12 de abril de 2021

CLE03-56 - La Santidad De La Sangre

 


La Importancia De Respetar La Forma Que Yahweh Ordena

 

En este mensaje consideraremos dos asuntos abarcados en Vayikra 17 que son difíciles de entender: cuidar debidamente de los sacrificios y cuidar debidamente de la sangre. Si queremos entender el capítulo 17, debemos ver que este capítulo es la continuación del capítulo 16 o que, mejor aún, deberían estar juntos.

 

A fin de ver la conexión que existe entre Vayikra 16 y 17, es preciso ver el orden dispuesto en este libro. Vayikra es un libro que trata sobre los que sirven a Elohim, los sacerdotes. En el libro anterior, en Shemot, el tabernáculo fue erigido, el sacerdocio fue establecido y, en cierta manera, se dispuso lo relacionado con las ofrendas. Al final de Shemot, el pueblo empezó a rendirle servicio a Elohim, y justamente en Vayikra se especifican los detalles de ese servicio. Después de Shemot, se necesita un libro que nos hable acerca de los servidores que participan en el servicio a Elohim, los sacerdotes, acerca de los detalles relacionados con todas las ofrendas y acerca de la clase de vida y conducta que deben tener los sacerdotes. La vida de los sacerdotes debe corresponder con lo que Elohim es. Elohim es santo, así que el vivir de los sacerdotes como servidores de Elohim también debe ser santo. Los sacerdotes deben ser santos así como Elohim es santo. Esto es indicado por la secuencia de los libros de Shemot y Vayikra.

 

Los primeros diez capítulos de Vayikra nos muestran las ofrendas con el sacerdocio. Los cinco capítulos siguientes nos muestran quiénes y qué son los servidores, cuál es su origen, condición y situación y qué es lo que emana de ellos. Todas estas cosas son negativas; sin embargo, el retrato negativo presentado en los capítulos del 11 al 15 constituye un fondo sobre el cual se nos presenta a Mashiaj como Aquel a quien necesitamos.

 

El capítulo 16 nos presenta un tipo, una sombra, de la obra redentora de Elohim, la cual, cuando se escribió este libro, aún estaba por venir con Mashíaj en su primera venida, pero más aún que eso, nos presenta la sombra de lo que aún está por venir en Su segunda venida, para la expiación de toda la tierra. Según el concepto de Elohim y conforme a Su edificación divina, es necesaria la purificación y la expiación de toda la sangre derramada, y para poder dar una salida de escape a la humanidad, también era necesaria la redención. Debido a que el tiempo del Tanaj no era el tiempo designado para que se efectuara tal redención, se hizo necesario un tipo, una sombra, de la redención venidera. Esta sombra es la expiación descrita en Vayikra 16. En esta expiación se incluyen cuatro de las cinco ofrendas básicas presentadas en los capítulos del 1 al 7: el holocausto, la ofrenda de harina, la ofrenda por el pecado y la ofrenda por las transgresiones. La única ofrenda que no se incluía todavía era la ofrenda de paz. Más adelante, particularmente en el capítulo 19, veremos que el pueblo por el cual se hizo expiación disfrutó la ofrenda de paz. Así por lo tanto, en el capítulo 16 la expiación es aplicada plenamente; no obstante, el resultado de las cuatro ofrendas —la ofrenda de paz— todavía no es aplicado. Esto significa que, a pesar de los apuros de los hombres, que siempre salen corriendo sin estar del todo preparados, y aunque Yahshua vino a "cargar con los pecados de todos", AÚN NO SE HA EJECUTADO EL JUICIO CONTRA LOS CULPABLES DE LAS DEUDAS DE SANGRE, aún no han sido dados todos los pasos para "regresar a casa", y la ofrenda de paz sólo podrá ser ofrecida cuando entremos en Su Reposo.

 

Al final del capítulo 16, todo es maravilloso. En la tipología, este capítulo nos muestra que se ha hecho propiciación por nosotros y que ahora podemos disfrutar a Mashiaj como holocausto y alimentarnos de Él como ofrenda de harina... pero aún debemos prepararnos y mantenernos puros para el Gran Yom Kipur final, que se avecina. Empleando los términos del B'rit Hadashá, fuimos redimidos y, hasta cierto punto, reemplazados, pero nosotros debemos llevar este reemplazo a la realidad cada día, cargando nuestro madero y negando nuestro yo, para que Él aumente en nosotros. Si ahora vivimos a Mashiaj en calidad de vida que se entrega absolutamente a Elohim, y si en verdad lo disfrutamos como nuestro diario suministro de vida, lo seguiremos fuera del campamento, llevando Su vituperio y viviendo una vida piadosa. Esto no quiere decir que nosotros nos convertimos en "chivos expiatorios", porque esa tarea sólo Uno pudo realizarla, sino que a cada día, cargando nuestro madero y negando nuestro yo, RECHAZAMOS NUESTRA VIEJA NATURALEZA Y RECLAMAMOS LA OBRA DE YAHSHUA PARA QUE NUESTROS PECADOS, TODA NUESTRA INIQUIDAD, TODA NUESTRA RAÍZ DE PECADO SEA IMPUTADA A HASATÁN. No llevamos nosotros los pecados, ellos fueron imputados TODOS (y los de la humanidad incrédula también) a haSatán, sino que declaramos al mundo espiritual que nosotros seguimos a nuestro Adón fuera del campamento, que aceptamos cargar nuestro madero, como Él lo hizo, y que estamos FUERA DE LA ESCLAVITUD DEL MUNDO, DE HASATÁN Y DE LA CARNE. En lo que se refiere a nosotros, todo está bien; no obstante, la situación que nos rodea sigue siendo compleja. Es por esa razón que necesitamos el capítulo 17, y los que aún le van a seguir.

 

Yahweh le habló a Mosheh diciendo: Habla a Aharón y a sus hijos y a todo el pueblo yisraelita y diles: Esto es lo que ha mandado Yahweh: si alguien de la casa de Yisrael sacrifica un buey o una oveja o una cabra en el campamento, o fuera del campamento, y no lo trae a la entrada del Tabernáculo de Reunión para presentarlo como ofrenda a Yahweh, delante del Tabernáculo de Yahweh, se le imputará culpa de sangre al tal hombre: ha derramado sangre; ese hombre será cortado de entre su pueblo. Vayikra 17:1-4

 

La regla general es que las ofrendas deben ser degolladas y su servicio debe realizarse en el área del Santuario, mientras que aquellos animales que no han sido consagrados pueden ser degollados en cualquier lugar excepto en el área del Santuario, pero siempre de la manera correcta. En el caso de las ofrendas, estas no pueden ser elevadas en ningún otro lugar, incluso si tal servicio está dedicado a Elohim.

 

Cuando los yisraelitas salieron de Egipto, salió con ellos un gran grupo, la gran "multitud mixta". Tampoco podemos decir que los yisraelitas eran "puros", como quieren pintarlos muchos, ya que ni siquiera les había sido entregada la ley para que supieran qué podían hacer ni qué no. Todos ellos habían vivido en Egipto por más de 200 años (no, no por 400, pero esas son otras cuentas) y estaban mucho más mezclados de lo que se puede creer. Aunque mantuvieran las enseñanzas de Avraham, ciertamente una gran cantidad tenían cosas mezcladas.

 

Pues la ley produce castigo; pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. Romaniyim 4:15

 

Y por eso fue dada la instrucción (Torah):

 

Entonces, ¿para qué existe la Torah? Fue dada por causa de las transgresiones... GalutYah 3:19a

 

La ley no es simplemente dada para que "muestre las transgresiones", sino mucho más, PARA HACER VER AL HOMBRE LA INMENSIDAD DE SU CAÍDA, para mostrarnos cuán lejos hemos llegado y cuánto nos hemos alejado de Aquel de quien fuimos hechos "a imagen y semejanza". La Torah es un espejo en el que el Padre se refleja a Sí mismo y al mismo tiempo nos hace ver QUE NO SOMOS NI SU IMAGEN NI SU SEMEJANZA, y que algo debe ser hecho al respecto. Además de ponernos en evidencia PARA QUE VEAMOS NUESTRA SITUACIÓN (que se entienda, no es para acusación sino para evidencia del hecho de que necesitamos ayuda), sirve también para que TODAS NUESTRAS TRANSGRESIONES PUEDAN SER COLOCADAS EN NUESTRA "COPA" Y ESA COPA SEA ENTREGADA A YAHSHUA, QUIEN SE HA ENCARGADO DE CARGAR CON NUESTRAS CULPAS Y PECADOS, PARA QUE SEA DEVUELTA A HASATÁN.

 

 

Es razonable suponer que esta multitud de personas mezcladas y SIN LEY (algunos tenían una PROMESA, pero nada más, nada de reglas ni obediencias), procuraría continuar sus fiestas religiosas paganas, su vida en general. No debería sorprendernos, porque aunque los cultos religiosos son la forma más evidente, la rebeldía e insistencia en gobernarnos a nosotros mismos se manifiesta de muchas otras maneras... que también son idolatría. Por eso hoy muchos creen que porque ellos no "adoran ídolos" EVIDENTES (como pueden hacerlo algunas denominaciones o religiones), están "bien parados"...pero normalmente ellos mismos son sus propios ídolos. El sacrificio de animales es común a todas las antiguas civilizaciones, y esto es así porque TODOS DESCENDEMOS DE ADAM Y JAVÁ, que aprendieron a sacrificar porque el propio Elohim les enseñó a hacerlo. Sin embargo, las civilizaciones se apartaron de Su Creador, y terminaron "sacrificando a los demonios", según consta en muchos pasajes de las Escrituras. Muchos de ellos creían que sacrificaban al verdadero creador, y lo mismo sucede hoy; muchos creen que llevan vidas que agradan al Padre, pero porque desobedecen Su Torah, simplemente es imposible. La Torah es la foto del Padre que nos coloca delante para ordenarnos "ser perfectos como Él es perfecto". Esa es la imagen que debemos alcanzar a tener en nosotros mismos... algo imposible en esta carne caída, claro.

 

Esto es para que los yisraelitas traigan los sacrificios que han estado haciendo al descubierto -para que los traigan delante de Yahweh, al sacerdote, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y los ofrezcan como sacrificios de bienestar a Yahweh; para que el sacerdote rocíe la sangre sobre el altar de Yahweh a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y convierta en humo la grasa como olor grato a Yahweh; y para que no sigan ofreciendo sus sacrificios a los demonios cabríos tras los cuales se extravían. Esta será para ellos una ley perpetua, a través de los siglos. Vayikra 17:5-7

 

Antes de que se estableciese el santuario, el padre de familia era el sacerdote de la misma, y sabemos que Yisrael sólo perdió ese derecho cuando el asunto del becerro de oro. Antes de eso, el cabeza de la familia ofrecía sacrificios. Cuando se erigió el tabernáculo y los sacerdotes se hicieron cargo de los sacrificios, ocurrió un gran cambio en la vida de Yisrael. El padre de familia debió entregar algunas de sus anteriores prerrogativas a los levitas, y esto puede haber causado cierto malestar (al final de cuentas, el pueblo se la pasaba protestando por todo).

 

Lo que ocasionó problemas aquí fue la regla de que todos los animales, de ahí en adelante, debían ser sacrificados en el santuario, y que las fiestas que normalmente acompañaban tales sacrificios debían también realizarse allí. Esto en sí no debía causar dificultad a Yisrael en ese momento cronológico, porque el santuario estaba ubicado en el centro del campamento y era igualmente accesible para todos. Pero veremos que, cuando entraron en la tierra, este asunto de tener que movilizarse no fue siempre bien visto y terminó siendo piedra de tropiezo. Los yisraelitas fueron EXACTAMENTE LO MISMO QUE LOS CREYENTES HOY: REBELDES CON CAUSA A TODO LO QUE YAHWEH LES ORDENABA. Y digo "con causa" porque todos tenemos la misma raíz de pecado en nuestro interior, que lleva en sí la esencia de "todo lo que se opone a Elohim". En nuestra carne, NINGUNO DE NOSOTROS DESEA OBEDECER A ELOHIM, porque eso implica justamente ELIMINAR NUESTRA CARNE. La carne no es tonta, ni ciega, ni tan ignorante como para no ver que el "sacrificio" es ella, por lo que intenta (y con lamentable éxito en la mayoría de las veces, debemos admitir) a toda costa SIMULAR comportamientos "aceptables" a los ojos de la carne. Por supuesto, de esta manera no engaña a Elohim ni tampoco a los que andan en el ruaj... PERO SÍ ENGAÑA A TODOS LOS QUE ANDAN EN LA CARNE. De manera que estas personas se "amontonan", por así decir, respaldándose unas a otra en su fingimiento carnal, que trata de imitar una naturaleza espiritual. Entre ellos se apoyan, pero no puede haber aceptación de esto de parte de los que andan en el ruaj, al contrario, debemos hacerles ver su error, porque corren peligro.

 

Entonces, la orden del Padre a los SACERDOTES (es decir, a los que han sido separado para Su servicio completo) es que ADVIERTAN A LOS DEMÁS QUE SU FORMA DE HACER LAS COSAS YA NO SERÁ ACEPTADA. Antes de venir la ley estaban libres de "sacrificar donde quisieran", no porque Yahweh aceptara esos sacrificios, sino porque NO LOS CONDENABA DE FORMA DIRECTA. Pero tan condenables eran antes como después de dada la ley, PORQUE ERAN, ANTES Y DESPUÉS, SACRIFICIOS A DEMONIOS. Hoy tenemos la misma orden: la forma de "entregar sacrificios aceptables a Yahweh" es LA FORMA POR ÉL DETERMINADA: A TRAVÉS DE YAHSHUA, no hay otro camino. Todos los que no tienen a Yahshua, están fuera del camino ordenado por el Padre y, usando el lenguaje bíblico, "SU SANGRE ESTÁ SOBRE ELLOS". Este "estar sin Yahshua" es aplicable de forma bastante evidente a los que no lo reconocen como su Salvador (y por lo tanto, NO LO PUEDEN OFRECER COMO SUS SACRIFICIOS DELANTE DEL PADRE: para ellos, Yahshua no es ni su Korbán Jatát, ni su Korbán Ashám, ni su Korbán Oláh ni su Korbán Minjá. Por lo tanto, y porque no tienen "chivo expiatorio", sus pecados reposan aún sobre ellos.

 

 

 

 

Prohibición Del Sacrificio Fuera Del Tabernáculo

 

Como ya leímos, todo sacrificio (no nos referimos a la matanza de un animal para consumo), debía ser realizado conforme a las reglas establecidas por Elohim, y si así no lo hiciere, la persona cargaría con su culpa:

 

Si alguien de la casa de Yisrael sacrifica un buey o una oveja o una cabra en el campamento, o fuera del campamento, y no lo trae a la entrada del Tabernáculo de Reunión para presentarlo como ofrenda a Yahweh, delante del Tabernáculo de Yahweh, se le imputará culpa de sangre al tal hombre: ha derramado sangre; ese hombre será cortado de entre su pueblo. Vayikra 17:3-4

 

Hay varios requisitos que debían ser tenidos en cuenta. En primer lugar, el sacrificio debía ser en el tabernáculo y realizado por los sacerdotes designados:

 

Esto es para que los yisraelitas traigan los sacrificios que han estado haciendo al descubierto -para que los traigan delante de Yahweh, al sacerdote, a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y los ofrezcan como sacrificios de bienestar a Yahweh; para que el sacerdote rocíe la sangre sobre el altar de Yahweh a la entrada del Tabernáculo de Reunión, y convierta en humo la grasa como olor grato a Yahweh... Vayikra 17:5-6

 

El sacerdote era quien PRESENTABA LA SANGRE A YAHWEH. Muchos creen que esta parte es irrelevante, porque hoy no tenemos sacrificios de animales, pero si Yahshua ha cumplido con el tipo, ¿dónde vemos esa realidad? EN YAHSHUA OFRECIENDO SU SANGRE PARA COBERTURA NUESTRA, Y EN LOS CREYENTES PRESENTANDO ESE SACRIFICIO AL PADRE. Aunque Yahshua hizo un único sacrificio "de una vez y para siempre", a nosotros nos es ordenado CARGAR EL MADERO A CADA DÍA. Mashíaj hizo una obra perfecta y única, PERO NOSOTROS NO. Para nosotros, la Obra de Mashíaj debe ser aplicada CADA DÍA, no de una vez y para siempre, no porque Él sea sacrificado cada vez, sino porque nuestro caminar es un desarrollo de Su Obra, porque de esta manera, LO MANIFESTAMOS Y GLORIFICAMOS A CADA DÍA.

 

Si alguien de la casa de Yisrael sacrifica un buey o una oveja o una cabra... Vayikra 17:3

 

La palabra que aquí se utiliza es SHAJÁT (H7819), que es traducida normalmente como "degollar", y SIEMPRE es aplicada a los sacrificios (aunque sería mejor traducida como "sacrificar", ya que aplica también a la muerte de las aves, que no son degollamientos). Esta palabra no se utiliza en cuanto a matar un animal para consumo.

 

Presentar los sacrificios en el lugar determinado por Yahweh (el tabernáculo o el templo), ambos son tipos del Cuerpo, de manera que estos sacrificios sólo pueden ser presentados DENTRO DEL MISMO. No hay más permiso para realizar SACRIFICIOS INDIVIDUALES, de manera que los que insisten en sus vidas de "religión individual" no están actuando de acuerdo a los requerimientos de Elohim. Como primogénitos caídos, todos hemos perdido el derecho de hacer sacrificios, y hoy debemos subordinarnos a los sacerdotes dentro del Cuerpo, los "levitas" que están siendo entrenados y levantados para servir a los demás en estos asuntos, y siempre estas cosas para ser ministradas a través de nuestro Kohen Gadol, la Cabeza, y dentro del Tabernáculo, el Cuerpo.

 

Este mandamiento, entonces, es completamente contrario a la forma en que la mayoría de la gente se acerca a Elohim en nuestra cultura. El mundo moderno enfatiza una forma individualista de llegar a Elohim, donde cada uno hace según su propia preferencia en cuanto a cómo, cuándo, dónde y con quién se encontrará con Elohim. Este pensamiento está muy presente en la cosmovisión del mundo moderno y occidental y rara vez es cuestionado. Ha sido ampliamente adoptado por el cristianismo y por el judaísmo, que se han levantado sus propias versiones religiosas acerca de cómo servir a Elohim... un Elohim también inventado, a todas luces, ya que el verdadero es bien claro en estos asuntos y declara que quienes insistan en este comportamiento SERÁN CORTADOS Y CARGARÁN CON LA SANGRE DE SUS PECADOS.

 

La mayoría de los creyentes hoy (oficiales y no-oficiales también, ya que los hay de todos los colores), son "yoístas" en su auto-religiosidad, en la cual cada uno sigue sus propios sentimientos, pensamientos, su propia "voz interior", muchas veces asegurando que esa es la voz del Ruaj, cuando sus actitudes los desenmascaran: ES "LA VOZ DEL RUAJ" SÓLO CUANDO LES DICE ALGO QUE QUIEREN ESCUCHAR... pero jamás lo es cuando les ordena cortar la carne.

 

Entonces, resumiendo, los sacrificios sólo pueden hacerse: 1) a través de los sacerdotes y 2) en el tabernáculo (la congregación). Para honrar a Elohim, un israelita no podía simplemente seguir su corazón, sus sentimientos o sus opiniones... Y TAMPOCO PUEDE HACERLO UN CRISTIANO, UN MESIÁNICO O QUIERA LLAMARSE COMO QUIERA. Ayer, el yisraelita tenía que venir por el camino que Elohim trazó para ellos, que es el mismo que aún está trazado para el tiempo que se llama "hoy".

 

Luego estudiaremos la entrada del pueblo en la tierra, y aunque algunos citan que durante ese tiempo y antes del establecimiento del templo "hubo veces que se levantaron sacrificios fuera del lugar designado", ese concepto está equivocado. Todos los sacrificios ACEPTADOS por Yahweh fueron realizados donde debían ser hechos. Shemuel no habría jamás transgredido las normas del Padre, y las demás citas que se mencionan son órdenes directas de Elohim, que indica que se debe levantar un altar en determinado lugar.

 

 

"Nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios" (pasuk 7). Cuando se llegaba al tabernáculo de reunión y a los sacerdotes designados por Elohim, era para ofrecer el sacrificio a Yahweh, el Elohim del pacto de Yisrael. Debían detener sus sacrificios a los demonios y llevar su sacrificio sólo a Yahweh, en el tabernáculo de Yahweh, realizado por el sacerdote de Yahweh, y comprender que todo lo que sacrificaran fuera estaba dedicado a los falsos dioses.

 

La palabra aquí utilizada es SAIR, que ya conocemos del sacrificio de Yom Kipur, porque significa "macho cabrío".

 

Estas regulaciones eran tanto para los yisraelitas como para los extranjeros que habitaban entre ellos:

 

Diles además: Si alguien de la casa de Yisrael o de los extranjeros que residen entre ellos presenta una ofrenda quemada (Korbán Oláh) o un sacrificio (Zévaj Shelamim), y no lo trae a la entrada del Tabernáculo de Reunión para ofrecerlo a Yahweh, esa persona será cortada de su pueblo. Vayikra 17:8-9

 

Estos extranjeros eran, probablemente, la mayor piedra de tropiezo, porque aunque procuraban las ventajas prometidas a los yisraelitas, ellos mismos no estaban bajo pacto (ninguno de ellos había sido circuncidado, y ninguno lo sería hasta que entraran en la Tierra Prometida), y debían considerarse con el derecho de "andar al margen". Hoy también hay muchos creyentes que, por haber salido de ciertas denominaciones (algo correcto), creen que les está permitido actuar como quieren... de forma libre e independiente. Estos creyentes necesitan circuncidar sus corazones, porque no hay sacrificios fuera de las reglas de Yahweh. ¿Y qué sacrificios ofrecemos hoy?

 

Así que, por medio de él, ofrezcamos siempre a Elohim sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan Su Nombre. Ivrim 13:15

 

De manera que los sacrificios de alabanzas aceptados por el Padre son los que se realizan EN LA CONGREGACIÓN. Esto, por supuesto, no invalida los personales, que son el trabajo en las piedras, siempre que existan los corporativos, que son la edificación de la Casa. Los personales no pueden reemplazar la oración del Cuerpo.

 

De todos los sacrificios, los que más fácilmente se prestaban para el abuso eran los sacrificios de paz. Los otros sacrificios en que se derramaba sangre eran entregados al sacerdote para su consumo, o eran quemados después de haberse rociado la sangre y quitado la grasa. Pero en el caso de las ofrendas de paz, el Adón recibía la sangre y la grosura; el sacerdote, el pecho y la espaldilla derecha (Vayikra 7:34); y el resto del animal era para el oferente y para sus invitados (Vayikra 7:15).

 

Desde el punto de vista humano, las ofrendas de paz tenían otra ventaja. Para ser aceptados todos los demás sacrificios, debían ser de animales perfectos (Vayikra 1:3, 10; 3:1, 6; 4:3, 23, 28, 32; 5:15, 18; 6:6; 9:2-3; 14:10; 22:19-22; 23:12, 18), pero una ofrenda de paz, presentada espontáneamente, no necesitaba ser perfecta. Podía usarse un animal que tuviera "de más o de menos":

 

Puedes, sin embargo, presentar como ofrenda voluntaria un buey o una oveja que tenga de más o de menos; pero no será aceptado para un voto. Vayikra 22:23

 

Ahora bien, aunque algunos sostienen que esto que aquí menciona Vayikra 17 aplica a toda muerte de animal, en verdad no es así: aplica únicamente a los SACRIFICIOS, como bien declara un poco más adelante:

 

Y si algún yisraelita o algún extranjero que reside entre ustedes caza un animal o un ave que se puede comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Vayikra 17:13

 

Esto prueba que el cazar un animal salvaje (apto para la alimentación, por supuesto y sin que entre en cuestión el punto), NO ES CONSIDERADO SACRIFICIO. De hecho, muchos animales aptos para ser comidos eran cazados, por ejemplo los venados y ciervos, PERO NO SON ANIMALES PARA SACRIFICIO. Cuando la persona deseaba comer carne, bastaba que matara al animal y derramara su sangre por tierra, cubriéndola, y podía comer la carne en paz. Esto implica una forma correcta de matar al animal, pero no se trata de un sacrificio.

 

Pero siempre que lo desees, puedes inmolar y comer carne en cualquiera de tus asentamientos, según la bendición que te haya concedido Yahweh tu Elohim. La persona inmunda y la limpia por igual pueden participar de él, como de la gacela y el venado. Devarim 12:15

 

Cuando Yahweh agrande tu territorio, como te ha prometido, y digas: "Voy a comer un poco de carne", porque tienes la urgencia de comer carne, puedes comer dondequiera que desees. Si el lugar donde Yahweh ha escogido establecer Su Nombre queda muy lejos de ti, puedes inmolar cualquiera del ganado o de las ovejas que te da Yahweh, como te he instruido; y puedes comer hasta quedar satisfecho en tus asentamientos. Cómelo, sin embargo, como se comen la gacela y el venado: la persona inmunda puede comerlo junto con la limpia. Devarim 12:20-22

 

E inclusive en estos casos, y como ya fue indicado antes, aun tratándose de animales puros, el yisraelita no podía consumir la gordura:

 

Háblale así a los yisraelitas: Ustedes no deben comer grasa de buey ni de oveja ni de cabra. La grasa de animales que mueran o que sean destrozados por bestias puede usarse para cualquier cosa, pero no deben comérsela. Si alguien come grasa de animales con los que se pueden hacer ofrendas encendidas a Yahweh, la persona que la coma será cortada de su parentela. Vayikra 7:23-25

 

Como podemos ver, la grasa de otros animales (aptos para ser comidos) no tiene prohibición de ser ingerida ni debía ser quemada para Yahweh.

 

Este reglamento debía enseñar a Yisrael a obedecer a Elohim y realizar los sacrificios donde Él indicaba:

 

Miren solamente al lugar que Yahweh su Elohim escoja entre todas sus tribus como Su habitación, para establecer allí Su nombre. Allá han de ir ustedes, y allá habrán de llevar sus ofrendas quemadas y otros sacrificios, sus diezmos y contribuciones, sus ofrendas votivas y voluntarias, y las primicias de sus manadas y sus rebaños... Cuando crucen el Yardén y se establezcan en la tierra que Yahweh su Elohim les está repartiendo, y les conceda seguridad de todos sus enemigos alrededor de ustedes y vivan en seguridad, entonces deben traer todo lo que les ordene al lugar donde Yahweh su Elohim escoja establecer Su nombre: sus ofrendas quemadas y otros sacrificios, sus diezmos y contribuciones, y todas las ofrendas votivas selectas que le prometan a Yahweh... Ten cuidado de no sacrificar tus ofrendas encendidas en cualquier lugar que te plazca, sino solamente en el lugar que escoja Yahweh en uno de tus territorios tribales. Allí sacrificarás tus ofrendas quemadas y allí observarás todo lo que te mando. Devarim 12:5-6, 10-11, 13-14

 

Esto ya prefiguraba la centralidad del templo, que primero sucedería con el Tabernáculo, mismo cuando éste fue colocado en varios lugares diferentes. Pero sobre todas las cosas, esto visaba a que los yisraelitas comprendieran que sólo Yahweh podía traer expiación por sus pecados, que fuera de Él no hay salvación, y que todo lo que el hombre realice "fuera del campamento" es idolatría y adoración a demonios.

 

 

 

 

La Santidad De La Sangre

 

Y si alguno de la casa de Yisrael o de los extranjeros que residen entre ellos ingiere sangre alguna, pondré mi rostro contra la tal persona que ingiere la sangre, y lo cortaré de entre su pueblo. Vayikra 17:10

 

Desde la antigüedad, la gente podía comer o beber sangre como alimento, o a menudo como un ritual o práctica "espiritual". La idea era que el que consumía la sangre recibía la fuerza vital del ser que la suministraba. Elohim ordenó fuertemente que esto no se hiciera en Yisrael, y advirtió que "pondría Su rostro contra" (rechazaría) la persona que comiera sangre.

 

Así, como cuestión de práctica, todos los animales que fueron muertos en Yisrael eran drenados de sangre tanto como fuera posible. No todas las naciones hicieron esto. La prohibición contra comer sangre se convirtió en un aspecto importante de la comida "kosher". Para que la comida sea kosher, se cortaba la arteria carótida del animal, y el animal tenía que sangrar durante un tiempo determinado. A lo largo de los siglos, los fariseos espirituales han ido refinando y aumentando los requisitos para este asunto a puntos jamás solicitados en las Escrituras.

 

En MaAseh 15, el Concilio de Yahrushalayim dijo a los creyentes gentiles de Antioquía, Siria y Cilicia que no debían comer sangre o carne que no se hubiera matado sin drenar ("abstenerse de ahogado", es decir, de un animal muerto cuya sangre no hubiera sido "derramada como agua" y cubierta con tierra). A pesar de lo que digan muchos, ESTE MANDATO CONTINÚA VIGENTE, y realmente todos somos culpables de este asunto, ya que las carnes que comemos no son correctamente matadas según las Escrituras. Por supuesto, las mismas no contemplan, bajo ninguna circunstancia, un tipo de matanza industrial. Necesitamos rogar al Padre que nos perdone por haber estado cargando con esta culpa, y que nos permita encontrar una salida viable, ya que para ello necesitamos regresar a un estilo de vida en el cual podamos tener nuestros propios animales, o al menos poder comprar en carnicerías que respeten la regla bíblica. Mientras tanto, atenernos a los consejos de Shaúl:

 

Coman de todo lo que se vende en la carnicería, sin preguntar nada por motivo de conciencia. Qorintiyim Alef 10:25

 

Porque todo lo que Elohim ha creado es bueno, y no hay que rechazar nada cuando se recibe con acción de gracias; pues es santificado por medio de la palabra de Yahweh y de la oración. Timotio Alef 4:4-5

 

Aun así, no dejemos de orar para que venga Su Reino, en el cual podremos entrar en la Buena Tierra, recuperar nuestra libertad y poder practicar las cosas según lo ordenado por el Adón. Tenemos Abogado que carga con todas estas cosas y se las adjudica a su autor, porque la mayoría estamos completamente imposibilitados de alternativas.

 

 

Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo se la he asignado a ustedes para hacer expiación por sus vidas sobre el altar; es la sangre, como vida, la que realiza la expiación. Vayikra 17:11

 

Elohim indicó que hay un secreto en la sangre: en ella está la fuente de la vida. Cuando la sangre deja de circular, el cuerpo muere. Aunque esto es un tipo de una realidad espiritual, también es una realidad física relacionada con el ámbito espiritual. La diferencia era que entre los paganos, ellos decían: "La vida está en la sangre; debo comerla o beberla y tomar esa vida para mí". El israelita, en cambio, decía: "La vida de la carne está en la sangre y, por lo tanto, pertenece a Elohim y no a mí". Esto enfatizó una idea poderosa: la vida pertenece a Elohim. Elohim pone su rostro contra la persona que toma la autoridad sobre la vida para sí misma. La vida depende de la sangre, se conserva con la sangre y se nutre de ella. Cuando suficiente sangre sale de un cuerpo, la vida sale de ese cuerpo.

 

Yahweh, además, enfatiza el punto más elevado relacionado con la sangre: porque contiene la vida, ella es lo único que puede expiar la muerte. Debido a que la vida de una criatura está en la sangre, la sangre expía la vida de uno. Una vida es sacrificada por otra, y esto establece el sistema de sacrificio SUSTITUTIVO, en el cual la persona realmente culpable traspasa sus pecados a un animal (tipo de Yahshua) para que éste los cargue y pague esa culpa con su sangre, en lugar del culpable. Luego, además, una vez al año tenemos que todos los pecados eran imputados a haSatán (ahora, realizado de una vez por todas por Yahshua, sólo falta la ejecución de ese juicio; mientras tanto, los pecados que le entregamos a Yahshua continúan siendo imputados a Azazel).

 

La idea de que la vida esté en la sangre está dirigida al sacrificio. La mayoría de las ocurrencias de la palabra "sangre" en el Tanaj indican una muerte por violencia, sea asesinato o muerte de animal para sacrificio. Así por lo tanto, el punto central de la mención de la sangre no era de la sangre que fluía por las venas, sino de la sangre derramada, lo que indicaba que la vida había terminado.

 

Por lo tanto, comer sangre era profanarla, era comer algo sagrado:

 

Por eso le digo al pueblo yisraelita: Ninguna persona entre ustedes debe ingerir sangre, ni el extranjero que reside entre ustedes debe ingerir sangre. Y si algún yisraelita o algún extranjero que reside entre ustedes caza un animal o un ave que se puede comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Porque es la vida de toda carne; su sangre es su vida. Por eso le digo al pueblo yisraelita: Ustedes no deben ingerir la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre. Cualquiera que la ingiera será cortado. Vayikra 17:12-14

 

La sangre debe ser "derramada como agua":

 

Pero ustedes no deben participar de la sangre; deben derramarla en el suelo como agua. Devarim 12:16 (ver también pasuk 24, Devarim 15:23)

 

Una vez más, este mandamiento era para todos aquellos que vivían en el antiguo Yisrael, bajo el único reino donde Elohim era reconocido como Rey y su Palabra era la ley de la tierra; no sólo los yisraelitas, sino también los extranjeros que habitaban en medio de ellos. Estos mandamientos no aplicaban a los que "pasaran por sus tierras", es decir, a viajeros ocasionales. Una razón para creer esto se basa en Devarim 14:21, que dice que al menos en algunos casos se permitía que un extranjero comiera un animal que muriera de forma natural. Por lo tanto, el mandato de los pasukim 15 al 16 probablemente se aplica no a todos los extranjeros, sino a aquellos que fueron en algún sentido prosélitos o conversos al culto del Elohim de Yisrael.

 

Nuevamente vemos que la sangre de un animal cazado debía ser derramada y cubierta por la tierra, y el animal (siendo apto para consumo, animal puro). No había carnicerías en la época en la que estas cosas eran escritas, y cada uno faenaba sus propios animales, incluyendo los que cazaban. Yahweh sólo pedía que esta regla a respecto de la sangre fuera respetada.

 

La caza en el Tanaj se realizaba por diversos medios, incluyendo el uso de flechas, lanzas, espadas, palos, fosos y redes (Iyov 41:26-29; YeshaYah 24:17-18; 51:20; Yahjezquel 19:4,8; Mizmor 7:15; 140:5). Además, se utilizaban numerosos dispositivos para atrapar aves (Iyov 18:8-10).

 

Derramar la sangre en el suelo de esta manera honraba la vida que Yahweh había depositado en él. Ciertamente Yahweh mismo dio al hombre el permiso de comer carne en el capítulo 9 de Bereshit, pero ya entonces estableció la prohibición de ingerir sangre:

 

Toda criatura que vive les servirá de alimento, al igual que la hierba verde, les daré todo esto. Sin embargo, no deben comer carne con su vida –su sangre– en ella. Bereshit 9:3-4

 

De manera que, al derramarla por tierra y cubrirla, la sangre quedaba "enterrada" y no podía ser profanada. La vida regresa de esta manera al suelo del que vino. Alegar cuestiones higiénicas o de prevención de enfermedades es irrelevante para el caso, ya que Yahweh no se ocupaba de dar un manual de buenas costumbres y de vida saludable, sino que la simple observación de Sus mishpatim basta para mantenernos dentro de la vida. La salud y sanidad derivan de la obediencia, no de la observación de ciertas reglas con fines sanitarios. Muchos incrédulos tienen estilos de vida sumamente saludables, mucho más que muchos creyentes, y aun así, eso no les garantiza tener la Vida verdadera.

 

Este respeto por la sangre de los animales debería hacernos considerar cómo vemos la sangre de Yahshua. Si, bajo el Antiguo Pacto, la sangre de los animales debía ser respetada, ¿qué hay de la preciosa sangre de Yahshua que hace un Nuevo Pacto?

 

¿Cuánto mayor castigo piensan que merecerá el que haya pisoteado al Hijo de Elohim, y haya considerado de poca importancia la sangre del pacto por la cual quedó santificado y haya insultado al espíritu de gracia? Ivrim 10:29

 

Finalmente, tenemos el caso de las muertes naturales de animales (siempre puros, jamás se habla de comer animales impuros):

 

Cualquier persona, sea ciudadano o extranjero, que coma lo que ha muerto o ha sido destrozado por las bestias lavará sus ropas, se bañará en agua, y quedará impuro hasta la tarde; entonces será limpio. Pero si no lava sus ropas y baña su cuerpo, llevará su culpa. Vayikra 17:15-16

 

Como ya mencionamos, Devarim indica que los que no pertenecían al pueblo (no habitaban de hecho) no necesitaban cumplir las reglas:

 

No deben comer nada que haya muerto de muerte natural; dáselo al extranjero que haya en tu comunidad para que coma, o puedes vendérselo a un forastero. Devarim 14:21a

 

Ahora bien, aun cuando al extranjero residente se le permitía comer de animales muertos naturalmente, esto los dejaba impuros para estar en contacto con los demás, y también ritualmente (tampoco podrían ofrecer sacrificios en el Tabernáculo). Tenían que lavarse y esperar al nuevo día (hasta la noche) para volver a estar ceremonialmente limpios. Si se negaba a hacerlo, permanecería en un estado de impureza ("llevará su iniquidad"). No era cortado ni muerto, simple quedaba fuera de la protección de Yahweh, y probablemente sería visto con malos ojos por la gente.

 

 

 

 

Conclusión

 

Vayikra 17 constituye un recordatorio y una advertencia en cuanto al abuso de los sacrificios. Abusar de los sacrificios es aplicarlos mal, aplicarlos indebidamente, hacer lo que el hombre quiere. Abusar de los sacrificios es aplicar los sacrificios según la elección humana, y no según la edificación de Elohim; es aplicarlos según nuestras preferencias, y no según el deseo de Elohim. Debería haber restricciones con respecto a la aplicación de los sacrificios, mucho más hoy en que tratamos con sacrificios espirituales, lo cual ha venido a convertirse en un gran libertinaje. Nuestros sacrificios no deberían aplicarse en cualquier parte, ni en el lugar que más nos guste, ni en el momento en que se nos ocurra. No debemos aplicar los sacrificios según nuestra predilección, deseo, intención ni deleite, sino según la intención, el deseo y la predilección de Elohim. Elohim ha determinado el uso, la aplicación, de los sacrificios que han sido preparados para Él. Ésta es la razón por la cual el tema de este mensaje trata sobre dos cosas: cuidar debidamente de los sacrificios y cuidar debidamente de la sangre.

 

Primero, debemos cuidar debidamente de los sacrificios, y después debemos cuidar debidamente de la sangre. Los sacrificios (pasukim 5, 7) hacen referencia a Mashiaj. En todo el universo, Mashiaj es el sacrificio único; no obstante, por causa de nuestras necesidades, este único sacrificio llega a ser muchos sacrificios. Es un sacrificio en muchos aspectos: la ofrenda por las transgresiones, la ofrenda por el pecado, el holocausto, la ofrenda de harina y la ofrenda de paz. Por lo tanto, Mashiaj es un sólo sacrificio que llega a ser cinco sacrificios, o un sacrificio en cinco aspectos.

 

En las Escrituras, la sangre hace referencia a la obra redentora de Mashiaj. Mientras que los sacrificios hacen referencia a la persona de Mashiaj, la sangre hace referencia a la obra de Mashiaj. Nuestra fe se basa en la persona y obra de Mashiaj.

 

En el capítulo 17 de Vayikra se les mandó a los yisraelitas que no ofrecieran sus sacrificios en el lugar de su preferencia; más bien, era requerido que llevaran sus sacrificios a un lugar único, al único lugar que Elohim había escogido y designado. El único lugar escogido por Elohim era "la entrada de la Tienda de Reunión", "delante del Tabernáculo de Yahweh" (pasuk 4). Este único lugar —la entrada de la Tienda de Reunión— representa la congregación. Hoy en día la congregación es el lugar del tabernáculo de Elohim, el lugar de la Tienda de Reunión. Él anda "en medio de los candelabros", que son las congregaciones locales. El sacrificio debía ofrecerse únicamente en el lugar donde estaba el tabernáculo. Esto significa que hoy debemos aplicar a Mashiaj en la congregación, el lugar donde Elohim mora. En Vayikra, la morada de Elohim sobre la tierra era el tabernáculo. En la era del B'rit Hadashá en la que estamos, la morada de Elohim es la congregación. Por lo tanto, según lo que significa ofrecer los sacrificios a la entrada de la Tienda de Reunión, debemos aplicar a Mashiaj en la congregación, el lugar donde Elohim mora hoy. Aplicar a Mashiaj fuera de la congregación es abusar de Mashiaj.

 

Elohim ha establecido que bebamos de una sola sangre, que recibamos una sola creencia. La sangre única dispuesta por Elohim es la sangre que Yahshua ha Mashiaj derramó en el madero. No podemos ingerir ninguna otra sangre, ni siquiera la de animales permitidos. La creencia única es creer en el Mashiaj que murió en el madero por nosotros. Sin embargo, los modernistas predican a un Mashiaj distinto del Mashiaj que murió en el madero por nuestra redención. Esto significa que tienen otra creencia. Además, hoy en día se ofrecen sacrificios en todas partes, según las preferencias personales.

 

En la restauración del Adón estamos aprendiendo a ofrecer a Mashiaj en el lugar que Elohim escogió, porque estamos firmes sobre el terreno único de la unidad del Cuerpo de Mashiaj en pro de la vida de congregación. No tenemos ninguna otra posición. No tomamos como base ninguna otra cosa ni persona que no sea la unidad del Cuerpo de Mashiaj. Así, al reunirnos sobre este terreno, el lugar que Elohim escogió, aplicamos debidamente a Mashiaj. Esto es lo que significa ofrecer los sacrificios, aplicar a Mashiaj, conforme a la elección de Elohim.

 

 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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