Entonces Yahweh Elohim formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz el aliento de vida, y el hombre vino a ser un ser viviente. Bereshit 2:7
Cuando Elohim creó al
hombre en el principio lo formó con el polvo de la tierra, y luego sopló
"el aliento de vida" en su nariz. En cuanto el aliento de vida entró
en contacto con el cuerpo del hombre, tuvo origen el alma. Por eso las
Escrituras llaman al hombre "un alma viviente". El aliento de vida se
convirtió en el alma del hombre, es decir, el principio de vida de la carne en
él. Esta expresión es la misma que se utiliza para todos los seres vivos,
incluyendo los animales.
La palabra traducida
normalmente como ALIENTO es NESHAMÁ, que significa (según la Strong) resoplido,
viento, furia o aliento vital. El Diccionario de Hebreo Bíblico dice que
significa simplemente Jadear (y por implicación surgen las otras imágenes de
resoplido, aliento que sale de la boca, etc.). Este es el "aliento de
vida" que Yahweh sopló en el hombre.
Ya el original de la
palabra "vida" en "aliento de vida" (Bereshit 2.7) es JÁI y
está en plural. Esto porque el soplar realizado por Elohim produjo una vida
doble: anímica y espiritual. Cuando el aliento de Elohim entró en el cuerpo del
hombre se convirtió en el ruaj del hombre (aliento de vida y conexión con el
Eterno), pero cuando el ruaj "reaccionó" con el contacto del cuerpo
se creó el alma. El alma es la parte PROPIA DE CADA HUMANO, aquella que
contiene sus características anímicas individuales y que lo diferencian del
resto de los hombres.
La palabra usada para
ALMA es NÉFESH, o sea, "que respira", que ha recibido el aliento de
vida que respira. El alma es la parte del hombre que se ha formado al recibir
el aliento de vida: LA RESPIRACIÓN DE YAHWEH CREA UN ALMA QUE RESPIRA, EL
ALIENTO DE YAHWEH CREA UN ALMA QUE TIENE SU ALIENTO DE VIDA DENTRO DE ELLA.
¿Qué sería entonces
lo que diferencia al hombre de los animales, que también son llamados seres
vivos, JAI NÉFESH? Obviamente la forma en que el hombre fue creado, RECIBIENDO
EL SOPLO DIVINO EN SUS NARICES, algo que Yahweh no hizo con ninguno de los
otros animales, que sin embargo, también respiran y tienen aliento de vida. Las
Escrituras siempre hablan del ruaj y del alma del hombre, pero a pesar de que
llama a los animales como seres vivos (jai néfesh), en ningún momento indica
que tengan ninguna de estas partes, ni siquiera alma. Sin embargo, sabemos que
contienen aliento de vida que los hace respirar, ESTAR VIVOS. Pero el alma como
tal es algo que sólo se dice que el hombre tiene, porque el alma, entre otras
cosas, tiene la conciencia de sí misma.
Sin el ruaj, el
hombre sería (y es, de hecho) más que los animales: porque tiene alma que tiene
conciencia de sí mismo, está vivo, tiene sus facultades humanas, pero no tiene
relación alguna con el Creador, y esto es, en cierta medida, lo que vemos que
sucede con los no creyentes, que tienen el ruaj muerto (inactivo y desconectado
del Creador, una situación que deviene del pecado). Pero los creyentes reciben
la semilla del ruaj de Yahshua ha Mashiaj cuando nacen de lo alto, de manera
que reciben, en su nuevo hombre, ese órgano nuevo, que los capacita para volver
a cargar con la Imagen y Semejanza del Creador:
Les daré un corazón nuevo y pondré un ruaj nuevo dentro de ustedes. Yahjezquel 36:26a
Durante muchos años
tuve la comprensión de este asunto de acuerdo a la revelación que había sido
dada a hermanos dentro del Cuerpo. Inclusive la tenía al escribir las dos
primeras versiones de esta serie. Sin embargo, los caminos del Ruaj son un
fluir constante, y ÉL SIEMPRE ESTÁ AMPLIANDO SUS REVELACIONES A MEDIDA QUE NOS
ACERCAMOS A LOS TIEMPOS DE SU COMPRENSIÓN. De manera que aquí comparto esa
revelación ampliada.
El cristianismo
siempre ha pensado que el ruaj del hombre estaba muerto y que es regenerado
cuando nace de nuevo. Pero como podemos ver si leemos Yahjezquel, Yahweh habla
de UN RUAJ NUEVO. No uno viejo reparado. Uno nuevo.
De manera que esta
comprensión es aún más clara: cuando recibimos nuestro nuevo hombre, en él
también recibimos el nuevo ruaj, EN EL CUAL YAHWEH COLOCARÁ SU RUAJ:
Pondré Mi Ruaj dentro de ustedes... Yahjezquel 36:27
Entonces, el ruaj es
la vida espiritual y el alma es la vida del cuerpo, pero están interligados (o
deberían, en la situación ideal fuera de la caída). El alma es la parte PROPIA
DE CADA HUMANO, aquella que contiene sus características anímicas individuales
y que lo diferencian del resto de los hombres.
Ahora vamos a hacer
una distinción más de esas que tanto abundan en las Escrituras, y es entre vida
y Vida, las distinguimos cuando leemos en que una la escribimos con mayúscula
(en nuestras traducciones, claro) para indicar que se trata de una vida
superior: la Vida del ruaj, mientras que la otra es la vida con minúscula, la
vida del alma (que es la del cuerpo). Sin embargo, los dos principios o chispas
tienen el mismo nombre, aunque funcionan en ámbitos diferentes: el ámbito
espiritual y el físico.
Tampoco debemos
confundir el ruaj del hombre con el Ruaj haKodesh de Elohim. El Ruaj de Yahweh
es Su ruaj así como nuestro ruaj es el de cada uno, y sin embargo, al haber
recibido el nuevo hombre que contiene nuestro nuevo ruaj, en la medida en que
vamos haciendo crecer la semilla de Mashíaj en nuestro interior, A TRAVÉS DEL
RUAJ DE MASHÍAJ, QUE ES UNO CON EL PADRE, HOY PODEMOS SER UNO CON AMBOS.
Romaniyim 8:16 explica su diferencia al afirmar que "el Ruaj mismo da juntamente testimonio a nuestro ruaj, de que
somos hijos de Elohim". Aquí vemos que la conexión con el Ruaj de
Yahweh es no sólo lo que da Vida (con mayúscula) a nuestro ruaj, sino lo que
nos hace uno con Él, cuando fluimos correctamente. Esto es lo que hace Mashíaj,
que es el ruaj vivificante: da vida a nuestro nuevo ruaj.
Después de la caída,
el ruaj humano de Adam y Javá MURIÓ EN SU CONEXIÓN A YAHWEH, y sólo pudieron
transmitir un órgano muerto a sus descendientes. Sin embargo, este órgano, que
nos conecta al mundo espiritual, continuo siendo utilizado (y continúa aún hoy)
por las personas que BUSCAN ESA CONEXIÓN. Los satanistas y ocultistas que
establecen pactos, usan este canal. Y es por este motivo que Yahweh NO PUEDE
USARLO. La Vida no puede estar en contacto con nada que haya sido tocado por la
muerte. Quien tocaba un cuerpo muerto quedaba contaminado hasta la noche, dicen
las Escrituras, y eso es válido para el ruaj humano. Nuestros rujot han quedado
corrompidos por la muerte, como el resto de nuestros cuerpos adámicos. Por eso
Yahweh no podía habitar en nosotros hasta que Mashíaj estableciera el
sacrificio que encerrara el viejo pacto y nos diera acceso al Nuevo, en el que
recibimos NUEVO HOMBRE, CON CORAZÓN DE CARNE Y RUAJ NUEVO. En ese nuevo ruaj
podemos, ahora sí, recibir el Ruaj de Yahweh.
Cuando hablamos de
muerte relacionada a algo que es completamente espiritual, no podemos pensar en
cajones y velorios: MUERTE ES SEPARACIÓN DEL ELOHIM DE LA VIDA, no se trata de
que el ruaj dejó de existir, sino de que nuestro ruaj humano que recibimos de
Adam, aunque existe aún, está vacío de "vida eterna" porque fue
separado de la Fuente de Vida. Este ruaj "muerto" ha perdido la
capacidad de entrar en contacto con Yahweh, PORQUE LA MUERTE NO PUEDE ACERCARSE
A LA VIDA. Recuérdenlo, porque después comprenderán por qué tantas cosas que
hacen algunos para "agradar" a Elohim no pasan de tentativas humanas
que no pueden ser aceptadas porque no provienen del ruaj sino del alma (son muy
fáciles de confundir al principio, porque como antes de nacer de lo alto nunca
vivimos por el ruaj sino únicamente por el alma, no sabemos bien distinguirlos
y a veces creemos que son del ruaj cosas que son del alma). Cuando nacemos de
lo alto recibimos el nuevo ruaj, que es el que nos capacitará para adorar, lo
veremos más adelante.
Adam, antes de la
caída, no sabía nada de estas incesantes luchas del ruaj y la carne que son ya
algo cotidiano para nosotros. Había una perfecta interacción de sus tres
naturalezas en él, y el alma, como medio unificador, era su individualidad, su
existencia como ser distinto de otros, su personalidad. Por eso el alma queda
en el medio, entre el cuerpo y el ruaj, y actúa como intermediaria,
transmitiendo la información obtenida a través de los sentidos y emociones del
cuerpo al ruaj, y recibiendo las órdenes y comandos de éste para gobernar al
cuerpo. Esto, repetimos, en un estado ideal.
Los malajim fueron
creados como ruajim, rujot, pero el hombre fue creado de manera predominante
como alma viviente. Era inferior ("Tú
lo hiciste un poco inferior a los malajim..." Mizmor 8:5), pero al
mismo tiempo pasible de convertirse en mucho más. El hombre no sólo tenía un
cuerpo, un cuerpo con el aliento de vida; también se convirtió en un alma
viviente. Por eso veremos más adelante en las Escrituras que Elohim a menudo se
refiere a los hombres como "almas". ¿Por qué? Porque lo que es el
hombre depende de cómo es su alma. Su alma le representa y expresa su
individualidad. Es el órgano de la libre voluntad del hombre, el órgano en el
cual el ruaj y el cuerpo están totalmente fusionados. Si el alma del hombre
quiere obedecer a Elohim, permitirá que el ruaj gobierne al nombre según lo
ordenado por Elohim. El alma, si lo decide, también puede reprimir al ruaj y
tomar algún placer reinando sobre el hombre, usurpando un cargo que no le
pertenece. O bien puede obedecer a los otros usuarios del ruaj (este canal con
el mundo espiritual): los demonios y potestades del aire.
Se puede ilustrar en
parte esta "trinidad" de ruaj, alma y cuerpo con una bombilla
eléctrica. Dentro de la bombilla, que puede representar al conjunto del hombre,
hay electricidad, luz y alambre. El ruaj es como la electricidad, el alma es la
luz y el cuerpo es el alambre. La electricidad es la fuente de la luz, mientras
que la luz es el efecto de la electricidad. El alambre es la sustancia material
para transportar la electricidad, así como para manifestar la luz. La
combinación del ruaj y el cuerpo produce el alma, que es única del hombre. De
la manera que la electricidad, transportada por el alambre, es expresada en la
luz, así también el ruaj actúa sobre el alma, y el alma a su vez se expresa por
medio del cuerpo.
Sin embargo, debemos
recordar bien que mientras el alma es el punto de encuentro de los elementos de
nuestro ser en esta vida presente, el ruaj será el poder dominante en nuestro
estado de resurrección. Porque las Escrituras nos dice: "Se siembra cuerpo natural, resucitará cuerpo espiritual. Hay un
cuerpo natural, y hay un cuerpo espiritual" (Qorintiyim Alef 15:44).
Sin embargo, aquí hay un punto vital: los que hemos sido unidos a Yahshua
resucitado podemos conseguir incluso ahora que nuestro nuevo ruaj gobierne todo
nuestro ser. Al recibir nuestro nuevo hombre, ya no estamos unidos al primer Adam
(que lamentablemente continúa en nosotros, y es el viejo hombre), que fue hecho
un alma viviente, sino al último Adam, que es un ruaj vivificante (o "que da vida", pasuk 45).
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