Instrucciones Para La Kedushá De Los Kohanim 01
Como hemos visto a través de Vayikra, algunas de las leyes
estaban dirigidas al sacerdocio, y otras a las personas en general. Mientras
que los capítulos 18—20 hablaban a la congregación entera de Yisrael, los
capítulos 21 y 22 regresan a la instrucción para los sacerdotes. Como
recordatorio, los sacerdotes venían de la tribu de Leví, pero no todos los
levitas eran sacerdotes, aunque ejercían muchas tareas al servicio del
tabernáculo o del templo; sin embargo, son llamados simplemente "levitas",
nunca sacerdotes. Sólo las familias de la descendencia de Aharón podían ser
sacerdotes, y sólo el primogénito vivo podía asumir el cargo de Sumo Sacerdote,
y de esa línea continuaría a provenir el Sumo Sacerdote.
Entonces, había sacerdotes mayores, había levitas, y un Sumo
Sacerdote. Y cada una de estas clases de servidores tenía responsabilidades
específicas asignadas, obligaciones menores y obligaciones mayores. Sólo los
sacerdotes mayores podían acercarse al altar y oficiar los sacrificios; los
levitas servían en maneras más domésticas, como montando y desmontando el
Tabernáculo del Desierto cuando tenía que ser movido, o limpiar el enorme
volumen de sangre y cenizas que se acumulaban todos los días, ayudar a preparar
los animales de sacrificios (sobre todo en épocas festivas), etc.
Al leer el capítulo 21, vemos que los primeros 9 pasukim
hablan al sacerdote común, mientras que los pasukim 10-15 conciernen sólo al
Sumo Sacerdote. Porque los capítulos 21 y 22 son una unidad, los mismos
trabajan juntos y probablemente nunca deberían haber sido separados.
También podemos dividir Vayikra 21 en dos secciones. La
primera sección, que incluye los pasukim del 2 al 15, trata sobre el vivir
santo requerido para el sacerdocio. La segunda sección, que incluye los pasukim
del 16 al 24, trata sobre lo que nos descalifica de ejercer el sacerdocio.
Aunque la regeneración nos introduce en el sacerdocio santo, podríamos ser
descalificados de ejercer el sacerdocio en algunos aspectos, incluso en muchos
aspectos.
Yahweh le dijo a Mosheh: Háblales a los sacerdotes, los hijos de Aharón, y diles que no se contaminen por un muerto en sus pueblos, excepto por sus parientes más cercanos: su madre, su padre, su hijo, su hija, y su hermano; o por una hermana virgen cercana a él, que no se haya casado, por ella puede contaminarse. Pero no se contaminará con pariente por matrimonio de manera que se profane. Vayikra 21:1-4
El capítulo comienza tratando con la realidad más común de
la vida: y esa es, la muerte. Dentro de la población yisraelita, la muerte
probablemente ocurría diariamente entre las 12 tribus al ellos deambular en el desierto.
La muerte es una abominación para Elohim. La Palabra de Elohim dice que la muerte
es el resultado del pecado; y de acuerdo a Bereshit, la muerte entró en nuestro
mundo a través de la caída de Adam y Javá.
¿Qué es la muerte? La muerte es el fin de la vida. La muerte
física, la clase de muerte con la que estamos más familiarizados, es el fin de
la existencia física. Pero también hay otra clase de muerte, la muerte espiritual;
la muerte espiritual es el final de la existencia espiritual personal.
Esto es lo que sucede con respecto a nuestra muerte física: la
misma sucede la mayoría de las veces porque nuestros cuerpos comienzan a
envejecer, por deterioro. Pero sin importar la razón de nuestra muerte, una vez
que estamos muertos nuestros cuerpos continúan el proceso de desintegración, de
regreso a los elementos básicos del mundo, el cual Elohim llama "polvo".
Este es el destino de nuestro mundo entero; todo en nuestro mundo se está
poniendo viejo y se está descomponiendo. Pero a diferencia de los componentes
no humanos del mundo (animales, rocas, montañas, estrellas, el aire que nosotros
respiramos), no hay un atributo espiritual en la composición de estas cosas. O
sea, estas cosas no tienen ruaj eterno. Por lo que el futuro de todos en
nuestro mundo físico, incluyendo a la humanidad en sus cuerpos, es completa
descomposición física y muerte. Los seres humanos tienen un tipo de ruaj que
vive después de la muerte física.
Esta no era la manera en que el mundo estaba supuesto a
operar, y esto también será resuelto por el Adón en su momento. Ahora bien, tenemos
un pequeño factor que vamos a estudiar y que les va ayudar a entender cómo
entró la muerte en el mundo: EL TIEMPO. El tiempo es esencialmente la medida de
muerte y descomposición. Sin la descomposición el tiempo no existe. Déjenme
decir esto nuevamente: el tiempo es la forma en que se mide el proceso de
muerte y descomposición, no es el transcurrir de las cosas.
La mente humana ha divagado por miles de años acerca del
tiempo, la muerte y la eternidad, y sus conclusiones no son muy satisfactorias
que digamos... la idea en general de la eternidad es bastante confusa, aunque
el principio es correcto: "la eternidad es donde no hay tiempo", pero
entonces las mentes de los hombres divagan acerca de una especie de
congelamiento eterno o un presente constante. En la eternidad realmente LAS
COSAS SE SUCEDEN UNAS A OTRAS, HAY UN ANTES Y UN DESPUÉS, lo que no existe es
UN FIN. No hay deterioro, por lo tanto, y mucho menos muerte. Este es el "espacio-estado"
en el que habita Yahweh con sus ejércitos celestiales, Y ESTO ES LA VIDA
ETERNA. No es un estado de "inmortalidad" como la humanidad ha
desarrollado en su mente. LA ETERNIDAD ES DADA SIMPLEMENTE POR EL HECHO DE QUE
SE ESTÁ CONSTANTEMENTE LIGADO A LA FUENTE DE VIDA: YAHWEH MISMO.
Al igual que los centímetros y kilómetros y mililitros y
gramos, que son usados para medir las diferentes dimensiones físicas de los
objetos (largo, ancho, alto, peso, etc.) el tiempo es usado para medir "la
medida de la descomposición" de los objetos físicos. Las cosas del mundo
espiritual no están sujetas al tiempo porque las cosas espirituales no se
descomponen; sin descomposición, no hay "tiempo", y esto no significa
que las cosas no se sucedan. El tiempo no es "estático", simplemente
no existe el factor "muerte".
Todas las cosas que transgreden son sometidas a juicio, si
bien no necesariamente el juicio es ejecutado de inmediato. Normalmente, el
Juez (Yahweh, y ahora Yahshua recibió esa autoridad para ejercer el juicio
final), dicta sentencia y se pasa un cierto tiempo hasta que sea ejecutada. Con
la humanidad, vemos que el Juez dictó sentencia contra Adam, Javá y la
serpiente en el mismo momento, entonces fueron "mandados a prisión"
hasta que llegue el momento del juicio final y ejecución; este tiempo
determinado es de 7 días: siete semanas de milenios.
Por lo que es importante para nosotros captar que cuando las
Escrituras hablan sobre la eternidad o de lo eterno (ambos estos son términos
espirituales) esto no está tratando de expresar el concepto de un tiempo sin
fin, más bien indica el concepto de que NO HAY YA MUERTE. Entonces, cuando
leemos al final de Hitgalut que la muerte es lanzada al lago de fuego y es
destruida, vemos que allí se termina el tiempo. Entonces, se nos dice que habrá
un nuevo cielo y una nueva tierra después que esta vieja haya sido derretida a
sus elementos y haya sido reformada.
Es mi opinión (en las Escrituras no está exactamente
explícito, pero puede deducirse) que el efecto de la caída de Adam y Javá fue
modelado por la caída de HaSatán. La caída de HaSatán aparentemente afectó al mundo
entero al iniciar la descomposición. La caída de Adam y Javá afectó las
criaturas vivientes que Yahweh eventualmente creó, consistiendo de humanos y de
esas clases de animales que Yahweh llama seres vivientes, y la creación misma, porque
Él había entregado el dominio de todo al hombre. La caída de Adam y Javá inició
la descomposición de toda la creación.
El punto es que Elohim creó un mundo perfecto, y luego Él creó
un ambiente perfecto para que Sus criaturas vivientes habitaran. La descomposición
y la muerte NO eran naturales en el comienzo. La muerte es una aberración
traída a este mundo nuestro por el pecado. Y absolutamente nada en nuestro mundo
está exento de sus efectos. La muerte es opuesta a la vida, y Yahweh es la Vida
misma. Es por esto que la muerte y la descomposición son una gran abominación
para Yahweh, y el motivo por el cual nosotros nunca debemos sentirnos cómodos
con el concepto de la muerte, porque nunca fue la voluntad directa de Elohim que
la humanidad pasara por este proceso de envejecer, deteriorarse y luego el
final de nuestra existencia física. Vean que, aun en medio de este proceso, Él
se acercó a los yisraelitas y les aseguró que si obedecían todas sus ordenanzas,
tendrían sanidad y vivirían todos los años determinados para la vida humana
después de la caída, y aún más, hizo promesa a la humanidad de que Él
resolvería la situación.
Continuamos con los sacerdotes. Como mediadores de Elohim, los
sacerdotes debían de ser separados y se les daba un estatus "divino"
sobre la congregación entera del pueblo separado, las tribus de Yisrael; por lo
tanto, los sacerdotes debían permanecer lejos de la muerte, o quedaban impuros
e inhabilitados para interceder por otros delante de Yahweh, para ejercer su
servicio. Aunque en Su misericordia, Elohim dio a estos sacerdotes la
posibilidad de tratar con la muerte de parientes directos de sangre. En otras
palabras, ningún familiar político estaba incluido entre estas excepciones. Su
hermana natural estaba incluida sólo si ella nunca se hubiera casado y si
estaba viviendo aún en el hogar, porque la autoridad sobre ella aún no había
sido transferida a otro hombre.
Ahora, para ser claros, esta regla de "no tocar un
cuerpo muerto" se extendía más allá de un simple contacto; la misma incluía
evitar las ceremonias de entierro. Aún más, ellos no podían participar en las prácticas
de luto como cortarse el cabello, o tirar polvo o cenizas sobre la cabeza, o
rasgar las vestimentas. En resumen: los sacerdotes no podían tener NADA que ver
con la muerte excepto bajo las cuidadosas circunstancias definidas. El retrato
expuesto aquí es que la muerte no es para los siervos de Elohim; la muerte debe
ser tratada como una abominación para los siervos de Elohim porque el pecado es
una abominación para Elohim.
El propósito de estas leyes era ilustrar la pureza y la
separación del pecado que debía caracterizar al sacerdote, la persona
consagrada al servicio de Yahweh. Un cadáver era una representación del
resultado del pecado en este mundo.
Por lo tanto, en contraste con la mayoría de los sistemas
religiosos paganos de los pueblos vecinos a Yisrael, los sacerdotes no
preparaban los cadáveres para el entierro. La santidad da vida de Elohim
requería que sus sacerdotes kadoshim estuvieran alejados de la muerte. Elohim
no quería que sus sacerdotes y su adoración estuvieran dominados por la muerte,
sino por la vida. Y tampoco quería que sus sacerdotes estuvieran cerca de los
cultos de muerte de los paganos.
Ahora, bien, tenemos un pequeño problema: el de la esposa.
El pasuk 3 no menciona a la esposa, pero muchos piensan que estaba implícito. Al
sacerdote Yahjezquel no se le permitió hacer luto por su esposa, pero algunos
argumentan que, precisamente porque Yahweh ordena que no lo hiciera, estaba
permitido a los sacerdotes el luto por la esposa.
"Hijo de hombre, mira que yo te quito de golpe la delicia de tus ojos. Pero tú no harás duelo ni llorarás, ni correrán tus lágrimas. Gime en silencio; no guardes el luto por los muertos. Cíñete el turbante y ponte las sandalias en los pies. No te cubras el bigote ni comas pan de duelo". Yahjezquel 24:16
Este pasuk 4 de Vayikra siempre ha presentado problemas para
los hebreos. Una esposa, aunque hubiera sido una mujer levita, no era
considerada familiar de sangre de su esposo el sacerdote. Muchos de ustedes
ahora deben estar pensando: ¿Bueno y qué hay con el principio de Bereshit 2:24,
que cuando un hombre y una mujer son unidos en matrimonio ellos llegan a ser
una sola carne? Aquí hay otro ejemplo de nuestro madurar en la fe para que
nosotros podamos distinguir entre el sentido espiritual y físico de las cosas
en las Escrituras. El sentido común y la simple observación nos dicen que
literal y físicamente un hombre y su esposa no se funden mágicamente al decir
las últimas palabras de su ritual de casamiento y desde ese momento en adelante
comparten una pareja de piernas, brazos, narices, oídos, o cualquier otra parte
del cuerpo. Más bien este concepto de "una sola carne" es en un sentido
espiritual y se refiere a una actitud mental que una pareja casada debe adoptar,
y hasta cierto grado es una metáfora de la unidad perfecta de Mashíaj con la
Novia. Aun así, persiste el problema.
Los eruditos hebreos reconocen que desde un punto de vista
espiritual un hombre y su esposa son uno, ejad, pero ellos separan eso del aspecto
físico y biológico. Por lo que la Ley, que indicaba que sólo los parientes de
sangre más cercanos al sacerdote eran los únicos casos de muerte en los que
éste podía contaminarse (después veremos cómo debía purificarse, es el caso de
la vaca roja), excluía a la esposa de estas excepciones. Más tarde en la
historia hebrea esta prohibición fue modificada por algunos escribas que
determinaron que, como Avraham y Yaakov personalmente asistieron a los
funerales de sus esposas, entonces esto debía también ser permitido para un
sacerdote levita. El raciocinio detrás de esta resolución es bastante humano; ellos
determinaron que aun cuando un sacerdote se contaminaría en un grado MUY alto y
serio de impureza al ocuparse de la muerte de su esposa, no obstante era su
obligación hacerlo... aunque esto sólo debía ocurrir cuando el sacerdote y su
esposa no tenían ningún otro familiar cercano que lo enterrara.
Espiritualmente, esto significa que nosotros, los creyentes
del B'rit Hadashá, por ser sacerdotes de Elohim, no debemos comportarnos como
la gente común contaminándonos ni profanándonos. Nosotros, como pueblo santo, estamos
destinados para el sacerdocio santo de Elohim, y como tales, debemos tener
cuidado de no tocar nada que nos contamine o profane. Profanarse es hacerse
común, hacerse mundano, hacerse semejante a aquellos que están en muerte.
Nosotros fuimos santificados, fuimos hechos santos, y no debemos profanarnos
con las cosas muertas de este mundo muerto. Esto incluye mezclarnos con los
hombres, INCLUYENDO NUESTRAS FAMILIAS. Podemos ocuparnos de nuestros parientes
de sangre directos, pero aun así, ESTO NOS CONTAMINA. Aun cuando fuera lícito
al sacerdote ocuparse del funeral de sus padres o de sus hijos, esto lo dejaba
ritualmente impuro y debía pasar por el proceso de purificación.
Lo interesante es que esto es que tipifica la idea de que, como
creyentes, nosotros hemos sido consagrados, y ahora debemos permanecer separados
de cualquier cosa que sea impura, y Yahweh nos da la orden:
Por eso, ¡Salgan de en medio de ellos, y apártense! dice Yahweh. No toquen lo inmundo, y yo los recibiré... Qorintiyim Bet 6:17
Ésta es una cita directa del Tanaj:
¡Apártense! ¡Apártense! ¡No toquen nada inmundo mientras salen de ella! ¡Manténganse puros mientras salen de ella, ustedes los que llevan los utensilios de Yahweh! YeshaYah 52:11
En la Escritura no hay NADA más impuro que la muerte. Aunque
nosotros somos mandados por el bien del amor y la misericordia a ir a las
personas impuras de este mundo y llevarles la Palabra de Elohim que trae salvación
y el mensaje de la reconciliación, somos llamados a NO MEZCLARNOS. Por eso el
ritual de purificación es por medio de agua, y es el mismo que ya vimos Yahshua
indicó debíamos continuar realizando (espiritualmente hablando, obviamente):
Yahshúa le dijo: "El que se ha lavado no tiene necesidad de
lavarse más que los pies, pues está todo limpio. Ya ustedes están limpios, aunque
no todos". Yahanan 13:10
Ya ustedes están limpios por la palabra que les he hablado. Yahanan 15:3
En otras palabras: no se trata de que por hacer misericordia
a los que aún están en el mundo, ni por llevarles el Mensaje, que estamos
liberados de toda contaminación, entonces, será siempre necesario purificarnos
como Él ordenó. Los "muertos espirituales" no se ven en un funeral, sino
que podemos estar en contacto con ellos todos los días, así que debemos "lavarnos
los pies" todos los días.
Deben entender que hay una GRAN diferencia entre ministrar a
los impuros de este mundo y unirse con ellos. Nosotros NUNCA debemos
comprometer los principios de Elohim, ni suavizar la verdad, ni llegar a ser
parte de los impuros en nuestra conducta para así ministrarles. Nosotros no
debemos estar en UNIÓN con los impuros; Shaúl específicamente nos da el ejemplo
de evadir relaciones sexuales ilícitas con los impuros porque el sexo mismo es
una unión sagrada. El crear esta clase de unión entre lo puro y lo impuro es tével,
confusión. Es la mezcla impropia (o yugo desigual), la que un creyente siempre
debe evadir, y esto no aplica únicamente al matrimonio, sino también a todo
tipo de relación: laboral, de estudio, etc.
Instrucciones Para La Kedushá De Los Kohanim
02
No se deben afeitar ninguna parte de su cabeza, ni cortarse los lados de la barba, ni hacerse heridas en la carne. Vayikra 21:5
La misma ley fue dada a Yisrael en general en Vayikra 19:27-28.
Allí, el precepto estaba relacionado con los ritos paganos para el entierro y
el luto. La idea aquí es la misma. Los profetas de Baal se cortaban a sí mismos
para impresionar a su falso dios:
Así que ellos gritaban más fuerte y se cortaban el cuerpo con cuchillos y con lanzas, conforme a su costumbre, hasta hacer chorrear la sangre sobre ellos. Melajim Alef 18:28
Los sacerdotes que servían a Yahweh, el Elohim de Yisrael, tenían
prohibido hacer esto en los ritos de luto o en cualquier otro contexto. Ningún pelo
de la cabeza debe ser cortado. Los lados de la barba es lo que llamamos hoy en
día las "patillas". Los sacerdotes hebreos tenían que tener todo el
pelo en la cabeza y la barba, como ya estudiamos. Esto era tan válido para los
sacerdotes como para el resto de los hombres, aunque había situaciones en las
que se permitía, cómo ya vimos en caso de lepra, y veremos en el nazireato, pero
de lo que aquí se habla es dentro del contexto de las costumbres comunes de
luto, que ellos traían de las naciones.
Una de las razones para esta prohibición es que estas reglas
aplican a aquellos que "presentan
las ofrendas encendidas al Adón, el alimento de su Elohim":
Deberán ser santos para su Elohim y no profanar el nombre de su Elohim; porque ellos presentan la ofrenda encendida a Yahweh, el alimento de su Elohim, así que deben ser santos. Vayikra 21:6
Si decimos que somos sacerdotes de Elohim (y para eso
estamos siendo entrenados), entonces Sus reglas deben ser seguidas aún más
escrupulosamente... no menos. Piensen en su posición, como creyentes en Yahshua,
y mediten en eso por un minuto. Nuestra redención (comprada a un precio alto)
no es una tarjeta gratuita para salir de la cárcel. Nuestra redención es un
compromiso con nuestro Adón de obedecerle a Él HASTA QUE LLEGUE EL MOMENTO DE
RECIBIR LA HERENCIA QUE NOS HA SIDO PROMETIDA.
La Torah fue entregada por escrito a los yisraelitas para
dar a conocer al mundo LA LEY QUE YAHWEH GRABARÍA EN LOS CORAZONES DE TODOS, cada
uno en su momento determinado, de manera que esta Torah es la ley para aquellos
que Él separa y salva para Sí mismo. La ley externa no alcanza para salvar, como
queda claro en las Escrituras, pero tampoco es el objetivo ELIMINAR ESA LEY, como
el cristianismo asegura, porque Yahshua es claro:
Fariseo ciego, limpia primero el interior del vaso PARA QUE TAMBIÉN EL EXTERIOR QUEDE LIMPIO. MattiYah 23:26
Como se puede ver, si unimos esto al dicho del propio Adón
de que Él no vino a abolir la Torah sino a llevarla a su plenitud (que es la
ley grabada en nuestros corazones, que es "Mashíaj
en nosotros, esperanza de vida"), entendemos que TODAS LAS PARTES SON
IMPORTANTES Y TIENEN LA MISMA VIGENCIA, pero que el interior es lo que da vida
y luz al exterior. El aceite dentro de la lámpara es lo que hace que la luz
pueda brillar hacia afuera. Nosotros debemos ser perfectos como Él es perfecto,
y vean cómo es el arca:
Enchápala de oro puro; enchápala POR DENTRO Y POR FUERA... Shemot 25:11
El otro punto es lo que aquí se indica acerca de que el
sacrificio es "la comida para Elohim". ¿Comida para Elohim? ¿Acaso
Elohim come comida? Esto también se menciona a continuación:
...porque ellos presentan la ofrenda encendida a Yahweh, el alimento de su Elohim... porque son santos para su Elohim y debes tratarlos como santos, ya que ellos ofrecen el alimento de tu Elohim; serán santos para ti, porque yo Yahweh que te santifico soy santo... Vayikra 21:6b, 7b-8
La palabra usada para "comida" en este pasaje es LÉJEM
(H3899). Y léjem es una palabra muy general y común en hebreo para todo tipo de
"alimento básico", que también quiere decir PAN.
Las culturas paganas estaban muy familiarizadas con el hecho
de que sus ofrendas de holocausto eran la comida de los dioses, de forma
literal; que si ellos no tenían esos sacrificios de comida, los dioses iban a
estar hambrientos, y con el tiempo algunos hasta podían debilitarse por falta
de comida, y eso traería falta de "protección" al pueblo, porque
podrían ser atacados por otras naciones y ser vencidos por sus dioses mejor
alimentados. Pero Elohim declarara a Yisrael que esos eran falsos dioses. En
verdad, Yahweh no necesita "alimento", ni tampoco sacrificios: misericordia
es lo que Él quiere, ¿verdad?
Como sacerdotes de Elohim, nosotros somos en realidad los "cocineros"
de Elohim. El hecho de que ofrezcamos Mashiaj a Elohim significa que nosotros "cocinamos"
a Mashiaj como alimento para la satisfacción de Elohim. Nosotros necesitamos
comer, y Elohim también necesita comer. Él no come a Mashíaj, SÓLO COME AL
MASHÍAJ QUE NOSOTROS LE PRESENTAMOS, es decir, al que hemos experimentado y
ofrecemos a Él como sacrificio. Uno no puede ofrecer un sacrificio, por ejemplo,
por la culpa, A MENOS QUE HAYA SIDO PRIMERO PERDONADO. ¿Cómo alimentamos a
nuestro Adón? ¿Le servimos banquetes diarios, ofreciéndole todas las veces que
en el día experimentamos a Mashíaj y cortamos nuestra carne, o lo matamos de
hambre?
No deben casarse con una mujer profanada por la prostitución, ni casarse con una que se ha divorciado de su esposo. Vayikra 21:7
La frase que aquí es traducida como "mujer profanada
por la prostitución" (ramera o prostituta en otras versiones), es "ishshá
zonah va'jalaláh", que literalmente significa "mujer adúltera o
fornicaria que ha sido perforada". En este sentido, la cuestión es muy
estricta, ya que aquí no se habla de una prostituta. La diferencia entre una
mujer "degradada por un acto de fornicación" y una prostituta es que
la última hace de esta actividad un "trabajo remunerado", mientras
que en el primer caso tenemos a una mujer que ha fornicado o adulterado en al
menos una ocasión. Una mujer que había caído una o dos veces, en el pecado de
fornicación NO era considerada una prostituta. Más bien ella no era ideal ni de
carácter lo suficientemente puro para ser elegible para casarse con un sacerdote.
Por eso vemos que, para el sacerdote, la prohibición es
mucho más restrictiva. El caso del divorcio es casi el mismo: esa mujer ya
perteneció a otro hombre y ella fue rechazada (y como sabemos, la única causa
legal de divorcio es adulterio), por lo que no es apta para casarse con un
sacerdote.
El punto aquí no es en sí que ella ha tenido trato carnal
con otro hombre por casamiento (eso es algo perfectamente legal), sino que fue
rechazada por adulterio; esa es la mancha. La Torah especifica una única causa
para el divorcio: el adulterio, cualquier acto de inmoralidad sexual. Eso es lo
que quiere decir con "que ha
encontrado algo reprochable en ella" en Devarim:
Un hombre toma una esposa y la posee. Ella no logra agradarlo porque él encuentra algo ofensivo acerca de ella, y le escribe un acta de divorcio, se la entrega y la despide de su casa... Devarim 24:1
La palabra traducida como "ofensivo" o "reprochable"
es en hebreo ERVÁ (H6172), que literalmente quiere decir "desnudez, confusión,
indecencia". Ervá es un término sexual. En nuestro lenguaje moderno, sería
mejor traducido como "el encontró
que ella había cometido sexualmente un acto inmoral..." No fue hasta
un poco antes de Yahshua que los discípulos de Hillel intentaron hacer del
divorcio uno menos restrictivo, diciendo que este pasuk aplicaba a muchas otras
clases de "infidelidades" aparte de la sexual. Justo hasta ese
momento era la infidelidad sexual la que tenía bases legales para el
divorcio... lo cual significa que SIGUE SIENDO LA ÚNICA ESTABLECIDA POR YAHWEH,
y las otras no son aceptables a Sus ojos.
El sacerdote podía casarse con una viuda (que ya no era
virgen, evidentemente), pero únicamente viuda de sacerdote:
No tomarán por esposa una viuda, ni una divorciada, sino sólo vírgenes de la descendencia de la Casa de Yisrael, o una viuda que sea viuda de un sacerdote. Yahjezquel 44:22
El sacerdote no puede casarse con una mujer que no sea de su
mismo "linaje", espiritualmente hablando. Por supuesto, esto aplica a
los que buscan casarse cuando ya son creyentes, un punto a tener en cuenta
ANTES del matrimonio, y no con los que puedan haber nacido de nuevo cuando ya
casados, y que el cónyuge no los acompañe.
Por lo que la idea aquí es que un hombre no debe casarse con
una mujer que se ha mostrado ser capaz de una actividad sexual inmoral, a
través de vender su cuerpo o por medio de infidelidad conyugal.
Cuando la hija de un sacerdote se contamina por prostitución, es a su padre a quien contamina; la echarán al fuego. Vayikra 21:9
La semana pasada nosotros hablamos de la obligación de los
hijos a sus padres y que el no honrarlos propiamente merecía la pena de muerte.
Aquí en el pasuk 9, nosotros tenemos un buen ejemplo de lo que "no honrar"
quería decir; la hija de un sacerdote que comete un acto de inmoralidad sexual
debe ser quemada porque ella deshonra más allá que a ella misma... ella ha
deshonrado a su padre. En nuestra sociedad, se acostumbraba mirar para otro
lado a la inmoralidad sexual; ahora la misma es celebrada. Esto puede parecer
cruel a muchos, pero abran los ojos y observen el cuadro. El sacerdote es un
tipo de Elohim, un hombre kadosh, y su hija lo menosprecia al prostituirse. Así
son también las religiones, sectas y denominaciones que se van cada una tras
sus "amantes". Yahweh siempre las acusa de prostitución, y esto
merece la pena del juicio de fuego de Elohim.
En el capítulo 20, y aquí nuevamente en el capítulo 21, vemos
una clasificación de pecados en una clase de jerarquía de malo a peor, y los
castigos prescritos, recordando que todo pecado es una violación en contra de
la santidad de Elohim, Su voluntad y Sus leyes. Y a muchos les alarma que
después de años de haber sido enseñados que este Elohim amoroso, que perdona, lleno
de misericordia y de paz, es el mismo Elohim que demanda que las personas sean
quemadas por alguna transgresión seria que cometieron en contra de Él. Que Él
va a eliminar la vida rápidamente, y hacer desaparecer a su pueblo de Su presencia,
para proteger y defender Su Santidad. Y que cuando Él dice que alguien debe ser
perfecto para poder estar ante Su presencia, Él quiere decir PERFECTO.
Esto es lo que pasa: aquellos que no han entregado el señorío
de sus vidas a Yahshua TODAVÍA enfrentan estas mismas consecuencias: SER
LANZADOS EN EL JUICIO DE FUEGO... Eshdat, ley de fuego de Yahweh, que no es lo
que la mayoría imagina por lo que les han enseñado. El juicio de fuego de
Yahweh quema todo lo que no sirve y no está alineado con Él, es un juicio justo
y no de destrucción (aunque a la carne pueda parecerle todo lo contrario).
Ciertamente puede que muchos no reciban los castigos por sus crímenes aquí y
ahora, porque Elohim ha entregado la justicia a los gobiernos humanos, los
cuales la mayoría han decidido irse en contra del sistema de Ley y Orden de
Elohim, y han establecido sus propios sistemas. Por lo que nosotros vivimos
esos resultados todos los días.
Independientemente de las consecuencias, las maldiciones de
la Ley serán enfrentadas por aquellos que no conocen a Yahshua... aunque no
será un tormento eterno, sino un juicio correctivo. Recuerden que es aquí en
Vayikra que Elohim le dice a Yisrael que si ellos no hacen como Él les ha
instruido, ÉL MISMO CORTARÁ A ESOS TRANSGRESORES, pero además, sabemos que nos
hará responsables:
Si yo digo al impío: "¡Morirás irremisiblemente!", y tú no le adviertes, no le hablas para advertir al impío de su mal camino para salvar su vida, el impío morirá por su pecado; pero yo demandaré su sangre de tu mano. Pero si tú le adviertes al impío y él no se aparta de su impiedad ni de su camino impío, él morirá por su pecado, pero tú habrás librado tu vida. Yahjezquel 3:18-19
Por favor escuchen lo que estoy a punto de decirles: estos
castigos prescritos para las violaciones más serias de la Ley o para las más
diminutas, TENDRÁN QUE SER RESPONDIDOS Y PAGADOS; hasta el último. No importa
si la violación ocurrió en el tiempo del Tanaj, o en los tiempos del B'rit
Hadashá, o hace 5 minutos. Y no importa si el que cometió esas transgresiones
es un pagano o un creyente. Cada pecado que yo cometí, cada una de esas leyes
que yo he violado DEBEN ser pagadas, sin excepción alguna. De lo contrario la
santidad de Elohim es un chiste, y cuando Él da un mandamiento, el mismo es
vacío y sin sentido. Ahora bien, si yo no pago por mis pecados ALGUIEN MÁS VA A
PAGAR... ese es el sistema de justicia que Elohim ha establecido. Alguien va ser
quemado en el fuego por ustedes o por mí, por ejemplo en este caso, si
cometemos un acto de inmoralidad sexual. Alguien va ser apedreado a muerte por ustedes
o por mí por cometer una blasfemia. Pero en el acto más asombroso de
misericordia que el mundo jamás haya conocido, el Dador de la Ley, el Dador de
la Torah, el que hizo las leyes y decidió las consecuencias de las mismas, EL
QUE NO VINO A ABOLIRLAS, se prestó como voluntario para ser ese alguien que
toma los incontables castigos que ustedes y yo seríamos obligados a pagar.
Cuando Yahshua estaba colgado de ese madero Él estaba siendo
quemado a muerte por Su Padre un millón de veces más. Yahshua fue apedreado a
muerte por un derrumbe de piedras que venían de la furia de Elohim. Él fue
cortado, separado de su pueblo y de Su Padre... desterrado por las incontables
transgresiones cometidas por nosotros. El llevó todas esas consecuencias
horribles, una por una de esas atrocidades, todas las cosas que nosotros hemos
pasado los últimos meses estudiando, ahora piensen en todas las que cada uno de
nosotros cometió en su vida, y todos los millones de personas que viven hoy, y
todos los miles de millones que ya murieron... y las que todavía faltan a
futuro. Todas las que no son colocadas bajo Su sangre, mantienen sus
consecuencias (y tampoco se colocan bajo su sangre de manera caprichosa, como
muchos creen que todo lo que hacen les es perdonado porque "Él es bueno y
los ama". Realmente es bueno y los ama, pero no llamará bueno a lo malo.
Para ser perdonados es necesario ESTAR ARREPENTIDOS, es decir, sentirse
verdaderamente mal por lo hecho, al punto de evitar volver a hacerlo). Y cuando
Él estaba creando esas leyes Él sabía por adelantado que sería Él mismo quien
pagaría el precio en lugar de nosotros. Recuerden esto la próxima vez que su
carne insista en ser rebelde y autogobernarse, porque es el sacrificio de
Yahshua lo que despreciamos cada vez que pecamos.
Y ahora, redimidos y sin tener que enfrentar los terribles
juicios de Elohim en contra de nosotros, ¿cómo se atreve el pueblo de Elohim a minimizar
lo que Yahshua hizo, declarando que todos esos pecados que se han amontonado
por violar esas leyes de la Torah, ya ni siquiera importan porque "la
Torah ha sido abolida"? ¿Que esos principios y mandamientos que Él hizo
desde los Cielos, y vino a la tierra a pagar el precio por su violación, ahora
están obsoletos y terminados y no importa si los siguen cometiendo? Tal vez la
carne se sienta mejor convenciéndose de que Elohim resolvió el problema del
pecado sencillamente al deshacerse de las leyes, pero eso no es así. Él pagó la
multa que la ley establecía, NO ELIMINÓ LA LEY. La Ley permanece, al igual que
sus consecuencias; es sólo que Yahshua es nuestro sustituto; Él es el portador
de esos castigos horribles requeridos por esas leyes. Nosotros no hemos sido
liberados de guardar las leyes... PORQUE ESA ES LA LEY QUE ÉL PROMETIÓ GRABAR
EN NOSOTROS, Y ESO ES LO QUE ÉL ESTÁ HACIENDO:
Pero ésta será la alianza que haré con la Casa de Yisrael después de aquellos días –declara Yahweh: PONDRÉ MI TORAH EN SU INTERIOR Y LA ESCRIBIRÉ EN SU CORAZÓN. Entonces yo seré su Elohim, y ellos serán mi pueblo. YirmeYah 31:33
Nosotros debemos salir de aquí hoy libres, agradecidos, firmes
y decididos a obedecerle, no en nuestras fuerzas, sino sometiéndonos al Ruaj
para que Él grabe en nosotros LA TORAH DE YAHWEH. No una nueva ley, no una
nueva cosa, SINO LO INAMOVIBLE Y PERMANENTE DE ELOHIM: SU PALABRA.
La Torah está viva y es real. Y las maldiciones y las
bendiciones de la Torah están vivas y son reales. La pregunta aquí es ¿Quién
carga con las maldiciones? Él ofrece a TODOS ser Él mismo quien las carga... a
cambio de que cada uno TOME SU MADERO Y LO SIGA, NEGANDO SU YO. Esta no fue una
orden dada a los apóstoles antes de su muerte para que dejaran de cumplirla así
que Él fuera clavado en el madero...
Ciertamente, yo no estoy diciendo que la manera práctica de
aplicar cada una de esas leyes y mandatos deba ser exactamente igual a como lo
fueron históricamente. Hay nuevas costumbres, otras han desaparecido y ya ni
siquiera nos hacen sentido, y Él nunca es rígido en cuanto a las aplicaciones:
lo que debemos hacer es GUARDAR LOS PRINCIPIOS, LA ESENCIA DE CADA ORDENANZA,
PARA GUARDAR "JUICIO Y JUSTICIA", "mishpat u'tzedaká",
renovando el ruaj a cada día, permitiéndole fluir y ser siempre fresco.
Instrucciones Para La
Kedushá Del Kohen Gadol
A partir del pasuk 10, como ya dijimos, tenemos las
instrucciones para el Sumo Sacerdote.
El sacerdote que está por sobre sus compañeros, sobre cuya cabeza se ha vertido el aceite de la unción y quien ha sido ordenado para llevar las vestiduras, no debe desgreñarse la cabeza ni rasgar sus vestiduras. No debe ir donde haya algún cuerpo muerto; no debe contaminarse siquiera por su padre o su madre. No debe salir del santuario y profanar el santuario de su Elohim, pues sobre él está la distinción del aceite de la unción de su Elohim, yo Yahweh. Vayikra 21:10-12
Con el pasuk 10 nosotros nos movemos de tratar con los
sacerdotes ordinarios al Sumo Sacerdote. El Sumo Sacerdote tenía la
responsabilidad especial de honrar y representar la santidad de Elohim. Él tenía
una unción especial con aceite y debía llevar vestiduras especiales (Shemot
28:1-30). Las leyes que se aplicaban a los otros sacerdotes se aplicaban a él
también, pero veremos que aun con mayores restricciones.
El pasuk define el Sumo Sacerdote como el que recibe la
unción del aceite. De hecho, en la consagración sacerdotal (según vimos en el
capítulo 8) él es el único que es ungido con aceite, los sacerdotes regulares
no lo son. Cuando leemos sobre el sumo sacerdote, y su unción especial y sus
vestiduras, pensamos en Yahshua. Yahshua fue un sumo sacerdote, pero no según
el orden de Aharón. Yahshua fue un sumo sacerdote según el orden de
Melki-Tsedeq (Ivrim 5:1-11).
Y la primera cosa que es discutida aquí es lo mismo que en
el caso de los sacerdotes comunes: la muerte en la familia del Sumo Sacerdote.
Inmediatamente notamos una diferencia: el Sumo Sacerdote no puede tocar NINGÚN
cuerpo muerto, ni tampoco participar en un funeral, ni siquiera en el de sus
padres. No puede estar en el mismo cuarto donde hay un cuerpo muerto. Y una de
las razones principales para esto es porque el Sumo Sacerdote es el ÚNICO al
que se le permite entrar en el Lugar Santísimo.
El Sumo Sacerdote es un tipo de Mashíaj, nuestro Kohen
Gadol, mientras que los sacerdotes representan a sus hijos más dedicados,
aquellos que lo siguen "adonde quiera que Él va". Las ordenanzas que
vimos antes aplicaban a estos hijos, y las que vemos ahora aplican a Yahshua ha
Mashíaj.
Aquí vemos el orden creciente de santidad: Yisrael como nación
era llamado a la santidad (Vayikra 19:2). Sin embargo, los sacerdotes eran
llamados a una mayor santidad (21:1-9). Y a su vez, el sumo sacerdote era
llamado a una santidad incluso mayor que la de los sacerdotes comunes. Esto
confronta la diferencia de "nivel espiritual" que existe entre el
Sumo Sacerdote, que representa al propio Mashíaj, los sacerdotes menores, los
creyentes que trabajan en Su Obra y finalmente, el pueblo del campamento.
Entonces, ¿a qué obedecen las diferencias entre estos requisitos de kedushá,
santidad? A LA PROXIMIDAD DE CADA UNO DE ELLOS A ELOHIM. Cuanto más cercanos a
Él, mayor debe ser el nivel de pureza, por eso el único que podía entrar en el
Lugar Santísimo era el Sumo Sacerdote, y únicamente una vez al año. Si los
sacerdotes comunes pretendían entrar, eran muertos (recordar el caso de Nadav y
Avihú). Ni hablar de un yisraelita común del pueblo.
Entonces, necesitamos ver las cosas correctamente: no se
trata de pretender tener una conducta políticamente correcta diciendo: "He decidido ser parte del pueblo
común, así que no necesito esforzarme, con obedecer los mandamientos alcanza
para mi estatus social". Todos somos llamados a ser reyes y sacerdotes
(y cuando tienen que reclamar derechos, ahí se acuerdan todos), de manera que debemos
esforzarnos por "salir del campamento y entrar en el tabernáculo",
ahora que el sacerdocio ya no está restringido a un linaje de sangre. De manera
que si estamos alejados de Su presencia, no es porque "no nacimos dentro
de la familia de Aharón", SINO PORQUE NUESTRA CONDUCTA NO ES LO
SUFICIENTEMENTE PURA COMO PARA ESTAR MÁS CERCA DE SU PRESENCIA. No se trata de
nuestras circunstancias, sino de nuestro comportamiento y nuestras
decisiones... se trata de DÓNDE COLOCAMOS NUESTRO CORAZÓN.
Puede casarse solamente con una mujer que sea virgen. Con una viuda, o una divorciada, o una degradada por prostitución –con estas no puede casarse. Solamente una virgen de su propia parentela puede tomar por esposa –para que no profane su prole entre su parentela, pues yo Yahweh lo he santificado. Vayikra 21:13-15
El Sumo Sacerdote podía casarse sólo con una virgen de la
familia sacerdotal. Ahora bien, ningún sacerdote jamás se casaría con una
muchacha que no fuera virgen (ni tampoco la mayoría de los hombres yisraelitas),
pero los sacerdotes regulares podían casarse con una muchacha de cualquier
tribu de Yisrael, a pesar de que la costumbre casi siempre se encerraba dentro
de la misma tribu. Aquí Yahweh no establece de qué tribu debían ser las mujeres
de los sacerdotes comunes (repito, lo más común sería que ellas también fueran
levitas), pero para el Sumo Sacerdote la cosa se restringía bastante, ya que
debía buscar una esposa sólo dentro de ciertas familias de su tribu; ella debía
venir de las clases más altas de los sacerdotes.
Esto simboliza a nuestro Adón Yahshua, quien está levantando
a Su Novia a partir de sí mismo. Ella tiene que ser del linaje sacerdotal, para
que "no se profane su prole entre su parentela".
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