Los Niveles De Caída Del Hombre
Según el relato divino del libro de Bereshit, la humanidad pasó por
cuatro caídas. La primera caída fue la de Adam en el capítulo 3, la segunda fue
la de Qayin en el capítulo 4, y la tercera fue la de una generación torcida y
perversa antes del diluvio mencionado en el capítulo 6. Ahora, en el capítulo
11, vemos la cuarta caída del hombre:
Todos en la tierra tenían el mismo idioma y las mismas palabras. Y mientras emigraban desde oriente, se encontraron un valle en la tierra de Shinar y se establecieron allí. Se dijeron unos a otros: "Vengan, hagamos ladrillos y cozámoslos". —El ladrillo les servía de piedra, y el asfalto les servía de mezcla—. Y dijeron: "Vengan, edifiquémonos una ciudad, y una torre cuya cúspide llegue al cielo, para hacernos famosos, y para no dispersarnos por todo el mundo". Yahweh bajó a ver la ciudad y la torre que habían edificado los hombres, y dijo Yahweh: "Si, siendo un pueblo con un sólo idioma para todos, así es como han empezado a actuar, entonces nada de lo que se propongan hacer estará fuera de su alcance. Así que bajemos y confundamos allá su idioma, de modo que ninguno entienda el habla del otro". Así los esparció Yahweh de allí sobre la superficie de toda la tierra; y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se le llamó Bavel Confusión, porque allí confundió Yahweh el idioma de toda la tierra; y de allí los dispersó Yahweh sobre la superficie de toda la tierra. Bereshit 11:1-9
Estas cuatro caídas fueron consecutivas. En esta cuarta caída, queda
manifiesta la astucia del enemigo. Esta caída se produjo después del diluvio.
Ocurrió en la nueva tierra después de la restauración de la vida humana bajo la
autoridad de Noaj. Como ya hemos comentado, esa vida tipificaba la vida en
resurrección. La cuarta caída del hombre tenía este trasfondo.
Detrás de cada una de las cuatro caídas había un origen único y
común: Adam-Satán, el enemigo de Elohim.
Cuando el Adam Primigenio cayó, instigó una rebelión en el corazón
del hombre contra Elohim. Cuando decimos esto, hablamos de LA CREACIÓN ANTES DE
LA RE-CREACIÓN (ver los estudios anteriores). Muchos cayeron tras él, y él
mismo fue "lanzado por tierra",
"encerrado en el desierto de Dudael bajo piedras", y por causa de
su rebelión fue creado el abismo. El historia fue creado del polvo ya
corrompido, por lo tanto, lo que la serpiente consiguió en el Eden fue "activar"
este "gen adámico-satánico rebelde" en el hombre, nuevamente.
Siguieron la rebelión de Qayin y la de los Vigilantes (con la ayuda de la
descendencia de Qayin, la simiente de la serpiente). Finalmente, la cuarta
caída fue una completa rebelión, después de todo haber sido aniquilado por el
diluvio. La primera rebelión, a pesar de contener un pequeño elemento de
rebelión, no fue una rebelión en sí, sino mayormente una caída. Pero la última
caída del hombre fue verdaderamente una rebelión abierta instigada por el
espíritu de rebeldía satánico, tanto dentro como fuera del hombre.
La cuarta caída, igual que las tres anteriores, tenía los dos
factores de haSatán y el hombre de la tierra. pero en esta única caída, la
manifestación del gen de rebeldía fue la mayor y más abierta de todas, porque
al pretender levantar una torre "que llegara al cielo", los hombres
estaban buscando ejecutar el deseo del Adam Primigenio caído, de recuperar lo
que perdió en su caída: su posición elevada en "el santo monte de Elohim".
La construcción de una torre buscaba imitar al monte original.
En todas las caídas del hombre, éste cayó por lo menos de tres
niveles. Ahora debemos examinar cada uno de ellos.
1. El Hombre Cae De La Presencia De Elohim A Su Propia
Conciencia
El primer nivel consistió en que el hombre cayó de la presencia de
Elohim a su propia conciencia. Esto significa que el hombre descendió del
gobierno divino a su propio gobierno. Bereshit 2 revela que después de que
Elohim creó al hombre, lo puso delante de Sí. El hombre estaba en la presencia
de Elohim, y no había ninguna barrera entre Elohim y él; no había ninguna separación
ni obstáculo. El hombre estaba en la presencia directa de Elohim. En un sentido
positivo, el hombre era directamente gobernado por la presencia de Elohim.
Como vimos muchas veces antes, cuando Elohim creó al hombre, lo hizo
de tres partes: ruaj, alma y cuerpo. El ruaj estaba directamente relacionado
con la presencia de Elohim, el alma estaba bajo la dirección del ruaj humano, y
el cuerpo bajo el control del alma. Esa era la condición del hombre al
principio. En el principio, la presencia de Elohim era la esencia que
controlaba. Podemos llamar así al gobierno divino. Antes de la caída, el hombre
creado que aún no había caído se encontraba directamente bajo el gobierno
divino. En aquel tiempo, el hombre ni siquiera era controlado por algo que
proviniera de Elohim. Estaba controlado directamente por la presencia de
Elohim.
Pero entonces, cayó bajo el gobierno de su propia alma. Como esto ha
sido llamado "usar la propia conciencia", o "vivir bajo la
propia conciencia", este asunto de la conciencia ha sido un problema para
la mayoría de los estudiantes de las Escrituras. Sin embargo, como nosotros ya
aprendimos, la conciencia es una de las funciones del ruaj, no del alma. De
manera que el hombre tenía una conciencia cuando fue creado, pero la perdió en
la caída, al perder el ruaj. ¿Será entonces que el hombre quedó sin conciencia?
No, a decir verdad, porque el alma activó la "conciencia del alma", por
darle un nombre, una especie de copia de la función original del ruaj, pero al
estar desconectada de la Fuente, que es Yahweh, quedó librada a su propio
arbitrio. Como Adam y Javá participaron del árbol del conocimiento del bien y
el mal, sus ojos fueron abiertos. Inmediatamente, cuando se abrieron sus ojos, su
conciencia del alma empezó a funcionar, pero obedecía únicamente a la fuente
que estaba en su interior: el árbol de haSatán. Elohim es soberano y previsivo.
Cuando creó al hombre, lo acondicionó para que tuviera conciencia aún después
de la pérdida del ruaj, para que no quedáramos convertidos en animales. El
elemento de la conciencia del alma estaba presente en el hombre, pero su
función no se ejerció hasta que el hombre fue seducido por haSatán y cayó.
Cuando sucedió esta caída, la conciencia del alma empezó a funcionar.
Consideremos el ejemplo de una alarma contra robo. Un sistema de
alarma se instala en un edificio, pero sólo funciona en caso de que traten de
robar. Si no hay ningún intento de robo, la alarma no ejerce su función. Pero
cuando se produce un robo, la alarma se activa inmediatamente. Este es un
ejemplo del elemento de conciencia del alma que hay en el hombre, elemento que
fue puesto en él cuando fue creado. Fue instalado en el edificio humano cuando
Elohim lo creó. Pero la conciencia del alma, ya presente en el hombre, tenía
que esperar el momento propicio para funcionar. En verdad, esta conciencia del
alma es una función que debía estar subordinada al ruaj, y así a Yahweh. La
conciencia del alma no fue creada para que tomara decisiones y ejerciera
autoridad sino para que, a través de sus funciones emocionales y mentales bien
conectadas con el ruaj, tuviera discernimiento. Lamentablemente, se produjo el
incidente de la caída y en ese momento la conciencia empezó a funcionar
inmediatamente, y Adam y Javá se dieron cuenta de que estaban desnudos (3.7).
Se sintieron avergonzados. Ese fue el comienzo de la función de la conciencia
humana, que es almática. ENTONCES, CUANDO ME REFIERA A CONCIENCIA EN ESTE
ESPECÍFICO MENSAJE, ESTARÉ REFIRIÉNDOME SIEMPRE A LA DEL ALMA, A MENOS QUE ME
REFIERA A LA VERDADERA CONCIENCIA DEL RUAJ, EN CUYO CASO HARÉ LA ACLARACIÓN.
Es bueno que los seres humanos puedan sentirse avergonzados. Si
robáramos algún objeto y nos jactásemos de eso, sería una cosa terrible. Si
robáramos algo, deberíamos sentirnos avergonzados. Pero mucha gente no siente
ninguna vergüenza; no se siente avergonzada por sus maldades. Esas personas
están totalmente dominadas por el árbol del conocimiento, y su conciencia
almática no se incomoda demasiado. Sin embargo, la vergüenza protege a los
hombres caídos; forma parte de la función original de nuestra conciencia del
ruaj, algo que en cierta medida nos protege y nos indica lo que está bien y lo
que está mal, como indica Romaniyim:
Cuando los gentiles, que no
tienen la Torah, practican espontáneamente lo que requiere la Torah, ellos que
no tienen Torah son una Torah para sí mismos. Con eso muestran el contenido de
la Torah escrito en sus corazones; por eso su conciencia les da testimonio, y
sus razonamientos se acusan o se defienden unos a otros. Romaniyim 2:14-15
De manera que realmente podemos tener una conciencia buena y limpia
en el alma, de hecho muchos incrédulos la tienen y por eso buscan sólo hacer el
bien. Con todo, sabemos que eso no es suficiente para ser salvos, aunque ese es
otro asunto. De cualquier manera, la conciencia del alma tiene la capacidad de
hacernos avergonzar de las malas acciones, aun siendo incrédulos. Pero esta
función también puede desaparecer cuando se endurecen los corazones.
La función de la conciencia del alma ha preservado el linaje humano
en toda la historia, y esto lo vemos reflejado en que en todas las
civilizaciones el hombre ha desarrollado cuerpos legislativos y judiciales, leyes
y reglas para regular el comportamiento humano. Sin embargo, estas cosas SIN
YAHWEH no pasan de leyes muertas. Sabemos que aún la práctica de la Torah sin
Yahshua es obra muerta, cuanto más adherir a ideales filosóficos o hasta
religiosos, pero sin Él será una cosa sin vida.
Pero como en los tiempos de Noaj, así es ahora. Vemos cómo se ha
deteriorado la condición humana en los últimos siglos, y empeorado
terriblemente en las últimas décadas. Ahora la inmoralidad es pública. Incluso
algunas personas se jactan de su inmoralidad sin sentir ninguna vergüenza.
Parece que no tuvieran conciencia de ningún tipo. Son semejantes a los
animales. ¿Qué diferencia hay entre el hombre y los animales? Hasta el hombre
incrédulo tiene una conciencia del alma que le da un sentido de vergüenza. Los
animales no tienen esa conciencia.
La ira de Elohim se
manifiesta desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que
con injusticia estorban la verdad. Porque lo que de Elohim se puede conocer es
evidente entre ellos, pues Elohim se lo ha hecho evidente. Porque sus atributos
invisibles —su eterno poder y su divinidad— se dejan ver desde la creación del
mundo, y se perciben en las cosas creadas; de modo que no tienen excusa. Porque
habiendo conocido a Yahweh, no lo glorificaron como Elohim ni le dieron gracias;
más bien, se envanecieron en sus razonamientos, y su mente insensata se les
obscureció. Pretendiendo ser sabios se volvieron necios, y cambiaron la gloria
de Elohim incorruptible por una imagen a la semejanza de hombre corruptible, de
aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por eso Elohim los abandonó a la impureza, en
las pasiones de sus corazones, para deshonrar sus cuerpos entre ellos mismos.
Ellos cambiaron la verdad de Elohim por la mentira, y veneraron y rindieron
culto a la creación antes que al Creador, quien es bendito para siempre. Amén.
Por esa razón, Elohim los dejó a merced de pasiones vergonzosas; pues sus
mujeres cambiaron las relaciones naturales por relaciones antinaturales. Y lo
mismo hicieron los hombres: dejando las relaciones naturales con la mujer, se
encendieron en sus pasiones desordenadas unos con otros, cometiendo actos
vergonzosos, hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo que
corresponde a su extravío. Como ellos no se dignaron tener en cuenta a Yahweh, los
abandonó Elohim a una mente reprobada, para hacer lo que no se debe. Se han
llenado de toda injusticia, maldad, avaricia y perversidad. Están colmados de
envidia, homicidios, contiendas, engaños, mala intención. Son contenciosos, calumniadores,
enemigos de Elohim, insolentes, arrogantes, jactanciosos, con inventiva para lo
malo, desobedientes a sus padres, sin discernimiento, desleales, crueles y sin
compasión. A pesar de que ellos reconocen el justo veredicto de Elohim, que los
que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que
también se complacen en los que las practican. Romaniyim 1:18-32
Esto forma parte de la soberanía de Elohim en Su administración
sobre el hombre. En la primera caída, el hombre cayó de la presencia de Elohim
a su propia conciencia almática. Caer de la presencia de Elohim fue realmente
lamentable. Pero aun habiendo bajado a la conciencia del alma, ésta seguía
siendo una salvaguarda. El hombre cayó del gobierno de Yahweh, el gobierno
teocrático, a su autogobierno.
2. El Hombre Cae De Su Conciencia Al Control De Los Demás
El hombre no permaneció mucho tiempo bajo el gobierno de su
conciencia. Qayin fue el primero en violar la ley de la conciencia. Bereshit 4
revela que Qayin no sintió vergüenza al mentir y dar muerte a su hermano Hevel.
Al mentirle a Yahweh acerca de la muerte de Hevel, él demostró que había
violado su conciencia. Él fue arrogante y no sintió ninguna vergüenza por su
pecado. Desde que el hombre violó su conciencia hasta el diluvio, la tierra estaba
llena de violencia (6.11). Según ya vimos, no había ningún gobierno humano
antes del diluvio, porque el hombre había perdido ese derecho a favor de
haSatán, quien por su vez lo dio a los Vigilantes y sus hijos, porque como él
bien aseguró:
Y el Acusador le dijo:
"A ti te daré todos estos dominios, y la gloria de ellos; porque a mí se
me ha entregado, y se la doy a quien yo quiero". Luka 4:6
Y Yahshua no negó que tuviera ese dominio. Pero Yahweh restableció
la autoridad delegada después del diluvio:
El temor y el miedo a
ustedes será sobre todo animal salvaje, toda criatura que vuela en el cielo, toda
criatura que pulula la tierra, y todos los peces del mar; ellos han sido
entregados a ustedes. Bereshit 9:2
¿Por qué repetir las cosas? PORQUE EL HOMBRE HABÍA PERDIDO EL PRIMER
DERECHO. Entonces, al juzgar Yahweh a toda aquella generación malvada en el
diluvio, DIO UN NUEVO COMIENZO PARA TODOS, una segunda oportunidad. Sin embargo,
vemos que haSatán afirma que recuperó ese control, y es absolutamente
verdadero. El hombre volvió a entregarle el control completo a haSatán, una vez
más por su propia voluntad. Vamos a estudiar este asunto a lo largo de las
Escrituras, porque esta entrega de poder se repite seguidamente, y sobre todo
es importante que la veamos claramente en el caso de Yisrael, cuya entrega fue
paulatina pero sin pausa. Yisrael fue por siglos el baluarte de Yahweh sobre la
tierra, el único punto "intocado" por haSatán, pero para cuando llegó
Yahshua, también ese baluarte había caído en manos del Acusador, quien se
sentía fantásticamente intocable y poderoso (y por eso cayó en su propia
trampa).
Si leemos con atención las palabras de Yahweh a Noaj, veremos que la
orden de gobierno y autoridad es SOBRE ANIMALES, NO SOBRE OTROS HOMBRES. El hombre
debía ejercer la autoridad de Yahweh (manifestar Su imagen) sobre los mamíferos,
los peces, las aves y los reptiles, pero no sobre otros hombres. Sin embargo, como
siempre las cosas al revés en lo que haSatán incita, en seguida vemos surgir
los primeros imperios, semillas al principio, grandes civilizaciones sólo unos
pocos siglos después del diluvio. El hombre comenzó a hacer mal uso de esa
autoridad delegada, y se dominaban, esclavizaban y explotaban unos a otros.
Este fue el inicio del gobierno humano. Así que, en la primer caída el hombre
cayó de la teocracia al gobierno de sí mismo en su alma, y en la segunda caída
descendió del autogobierno al gobierno de otro hombre.
En los primeros nueve capítulos de Bereshit, vemos tres clases de
gobierno: el gobierno divino, el gobierno de la conciencia o el gobierno de uno
mismo, y el gobierno humano. Todos los estudiantes bíblicos concuerdan en que
estos gobiernos constituyen tres maneras en que Yahweh se relacionó con el
género humano. Cuando el hombre cayó del dominio de su conciencia, quedó bajo
la tercera dispensación, la del gobierno humano.
Ahora bien, nosotros los creyentes salvos gracias a Mashíaj, estamos
bajo Su autoridad, y Él es el verdadero gobierno sobre nosotros. También hemos
vuelto a tener la conciencia del ruaj, y hoy estamos aprendiendo a someter al
alma, junto con esa conciencia almática que desarrollamos a lo largo de toda
nuestra vida (la parte más difícil), nuevamente a quedar bajo la dirección de
nuestro ruaj y así, bajo el Ruaj de Mashíaj que nos pone en contacto con
Yahweh. Pero además, tenemos muchas autoridades delegadas: los padres en la
casa, los hermanos más avanzados, los maestros en la escuela, el gobierno, etc.
Todos ellos son autoridades delegadas por Elohim, algunas dentro de Su Voluntad
directa y otras dentro de Su Voluntad permisiva. ¿Cuál es la diferencia entre
estas voluntades?
Yahweh manifiesta Su Voluntad de tres maneras: la permisiva, la
decretiva y la preceptiva. La decretiva es la Voluntad por decreto: es Su
soberana Voluntad, la cual que podemos o no conocer, dependiendo de lo que
Yahweh revela o no al hombre. Es la directa voluntad de Elohim donde Él hace
que algo sea, decretándolo. La voluntad preceptiva es la Voluntad por preceptos,
a través de su Torah y sus mitzvot, donde Él muestra Su deseo de que
obedezcamos y seamos perfectos como Él es. Finalmente, la voluntad permisiva es
esa en la cual Yahweh no decreta lo que ocurre ni tampoco es Su voluntad
directa que sucedan esas cosas, ya que las mismas no están de acuerdo con Su
Torah. La voluntad permisiva de Elohim es cuando Él permite que el pecado
ocurra y se manifieste, para alcanzar algún objetivo que Él conoce, y que sí ha
determinado. Su voluntad permisiva entonces es aquella que permite el mal como
medio para alcanzar Sus fines, pero esto no es lo mismo que decir que el fin
justifica los medios. Yahweh no justifica los medios y los mismos serán
juzgados, pero los utiliza para alcanzar sus buenos objetivos. Así, Él
transforma males en bienes:
Además, sabemos que YAHWEH
dispone todas las cosas para el bien de aquellos que le aman, y son llamados de
acuerdo con su propósito... Romaniyim 8:28
Yahweh utiliza los males que los propios hombres ocasionan a sí
mismos para hacerlos crecer. ÉL JAMÁS CREA MALES, EL HOMBRE ES QUIEN SE LOS
CREA. Por ejemplo, utiliza los gobiernos de otras naciones para castigar la
maldad y la idolatría de sus hijos descarriados, y eso produce obediencia en
muchos, lo que genera el remanente fiel que Él siempre guarda para Sí mismo.
Entonces, todos estamos bajo algunas autoridades determinadas por Su
voluntad decretiva: los padres, hasta que los hijos están en condiciones de
convertirse en padres por su propia vez; los hermanos más avanzados que guían e
instruyen a los nuevos hasta que éstos por su vez se convierten en guías e
instructores de las generaciones siguientes. En ambos casos la autoridad que se
ejerce es siempre en amor, y siempre con vistas al desarrollo y crecimiento DEL
OTRO, no a algún beneficio que se pueda obtener, lo cual al mismo tiempo no
niega que sí existan beneficios. Por ejemplo, los padres no ejercen autoridad
sobre los hijos para que trabajen para ellos, sino para enseñarles a trabajar
(dentro del sistema de Yahweh el trabajo es ejercido en la cooperación de todos
los miembros, es muy diferente del concepto de trabajo del sistema satánico).
Mientras los hijos aprenden, los frutos de su trabajo van para el grupo
familiar, lo cual sin duda beneficia a todos, y eso incluye también a los
padres. Los hijos también aprenden a ocuparse de los débiles del grupo: pobres,
viudas y huérfanos, que son siempre mencionados en todas las Escrituras como
siendo obligación de todos los miembros del Cuerpo, porque es a través de ellos
que Yahweh se manifiesta y se expresa. El bien que los hombres realizan bajo Su
Voluntad es el bien que Yahweh mismo realiza, de la misma forma que se dice que
los mensajeros ejecutan Sus órdenes, y así SE CUMPLE SU VOLUNTAD. Cuando los
hombres hacen lo correcto, expresan Su Voluntad, lo expresamos a Él ante el
mundo.
De la misma manera, los nuevos creyentes se someten a los más
avanzados, no por poder sino por la comprensión de que han caminado más y andan
más en el ruaj. Este sometimiento no es para explotación ni esclavitud, ya que
los que ejercen la autoridad se hacen siervos de los más nuevos, no "gobernadores"
ni controladores. Los avanzados no ejercen control sino que brindan guía, protección
(contra errores y contra potestades) y enseñanza, y en ese sentido son también
beneficiarios de sus "protegidos":
Le digo a cada uno de
ustedes, por el favor que se me ha concedido, que nadie se estime en más de lo
que conviene, sino que se estime con sensatez, conforme a la medida de fe que
Elohim repartió a cada uno. Porque como en un solo cuerpo tenemos muchos
miembros, pero todos los miembros no tienen la misma función; así nosotros, siendo
muchos, formamos un solo cuerpo en el Mashíaj, y como miembros, todos nos
pertenecemos unos a otros. De manera que tenemos dones que varían según el
favor que se nos ha concedido: Si es de profecía, úsese conforme a la medida de
la fe; si es de servicio, en servir; el que enseña, úselo en la enseñanza; el
que exhorta, en la exhortación; el que comparte, con liberalidad; el que
preside, con diligencia; y el que hace obras de caridad, con alegría. Que el
amor sea sin fingimiento; aborrezcan lo malo y adhiéranse a lo bueno: quiéranse
como hermanos, con cariño mutuo; en cuanto a honra, que cada cual dé
preferencia al otro. No sean perezosos en lo que requiere diligencia; sean
fervientes en espíritu al servicio de Yahweh. Regocíjense en la esperanza, sean
constantes en la tribulación, perseverantes en la oración; compartan con los
santos en sus necesidades; practiquen la hospitalidad. Bendigan a los que los
persiguen; bendigan y no maldigan. Alégrense con los que se alegran; lloren con
los que lloran. Vivan en armonía unos con otros; no piensen en grandezas; que
los atraiga lo humilde; no se tengan por sabios en su propia opinión. No le
paguen a nadie mal por mal; procuren lo bueno delante de toda la gente. En
cuanto sea posible, hasta donde dependa de ustedes, vivan en paz con todas las
personas. Amados, no se venguen ustedes mismos; déjenlo todo a la ira divina, porque
está escrito: "Mía es la venganza; yo pagaré, dice Yahweh". Así que, si
tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; pues al
actuar así le harás arder la cara de vergüenza.* No te dejes vencer por el mal,
sino vence el mal con el bien. Romaniyim 12:3-21
En todas estas prácticas mencionadas vemos cosas que se deben
ejercer entre creyentes y otras con respecto a los incrédulos (el "enemigo"
mencionado, que aquí no es haSatán sino hombres no creyentes), y ciertamente de
las prácticas entre creyentes TODOS DEBEN BENEFICIARSE UNOS A OTROS. El Cuerpo
debe trabajar de forma interactiva, no es el estómago para alimentar a todos, existen
también funciones dentro del cuerpo que cuidan del bienestar del estómago, o
acabaría la alimentación y el Cuerpo todo moriría. No es el cerebro para
enseñar a todos, existen también funciones dentro del cuerpo que cuidan del
bienestar del cerebro, o acabaría la enseñanza y comprensión, y el Cuerpo
dejaría de tener la Vida. Todas las partes del cuerpo trabajan para el bien
común, no para el individual. Cualquier beneficio individual que tengamos como
objetivo debe visar siempre al beneficio del Cuerpo como un todo. Si nos
determinamos a crecer individualmente y ser labrados como piedras vivas, no es
únicamente para beneficio personal, sino para el bienestar de todos mientras
somos labrados y la edificación del Templo de Yahweh. Existe un "mientras",
un tiempo de desarrollo hasta que estamos capacitados para posicionarnos no
sólo como receptores (que lo seremos la vida entera) sino también como dadores,
en el cual tenemos ambas funciones: tanto dar como recibir. Los bebés sólo
reciben, los niños continúan recibiendo pero ya comienzan a dar, hasta que son
adultos y realizan plenamente ambas tareas, siempre para el Cuerpo como un
todo.
Luego tenemos otras autoridades: los maestros en la escuela, los
policías en la calle, tribunales, el gobierno, el presidente, el rey (que es lo
mismo que el presidente), etc. Estas no son la voluntad decretiva de Yahweh, sino
la permisiva. Son todas "autoridades de la sociedad". Él ha permitido
que estas instituciones humanas se adueñen de funciones que no le corresponden
dentro del sistema divino. Por ejemplo, la educación del sistema satánico no
sólo no tiene nada que ver en contenido sino tampoco en forma con la
determinada por Yahweh, que es la educación DENTRO DE LA FAMILIA Y EL CUERPO, siendo
aquí la familia una extensión y parte del Cuerpo, nunca separada del mismo. El
sistema satánico, por el contrario, SEPARA AL NIÑO DE SU FAMILIA, porque esa es
su intención. Si estamos sometidos a eso es porque lo hemos permitido, aceptando
las cosas que nos fueron vendiendo disfrazadas de beneficios, porque creímos en
sus mentiras y no confiamos en Yahweh.
Que toda persona se someta
a las autoridades superiores, porque no hay autoridad que no provenga de Yahweh;
así que las que hay, por Elohim han sido establecidas. De modo que el que se
opone a la autoridad se opone a la disposición de Elohim; y los que se le
oponen recibirán su condenación. Porque los gobernantes no están para
atemorizar al que hace lo bueno, sino al que hace lo malo. ¿Quieres vivir sin
temor a la autoridad? Haz lo bueno y tendrás su alabanza; porque ella es un
agente de Elohim para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no es en
vano que lleva la espada; pues es un agente vengador de Elohim para castigar al
que hace lo malo. Por eso es necesario que estén sujetos, no solamente por
temor al castigo, sino también por motivos de conciencia. Y por lo mismo deben
pagar también los impuestos, pues los gobernantes son ministros de Elohim que
se ocupan de estos asuntos. Páguenle a cada uno lo que le deban: al que
impuesto, impuesto; al que contribución, contribución; al que respeto, respeto;
al que honra, honra. No le queden debiendo nada a nadie, sino el amor mutuo; pues
el que ama al prójimo ha cumplido con la Torah. Porque lo de "no cometerás
adulterio, no cometerás asesinato, no robarás, no codiciarás", y cualquier
otro manda miento, se resume en esta frase: "Amarás a tu prójimo como a ti
mismo". El amor no le hace mal al prójimo; así que el amor es el
cumplimiento de la Torah. Y en todo esto tengan en cuenta el tiempo, que ya es
hora de despertarse del sueño; porque ahora la salvación está más cerca de
nosotros que cuando creímos. La noche está avanzada, y el día está cerca. Así
que despojémonos de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la
luz. Andemos decentemente, como de día; no con glotonerías y borracheras, ni en
pecados sexuales y libertinajes, ni en peleas y envidia. Más bien, vístanse del
Adón Yahshúa el Mashíaj, y no hagan provisión para satisfacer los deseos
carnales. Romaniyim 13:1-14
Como podemos ver, Shaúl también nos asegura que las autoridades del
sistema han sido permitidas por Yahweh para que nos gobiernen, y eso porque
como ya dije, primero deseamos someternos a ellas, pensando que seríamos
beneficiados. El hombre se ha ido sometiendo al dominio de haSatán siempre por
medio de sus engaños, no por la fuerza. Él dejó de usar la fuerza como medio
hace mucho tiempo, comprendiendo que era mucho más provechoso para él
esclavizar a los hombres por medio de promesas (falsas).
Con todo, el simple hecho de que Él está hoy despertándonos muestra
que estamos en la hora de salir de ese sistema, y esto no es tampoco una incitación
a no obedecer las leyes de nuestros países ni a levantar rebeliones, como
tantos promueven, ni siquiera a salir cada uno por sus propios medios y
refugiarse en algún lugar remoto. La forma de salir del sistema no es huir de
él sino levantar en su interior el sistema de Yahweh, exactamente lo que el
enemigo hizo en su momento, cuando se fue infiltrando, pero esta vez no sería a
través de mentiras, sino de la única Verdad.
Entonces, el linaje humano ha sido preservado por estas tres clases
de gobierno (divino, autogobierno y gobierno de hombres) a través de las
diferentes etapas que mencionamos, siendo la última la que más tiempo se ha
extendido. Aunque la humanidad no ha sido salva, sí ha sido preservada por
estas tres clases de gobierno, y esto también está bajo el control de Elohim.
Como seres humanos, todos deberíamos temer a Elohim (los salvos y los no salvos
también), prestar atención a nuestra conciencia (la del ruaj nosotros los
salvos, la del alma los no salvos), y respetar la autoridad que Elohim delegó.
Sin embargo, este respeto tiene un límite: NO PODEMOS SER OBLIGADOS A HACER
COSAS CONTRARIAS A LA LEY DE YAHWEH. Durante mucho tiempo (siglos) la humanidad
ha estado dormida a las maquinaciones del enemigo, y Yahweh permitió que así
fuera, en Su Voluntad permisiva. Pero hoy las intenciones maquiavélicas del
sistema satánico están ya manifestándose de forma totalmente abierta, dando
paso a todo tipo de actitudes directamente contrarias a la Voluntad de Yahweh, e
inclusive atacando a Yahweh mismo. Ese tipo de cosas no puede ni debe ser
tolerado ni aceptado ni repetido por los verdaderos creyentes, y por ese motivo
el Ruaj está despertando a todos.
Debemos respetar a nuestros padres, a los administradores de la
escuela y del gobierno, es verdad, pero eso SIEMPRE Que NO SE OPONGAN A LAS
LEYES DE YAHWEH. Y estos son los tiempos en los que nos encontramos. ¿Debemos
entonces luchar contra el sistema satánico? Ciertamente, pero siempre
recordando que nuestra lucha no es contra carne y sangre, por lo que no
promovemos rebeliones como el mundo las promueve. Los creyentes no nos
rebelamos, simplemente NO OBEDECEMOS LO QUE YAHWEH PROHÍBE. En eso está la
fortaleza y la firmeza de los kadoshim, y en esto debe aparecer con fuerza el
Cuerpo, porque es en estas cosas donde ya hemos comenzado a ser perseguidos, y
resistir a las mismas no es una cuestión individual, o eso se basaría en la
fuerza propia. Resistir, revelar la Verdad de Yahweh y salir del sistema son
cosas del Cuerpo, de la Novia.
La obra salvadora de Elohim se mueve en una dirección opuesta a la
de la caída del hombre. Primero, el hombre cayó de la presencia de Elohim a la
conciencia del hombre; segundo, pasó de la conciencia al gobierno humano; y
finalmente pasa del gobierno humano a la rebelión instigada por haSatán. En la
obra salvadora de Elohim, primero somos salvos de la rebelión y conducidos al
gobierno humano, luego del gobierno humano a la conciencia del alma, y
finalmente somos salvos de la conciencia de alma a reactivar la función de la
conciencia del ruaj, para vivir la presencia de Yahweh en nuestro ruaj.
3. El Hombre Cae Del Gobierno Humano A La Instigación De haSatán
La caída del gobierno de uno mismo al gobierno del hombre por el
hombre no fue la caída final. El hombre cayó aún más, pues descendió del
gobierno humano a la instigación de haSatán. El gobierno humano fue autorizado
por Elohim, por Su Voluntad permisiva. Pero haSatán usó la autoridad que Elohim
había dado al hombre para formar naciones e instigar una rebelión en contra de
Elohim usándolas a ellas como medios. Por consiguiente, el hombre cayó en una
rebelión abierta en contra de Elohim en más de una ocasión, y por eso vemos
varios juicios a lo largo de las Escrituras. A pesar de que Yahweh siempre hizo
uso de las maldades de haSatán para provocar resultados positivos en Su
Edificio, la Novia, ciertamente no aprueba ni deja pasar de largo las
transgresiones y rebeliones de los dominadores. Podrá usarlos para castigar a
Su pueblo y a otras naciones, pero como dice el Sefer Janój, todas las
exageraciones de los pastores en matar más de lo debido fueron siempre anotadas
y consignadas ante Su Presencia para ser juzgados.
¿Qué es la rebelión? La rebelión es la negación del derecho y la
autoridad. En la rebelión de Bavel, el hombre declaró que rechazaba el derecho
de Elohim y que se independizaba totalmente de la autoridad de Elohim. Vemos
eso en el mundo actual. Algunas personas dicen: "¿Quién es Yahweh? ¿Qué es
Elohim?". Se deshacen del sentir de su conciencia y rechazan el derecho y
la autoridad de su Creador sobre ellas. Es exactamente lo que sucedió en Bavel.
En esa rebelión, los hombres rechazaron el derecho y la autoridad de Elohim
sobre ellos. Aunque hoy existe esta misma tendencia, parte de la humanidad
todavía no es partidaria de esta postura, no por completo. Esta es la razón por
la cual Elohim permite que el hombre permanezca sobre la tierra. Si el linaje
humano de repente se hiciese semejante al hombre de Bavel, Yahweh tendría que
decir: "Es tiempo de intervenir". Ya hemos visto que en la caída en
Bavel, Elohim intervino y juzgó personalmente esa rebelión.
La cuarta caída, la de Bavel, entonces, fue más que una caída; fue
una rebelión abierta, y una vez más, por instigación satánica. La cuarta caída
no fue un asunto de inmoralidad, homicidio o violencia. Si leemos el relato de
la cuarta caída del hombre en Bereshit 11, veremos que no menciona nada de
inmoralidad ni de violencia allí. Muchos nuevos creyentes (e incrédulos
también) piensan que no hay nada de malo en construir una torre o levantar una
ciudad. Pero tampoco ven nada de malo en la primer caída (ni en las otras, generalmente),
porque no ven la desobediencia como una cosa tan grave que merezca pena de
muerte, ni tampoco creen que "ser independientes" sea una mala cosa.
Simplemente NO LO VEN. Y mucho menos ven que detrás de esa rebelión estaba la
instigación satánica. Por consiguiente, la cuarta caída del hombre debe ser
llamada rebelión. En esa caída, la cuestión era determinar quién tenía el
derecho y la autoridad en el universo. ¿Pertenecen el derecho y la autoridad a
Elohim o al hombre? Ciertamente pertenecen a Yahweh. Él es el Creador, el dueño
de todo. Todo derecho y autoridad debe ser Suyo. En Bavel las criaturas de
Elohim se rebelaron en contra de Él, dando a entender que no se interesaban en
Él. Afirmaron ser los dueños, que esa autoridad les pertenecía, y que harían
todo lo que quisieran. Esta es la clara diferencia entre una caída y una
rebelión.
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