27 de octubre de 2021

RYJ16 - El Poder Del Perdón

 

El Poder Del Perdón

 

El Jubileo es todo sobre el perdón. La ley misma habla de la cancelación y el perdón de las DEUDAS en este día, pero en las Escrituras, todo pecado es considerado como una deuda. Y así, los escritores del B'rit Hadashá hablan de las deudas como el equivalente del pecado. Por ejemplo, en la Oración del Adón, leemos en MattiYah 6:12: "Y perdónanos nuestras deudas, como también hemos perdonado a nuestros deudores". En Luka 11:4, se lee: "Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que están en deuda con nosotros".

 

El Jubileo no se trata sólo del perdón de las deudas monetarias, SINO TAMBIÉN, Y MUCHO MÁS ESPECIALMENTE, DE LOS PECADOS. Aquellos que pecan contra sus vecinos son considerados deudores de sus víctimas ante los ojos de Elohim y su ley. Todas las víctimas de injusticias son acreedores y tienen ciertos derechos ante la ley de Elohim. Si claman a Elohim por justicia, Él oirá. Shemot dice de las viudas y los huérfanos:

 

No maltratarán a ninguna viuda ni huérfano. Si ustedes los maltratan, yo escucharé su clamor tan pronto como clamen a mí... Shemot 22:22-23

 

En la ley de Elohim, sólo las víctimas tienen el derecho de perdonar el pecado. El juez no tiene tal derecho. Si un ladrón es condenado por robar mil dólares, el juez no tiene derecho a perdonarlo. Debe imponer precisamente lo que la ley especifica. Sólo la víctima tiene el derecho de perdonar el pecado, si así lo desea.

 

Elohim ha hecho a todos los hombres víctimas de injusticia de alguna manera. Todos han experimentado la injusticia del pecado. La mayoría de los hombres se enojan y, a menudo, se indignan por estas injusticias. Pero aquellos que conocen el corazón de Elohim y el carácter de Yahshua ha Mashiaj pueden aprender a lidiar con estas injusticias de una manera un tanto inusual. Ellos entienden que Elohim es soberano y que nada les sucede, excepto que Elohim tiene el conocimiento y el poder para trabajar por su bien (Romaniyim 8:28). Los que realmente creen esto son los que no se enojan cuando están personalmente sujetos a la injusticia. Han aprendido a perdonar a quienes les hacen mal y a regocijarse cuando los hombres los persiguen. La postura de los vencedores se resume en las bienaventuranzas:

 

Felices los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino del Cielo. Felices los que lloran, porque ellos recibirán consuelo. Felices los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Felices los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia. Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Elohim. Felices los que practican la paz, porque a ellos los llamarán hijos de Elohim. Felices los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino del Cielo. Felices ustedes cuando los insulten y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi causa, mintiendo. MattiYah 5:3-11

 

 

Estos son los vencedores, personas que han sido llamadas a un reino superior de revelación, conocimiento y comprensión de Elohim. Algunos han pensado erróneamente que cuando les suceden cosas malas, es porque Elohim está enojado con ellos o los está juzgando por algo que hicieron mal. Elohim nos trae disciplina, por supuesto, pero a menudo estas cosas suceden para que podamos convertirnos en los acreedores del mundo y herederos de todas las cosas. El mundo ha perseguido a los vencedores para que puedan ser los principales herederos de todas las naciones.

 

Más que eso, los vencedores son personas que han experimentado el Jubileo. Es decir, han aprendido a liberar a los hombres de la esclavitud y de la prisión del pecado (deuda). Han aprendido a no guardar rencor a sus perseguidores, sino a regocijarse porque Elohim los ha encontrado dignos de someterse a estas pruebas de fe. Estos son los vencedores. La calificación principal de un vencedor, uno que aspira a alcanzar la Fiesta de Sukot, es ser un perdonador. Uno no puede entrar en Sukot sin pasar primero por Yom Kipur. Ese es el orden de los días festivos, y este proceso no puede ser evitado.

 

Los vencedores son hombres y mujeres que Elohim pretende poner en posiciones de gobierno en su Reino. Son capaces de gobernar sin prejuicios y con igualdad de justicia para todos, porque tienen básicamente el mismo corazón de perdón y amor que Yahshua. Más que eso, los vencedores tienen un corazón para declarar el Jubileo en la tierra, que liberará a las naciones en la próxima Era de Sukot. Como acreedores (goelim), ellos y sólo ellos conservan el derecho legal de perdonar la deuda que tienen con ellos, y realmente tienen el corazón para hacerlo. Han llegado a comprender que las injusticias que han experimentado les dan el derecho de declarar el Jubileo en cada perdón, y esto resuena en su corazón.

 

El poder del perdón siempre trascenderá el poder del rencor. El poder del amor siempre trascenderá el poder del pecado. El bien y el mal no tienen igual poder. Elohim y haSatán no son dos dioses iguales en el universo. No hay equilibrio de poder en los cielos, no hay coexistencia eterna de pecado y justicia. El final de las Escrituras describe el final de la historia de esta manera:

 

Y oí a toda criatura que está en el cielo y sobre la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, diciendo: "Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y el poder por los siglos de los siglos". Los cuatro seres vivientes decían: "¡Amén!". Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron. Hitgalut 5:13-14

 

Este es el Jubileo, y estas son las personas del Jubileo. Ellos son perdonadores, y enseñarán perdón a todos.

 

La Gracia Depende Del Perdón

 

En la parábola de MattiYah 18:21-35, el sirviente que se negó a perdonar la deuda de su prójimo se encontró nuevamente prisionero de su deuda de 10.000 talentos. ¿Cómo puede ser esto?

 

Para muchos predicadores, este es uno de esos "pasajes difíciles" en las Escrituras, porque intentan relacionarlo con la salvación de uno. Al hacerlo, terminan enseñando que si nosotros, como creyentes, no perdonamos a todos los que nos hicieron daño, entonces perderemos nuestra salvación. El problema con este punto de vista es que, en esencia, exige perfección y, por lo tanto, supone una carga para los creyentes que no pueden soportar. Si tal visión fuera correcta, ¿quién podría ser salvado?

 

Los creyentes ciertamente deben aprender a perdonar, pero esta no es una cualidad que ellos siempre manifiestan inmediatamente después de su conversión. La capacidad de perdonar es fácil sólo para aquellos que nunca han sido perjudicados de manera importante. Para la mayoría, sin embargo, el perdón es posible sólo durante un período de tiempo en el que el Ruaj trabaja en sus vidas. La amargura y la falta de perdón no desaparecen automáticamente con la salvación, NI LA JUSTIFICACIÓN DE LA PERSONA ESTÁ LIGADA A LA CAPACIDAD DE PERDONAR O ERRADICAR LOS AÑOS DE AMARGURA EN EL CORAZÓN.

 

La justificación es sólo por la fe. Después de que uno es justificado, entonces Elohim comienza a trabajar en el corazón del creyente para erradicar las obras de la carne, la amargura, la falta de perdón. Esto es parte del proceso de santificación, no de justificación. Por lo tanto, la parábola de Yahshua no nos enseña cómo "permanecer salvos". No se trata de "caer de la gracia". Nos está mostrando la diferencia entre el vencedor y el creyente en general.

 

 

 

 

Los Vencedores Son Los Perdonadores

 

Si aspiramos a ser parte del remanente que no será vendido como esclavo al final de esta era, deberemos conocer y practicar la ley del Jubileo en nuestra vida personal. Si no, serán vendidos en una especie de cautiverio, y como Yisrael bajo Moshe, "morirán en el desierto" (Bamidbar 26:65) sin recibir la herencia prometida en la Primera Resurrección. No necesariamente morirán físicamente, pero no heredarán la Vida en la "Cosecha de Cebada". Pueden heredar una herencia de tierra en el Reino, pero no recibirán la herencia de la "tierra" perdida por Adam, el cuerpo glorificado. Aquellos que no son glorificados en este primer tiempo designado deben esperar una Resurrección posterior al final de la Era de Sukot.

 

El remanente de los vencedores no es un grupo de superhombres y supermujeres superespirituales. No requiere gran inteligencia o gran espiritualidad formar parte de este grupo. No tienen que ser un gran profeta, o ganar miles de almas para Mashiaj, o realizar grandes milagros. Sólo hay un requisito: APRENDER A PERDONAR A SUS DEUDORES. La clave es la obediencia a la ley del jubileo.

 

Porque si ustedes perdonan a los demás sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco su Padre les perdonará sus ofensas. MattiYah 6:14-15

 

Parafraseando esto, si practicamos el principio del Jubileo hacia los demás, Elohim hará lo mismo con nosotros. Y particularmente al final del último período de gracia de la Congregación, cuando Él hace las cuentas de la Congregación, AQUELLOS QUE CANCELAN TODAS LAS DEUDAS DE LOS DEMÁS SERÁN LIBERADOS DE TODAS SUS PROPIAS DEUDAS, PARA QUE PUEDAN REGRESAR A SU VERDADERA HERENCIA (TRANSFIGURACIÓN E INMORTALIDAD) EN LA PRIMERA RESURRECCIÓN).

 

La historia de la antigua Yahrushalayim es el patrón hacia la Nueva Yahrushalayim. La historia de la antigua Bavel es el patrón hacia el misterio Bavel en nuestros días. Si queremos ser parte de la compañía remanente de los vencedores, debemos leer YirmeYah 34 y MattiYah 18. De eso tratan estos pasajes.

 

La palabra que le llegó a YirmeYah de parte de Yahweh cuando Nabucodonosor rey de Bavel y todo su ejército, y todos los reinos de la tierra y todos los pueblos bajo su dominio combatían contra Yahrushalayim y contra sus ciudades: Así ha dicho Yahweh el Elohim de Yisrael: "Ve háblale a Sedequías, rey de Yahudah, y dile que así dijo Yahweh: Voy a entregar esta ciudad en manos del rey de Bavel, y la incendiará". (...) El profeta YirmeYah le habló todas estas palabras a Sedequías, rey de Yahudah, en Yahrushalayim, cuando el ejército del rey de Bavel combatía contra Yahrushalayim y contra las ciudades de Yahudah que habían quedado —contra Lakhish y contra Azeqá, porque éstas eran las únicas ciudades fortificadas de Yahudah que habían quedado. La palabra que le llegó a YirmeYah de parte de Yahweh, después que el rey Sedequías hizo un convenio con todo el pueblo en Yahrushalayim para promulgarles libertad —para que cada uno dejase en libertad a su esclavo o a su esclava hebreos, de modo que ninguno retuviera a sus hermanos yahuditas como esclavos. Todos, los oficiales y el pueblo, que habían participado en el convenio, concordaron en dejar en libertad, cada uno a su esclavo o a su esclava, para no mantenerlos esclavizados más; cumplieron y los dejaron en libertad. Pero después cambiaron de parecer e hicieron volver a los hombres y mujeres que habían dejado en libertad, y los sometieron a la esclavitud otra vez.

Entonces fue que le llegó la palabra de Yahweh a YirmeYah, de parte de Yahweh, diciendo: Así dice Yahweh, el Elohim de Yisrael: "Yo hice una alianza con sus padres cuando los saqué de la tierra de Mitsráyim, de la casa de esclavitud, diciendo: "Al séptimo año cada uno de ustedes debe dejar en libertad a su hermano hebreo que se les haya vendido; cuando te haya servido seis años, debes dejarlo ir libre". Pero sus padres no me escucharon, ni prestaron atención. Últimamente ustedes se habían vuelto a mí y habían hecho lo correcto ante mis ojos, y cada uno de ustedes proclamó libertad a su hermano; y ustedes habían hecho un convenio en mi presencia, en la Casa que lleva mi nombre. Pero ahora ustedes se han vuelto atrás, han profanado mi nombre; cada uno de ustedes ha vuelto a tomar a su esclavo y cada una a su esclava que habían dejado en libertad, y los han forzado a ser sus esclavos otra vez.

Ciertamente, así ha dicho Yahweh: Ustedes no me han obedecido en proclamar cada uno liberación a su pariente y a su hermano. Miren, yo proclamo la entrega de ustedes —declara Yahweh— para la espada, para la pestilencia, y para el hambre; y haré que sean motivo de horror a todos los reinos de la tierra. Haré que los hombres que traspasaron mi alianza y que no han cumplido las palabras del convenio que hicieron en mi presencia, (sean) como el becerro que cortaron en dos partes para pasar en medio de las mitades: A los oficiales de Yahudah y de Yahrushalayim, a los funcionarios, a los sacerdotes y a todo el pueblo del país que pasaron entre las partes del becerro, los entregaré a sus enemigos, a los que buscan sus vidas. Sus cadáveres servirán de comida a las aves del cielo y a los animales de la tierra. A Sedequías el rey de Yahudah y a sus oficiales los entregaré en manos de sus enemigos que buscan sus vidas —del ejército del rey de Bavel, quienes se han retirado de ustedes. Ahora doy órdenes —declara Yahweh— mediante las cuales los traeré de nuevo contra esta ciudad. Ellos la atacarán y la capturarán, y la incendiarán. A las ciudades de Yahudah las convertiré en una desolación, sin habitantes". YirmeYah 34:1-2, 6-22

 

Yahrushalayim fue impía todos sus días. Apedrearon a los profetas y establecieron ídolos en sus corazones continuamente. Sin embargo, cuando llegó el final del período de gracia, todo se reducía a un único punto: ¿liberarían a todos los que los habían ofendido (que tenían deudas)? ¿Harían lo que Yahshua hizo en el madero, orando: "Padre, perdónalos"? ¿Harían lo mismo que hizo Esteban, el primer mártir, quien, como él estaba siendo muerto injustamente, oró: "Adón, no pongas este pecado a su cargo" (MaAseh 7:60)? ESTO ERA LO ÚNICO QUE YAHWEH LES ESTABA PIDIENDO HACER ANTES DE DAR POR ENCERRADO SU PERÍODO DE GRACIA. Si lo hubieran hecho, habrían recibido tiempo extra para aprender.

 

En MattiYah 6:12, Yahshua nos enseñó a orar: "Y perdónanos nuestras deudas (transgresiones) como perdonamos a nuestros deudores (los que transgreden contra nosotros)". Los que pecan contra nosotros están en deuda con nosotros, de acuerdo con la ley de Elohim. Somos sus acreedores. Si retenemos sus pecados contra nosotros, serán retenidos; y si liberamos sus pecados, son liberados (Yahanan 20:23).

 

EN OTRAS PALABRAS, SI INSISTIMOS EN PRESENTAR CARGOS CONTRA QUIENES NOS HACEN DAÑO, ELOHIM NOS RESPALDARÁ COMO NUESTRO ABOGADO (griego, parakleto, Yahanan Alef 2:1), porque la ley siempre está del lado de la justicia. PERO SI DECIDIMOS RETIRAR TODOS LOS CARGOS Y PERDONAR LAS OFENSAS DE OTROS, ELOHIM TAMBIÉN RETIRARÁ TODOS LOS CARGOS EN NUESTRA CONTRA. Cuando Yahshua y Esteban retiraron todos los cargos, estas no eran sólo palabras vacías. Fueron habladas como decretos en la corte del cielo más alto, y Elohim efectivamente retiró todos los cargos. Ellos eran las víctimas, Y ÚNICAMENTE LAS VÍCTIMAS TIENEN EL PODER SUPREMO DE PERDONAR A SUS OFENSORES.

 

Como en los días de YirmeYah, hoy tenemos una opción idéntica, que determinará si escapamos de la espada de Bavel o no. Podemos retener las deudas de los hombres manteniendo rencor contra ellos, o podemos declarar un Jubileo sobre todos nuestros deudores.

 

¡Qué maravilla que Elohim lo hiciera tan simple que cualquiera pudiera ser parte del remanente de los vencedores! Hasta que leí YirmeYah 34 y MattiYah 18, pensé que tenía que alcanzar algún tipo de santidad tal como la define la Iglesia; sin embargo, todas mis obras, mi educación, incluso mi fe, demostraron ser trapos sucios. Todo lo que hice parecía sólo demostrar que era incapaz de todo.

 

La calificación para el estado remanente no es una cuestión de trabajo, no importa cuán buenos sean esos trabajos. No calificaremos haciendo milagros o dedicando largas horas a la oración diaria, o disciplinándonos para leer las Escrituras durante muchas horas al día. Los milagros son buenos, y es aún mejor orar y leer las Escrituras. Este puede ser el camino hacia una mejor comprensión de la Palabra, lo que ciertamente es útil, pero no es el camino hacia el estado remanente. No fuimos salvos al disciplinar la carne; ni seremos perfeccionados disciplinando la carne.

 

¿Tan insensatos son? Habiendo comenzado en el espíritu, ¿ahora terminarán en la carne? GalutYah 3:3

 

Esta es una buena noticia para todos los creyentes, excepto para aquellos que están orgullosos de ser llamados Doctores en Teología o Grandes Hombres de Fe, aquellos que aman mirar hacia abajo desde sus torres elevadas de supra espiritualidad y agradecer a Elohim que no son como otros hombres, o aquellos que practican el ascetismo estricto y viven vidas austeras para "abofetear la carne" y hacerla espiritual.

 

TALES HOMBRES ENCONTRARÁN QUE LA LEY DE JUBILEO ES UNA OFENSA, PORQUE LAS PUERTAS AL ESTADO REMANENTE SE ABREN ASÍ INCLUSO A LOS CREYENTES MÁS HUMILDES. NO NECESITAN TÍTULOS EN TEOLOGÍA, NO DEBEN LLAMARSE PASTOR O REVERENDO, NO NECESITAN ESCRIBIR BOLETINES O LIBROS, NO NECESITAN ESTAR EN LA RADIO O EN LA TELEVISIÓN PREDICANDO LA BESORAH AL MUNDO. NI NECESITAN GUARDAR FIESTAS, USAR ROPAS ESPECÍFICAS NI APRENDER CREDOS ESPECIALES.

 

Las personas del remanente serán amas de casa comunes, abuelos, hijos, hombres y mujeres que viven y trabajan en el mundo real, personas que no tienen un llamado para ir a Seminarios, iniciar ministerios o predicar grandes sermones. Son personas pobres que deben trabajar para ganarse la vida y viven presionadas en sus tiempos por el sistema.

 

Es hora de que tomemos el Reino de las manos de los "grandes hombres de Dios" y de los jajamin, y pongamos al Reino al alcance de los pequeños. De los tales es el Reino de los cielos, como Mashíaj sabía muy bien:

 

En aquel tiempo Yahshúa oró y dijo: "Te alabo, oh Padre, Soberano del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. MattiYah 11:25

 

...y dijo: "En verdad les digo que si ustedes no se vuelven y se hacen como los niños, jamás entrarán en el reino del Cielo". MattiYah 18:3

 

Y le dijeron: "¿Oyes lo que dicen éstos?". Yahshúa les dijo: "Sí. ¿Nunca han leído: "De la boca de los niños y de los lactantes te proporcionaste alabanza"?". MattiYah 21:16

 

 

 

 

Cómo Mantener El Jubileo

 

Las personas son siempre personas. Somos los mismos que nuestros antepasados en Yahrushalayim en los días de YirmeYah, quienes pudieron perdonar a sus deudores un día, pero se volvieron atrás al día siguiente. Es muy fácil perdonar, y la mayoría de las personas lo hacen, hasta la siguiente vez que su vecino los ofende... o peor aún, hasta la siguiente vez en que recuerdan los hechos. De repente, ¡todas las viejas ofensas vuelven a aparecer!

 

Muchos perdonarán en la cara a alguien, pero luego chismorrean sobre la situación a sus espaldas, asegurándose de que todos sepan lo mal que está esa persona y qué inocentes son ellos, a modo de contraste. Mientras hagamos esto, no tenemos derecho a condenar a la gente de los días de YirmeYah por recuperar su perdón y traer a sus sirvientes a la esclavitud. Somos tan culpables como siempre lo fueron. La naturaleza del hombre no ha cambiado en absoluto.

 

Lo siento, ¿dije que esto era fácil? NO, ES SIMPLE... PERO NO ES FÁCIL. Cualquiera puede calificar, pero pocos lo harán. Algunos están ocupados disciplinando la carne para calificar como vencedores. Su confianza en sí mismos puede ser impresionante, incluso si es vana. Pero la gran mayoría termina desistiendo al poco tiempo, poniéndose una careta de hipocresía para no ser condenado como un fracasado (uno más, porque no sabe que todos a su alrededor usan las mismas caretas). Pocos se dan cuenta de que sólo se trata de aprender el arte de la gracia, y que Elohim está ocupado enseñándonos esto todos los días al darnos personas para perdonar.

 

La gracia es un arte. ¿Por qué Elohim envía problemas a nuestras vidas? ¿Por qué permite que la gente nos ofenda? Para darnos la oportunidad de aprender el arte de la gracia. Como creyentes, todos estamos inscritos en la escuela de Elohim, y el primer curso de estudio es Gracia 1.1. La mayoría de nosotros suspendemos el curso año tras año. En lugar de aprender la gracia, aprendemos amargura, lo que nos hace tan profanos como Esaú. Al dejar de lado la gracia y el perdón, también dejamos de lado nuestro derecho de nacimiento, vendiéndolo por un montón de potaje hecho de la raíz de la amargura. Preferimos albergar pequeños resentimientos, en lugar de perdonar, como lo hizo Elohim por nosotros. Las personas profanas no serán del grupo remanente.

 

Esaú pensó que tenía un mal trato con Elohim. Sabía que fue Yaakov quien lo despojó de la primogenitura, que él sentía que era legítimamente suya. Sus descendientes se han resentido y han odiado a Yaakov desde entonces, y se han esforzado por recuperar ese derecho perdido por la fuerza y la astucia. Esta actitud amarga caracterizó a Esaú. Ivrim 12:15 dice:

 

Mirando diligentemente, no sea que ningún hombre se pierda de la gracia de Elohim; No sea que alguna raíz de amargura que brote te moleste, y por lo tanto muchos sean contaminados.

 

Probablemente el problema más sutil en nuestra mente subconsciente es nuestra amargura y resentimiento contra Yahshua por permitirnos pasar por problemas y pruebas. Pensamos que merecemos algo mejor, especialmente si hemos "decidido seguir a Yahshua" y estamos haciendo lo mejor que podemos. Creemos que Elohim nos debe algo por nuestra decisión, como si fuéramos lo suficientemente amables para convertirnos en siervos de Elohim.

 

En el momento en que Yahweh me reveló estas cosas en YirmeYah 34, me mostró muchas otras en mi interior. Salió a la luz que pensaba que Elohim me debía una vida mejor, ya que me había quitado mi trabajo, y había permitido una enfermedad que me impide ganarme la vida. Si bien Elohim siempre fue fiel en proveer lo suficiente para pagar todas las cuentas, alimentarme y vestirme, siempre hay extras que no puedo permitirme, como comprar una impresora para retomar la traducción de las Escrituras, entre otras cosas. Cosas como recursos para mi salud, que creía que eran necesidades. Cosas como libros de investigación para el trabajo ministerial y herramientas educativas para compartir.

 

Me hizo ver una actitud oculta que decía: "Yahshua me debe esta vida, porque he dejado todo para seguirlo. Merezco algo mejor que esto". En otras palabras, encontré un área donde no había perdonado a Elohim, sino que estaba un poco amargada y resentida con Él. Y desde que me hizo ver estas cosas, estamos trabajando juntos para que el arte de perdonar a Elohim se convierta en más que un hábito: que se haga parte de mi naturaleza a través de la comprensión de que Su amor me ha dado mucho más de lo que mi carne mezquina cree que merece.

 

Otros son amargos porque Elohim no los sana. Después de todo, ¿no prometió sanar todas nuestras enfermedades? Él debe proveer para todas nuestras necesidades, porque somos creyentes, sus siervos, sus hijos. ¡Elohim nos debe! ¿Es verdad? ¿No es esto lo que la mayoría de los trabajadores de milagros enseñan para "construir tu fe?". Parece que piensan que Elohim está obligado a curarnos, porque Él nos lo debe. Sin embargo, el simple hecho es que no todos son sanados, y eso es debido a su desobediencia.

 

Y así, esto deja a muchos creyentes amargados contra Elohim por no satisfacer todas sus necesidades. Toman a Elohim ante la ley e insisten en la restitución. Ellos ejercen sus "derechos legales", manteniéndolo como rehén de Su Palabra... a la cual han tergiversado.

 

En realidad, Elohim no ha provisto deliberadamente todo lo prometido en su Palabra, para darnos la oportunidad de caminar por fe, en lugar de comprender. Por eso en la Era de Pésaj el Ruaj estaba fuera del hombre, mientras que en la de Shavuot tenemos únicamente un "adelanto". También es para darnos la oportunidad de liberar a Elohim de sus "obligaciones", descansar en Él, sabiendo que no importa lo que Elohim haga, Él hace todas las cosas bien. En otras palabras, ¡estamos llamados a declarar un Jubileo sobre Elohim!

 

Elohim crea una "tensión" al prometer algo y luego no cumplirlo, al menos no en el tiempo y la manera que habíamos esperado y deseado. De repente, reaccionamos con ira y amargura contra Elohim. Estamos "heridos" de que Aquel que nos ama nos esté tratando mal. Pero si Él no hubiera hecho esas cosas, nunca podríamos aplicar el Principio de Jubileo al problema más básico de la naturaleza humana: LA AMARGURA CONTRA ELOHIM.

 

Yahshua es nuestro primer ejemplo. Él era totalmente inocente, pero fue llevado como un cordero al matadero. ¡Qué terrible injusticia tuvo que soportar! Estamos llamados a participar de Sus sufrimientos:

 

Antes bien, gócense a medida que participan de las aflicciones del Mashíaj, para que también cuando se revele su gloria se gocen grandemente. Cuando los insultan por el nombre del Mashíaj, son felices; porque el glorioso espíritu de Elohim reposa sobre ustedes. Kefá Alef 4:13

 

Si queremos reinar con Él, primero debemos sufrir con Él:

 

Si perseveramos, reinaremos con Él. Si lo negamos, Él también nos negará. Timotio Bet 2:12.

 

El trabajo es el patrón principal de sufrimiento del Tanaj. Lo que Iyov sufrió fue totalmente injusto, desde el punto de vista del hombre. Pero para su crédito, Iyov no atribuyó el pecado a Elohim. En cambio, él esperó y oró por comprensión. Cuando se completó el tiempo de prueba, Elohim le dio entendimiento. Entonces Iyov se regocijó, porque entonces conocía otro lado de Elohim que pocos habían visto.

 

Antes de que comenzaran las pruebas de Iyov, él conocía la soberanía de Elohim como una posición filosófica o doctrinal. Al final de su juicio, Él también lo sabía por experiencia personal. Antes de las pruebas, Iyov confiaba en su propia justicia, después de ellas, aprendió que la única justicia era la de Yahweh, y también aprendió que en su auto-justicia, estaba esperando conseguir los bienes y evitar los males, porque LO MERECÍA POR SU CONDUCTA. Esta verdad se expresa mejor en Iyov 2:10:

 

¿Qué? ¿Recibiremos el bien de la mano de Elohim, y no recibiremos el mal? En todo esto Iyov no pecó con sus labios.

 

Sin embargo, a pesar de haber hablado correctamente, Yahweh LE MOSTRO QUE EN SU INTERIOR HABÍA UNA RAÍZ QUE LO LLEVARÍA A RECLAMAR, como acabó sucediendo, porque todo lo que Iyov hizo durante todo el tiempo fue RECLAMAR POR QUÉ. Por qué le sucedían esas cosas a un justo. Él estaba convencido de que la obediencia a las leyes de Elohim le ganarían su premio. Tantos hoy piensan lo mismo. Pero Elohim le demostró que ÉL NO ERA COMPLETAMENTE JUSTO, YA QUE ACUSÓ INTERIORMENTE A YAHWEH PARA CONFORTAR SU PROPIA CARNE, y cometió un error, un pecado. Finalmente, conoció que el hombre, sin Elohim, nada puede.

 

El creyente simplista promedio de hoy piensa que Elohim sólo hace el bien, y que el diablo sólo hace el mal. Cada vez que sucede algo malo o se enferma: "El diablo me persigue de nuevo". Si somos verdaderamente los hijos e hijas de Elohim, deberíamos conocer mejor a nuestro Padre y Su carácter que esa visión simplista. Necesitamos entender que Elohim también tiene una "mano izquierda".

 

Yósef aprendió esta lección en sus años de sufrimiento en el calabozo después de que sus hermanos lo vendieron como esclavo en Egipto. Años después, cuando sus hermanos temían que tomara represalias contra ellos, les dijo en Bereshit 50:19-20:

 

Pero Yosef les dijo: "No tengan miedo. ¿Acaso estoy yo en lugar de Elohim? Además, aunque ustedes se propusieron hacerme mal, Elohim se propuso convertirlo en bien, para producir el resultado presente —la supervivencia de mucha gente.

 

Yósef fue un vencedor. Vio que Elohim tenía un propósito en todas esas pruebas, y era un buen propósito. Elohim pudo haberlo salvado en cualquier momento, pero no lo hizo. Le tomó años a Yósef trabajar a través de su amargura y llegar a un verdadero conocimiento de Elohim y su carácter. Pero este pasuk muestra que Yósef no era un hombre amargo. Él había vencido. No sólo había aprendido a perdonar; había aprendido que sus hermanos sólo habían sido parte de un gran Plan maestro de Elohim que resultaría en salvar a muchas personas.

 

Si podemos aprender a liberar a Elohim de sus "injusticias" (temporales) hacia nosotros, podemos liberar la deuda de pecado que cualquier hombre nos debe. Este es el verdadero secreto del Jubileo. Quien no entiende esto, nunca ha entendido realmente el significado de la gracia.

 

Yahshua nos dijo cuál debería ser nuestra actitud cuando Elohim parece maltratarnos.

 

"¿Y quién de ustedes, teniendo un siervo que ara o apacienta, al volver éste del campo, le dirá: "Pasa, siéntate a la mesa"? Más bien, le dirá: "Prepárame algo de comer. Ponte el delantal y sírveme hasta que yo acabe de comer y beber. Después de eso, come y bebe tú". ¿Le da gracias al siervo por hacer lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, digan: "Siervos inútiles somos; porque sólo hicimos lo que teníamos que hacer". Luka 17:7-10

 

Debemos tener esta actitud de humildad si esperamos ser parte del pueblo remanente de Elohim. Sólo con tal actitud podemos evitar culpar a Elohim por no proporcionar lo que Él prometió en Su Palabra, o por lo que consideramos que son necesidades legítimas. SI NO PODEMOS PERDONAR A ELOHIM, ¿CÓMO PODEMOS PERDONAR A NUESTRO PRÓJIMO? Y SI NO PERDONAMOS A NUESTRO PRÓJIMO, ¿CÓMO PODEMOS CELEBRAR VERDADERAMENTE EL JUBILEO DE ELOHIM?

 

Todo comienza con nuestra actitud hacia Elohim. No seamos hijos de Esaú, que hacen sus obras, sino seamos hijos de Elohim, bien sazonados con gracia y perdón hacia todos, como Él nos manda.

 

Así que, cualquiera que se haga humilde como este niño, ése es el más importante en el reino del Cielo. Y cualquiera que en mi nombre reciba a un niño como éste, a mí me recibe. Y a cualquiera que ofenda a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que le ataran al cuello una piedra grande de molino y que lo hundieran en lo profundo del mar. ¡Pobre del mundo por las ofensas! Es inevitable que haya ofensas, pero ¡ay del hombre que las ocasione! Por tanto, si tu mano o tu pie te hace ofender, córtalo y échalo de ti. Te conviene más entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ir a parar a la Gehena. Y si tu ojo te hace ofender, sácalo y échalo de ti. Te conviene más entrar en la vida con un solo ojo que, teniendo dos ojos, ir a parar al fuego de la Gehena. MattiYah 18:4-9

 

"Por tanto, si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo —pero privadamente, sólo entre tú y él. Si te hace caso, habrás ganado a tu hermano. Pero si no te hace caso, lleva contigo a uno o dos más, para que todo asunto conste según la boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso a ellos, dilo a la congregación; y si no le hace caso a la congregación, considéralo como un gentil y publicano. En verdad les digo que todo lo que ustedes prohíban en la tierra habrá sido prohibido en el cielo, y todo lo que permitan en la tierra habrá sido permitido en el cielo". MattiYah 18:15-18

 

 

 

 

El Reino Del Milenio

 

La estructura del Tabernáculo en el Desierto representa los 2000 años de la Era de la Congregación, seguido por 1000 años de la Era del Reino. El Tabernáculo estaba dividido en tres áreas: El Atrio, El Lugar Santo, y El Lugar Santísimo. El Atrio con el altar de bronce representa la Época de Pésaj. Ya que no tenía techo, el Atrio era un área que no se podía medir en la manera en que se podía medir el resto del Tabernáculo de reunión.

 

Adentro del Tabernáculo, el Lugar Santo tipifica la Época Pentecostal y su dimensión era de 2000 codos (10x20x10 cúbicos) 20 codos de largo y 10 codos de ancho. El Lugar Santísimo tipifica la era de Sukot y su medida era de 10 codos o 1000 codos cúbicos (10x10x10 codos). Así como el hombre tiene acceso a Elohim, el Tabernáculo fue edificado para enseñarnos el camino hacia Elohim; y aún en las dimensiones de estos cuartos podemos ver el período de duración de Shavuot y Sukot.

 

Los que enseñan que no existe un futuro milenio del reinado de Mashiaj presumen que tenemos en este momento todo el poderío espiritual necesario para poder reinar aquí y ahora en la tierra. Este punto de vista no toma en consideración que Shavuot solamente nos dio la garantía o prima del Ruaj (Qorintiyim Bet 1:22; 5:5; Efesiyim 1:14). Ellos no consideran que el Reino de Elohim sea manifestado en etapas. No entienden las limitaciones de la unción de Shavuot. De la misma manera que los judíos se niegan a soltar su Era de Pésaj, los cristianos se niegan a soltar su Era Pentecostal. No hay demasiada diferencia entre ambos. Pero los creyentes no pueden reinar completamente en la tierra bajo la unción de Pésaj, ni bajo la unción de Shavuot. Solamente la unción de Sukot puede producir y manifestar plenamente a los hijos de Elohim, porque así ha sido determinado.

 

En otras palabras, cuando un hombre es justificado por la fe en la sangre del cordero, en ese momento recibe de parte de Elohim una unción de Pésaj, pero esto no produce personalmente en él la plenitud del Ruaj. Cuando un hombre recibe el Ruaj de Elohim a través de la unción de Shavuot, recibe una unción fresca, pero solamente es una prima, continúa aún con imperfecciones por las cuales está falto de la gloria de Elohim. Solamente cuando Elohim derrame Su Ruaj sobre nosotros en el cumplimiento de Sukot encontraremos lo que tanto buscamos, perfección e inmortalidad.

 

Los dos primeros días festivos fueron cerrados en fechas históricas de acuerdo al plan de Elohim. Nadie se ha podido adelantar para entrar de una forma permanente al cumplimiento de un día festivo antes de su cumplimiento histórico. Moshe temporalmente entró a Sukot cuando descendió del monte con su rostro glorificado (Shemot 34:29; Qorintiyim Bet 3:7), pero aún él no pudo retener permanentemente esta gloria, porque Moshe y los demás vencedores no podían ser perfeccionados aparte del cuerpo general de creyentes (Ivrim 11:40). La cebada debía esperar al trigo.

 

 

Quizá la mejor explicación del cuerpo resucitado la encontramos en Yahjezquel 44, donde dice que los hijos de Tsadoq tendrán una recompensa diferente a la de los ordinarios sacerdotes levitas. Desde el punto de vista del B'rit Hadashá, los hijos de Tsadoq representan la orden de Melki-Tsedeq, esos que heredarán la primera resurrección. Estos se diferencian de los levitas, que representan el resto de la congregación. Elohim dijo a Yahjezquel que a los levitas en aquel día, se les permitirá ministrar al pueblo, en el atrio exterior (la carne), pero solamente a los hijos de Tsadoq se les permitirá efectuar las funciones de ministros delante de Elohim y de los hombres:

 

Así ha dicho Adonay Yahweh: "Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, de todos los extranjeros que están entre los hijos de Yisrael, entrará en mi santuario. Los levitas que se alejaron de mí, mientras Yisrael anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo, y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles. Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la Casa de Yisrael, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice Adonay Yahweh. No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su bochorno y con las abominaciones que cometieron. Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se debe hacer allí.

Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Tsadoq que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Yisrael se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice Adonay Yahweh. Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza. Cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana. Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que los haga sudar. Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo". Yahjezquel 44:9-19

 

Aquí tenemos claramente retratados los tipos de creyentes, como mencionamos antes: los extranjeros e incircuncisos, las uvas; los levitas que se apartaron en pos de sus ídolos, el trigo; y los hijos de Tsadoq, la cebada.

 

Recordemos que los "hijos de Tsadoq" usarán vestiduras de lino cuando ejerzan el ministerio delante de Elohim, pero luego tendrán que cambiar a vestiduras de lana cuando ejerzan el ministerio ante el pueblo (o para el pueblo). EL LINO, SIENDO LAS VESTIDURAS DE JUSTICIA, REPRESENTA EL ESTADO ESPIRITUAL, MIENTRAS QUE LA LANA, QUE PROCEDE DE ANIMALES, REPRESENTA EL ESTADO FÍSICO. En otras palabras, los hijos de Tsadoq, que heredaron la primera resurrección, tendrán la capacidad de poder de moverse de la dimensión espiritual al plano físico, a voluntad, en la misma forma como lo hizo Yahshua. Los demás de la congregación no tendrán este privilegio hasta que sean transformados, después de la Segunda Resurrección, 1000 años después.

 

 

 

 

Dos Sacerdocios de Órdenes Diferentes

 

La autoridad dual en ambos ámbitos, cielo y tierra, que disfrutarán cuando resuciten los vencedores también se profetiza en Yahjezquel 44. En este capítulo nosotros vemos que después de la primera resurrección (de los vencedores), habrá dos clases de "sacerdotes" en la tierra: los "sacerdotes idólatras" que atienden en el "atrio exterior", y los "hijos de Tsadoq" que tendrán la autoridad para atender a Elohim en el atrio interior así como al hombre en el atrio exterior (la carne).

 

Los levitas que se alejaron de mí, mientras Yisrael anduvo errante lejos de mí, y fueron en pos de sus ídolos, cargarán con su castigo, y estarán en mi santuario como servidores, encargados de las puertas del templo y sirviendo en el templo. Ellos degollarán el holocausto y el sacrificio por el pueblo, y estarán de pie delante de los sacerdotes para servirles. Debido a que les sirvieron delante de sus ídolos y llegaron a ser un tropiezo de iniquidad para la Casa de Yisrael, por eso he alzado mi mano contra ellos jurando que cargarán con su castigo, dice Adonay Yahweh. No se acercarán a mí para serme sacerdotes, ni se acercarán a ninguna de mis cosas sagradas ni a las muy sagradas, sino que cargarán con su bochorno y con las abominaciones que cometieron. Pero los pondré a cargo de las tareas del templo, en todo su servicio y en todo lo que se ha de hacer allí. Yahjezquel 44:10-14

 

Mientras Yahjezquel parecía hablar del tiempo de un templo terrenal siendo construido, completo con los sacrificios, nosotros debemos entender esto en un sentido del B'rit Hadashá. Elohim no planea volver a un sistema de sacrificio del Tanaj con sacerdotes levíticos en un templo físico. Yahshua ya ha hecho el sacrificio completo y final por el pecado. (Ivrim 7:27).

 

En este "templo", Yahjezquel nos dice, los levitas idólatras podrán ministrar la casa y a las personas en el atrio exterior. Uno podría pensar que los que adoran a los ídolos serían los incrédulos, y que Elohim no les permitiría en absoluto acceso a este templo. Sin embargo, el hecho que Elohim les permite atender a las personas en el atrio exterior de Su templo demuestra que éstos son creyentes con idolatría del corazón. Sus prioridades están equivocadas. Quizás su amor al dinero los ha hecho dejar a un lado la ley divina que es en contra de extraer el dinero fraudulentamente de sus congregaciones. Quizás ellos amen a la Congregación más de lo que aman a Elohim y están dispuestos a sacrificar su relación con Elohim para mantener su membresía o posición en la Congregación.

 

Hay muchas maneras para un creyente guardar ídolos del corazón. Ellos son creyentes, pero ellos no son del grupo selecto electo de Yahshua, de la Orden de Melqui-Tsedeq, los que "siguen al Cordero adonde quiera que va". Las Escrituras aquí hacen una distinción clara entre estos dos grupos.

 

A estos levitas idólatras se les  permitirá atender a los hombres en sus cuerpos carnales (el atrio exterior). En un sentido, nosotros somos el templo de Elohim. El templo tenía un atrio exterior (el cuerpo), un lugar santo (el alma), y un lugar santísimo (el ruaj). Yahjezquel está diciéndonos que a estos creyentes carnales, fermentados con levadura, les será permitido hacer el trabajo de Elohim en aquel día, pero serán limitados al cuerpo carnal. Ellos no heredarán la primera resurrección, ni ellos recibirán de la llenura del Ruaj de Elohim en ese momento (aunque como todos, recibirán un gran derramamiento, superior al que se ha conocido en Pentecostés). Después, ellos tendrán que esperar a la segunda resurrección general al final de los mil años (Hitgalut 20). Sólo entonces ellos serán levantados o cambiados en un cuerpo glorificado, espiritual del tipo que Yahshua tenía a Su resurrección.

 

Yahjezquel continúa contándonos acerca de los otros sacerdotes, los "hijos de Tsadoq" (Orden de Melqui-Tsedeq) a quienes se les permitirá ministrar tanto a Elohim en el santuario interno (el reino espiritual; el ámbito del cielo) como a las personas en el otro atrio (el reino terrenal en un cuerpo físico). Yahjezquel 44 continúa:

 

Sin embargo, los sacerdotes levitas, los hijos de Tsadoq que cumplieron con mi ordenanza relativa a mi santuario, cuando los hijos de Yisrael se desviaron de mí, ellos sí se acercarán a mí para servirme y estarán de pie delante de mí para ofrecerme el sebo y la sangre, dice Adonay Yahweh. Ellos sí entrarán en mi santuario y se acercarán a mi mesa para servirme, y cumplirán con mi ordenanza. Cuando entren por las puertas del atrio interior, se vestirán con vestiduras de lino. Cuando sirvan en las puertas del atrio interior y dentro del templo, no se cubrirán con tela de lana. Tendrán turbantes de lino sobre sus cabezas y pantalones de lino sobre sus lomos. No se ceñirán nada que los haga sudar. Cuando salgan al pueblo, al atrio exterior, se quitarán las vestiduras con que habían servido y las dejarán en las cámaras del santuario. Luego se vestirán con otras vestiduras, no sea que con sus vestiduras transmitan santidad al pueblo. Yahjezkel 44:15-19

 

Yahjezquel está diciéndonos que estos "hijos de Tsadoq" tienen la autoridad para entrar el santuario interior de Elohim (que representa el reino espiritual) así como al atrio exterior (el reino terrenal). En otros términos, ellos se moverán con la misma llamada y unción que Yahshua tenía después de Su resurrección. Ellos tendrán la autoridad en ambos mundos, el espiritual y el físico.

 

Así, cuando ellos atienden a Elohim en el reino espiritual, ellos se visten con sus "vestidos" de lino, pero cuando ellos entran en el mundo físico, ellos se visten con su "lana" (los cuerpos carnales). Esencialmente, cuando Yahshua apareció de repente a Sus discípulos en ese cuarto cerrado, simplemente Él se había vestido con Sus vestidos de lana. Lana viene de los animales; lino viene de las plantas. En Sus vestidos de lana, Él les mostró Sus manos y pies a los discípulos, y Él comió pez y miel en su presencia. Cuando Él terminó de atender a Sus discípulos en el "atrio exterior", vestido en Su "lana", Él simplemente se vistió en Sus vestidos de lino (el cuerpo espiritual), entró en el santuario de cielo, y desapareció ante de sus ojos.

 

En la primera resurrección, los vencedores que son levantados de la muerte serán los del Orden de Melqui-Tsedeq bajo Yahshua, el Sumo Sacerdote de ese Orden (Hitgalut 20:6; Ivrim 7:17). Ellos atenderán a Elohim y hombres en ambos reinos, cielo y tierra. Por contraste, sin embargo, estarán esos "sacerdotes idólatras" cuya idolatría del corazón los inhabilitó de la primera resurrección. Después de que ellos se hayan arrepentido, Elohim les permitirá atender a las personas en la tierra, pero ellos tendrán que hacerlo con las limitaciones de la carne durante los próximos mil años.

 

Como ya estudiamos, esos creyentes que no califican para la primera resurrección lograrán la segunda después de mil años. Entretanto, durante esos mil años, Elohim los usará de una manera más limitada pero positiva, para empezar el trabajo de enseñar la Palabra de Elohim a todas las naciones:

 

En los días venideros el Monte de la Casa de Yahweh quedará afirmado por sobre las montañas, y más elevado que las colinas; y todas las naciones lo contemplarán con gozo. Y muchos pueblos vendrán y dirán: "Vengan, subamos al Monte de Yahweh, a la Casa del Elohim de Yaakov; para que él nos instruya en sus caminos, y para que caminemos por sus sendas". Porque de Tsiyón saldrá la Torah, de Yahrushalayim la palabra de Yahweh. YeshaYah 2:2-3

 

Maranatha! Ven, Adón Yahshua!

 





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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