Shem, Antepasado De Los Pueblos Del Medio Y Del Este
2. Ashur, Hijo De Shem - Segunda Parte
Gilgamesh entre dos hombres-toros sosteniendo un sol alado
Los hititas tenían una deidad llamada
Teshub, que significaba "el que sopla el viento", por consiguiente,
era un Dios de las Tormentas, relacionado con los vientos, el trueno y el rayo.
Se le apodaba también Taru ("toro"). Al igual que los griegos, los
hititas representaban también algún tipo de culto al toro; y, al igual que
Júpiter más tarde, Teshub era representado como Dios del Trueno y del Rayo,
montado sobre un toro. En el relieve siguiente, debajo del disco alado:
|
En un detalle del disco solar,
vemos que contiene una roseta de ocho puntas |
En la mitología egipcia, Ra era el
"Gran Dios" anónimo, dios del cielo y dios del sol. Ra era la
manifestación de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de
la muerte y la resurrección.
Su símbolo era el Aten, el Disco Celestial,
representado como un Globo Alado.
En la parte superior del
Pilono, en el templo Edfu, destaca un disco solar alado, flanqueado por dos
cobras. El símbolo es una representación de la ascensión del alma a la
Divinidad, con la ayuda de las serpientes de la sabiduría y el conocimiento. El
mismo está representado en la mayoría de templos como símbolos de protección.
Cuenta la leyenda que en
un principio no había luz, solo existía la oscuridad y una gran extensión de
agua con el nombre de Nun, de la cual surgió Ra. Ra tenía la capacidad de crear
a partir de lo que él nombraba, y al parecer su poder residía en su propio
nombre, motivo por el cual lo guardaba en secreto para que nadie pudiera
usarlo. ¿Parecido con algo?
Las representaciones más
antiguas halladas hasta la fecha de este "disco alado" son, como en
muchos otros casos, de los sumerios.
La imagen de la serpiente
alada nos remite directamente a la idea de la Serpiente Emplumada "Quetzalcóatl",
el dios creador de las culturas mesoamericanas que, en lenguaje náhuatl, "quetzal"
es el nombre de un ave de hermoso plumaje, y "cōātl" significa "serpiente".
En la siguiente representación del Códice Borbónico encontramos a Quezalcoatl
(serpiente de plumas preciosas, dios creador) y a Tezcatlipoca (el Espejo
Humeante, el jaguar; omnipresente e invisible; dios antagónico de Quezalcoatl).
Es interesante observar el escudo de "guerra" (con flechas) que
preside la escena, el cual, morfológicamente, tiene un gran parecido con los
discos alados de Assur.
En la actualidad podemos
observar la imagen del disco alado pero adaptado como emblema de varias automotrices y también de
escudos de la Fuerza Aérea:
Con esto no estoy
queriendo implicar que la gente que trabaja en estas empresas (los empleados)
sean necesaria ni plenamente conscientes del complejo significado que tiene
este ícono, pero estoy segura de que sus dueños sí lo saben: los discos alados
son símbolos de los carros divinos. Recuerden las "ruedas dentro de
ruedas" de Yahjezkel, el carro de Yahweh conformado por una combinación de
keruvim que, obviamente, tienen alas.
Continuando con Ashur, bajo la influencia mesopotámica sureña este dios se convirtió en el
equivalente asirio de Enlil, dios principal de Nippur, que era el dios más
importante del panteón, hasta que Hammurabi fundó el Imperio Babilónico
alrededor de 1800 aC, con el que Marduk reemplazó a Enlil como dios principal
del sur. A los inicios del imperio paleobabilónico la población era pues una
mezcla acadio-amorrita.
Durante los distintos períodos de la
conquista asiria, como el imperio asirio de Shamshi-Adad I (1813-1759 a.C.), el
imperio asirio medio (1391-1056 a.C.) y el imperio neo-asirio (911-605 a.C.),
la propaganda imperial asiria proclamaba la supremacía de Ashur declarando que
los pueblos conquistados habían sido abandonados por sus dioses.
Cuando Asiria conquistó Babilonia en el
periodo sargónico (siglos VII-VIII a.C., hablamos de Sargón II, no del I), los
escribas asirios comenzaron a escribir el nombre de Ashur con los símbolos
cuneiformes "AN.SHAR", literalmente "todo el cielo" en
acadio, el idioma de Asiria y Babilonia. La intención parecía apuntar a colocar
a Ashur en la cúspide del panteón babilonio, donde Anshar y Kishar ("toda
la tierra") precedían incluso a Enlil y Ninlil (Civilizations of the
ancient Near East (vol. 3), Jack M. Sasson, p. 1830). Por lo que en la versión
asiria del Enuma Elish, el mito de la creación nacional babilónica, no aparece
Marduk, el dios principal de Babilonia, sino que aparece Ashur o Anshar, quien
mata a Tiamat y crea el mundo (Donald A. Mackenzie, Myths of Babylonia and
Assyria, 1915).
La simple mención del nombre de Asiria
helaba la sangre de los habitantes del antiguo Oriente Medio. De hecho, el
libro bíblico de Yonah dice que cuando este profeta recibió la comisión divina
de predicar un mensaje de juicio a Nínive, la capital asiria, salió huyendo en
dirección opuesta
Vino la palabra de Yahweh a Yonah hijo de Amitay: Ve
enseguida a Nineweh, esa gran ciudad, y proclama juicio sobre ella; porque su
maldad ha venido delante de mí. Yonah, sin embargo, se puso a huir a Tarshish
del servicio de Yahweh. Bajó a Yafo y halló un barco que iba a Tarshish. Pagó
el pasaje y abordó para navegar con los otros a Tarshish, lejos del servicio de
Yahweh. Yonah 1:1-3
Quizás lo hizo debido a la sanguinaria
reputación de los asirios. Ahora bien, ¿por qué tenían esa fama?
El profeta bíblico Nahúm calificó a Nínive
como "el albergue de leones" y "la ciudad de derramamiento de
sangre". Además, declaró: "¡De allí la presa no parte! Hay el sonido
del látigo y el sonido del traqueteo de la rueda, y el caballo que arranca y el
carro que salta. El jinete montado, y la llama de la espada, y el relámpago de
la lanza, y la multitud de los que han
sido muertos, y la masa pesada de cadáveres; y de los cuerpos muertos no hay
fin. Ellos siguen tropezando entre sus cuerpos muertos" (Nahúm 2:11;
3:1-3). ¿Confirman los hechos históricos la descripción de la Biblia sobre la
antigua Asiria?
El libro Light From the Ancient Past (Luz
del pasado remoto) se refiere a esta nación como "la despiadada máquina de
guerra cuya crueldad deliberada aterraba a sus enemigos". Fíjese en cómo
uno de sus reyes, Asurnasirpal II, describe en tono jactancioso el trato que le
dispensaba a sus enemigos:
"Edifiqué una columna cerca de la puerta de su
ciudad y desollé a todos los principales que se habían sublevado, y cubrí la
columna con su piel. A algunos los emparedé dentro de la columna, a algunos los
colgué en maderos de la columna [...]. Y desmembré a los oficiales, a los
oficiales reales que se habían rebelado [...]. A muchos de sus cautivos los
quemé con fuego, y a otros muchos los capturé vivos."
Relieve en piedra que representa cómo se desollaba vivos a los prisioneros
Cuando los arqueólogos excavaron los
palacios reales de Asiria, descubrieron que los muros estaban decorados con
representaciones del trato inhumano que se daba a los cautivos.
En el año 740 antes de nuestra era, Asiria
conquistó Samaria, la capital israelita del reino del norte, y se llevó a sus
habitantes al exilio. Ocho años más tarde invadió Yahudá
En el año catorce del rey Ezequías marchó Sanjeriv,
rey de Ashur, contra todas las ciudades fortificadas de Yahudah, y las tomó.
Melajim Bet 18:13
El rey asirio Senaquerib le exigió a
Ezequías 30 talentos de oro y 300 talentos de plata, y según el registro
bíblico, dicho tributo le fue pagado. Pero además, Senaquerib insistió en que
Yahrushalayim, la capital de Yahudá, debía rendirse incondicionalmente:
Entonces el Rav-shaqé se puso de pie, gritó a gran voz
en hebreo: "¡Oigan la palabra del gran rey, el rey de Ashur! Así dijo el
rey: No se dejen engañar por Ezequías, porque él no los podrá librar de mi mano.
No dejen que Ezequías los haga confiar en Yahweh, diciendo: ‘Ciertamente Yahweh
nos librará, y esta ciudad no caerá en manos del rey de Ashur’. ¡No escuchen a Ezequías!
Porque así ha dicho el rey de Ashur: ‘Hagan la paz conmigo y ríndanse a mí; y
comerá cada uno de su vid y de su higuera, y beberá cada uno de las aguas de su
pozo, hasta que yo venga y los lleve a una tierra como la de ustedes, tierra de
grano y de vino, tierra de pan y de viñas, tierra de aceite de oliva y de miel,
para que vivan y no mueran. No escuchen a Ezequías, que los engaña diciendo:
‘Yahweh nos librará’. ¿Acaso alguna de las deidades de las naciones libró su
tierra de la mano del rey de Ashur? ¿Dónde están las deidades de Jamat y de
Arpad? ¿Dónde están las deidades de Sefarvaim, de Hená y de Ivá? ¿Acaso
libraron éstas a Shomrón de mi mano? ¿Cuáles de entre todas las deidades de
[estas] tierras libraron sus tierras de mi mano, para que Yahweh libre a Yahrushalayim
de mi mano?" Melajim Bet 18:28-35
Observe, sin embargo, que Senaquerib no
dice que hubiera conquistado Yahrushalayim. De hecho, ni siquiera menciona la
aplastante derrota que su ejército sufrió por intervención divina. De acuerdo
con la Biblia, el ángel de Elohim aniquiló a 185.000 soldados asirios en una
sola noche
Aquella misma noche salió un mensajero de Yahweh e
hirió a 185,000 en el campamento de Ashur, y a la mañana siguiente ya todos
eran cadáveres. Entonces Sanjeriv, rey de Ashur, rompió campamento y se retiró,
y se quedó en Nínive. Melajim Bet 19:35-36
El erudito Jack Finegan comenta: "En vista del tono jactancioso que
impregna habitualmente las inscripciones de los soberanos asirios, difícilmente
cabría esperar que Senaquerib registrara tal derrota".
Unos cien años antes de la caída del
Imperio asirio, YeshaYah predijo que Yahweh llamaría a cuentas a aquellos
arrogantes conquistadores por haberse portado insolentemente con su pueblo
escogido.
Pero después que Adonay haya acabado toda su obra en
el Monte Tsiyón y en Yahrushalayim, castigará también el majestuoso orgullo y
la excesiva arrogancia del rey de Ashur. YeshaYah 10:12
Además, el profeta Nahúm predijo que Nínive
sería saqueada, que sus puertas tendrían que ser abiertas a sus enemigos y que
sus guardias saldrían huyendo:
Nineweh ha sido como [plácido] estanque de agua desde
tiempos remotísimos; ahora huyen. "¡Deténganse, deténganse!" -pero
nadie puede hacerlos volver. "¡Saqueen plata! ¡Saqueen oro!" No hay
límite para el tesoro; es un caudal de toda clase de objetos preciosos... Todos
los que te vean se apartarán de ti y dirán: "¡Han saqueado a Nineweh!"
¿Quién la consolará? ¿Dónde buscaré a alguien que te consuele? ...
Verdaderamente, las tropas que hay en ti son mujeres; las puertas de tu país se
han abierto a tus enemigos; el fuego ha consumido las trancas de tus puertas...
Tus guardias eran como langostas, tus alguaciles como montones de saltamontes
que se posan en la cercas de piedra en un día frío; cuando sale el sol, ellas
vuelan, y nadie sabe dónde están... No hay cura para tu lastimadura; tu herida
es grave. Todos los que oyen las noticias acerca de ti aplauden por ti. Porque
¿quién no ha sufrido por tu constante maldad? Nahum 2:8-9; 3:7,13,17,19
Y no sólo eso: Sofonías profetizó que la
ciudad llegaría a ser "un yermo desolado":
Y desplegará Su brazo contra el norte y destruirá a
Ashur; convertirá Nineweh en desolación, árida como el desierto. En ella se
acostarán rebaños, toda especie de bestias, mientras pelícanos y búhos se posan
en sus columnas, el búho grande se posa en la ventana, y el cuervo grazna en el
umbral. Porque ha dejado al descubierto el maderaje de cedro. TsefanYah 2:13-15
Aquellas profecías tuvieron su cumplimiento
en 632 antes de nuestra era. Ese año, Nínive cayó ante las fuerzas aliadas de
los medos y los babilonios, lo que provocó el desastroso final del Imperio
asirio. Una crónica de Babilonia que narra ese acontecimiento dice que los
conquistadores "se llevaron el gran
despojo de la ciudad y el templo" y que convirtieron a la ciudad de
Nínive en "un montículo de ruinas".
En la actualidad, precisamente unos montículos de ruinas situados en la
orilla oriental del río Tigris frente a la ciudad de Mosul (Irak) marcan el
lugar desolado donde una vez estuvo Nínive.
La destrucción de Asiria también contribuyó
al cumplimiento de otra profecía bíblica. Anteriormente, en el año 736 antes de
nuestra era, Asiria se había llevado al exilio al reino de diez tribus de
Yisrael. Para ese mismo tiempo, el profeta YeshaYah predijo:
En ese día, Yahweh volverá a poner su mano para redimir
la otra parte de su pueblo desde Ashur, como también desde Mitsráyim, Patros, Cush,
Elam, Shinar, Hamat y las costas del mar. Él levantará una señal para las
naciones, y juntará a los desterrados de Yisrael, y reunirá a los dispersos de
Yahudah desde los cuatro extremos de la tierra... para quebrantar a Ashur en mi
tierra, para aplastarlo en mi montaña. Y se quitará de ellos su yugo, y será
quitada de su espalda su carga. YeshaYah 11:11-12; 14:25
Esto es exactamente lo que sucedió unos
doscientos años después.
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