29 de diciembre de 2021

CLE01-66 - Dos Poderes En El Cielo

 


El erudito rabínico Alan Segal produjo lo que sigue siendo el trabajo principal sobre la idea de dos poderes en el cielo en el pensamiento judío. Segal argumentó que la idea de los dos poderes no se consideraba herética en la teología judía hasta el siglo II dC. Rastreó cuidadosamente las raíces de la enseñanza hasta la era del Segundo Templo (ca. 200 aC). Segal pudo establecer que los antecedentes de la idea estaban en la Biblia hebrea, específicamente en pasajes como Dan 7:9 en adelante, Shemot 23:20-23 y 15:3. 



Sin embargo, no pudo discernir ningún marco religioso coherente del que se derivaran conceptualmente estos pasajes y otros. El trabajo de Michael Heiser completa estas brechas. En su disertación (UW-Madison, 2004) argumentó que los instintos de Segal eran correctos, y sugirió que el "modelo original" para la idea de los dos poderes era el papel del vice-regente del concilio divino. El paradigma de un Elohim soberano (El) que gobierna el cielo y la tierra a través de la agencia de un segundo elohim designado era parte de la religión israelita, aunque no era exactamente igual a lo que sucedía en los panteones paganos. Para el israelita, Yahweh era soberano y vice regente, ocupando ambos cargos a la cabeza del consejo divino. La representación binitaria de Yahweh en la Biblia hebrea fue motivada por esta creencia. El antiguo israelita conocía a dos Yahweh: uno invisible, un espíritu, el otro visible, a menudo en forma humana.

 

El judaísmo temprano entendió esta "dualidad monoteísta" y su razón de ser. No había sentido de una violación del monoteísmo ya que cualquiera de las figuras era efectivamente Yahweh. No había un segundo elohim distinto manejando los asuntos del cosmos. Durante el período del Segundo Templo, los teólogos y escritores judíos especularon sobre una identidad para el segundo Yahweh, como hemos visto en los escritos de Qumrán. Las suposiciones iban desde los seres humanos divinizados hasta los ángeles exaltados. Estas especulaciones no fueron consideradas como herejías. Pero esa aceptación cambió cuando ciertos judíos, los primeros creyentes, conectaron a Yahshua con esta idea judía ortodoxa. Esto explica por qué estos judíos, los primeros conversos que seguían a Yahshua ha Mashíaj, pudieron adorar simultáneamente al Elohim de Yisrael y a Yahshua y, sin embargo, negarse a reconocer a cualquier otro dios. Yahshua fue el segundo Yahweh encarnado.

 

Al comienzo, el cristianismo fue más "binitario" que trinitario, enfatizando sólo a Mashiaj y al Padre como Dios. Dado que el cristianismo ha sido sugerido como candidato a la herejía por los eruditos, debemos estar preparados para permitir que las "dos potencias en el cielo" sean complementarias en lugar de deidades opuestas como se espera normalmente. La herejía puede haber sido "binitarianismo" o "diteísmo" dependiendo de la perspectiva del hablante, pero no necesariamente del dualismo opuesto. Por lo tanto (...) continuaré llamando a la herejía "dos poderes en el cielo", como lo hicieron los rabinos.

(...)

Obviamente, todos los eruditos que han escrito sobre el problema de los "dos poderes" han visto el gnosticismo, el judaísmo y el cristianismo como fenómenos relacionados, pero... no hay dos eruditos que estén completamente de acuerdo con el nexo causal entre ellos.

Los Rollos del Mar Muerto, sin embargo, nos han dado evidencia significativa de dualismo dentro del judaísmo... Debido a los Rollos del Mar Muerto, podemos estar seguros de que algunos movimientos apocalípticos y sectarios dentro del judaísmo desarrollaron tendencias dualistas que los rabinos podrían haber descrito como "dos poderes en el cielo"... los qumranitas pueden considerarse una fuente contemporánea de dualismo.

 

Entonces, existen dos formas diferentes que puede adoptar este concepto de "dos poderes en el cielo: los poderes pueden ser opuestos como en el gnosticismo y en el zoroastrismo, o pueden ser complementarios. En el antiguo misticismo judío se vieron ambos conceptos:

 

En el Manual de Disciplina de los Rollos del Mar Muerto, el dualismo ético está resaltado audazmente:

Él creó al hombre para el dominio sobre la tierra; y le puso dos espíritus para que fijaran su rumbo hasta el tiempo establecido de su visita. Son los espíritus de la verdad y de la perversidad. En una morada de luz están las generaciones de verdad y de un pozo de oscuridad provienen las generaciones de perversidad. En la mano del Príncipe de las Luces está el dominio de todos los hijos de justicia; en los caminos de la luz andarán. En la mano del ángel de las tinieblas está todo el dominio de los hijos de la perversidad y en los caminos de las tinieblas andarán.

Y por el ángel de las tinieblas están los errores de todos los hijos de justicia; y todos sus pecados e iniquidades y la culpa y los actos de transgresión están en su dominio de acuerdo con los secretos de Dios para su tiempo señalado. Todas sus aflicciones y tiempos establecidos de sus problemas están bajo el dominio de su hostilidad y todos los espíritus de su porción están preparados para hacer tropezar a los hijos de la luz, pero el Dios de Israel y su ángel de verdad son la ayuda de los hijos de la luz.

Así como los dos espíritus de la verdad y el error compiten por el gobierno del corazón del hombre, el hombre pertenece a la buena parte de la justicia o la parte mala de la iniquidad. Desde el Rollo de Guerra, se hace bastante claro que el grupo de Qumran se sintió a sí mismo como el elegido que, aunque pocos en número, serviría algún día con los ángeles como el ejército divino de Dios, reivindicando su estado de marginado actual con una victoria al final de hora.

Aunque los sectarios del Mar Muerto parecen ser dualistas, también creían en un Dios trascendente sobre todos los ángeles. Para ellos, cada una de las fuerzas morales, buenas y malas, tenía un capitán. El ángel de la oscuridad y el ángel de la verdad corresponderían al espíritu de la luz y al espíritu de la oscuridad. Otros documentos apocalípticos contienen declaraciones dualistas similares. Otzen, por ejemplo, señaló frases dualistas en el Testamento de los Doce Patriarcas:

"Sepan, por lo tanto, hijos míos, que dos espíritus esperan al hombre: el espíritu de la verdad y el espíritu del engaño" y "Dos formas en que Dios les ha dado Los hijos de los hombres y dos voluntades, dos lugares y dos metas".

Por supuesto, puede decirse que este dualismo es menos extremo que el de Qumran, simplemente reflejando una creencia en dos impulsos humanos opuestos. Las huellas de este tipo de dualismo incluso ocurren en el pensamiento rabínico donde no se las considera heréticas. Los rabinos desarrollaron su propia teoría de los dos impulsos del hombre, el impulso hacia el bien y el impulso hacia el mal.

Alan F. Segal - Two Powers in Heaven, Capítulo 1

 

Pero otra fue la historia cuando el cristianismo que apenas nacía comenzó a tomar los conceptos de esta fuente, y asimilar al "ángel de la luz" con Mashíaj. El problema es que el cristianismo colocaba a Yahshua en el mismo nivel que Yahweh porque Él era el Logos, y al tener Su Nombre, era uno con el Padre.

 

La relevancia de la tradición del "hijo del hombre" reitera lo que ya se ha hecho evidente: el cristianismo debe considerarse como uno de los principales candidatos para el cargo de "dos poderes en el cielo", porque la comunidad cristiana confió en muchas de las tradiciones de un Ángel principal por su exaltación cristológica. Donde se desarrolló una cristología glorificada, los rabinos podrían nivelar la crítica de "dos poderes en el cielo". La evidencia ya ha sido revisada al discutir el trabajo de Buechler y Marmorstein.

Alan F. Segal - Two Powers in Heaven, Capítulo 1

 

Tenemos que mencionar un par de herejías propias de la época, y tener en cuenta que, para el judaísmo, el cristianismo naciente era en sí mismo una herejía. Pero estas que vamos a mencionar fueron dos versiones de gnosticismos que debemos comprender porque hoy están reviviendo con fuerza y causando nuevamente confusión como en aquel entonces en la mente de muchos.

 

En primer lugar, hablaremos un poco de Marción, heresiarca cristiano del siglo II dEC, fundador de la secta marcionita.

 

Su doctrina se resume en la existencia de dos espíritus supremos, uno bueno y otro malo, y considera al Elohim del Tanaj un inferior de estos, simple modelador de una materia preexistente. Rechazaba por tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo, y del Nuevo sólo aceptaba el Evangelio según Luka y las epístolas de Shaúl.

 

Marción fue un gran adepto de Shaúl, y como griego, no entendía que el cristianismo mantuviera una conexión judía. Consideraba que la Versión de los Setenta no era auténtica y carecía de autoridad. Influido por las enseñanzas de los gnósticos, concibió una nueva forma de entender el cristianismo.

 

Partidario de una cosmología y una teología sustentadas en la contraposición de un "Dios Bueno", que vive en el cielo supremo y un "Dios Justo", que es inferior al anterior. El "Dios Bueno" es el "Dios desconocido" del gnosticismo, mencionado en las Escrituras:

 

Porque estaba caminando, mirando sus santuarios, y también encontré un altar con la inscripción: "A un dios desconocido". Por lo tanto, a ese que ustedes ya están adorando en ignorancia, éste es el que yo les proclamo. MaAseh 17:23

 

Existe una enorme e interminable controversia acerca de quién existió primero, si el cristianismo o el gnosticismo. Realmente, el gnosticismo tiene sus raíces en las religiones de misterios de la antigua Bavel, pero como gnosticismo sólo aparece en los primeros tres siglos de la Era Común. En efecto, puede hablarse de un gnosticismo pagano y de un gnosticismo cristiano, aunque el más significativo pensamiento gnóstico se alcanzó como rama heterodoxa del cristianismo primitivo. Según esta doctrina los iniciados no se salvan por la fe en el perdón gracias al sacrificio de Mashíaj, sino que se salvan mediante la gnosis, o conocimiento introspectivo de lo divino, que es un conocimiento superior a la fe. Ni la sola fe ni la muerte de Mashíaj bastan para salvarse. El ser humano es autónomo para salvarse a sí mismo.

 

El gnosticismo es una mística secreta de la salvación. Se mezclan sincréticamente creencias orientalistas e ideas de la filosofía griega, principalmente platónica. Es una creencia dualista: el bien frente al mal, el espíritu frente a la materia, el ser supremo frente al Demiurgo, el espíritu frente al cuerpo y el alma, concibiendo el cuerpo como algo maligno en sí.

 

El Demiurgo es el creador y dueño del mundo y coincidiría con el Dios del Antiguo Testamento. Por eso Marción rechazó de plano el Tanaj, porque aseguraba que éste hablaba de un Dios sangriento y vengativo, responsable de los males y las guerras, y propuso que el Dios Creador no era el mismo que el Dios Padre de "Mashíaj". Como podemos ver, esta es una herejía que ha vuelto en nuestros días con renovada fuerza, ya que son muchos los que adhieren a la idea de que el padre de "Yahshua" no es el elohim del Tanaj, además de la historia del Demiurgo como dios inferior, malvado, cruel, ignorante y vengativo, y de sus siervos, los arcontes. A este Dios sangriento se le contrapone la venida de "Yahshua ha Mashiaj", que ha sustituido la ley por el amor y ha sustraído a las almas humanas al poder del "Dios creador".


Marción escribió un primer canon, en el que sólo incluía los escritos de Shaúl, dejando sólo algunas epístolas como auténticas (quitó la epístola a los Ivrim y las llamadas pastorales) y el Evangelio según san Luka (sin los dos primeros capítulos). Según un texto antiguo, Marción decía que el Demiurgo había robado elementos lumínicos del mundo verdadero, y con ellos creó el universo físico que conocemos. Debido a la creencia generalizada en la proximidad de la parusía, no creía en el matrimonio y entendía que la procreación era una invención del Dios perverso del Antiguo Testamento.

 

 

La segunda herejía es la de Filón de Alejandría, uno de los filósofos más renombrados del judaísmo durante el período helenístico, que vivió en la época de Yahshua.

 

La diáspora que tuvo lugar tras la destrucción de Yahrushalayim en el año 607 aEC produjo una masiva emigración de judíos a Egipto, miles de los cuales se asentaron en Alejandría. Con el tiempo, se suscitaron riñas entre los habitantes judíos y los griegos. Aquellos se negaban a rendir culto a las divinidades griegas, mientras que estos ridiculizaban las Escrituras Hebreas. Filón, quien provenía de una familia judía y había recibido una formación helenística, estaba familiarizado con la controversia. Creía que el judaísmo era la religión verdadera, pero, a diferencia de muchos, buscaba una forma pacífica de dirigir los gentiles a Yahweh. Quiso convertir el judaísmo en una fe aceptable para todos.

 

La lengua materna de Filón, así como la de numerosos judíos alejandrinos, era el griego; de ahí que utilizara la traducción de las Escrituras Hebreas llamada Septuaginta como base para sus estudios. Al ir examinando el texto de dicha versión griega, se convenció de que contenía elementos de filosofía y que Moshe poseía "facultades" como "la filosófica".

 

Siglos antes, los intelectuales griegos habían hallado difíciles de creer las historias de dioses y diosas —gigantes y demonios de su vieja mitología—, y habían comenzado a reinterpretarlas. El especialista en lenguas clásicas James Drummond definió así el procedimiento que seguían: "El filósofo leía entre líneas los relatos mitológicos en busca de sutiles sentidos ocultos e infería de la procacidad y absurdidad de los relatos verdades profundas o edificantes que los autores debieron de haber tenido la intención de exponer mediante sensuales imágenes". Este método se denomina interpretación alegórica, y fue el que empleó Filón para explicar las Escrituras.

 

Tomemos por ejemplo Bereshit 3:21, que dice: "E hizo Elohim a Adam y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió". Los griegos consideraban que era indigno del Dios Supremo confeccionar ropa. De modo que Filón interpretó el pasaje así: "Las túnicas de piel constituyen un simbolismo que representa la piel natural, esto es, el cuerpo; pues cuando Dios antes que nada hizo la inteligencia, la llamó Adam; y luego creó la sensibilidad, a la que dio por nombre Vida. En tercer lugar, necesidad tuvo de formar un cuerpo, al que designó con una expresión figurada: túnica de piel". De esta manera, Filón convirtió el hecho de que Elohim vistiera a Adam y Javá en una cuestión filosófica.

 

Filón defendió la existencia de Elohim con una reflexión penetrante. Después de hablar de la tierra, los ríos, los planetas y las estrellas, llegó a la siguiente conclusión: "Este mundo es la más excelente obra de arte y sabiduría, de lo que se deduce que ha sido hecho por alguien de inmensa sabiduría y absoluta perfección. De esta manera hemos adquirido el conocimiento de la existencia de Dios". Un razonamiento irrefutable:

 

Porque sus atributos invisibles –su eterno poder y su divinidad– se dejan ver desde la creación del mundo, y se perciben en las cosas creadas; de modo que no tienen excusa. Romaniyim 1:20

 

Sin embargo, cuando Filón razonó sobre la naturaleza del Elohim todopoderoso, se alejó mucho de la verdad. Sostenía que a Yahweh "no es atribuible cualidad alguna" y que "sólo Él es inaprehensible". Disuadía a la gente de esforzarse por conocer a Elohim argumentando que "pretender avanzar más allá para indagar sobre Su esencia y cualidades es simpleza propia de primitivos". Tal forma de pensar no se originó de las Escrituras, sino del filósofo pagano Platón.

 

También afirmaba que Elohim rebasa los límites de la comprensión humana y, por lo tanto, es imposible atribuirle un nombre personal. Escribió: "De esto síguese que ni siquiera un nombre es posible asignarle apropiadamente al Que realmente Es". ¡Nada más lejos de la realidad!

 

Las Escrituras no dejan lugar a dudas en cuanto a que Elohim tiene un nombre personal.

 

Y Elohim le dijo además a Mosheh: "Así les hablarás a los yisraelitas: Yahweh, el Elohim de sus padres, el Elohim de Avraham, el Elohim de Yitzjak, y el Elohim de Yaakov, me ha enviado a ustedes", Este será mi nombre para siempre, este es mi apelativo por toda la eternidad. Shemot 3:15

 

...para que sepan todos que tu nombre es Yahweh, y que solo tú eres Elyón Supremo sobre toda la tierra. Mizmor 83:18

 

Yo soy Yahweh, ése es mi nombre; no le cederé mi gloria a otro, ni mi renombre a los ídolos. YeshaYah 42:8

 

¿Por qué Filón, un judío conocedor de estos pasajes, enseñó que el Creador no tenía nombre? Porque hablaba, no del Elohim real de las Escrituras, sino de una deidad innominada e inaccesible de la filosofía griega.

 

Acerca de la Sabiduría, decía que era la esposa de Dios, Padre y Madre de los hombres, e hija de Dios. Estas ideas son fundamentales al momento de entender la teología de los dos poderes en el cielo DESDE EL GNOSTICISMO CRISTIANO DE LOS PRIMEROS SIGLOS. También lo son para entender el desarrollo de la posterior mística judía del encuentro erótico entre la Shejinah y Dios. La palabra Shejinah NI SIQUIERA APARECE EN LAS ESCRITURAS. En verdad es una palabra que proviene del caldeo (que tiene notables similitudes con el hebreo, como ya hemos visto en otras ocasiones y podemos ver sobre todo en los libros de Ezra, NejemYah y Daniyel), y deriva de un verbo que sí existe en hebreo, SHAJÁN (H7931), en caldeo SHEJÁN (H7932), que es traducido como HABITAR o DESCANSAR, REPOSAR. Este verbo aparece 123 veces en las Escrituras, y de él derivan otras formas como SHEJÉN (H79330, "habitación" y SHAJÉN (H7934) "habitante, morador". De este verbo deriva también la palabra MISHKÁN (H4908), "Tabernáculo", que sería mejor traducido como "habitación", como podemos ver.

 

La palabra SHEJINAH ha sido traducida siempre como la "presencia" o "gloria" de Yahweh, de forma incorrecta. Las Escrituras usan PANIM (H6440), también traducida como "faz" o "cara", implicando la presencia, y para "gloria de Yahweh" siempre se usa la palabra KABOD (H3519). Pero lo importante es que la palabra SHAJÁN es, según el propio diccionario Strong nos indica, "aparentemente similar (por transmutación) a H7901", SHAJÁV, que indica acostarse con alguien, con o sin finalidad de relación sexual, cohabitar, dormir con, yacer. Y de aquí proviene la teoría gnóstica de la "relación erótica" entre la Shejinah y el Elohim gnóstico.

 

La idea del Logos o Palabra es también importante en relación a la Sabiduría. Según Filón, Dios había creado el mundo y se había revelado a los profetas a través de Su Palabra, que es coincidente con Su Sabiduría. Este autor se aproxima desde distintos ángulos para tratar de entender la relación de ésta con Elohim, y la describe como esposa de Dios y como madre del mundo visible. Por supuesto, aclara, esto no hay que entenderlo de manera humana, es una unión mucho más sublime.

 

"Ahora bien, en la expresión no se establecen distinciones entre los títulos de padre y madre, pero sus. alcances son distintos. Por ejemplo, diremos sin rodeos y con toda razón que el Artífice que construyó este mundo es al mismo tiempo padre de lo creado, en tanto que su madre es la sabiduría del Hacedor, con la cual Dios se unió, aunque no a la manera humana, y engendró la creación. La sabiduría, habiendo recibido la Divina simiente, concluidos los dolores del parto dio a luz al único amado hijo sensible, es decir, este mundo que vemos. En las páginas de uno de los miembros del Divino coro, la sabiduría es presentada hablando acerca de sí misma de esta manera: "Dios me poseyó antes que todas las otras obras suyas y echó mis fundamentos antes de las edades".

Mishlei VIII, 22. (De Ebrietatis 30-31).

 

No fueron estas las únicas doctrinas de muerte que este judío alejandrino dio al mundo. Su influencia hizo que los cristianos nominales adoptaran la doctrina pagana de la inmortalidad del alma. Y sus enseñanzas sobre el Logos (la Palabra) contribuyeron al surgimiento de la Trinidad, dogma sin fundamento bíblico de la cristiandad, porque después de su muerte, aunque el judaísmo lo relegó al olvido, el cristianismo lo rescató. Eusebio y otros eclesiásticos creían que Filón se había convertido al cristianismo, y Jerónimo (el inventor de la Vulgata) lo incluyó entre los Padres de la Iglesia. De manera que quienes conservaron los escritos de Filón fueron los cristianos apóstatas, más bien que los judíos.

 

Pero el estudio del concepto de la sabiduría es fundamental para poder entender la temprana idea de la divinización de "Yahshua" (al que se le adjudican características sapienciales), la herejía de los dos poderes en el cielo que los rabinos combatieron, los sistemas gnósticos (con una doble sabiduría, una en lo alto, la otra caída en desgracia), y la mística judía de la Cabala (con esta relación amorosa entre Dios y la Presencia, la Shejinah). Puede verse cómo, de un mismo concepto básico, o de la intención de interpretar un mismo pasaje bíblico, surgen tres ramificaciones completamente diferentes. La primera mencionada, la que originalmente no era concebida como herejía por los judíos, y que era aceptada sobre todo por los miembros de Qumrán, sería la que posibilitaría que muchos de ellos creyeran en Mashíaj como el Redentor y Ungido prometido. Los primeros creyentes eran binitarianos, QUE OPUESTO A LO QUE MUCHOS ASEGURAN, NO ES LA CREENCIA EN DOS DIOSES, SINO QUE SE TRATA DE UN MONOTEÍSMO.

 

Larry W. Hurtado, de la Universidad de Edimburgo, usa la palabra binitario para describir la posición de la devoción cristiana temprana a Elohim, que atribuye al Hijo (Yahshua) una exaltación que en el judaísmo estaría reservada solo para Yahweh, mientras afirmaba aún, como en el judaísmo, que Yahweh es uno solo. Él escribe:

 

"...hay un vínculo y una subordinación bastante consistentes de Yahshua con Elohim "el Padre" en estos círculos, evidentes incluso en los textos cristianos de las últimas décadas del siglo I que son comúnmente considerados como una cristología muy "elevada", tales como el Evangelio de Yahanan y el Hitgalut. Es por eso que me referí a esta devoción a Yahshua como una forma "binitaria" de monoteísmo: hay dos figuras distinguibles (Yahweh y Yahshua), pero se encuentran en una relación mutua que parece destinada a evitar el diteísmo de dos dioses".

 

Hurtado cita el "binitarismo" como una indicación de que los primeros cristianos, antes de Nicea, eran monoteístas (como lo demuestra su singular referencia al Padre como Elohim) y, sin embargo, también devotos de Yahshua como preexistente, co-eterno, el creador, encarnando el poder de Elohim, por quien el Padre se revela y en cuyo nombre sólo el Padre es adorado. Él escribe:

 

...la veneración de Yahshua como figura divina aparentemente comenzó entre los cristianos judíos, cuyos antecedentes religiosos pusieron gran énfasis en la singularidad de Yahweh. Es evidente que su devoción tenía su propia forma distintiva, una especie de reverencia binitaria que incluía tanto a Elohim como a Yahshua exaltado....la evidencia sugiere que, mucho antes de estos desarrollos posteriores, dentro de las primeras dos décadas del cristianismo, los cristianos judíos reunidos en el nombre de Yahshua para la adoración, le oraron y le cantaron himnos, lo consideraron como exaltado a una posición de gobierno celestial por encima de todas las órdenes angélicas, refiriendo a él, las corrientes y los pasajes del Antiguo Testamento que se refieren a Elohim, procuraron que tanto los judíos como los gentiles lo abrazaran como el redentor divinamente designado, y en general redefinieron su devoción al Elohim de sus padres para Incluir la veneración de Yahshua.

 

La opinión de Hurtado podría interpretarse como una exigencia de que, en esta etapa del desarrollo de la comprensión de la congregación de creyentes, podría decirse que Yahweh es una persona (el Padre) y un ser; y que Yahshua es distinto del Padre, era preexistente con Elohim, y también se originó de Elohim sin convertirse en un ser separado de Él, por lo que él es Elohim (el Hijo). Esta visión de un patrón binitario de devoción postularía una unidad del ser de Yahweh y una unidad del objeto de adoración, que si bien se apoya con la visión del judaísmo, lamentablemente sería también la base para una pluralidad de identidades simultáneas, que se daría con su sucesor, el trinitarismo.

 

Antes del influyente trabajo de Hurtado, una teoría académica clásica del binitarismo era que el Espíritu Santo era visto como en cierto sentido idéntico al Hijo, o encarnado únicamente en él. El Pastor de Hermas, entre otras fuentes, se cita para apoyar la teoría. En una de las parábolas, por ejemplo, un ángel declara:

 

El Espíritu Santo preexistente, que creó toda la creación, Dios hizo que viviera en la carne que él deseaba. Esta carne, por lo tanto, en la cual el Espíritu Santo vivió, sirvió bien al Espíritu, viviendo en santidad y pureza, sin profanar el Espíritu de ninguna manera... había vivido honorable y castamente, y había trabajado con el Espíritu y cooperado con él en todo.

 

Bogdan G. Bucur señala que para los primeros cristianos era posible que el Espíritu Santo no fuera representado como "un tercer poder divino en el cielo", retoma a Hurtado y dice que su aproximación a la experiencia religiosa como factor para unir la devoción del monoteísmo judío con la adoración temprana hacia Yahshua es un factor clave, dicha experiencia religiosa era a menudo nombrada en los textos bíblicos como "estar en el Espíritu" o "ser lleno del Espíritu" y es lo que podría hacer posible la concepción de un "monoteísmo binitario" que integra la idea de la "Salvación en Mashíaj".

 

La teoría clásica de la teología binitaria cristiana, asumida por la mayoría de las definiciones de diccionario de binitarianismo, afirma que algunos cristianos primitivos concibieron el Espíritu como saliendo del Elohim Creador, y siendo al mismo tiempo el Creador: una persona con el ser y la esencia de Elohim, que encarnó como Yahshua. Este punto de vista también afirma que el mismo Espíritu se le da a los hombres, convirtiéndolos en una nueva creación y compartiendo la misma esperanza de resurrección y exaltación. Esta interpretación de la creencia cristiana primitiva se cita a menudo en contraste con el trinitarianismo.

 

 

Resumiendo, además de creer que Yahweh es el único Elohim verdadero, el judaísmo también creía en una jerarquía de seres celestiales sobre los cuales reinaba de manera soberana el Elohim de Yisrael. Y como ya vimos, muchas veces además de éste sobresalía otro ser celestial, al modo de un viceregente, que actuaba entre Yahweh y el mundo. Como vimos, esto dio lugar al concepto de "dos poderes en el cielo", y también comprendimos que este concepto no disminuye la unicidad de Yahweh como Único. Este segundo poder era llamado El Malaj de Yahweh (Su Enviado), pero al desconocer los antiguos la relación entre éste y Mashíaj, le dieron muchos otros nombres, algunos de los cuales fueron luego "apropiados" por doctrinas herejes, como el gnosticismo por ejemplo: nombres como Miguel, Yaoel, El Ángel de la Faz, el Príncipe de la Torá, Metratón, el logos, el memra ("palabra" en arameo), la sabiduría, el Hijo del Hombre, entre otros. Muchas veces se les reconocían características que pertenecían exclusivamente a Yahweh, lo que lo diferenciaba claramente de otros mensajeros o malajim.

 

El nombre de Elohim se constituye así en el segundo poder, que en un momento histórico de la humanidad se encarnaría en Yahshua ha Mashíaj. Este segundo poder, o vice regente es realmente especial porque al ser El Nombre tiene las características divinas en sí mismo. Como ya vimos, hay tantos ejemplos: en Devarim 12:4-6.11 se nos dice que Yahweh elegirá un lugar donde habitará su nombre y donde el pueblo le adorará, implicando una distinción entre ambos. En Mizmor 20:1.7 se distingue entre Yahweh que escucha al pueblo en el día del conflicto y el nombre del Elohim de Yaakov que lo defiende. En Shemuel Bet 6:1-2 se nos dice que mientras era trasladada el arca de Elohim, el pueblo invocaba el nombre de Yahweh. En YeshaYah 30:27 se anuncia que el nombre de Yahweh viene desde lejos, su rostro encendido con llamas de fuego devorador, sus labios llenos de ira y su lengua como fuego que consume. En Shemot 3:1-4 se relaciona al ángel de Elohim con Su Nombre.

 

Este es el contexto para entender el verdadero significado del himno de los Filipiyim:

 

Por lo cual también Elohim lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre; para que en el nombre de Yahshúa se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Yahshúa el Mashíaj es soberano, para gloria de Yahweh el Padre. Filipiyim 2:9-11

 

En otras palabras, Yahshua resucitado es exaltado con las características divinas del Elohim de Yisrael. Lo mismo se nos dice una y otra vez en el cuarto evangelio cuando Yahshua, orando, le dice al Padre que ha manifestado (o dado a conocer) su nombre a los hombres que le había dado (17:6.26). Lo novedoso no es que los judíos no conocían el nombre de Elohim, sino que ese nombre era Yahshua mismo, atribuyéndole, entonces, las cualidades divinas.

 

La carta a los Ivrim argumenta por completo dentro del sentido de la tradición cristiana más antigua, cuando distingue básicamente de los ángeles al hijo preexistente y ensalzado, y lo coloca muy por encima de ellos en su vinculación con el Padre:

 

Él es el reflejo de Su gloria y la expresión exacta de Su ser, quien sustenta todas las cosas con su palabra poderosa. Y después de realizar la purificación de nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. Lo hicieron tan superior a los mensajeros como que el título que ha heredado es más excelente que el de ellos. Porque, ¿a cuál de los mensajeros dijo Elohim jamás: "Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy"; y otra vez: "Yo seré para él un Padre; y él será para mí un hijo?" Además, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: "Póstrense ante él todos los mensajeros de Elohim". Ivrim 1:3-6

 

A su superioridad sobre los ángeles (1:4) corresponde el sometimiento de los "seres celestiales" en el nombre de Yahshua (Filipiyim 2:10).

 

Para entender el surgimiento del cristianismo primitivo debemos comprender que el judaísmo del cual salió defendía más que un monoteísmo teológico uno de culto. El problema no estaba en que al supuesto Mashíaj de los cristianos se le adjudicasen características divinas. Eso ya se hacía hace mucho tiempo con algunos ángeles, seres celestiales, e incluso profetas. EL PROBLEMA ESTABA EN QUE SE ADORASE CULTUALMENTE A ESTE MASHÍAJ COMO ELOHIM. Eso era lo nuevo y lo escandaloso. Y eso fue lo que llevó a la escisión del cristianismo de su matriz judía.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • Marylyn Ellen White - Yahweh's Council
  • Michael Heiser - Divine Council
  • Michael Heiser - The Name of Yahweh and the Angel of the Lord
  • Paul Sumner - Visions Of The Divine Council In The Hebrew Bible
  • Alan F. Segal - Two Powers in Heaven
  • Martin Hengel – The Son of God
  • Gershom Scholem - Jewish Gnosticism, Merkabah Mysticism, and Talmudic Tradition
  • James C. VanderKam - The Dead Sea Scrolls and the Bible
  • Larry W. Hurtado - One God One Lord, Early Christian Devotion Ancient Jewish Monotheism
  • Larry W. Hurtado - The Binitarian Shape of Early Christian Worship
  • Otros

 

 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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