Cuando
los hijos de los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la tierra y
tuvieron hijas, vieron los malajim de Yahweh, en un año de este jubileo, que
eran hermosas de aspecto. Tomaron por mujeres a las que eligieron entre ellas,
y les parieron hijos, que fueron los gigantes. Creció entonces la iniquidad
sobre la tierra, y todos los mortales corrompieron su conducta, desde los
hombres hasta los animales, bestias, aves y reptiles. Todos corrompieron su
conducta y norma, empezaron a devorarse mutuamente, creció la iniquidad sobre
la tierra y los pensamientos conscientes de todos los hijos de los hombres eran
malvados siempre. Miró entonces Mashíaj a la tierra, y he aquí que todo estaba
corrompido, que todo mortal había desviado su norma, y que todos cuantos había
en la tierra hacían mal ante sus ojos. Y dijo:
—Destruiré
al hombre y a todos los mortales sobre la faz de la tierra que creé.
Sólo
Noaj halló gracia ante los ojos de Yahweh. Se enojó sobremanera con los malajim
que había enviado a la tierra, despojándolos de todo su poder, y nos ordenó
atarlos en los abismos de la tierra, donde están presos y abandonados. Y contra
sus hijos emanó sentencia de herirlos con espada y hacerlos desaparecer de bajo
el cielo. Dijo:
—No
permanecerá mi ruaj sobre los hombres eternamente, porque carne son: sean sus
días ciento veinte años. y envió entre ellos su espada para que se matasen unos
a otros.
Este
comenzó a matar a aquél, hasta que todos cayeron por la espada y desaparecieron
de la tierra a la vista de sus padres, quienes fueron encarcelados luego en los
abismos de la tierra hasta el gran día del juicio, para que sea firme la
sentencia contra todos los que corrompieron su conducta y sus acciones ante Mashíaj.
A todos los barrió de su lugar, y no quedó uno de ellos a quien no condenara
por su maldad. Hizo para toda su obra una nueva y justa creación, para que no
prevaricaran nunca y fueran justos, cada uno en su especie, por siempre. El
juicio de todos quedó establecido y escrito en las tablas celestiales, sin
injusticia: a cuantos transgredieran la conducta que les había sido asignado
seguir les quedó escrita la sentencia, a cada naturaleza y a cada especie. Nada
hay en los cielos y en la tierra, en la luz y en las tinieblas, en el Sheol, el
abismo y lo oscuro, cuyo juicio no esté establecido, escrito y grabado.
Hay
sentencia acerca de todo, pequeño y grande; lo grande según su magnitud, y lo
pequeño según su pequeñez: juzgará a cada uno según su conducta. No es él
aceptador de personas ni ansioso de regalos: si falla, ejecuta la sentencia a
cualquiera. Aunque le ofrezcan cuanto hay en la tierra, no aceptará cohecho, ni
hará acepción de personas, ni recibirá nada de su mano, porque es justo juez. A
los hijos de Yisrael les ha sido escrito y establecido que, si vuelven a él con
justicia, les perdonará toda su culpa y absolverá de todos sus pecados; escrito
y establecido está que tendrá misericordia de cuantos se arrepientan de todos
sus errores una vez al año.
De
cuantos habían corrompido su conducta y juicio antes del diluvio no aceptó más
que a Noaj. Lo aceptó por sus hijos, a los que salvó de las aguas del diluvio
por él; justo era aquel corazón en todo su proceder respecto a lo que le fue
ordenado, y nada transgredió que le estuviera establecido. Dijo Yahweh que
destruiría cuanto había sobre el suelo, desde el hombre hasta los animales y
bestias, aves del cielo y reptiles, y mandó a Noaj que se hiciera un arca para
salvarlo de las aguas del diluvio. Noaj la construyó según le ordenó, en el
jubileo vigésimo séptimo, en el quinto septenario, en el quinto año. Y entró en
ella en el año sexto, en el segundo mes, a primeros de este mes: hasta el
dieciséis estuvieron entrando él y cuanto le hicimos meter en el arca, y Yahweh
la cerró por fuera el diecisiete por la tarde. Abrió Mashíaj las siete
cataratas del cielo y las bocas de las fuentes del gran abismo en número de
siete bocas. Comenzaron las cataratas a soltar agua desde el cielo, cuarenta
días y cuarenta noches, y también las fuentes del abismo hicieron subir agua
desde abajo, hasta llenarse todo el mundo de líquido. El agua creció sobre la
tierra, elevándose quince codos por encima de todos los altos montes. El arca
se elevó también sobre la tierra y flotaba sobre la faz de las aguas.
El
agua permaneció sobre la faz de la tierra cinco meses, que son ciento cincuenta
días, y el arca fue a parar sobre la cima del Lubar, uno de los montes Ararat.
En el cuarto mes se cerraron las fuentes del gran abismo, y las cataratas del
cielo quedaron retenidas; a comienzos del séptimo mes, se abrieron todas las
bocas de las simas de la tierra, y el agua comenzó a descender al abismo
inferior. A primeros del décimo mes aparecieron las cimas de los montes, y a
primeros del primer mes apareció la tierra. Las aguas se secaron sobre la
tierra en el quinto septenario, en su año séptimo; el diecisiete del segundo
mes se secó la tierra, y en el veintisiete, abrió el arca y sacó de su interior
a las bestias, animales, pájaros y reptiles.
Sefer
Yobelim 5
La
salvación que Elohim trajo a Noaj consistió en librarlo no solamente del
juicio, sino también de esta generación torcida, perversa y maligna. Para ser
salvo de esa era maligna, él necesitaba ser salvo por agua.
En
aquella arca se salvaron a través del agua pocas personas, es decir, ocho. Kefá
Alef 3.20
Aquí
dice explícitamente que Noaj fue salvo a través del agua. La palabra griega
utilizada es G1223 διά diá, la misma que se utiliza para el caso que
mencionamos cuando hablamos acerca de la diferencia que la Biblia establece al
decir que los hijos "pasaron a través" de Javá, mientras que la mujer
"procede" (como engendrada) de Adam, en Qorintiyim Alef 11:8. De
manera que aquí la expresión es que la familia de Noaj fue salva a través del
agua.
¿Qué
significa "ser salvo a través del agua"? Si queremos entender esto,
debemos conocer el trasfondo de la generación de Noaj.
Noaj
vivía en una era torcida y perversa. Como resultado de la primera caída del
hombre, la naturaleza maligna de haSatán había sido activada en el hombre. En
la segunda caída, el hombre se alejó de la presencia de Elohim y estableció la
cultura humana. En la tercera caída del hombre, la cultura produjo una
generación totalmente maligna, torcida, corrupta y perversa. Elohim había
condenado a aquella generación, y el poder maligno de las tinieblas estaba
presente en la tierra. Quienquiera que viviese durante esa era estaba bajo dos
cosas: el juicio de Elohim y el poder maligno de las tinieblas.
Vivimos
en la misma clase de era. En MattiYah 24 y Luka 17 Yahshua ha Mashíaj comparó
nuestra era con la de Noaj. El trasfondo de Noaj era exactamente el mismo que
el nuestro; aquella era prefiguraba nuestro trasfondo. Fíjense en la situación
mundial de hoy; indudablemente se encuentra bajo la condenación de Elohim. Se
halla también bajo el poder maligno, la influencia maligna. Ningún joven o
adulto puede resistir el poder maligno ni la influencia de la sociedad moderna.
Los
padres creyentes oran por sus hijos aun antes de que nazcan. Consagran sus
hijos al Mashíaj e intentan ayudarles con temor y temblor a que conozcan a
Elohim y se alejen de la influencia de este mundo de tinieblas. No obstante, a
los cuatro años de edad, los niños deben asistir a la escuela, y una vez en la
escuela, están expuestos a la influencia maligna de las tinieblas de esta era.
Todos los niños reciben algo de esta influencia. Nadie es inmune. Podemos ver
que existe ese poder maligno, la influencia maligna de las tinieblas, sobre
esta tierra. Todos están bajo el juicio de Elohim y bajo el poder y las
tinieblas del maligno. Por lo tanto, la plena salvación de Elohim no sólo nos
libra de que Él nos condene, sino también del poder maligno y de la influencia
de esta era tenebrosa. En el día de Pentecostés, Pedro exhortó al pueblo:
"Sálvense
de esta generación perversa" MaAseh 2.40
¿Y
en qué consiste la salvación?
Ser Salvos Es Salir Del Mundo
La
salvación consiste en salir de cierta entidad colectiva; es una liberación de
cierta posición y de ciertas relaciones. En otras palabras, significa salir del
mundo. La mayoría de las personas presta mucha atención a su salvación
personal, al hecho de que ya no irán a parar al lago de fuego. Pero ahora
debemos preguntarnos: ¿de qué somos salvos? La salvación que se recalca en las
Escrituras se refiere a ser salvos del mundo, no del lago de fuego. El mundo en
su totalidad está condenado por Elohim.
No
cabe duda de que aquel que cree en el Mashíaj Yahshua tiene vida eterna. Una
vez que una persona cree en el Mashíaj Yahshua, tiene vida eterna y es salva
para siempre.
El
que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que desobedece al Hijo no verá
la vida, sino que la ira de Elohim permanece sobre él. Yahanan 3:36
Para
esta persona, todos sus problemas son resueltos. Cuando decidimos creer en
Mashíaj, entramos con Él en un pacto, el Nuevo Pacto. Cuando Avraham decidió
creer a Yahweh, entró con Él en un pacto, el Antiguo Pacto. La señal de este
pacto era la circuncisión, que simbolizaba cortar con la carne. La señal del
nuevo pacto es el bautismo por inmersión, que también simboliza el cortar con
la carne y el mundo. El bautismo de Yahanan daba por encerrado este antiguo
pacto porque los que se acogían a él se arrepentían de sus pecados Y QUEDABAN
ESPERANDO EL QUE HABRÍA DE VENIR. Por eso también este bautismo no era de por
sí suficiente para hacerlos entrar en el Nuevo Pacto, y aún debían ser bautizados
dentro del nombre de Yahshua ha Mashíaj. A la verdad, en aquel momento fueron
necesarios dos bautismos PORQUE ERA UN PERÍODO DE TRANSICIÓN ENTRE DOS ERAS,
hoy sólo necesitamos uno, en parte porque nosotros no venimos del Antiguo
Pacto, y aún si viniéramos (si fuéramos judíos que queremos convertirnos a
Mashíaj), el mismo bautismo hoy representa tanto el sepultamiento como la
resurrección. En aquel momento aún eran dos hechos HISTÓRICAMENTE SEPARADOS POR
UN PERÍODO DE TIEMPO REAL, hoy ambos han quedado en nuestro pasado.
De
hecho, tal vez usted ha creído en el Mashíaj y tiene vida eterna, pero a los
ojos del mundo, ¿es usted salvo? Si usted no ha sido bautizado, no es salvo, ya
que nadie sabe que usted es diferente. Usted tiene que tomar tal decisión y ser
bautizado, declarando que ha puesto fin a su relación con el mundo. Solamente
entonces será salvo.
Creer
se relaciona con lo que necesita ser afirmado, mientras que el bautismo se
relaciona con lo que debe ser negado.
Entonces,
¿qué es el bautismo? El bautismo es una liberación. Creer se relaciona con lo
que necesita ser afirmado, mientras que el bautismo se relaciona con lo que
debe ser negado. El bautismo nos saca de una entidad colectiva. Muchas personas
del mundo pueden decir que usted es uno de ellos. Pero en el momento en que
usted es bautizado, verán que usted ha llegado a su fin. Aquel a quien ellos
conocieron por años, ahora es salvo y se ha bautizado. La amistad que usted
tenía con ellos ha terminado. Usted está en la tumba, porque ha llegado al fin
de su curso. Usted ya sabe que tiene vida eterna, y ahora que es bautizado, es
salvo. De ahora en adelante, todos saben que usted es del Mashíaj, porque le
pertenece.
"El que crea y sea bautizado, será
salvo". Esto es
cierto porque cuando una persona cree y es bautizada, todos conocerán su
posición. Si uno no cree, no tendrá la realidad interior correspondiente, y lo
que haga no tendrá sentido, porque será un simple acto externo. Pero al creer
se produce una realidad interior, y si uno da el siguiente paso, el paso del
bautismo, se separará del mundo y su relación con éste llegará a su fin. El
bautismo es una separación; nos separa de los demás.
"El que crea y sea bautizado, será
salvo". Lo que dijo
el Mashíaj Yahshua es muy claro. Además añade: "El que no crea, será condenado". No creer en el Mashíaj
es razón suficiente para que la persona sea condenada. En tanto que una persona
pertenezca a esa entidad colectiva, su incredulidad es suficiente para
condenarla. Pero aun si uno cree en el Mashíaj, necesita de todos modos ser
bautizado. Si no es bautizado, no ha hecho público su éxodo.
Repito
una vez más que casi todo lo que contiene el libro de Bereshit constituye una
semilla que necesita desarrollarse. Ser salvos por medio del agua es un
bautismo. En Kefá Alef 3.20-21 se revela que el agua por la cual pasó Noaj
tipificaba el bautismo. Podemos considerarla la primera alusión al bautismo en
las Escrituras. Por tanto, fue la semilla del bautismo. Esta semilla se
desarrolló más tarde cuando los hijos de Yisrael atravesaron el mar de Juncos.
Porque
no quiero, hermanos, que pierdan el significado de lo que les pasó a nuestros
padres. Todos fueron guiados por la columna de nube, y todos atravesaron el
mar, y con relación a la nube y al mar, todos se sumergieron en Moshe.
Qorintiyim Alef 10.1-2
El
paso por las aguas del mar de Juncos tipificaba claramente el bautismo en agua.
Más adelante, al finalizar la era del Tanaj/Antiguo Testamento y estar a punto
de entrar en la era del B'rit Hadashá, lo que sucedió fue la proclamación del
bautismo en agua. Elohim envió a Yahanan el Inmersor para que lo llevara a
cabo. Él vino con el propósito de bautizar a la gente con agua para
arrepentimiento.
Sin
embargo, el bautismo de Yahanan no era suficiente, como podemos ver:
Mientras
Apolo estaba en Corinto, Shaúl llegó a Éfeso, después de recorrer las regiones
interiores; allí encontró a ciertos discípulos, y les preguntó: "¿Recibieron
ustedes el espíritu de santidad cuando creyeron?" Ellos le contestaron: "Ni
siquiera hemos oído que haya espíritu de santidad". Y les preguntó: "¿Qué
inmersión recibieron entonces?". Ellos respondieron: "La inmersión de
Yahanan". Y Shaúl dijo: " Yahanan sumergía con una inmersión de
arrepentimiento, diciéndole al pueblo que creyeran en el que había de venir
después de él, es decir, en Yahshúa el Mashíaj". Cuando oyeron esto, se
sumergieron dentro del nombre de Yahshúa el Mashíaj. MaAseh 19:1-5
La
expresión literal en griego es que fueron bautizados DENTRO del nombre de
Yahshua, tipificando clarísimamente que fueron inseridos dentro de Mashíaj, DENTRO
DEL ARCA.
De
manera que vemos que las Escrituras mencionan dos bautismos necesarios: el
bautismo de Yahanan corresponde al bautismo del diluvio, que es el que se
necesita para ser salvos de la generación malvada, del mundo, de la era de las
tinieblas en la que todos estábamos antes de ser salvos. Este bautismo está
tipificado también por el paso del Mar de Juncos, mal llamado Mar Rojo. Pero
luego de este bautismo aún es necesario recibir otro. Este bautismo nos saca
del antiguo pacto, y el otro bautismo nos da entrada en el nuevo pacto, nos
hace entrar en la Tierra Prometida, en Mashíaj. Este bautismo está tipificado
por el paso del río Yardén/Jordán, y corresponde al bautismo en el Ruaj
haKodesh, dentro del nombre de Mashíaj. Uno es en aguas saladas (aguas de
juicio) y el otro es en aguas dulces (aguas de vida). Uno es la muerte del
viejo hombre para resurrección en el nuevo hombre, y el otro es un bautismo
para purificación y posicionamiento. Vamos a estudiar estas cosas más a fondo
en su momento correspondiente, hoy nos concentraremos en el bautismo de agua.
Consideremos
ahora el caso de los israelitas. A pesar de ser el pueblo escogido de Elohim,
ellos cometieron múltiples transgresiones que fueron siendo anotadas hasta
acumular lo necesario. Todas las transgresiones de Avraham, de Yitzjak, de
Yaakov y sus hijos, sus trampas, engaños, mentiras, transgresiones, todas las
historias que conocemos CIERTAMENTE FUERON PERDONADAS, y sin embargo, el
castigo de las mismas no fue pasado por alto y fue impartido. Es necesario que
comprendamos cabalmente la importancia de este asunto. Nosotros tenemos la idea
de que si cometemos una transgresión, nos basta con arrepentirnos para ser
perdonado, Y ESO ES ABSOLUTAMENTE VERDADERO. Para recibir el perdón solo
debemos arrepentirnos, y esto es una cuestión de MISERICORDIA. Pero la
transgresión implica un castigo que debe ser ejecutado, y este es un asunto de
JUSTICIA. La misericordia otorga el perdón, pero la justicia también debe ser
satisfecha. En el caso de nuestros pecados pasados, todos aquellos que
cometimos antes de creer, Yahshua asumió nuestro lugar y pagó la culpa por
todos ellos, y quedaron absolutamente borrados. También fuimos capacitados con
el Ruaj haKodesh para poder resistir las tentaciones, para lo cual necesitamos
acercarnos continuamente al trono de la gracia. Cada vez que cometemos una
transgresión, eso implica un caso judicial que debe ser resuelto. Nos
arrepentimos, pedimos perdón Y LO RECIBIMOS. Que no quede la menor duda a este
respecto, ABBA ES AMOROSO Y MISERICORDIOSO Y SI PEDIMOS PERDÓN, ÉL NOS PERDONA.
Sin embargo, persisten las consecuencias del acto cometido, que deben ser
resueltas.
El
propio Yahshua nos explicó estas cosas, y Él habló no sólo para judíos, sino
para personas que estaban a punto de hacer un cambio de era. Ha habido varios
cambios de era, el diluvio fue uno, la muerte y resurrección de Yahshua otro, y
el apocalipsis que esperamos será otra mudanza de era. De manera que Él sabía
que lo que decía a personas bajo el antiguo pacto sería válido aún para los que
entrarían en el nuevo:
Pues
cuando vayas ante el magistrado con tu adversario, haz lo posible por
arreglarte con él en el camino, no sea que te arrastre al juez y el juez te
entregue al policía, y el policía te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás
de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Luka 12:58-59
El
adversario sabemos bien quién es, no es otro sino "el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche
delante de nuestro Elohim" (Hitgalut 12:10). El Juez es Yahshua, a
quien ha sido dado el poder del juicio venidero y por quien seremos juzgados, y
la policía son los demonios sirvientes de haSatán. Nosotros estamos en el camino,
y Yahshua nos dice que RESOLVAMOS NUESTRAS TRANSGRESIONES MIENTRAS ESTAMOS
VIVOS, que no las dejemos para el día del juicio, cuando todos seremos juzgados
por nuestras acciones. Estos asuntos tienen que ver con la entrada al Milenio,
como veremos, y son de absoluta importancia que los comprendamos hoy y aquí,
porque este es el tiempo que nos ha sido dado para que arreglemos las cosas,
después será demasiado tarde.
Entonces,
las transgresiones acumuladas de los yisraelitas COMO NACIÓN fueron entonces
cobradas todas juntas, y por ese motivo ellos fueron enviados a Mitzrayim,
donde debían permanecer por 400 años, el tiempo del castigo. Toda la nación
egipcia se encontraba bajo el juicio de Elohim, igual que todas las otras
naciones de la tierra, pero al tiempo de la salida de los yisraelitas, cuando
se cumplía el tiempo de su cautiverio, Mitzrayim llegaba al colmo de sus
transgresiones y le llegaba el momento de recibir su propio castigo, como
sucedió. Kenaán estaba casi lista también: sólo le faltaban 40 años.
Los
yisraelitas, entonces, estaban bajo el poder de Faraón y de los egipcios. Al
salir de Mitzrayim no huían del juicio de Elohim, sino de Mitzrayim. Este éxodo
fue una liberación del cautiverio egipcio para los yisraelitas, y un juicio
para Mitzrayim, que, como todos los "malos pastores" se había
"pasado de la raya" en el yugo de los yisraelitas, y debía ser
castigado.
Veamos
la salvación que disfrutaron los hijos de Yisrael. Primero, disfrutaron de la
redención de la sangre del cordero. Mataron corderos y untaron la sangre sobre
los dinteles de las puertas. De esta manera, los israelitas fueron cubiertos
por la sangre redentora y se salvaron del juicio de Elohim. El arca fue
revestida por dentro y por fuera para que la sangre se viera. En su momento
estudiaremos el tema a fondo, pero vemos que las primeras plagas afectaron a
todos los que estaban en Mitzrayim, y luego de la tercera sólo afectaron a los
egipcios, para hacer distinción entre ellos y los yisraelitas, prefigurando lo
que sucederá durante el Hitgalut. Cuando Elohim ejecutó Su juicio final sobre
el país de Mitzrayim, los que estaban bajo la sangre fueron salvos. ¿Quiénes
fueron salvos en la última plaga? ¿Todos los yisraelitas? NO: SÓLO LOS
PRIMOGÉNITOS. El resto de las personas, fueran yisraelitas o egipcios, no
estaban corriendo riesgo en ese momento, y sólo murieron los primogénitos que
no estaban cubiertos por la sangre, a saber, los egipcios. Los primogénitos de
Yisrael fueron salvos del juicio de Elohim por la sangre.
Después
de eso, ahora sí TODOS comieron la carne del cordero. El propósito de aquello
no era salvarlos del juicio, sino fortalecerlos para que salieran de Mitzrayim,
es un símbolo de recibir el ruaj en su interior, porque el cordero era el
propio Yahshua. Cuando comieron el cordero, recibieron a Yahshua en su
interior, símbolo de la promesa de que un día recibirían al Ruaj haKodesh.
Mientras comían "con su cintura
ceñida, sus sandalias en sus pies, y su bastón en su mano; y lo comerán de
prisa" (Shemot 12:11), estaban listos para salir. Mientras comían, se
preparaban para salir de Mitzrayim. Así también debemos nosotros hoy comer a
Yahshua: con prisa, porque nos preparamos para salir del mundo, no podemos
seguir sentados cómodamente en nuestras viditas estructuradas por el sistema
satánico. Debemos calzarnos las sandalias, tomar nuestros bastones y ceñirnos
nuestras armas:
Así
que permanezcan firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, vestidos con la
coraza de justicia y calzados sus pies con la preparación para proclamar la
Buena Noticia de paz. Y sobre todo, ármense con el escudo de la fe con que
podrán apagar todos los dardos de fuego del maligno. Tomen también el casco de
la salvación y la espada del espíritu, que es la palabra de Elohim, orando en
todo tiempo en el espíritu con toda oración y ruego, vigilando con toda
perseverancia y ruego por todos los consagrados. Efesiyim 6:14-18
¿Qué
libró a los israelitas de Mitzrayim y del poder de Faraón? Aunque Elohim los
salvó del juicio, Faraón, el rey de Mitzrayim, no quería dejarlos ir. Faraón
tipificaba a Adam-Satán como dueño de nuestra carne. Faraón, es decir, haSatán,
parecía decirles: "Ustedes, hijos de
Yisrael, fueron salvos del juicio de Elohim y comieron la carne del cordero.
Están listos para marcharse. ¿Creen que pueden salir tan fácilmente? Este es mi
territorio; es mi poder, mi reino y mi imperio. Aquí yo tengo el poder y no
dejaré que se vayan". Por tanto, Faraón envió su ejército a detener a
los israelitas. Pero Elohim vino a liberarlos; no mandó malajim ni fuego que
consumiera a Faraón y sus fuerzas, sino que abrió el Mar de Juncos para que lo
cruzaran. ÉL HIZO QUE SU PUEBLO ATRAVESARA A PIE SECO LAS AGUAS DEL JUICIO QUE
SERÍAN LA MUERTE DE LOS EGIPCIOS (la muerte del mundo, del sistema). El
ejército de Faraón y todo el poderío egipcio quedaron sepultados. Los hijos de
Yisrael fueron liberados. ¿De qué fueron librados? NO DEL JUICIO DE ELOHIM,
SINO DEL PODER DE MITZRAYIM Y DE FARAÓN, ES DECIR, DEL PODER DEL MUNDO Y DE
HASATÁN. En ese momento, el juicio estaba sobre el mundo, el sistema,
Adam-Satán, NO SOBRE LOS YISRAELITAS.
Los
hijos de Yisrael disfrutaron de una doble salvación. El primer aspecto de su
salvación fue la sangre redentora, y el segundo aspecto fue el agua del juicio.
Ellos estaban siendo cargados dentro del arca cuando atravesaban el Mar de
Juncos. El arca es el madero de Yahshua, donde nosotros también fuimos muertos
con Él, y juntamente con Él fuimos después resucitados. Cuando Yahshua ha
Mashíaj estaba a punto de ir al madero, Él declaró:
"Ahora
es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera"
Yahanan 12.31
HaSatán
y el mundo fueron juzgados en el madero.
El
Mashíaj salvó a Su pueblo del mundo juzgándolo. Elohim ejecutó Su juicio sobre
los egipcios, y ese juicio fue una salvación para los israelitas. Para haSatán
y su mundo, el madero fue un juicio; mas para nosotros, los que creemos, el
juicio ejecutado sobre el madero es una salvación. No es una salvación de ser
condenados por Elohim, sino del poder de haSatán y de la influencia maligna de
esta era de tinieblas. Este asunto queda claro; así que, podemos volver al caso
de Noaj.
Noaj Se Salvó Del Juicio De Elohim, Por El Arca Cubierta De
Brea
Indudablemente
Noaj se encontraba bajo la condenación de Elohim. Él estaba también bajo el
poder maligno de la era en la cual vivía. Noaj construyó un arca que estaba
cubierta de brea por dentro y por fuera. LA BREA TIPIFICABA LA SANGRE
REDENTORA. Por lo tanto, Noaj fue salvo del juicio de Elohim por la brea que cubría
el arca. La redención nos salva del juicio de Yahweh.
¿Qué
salvó a Noaj de esa era maligna? El arca que lo hizo atravesar el diluvio que
Elohim envió como juicio sobre el mundo maligno. Esa arca separó a Noaj del
diluvio y de aquella era. El agua del mar de Juncos sepultó a los egipcios y
separó a los hijos de Yisrael del mundo egipcio, y las aguas del diluvio
hicieron lo mismo con Noaj. Por una parte, el diluvio juzgó la era maligna; y
por otra, el arca separó a Noaj de esa era. El agua que juzgó al mundo no pudo
tocar a Noaj porque él estaba dentro del arca, que lo separó de la generación
maligna. Como resultado de los dos aspectos de la plena salvación de Elohim,
Noaj fue salvo de la condenación de Elohim y también de la generación maligna.
Casi
ningún creyente conoce el segundo aspecto de la obra salvadora de Elohim. Un
creyente verdadero sabe que la sangre nos libra de ser condenados por Elohim,
de perecer eternamente. Le damos gracias a Elohim por eso. Pero ¿cuántos
creyentes alaban al Mashíaj por la salvación conferida por el arca a través del
agua? Muy pocos creyentes comprenden que han sido librados de la era maligna de
este mundo, y por eso, tengo la carga de que todos veamos el segundo aspecto de
la plena salvación de Elohim. La gran obra salvadora de Elohim no sólo nos
salva de Su juicio, sino también del poder de haSatán.
El Principio De Cooperar Con Elohim
De modo que, amados míos, así como han obedecido siempre -no sólo cuando yo
estaba presente, sino mucho más ahora en mi ausencia-, ocúpense en su salvación
con respeto y reverencia; porque Elohim es el que produce en ustedes tanto el
querer como el hacer, para cumplir su buena voluntad. Háganlo todo sin
murmuraciones y contiendas, para que sean irreprensibles y sencillos, hijos de
Elohim sin mancha en medio de una generación torcida y perversa, en la cual
ustedes resplandecen como lumbreras en el mundo, reteniendo la palabra de vida.
Así yo podré gloriarme en el día del Mashíaj de que no he corrido ni he
trabajado en vano. Filipenses 2:12-16
¿Qué significa "ocúpense su
salvación"? Significa enarbolar la Palabra de vida, iluminar, brillar,
expresar a Mashiaj. Esto se lleva a cabo porque Elohim realiza en nosotros
tanto el querer como el hacer. Ya que Elohim obra en nosotros, nosotros tenemos
que llevar a cabo nuestra salvación. Aunque ya fuimos salvos, Elohim sigue
obrando en nosotros para que llevemos a cabo nuestra salvación. Miles de
personas fueron salvas, pero ¿cuántas de ellas tienen la vida que se describe
en Filipiyim 2.15? Muchos no están llevando a cabo su salvación.
¿Estamos llevando a cabo nuestra
salvación ahora? Noaj edificó el arca que finalmente lo salvó no solamente del
juicio de Elohim, sino también de esta generación torcida y perversa. Debemos
llevar a cabo esta clase de salvación. Debemos construir un arca COMPLETA en
nuestro interior, un Mashíaj COMPLETO. El arca no servirá si le faltan partes.
No tenemos duda alguna de que fuimos salvos de la perdición eterna. Pero Noaj
no fue salvo solamente de la perdición, sino también de esa era maligna y
además fue trasladado a otra era. El arca que él construyó puso fin a la vieja
generación y trajo una nueva. Esta era la clase de salvación que Noaj estaba
construyendo. No fue solamente la salvación que lo libró de la perdición
eterna, sino la salvación que lo rescató de esta generación torcida y perversa.
Esta clase de salvación no fue preparada solamente por Elohim, sino que fue
elaborada por medio de la cooperación colectiva de los salvos.
Las Escrituras están llenas de
pasukim que parece que se contradicen, y eso afirman los necios, porque la
mente carnal no puede comprender las cosas de Yahweh. A veces hay pasukim que
dicen lo que Elohim hace en nosotros; y hay pasukim que dicen que nosotros
hagamos. Hay pasukim que dicen que Él nos purifica, y hay pasukim que dicen que
nos purificamos a nosotros mismos. Hay pasukim que dicen que el Mashíaj haga en
nosotros el querer y el hacer, y hay pasukim que dicen "fortalézcanse en
el Mashíaj" ¿Y al fin qué? ¿Me fortalezco yo, o me fortalece el Mashíaj?
Hay pasukim donde no nos examinamos, sino que Él nos examina; y otros donde
nosotros mismos nos examinamos. Esas son contradicciones a la mente natural. No
es que se contradigan, sino que son dos medias naranjas que se corresponden.
Lo que a la mente natural son
contradicciones, en el plano espiritual son correspondientes; y por eso es
misterio para los carnales. Para la mente natural Mashiaj es divino o es
humano; esto lo hace Elohim o lo hago yo. Las Escrituras la escribió Elohim o
las escribieron los profetas, los apóstoles. Algunos dicen: No, es sólo cosa de
Elohim, no hay nada de hombres aquí; y otros dicen: Eso es cosa de Juan, no hay
nada de Elohim aquí. Pero la Escritura es inspirada por Elohim y escrita por
los hombres; ELOHIM HACE CON NOSOTROS Y NOSOTROS HACEMOS CON ELOHIM. NOSOTROS
EN ÉL, Y ÉL EN NOSOTROS.
Entendamos bien esto, porque a
veces especialmente malentendemos un lado de la mística y nos olvidamos de lo
que significa cooperar con Elohim; caemos en la pasividad. HAY UNA FE ACTIVA Y
UNA FE QUE ES PASIVA. La fe pasiva quiere que Elohim haga todo. "Yo
quise", dice el Mashíaj, "pero tú no quisiste". Y no se hizo.
"Pero, Mashíaj, si querías, entonces ¿por qué no lo haces? Dices que quieres
que todo hombre sea salvo, que venga al conocimiento de la verdad, entonces
¿por qué no lo haces?". "Yo quiero", dice el Mashíaj, "PERO
QUIERO QUE LOS HOMBRES QUIERAN". Por eso hizo a los hombres con capacidad
de querer; claro que con la caída esa capacidad fue afectada, pero con la
gracia es devuelta. Devuelta no quiere decir anulada como algunos la usan, al
contrario, QUIERE DECIR RECUPERADA PARA CUMPLIR SU FUNCIÓN; ES DECIR, UNA
COOPERACIÓN ACTIVA. A veces no sabemos si fue Elohim en nosotros, o si fuimos
nosotros en Elohim. NO TIENE IMPORTANCIA NI VAMOS A CONSEGUIR DIVIDIR LO QUE ÉL
HA UNIDO. Ni siquiera el Adam Primigenio tendrá éxito al final. A veces tenemos
clara conciencia que Elohim empezó, pero entonces pensamos "¿Cómo que "empezó Elohim"? ¿No voy a saber la decisión
que tomé? La tomé yo". Pero resulta que el negocio de Elohim es
nuestro negocio; nuestro negocio es el de Elohim y Elohim está metido en
nosotros y nosotros metidos con Él, y al fin no sabemos si esto es del Novio o
de la Novia, porque así se debe ir conformando la Novia, para ser finalmente
una con el Novio, en una carne y un mismo parecer.
Esto de separación de cuerpos y
de bienes, NO EXISTE EN EL REINO DE ELOHIM. Todo lo tuyo es mío y lo mío es
tuyo. Ese es el negocio, ese es el misterio. Lo nuestro es tan importante para
Elohim, que se mete en nuestra vida, en nuestras cosas, y al fin resulta que
nuestro negocio era el negocio de Elohim, y el negocio de Elohim llegó a ser
también nuestro negocio. Es así que debemos eliminar las cosas que no son de Yahweh
y reemplazarlas por las Suyas, para que todo sea nuestro negocio conjunto.
Hay que entender esas dos cosas
siempre juntas. A veces nos olvidamos de eso y queremos que sólo Elohim quiera,
pero Él quiere que nosotros queramos. A veces queremos nosotros solos, y Él no
quiere. Ahí está el problema. Media naranja con media naranja; de ahí las
medias medidas del Arca del Testimonio; porque es un arca de alianza, de pacto,
de relación, en un tabernáculo de reunión. Pero el arca del diluvio es MASHÍAJ
COMPLETO FORMADO EN NOSOTROS. Tenemos que construir el arca completa, como Él
ordena, nosotros en Él, por causa de que Él está en nosotros. Y ese nosotros es
todo nuestro ser, todas nuestras funciones, toda nuestra razón, toda nuestra
voluntad, todas nuestras emociones, PERO EN ÉL. Él en nosotros, y nuestra alma
y cuerpo deben ser llevados a Sus pies, en el ruaj, para que nuestro querer sea
Su querer y Su querer sea el nuestro.
Ningún salvo perecerá jamás, y
esto significa no que seremos salvos de un inexistente infierno eterno, sino
que LA MUERTE NO PREVALECERÁ SOBRE LOS QUE PERTENECEN A ELOHIM. No obstante,
necesitamos una salvación más profunda y más elevada que nos libre de esta
generación torcida y perversa. ¿Somos salvos? ¿Qué me dicen de la era venidera?
¿Tendremos una parte en ella? ¿Dónde estaremos cuando Mashiaj regrese y tome
posesión de toda la tierra y ejerza Su poder y reine sobre ella? ¿Tendremos
parte en ese reino? ¿O Él dirá de nosotros como dirá de otros "Nunca los
conocí"? Aunque todos fuimos salvos de la perdición eterna, muchos entre
nosotros no están trabajando en algo que los saque de esta era maligna. El arca
que Noaj construyó era la salvación que no sólo lo salvó del juicio de Elohim,
sino que también lo separó de esta generación torcida y perversa y lo introdujo
en una nueva era. También implica la separación de la carne, que no puede salir
a la resurrección (la salida de las aguas). Todo lo malo es sepultado en las
aguas saladas del juicio: la carne, el pecado, el mundo (el sistema, la "generación
malvada y perversa").
En cuanto al juicio de Elohim,
todos fuimos salvos, pero en cuanto al edificio de Elohim, nos hace falta algo.
Elohim condenó al mundo, pero nosotros seguimos amando al mundo. Elohim nos
ordena que salgamos de en medio de ella y no toquemos nada inmundo, y seguimos
acá metidos y sin preocuparnos demasiado. No escucho a los que preguntan "Qué haremos entonces, hermanos"
como en MaAseh 2:37, cuando tantos miles se salvaron. Esto no es para salvación
de la perdición, sino de la generación torcida y perversa, para limpiar
nuestras ropas, preparar nuestras lámparas y no ser encontrados vacíos cuando
pensábamos que estábamos llenos.
Mientras los apóstoles predicaban
las buenas nuevas, también edificaban el arca en la cual disfrutarían de la
plena salvación. ¿Qué era el arca? Era el Mashiaj corporativo. Mientras los
apóstoles predicaban al Mashiaj individual, construían al Mashiaj corporativo.
Mediante el Mashiaj corporativo, millares de personas no sólo fueron salvas del
juicio de Elohim, sino también de esa generación torcida y perversa.
Si somos fieles a Elohim hoy,
debemos hacer lo mismo. Por una parte, predicamos las buenas nuevas; por otra,
edificamos el arca. Lo que predicamos es lo que edificamos. Lo que predicamos
no es una teoría ni una doctrina. Predicamos lo que estamos edificando. Y
separados no edificamos nada. Si las piedras no se unen, no hay edificio, hay
sólo un montón de piedras sueltas. Si las células no se unen, el Cuerpo no
funciona. Con nuestra vida y obra, edificamos lo que estamos predicando a los
demás, pero unidos en la Novia. Con el tiempo, entraremos en lo que edificamos.
Otros también pueden entrar. El arca edificada nos salvará de esta generación
condenada.
Debemos empezar a construir el
arca. Debemos empezar a construir el edificio. Debemos empezar a construir la
Novia. Hay demasiadas piedras sueltas cada una diciendo su opinión en vez de
trabajar juntas en un mismo parecer. Pero sólo el Ruaj es el que mueve y Yahweh
el que da el crecimiento. ¿Vemos arcas? ¿Vemos el edificio de Yahweh? ¿Vemos a
la Novia? ¿O vemos miles de grupitos sueltos y divididos? SI VEN AL RUAJ
MOVIÉNDOSE, ES ALLÍ DONDE DEBE HACERSE SU OBRA.
¿Predicamos a Mashiaj? No
alcanza. Edificamos a Mashiaj y también lo predicamos, a pala y a espada. En
una mano la pala del trabajo del Edificio, en la otra la Espada de la Palabra.
Esto significa que vivimos por Mashiaj y con Él. Expresamos a Mashiaj, nos
aferramos a Él y lo expresamos. Esta es la edificación que debemos llevar a
cabo.
Al mismo tiempo edificamos la
congregación de creyentes.
Porque de la manera que el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, y
que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, son un solo cuerpo, así
también es el Mashíaj. Qorintiyim Alef 12:12
La Novia es el cuerpo de Mashiaj
que, en cierto sentido, es el arca de hoy. Millares de personas son salvas al
entrar en la Novia, pero muchas quedan allí en la puerta. Otras entran en
denominaciones y mueren, se apagan. Entonces siguen sus vidas metidos en el
sistema, porque no pueden apoyarse unos en otros, y eso es lo que haSatán
busca: que la Novia no sea edificada. Muchos hoy salieron de denominaciones
equivocadas, y está bien que hayan salido, pero eso no quiere decir que debamos
permanecer sueltos para siempre. No somos rolling stones (piedras rodantes),
somos piedras labradas para ser parte de un edificio. Sin edificio, seguimos
estériles.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario