29 de noviembre de 2021

CLE01-17 - La Primera Caída Del Hombre

 


La serpiente apareció en la historia de la humanidad por primera vez en Bereshit 3 y desde aquel entonces ha estado activa; nunca duerme. En el transcurso de las generaciones, a partir de Bereshit 3, la serpiente ha trabajado constantemente. Cuando llegamos a la etapa de la congregación de creyentes, vemos el conflicto más intenso entre haSatán y el hombre. ¡Toda una batalla! El libro de Hitgalut nos muestra que en las congregaciones, Elohim ha obtenido un grupo de vencedores que derrotarán a haSatán. Según Hitgalut 12, primero haSatán será vencido por los creyentes. Entonces, cuando vuelva el Mashíaj, haSatán será atado y echado al pozo sin fondo (Hitgalut 20.1-3). Por último será echado al lago de fuego (Hitgalut 20.10).

 

Como vimos, Bereshit 1 revela el propósito eterno de Elohim y el deseo de Su corazón, y Bereshit 2 revela la manera en que Elohim cumple Su propósito. No obstante, haSatán se interpuso antes de que Elohim pudiese cumplir Su propósito. En todas las cosas, haSatán intenta ser el primero... y esto resulta muy útil para Elohim. Es bueno tener un enemigo previsible, puede ser utilizado. Todo lo que es auténtico puede permitirse alguna aparente lentitud, pero lo falso siempre actúa con prisa. Por lo tanto, en muchos asuntos no nos conviene actuar impulsivamente. Ya que haSatán está siempre apurado, nunca deberíamos aceptar la primera propuesta, al menos no antes de meditarla cuidadosamente en el ruaj. Si un hermano acude a ustedes buscando una respuesta acerca de cierto asunto, NO CONTESTEN INMEDIATAMENTE. Tal vez esta pregunta sea un ejemplo de la actividad apresurada de haSatán. Es mejor esperar un poco. Después de algunos días, ese hermano tal vez cambie de opinión, o tal vez el Ruaj les traiga una respuesta completamente diferente a la que hubieran dado en primera instancia. He visto que eso sucede muchas veces. La disposición de los jóvenes es muy activa; ellos tienen un carácter apresurado. Les gusta actuar rápidamente y obtener respuestas en seguida. Esta prisa se origina en la serpiente sagaz. Si ustedes esperan, ELOHIM INTERVENDRÁ. En la mayoría de los casos Elohim no está presente al principio. La serpiente actuará siempre antes que Elohim para intentar vencerlo.

 

Bereshit 3 nos muestra que haSatán fue el primero en actuar. Las Escrituras contienen el principio de "la primera mención". Todo lo que se menciona en primer lugar en un campo dado, establece el principio para todas las demás veces que ese asunto se mencione. Por tanto, Bereshit 3, donde se menciona por primera vez la actividad de haSatán, revela el principio de que haSatán trata de anteponerse a Elohim.

 

 

Según Bereshit, del capítulo 3 al 11, la humanidad experimentó cuatro caídas. En este mensaje, consideraremos la primera de ellas.

 

La mayoría de la gente sabe por lo menos algo de las Escrituras. Incluso algunas personas que no son creyentes saben que Adam y Javá comieron el fruto del árbol del conocimiento. No obstante, son pocos (incluso entre los creyentes) los que conocen el significado de la primera caída del hombre. Por tanto, debemos abordar este tema desde tres perspectivas. Primero, debemos determinar la causa de la caída. ¿Cuál fue la causa o el factor fundamental de la caída del hombre? Segundo, debemos conocer el proceso o la manera en que sucedió la primera caída. Tercero, debemos descubrir el resultado de la primera caída del hombre. Esta es la carga que tengo en este mensaje.

 

 

1. La Causa: La Tentación De La Serpiente

 

Si yo les preguntara a cuál fue la causa de la primera caída del hombre de la tierra (no hablamos de la caída del Adam Primigenio que lo convirtió en Adam-Satán), indudablemente contestarían que la causa fue haSatán. Eso es correcto. No obstante, no deberíamos echarle toda la culpa a haSatán. Como veremos, la causa de la primera caída del hombre no fue principalmente haSatán, sino el hombre mismo. Aun así, ponemos a haSatán como la primera causa de la caída del hombre. HaSatán fue el factor inicial de esta caída.

 

Satán significa "Oponente, Adversario, Enemigo", y esta entidad se ganó el título al oponerse a Yahweh. También tiene otro título, "el tentador" (MattiYah 4.3). Adondequiera que vaya, él actúa como tentador, porque él es así por disposición y constitución. Yahshua ha Mashíaj también lo llamó homicida y mentiroso, diciendo:

 

"Él ha sido homicida desde el principio y no se ha basado en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de lo suyo propio habla, porque es mentiroso y padre de mentira". Yahanan 8.44

 

En las Escrituras, a haSatán se le llama "el diablo" (Hitgalut 12.9; 20.2) que significa "Calumniador". El calumnia a Elohim ante los hombres, y calumnia al hombre ante Elohim. Diablo (diabolos en griego) es otro título de Satán: el calumniador acusa. Las palabras con que se dirigió a Javá llevaban implícita cierta calumnia en contra de Elohim (pasuk 5). Pero su calumnia siempre es una mentira. Mediante sus calumnias él tienta al hombre, y fue así como tentó a Javá... pero sólo porque dentro de ella ya había algo equivocado. Este "algo" provenía del polvo de la tierra de la cual el hombre fue formado.

 

De modo que exteriormente haSatán fue el causante de la primera caída del hombre. Como veremos más adelante, la causa interior de la caída fue el hombre mismo.

 

 

2. La Manera De Tentar

 

HaSatán empieza a tentar al hombre haciéndole una propuesta:

 

Ahora bien, la serpiente era más astuta que todos los animales salvajes que había hecho Yahweh Elohim; y le dijo a la mujer: "¿De veras que Elohim les ha dicho que no coman de ningún árbol del huerto?". (...) Y la serpiente le dijo a la mujer: "Ustedes no van a morir"... Bereshit 3:1,4

 

Básicamente, algo que ponga en duda la Palabra de Elohim. HaSatán siempre intentará tentarnos, seducirnos y atraparnos haciéndonos propuestas que pongan en duda la Palabra de Elohim. Cada vez que dudemos de la Palabra de Elohim, debemos darnos cuenta de que esa duda no proviene de nosotros sino de la serpiente. Hace años alguien escribió: "El signo de interrogación tiene la forma de una serpiente que se levanta y pregunta: "¿Conque Elohim ha dicho...?", y aún hoy continúa con el mismo método.

 

La propuesta de haSatán siempre incita al hombre a dudar de la Palabra de Elohim y de los motivos de Elohim. El enemigo es semejante a un escorpión, y sus preguntas son como el veneno que contiene su ponzoña. La serpiente le dijo a Javá: "No morirán". En realidad, la serpiente le estaba diciendo a Javá: "¿Por qué te ha prohibido Elohim comer del árbol del conocimiento? Porque Él sabe que cuando comas del árbol, serás como Él. Serás tan sabia como Elohim". Estas palabras eran venenosas, eran el veneno de la ponzoña del escorpión. Javá fue picada, y el veneno le fue inyectado. Así que ella miró el árbol del conocimiento y lo encontró agradable y bueno (pasuk 6). Esta fue la manera en que haSatán la tentó.

 

 

3. La Causa Interna De La Caída: La Mujer Asumió La Posición De La Cabeza

 

Ahora debemos ver la causa interna de la primera caída del hombre. Quiero hacer hincapié en esto. La causa interna de la caída del hombre fue el hecho de que la mujer asumió la posición de la cabeza (pasukim 2-3,6). Este es un cuadro de lo ocurrido en la caída primigenia. En la caída del Adam Primigenio, la parte femenina asumió la posición que no le correspondía. Javá fue engañada por la serpiente porque se olvidó de su marido. El tentador era astuto, y sabía que la mujer era más débil que el hombre (Kefá Alef 3.7), y por eso la escogió como blanco. Después de todo, el tentador es el mismo Adam Primigenio. Estar allí hablando con la serpiente constituía en sí una equivocación, independientemente de lo que dijera, porque indicaba que ella había asumido la posición de la cabeza. Ella habría evitado eso si no hubiera hablado con el maligno, se hubiera vuelto a su marido y se hubiera escondido detrás de él. Si Javá hubiera hecho eso, el astuto enemigo habría quedado imposibilitado. Por lo tanto, la causa fundamental de la primera caída del hombre fue el hecho de que la esposa asumió la autoridad. A pesar de tener un marido, ella actuó por su propia cuenta.

 

La mayor importancia de la mujer consiste en que ella representa al hombre delante de Elohim. YeshaYah 54.5 dice: "Porque tu marido es tu Hacedor". ELOHIM ES EL HOMBRE ÚNICO Y UNIVERSAL. Todos nosotros formamos parte de Su esposa, no importa si somos hombres o mujeres. La posición del hombre no es la posición de marido, sino la posición de esposa. Yahweh es nuestro marido. Elohim como cabeza tiene la autoridad, y no nosotros, ni siquiera los varones. Delante de Yahweh, la posición de los hermanos es la misma que la de las hermanas. Tanto las hermanas como los hermanos son mujeres a los ojos de Elohim.

 

El fracaso de la mujer consistió en ponerse por encima del hombre asumiendo la autoridad:

 

Además, Adam no fue engañado; sino que la mujer, al ser engañada, incurrió en transgresión. Timotio Alef 2.14

 

El fracaso de Javá tipifica el hecho de que el hombre asumió la autoridad e indica que se puso por encima de Elohim y lo hizo a un lado. Este principio sigue vigente aun hoy. CADA VEZ QUE ACTUAMOS POR NUESTRA CUENTA, PONIENDO A YAHWEH A UN LADO, SOMOS VENCIDOS. Si intentamos obtener una victoria por nuestra cuenta, ese esfuerzo será un fracaso porque nos aparta de nuestro marido, nuestra cabeza. Nunca debemos hacer nada por nosotros mismos. Hacer algo por uno mismo significa asumir la autoridad y olvidarse de la posición de esposa. Deberíamos ser sabios y nunca tomar la posición de marido.

 

En el huerto, Javá era nuestra representante. Nosotros, como parte de la Novia, de la congregación, SOMOS LA PARTE FEMENINA Y YAHSHUA, NUESTRA CABEZA, ES LA PARTE MASCULINA. Todos nosotros hemos actuado como ella alguna vez. Cuántas veces al día hemos sido y aún somos Javá. Nosotros enfrentamos cualquier situación por nuestra propia cuenta. Por mucho que hubiéramos orado, nos olvidamos de nuestro marido y actuamos como si no tuviésemos marido cuando se presenta un problema. ¿Por qué no nos volvemos a nuestro marido? ¿Por qué siempre nos enfrentamos solos a las tentaciones? Al enfrentarnos solos a las situaciones, quedamos apartado de nuestro marido. Esta fue la causa fundamental de la primera caída del hombre.

 

Ahora podemos ver que no debemos echarle toda la culpa a haSatán. Debemos culparnos a nosotros mismos por haber asumido la autoridad y no haber respetado a nuestro marido. Hemos asumido la posición de la cabeza olvidando que somos la esposa. No importa si nuestros esfuerzos tienen éxito o fracasan. En tanto que nos apartemos de Elohim y pensemos que podemos actuar aparte de Él, ya estamos derrotados. Debemos ver eso.

 

Podemos experimentar eso cuando lidiamos con nuestro enojo. Ser vencido por la ira es algo insignificante. Pero si intentamos vencer nuestro mal genio con nuestra propia capacidad, cometemos un pecado. Este intento es un gran pecado. Intentar vencer la ira indica que estamos asumiendo la autoridad, que nuestra alma está tratando de asumir el lugar del ruaj. Nuestro ruaj representa a nuestro marido porque es a través de este órgano que nos comunicamos con Él, mientras que nuestra alma somos nosotros mismos, la esposa. DEBEMOS APRENDER A PEDIR A MASHÍAJ QUE ÉL SE OCUPE DE RESOLVER EL PROBLEMA DE NUESTRO ENOJO, PORQUE NO ES RESPONSABILIDAD NUESTRA. Mashíaj es el marido, Él es la Cabeza.

 

Pero quiero que entiendan que el Mashíaj es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la cabeza de la mujer, y Elohim es la cabeza de Mashíaj. Qorintiyim Alef 11:3

 

Si todos aprendemos esta lección y mantenemos esta posición delante de Elohim, desaparecerá nuestro enojo, y el acusador será vencido. Debemos aprender este principio fundamental.

 

 

4. El Proceso

 

En primer lugar, Adam y Javá fracasaron porque no usaron el ruaj. Si Javá se hubiera vuelto al ruaj, no habría tenido ningún problema. NUESTRO MARIDO ESTÁ EN NUESTRO RUAJ. No obstante, si permanecemos en nuestra mente, eso significa que estamos asumiendo la autoridad y fijando nuestra mente en comportarnos de manera independiente. Esto es pecaminoso y terrible. Debemos darnos cuenta de que nuestro marido está en nuestro ruaj, y, por lo tanto, debemos ejercitar nuestro ruaj. Aun cuando brote la ira dentro de ustedes, deben volverse al ruaj. Aunque digan que es difícil hacerlo en esas circunstancias, yo contestaría que es precisamente en esos momentos difíciles cuando es aún más necesario volverse uno a su ruaj. NO INTENTEN VENCER SU IRA; VUÉLVANSE AL RUAJ; APRENDAN A USAR SU RUAJ. Todos los creyentes saben cómo orar y pedir a Elohim que les ayude, pero son pocos los que saben que tienen un ruaj al cual pueden volverse. Tenemos este órgano, y tiene una función maravillosa. Ya que Elohim está en nuestro ruaj, debemos volvernos a Él. Si aprendemos a volvernos a nuestro ruaj y a ejercitarlo en toda situación, los resultados serán maravillosos.

 

En segundo lugar, el hombre no sólo no usó su ruaj, sino que ejercitó su alma, lo cual indica que el hombre, representado por el alma, asumió la autoridad. A menudo la gente se niega a orar o a ejercitar su ruaj, y más bien piensa, considera y estudia. Les resulta difícil orar porque su mente está muy activa y llena de pensamientos. Son incapaces de sosegar su mente. Todos nosotros hemos pasado por esta situación. A muchos creyentes les es fácil hablar. No obstante, si uno les pide que oren, les cuesta hacerlo porque han ejercitado mucho su alma. La mejor lección que podemos aprender es tener calmada nuestra mente. Si podemos parar nuestros pensamientos y volver a la oración, eso demuestra que somos personas que andan con el Mashíaj y viven en Su presencia. Ahora bien, si ustedes son personas habladoras y con una mente muy activa, les será difícil estarse quietos durante algunos minutos para orar. Una persona así ejercita su alma continuamente.

 

Durante el proceso de la caída, Javá ejercitó su alma. Mientras hablaba con la serpiente, su mente razonaba (pasukim 2-3). Entonces a su parte emotiva le agradó el fruto del árbol del conocimiento (pasuk 6). Por último, su voluntad tomó la decisión de alcanzar el fruto y comerlo. Nuestra experiencia es la misma. Cuando nos tienta algo, nuestra mente razona y considera, nuestra parte emotiva es estimulada y acaba por amar aquello, y nuestra voluntad toma la decisión. Nuestra mente, nuestra parte emotiva y nuestra voluntad constituyen nuestra alma. No deberíamos confiar en ninguna de ellas. No confíen en su mente, ni en su parte emotiva ni en su voluntad; más bien vuelvan todo su ser al ruaj. Mientras piensan en algunos asuntos, deben volverse a su ruaj.

 

Podemos usar como ejemplo el ir de compras. Muchas veces cuando un hermano o una hermana va de compras y ve un artículo en particular que desea, razona dentro de sí: "Necesito eso. Ahora está en oferta y está bastante barato. Esta es mi única oportunidad de comprarlo a ese precio". Cuanto más razona acerca del artículo, más precioso llega a ser. Todos lo hemos experimentado. Sin embargo, cuando compramos el artículo y lo traemos a casa, pierde rápidamente su atracción y nos arrepentimos. Mientras ustedes estaban razonando, la pequeña serpiente estaba presente, excitando la parte emotiva suya, fortaleciendo su voluntad y diciendo: "Cómpralo". Cada vez que ustedes se encuentren en esa situación, deben darse cuenta de que están repitiendo la historia de Javá. No debemos burlarnos de Javá, porque nuestro hogar es el huerto de Edén y a veces nosotros somos Javá. Todos nosotros debemos aprender esta lección fundamental.

 

El tercer paso del proceso de la caída fue la acción del cuerpo. Cuando descuidamos el ruaj y ejercitamos el alma, el cuerpo se convierte en esclavo de nuestros propósitos. El ojo ve, la mano toma y la boca come. Si en el asunto de ir de compras nos olvidamos de nuestro ruaj y usamos nuestra alma, nuestro cuerpo nos llevará a la tienda.

 

 

5. Las Consecuencias

 

Es muy importante que entendamos cuál fue el resultado de la primera caída del hombre. Si conocemos el resultado, entenderemos cuál es nuestra condición y qué somos hoy en día.

 

El primer resultado de la caída fue que el alma del hombre se corrompió (manifestó lo que ya estaba en ella), se contaminó y quedó arruinada. Fue contaminada porque aceptó el pensamiento y las palabras de Adam-Satán (pasuk 7). Javá no debía haber hablado con el maligno, porque mientras hablaba con él, el pensamiento inicuo de él entró en la mente de ella. Por tanto, aun antes de que Javá participara del árbol del conocimiento, su mente ya estaba contaminada con el pensamiento del enemigo. No piensen que Javá no fue contaminada antes de tomar del árbol del conocimiento. Mientras hablaba con la serpiente, el pensamiento de la serpiente penetró en su mente y la ensució. Por último, la mente de ella fue completamente contaminada cuando comió del fruto del árbol del conocimiento.

 

Entonces el cuerpo cambió de naturaleza por haber adquirido el elemento del árbol del conocimiento, el elemento de haSatán, el cual lo convirtió en "carne" (pasuk 7). Originalmente el cuerpo humano era un vaso puro que contenía una sola esencia, el elemento creado por Elohim. Al comer del fruto del árbol del conocimiento, el elemento de la tierra contaminado fue activado en el cuerpo humano, y lo convirtió en la carne. Este también es un cuadro de la caída del Adam Primigenio, como ya hemos dicho antes. Según Romaniyim 7, este elemento es el pecado que mora en nosotros y habita en la carne del hombre. Aquella sustancia maligna, la naturaleza del pecado que contaminó nuestro cuerpo, mora en nuestra carne. De modo que no debemos confiar en nuestra carne porque ha sido completamente ocupada y saturada con el pecado de haSatán.

 

Como consecuencia de la caída, el ser humano entró en muerte, quedó aislado de Elohim, y perdió la función de relacionarse con Él (pasukim 8, 10). El cuerpo, el alma y el ruaj del hombre fueron sometidos a muerte. Efesiyim 2 nos dice que antes de ser salvos, estábamos muertos:

 

En cuanto a ustedes, estaban muertos en sus delitos y pecados... aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con el Mashíaj... Efesiyim 2:1,5

 

¿En qué parte de nuestro ser estábamos muertos? Las Escrituras dicen:

 

Todas las almas (NÉFESH) son mías; tanto la vida del padre como la vida del hijo son mías. El alma (NÉFESH) que peque, ésa morirá. Yahjezquel 18:4 (ver también Yahjezquel 18:20)

 

Cuando Adam y Javá pecaron, MURIERON POR COMPLETO. Yo antes tenía la comprensión que sustenta buena parte del cristianismo: que el hombre había muerto EN SU RUAJ, pero su alma y su cuerpo no (aunque comenzaron a morir). Pero a la luz de nuevas cosas que el Ruaj ha iluminado, tenemos que Yahweh promete:

 

Les daré otro corazón, y pondré un RUAJ NUEVO dentro de ellos. Quitaré del cuerpo de ellos el corazón de piedra y les daré un corazón de carne... Yahjezquel 11:19

 

Por lo tanto, el hombre estaba completamente muerto, EN TODAS SUS PARTES. ¿Qué significa estar muerto? Estar muerto significa simplemente carecer de función o de sensibilidad. Si mi mano no funciona, es una mano muerta. Todos tenemos un ruaj humano desde que fuimos creados por Elohim (ZejarYah 12.1), y con este ruaj deberíamos percibir a Elohim y tener contacto con Él. Sin embargo, como resultado de la caída, el ruaj humano entró en muerte, sin función ni sensibilidad y desprovisto de la capacidad de tocar a Elohim. Nosotros heredamos un cuerpo muerto, un alma muerta (un corazón de piedra) y un ruaj muerto. Nuestro ruaj ya viene muerto, sin la función para la cual fue creado originalmente, la de tener contacto con Elohim. Pero cuando aceptamos a Mashíaj como nuestro Salvador, nos arrepentimos y aplicamos la sangre redentora para que nuestra conciencia sea purificada, RECIBIMOS UN NUEVO RUAJ Y UN CORAZÓN NUEVO, EN UN NUEVO HOMBRE, como promete Yahweh en Yahjezquel. Ahora, a través de este nuevo ruaj, comenzamos a sentir a Yahweh y a relacionarnos con Él. Ahora cuanto más invocamos Su Nombre y el del Padre, cuanto más nos acercamos a Él y permitimos que quebrante nuestro viejo hombre y levante el nuevo, más avivado es nuestro ruaj. Cuanto más oramos y cuanto más confesamos nuestros pecados y alabamos al Mashíaj, más viviente será nuestro ruaj.

 

El hombre caído fue constituido pecador (Romaniyim 5.19). Dentro del ser del hombre caído existe cierta constitución, y el principal elemento de esta constitución es la naturaleza satánica. La naturaleza satánica ya estaba en el ser humano, PERO AL MANIFESTARLA, EL HOMBRE HIZO SU ELECCIÓN, y llegó a ser el elemento que lo constituye pecador. No piensen que ustedes son pecadores simplemente porque están mal o que son pecaminosos solamente en sus obras exteriores, en su comportamiento. Antes de hacer algo pecaminoso, ya somos pecadores. Si el árbol no está corrompido, no puede producir fruto maligno:

 

Así también, todo árbol sano da buenos frutos, pero el árbol podrido da malos frutos. El árbol sano no puede dar malos frutos, ni tampoco puede el árbol podrido dar buenos frutos. MattiYah 7.17-18

 

Del mismo modo, si ustedes no son pecadores, no pueden pecar. Un árbol no es corrupto porque produce frutos malos, sino que produce frutos malos porque es corrupto. Del mismo modo, no somos pecadores porque pecamos, sino que pecamos porque somos pecadores, porque fuimos constituidos pecadores. Por ser pecadores, tenemos la función de pecar.

 

Sin embargo, esto aplica a nuestro VIEJO HOMBRE, porque nuestro NUEVO HOMBRE NO PUEDE PECAR. Esta es la dualidad en la que vivimos, ya que aún mantenemos este cuerpo de muerte mientras tratamos de hacer crecer al nuevo. El viejo hombre peca siempre, pero el Nuevo Hombre no tiene pecado, por eso debemos correr a nuestro Nuevo Hombre (donde está Mashíaj) para evitar caer en la tentación de pecar. Así se explican ciertas aparentes "contradicciones" de las Escrituras:

 

Todo el que ha nacido de Elohim no practica el pecado, porque la simiente de Elohim permanece en él, Y NO PUEDE SEGUIR PECANDO, porque ha nacido de Elohim. Yahanan Alef 3:9

 

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Yahanan Alef 1:8

 

Muchos han preguntado: "Entonces, ¿cómo es? ¿Pecamos o no pecamos?". Parece confuso, pero la respuesta está en que EL VIEJO HOMBRE PECA, PERO EL NUEVO HOMBRE NO PUEDE PECAR. Para dejar de pecar debemos refugiarnos en nuestro nuevo hombre, mientras confesamos los pecados de nuestro viejo hombre Y LOS ELIMINAMOS (no se trata de confesar y mantenerlos, sino de eliminarlos por vivir en el nuevo hombre, que no puede pecar).

 

Por haber trasgredido la prohibición de Elohim, no sólo tenemos un elemento pecaminoso dentro de nosotros, sino también un caso judicial exterior (Romaniyim 5.18). Tenemos un caso en la corte celestial, un caso que fue provocado por Adam, y no por nosotros. Pero todos estábamos en Adam.

 

El resultado final de la primera caída del hombre fue la muerte (Bereshit 3.19; 5.5; Romaniyim 5.12). Con la transgresión de Adam entró el pecado en el mundo, y por medio del pecado, entró la muerte. La muerte reina sobre todos los hombres:

 

Por eso, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado vino la muerte, así también la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romaniyim 5:12

 

Por tanto, "en Adam todos mueren" (Qorintiyim Alef 15.22). Así siendo, este caso no sólo concierne a Adam, sino a todos nosotros, y esto es así para resolver el problema de una única vez:

 

Así que, como por el delito de uno vino la condenación a todos los hombres, así también por la vida justa de uno vino para todos los hombres la justificación que da vida. Porque como por la desobediencia de un solo hombre, a muchos se los contó como pecadores, así también, por la obediencia de uno, a muchos se los contará como justos. Romaniyim 5:18-19

 

 

Entonces, la primera caída del hombre trajo la maldición (pasukim 17-19). Podemos contar los puntos de la maldición: la maldición misma, el dolor, las espinas, los abrojos y el sudor. Estos son los aspectos de la maldición. Aunque somos creyentes, con frecuencia nos enfrentamos con circunstancias difíciles al procurar ganarnos la vida. En los cultivos, la cosecha no crece rápidamente, pero la cizaña sí. ¿Qué hace crecer la cizaña? La quitamos un día y reaparece pronto. Esto demuestra que la tierra fue maldita hace miles de años. Además, sudamos en casi todo lo que hacemos. Sin sudor, parece que no podemos cumplir nada. El sudor es la señal de que el hombre está bajo la maldición.

 

Como resultado de la caída, el hombre también fue echado del huerto, la esfera de la vida (pasukim 23-24). El Eden era la esfera de la vida, porque incluía el árbol de la vida y en ella el hombre puede recibir vida. Por tanto, ser echado del paraíso significa ser apartado de la esfera de la vida.

 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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