Yahweh Elohim plantó un huerto en Eden, en el oriente,
y puso allí al hombre que había formado. Y del suelo Yahweh Elohim hizo crecer
todo árbol agradable a la vista y bueno para alimento, con el árbol de la vida
en medio del huerto, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. De Eden
sale un río para regar el huerto, y después se divide y se hace cuatro brazos.
El primero se llama Pishón, el que serpentea por toda la tierra de Havilah,
donde hay oro. (El oro de esa región es bueno; también hay ámbar y ónice). El
segundo río se llama Guihón, el que serpentea por toda la tierra de Kush. El
tercer río se llama Jidéqel, el que corre al oriente de Ashur. Y el cuarto río
es el Perat. Yahweh Elohim tomó al hombre y lo colocó en el huerto de Eden para
que lo cultivara y lo atendiera. Y Yahweh Elohim le ordenó al hombre: "De
todo árbol del huerto tienes libertad de comer; pero en cuanto al árbol del
conocimiento del bien y del mal, no debes comer de él; porque el día que comas
de él, positivamente morirás". Bereshit 2:8-17
Nuestro Alimento
En los mensajes previos vimos claramente en la Palabra que el
propósito eterno de Elohim consiste en expresarse a Sí mismo por medio del
hombre y en conferirle a éste Su autoridad para que ejerza Su dominio sobre la
tierra... EN SUMISIÓN A ÉL. Vimos también que la vida es el medio que Elohim
usa para cumplir Su propósito. Como primer paso en el cumplimiento de Su
propósito, Él creó al hombre de una manera muy específica, porque lo formó como
una vasija que le contuviera a Él, y no como un instrumento que trabajara para
Él. Romaniyim 9 expresa claramente que Elohim hizo al hombre del polvo de la
tierra como vaso de misericordia para honra y gloria a fin de que contuviera a
Elohim mismo. Por lo tanto, Elohim creó al hombre con un órgano especial: el
ruaj humano. Nuestro ruaj es sumamente importante; es tan vital para cumplir el
propósito de Elohim como lo son los cielos y la tierra, por eso es la primera
cosa a ser restaurada en los creyentes luego de ser salvos. Aunque el ruaj del
hombre no es tan vasto como los cielos ni tan ancho como la tierra, es el
aspecto más crucial de nuestro ser, porque está destinado a ser un canal del
Ruaj haKodesh.
En Iyov 32.8 se afirma: "Ciertamente
ruaj hay en el hombre". Todos saben que el hombre tiene un corazón,
una mente, una voluntad y una conciencia, pero pocos entienden que el hombre
tiene un ruaj. No nos referimos al Ruaj haKodesh de Elohim, sino al ruaj humano
del hombre. Tenemos este órgano.
Consideremos los órganos de nuestro cuerpo físico: tenemos los
órganos del oído, la vista, el olfato, el gusto y del tacto. Con mis ojos puedo
ver muchos colores distintos. Si estuviese ciego, no podría comprobar la
existencia de estos colores. Aunque los colores de todos modos existirían, yo
no podría percibirlos, porque un objeto determinado sólo puede ser percibido
por el órgano designado específicamente con ese propósito. Mientras yo hablo,
los oídos de ustedes pueden percibir el sonido de mi voz. Si ustedes no
tuviesen oídos, pensarían que mi voz no existe. Sucede lo mismo con nuestro
olfato. Aunque haya un aroma fragante en este cuarto, necesitamos el olfato
para olerlo.
Elohim no creó solamente nuestros órganos físicos, sino también
nuestros órganos "psicológicos". ¿Cómo podemos determinar la existencia
del pensamiento? Comprobamos que existe el pensamiento por la función de
nuestra mente. Del mismo modo, podemos sentir el gozo por el órgano afectivo de
la alegría que se suscita en nuestra alma. Comprobamos la existencia del
pensamiento y del gozo por los órganos correspondientes que están en nuestra
alma. Todas las cosas que el cuerpo percibe con sus sentidos son llevadas al
alma para su análisis y comprensión. También tenemos sentimientos.
Pero además de nuestros órganos físicos y psicológicos, Elohim creó
un órgano espiritual: el ruaj humano. Estas cosas ya fueron estudiadas a fondo
en la serie CUERPO, ALMA Y RUAJ, y recomiendo que profundicen viéndola y
leyéndola.
Aunque resulta difícil entender qué es
nuestro ruaj, podemos saber algo al respecto por medio de la función de nuestra
conciencia. Aunque pocas personas entienden qué es el ruaj humano, todos
conocen el significado de la conciencia. Según las Escrituras, la conciencia es
la función principal de nuestro ruaj humano. ¿Dónde está nuestra conciencia? No
es fácil determinarlo. De hecho, también es difícil ubicar nuestra parte
emotiva, nuestra mente y nuestro corazón. En realidad, tenemos dos corazones,
uno físico y otro psicológico. Es fácil ubicar nuestro corazón físico, pero
resulta difícil encontrar nuestro corazón psicológico. No podemos negar que
tenemos ese corazón, pero no podemos determinar dónde está. Ocurre lo mismo con
nuestra conciencia. Aunque no podemos ubicarla, sabemos que existe porque nos
acusa o nos excusa constantemente. Nuestra conciencia protesta continuamente
contra nuestro razonamiento y nuestras emociones. Esta voz interior no viene de
la mente, ni de la parte emotiva ni del corazón, sino de la conciencia, y ésta
es la parte principal de nuestro ruaj. Esta es la parte que quedó
"muerta" en la caída, muerta en la conexión con el Ruaj haKodesh de
Elohim. Él se retiró y el hombre ya no tuvo más contacto con Su Creador. Pero
todo hombre continúa naciendo con un ruaj (órgano espiritual), aunque ya no
puede usarlo para conectarse con Elohim, siempre tiene acceso alrededor esto
del mundo espiritual, muy especialmente a los caídos. Y en ese ruaj queda un
resto de aquella conciencia de lo que Elohim aprueba o no, EN TODOS LOS SERES
HUMANOS, AÚN LOS QUE NO HAN CREÍDO EN YAHSHUA:
Cuando los gentiles, que no tienen la Torah, practican espontáneamente lo que requiere la Torah, ellos que no tienen Torah son una Torah para sí mismos. Con eso muestran el contenido de la Torah escrito en sus corazones; por eso SU CONCIENCIA les da testimonio, y sus razonamientos se acusan o se defienden unos a otros. Romaniyim 2:14-15
No hay excusa para esto, y TODO SER HUMANO
TIENE UN RUAJ CON CONCIENCIA QUE LO ACUSA O DEFIENDE.
Ahora debemos relacionar eso con un asunto
muy importante acerca de Elohim. ¿Qué es Elohim? Elohim es un ente espiritual.
En Yahanan 4.24 Yahshua dice que Elohim es Ruaj. Una mesa está hecha de madera;
la madera es su sustancia. De la misma manera, Elohim es Ruaj; la sustancia de
Su ser divino es Ruaj, espíritu. EL ÓRGANO POR EL CUAL PODEMOS PERCIBIR ESE SER
DIVINO ES NUESTRO RUAJ HUMANO. SI INTENTAMOS EXPERIMENTAR A ELOHIM SIN
EJERCITAR NUESTRO RUAJ, SERÁ COMO INTENTAR PERCIBIR COLORES SIN USAR LA VISTA.
Si usamos el órgano equivocado, es imposible percibir a Elohim. Alabamos a
Elohim porque en Su creación Él formó un ruaj dentro de nosotros. Por ser
hechos como vasijas para contener a Elohim, necesitamos nuestro ruaj como
receptor correspondiente.
El receptor de la alimentación de nuestro
cuerpo físico es nuestro estómago. Si tuviéramos boca pero careciéramos de
estómago, nos resultaría imposible procesar la comida para abastecer todo el
cuerpo. El estómago no es solamente un receptor, sino también un órgano
digestivo que asimila la comida y la distribuye a las células de la sangre.
Finalmente, la sustancia de la comida digerida y asimilada se convierte en
nutrición para nuestros tejidos orgánicos. Elohim tiene la intención de
depositarse en nosotros como nuestro alimento. ¿Cómo lo puede hacer? Él lo hace
al convertirse en nuestra comida. El mismo Yahshua ha Mashíaj nos dijo que Él
venía como el pan de vida:
"Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás". Yahanan 6.35
Dijo también:
Así como me envió el Padre
viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come también vivirá por
mí. Este es el pan que descendió del cielo. No como el que comieron los padres
y murieron; el que coma de este pan vivirá para siempre. Yahanan 6.57
ESTO SIGNIFICA QUE YAHSHUA NO ES SOLAMENTE NUESTRO SALVADOR,
REDENTOR Y VIDA, SINO TAMBIÉN NUESTRA PROVISIÓN DE VIDA. EL ES EL PAN DE VIDA.
ELOHIM DESEA INFUNDIRSE EN NOSOTROS AL SER ALIMENTO QUE PODEMOS RECIBIR. ¿QUÉ
ÓRGANO USAREMOS PARA INGERIR A ELOHIM? NUESTRO RUAJ HUMANO.
¿Y cómo hacemos para comerlo? Debemos orar
y debemos leer la Palabra... Y DEBEMOS PERMITIR QUE EL RUAJ EN NUESTRO INTERIOR
LA AVIVE, la transforme en PALABRA VIVA. No alcanza con orar ni con leer las
Escrituras, como podemos ver de tantos lamentables ejemplos de creyentes que
practican esto pero continúan tristemente muertos y secos. Es necesario tomar
la Palabra Escrita e incorporarla A TRAVÉS DE LA PALABRA VIVA QUE ESTÁ EN
NUESTRO INTERIOR. Yahweh es el Logos, la Davar, la Palabra Viva, y nosotros
tenemos Su ruaj en nuestro interior, el Ruaj vivificante:
Así también está escrito: el primer hombre Adam llegó a ser un ser viviente; y el último Adam, un espíritu vivificante. Qorintiyim Alef 15:45
La oración no consiste solamente en pedir a
Elohim que haga cosas por nosotros. Esta idea de la oración es demasiado
superficial. Orar es respirar. Cada vez que clamamos Su Nombre o invocamos a
Yahshua ha Mashíaj, estamos respirando. Cuando respiramos, inhalamos aire.
Asimismo, cada vez que oramos a Elohim ejercitando nuestro ruaj, recibimos Su
ser divino en nuestro ruaj. CADA VEZ QUE LO INVOCAMOS, CADA VEZ QUE ENTRAMOS EN
SU PRESENCIA, ESTAMOS RECIBIENDO SU RUAJ EN NUESTRO RUAJ, SU ESPÍRITU ESTÁ
IMPREGNANDO NUESTRO ESPÍRITU. Por supuesto, esta respiración es algo mucho más
profundo que respirar aire, porque se produce UNA MEZCLA: el Ruaj se imparte en
nuestro interior, produciendo en nosotros la naturaleza que proviene "de
lo alto". Dentro de nuestro ruaj lo contenemos a Él y, en cierto sentido,
lo asimilamos y distribuimos Sus elementos divinos a todo nuestro ser. De la
misma manera, cada vez que leemos Su Palabra la colocamos en nuestro interior
PARA QUE NUESTRO RUAJ LA INTERPRETE, NOS DÉ LA COMPRENSIÓN DE LA MENTE DIVINA Y
LA HAGA PARTE DE NUESTRA NUEVA NATURALEZA. De este modo Elohim entra en
nosotros como vida, y nos nutre, porque
"Está escrito: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Yahweh". MattiYah 4:4
Repito: fuimos hechos por Elohim de una
manera muy específica, como vasijas que tienen un receptor, nuestro ruaj humano,
que nos permite volver a conectarnos con Él. Este fue el primer paso que Elohim
dio para cumplir Su propósito, por eso debemos recibirlo al alimentarnos de Él.
Gan Eden
Yahweh Elohim plantó un huerto en Eden, en el oriente, y puso allí al hombre que había formado. Bereshit 2:8
Para tener algo "hacia el
oriente", necesitamos que exista UN PUNTO CENTRAL. Es decir, "¿al
oriente DE QUÉ?".
Para empezar, vamos a entender un poco de
geografía básica de los comienzos, porque a veces mezclamos las cosas. Como ya
dijimos, cuando Yahweh restaura la tierra y hace que la vegetación crezca en
ella, en el tercer día, ESTAMOS HABLANDO DE LA RESTAURACIÓN DE TODA LA TIERRA.
Esta vegetación se extendió por todo el plano de nuestra tierra. Sin embargo,
después de nos informa que ADEMÁS DE ESTA VEGETACIÓN QUE ESTABA EN TODAS
PARTES, YAHWEH PLANTÓ UN HUERTO EN UN REGIÓN LLAMADA EDEN. O sea, tenemos tres
puntos: la tierra completa, la región llamada Eden (que sabemos tiene
implicaciones espirituales porque Lucifer se paseaba en Eden) y el huerto
plantado dentro de esa región. Tenemos así tres espacios delimitados, uno
dentro del otro.
Ahora veamos la imagen en un dibujo, a ver
qué nos recuerda:
Estas tres jurisdicciones del gobierno
humano corresponden a las tres áreas que Yahweh crea en el interior del hombre
(nuevamente, ver la serie CUERPO, ALMA Y RUAJ) y que luego mostrará en el
Tabernáculo de Moshe: el Lugar Santísimo, el Lugar Santo y el Atrio.
Un huerto no es la tierra en su totalidad,
es una parcela delimitada. Mi dormitorio es una parte de mi casa, pero no es mi
casa en sí. Después de restaurar la tierra y hacer que la vegetación creciera
en toda la tierra, el capítulo 2 nos dice que DESPUÉS de la creación del hombre
Yahweh planta un huerto, un lugar más especial que el resto.
Elohim puso al hombre en el Eden. En
hebreo, la palabra Eden significa delicia. Por tanto, Eden es un lugar
placentero, un lugar de deleite y de esparcimiento. No pensemos que es
incorrecto disfrutar y pasarla bien, al contrario, ES LA INTENCIÓN ORIGINAL DEL
PADRE PARA EL HOMBRE. Indudablemente las diversiones pecaminosas y mundanas de
hoy no son sanas, pero la diversión en Elohim ciertamente es correcta. De la
misma forma, hay tantas cosas que fueron creadas correctas y hoy están
corrompidas en su expresión mundana, como por ejemplo la música. Sin embargo,
todas estas cosas serán purificadas en su debido momento.
Elohim puso al hombre en un huerto, y no en
una fábrica ni en una escuela ni en una catedral. Él lo puso en un huerto, un
lugar que no sólo es agradable y hermoso, sino también un lugar donde CRECEN
COSAS. Un huerto no es un patio donde la gente juega, ni una fábrica donde se
trabaja, ni una escuela donde se estudia, ni un hospital donde se es aliviado,
ni una catedral donde hay religión. UN HUERTO ES UN LUGAR EN EL CUAL SE CUIDA
DE LOS CULTIVOS PARA PRODUCIR VIDA. La idea central de Bereshit 1 y 2 es la
vida. A Elohim no le preocupa mucho la educación ni la adoración. Él se
interesa por el crecimiento. Por tanto, puso al hombre en un huerto. La vida de
congregación no debe parecerse a una escuela ni a una catedral; la vida de congregación
debe ser un jardín. Shaúl dice:
...ustedes son huerto de Elohim... Qorintiyim Alef 3.9
El pensamiento que Shaúl expresa es
idéntico al que presenta Elohim en Bereshit 2, porque un huerto es un lugar en
el cual crecen cosas. Prestemos atención a un detalle: NO SE TRATA DE CULTIVAR
COSAS SINO SIMPLEMENTE DE VER CÓMO CRECEN POR SÍ SOLAS Y CONSUMIRLAS.
La palabra aquí traducida como
"labrar" es ABAD (H5647), que significa SERVIR. Es la palabra usada,
por ejemplo, cuando Yahweh ordena a Faraón que deje ir al pueblo para que LO
SIRVA. Evidentemente el pueblo no iba a arar a Yahweh, sino a servirlo,
adorarlo, trabajar para Él. Esa es la verdadera implicación de esta palabra, y
aquí Yahweh NO ESTABA ORDENANDO AL HOMBRE A TRABAJAR LA TIERRA, como algunos
aseguran. De hecho el hombre no debía hacer nada sino SERVIR A YAHWEH EN EL
HUERTO, ES DECIR, REPRESENTAR A YAHWEH. Luego debía fructificar (dar fruto) y
multiplicarse, para cubrir toda la tierra. Pero cuando el hombre cayó, entonces
sí fue condenado a trabajar la tierra, que le produciría espinos y cardos, es
decir, FUE CONDENADO A SERVIR LA TIERRA DE SU AMO, HASATÁN, QUE SÓLO PRODUCE
PLANTAS DE MUERTE. Pero originalmente el hombre fue colocado en el huerto,
donde simplemente debía observar todo y consumir de los árboles buenos, los
permitidos, SIN HACER ABSOLUTAMENTE NADA MÁS QUE ESO.
La Vegetación Del Huerto
En el huerto lo más importante son los
árboles. En las Escrituras, el concepto del árbol es crucial. Cuando las
Escrituras mencionan al hombre, tanto al principio como al final, mencionan
también el árbol. Del árbol depende si el hombre vivirá o morirá, si vivirá
eternamente o perecerá (conferir Bereshit 2.16-17; 3.1-3, 22, 24; Yahjezkel
47.12; Hitgalut 22.2, 14, 19). El concepto del árbol es absolutamente vital
para el destino del hombre.
En este huerto en especial, Yahweh plantó
árboles buenos para alimentar:
Y del suelo Yahweh Elohim hizo crecer todo árbol agradable a la vista y bueno para alimento... Bereshit 2:8
Entonces vemos que Adam y Javá PODÍAN COMER
DE TODOS LOS ÁRBOLES, excepto de uno. Y sabemos que cada árbol del huerto tenía
FRUTO QUE CONTENÍA SU SEMILLA, es decir, tenían en sí mismos la capacidad de
reproducirse según su especie, porque esa fue la forma de alimentación otorgada
al hombre:
Elohim dijo: "Miren, yo les doy toda planta que da semilla sobre la tierra, y todo árbol que da fruto con semilla; estos les servirán de alimento". Bereshit 1:29
Al hombre únicamente le fue dado el permiso
de alimentarse con granos y frutos QUE CONTUVIERAN SEMILLA DE VIDA.
Ahora bien, ya que sabemos que haSatán era
el árbol de conocimiento y que Yahshua era el árbol de la vida, debemos
preguntarnos QUIÉNES SERÍAN LOS OTROS ÁRBOLES, y las Escrituras nos dicen que
los árboles son los también otros ruajim del Eterno, otros malajim. Muchas
veces en las escrituras son nombrados los árboles como animados, con
sentimientos, como vamos a ver ahora, y también a veces se refieren a ciertos
pueblos.
Mira, Ashur era un cedro del Líbano, de ramas hermosas, que ensombrecía al bosque. Era de gran altura, y su copa estaba entre las nubes. Las aguas lo hicieron crecer; lo enalteció el abismo, que dirigió sus ríos alrededor de su vergel, y envió sus canales a todos los árboles del campo. Por tanto, superó en altura a todos los árboles del campo, y sus ramas se multiplicaron. A causa de la abundancia de agua, se extendió el ramaje que había echado. En sus ramas hacían su nido todas las aves del cielo, debajo de su ramaje parían todos los animales del campo, y a su sombra habitaban todas las grandes naciones. Se hizo hermoso por su grandeza y por la extensión de su follaje, porque su raíz estaba junto a muchas aguas. En el huerto de Elohim los demás cedros no lo igualaban, los cipreses no se le podían comparar en ramaje, ni los castaños tuvieron ramas semejantes a las suyas. Ningún árbol en el huerto de Elohim era igual a él en hermosura. LO HICE HERMOSO POR LA ABUNDANCIA DE SU FOLLAJE, Y TODOS LOS ÁRBOLES EN EDEN, EL HUERTO DE HA'ELOHIM, LE TUVIERON ENVIDIA".
Por tanto, así ha dicho Adonay Yahweh: "Por cuanto se elevó en estatura y levantó su copa hasta las nubes, y su corazón se enalteció con su altura, por eso lo he entregado en mano de la más poderosa de la naciones, que ciertamente hará con él conforme a su impiedad. Yo lo he desechado; y los extranjeros, los más crueles de los pueblos, lo cortan y lo abandonan. Sobre los montes y en todos los valles cae su follaje, y sus ramas están rotas en todas las quebradas de la tierra. Todos los pueblos de la tierra se van de su sombra; lo abandonan. Sobre su tronco caído habitan todas las aves del cielo, y sobre sus ramas están todos los animales del campo. Así sucede para que ninguno de los árboles que crecen junto a las aguas se exalte por su altura, ni levante su copa hasta las nubes; y para que ninguno de los árboles que beben aguas confíe en la altura de sus ramas. Porque todos son entregados a la muerte, a la parte más baja de la tierra, en medio de los hijos de los hombres que descienden al hoyo".
Así ha dicho Adonay Yahweh: "El día en que él descienda al Sheol la Fosa, haré que haya duelo y lo cubriré con el océano. Detendré sus ríos, y las muchas aguas serán detenidas. Por él cubriré de tinieblas el Líbano, y por él todos los árboles del campo se desmayarán. Por el estruendo de su caída haré temblar las naciones, cuando lo haga descender al Sheol la Fosa, junto con los que desciendan al hoyo. TODOS LOS ÁRBOLES DEL EDEN, LOS ESCOGIDOS DEL LÍBANO, TODOS LOS QUE BEBEN AGUAS, SE CONSOLARÁN A SÍ MISMOS EN LA PARTE MÁS BAJA DE LA TIERRA. Ellos también descenderán con él al Sheol la Fosa, junto con los muertos a espada, los que fueron su brazo, los que habitaban a su sombra en medio de las naciones.
Yahjezkel 31:3-17
Acá tenemos un montón de cosas. Primero,
sabemos que es una parábola porque se mezclan muchos sub-significados: nos
habla de Ashur/Asiria, pero sabemos que Asiria como país o Ashur (el hijo de
Shem) nunca estuvo en el Eden, POR LO QUE SE ESTÁ REFIRIENDO A LA ENTIDAD QUE
ESTABA DETRÁS DE ASIRIA, al que luego sería el "príncipe de Ashur",
siguiendo la línea de los nombres de Daniyel. Tenemos que estos árboles cuando
mueren van al Sheol, ALGO QUE NO SUCEDE CON LOS ÁRBOLES VEGETALES. Estos
árboles confían, beben, se consuelan, son muertos, se envidian... en fin, toda
una serie de cosas que los árboles de nuestro mundo no hacen. Ahora bien,
mientras que la serpiente come polvo, los árboles "beben aguas"...
que viene siendo más o menos lo mismo:
También me dijo: "Las aguas que has visto donde está sentada la ramera, son pueblos y multitudes, naciones y lenguas". Hitgalut 17:15
Así que tenemos que estas entidades comen
polvo y beben agua... Y NOSOTROS SOMOS
SU POLVO Y SU AGUA.
Dado que se nos dice que estos árboles eran
buenos para alimento, y siendo que sabemos que además estaban el árbol que
producía muerte y el que producía vida, podemos deducir que comer de ellos
transmitiría otras cualidades al hombre. Entonces, comiendo de cualquiera de
los otros árboles no se corría el peligro de contaminarse sino de ALIMENTARSE
con las "cualidades" de ese árbol. Podemos pensar que los otros árboles
del huerto incorporarían en el ADN humano buenas cualidades. Siendo todos los
árboles del huerto similares, creados de la misma forma, y con semillas para su
reproducción, podemos deducir que, al comerlas, estas semillas se incorporarían
en el ADN humano espiritual, pero en este caso, BENEFICIÁNDOLO. Tal vez este
haya sido el plan primigenio de intercambio entre hombres y malajim, entre
árboles y aguas, nutriéndose unos a otros simbióticamente.
Al hacer todo árbol delicioso a la vista,
Elohim quería complacer al hombre y hacerlo feliz. La intención de Elohim no
era que el hombre trabajase, sino que fuera totalmente satisfecho y complacido.
La Vida En El Huerto
En el huerto vemos dos cosas que simbolizan
la Vida: el árbol de la vida y los ríos. El árbol de la vida estaba en medio
del huerto. Si estudiamos el relato de Bereshit 2, nos daremos cuenta de lo
siguiente: con excepción del árbol del conocimiento del bien y del mal, el
único árbol que se menciona es el árbol de la vida. No conocemos los nombres de
los demás árboles, pero sí sabemos que había un árbol que se llamaba el árbol
de la vida. Esto demuestra que el árbol de la vida constituía el centro.
El árbol de la vida es el centro del
universo. Conforme al propósito de Elohim, la tierra es el centro del universo,
el huerto de Eden es el centro de la tierra, y el árbol de la vida es el centro
del huerto de Eden. Debemos ser conscientes de que todo el universo gira en
torno al árbol de vida. Aparte de ese árbol, no hay nada más crucial para Elohim
y para el hombre. Es muy significativo ver que el hombre fue puesto en el
huerto delante del árbol de la vida. Hoy nosotros tenemos ese árbol creciendo
en nuestro interior, para que comprendamos que no podemos continuar insistiendo
en ciertas posturas y comportamientos, por mucho que nuestros viejos hombres
insistan.
Pero lo que vamos a estudiar ahora son las
aguas de Vida. Dice que cerca del árbol hay un río, que se divide en 4 brazos.
Puesto que éste es un árbol de vida, el río también debe ser de vida. Al final
de las Escrituras vemos también un río de vida que fluye y un árbol de vida que
crece:
Después me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluye del trono de Elohim y del Cordero. En medio de la avenida de la ciudad, y a uno y otro lado del río, está el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto. Las hojas del árbol son para la sanidad de las naciones. Hitgalut 22.1-2
En las Escrituras, el concepto del río
también es crucial. Recibir a Elohim como vida, disfrutar de la grosura de
Elohim, satisfacer la sed, ser regados, crecer y regocijarnos son cosas que
dependen completamente del río:
...les das a beber de tus refrescantes manantiales; porque contigo está la fuente de la vida; por tu luz vemos la luz. Mizmor 36.8-9
Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Elohim, la santa y grande morada de Elyón. Mizmor 46.4
...cuidas la tierra y la riegas, la colmas de tus riquezas; el canal de Elohim va lleno de aguas. Tú le suples grano al hombre cuando preparas así la tierra. Inundas sus surcos, deshaces los terrones, los ablandas con la lluvia y bendices los renuevos... Mizmor 65.9
Yo estaré delante de ti allá sobre la roca en Jorev. Golpea la roca y saldrá agua de ella para que beba el pueblo". Y Mosheh lo hizo así a la vista de los ancianos de Yisrael. Shemot 17:6
Y en ese día las montañas destilarán vino, las colinas fluirán leche, y por los cauces de Yahudah fluirá agua; un manantial saldrá de la Casa de Yahweh y regará el Valle de las Acacias. Yoel 3.18
En ese día, fluirá agua fresca de Yahrushalayim, parte de ella hacia el Mar Oriental y parte hacia el Mar Occidental, durante el verano y el invierno. ZejarYah 14.8
Pero cualquiera que beba del agua que yo le daré, nunca más tendrá sed, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Yahanan 4.14
En el último día, el día grande de la Fiesta, Yahshúa se puso de pie y alzó la voz diciendo: "Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que crea en mí, como dice la Escritura, ríos de agua viva correrán de su interior". Yahanan 7.37-38
Si alguien recibe al Yahshua ha Mashíaj, en
seguida sentirá que en lo profundo de su ser algo lo riega. Algo fluye en su
interior. ¿No han tenido ustedes esta experiencia? Cada vez que decimos:
"Yahshua, te amo" o cada vez que oramos a Yahweh, significa que lo
recibimos y una vez más algo fluye dentro de nosotros. Cada mañana debemos
tomar a Mashiaj como nuestro desayuno, al mediodía Él debe ser nuestro almuerzo,
y por la noche debe ser nuestra cena. Debemos comer a Mashiaj por lo menos tres
veces al día, así como nutrimos nuestro cuerpo físico. Si hacemos eso, el agua
de vida nos regará interiormente. Nunca estaremos secos. Quizás usted trabaje
en una oficina todo el día y llega a casa, cansado y extenuado del trabajo,
sintiéndose bastante seco (un tipo de trabajo que también debemos evitar). Si
toma a Yahshua como su cena, brotará agua viva dentro de usted. "Salía de Eden un río para regar el
huerto". Este fluir eliminará muchas cosas viejas de nuestro ser.
Nuestra experiencia y el relato divino que consta en las Escrituras nos dicen
que este río es necesario.
Este río es un único río, pero se divide en
cuatro brazos (Bereshit 2.10-14). ¿Qué significa eso? Esto significa que el río
procede de Elohim, quien es la fuente y el centro, para llegar a los hombres en
todas las direcciones. Estas son las direcciones hacia donde debía haberse
extendido el flujo de vida. Si leemos a Flavio Josefo, descubrimos que:
Este jardín está regado por un río que circunda toda la tierra, el cual se divide en cuatro brazos: el Fisón, palabra que significa abundancia, corre hacia la India y desemboca en el mar Ganges, así llamado por los griegos; el Éufrates y el Tigris desembocan en el mar Rojo: el Éufrates se llama Foras, que significa o bien dispersión o flor, y el Tigris, Diglat, con lo que se da a entender su rapidez y a la vez angostura; y el Geón, que recorre Egipto, significa el río que emerge de la región situada enfrente de nosotros, al que los griegos llaman Nilo. Antigüedades Judías Libro I, 37
Si juntamos los cuatro brazos del único río
que rodea toda la tierra, tenemos un cuadro completo: un río que fluye hacia
Egipto, otro hacia Persia e India y dos centrales paralelos, en la Mesopotamia.
Estos ríos llevaban sus riquezas a todas estas regiones, para su crecimiento.
Vean que estamos hablando de las regiones que produjeron las principales
civilizaciones idólatras: Mitzrayim, Persia, Asiria y Bavel.
Una vez más, quisiera decir que todo lo que
encontramos en el libro de Bereshit es una semilla, el crecimiento de la
semilla está en el B'rit Hadashá, y la cosecha se halla en el libro de
Hitgalut. La semilla del río que fluye es sembrada en Bereshit 2, el
crecimiento se produce en los siguientes libros de las Escrituras, y la cosecha
se encuentra en el libro de Hitgalut. Necesitamos toda las Escrituras para
hallar el verdadero significado del cuadro en Bereshit 2. Elohim en Su Hijo
Yahshua ha Mashiaj es vida para nosotros en forma de alimento. Si lo ingerimos
a Él, no sólo hallamos satisfacción, sino que esta vida se convertirá en un río
que corre dentro de nosotros. Esta agua será un torrente que fluye en nosotros
para regenerarnos, transformarnos y hacernos fructíferos. Con este fluir
seremos el oro, los metales y las piedras preciosas con los cuales se edificará
la morada de Elohim, la Nueva Yahrushalayim. Así cumple Elohim Su propósito
eterno.
La Transformación Para La Edificación
Ahora quisiera considerar, de forma rápida,
los materiales preciosos que se revelan en varios pasajes de las Escrituras.
Bereshit menciona el oro, las perlas y la piedra de ónice. Hitgalut 21 habla de
oro, de perlas y de variedades de piedras preciosas (pasukim 11-14, 18-21).
Aunque ciertamente nos vamos a encontrar con problemas con las traducciones a
este respecto, porque los antiguos nombres se perdieron y algunas palabras hoy
carecen de una traducción correcta, y por eso vemos que usan arbitrariamente
las más disímiles piedras preciosas, en algunos casos hasta contradiciendo el
significado posible de las raíces hebreas, podemos hablar aquí de forma
genérica acerca de estas 3 clases mencionadas porque se establece la
comparación en las propias Escrituras:
El oro de esa región es bueno; también hay bedoláj (H916) y shóam (H7718). Bereshit 2.12
El BEDOLÁJ es normalmente traducido como
ónice, aunque también como ámbar, y esto porque es la palabra usada para
describir la apariencia del maná:
El maná era como semilla de cilantro, y su color era como bedólaj. Bamidbar 11:7
En Qorintiyim Alef también se mencionan los
materiales preciosos en este orden:
Si alguien edifica sobre este fundamento con oro, plata, piedras preciosas... Qorintiyim Alef 3.12
Shaúl dice que debemos mirar cómo
sobreedificamos la congregación, que debemos edificar con oro, plata y piedras
preciosas, y yo voy a confiar en lo que UN HEBREO QUE CONOCÍA LA TRADICIÓN
HEBREA MUY PROFUNDAMENTE COMO SHAÚL SABE QUE BEDOLAJ DEBERÍA SER TRADUCIDO COMO
PLATA. Vemos estos elementos también en la construcción del tabernáculo, que
estudiaremos en su debido momento.
Si leemos Shemot, descubriremos que unas
piedras de shoam engastadas en monturas de oro fueron colocadas sobre los
hombros del efod, y que sobre el pectoral que llevaba el sumo sacerdote se
montaron además doce piedras preciosas.
Harán el efod de oro, de tela azul, púrpura y escarlata, y de lino fino torcido, elaborado con diseños (...) Luego toma dos piedras de ónice (shoam) y graba sobre ellas los nombres de los hijos de Yisrael... Shemot 28:6,9
El número de las piedras engastadas en el
pectoral del sumo sacerdote era el número de la Nueva Yahrushalayim. Además, en
estas doce piedras estaban grabados los nombres de las doce tribus de Yisrael.
En Hitgalut 21 encontramos los nombres de las doce tribus sobre las doce
puertas de la ciudad. Esto es muy significativo, estamos hablando de UN
DESARROLLO.
En todo lo que hemos estado estudiando,
vimos el propósito eterno de Elohim, el cual consiste en expresarse a Sí mismo
y en expresar Su dominio por medio del hombre. En Su deseo de cumplir ese
propósito, Elohim creó al hombre de una manera específica como una vasija que
lo contuviera a Él como vida, y puso al hombre en el huerto. Pero cuando
llegamos a Hitgalut 21 y 22, no encontramos un huerto sino una ciudad. Una
ciudad no es creada sino edificada. En Bereshit 2 vemos la siembra; en Hitgalut
21 y 22 descubrimos el edificio. En la ciudad también tenemos el árbol de la
vida y el río de agua viva que sale del trono de Elohim. Pero además, en
Hitgalut encontramos las tres categorías de materiales preciosos, no en un
estado natural, sino edificados como una ciudad de oro, perlas y piedras
preciosas.
El muro de la Nueva Yahrushalayim es de
diamante (semejante al cristal puro), y la ciudad toda es de oro puro (Hitgalut
21.18), y en este muro cada puerta es una perla enorme. El sitio donde se alza
la Nueva Yahrushalayim es de oro, el muro se compone de piedras preciosas, y
cada una de las doce puertas es una perla. Por lo tanto, esta ciudad está hecha
de los materiales preciosos que se encuentran en estado natural en el huerto.
En Bereshit las sustancias preciosas se hallan en el huerto; en Hitgalut
constituyen una ciudad.
¿Qué materiales usamos en la edificación de
la congregación? Shaúl nos exhorta a edificar con oro, plata y piedras
preciosas, y eso es algo que CADA UNO REALIZA EN SÍ MISMO, PERO SIEMPRE CON VISTAS
A LA EDIFICACIÓN DE LA CIUDAD, LA NOVIA. Entonces queda más que claro que aquí
no hablamos de construir una ciudad sino de edificar a la congregación.
Nosotros hoy debemos edificar, dice Shaúl, ¿qué edificamos? Él menciona que lo
que edifiquemos será probado por el fuego, está hablando de NUESTRAS OBRAS.
¿Qué estamos edificando entonces? No alcanza con edificarnos a nosotros mismos
y dar un diezmo aquí o una oración allá, NECESITAMOS TRABAJAR EN LA OBRA DEL
EDIFICIO DE YAHWEH, QUE ES LA NOVIA DE YAHSHUA HA MASHÍAJ. Cualquier otra obra
que realicemos, arderá como paja.
A los ojos de Elohim, el pectoral del sumo
sacerdote formaba parte de la miniatura de la Nueva Yahrushalayim venidera. Del
mismo modo, la congregación edificada con oro, plata y piedras preciosas
también forma parte de la miniatura de la Nueva Yahrushalayim. En el Tanaj,
vemos a Yisrael con las doce tribus. En el B'rit Hadashá tenemos la congregación
con los doce apóstoles. Por lo tanto, Yisrael y la congregación constituyen la
Nueva Yahrushalayim. ESTA SERÁ LA UNIÓN CABAL, COMPLETA Y PERFECTA DE LAS DOS
CASAS. Los nombres de las doce tribus de Yisrael se encuentran en las doce
puertas de la Nueva Yahrushalayim, y los nombres de los doce apóstoles de la congregación
están sobre los doce cimientos de la ciudad. Este edificio abarca todas las
Escrituras desde el principio, con el huerto de Bereshit, hasta la conclusión.
Finalmente, todos fueron transformados en oro, plata o perlas, y piedras
preciosas, Y TODOS ELLOS ESTARÁN EN LA PRESENCIA DEL CREADOR POR EL RESTO DE LA
ETERNIDAD.
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