Hemos señalado que los capítulos del 11 al 27 de Vayikra tienen como propósito mostrarnos la manera en que podemos llevar una vida santa como pueblo santo de Elohim. Si debemos llevar esta clase de vida, debemos percatarnos de que estamos involucrados con cuatro asuntos. Primero, estamos involucrados con algo común: el contacto que tenemos con la gente. Segundo, tenemos que reconocer la inmundicia de nuestro nacimiento.
La fuente, el origen, de nuestro ser es inmunda. Tercero, tenemos el problema referente a nuestra tzara'at. Nuestra condición es una en la que estamos llenos de tzara'at. Cuarto, tenemos el problema de los flujos. Independientemente de qué clase de personas seamos, todos tenemos flujos, y, como nos lo muestra el capítulo 15, estos flujos son totalmente inmundos. Además, la inmundicia de nuestros flujos es contagiosa.
Permítanme advertirles por adelantado que este capítulo es bastante gráfico y explícito. El mismo trata con el tema de la secreción humana, tanto normal como anormal, de los órganos sexuales del hombre y la mujer. Y lo hace de una manera muy práctica y directa, sin los eufemismos con los que los hombres tratan de "dejar de ver" cosas que les incomodan (¿y por qué será que nos incomodan? Tal vez sea porque después de comer de lo equivocado, nuestros ojos son abiertos al hecho de que estamos desnudos). Pero la Torah no da vueltas y encara estas cosas, que, como de costumbre, OLVIDAMOS QUE SON SOMBRAS DE UNA REALIDAD ESPIRITUAL MUCHO MÁS IMPORTANTE. Los flujos de los que hablaremos no son simples supuraciones que pudieran provenir de heridas, por ejemplo, sino muy específicamente de los aparatos sexuales... reproductores para referirlo mejor a lo que se refieren: son el gran don que Yahweh dio a los hombres, un don que Él mismo y Yahshua tienen: reproducirse a su propia imagen y semejanza. El ser humano fue creado a imagen y semejanza de Yahshua y le fue dada la capacidad y la orden de reproducirse, como todo en esta creación, "según su especie". Eso implicaba que, habiendo comido del árbol correcto, nos habríamos reproducido transmitiendo LA IMAGEN Y SEMEJANZA DIVINA. Pero, dado la caída, transmitimos la imagen satánica...
Lo que vamos a estudiar son los flujos normales y los anormales: lo que sale de nuestro aparato reproductor, tanto femenino como masculino. El tema "sexo" es completamente secundario aquí. Yahweh no lo condena ni es en sí una cosa inmunda, NO FUE CREADO DE ESA MANERA, nosotros somos los que, al caer, arrastramos también ese asunto. Y nosotros veremos en nuestro estudio que Él establece separación entre lo "normal después de la caída" y lo "anormal" (antes o después, siempre es anormal porque está fuera del Padre). De manera que el foco está colocado en LO QUE PRODUCIMOS (como reproducción): si producimos muerte o si producimos vida. Tenemos un aparato reproductor que fue diseñado para transmitir vida, y que, aún después de la caída, puede mantenerse dentro de su función SI RESPETAMOS LAS REGLAS QUE YAHWEH NOS DA PARA PURIFICARNOS. Pero ese aparato también puede reproducir muerte. Esto aplíquenlo al plano espiritual: podemos producir hijos espirituales o hijos carnales, y también en lo físico es así: podemos tener hijos normalmente, o podemos transmitir enfermedades.
Estos puntos que hemos estado estudiando acerca de pureza e impureza, deben ser comprendidos a cabalidad. Muchos aseguran que impureza no equivale a pecado, PERO NO ES LO QUE EL PADRE DICE. Toda impureza deriva de alguna acción realizada desde nuestro viejo hombre, desde nuestra raíz de pecado, PORQUE NO TENEMOS OTRA NATURALEZA INTERIOR. El problema mayor es que la gente se niega a aceptar, de plano, QUE SOMOS PECADORES POR NACIMIENTO. Entonces, no es lo que cometemos lo que nos deja en un estado de "pecadores", sino que ya lo somos intrínsecamente. Ahora bien, HABIENDO SIDO SEPARADOS POR YAHWEH, los yisraelitas (y nosotros los creyentes) habían pasado de un estado de impureza (en el que se encontraba y aún se encuentra la humanidad toda), a un estado de pureza, y después a uno de santidad (en el que podían presentar ofrendas delante de Yahweh, siempre por medio de los sacerdotes). Ellos debían ahora MANTENERSE EN ESE DOBLE ESTADO DE PUREZA Y SANTIDAD.
Muchas de las acciones que ya hemos estudiado, sacaban a la gente de ese estado de pureza (contaminarse con cosas, por ejemplo) y, por supuesto, del estado de santidad, que es un estado más elevado aún, llevándolas a un estado de impureza, pero eran cosas, en muchos casos, INEVITABLES (como enterrar a los muertos) y hasta ACCIDENTALES, por lo que Yahweh no dejó al pueblo sin una solución para estos casos. de manera que necesitamos ver la importancia de PURIFICARNOS CADA DÍA, ya que inevitablemente y por accidente entramos en contacto con cosas impuras TANTO EXTERNAS COMO INTERNAS. Es INDISPENSABLE lavarnos cada día en las aguas vivas de nuestro Mashíaj, para poder salir de ese estado de suciedad en el que entramos por diversas causas (y que conste para todos que, aun no habiendo entrado en contacto con ninguna fuente externa de contaminación, NOSOTROS MISMOS SOMOS LA PEOR DE LAS FUENTES CONTAMINADAS, así que nadie está exento de purificación diaria). Yahweh establece clara diferencia entre los "niveles" de transgresión y sus consecuencias. Una cosa es estar impuro ritualmente por una causa inevitable y otra es estarlo por un pecado. Por eso vamos a ver cómo se dividen las cosas en este capítulo de manera muy clara, reforzando estos principios que ya vimos, entre impureza "normal" (emisiones de flujos corporales normales, como la eyaculación en el coito permitido o la menstruación femenina), e impureza "anormal" (flujos contraídos por enfermedades). No olvidemos que las enfermedades, mal que pese a la gente, SON CONSECUENCIAS DIRECTAS DEL PECADO. Pero veremos que en el caso de las emisiones, y a pesar de que TODAS son consideradas impureza, no tienen la misma importancia (ni la misma duración) las llamadas "normales" que las "anormales", por lo que vemos que Yahweh establece distinción entre ambas, aunque no las "disculpa". En sí, debemos comprender, NINGUNA MANCHA, POR MENOR QUE SEA, PUEDE ESTAR EN LA PRESENCIA DEL ETERNO. Sería destruida al instante. Pero en Su misericordia, Él provee soluciones que debemos aceptar.
Porque el siervo que entendió la voluntad de su amo, pero no se preparó ni hizo conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes. Pero el que no entendió, aunque hizo cosas dignas de azotes, recibirá pocos azotes. Porque a todo el que se le ha dado mucho, mucho se le exigirá; y al que se le ha encomendado mucho, se le pedirá más. Luka 12:47-48
Evidentemente, esta es una advertencia clara para los creyentes que insisten en vivir en "libertinaje de gracia", haciendo lo que se les ocurre. Yahweh no puso una serie de premisas que los yisraelitas no pudieran cumplir para que Yahshua viniera, las cumpliera y que los creyentes entonces pudieran darles de baja. Esa es la idea que transmite el cristianismo, pero Yahweh puso LAS MISMAS EXIGENCIAS QUE CONTINÚAN VIGENTES. Quien recibe la capacidad espiritual de la comprensión de las mismas, recibe también la capacidad de guardarlas. Los que no consiguen guardarlas y pecan (los yisraelitas) están exactamente en el mismo nivel que los que han decidido no guardar nada (la mayoría de los cristianos), pero la cantidad de azotes será bien diferente...
Entonces, entendamos nuestra VERDADERA SITUACIÓN. Somos una raza caída, completamente impuros, y recibimos la gracia EN PROMESA. Es indispensable que el cristianismo se baje del caballo de la soberbia al que se ha subido, porque el de Yahshua es un camino de humildad. El "ser victoriosos" que enarbola el cristianismo es un estado real en el plano espiritual, pero aún en espera en este plano material. En los cielos, Yahshua ya venció a haSatán, pero aquí en la tierra son los creyentes los que lo vencen... ¿cómo?
Y ellos lo han vencido por causa de la sangre del Cordero y del mensaje del testimonio de ellos, porque no amaron sus vidas hasta la muerte. Hitgalut 12:11
Esto no significa hacerse mártires (y la verdad, sería bueno que los creyentes actuales se replantearan el punto, porque no siendo capaces de dejar nada de lado, difícilmente serían capaces de ser martirizados). Esto significa CLAVAR LA VIDA DE LA CARNE (DEL YO) EN EL MADERO, como Yahshua ordena, que tomemos el madero cada día y neguemos nuestro yo. Esa es la muerte que agrada a Yahweh, NO LA MUERTE FÍSICA:
Preciosa es a los ojos de Yahweh la muerte de sus santos. Mizmor 116.15
¿Qué han estado pensando que significaba esta frase? ¿Muerte física? ¿QUE YAHWEH SE GOZA CON LA MUERTE DE SUS HIJOS? Espero que estén pensando mejor, porque esta muerte ES LA MUERTE DE LA CARNE, la hija dilecta de haSatán. Si haSatán es el Opositor, la carne es la Opositora:
Porque la carne desea lo que es contrario al espíritu, y el espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente, para que ustedes no hagan lo que quisieran. GalutYah 5:17
Entonces, comprendamos de una buena vez que TODO LO QUE ESTÁ EN EL TANAJ SIGUE VIGENTE PORQUE ES EL RETRATO DE LA ESENCIA DEL ELOHIM VIVIENTE, de cuya misma esencia procede Yahshua, que es "uno con Él". Yahshua no vendrá a abolir absolutamente nada HASTA QUE TODO HAYA SIDO CUMPLIDO EN PLENITUD (les recuerdo que debe pasar la semana completa de milenios, o de días para Yahweh, ya que, para Él, "un día es como mil años").
Resumiendo, en la Torah, Yahweh nos dice que Él ve al mundo COMPLETAMENTE IMPURO. Nada en este mundo es puro, todo ha sido contaminado (y hoy estamos en el peor nivel de impureza jamás alcanzado). Sin embargo, en Su infinito amor, Él vino a realizar Su obra de purificación y redención, que ha estado realizando a lo largo de los siglos, paso a paso: primero, ELIGIÓ un hombre, Avraham, al cual le hizo una promesa. Y no, no a los judíos, y no, no a los cristianos: LA PROMESA FUE A SU SIMIENTE, YAHSHUA. Esto, para que nadie reivindique exclusivismos que no les corresponden, ni de un lado ni del otro. Entonces, en el momento en que la descendencia de Avraham había alcanzado la plenitud, los sacó de Egipto y los separó para Él mismo. Esto constituyó UN MILAGRO, porque, aunque nadie lo viera en la tierra, EL MUNDO QUEDÓ DIVIDIDO ENTRE PUROS E IMPUROS, porque todo lo que Yahweh separa para Sí mismo, lo convierte en puro. Ahora, en medio de la absoluta corrupción del mundo, había un grano de arena puro: Yisrael. No por ellos mismos, ni por sus obras, SINO PORQUE YAHWEH ESTABA EN MEDIO DE ELLOS:
Porque tú eres un pueblo consagrado a Yahweh tu Elohim: de todos los pueblos de la tierra Yahweh tu Elohim te escogió a ti para ser su pueblo especial. No es porque seas el más numeroso de los pueblos que Yahweh los ha preferido y los ha escogido a ustedes —de hecho, son el más pequeño de los pueblos—, sino que fue porque Yahweh los amaba y cumplió el juramento que les hizo a sus padres de que Yahweh los libertaría con mano fuerte y los rescataría de la casa de servidumbre, del poder del Faraón rey de Mitsráyim. Devarim 7:6-8
ÉL ERA SU SANTIFICACIÓN. Esto era una sombra de lo que sucedería cuando Yahshua cumpliera en pagar toda la deuda, por un lado, para dar libertad a los cautivos, Y VENCIERA A HASATÁN, PARA QUITARLE EL DERECHO DE DOMINIO SOBRE EL MUNDO (aún no está vencido el "contrato", y hay que esperar al tiempo preciso, cuando le será quitado y el Enemigo sea lanzado al abismo, ya sin poder). Lo que la gente no ve es esta transacción, a través de la cual ahora, los que aceptan a Yahshua son engendrados de nuevo, de Mashíaj esta vez... EN PROMESA. Ninguno de los que en Él creemos ha nacido LITERALMENTE, FÍSICAMENTE, de nuevo. No aún, pero lo haremos. Entonces, tanto los antiguos creyentes (los verdaderos) como los actuales creyentes (también sólo los verdaderos), han sido unificados por Yahweh:
Porque Elohim los encerró a todos bajo desobediencia, para tener misericordia de todos. Romaniyim 11:32
(Por favor, LEAN EL CONTEXTO DE ESTE PASUK, los pasukim anteriores).
A partir del momento en que el Padre separó a Yisrael (¡Gloria a Él por levantar a Su pueblo, al cual pertenecemos, SI SOMOS HIJOS DE AVRAHAM POR LA FE!), el mundo está dividido en dos grupos básicos de personas y cosas: personas y cosas PURAS y personas y cosas IMPURAS. Esto ha crecido exponencialmente; ya no hablamos de una pequeña nación. Pero volviendo a los tiempos en que estos cuadros fueron pintados, la tipología es que LAS PERSONAS PURAS SON AQUELLAS PERSONAS QUE SON PARTE DEL CAMPAMENTO DE YISRAEL. LAS PERSONAS IMPURAS SON AQUELLAS QUE ESTÁN FUERA DEL CAMPAMENTO DE YISRAEL. En términos generales y simplistas, sobre todo para esta época de los primeros comienzos, los yisraelitas eran personas puras, los gentiles eran personas impuras. Pero con el tiempo, el Padre agrandó Su Pueblo, porque Él desea una casa grande, no una pequeña, como muchos quieren, de forma egoísta. En esta casa habitan todos lo que Lo buscan en verdad, los que guardan y obedecen Sus mandamientos, no porque son ordenanzas, SINO PORQUE SON EL RETRATO DEL PADRE MÁS GRANDIOSO DE TODO EL UNIVERSO. Los hijos obedientes no discuten contra la voluntad de su padre, aún cuando no entienden, Yahshua es nuestro ejemplo para que nos alejemos del ejemplo tras el cual corrimos siempre: haSatán.
Entonces, la pureza e impureza son los temas centrales de Vayikra, porque nos muestran lo que somos (la impureza misma) y la provisión que el Padre dio para cubrirnos hasta que llega el día final. Esta comprensión tiene que ser asumida por las dos casas, Efrayim y Yahudah, y dejar de pelearse por "a quién ama más papá", porque Él LOS AMA A LOS DOS, tanto, que ha jurado que los unirá en Su Mano, y eso ha estado haciendo. Entonces, las provisiones que eran sombra antes de venir Yahshua y se hicieron realidad en Él en su primera venida, NO HAN DEJADO DE SER VIGENTES. Ya no usamos ovejas y cabras como sacrificios, usamos a Yahshua... PERO SEGUIMOS USANDO EL SACRIFICIO. Sin sacrificio no hay remisión de pecados:
...pues según la Torah casi todo se purifica con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón. Ivrim 9:22
Tenemos que entender que, aunque buena parte de las sombras haya sido reemplazada por la realidad de Yahshua, LOS PRINCIPIOS QUE SUBYACEN POR DETRÁS NO LO HAN SIDO NI LO SERÁN JAMÁS. Reemplazamos la sangre de animales por la sangre de Yahshua, NO ELIMINAMOS LA SANGRE. La mal llamada "ley" (la palabra correcta es Torah, que significa INSTRUCCIÓN) es el retrato de la esencia de la deidad, lo que Yahweh mismo es, mostrado en "negativo" para nosotros: "no hagas esto y aquello", para finalmente ordenar "sé perfecto como Yo soy perfecto", es para demostrarnos que somos exactamente lo opuesto a lo que Él es, y bajo ningún concepto o circunstancia puede ser eliminada. Si eliminamos la "ley", ELIMINAMOS A YAHWEH... y eso es lo que en buena medida ha hecho el cristianismo. Por su parte, el judaísmo, al no aceptar a Yahshua como el reemplazo espiritual de una realidad material, ha reemplazado también la Torah por sus mandamientos humanos, su Talmud, de manera que cada uno inventó su propia religión. Pero ambas están incompletas, y por eso el Padre promete que unirá ambas Casas en Su Mano. Esta promesa no es para los rebeldes, sino para los que trabajan por amor a la Obra, al Padre y al Hijo.
Entonces, las leyes de pureza e impureza SE MANTIENEN LAS MISMAS, aunque ahora, con el agregado de la comprensión espiritual, como dijo Yahshua:
¡Pobres de ustedes, fariseos! Porque diezman la menta, la ruda y toda hierba, pero pasan por alto el juicio y el amor de Yahweh. Es necesario hacer estas cosas, sin pasar por alto aquéllas. Luka 11:42
Desde el principio, vemos que los conceptos espirituales YA ESTABAN SIENDO REQUERIDOS POR ENCIMA DE LA EXPRESIÓN FÍSICA DE LOS MISMOS ("misericordia quiero, y no sacrificios"), pero Yahshua no dice: "Tienen que dejar de lado esas sombras con las cuales se trató de que ustedes entendieran los principios, ahora que los entienden porque yo vine", sino que Él dice: "No deben seguir haciendo las obras SIN LOS PRINCIPIOS que ya estaban estipulados por detrás de las sombras para que aprendieran a aplicarlos junto con ellas". Quede claro, repito una vez más sus propias palabras: "ES NECESARIO HACER ESTAS COSAS, SIN PASAR POR ALTO AQUÉLLAS". Se deben cumplir ambas, mucho más porque ahora nosotros tenemos el recurso de la garantía del Ruaj haKodesh dentro nuestro, que nos ayuda a avanzar.
Entonces, todas las leyes de la purificación continúan vigentes, como veremos, todas las sombras son expresiones materiales con las cuales enseñamos a otros la forma de guardar la separación espiritual. Es necesario guardar éstas, sin dejar de cultivar aquellas.
El capítulo 15 es el final de una serie de capítulos que discuten varios aspectos de puro e impuro, y termina de darnos estos conceptos. El próximo capítulo que vamos a estudiar, el capítulo 16, discute el importante ritual de Yom Kipur. Yo les digo esto porque estos 5 capítulos anteriores sobre la impureza ESTABLECEN LA NECESIDAD DEL RITUAL DE YOM KIPUR, el cual trata primordialmente acerca de purificar el Tabernáculo (el Santuario mismo) de la impureza que ha sido traída debido al constante contacto diario con el Tabernáculo (y más tarde el Templo), que los humanos habían tenido, muchos de los cuales estaban en una condición impura y no lo sabían, o voluntariamente transgredieron las reglas de pureza de Elohim al entrar en el Tabernáculo en su estado impuro o cosas accidentales, tales como cuando una mujer entra y sin advertencia alguna comienza su período.
Vayikra señala enfáticamente que todo lo que procede de nuestro ser es inmundo. Por esta razón, el capítulo 15 nos manda apartarnos de todo flujo que procede del cuerpo humano y del contagio de la inmundicia.
Debido a que nacimos en inmundicia y somos por completo inmundos, todo cuanto procede de nosotros es inmundo. Además, la inmundicia de lo que procede de nosotros es contagiosa y, por lo tanto, hace inmundos a los demás. Éste es el punto crucial del capítulo 15.
El capítulo 16 de Vayikra es, de hecho, la continuación "lógica" del capítulo 10 (y si prestamos atención, veremos que el 10 termina con la muerte de Nadav y Avihú, mientras que el 16 comienza diciendo: "Yahweh le habló a Mosheh tras la muerte de los dos hijos de Aharón..." En los cinco capítulos que están entre los capítulos 10 y 16, la intención de la revelación de Elohim es mostrarnos todos estos factores problemáticos fundamentales, acerca de que el hombre nace contaminado, vive contaminado, se contamina con las cosas externas, contamina todo a su alrededor, y esa contaminación, producto de su muerte interior, lo separa de Yahweh. Para poder ser un pueblo REALMENTE APARTADO, no alcanza con tener "linaje de sangre", NECESITAMOS UNA COBERTURA. La mujer que menstruaba, la pareja que tenía relaciones sexuales, los que tenían flujos impuros, y hasta el metzorá, CADA UNO TENÍA QUE ATRAVESAR SU PERÍODO DETERMINADO DE IMPUREZA, HASTA QUE EL MISMO HUBIERA TERMINADO. Esto, en su tipología espiritual, simboliza al creyente que ha cometido impureza, diferentes tipos de impureza, algunas cosas por "accidente", otras por causa de su propia naturaleza, otras por pecar deliberadamente... y en todos los casos la única solución es ARREPENTIRSE Y SER CUBIERTOS CON LA SANGRE Y LA JUSTICIA DE YAHSHUA. Nosotros necesitamos limpieza, purificación y santificación constantemente, a cada día:
Yahshúa le dijo: "El que se ha lavado no tiene necesidad de lavarse más que los pies, pues está todo limpio". Yahanan 13:10a
La Impureza De Los Flujos
01 - Impureza Física Anormal Masculina
Y al igual que cuando estudiamos Tzara'at, y vimos una lista bastante detallada de lo que constituía Tzara'at y lo que no, ahora tenemos también una lista de lo que constituye una secreción, tanto normal como anormal, y cómo reconocerlas. Pero antes de entrar de lleno en el asunto, y porque para variar las traducciones son de terror, vamos a hablar un poco acerca de ciertas palabras que van a ser utilizadas en nuestros estudios de este capítulo, y que son las palabras ZAV, ZÉRA, TAMÉ y TUMÁ.
Muchas traducciones escriben en casi todo este capítulo 15 "flujo de semen", cuando no se trata de esto. El flujo de semen (aunque es inmundo porque implica la transmisión de la semilla contaminada por haSatán), ES CONSIDERADO COMO UNA EMISIÓN NORMAL EN LAS ESCRITURAS. Lo mismo sucede con la menstruación. Pero vamos a estudiar las palabras que mencioné antes, para entender mejor.
ZAV - H2100: fluir libremente (como agua), flujo
ZÉRA - H2233: semilla, semen
TAMÉ - H2930/2931: estar contaminado, específicamente en un sentido ritual
TUMÁ - H2932: impureza
Entonces, algunas traducciones escriben "emisión de semen" donde deberían escribir FLUJO. Un ZAV es un flujo, un líquido que fluye, PERO QUE EN ESTE CASO NO ES NORMAL, como veremos, a veces obstruye el canal y no sale (lo cual provoca inflamación, algo anormal). Como veremos, cuando sí se trata de una emisión de semen, las palabras usadas son SHIKVÁT ZARÁ, que vamos a ver después. ZARÁ deriva de ZÉRA, que es "semilla", simiente, por eso se aplica a "semen".
Entonces, en este primer pasaje, tenemos UN FLUJO ANORMAL:
Hablen a los yisraelitas y díganles: Cuando algún hombre tenga un flujo (ZAV) que le salga del miembro, es impuro (TAMÉ). La inmundicia (TUMÁ) de su flujo (ZAV), sea que su miembro (BASAR) esté drenando el flujo (ZAV) o que esté congestionado de modo que no haya flujo (ZAV), él tendrá inmundicia (TUMÁ). Vayikra 16:2-3
En primer lugar, entonces, tenemos el caso de un hombre con un flujo anormal, que puede tanto salir de su miembro como congestionarlo (inflamarlo). La mayoría de los estudiosos (y estoy de acuerdo con ellos) determinan que esta enfermedad se refiere a la gonorrea, una enfermedad de transmisión sexual que reúne todas las características.
El asunto es que, a continuación, tenemos toda una serie de advertencias que no son para el contaminado, sino que muestran TODO LO QUE ÉL PUEDE CONTAMINAR:
Toda cama sobre la que se acueste el que tiene el flujo (ZAV) será impura, y todo objeto sobre el que se siente será impuro. Todo el que toque su cama deberá lavar sus ropas, bañarse en agua, y permanecerá impuro hasta la tarde. Todo el que se siente sobre un objeto sobre el que se ha sentado el que tiene flujo (ZAV) lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Todo el que toque el cuerpo del que tiene el flujo (ZAV) lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Si uno que tiene un flujo (ZAV) escupe sobre otro que esté limpio, el último lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Cualquier montura sobre la que cabalgue uno que tenga flujo (ZAV) quedará impura; todo el que toque cualquier cosa que estuviera debajo de él quedará impuro hasta la tarde; y todo el que cargue alguna de esas cosas lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Si uno con flujo (ZAV) toca a otra persona sin haberse lavado las manos con agua, esa persona lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Una vasija de barro que haya tocado uno que tenga flujo (ZAV) deberán romperla; y cualquier implemento de madera deberán lavarlo con agua. Vayikra 15:4-12
Como podemos ver, en ningún momento aquí se habla de emisión de semen: todo está referido a un flujo anormal, a la gonorrea. El varón es, entonces, inmundo, y veremos que muchas cosas que él toque, serán consideradas inmundas también. Esto corresponde con los casos femeninos que ya estudiamos, de la niddá (menstruación) que vamos a ver a continuación, y de la mujer dando a luz, durante el post-parto. En todas estas situaciones de impureza, sin embargo, notamos algo sumamente interesante: aunque se dice que todo lo que toquen estas personas se vuelve impuro, EN NINGÚN MOMENTO SE DETERMINA QUE DEBAN "VIVIR" APARTADOS, EXCEPTO EN EL CASO DE TZARA'AT. De manera que aquí tenemos, una vez más, costumbres, que tampoco son necesariamente negativas, ya que la persona impura vuelve impuras ciertas cosas que toca y con las cuales otros pueden también entrar en contacto. Vemos aquí, por ejemplo, todos (o la mayoría) de los casos en los que un hombre con flujo anormal deja impuras ciertas cosas: la cama, la silla o cualquier cosa en la que se siente, incluyendo una montura, y vasijas de barro o madera. Las personas que tocaran esos objetos también se volvían impuras, pero les bastaba bañarse, lavar sus ropas, y esperar al final del día para volver a ser puras. Esto es interesante, porque la costumbre indica que la mujer tenía espacios "separados" en los que habitaba sus días de niddá, PERO NO VEMOS ESTAS COSTUMBRES REFERIDAS AL HOMBRE CON FLUJO. Pero el caso es exactamente el mismo, la forma en que ambos contaminan objetos es la misma, y la posibilidad de que otros se contaminen, también. Entonces, si miramos cuidadosamente, veremos que el asunto de apartar a la mujer no parece ser aplicado al hombre con gonorrea, PERO QUE ESTO SE TRATA DE CONVENCIONALISMOS DE COSTUMBRES. No existe orden alguna en las Escrituras para mantenerlos apartados de su casa durante esos días. Como dijimos, la única excepción es la tzara'at. Justamente por eso se explican las formas en que, en caso de contacto, las otras personas podían limpiarse de su impureza contraída.
En todas las advertencias, entonces, no vemos nada que indique cómo el enfermo podía curarse, ni nada que tuviera que hacer ÉL MISMO, sino las cosas que debían hacer los demás que se hubieran contaminado con él.
Espiritualmente, esto implica que toda persona que entrara en contacto con un flujo anormal proveniente de un hombre (esto va más allá del contagio de la gonorrea), queda también inmunda. Un flujo es algo que brota, que emana, fluye de una "fuente". Estos son los flujos de ideas personales, opiniones, doctrinas, etc., con las cuales podemos contaminarnos a partir de otros. Para nosotros, pueden ser no sólo doctrinas equivocadas, sino también cosas del mundo, filosofías, ideas, paganismos disfrazados de pseudo-ciencias, en fin, cualquier cosa que deje a Yahweh de lado. Todas estas cosas, sobre todo para nosotros en la actualidad, pueden ser transmitidas a través de internet, la TV, cualquier otro medio por el cual entramos en contacto con "flujos" extraños, QUE NO TRAEN VIDA. Del miembro del hombre mana la vida, esa es la función para la cual fue creado, pero si brotan flujos extraños, traerán muerte y contaminación. No se sorprendan de que este tipo de cosas Yahweh las relacione con el sexo, ya que Él considera el ir tras otros "elohim falsos" (ideologías, filosofías), como adulterio y fornicación. Así que sepan todos que, cuando vamos atrás de doctrinas que no lo contienen a Él, ESTAMOS FORNICANDO, contaminándonos con flujos extraños.
La persona que tocara esas cosas (no el afectado de gonorrea) era inmunda hasta el anochecer (pasukim 5c, 6c, 7c, 8c, 10c, 11c). Esto significa que se debe poner fin (muerte) a la inmundicia de lo que procede de la vida natural del hombre para que pueda haber un nuevo comienzo (resurrección). Entonces habrá un nuevo día, un nuevo comienzo, el cual es la resurrección. Si queremos estar limpios, con lo cual tendremos un lugar limpio donde estar, debemos llegar a nuestro fin. Debemos tomar el madero de Mashiaj a fin de morir. De este modo, llegaremos al anochecer de nuestro viejo ciclo, al anochecer de la vieja creación. Entonces, por medio del madero y después de experimentar el madero, tendremos un nuevo día; estaremos en resurrección. Esta es una tipología QUE SE NOS MANDA GUARDAR HASTA EL CUMPLIMIENTO FINAL.
Vayikra 15 nos dice repetidas veces que la persona que se hubiera contaminado tocando estos objetos, o por haber sido escupida, cosas semejantes, lavaba sus vestidos y se bañaba en agua (pasukim 5b, 6b, 7b, 8b, 10b, 11b). Esto significa no sólo tomar medidas con respecto a la vida que llevamos, a nuestro comportamiento y a los medios por los cuales entramos en contacto con la vida natural del hombre, sino también tomar medidas con respecto a nosotros mismos por el lavamiento del agua de vida, el Ruaj purificador de vida, en la palabra de Elohim, eliminando todo aquello que fue influenciado por nuestra vida natural. Interesantemente, vemos que se dice que, si el contaminado de flujo tocaba a alguien SIN LAVARSE ANTES LAS MANOS, lo contaminaba, lo cual nos dice que este hombre andaba normalmente, y que bastaba que se lavara las manos para poder tocar cosas SIN CONTAMINARLAS. Este tipo de contaminación, como podemos ver, no implica una gravedad tal como la de la tzara'at, a pesar de que no deja de ser impureza, y necesita su procedimiento. Es un tipo de contaminación "localizada", ya que vemos que lo que contamina son objetos que entran, de alguna manera, en contacto relativamente directo con las partes corporales implicadas: sillas, camas, monturas, ropa.
Necesitamos que el madero de Mashiaj ponga fin a nuestra vieja vida, y necesitamos que la resurrección de Mashiaj nos dé un nuevo comienzo. Además de esto, necesitamos el agua de vida, que es el Ruaj que lava y purifica. Necesitamos también la Palabra, porque el Ruaj purificador de vida está corporificado en la Palabra, y la vivifica, la vuelve VIDA. Cada vez que acudimos a la Palabra en nuestro ruaj, tocamos el elemento en la Palabra que nos lava. Después de tocar en la Palabra ese elemento que nos lava, este elemento continuará purificando nuestro ser durante todo el día. Por lo tanto, necesitamos el madero de Mashiaj, la resurrección de Mashiaj y el Ruaj haKodesh como agua de vida que está en la Palabra de Elohim.
"El vaso de barro que toque el que tiene flujo es quebrado, y todo vaso de madera es enjuagado con agua". Nuevamente, entendamos: AQUÍ NO SE HABLA DEL CONTAMINADOR, SINO DE LO CONTAMINADO. Todas estas advertencias de lavamientos son para los que se han contaminado por contacto, NO PARA LA PERSONA ENFERMA. Esto significa, en tipología, que el hombre creado y caído (el vaso de barro) debe ser quebrado, mientras que la humanidad creada por Elohim (el vaso de madera) será preservada, pero debe ser lavada con el agua viva del Ruaj de la Palabra.
Después de la caída nosotros, los seres humanos, nos volvimos seres muy complicados. Por una parte, somos personas creadas por Elohim; por otra, llegamos a ser personas caídas y corruptas. Como personas caídas y corruptas, debemos ser quebrantados. Eso está representado por el hecho de que el vaso de barro es quebrado. No obstante, como personas re-creadas por Elohim, nacidos de nuevo de Mashíaj, ya no necesitamos ser quebrantados, pero sí necesitamos ser lavados con el Ruaj, con la vida divina y con la Palabra santa. Entonces, esto aplica a nuestros dos hombres (y no a una persona incrédula y a una creyente, como pueden suponer): el quebrantamiento es para nuestro hombre exterior, mientras que nuestro hombre interior requiere lavamiento. Este es un camino constante hasta que seamos resucitados. Día tras día debemos llevar una vida en la que continuamente somos enjuagados con el Ruaj, la vida divina y la Palabra santa.
Cuando uno que tenga flujo quede limpio de su flujo (ZAV), contará siete días para su purificación, lavará sus ropas, y lavará su cuerpo en agua viva; entonces quedará limpio. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos palomitos y vendrá delante de Yahweh a la entrada de la Carpa de Reunión y se las dará al sacerdote. El sacerdote las ofrecerá, una como ofrenda por el pecado y la otra como holocausto. Así hará el sacerdote expiación en su favor, por su flujo (ZAV), delante de Yahweh. Vayikra 15:13-15
Esto significa que debemos tomar medidas con respecto a nuestra vida natural al grado de que ésta sea aniquilada por completo y que nosotros debemos ser purificados con la palabra de Elohim en Su Ruaj. El hombre que vive regido por su vida natural no sólo necesita que la redención de Mashiaj se haga cargo de su naturaleza pecaminosa, sino que también necesita la vida de Mashiaj para poder llevar una vida de absoluta entrega a Elohim.
Aquí Mashiaj es nuevamente tipificado por las dos tórtolas o los dos palominos. Una de estas aves era ofrecida como ofrenda por el pecado, y la otra era ofrecida como holocausto. Vemos que este asunto de las aves no aplica únicamente para el pobre de recursos, sino que se usa principalmente para ciertas "ofensas menores" (pero siempre impurezas), para las cuales no es necesario un cordero. La persona no necesita expiación sino purificación. La función de Mashiaj como ofrenda por el pecado es poner fin a nuestra naturaleza pecaminosa, y la función de Mashiaj como holocausto consiste en ser nuestra vida para que vivamos absolutamente entregados a Elohim. Necesitamos experimentar a Mashiaj de estas dos maneras, en estos dos aspectos. Sólo Mashiaj puede satisfacer nuestra necesidad. Mediante Mashiaj como nuestra ofrenda por el pecado y como nuestro holocausto, es resuelto el problema referente a nuestros flujos.
Una vez más (y en los siguientes casos también), vemos el octavo día como el día en que la persona RESURGE después de su purificación de 7 días. Siempre, en casos de impureza DIRECTA (no cuando la persona se contamina indirectamente), hay demora de purificación por una semana DESPUÉS de que el flujo ha pasado. Sólo entonces la persona vuelve a estar apta para volver a presentarse a Elohim. Y después de haber visto este asunto tantas veces, sería bueno que comenzáramos a prestar atención al hecho de que mientras estamos en impureza, NO TENEMOS CONEXIÓN CON ÉL. Tampoco tenemos conexión en los 7 días después de haber sido curados, mientras se está realizando la purificación. Apenas en el octavo día, presentando nuestros sacrificios, volvemos a estar en Su presencia. El cristianismo insiste en el cambio de las cosas, pero la realidad AÚN CON MASHIAJ, continúa siendo la misma: nuestro Kohen Gadol no nos declarará santos si insistimos en permanecer impuros, ÉL NO QUEBRANTARÁ LA LEY DE YAHWEH. La impureza es impureza mientras la persona continúe en su rebeldía, mientras no se arrepienta, reciba perdón y sea purificada. El cristiano común anda en medio de sus impurezas convencido de que Mashíaj lo cubre de todas sus transgresiones... ¡mientras él se mantiene en ellas! Señores, ayer y hoy, la obediencia es la base. Él ciertamente nos cubre, porque "tenemos abogado", PERO NINGÚN ABOGADO VERDADERO DEFIENDE AL CRIMINAL. El criminal primero debe arrepentirse para poder recibir el perdón, y el arrepentimiento no es de boca, sino de mudanza de vida.
La Impureza De Los Flujos
02 - Impureza Física Normal Masculina y Femenina Y Anormal Femenina
Cuando un hombre tenga una emisión de semen (SHIKVÁT ZARÁ), lavará todo su cuerpo en agua y quedará impuro hasta la tarde. Toda tela o cuero sobre la que caiga semen (SHIKVÁT ZARÁ) deberá lavarse en agua y quedará impura hasta la tarde. Y si un hombre tiene relaciones carnales con una mujer, y tuviera emisión de semen (SHIKVÁT ZARÁ), se bañarán en agua y quedarán impuros hasta la tarde. Vayikra 15:16-18
Como ya mencionamos antes, la expresión que aquí se utiliza es SHIKVÁT ZARÁ, que AHORA SÍ, puede ser traducida, y correctamente, como "emisión de semen", ya que ZARÁ es una forma de ZÉRA, que significa semilla, simiente, en el sentido de lo que da vida y que Yahweh ha determinado sea la forma de reproducción (ver el capítulo 1 de Bereshit). Esta emisión no es considerada anormal sino perfectamente normal, aunque a pesar de que inicialmente fue creada para ser la forma de transmitir vida, y aunque aún la transmite en el sentido de la vida del cuerpo, TAMBIÉN TRANSMITE LA MUERTE DE LA RAÍZ DE PECADO, por eso es también considerada una impureza, aunque en menor grado. Entonces, es perfectamente lícito que un hombre y su esposa (dentro de los límites del matrimonio), tengan relaciones sexuales. La impureza se elimina simplemente con un baño, y esperar hasta el fin del día. No son necesarias semanas enteras para purificación, ni sacrificios de animales, por lo que vemos que esto NO ESTABLECE UNA DESCONEXIÓN CON EL ETERNO, excepto por un breve momento (un día cuanto mucho). Esto ciertamente era tenido en cuenta por los yisraelitas para tener estas prácticas ALEJADAS de ciertas fechas especiales, como vemos que también es relatado en varios lugares de las Escrituras:
Y le dijo al pueblo: "Prepárense para el tercer día: no tengan contacto con mujer". Shemot 19:15
Ninguno puede participar en prácticas religiosas hasta que vuelvan a estar puros nuevamente. De hecho, al varón, si era un guerrero en el ejército Israelita, no se le permitía pelear en batalla ese día. Esto es porque cuando los Israelitas peleaban en contra de ejércitos de otros países, eso se consideraba una Guerra Santa. ¿Podemos ver esto? Ninguna persona impura puede participar en una Guerra Santa dirigida por Elohim; esto es porque es un empeño santo (y aparte de eso porque hay reglas muy estrictas establecidas por el Adón en lo que concierne a una guerra santa). ¿Creen que esto era sólo para los yisraelitas? (pobres, a ellos les tocaron todas las peores... por parte de un Elohim que no hace acepción de personas, según es la realidad, por lo que esta es una mala comprensión humana más):
No se nieguen el uno al otro, a menos que sea en acuerdo mutuo por algún tiempo, PARA QUE SE DEDIQUEN A LA ORACIÓN, luego vuelvan a unirse, para que no los tiente el Satán por falta de dominio propio. Qorintiyim Alef 7:5
"PARA QUE SE DEDIQUEN A LA ORACIÓN": ésta es nuestra Guerra Santa, pero muchos no consideran mantener el estado de pureza como algo importante... QUE SIGUE APARECIENDO EN EL B'RIT HADASHÁ. La vida de muchos mejoraría si dejaran de preguntarse EN REBELDÍA si "es lícito o no, es válido o no", Y SIMPLEMENTE OBEDECIERAN. Las personas que cuestionan validades sólo ejercen su rebeldía.
Luego, se habla también de la menstruación de la mujer:
Cuando una mujer tenga un flujo (ZAV), y su flujo (ZAV) sea sangre de su cuerpo (NIDDÁ), permanecerá en su impureza siete días; todo el que la toque quedará impuro hasta la tarde. Vayikra 15:19
Aunque el período de menstruación varía de mujer a mujer, el estado de impureza se extiende al ciclo semanal completo. Y aquí también vemos que las advertencias no eran para que la mujer fuera apartada (como ya vimos en el caso del hombre con un flujo ANORMAL), sino simplemente las pautas necesarias para purificar cualquier cosa que fuera tocada por ella en ese estado:
Cualquier cosa sobre la que ella se acueste durante su impureza (NIDDÁ) quedará impura; y cualquier cosa sobre la que se siente quedará impura. Todo el que toque su cama lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde; y todo el que toque cualquier objeto sobre el que ella se haya sentado lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Sea la cama o sea el objeto sobre el que ella se haya sentado, de tocarlo quedará impuro hasta la tarde. Y si un hombre se acuesta con ella, la impureza (NIDDÁ) de ella se le comunica a él; quedará impuro siete días, y toda cama sobre la que se acueste quedará impura. Vayikra 15:20-24
Nuevamente, los casos son exactamente los mismos: sillas, camas, lugares de asiento en general, ropas, e inclusive un hombre que tuviera relaciones sexuales con ella en ese momento, quedaban impuros por ese contacto. NO HAY MENCIÓN A VASIJAS DE BARRO, porque no tenemos aquí algo anormal y contagioso, sino algo simple impuro en el sentido de que sale del cuerpo era sangre contaminada con la raíz de pecado, que no "contagiaba" a nadie como hubiera podido hacerlo, transmitiendo la enfermedad, la gonorrea. De manera que todas las ideas de las mujeres siendo separadas, no pasan de tradiciones y costumbres, SI ES QUE REALMENTE ERAN PRACTICADAS ASÍ SIEMPRE. La realidad es que la mayoría de la gente no tenía los recursos para edificar habitaciones extra, y el asunto complicaba aún más en las tiendas, por lo que simplemente se separaba a la mujer alejando su cama y determinándole un asiento único para ella, pero no proscribiéndola como si estuviera leprosa. El resto de las costumbres probablemente se desarrolló al mismo tiempo en que crecía el "celo religioso" de muchos, levantando reglas donde Yahweh no lo había hecho.
Impureza Física Anormal Femenina
Ahora bien, nos falta el caso de la anormalidad del flujo femenino:
Cuando una mujer haya tenido un flujo (ZAV) de sangre por muchos
días, fuera del tiempo de su impureza (NIDDÁ), o cuando tenga un flujo (ZAV)
más allá de su período de impureza (NIDDÁ), quedará impura, como en el tiempo
(NIDDÁ) de su impureza (TUMÁ), mientras le dure el flujo (ZAV). Toda cama sobre
la que ella se acueste mientras le dure su flujo (ZAV) le será como la cama
durante su impureza (NIDDÁ); y todo objeto sobre el que se siente quedará
impuro, como sucede durante su impureza (TUMÁ): todo el que los toque quedará
impuro; lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde. Vayikra 15:25-27
Esto es también exactamente lo mismo que para el flujo masculino: hablamos de una pérdida de sangre que va más allá del período normal de niddá, de la menstruación. La mujer quedaba aquí impura todo el tiempo que durara el flujo, y también contaminaba los mismos objetos, y las personas podían contaminarse por tocarlos también. La solución para estas personas era la misma: bañarse y esperar al final del día. Aunque para la mujer contaminada, la purificación después de terminado el período, era la misma que para el hombre con gonorrea:
Cuando quede limpia de su flujo (ZAV), contará siete días, y después de eso entonces quedará limpia. Al octavo día tomará dos tórtolas o dos palomitos, y se los traerá al sacerdote a la entrada de la Carpa de Reunión. El sacerdote ofrecerá una como ofrenda por el pecado y la otra como holocausto; y el sacerdote hará expiación en su favor, por el flujo (ZAV) de su impureza (TUMÁ), delante de Yahweh. Vayikra 15:28-30
Ahora bien, hablemos de casos especiales como éste. Si bien en el caso del hombre con gonorrea no se lo aislaba, en este caso la gente sí aislaba a la mujer. En ningún lugar de las Escrituras dice que TOCAR A LA PERSONA CONTAMINARA. Establece muy claramente, tanto para el hombre como para la mujer, que los objetos contaminados son los que entran en contacto directo con sus partes privadas: CAMAS, ASIENTOS, ROPA. En el caso del hombre con flujo, BASTABA QUE SE LAVARA LAS MANOS PARA PODER TOCAR A OTRA PERSONA. No se especifica si lo mismo era válido para la mujer, pero tampoco se indica que TODO lo que ella tocara fuera contaminado. No debemos agregar a Su Palabra.
Con todo, la realidad histórica nos cuenta de esta terrible discriminación y estigmatización, que hicieron de la mujer con flujo anormal un "foco de infección espiritual", pero no lo hicieron con el hombre en la misma condición (siendo que, biológicamente hablando, la gonorrea es realmente contagiosa). Entonces, ahora vamos a ver la historia de una mujer que pasó 12 años de su vida condenada a una reclusión extrema... sin entrar en contacto físico con nadie, sin recibir un abrazo, una caricia, viviendo apartada como una leprosa dentro del campamento, dentro, pero fuera para todo propósito.
En eso, llegó una mujer que sufría de flujo de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho (en manos) de muchos médicos y había gastado todo lo que tenía, y de nada le había aprovechado; más bien, iba de mal en peor. Cuando oyó hablar de Yahshúa, vino por detrás de él entre la multitud y tocó su manto, porque ella pensaba: "Si sólo toco su manto, quedaré sana". Al instante, se secó la fuente de su sangre y sintió en su cuerpo que ya estaba sana de aquel azote. De pronto Yahshúa, reconociendo en sí mismo que había salido poder de él, se volvió a la multitud y dijo: "¿Quién me ha tocado el manto?". Sus discípulos le dijeron: "Ya tú ves que la multitud te apretuja, y preguntas: "¿Quién me tocó?". Pero él seguía mirando alrededor para ver a la que había hecho esto. Entonces la mujer, atemorizada y temblorosa, sabiendo lo que en ella había ocurrido, fue y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. Él le dijo: "Hija, tu fe te ha curado. Vete en paz y queda sana de tu azote". Mordejai 5:25-34
Esta mujer, impura de su secreción, después de un infierno en vida por años y años de ser despreciada y temida por otros, por miedo a ser contaminados por ella, decidió correr un riesgo terrible en su fe. Si ella intencionalmente tocara a un hombre —particularmente un rabino como Yahshua—, ella iba a transmitir su impureza a él, SEGÚN LA TRADICIÓN HUMANA. El castigo para ella por hacer tal cosa en los días de Yahshua era ponerla fuera del campamento (no hay nada referente a esto en las Escrituras, ¿verdad?). Ella incluso podía haber sido ejecutada, aun cuando esto era bastante raro. Ella sabía esto, Yahshua sabía esto, y todo el mundo en la multitud sabía eso.
Pero ella estaba confiada en que Yahshua era quien Él decía ser que era, por lo que su decisión fue ARRIESGARLO TODO SENCILLAMENTE PARA TOCAR SU TÚNICA EN ESPERA DE SER SANADA DE SU IMPUREZA. Según todas las LEYES DE HOMBRES (repito, lean las Escrituras por ustedes mismos, y no encontrarán ninguna mención a que la mujer contaminara a otros por sólo tocarlos), Yahshua debió de haber sido declarado impuro al instante que ella tocó Su túnica. En vez de eso, ella fue sanada instantáneamente, ¡y claro! YAHSHUA ES EL AGUA VIVA DE PURIFICACIÓN QUE LIMPIA, y por eso tampoco hay mención de Él haber entrado en un estado impuro. Esto, lamentablemente para los cristianos, no demuestra que un creyente puede estar en contacto con la impureza y no ser declarado impuro. Nosotros no somos Mashíaj, aunque cargamos al Ruaj en nuestro interior, NO LO TENEMOS EN PLENITUD NI SOMOS INMUNES. Mantenemos en nuestro interior al viejo hombre con su raíz de pecado, sí, señores, también los cristianos, PORQUE EL QUE HABLÓ DE ESTA LUCHA INTERNA FUE SHAÚL EN EL B'RIT HADASHÁ. Ciertamente que si entramos en contacto con impureza en la forma en que las Escrituras lo indican (Y NO SEGÚN LAS TRADICIONES HUMANAS, QUE EXAGERAN EN TODAS LAS COSAS, IMPONIENDO CARGAS SOBRE OTROS QUE ELLOS SE NIEGAN A TOCAR CON EL DEDO), "tenemos Abogado". Tenemos a Yahshua, nuestra Agua Viva, que nos limpia y purifica de todo pecado y contaminación.
Esta historia nos demuestra que Él no reprendió a esta persona impura, que estaba buscando una manera de ser sanada de su impureza (ESTE ES EL TIPO PARA EL ARREPENTIMIENTO), sino que más bien mostró su amor y su misericordia al ella actuar en un acto sencillo de fe, arriesgado como todo acto de fe es. Para recibir la sanidad (ser sanados de lo que somos como hombres caídos), NECESITAMOS ESTAR DISPUESTOS A ARRIESGARLO TODO. Entonces, Aquel que es la Vida escuchará, y sanará.
Conclusión
Pondrás a los yisraelitas en guardia contra sus impurezas (TUMÁ), para que no mueran por sus impurezas (TUMÁ) cuando contaminen mi Mishkán que está entre ellos. Esta es la ley para el que tiene flujo (ZAV), y para el que tiene emisión de semen (SHIKVÁT ZARÁ), viniendo a ser inmundo a causa de ello, y para la que padece su costumbre (NIDDÁ), y para el que tuviere flujo (ZAV), sea varón o mujer, y para el hombre que durmiere con una mujer impura. Vayikra 15:31-33
Esto significa que aún aquello que fue creado por Yahweh para transmitir vida, el hombre lo ha contaminado y sólo transmite muerte. Aunque en Su infinita misericordia Él no destruye la semilla del hombre y permite que se reproduzca, todo lo relacionado con esta reproducción es impuro porque contiene la semilla del pecado, y así permanece en su estado impuro SI NO SE ABOMINA DE SÍ MISMO Y SE ENTREGA A YAHSHUA.
El pasuk 31 muestra que los flujos humanos afectan la morada de Elohim. Si aún tenemos flujos, contaminaremos la morada de Elohim. Y sólo tenemos flujos (espiritualmente hablando) CUANDO ESTAMOS EN LA CARNE, CUANDO INSISTIMOS EN REPRODUCIRNOS SEGÚN NUESTRO VIEJO HOMBRE, QUE SÓLO PRODUCE MUERTE. Esto significa que, si nos mantenemos en la carne, como tenemos la contaminación que proviene de la vida natural, contaminaremos la vida de congregación. Por causa de la vida de congregación, debemos permitir que el madero de Mashiaj, la resurrección de Mashiaj, el Ruaj con la vida divina y el contacto que tenemos con la Palabra santa mediante nuestro ruaj pongan fin a nuestra vida natural. De este modo seremos resguardados de la contaminación de los flujos humanos naturales.
Aunque el flujo del hombre no es tan grave como la tzara'at, sus efectos son más serios que los de la tzara'at. Por experiencia sabemos que, aunque podamos parecer perfectos y completos, y no hagamos nada "malo" a nuestros propios ojos, que se manejan con la regla del árbol equivocado, la regla de "bueno o malo", seguimos teniendo flujos, cosas que proceden de la vida natural, tanto en nuestra vida familiar como en nuestra vida de congregación. Debemos percatarnos de que todo cuanto procede de nuestro ser natural es inmundicia, y esta inmundicia es contagiosa, porque contamina toda persona, cosa o lugar con la que entra en contacto. Ésta es la razón por la cual los efectos de nuestros flujos son aún más serios que los de la tzara'at. La tzara'at elimina el problema sacando al contaminado fuera del campamento, pero aquí se permanece dentro, DESDE QUE LA PERSONA OBSERVE LOS CUIDADOS NECESARIOS PARA NO CONTAMINAR A OTROS CON LAS PARTES QUE SU APARATO REPRODUCTOR DE MUERTE CONTAMINA. Estoy hablando del ámbito espiritual, por lo que esta contaminación se refiere a la reproducción de filosofías, doctrinas, ideas propias, argumentos, todos los "flujos anormales" provenientes de nuestro viejo hombre, y que pueden contaminar a cualquiera que se asiente o acueste en ellos, que "descanse" en ellos.
Tal vez nos resulte bastante fácil apartarnos de la tzara'at, pero no es fácil apartarnos de los efectos de los flujos humanos. El problema es que la mayoría anda por la vida como la mujer del libro de Mordejai, pero ni enterada está de su situación contaminada. Para ser personas contaminadas, no es necesario hacer nada externamente. Basta con estar vivos, y tendremos flujos inmundos. Basta con mantener nuestra carne sin disciplina, y seremos inmundos. Lo que fluya de nuestro ser nos hará inmundos.
Este asunto de nuestros flujos nos debería llevar a perder la alta estima que tenemos de nosotros mismos. No obstante, cada uno tiene alta estima de sí mismo. Quizás consideremos que tenemos la razón y que todos los demás están equivocados. Quizás pensemos que somos excelentes y nos aferremos a nuestro prestigio. Con todo, hay algo respecto a nosotros que no es digno de estima, a saber, nuestro flujo natural. Aparentemente no tenemos problemas; sin embargo, seguimos siendo contaminados por los flujos inmundos de nuestra vida natural.
Por causa de nuestro flujo, necesitamos a Mashiaj. Necesitamos Su muerte, Su resurrección, Su Ruaj, Su vida y Su palabra. Durante todo el día debemos permanecer en la muerte, en la resurrección, en el Ruaj, en la vida y en la palabra de Mashiaj. En nuestra vida creyente debemos aprender a no apartarnos de estas cinco cosas. Si permanecemos en la muerte de Mashiaj, en Su resurrección, en Su Ruaj, en Su vida y en Su palabra, llevaremos una vida creyente y una vida de congregación apropiadas, seremos purificados cada día, como Él mismo dijo, cuando lavó los pies de los discípulos, que estamos lavados (POR ESO NO ESTAMOS FUERA DEL CAMPAMENTO), pero aún necesitamos lavar nuestros pies cada día. Entonces, día tras día podremos llevar una vida avivada y una vida vencedora al permanecer en la muerte, en la resurrección, en el Ruaj, en la vida y en la palabra de Mashiaj.
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