra, dando a los yisraelitas.
El sacerdote presentará entonces la ofrenda por el pecado y hará expiación por el que se va a purificar de su inmundicia. Vayikra 14:19
La ofrenda por el pecado se encarga de nuestra naturaleza pecaminosa, del pecado que constituye la naturaleza de nuestro ser caído. La naturaleza de nuestro ser caído es el pecado mismo, y esta naturaleza pecaminosa es la esencia, la sustancia, el elemento, de HaSatán. Nuestra naturaleza pecaminosa —el pecado que mora en nuestro ser— es satánica. El pecado, que es rebelión, es HaSatán mismo. Este pecado fue inyectado en nosotros, de modo que hemos sido constituidos pecadores (Romaniyim 5:19), es decir, pecadores en cuanto a nuestra constitución intrínseca. Así que, los seres humanos son una entidad constituida de pecado. Debemos ver que nuestro ser está plenamente constituido de pecado, del enemigo de Elohim.
Cuando Mashiaj murió en el madero, Él no sólo murió por nuestros pecados, sino que también fue hecho pecado por nosotros (Qorintiyim Bet 5:21). Mashiaj fue clavado en el madero como pecado. Cuando Él fue clavado en el madero, el pecado también fue clavado en el madero, y nosotros también fuimos clavado en el madero. Cuando Mashiaj fue clavado en el madero como pecado, el pecado, HaSatán y nosotros mismos fuimos clavado en el madero juntamente con Él. Esto es lo que significa la ofrenda por el pecado.
La ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones en realidad pertenecen a una sola categoría que pone fin al pecado en su totalidad, que incluye nuestro pecado y nuestros pecados.
"¡He aquí el Cordero de Elohim, que quita el pecado del mundo!". Yahanan 1:29
El pecado aquí se refiere al conjunto total del pecado, que incluye nuestra naturaleza pecaminosa y nuestras acciones pecaminosas, ya que unas son frutos de la otra. Mashiaj es la ofrenda que pone fin al pecado como también a los pecados. Él es la ofrenda por el pecado que pone fin a nuestro pecado, en singular, y Él es la ofrenda por las transgresiones que pone fin a nuestros pecados, en plural.
Con relación a la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones, quisiera decir algo con respecto a la expiación, o propiciación. Vayikra 14:18 habla acerca de la expiación que el sacerdote hacía delante de Yahweh por el metzorá. Es difícil traducir la palabra hebrea que corresponde a la palabra expiación, pero nosotros ya la hemos estudiado. La palabra es KAFAR (H3722), que significa "cubrir", de donde deriva la palabra KAPORET (H3727), que es traducida como propiciatorio.
La expiación tiene que ver con restaurar la unidad entre dos personas. Supongamos que dos personas tienen un problema, quizás una disputa, que necesite solucionarse. A causa de este problema, estas dos personas no están en unidad. Por lo tanto, necesitan algo que apacigüe su situación, resuelva su problema y logre la unidad entre ellas. La expiación o propiciación, consiste en apaciguar ese conflicto, esa situación en la que una persona ha ofendido a la otra o le debe algo. Mientras este problema no sea resuelto, no habrá paz entre ellas. Así que una tercera persona tiene que intervenir a favor de la primera persona para que la ofensa sea perdonada, de modo que la segunda persona pueda estar en unidad con la primera. Esto es apaciguar, hacer expiación. ESTE ES EL MINISTERIO SACERDOTAL.
En Vayikra 14, el metzorá es una de estas dos partes opuestas, el ofensor, y Elohim es la otra parte, la parte ofendida. Por supuesto, el problema es la tzara'at. Hemos señalado que la tzara'at representa el pecado, que el pecado es rebelión y que la rebelión es HaSatán. Estas cuatro cosas —la tzara'at, el pecado, la rebelión y HaSatán— son sinónimos. Esto significa que son una sola entidad. Ya que entre Elohim y el hombre existe el problema de la tzara'at, es necesario que el conflicto sea apaciguado al eliminar la tzara'at, la cual equivale al pecado, a la rebelión y a HaSatán mismo.
Finalmente, se inmolará el holocausto, y el sacerdote presentará el holocausto y la ofrenda de harina sobre el altar, y el sacerdote hará expiación por él. Entonces será limpio. Vayikra 14:20
Esto significa que el pecador que será purificado, después de ser limpiado de la inmundicia del pecado y los pecados por medio de Mashiaj como su ofrenda por el pecado y su ofrenda por las transgresiones, se ofrece a sí mismo en Mashiaj como holocausto para Elohim y lleva una vida y un andar de absoluta entrega a Elohim mediante la vida del Mashiaj que es la ofrenda de harina. Por lo tanto, el pecador que debe ser purificado está completamente limpio de su inmundicia. Ahora el metzorá ha sido sanado, ha sido limpiado y se ha hecho PROPICIACIÓN por él. Yahshua lo presenta al Padre como una joya que ha sido recobrada:
“¿O qué mujer que tenga diez monedas, si se le pierde una moneda, no enciende una lámpara, barre la casa y busca con empeño hasta encontrarla? Cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: ‘Alégrense conmigo, porque he hallado la moneda que se me había perdido’. Les digo que del mismo modo hay gozo delante de los mensajeros de Elohim por un pecador que se arrepiente. Luka 15:8-10
Mashiaj es el holocausto que nos capacita para llevar una vida de absoluta entrega a Elohim. Con este propósito, Él es también la ofrenda de harina que nos alimenta, que nos suministra el alimento. Para hacer cualquier cosa necesitamos alimento, el cual nos proporciona la fuerza para vivir. Si queremos llevar una vida de absoluta entrega a Elohim, necesitamos algo que nos brinde una provisión, algo que nos apoye, nos sostenga y nos alimente. Lo que necesitamos es a Mashiaj como nuestra ofrenda de harina, como nuestro alimento. Mashiaj es la ofrenda de harina que podemos comer. Cuanto más disfrutemos a Mashiaj como ofrenda de harina, más podremos llevar una vida que sea un holocausto, una vida absolutamente entregada a Elohim.
Una vez resueltos los problemas referentes a nuestro pecado y nuestros pecados, debemos disfrutar a Mashiaj como ofrenda de harina. La ofrenda de harina está compuesta de flor de harina y aceite. La flor de harina tipifica al Mashiaj fino en Su humanidad, y el aceite tipifica al Ruaj. Estas dos cosas, la flor de harina y el aceite, al combinarse y mezclarse, llegan a ser nuestra comida. Por la mañana, especialmente, podemos disfrutar a Mashiaj como la flor de harina mezclada con el aceite, el Ruaj. Éste es el Mashiaj que, como ofrenda de harina, nos sostiene y nos sustenta para poder llevar una vida de absoluta entrega a Elohim como holocausto.
Mediante estas cuatro clases de ofrendas, el problema entre nosotros y Elohim es completamente solucionado, y la situación entre nosotros y Elohim es apaciguada. Ahora, además de haber sido sanados y purificados, también se ha hecho expiación, o propiciación, por nosotros.
Sin embargo, si es pobre y sus recursos son insuficientes, tomará un cordero para la ofrenda por la culpa, para que lo eleven en expiación por él, un décimo de una medida de harina selecta mezclada con aceite para ofrenda de comida, y un log de aceite; y dos tórtolas o dos palomitos, dependiendo de sus recursos, uno para ser ofrenda por el pecado y el otro para ofrenda quemada. Vayikra 14:21-22
Los pobres que no tenían suficientes recursos debían ofrecer un cordero como ofrenda mecida por las transgresiones, una décima de un efah de flor de harina mezclada con aceite como ofrenda de harina, y un log de aceite (pasukim 21-32). Muchos de ellos habían sido metzoraim por mucho tiempo, y no tenían recursos, probablemente habían empobrecido a sus familias, pero no era excusa para que no presentara lo que era debido. Pudiendo presentar únicamente un cordero, esto le bastaba, además de la harina y el aceite, porque en el plano espiritual estas cosas SON PALABRAS ESCRITAS EN IDIOMA ESPIRITUAL. En ese plano, estas cosas, la sangre derramada, el humo que sube, son un discurso que eleva la Obra de Mashíaj a oídos que no son de carne. Pero si aún fuera tan pobre que no tuviera nada, tenía la opción del pobre: un par de aves, una para Korbán Jatát y otra para Korbán Oláh, siendo una vez más la sangre proporcionada por el sacrificio constante del altar del holocausto, como ya estudiamos antes.
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