Hoy en día, pese a que muchas personas oran, no ganan mucho de Mashiaj. Si cada uno solamente ora para que su familia, su deleite de paz, para que proteja a sus hijos de todo daño y peligro, y para que su negocio prospere, no verá el verdadero significado y propósito de la oración. Ni siquiera lo verán aunque oren por las familias de sus hermanos (lo cual no quiere decir que no deban hacerlo, sino que ESO NO ES EL TODO DE LA ORACIÓN).
Por ejemplo, antes de
que vayan a visitar a alguien, a realizar cierta actividad, a ayudar a los
santos o a predicar la Besorah, e inclusive ANTES DE IR AL TRABAJO, DE LIMPIAR
LA CASA O DE RESPONDER A ALGUIEN, primero debemos tener contacto con Mashiaj y
preguntarle: "¿Estoy haciendo el
bien, ayudando a otros y llevándote a los demás valiéndome de mí mismo o de Ti?
¿Estoy haciendo todas estas cosas por mí mismo o por medio de Ti?".
Las mismas cosas pueden tener su origen en dos fuentes diferentes; podemos
tener dos procedencias para hacer las cosas: por nosotros mismos o por Mashiaj.
De la misma manera, lo que procede de diferentes fuentes tendrá diferentes
resultados.
Debemos comprender
que no sólo el odio procede de nosotros, sino que también el amor puede
proceder de nosotros mismos. Por lo tanto, no sólo debemos rechazar nuestro
odio, sino también nuestro amor, porque ambos son naturales y carecen del
elemento de Elohim. Debemos procurar tocar la presencia del Adón, porque en Él
está el amor y es por medio de Él que amamos a los demás. Al tocarle de este
modo, no seremos nosotros los únicos que aman, sino que también Él amará. Así,
cuando nosotros amemos a otros, Él también los amará.
Ahora bien, ya que
nuestro amor puede provenir de nosotros mismos o de Mashiaj, ¿cómo podemos
conocer la diferencia? ¿Cómo sabemos si nuestro amor procede de nosotros o de
Mashiaj? Esta pregunta es difícil de contestar, porque su respuesta también
procede del ruaj, pero básicamente, el amor que Mashíaj nos da es por TODAS LAS
PERSONAS, no por algunas únicamente. Si amamos a algunas personas "más que
a otras", ese amor "agregado" es natural. El amor de Mashíaj es
universal, es un amor ágape que ama a todos por igual, no por ellos mismos,
sino PORQUE SON HERMANOS Y TODOS TENEMOS UN MISMO PADRE, HOY O A FUTURO. Él no
nos ve como somos sino en lo que, a través de Él, seremos transformados. Así
debemos nosotros mirar a los demás y amarlos por lo que todos (incluyéndonos)
seremos una vez completada la Obra de Mashíaj. Pero si amamos a unos más que a
otros, simplemente estamos exponiendo nuestras PREFERENCIAS. Ese es el amor
natural: ese amor se irrita o se agrada de acuerdo a si los demás responden o
no a nuestras expectativas. Pero el amor ágape de Mashíaj no ve a la persona
que HOY ES, sino que ve a su Mashíaj interior que busca crecer, y entonces
puede ver la persona en la cual se convertirá: un hermano o hermana mezclado
con Mashíaj.
Esto mismo se aplica
a virtudes tales como la bondad, la mansedumbre y la humildad. Si nuestras
virtudes proceden de nosotros mismos, nos jactaremos de nosotros mismos y
condenaremos a otros. Sin embargo, si nuestras virtudes son de Mashiaj, otros
las percibirán, pero nosotros mismos no tendremos ningún sentir de eso. Podemos
ver este principio ejemplificado en Moshe. La gente veía que su rostro
resplandecía, pero él mismo no lo veía (Shemot 34:29). Algunos podrían
preguntar: "Si uno no siente lo que
está haciendo, ¿cómo puede hacerlo? Si uno no siente que es manso, ¿cómo puede
ser manso?". Aparentemente esto es paradójico, pero en realidad,
cuanto más vivimos en nuestro ruaj, más y mejor podemos conocer y percibir lo
que procede del yo y lo que procede de Mashiaj. Cuando tengamos un sentir claro
de que algo procede de nuestro yo, debemos rechazarlo, SIN IMPORTAR SI ES BUENO
O ES MALO, y refugiarnos en el ruaj. En ese momento, Mashiaj se manifestará por
medio de nosotros. Tenemos que aborrecer y rechazar no sólo el yo maligno, sino
también el yo bueno. No se olviden de que hemos comido del Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal, y eso es lo que nos lleva a tener constantes
planteamientos acerca de lo que es "bueno" y "malo", y
decidir entre lo que haremos. Muchos no se han planteado aun lo que significa
tener ese árbol, pero en él reside la raíz de lo que llamamos "libre
albedrío", por medio del cual creemos que tomamos decisiones (cuando en
verdad siempre hemos sido esclavos condicionados).
Pero si hemos sido
engendrados de nuevo de lo alto, estamos siendo conformados a la imagen y
semejanza de Yahshua, y entonces podemos salir del viejo hombre y entrar en el
nuevo hombre. Y también, sólo podremos hacer esto si en primer lugar, hemos sido
quebrantados. Si no se abre una brecha en el hombre exterior, jamás podremos
"salirnos" de él para manifestar el hombre interior. Podemos hacer
esto porque internamente hemos recibido una revelación. Hemos visto que Mashiaj
tiene un lugar en nosotros, y que Él desea ser nuestra nueva vida y nueva
naturaleza. Debido a que hemos visto esto, debemos impedir a toda costa (y con
gran esfuerzo, "golpeando nuestro cuerpo") que nuestro yo maligno
reemplace a Mashiaj, ni tampoco permitiremos que nuestro yo bueno reemplace a
Mashiaj. Nosotros tenemos un viejo hombre maligno/benigno. Si realmente hemos
sido iluminados, veremos que hay muchas cosas en nosotros que son enemigas de
Mashiaj y que hay muchos asuntos en nosotros que son sustitutos de Mashiaj, a
veces "disfraces sustitutos", con los que el viejo hombre pretende
engañar a los demás y a nosotros mismos. Si somos iluminados, veremos que todas
estas cosas son frustraciones para Elohim y para Mashiaj, no porque puedan ser
frustrados, sino porque impiden Su manifestación y retrasan nuestro
crecimiento. Ciertamente ninguno de nosotros podrá impedirlo en Sus designios y
Su voluntad será cumplida.
Que Elohim tenga misericordia de nosotros y nos quite estos sustitutos y estorbos para que Mashiaj pueda aumentar y crecer en nosotros. Recordando que Él no nos toca con una varita mágica y nos transforma, sino que nos expone repetidas veces para que veamos el problema, a fin de que lo reconozcamos, nos arrepintamos y se lo entreguemos. Finalmente, Mashiaj se mezclará con nosotros al grado en que nosotros y Él, Él y nosotros, seremos absolutamente uno solo. En esto radica la verdadera espiritualidad y el verdadero crecimiento espiritual. Éste es el propósito eterno de Elohim y la obra que Elohim realiza.
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