El Temor Del Hombre
Algunas personas no se atreven a confesar
al Mashiaj públicamente porque tienen temor de los hombres. Son muchos los que
honestamente pueden decir que verdaderamente están dispuestos a ponerse de pie
y confesar al Mashiaj públicamente y sin ninguna reserva, pero en cuanto ven el
rostro de los demás, sienten temor. Al ver el rostro de sus padres o de sus
amigos, los sobrecoge la timidez que les impide hablar. Es aquí donde muchas
personas tropiezan, porque sienten temor de los hombres y no se atreven a abrir
su boca. Algunas personas son tímidas por naturaleza, no sólo en cuanto a
confesar al Mashiaj, sino también en otras cosas. Pedirles que hablen sobre su
fe equivale a pedirles que sacrifiquen su vida. Ellos sencillamente no se
atreven a abrir sus bocas.
No obstante, esta clase de persona debe
prestar oído a lo que Elohim dice al respecto.
"El temor del hombre será una trampa". Mishlei 29:25
Si ustedes sienten temor al ver a los demás,
caerán en una "trampa", porque ese temor se convertirá en una trampa
para ustedes, que los atrapará y los hará cautivos de cadenas de temor. Es
decir, su temor se convierte en su propia trampa. Cada vez que su corazón
siente temor de los hombres, se están enredando en su propio lazo, en el cual
caerán, porque éste ha sido creado por su propio temor. Posiblemente la persona
a la que ustedes temen esté dispuesta a escucharlos (normalmente ni siquiera
saben lo que provocan en ustedes), y aun si no quisiera oírlos, posiblemente no
sea tan terrible como ustedes se imaginan.
Los creyentes que tengan temor de los
hombres fracasarán. Recuerden que si teme a alguien, posiblemente él también les
tema a ustedes. El temor se opone al amor, por eso el temor reina en el mundo.
Las personas pueden llegar hasta a matar a otros por miedo (literalmente o
figuradamente), sólo para darse cuenta después de que TUVIERON UNA MALA
PERCEPCIÓN.
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor. Porque el temor lleva en sí castigo, por lo que el que teme no se ha perfeccionado en el amor. Yahanan Alef 4:18
Si no abrimos la boca por temor, tal vez
estemos haciendo que la otra persona se pierda. Si seguimos a Elohim, no hay
razón para temer. Aquel que tema a los hombres, no podrá ser un buen creyente
ni podrá servir al Mashiaj. El creyente debe confesar al Mashiaj ante sus
familiares y amigos, en privado y en público. Debemos hacer esto desde un
principio.
Es inevitable que un nuevo creyente sienta
vergüenza cuando confiesa públicamente su fe, pero debe vencer tal sentimiento.
Es cierto que el mundo se avergüenza de alguien que se ha hecho creyente, pero
nosotros tenemos que superar tal sentimiento.
¿Cómo podemos superar esta sensación de
vergüenza? Tenemos que enfrentarnos a tal sentimiento desde dos ángulos
diferentes: Por un lado, tenemos que darnos cuenta que cuando Yahshua ha
Mashiaj fue clavado en el madero, Él llevó nuestros pecados y también nuestra
vergüenza. Cuando Mashiaj llevó nuestros pecados, Él sufrió una gran
humillación. Así por lo tanto, a los ojos de Elohim, nosotros también debemos
estar dispuestos a sufrir semejante humillación de parte de los hombres. La
humillación que tenemos que sufrir delante de los hombres, jamás podrá
compararse con la humillación que nuestro Mashiaj sufrió por nosotros en el
madero. Por lo tanto, no nos debe sorprender si somos humillados; debemos
entender que pertenecemos al Mashiaj.
El Mashiaj dijo: "Por lo tanto, a todo el que me reconozca delante de la gente, yo
también lo reconoceré delante de mi Padre que está en el cielo".
Agradecemos al Mashiaj porque si lo confesamos a Él hoy, en aquel día Él
también nos confesará a nosotros. Pero Él también dijo: "Pero a cualquiera que me niegue delante de los hombres, Yo
también le negaré delante de Mi Padre que está en los cielos" (pasuk
33).
¡Qué contraste! Todo lo que tenemos que
hacer es confesar que Mashiaj excelente, el distinguido entre millares, es el
Hijo de Elohim, y entonces Él nos confesará delante del Padre celestial y de
los malajim de Elohim. Si ustedes piensan que es difícil confesar a tan
glorioso Mashiaj delante de los hombres, Mashiaj también los ignorará delante
de Su Padre. No debemos evitar confesar al Mashiaj por temor a los hombres. Si
hoy es difícil para nosotros confesar a Yahshua ha Mashiaj, cuando Él regrese
le será difícil confesarnos ante Su Padre y ante todos los malajim gloriosos.
¡Éste es un asunto muy serio!
En realidad, no es difícil confesar al
Mashiaj, especialmente si comparamos nuestra confesión con la Suya. Es muy
difícil que Él nos confiese a nosotros porque somos los hijos pródigos que
recién regresamos a casa, y no hay nada bueno en nosotros, pero Él nos confesará
delante de Su Padre en el futuro.
Quiera Elohim que desde el principio los
recién convertidos no se avergüencen de confesar al Mashiaj. Jamás seamos
creyentes secretos.
Ser Luz En La Tierra
Porque serás testigo suyo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. MaAseh 22:15
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo para ser Salvador del mundo. Yohanan Alef 4:14
¿Cuánto tiempo dura la luz de una vela?
Obviamente, hasta que la vela se consuma. Pero si con ella encendemos otra, la
luz duplicará su intensidad. ¿Disminuirá la luz de la primera vela por haber
encendido la segunda? Claro que no. ¿Qué pasaría si usáramos la segunda vela
para encender una tercera? ¿Acaso disminuirá la luz de la segunda? Ciertamente
que no disminuirá. La luz de cada vela durará hasta que dicha vela se haya
consumido. Pero cuando la primera vela se apague, la segunda todavía
permanecerá encendida, y cuando esta se consuma, la tercera continuará
alumbrando. Lo mismo sucederá si encendemos diez, cien o mil velas; la luz
nunca se apagará. Este ejemplo es una ilustración del testimonio de la asamblea
de creyentes.
Cuando el Hijo de Elohim estuvo en la
tierra, Él encendió la primera vela, y desde entonces se han encendido más
velas, una tras otra. Durante diecinueve siglos, la asamblea de creyentes ha
brillado como el resplandor de las velas. Cuando una vela se consume, otra ha
comenzado a brillar en su lugar, y este proceso continúa aún en nuestros días, porque
de la misma manera en que la salvación jamás se ha detenido, el fulgor de la
asamblea de creyentes nunca ha cesado de brillar en la tierra. Algunos
encendieron diez velas, otros cien, pero las velas se han venido encendiendo
una tras otra, sin interrupción, y la luz continúa resplandeciendo.
HERMANOS
Y HERMANAS, ¿DESEAN QUE SU LUZ PERDURE O DESEAN QUE ELLA SE APAGUE CUANDO SU
VELA SE HAYA CONSUMIDO? AQUEL QUE NOS ENCENDIÓ, LO HIZO CON LA EXPECTATIVA DE
QUE LA LUZ NO SE EXTINGUIERA AL FINALIZAR NUESTRO CURSO SOBRE LA TIERRA. TODO CREYENTE
DEBE ESFORZARSE AL MÁXIMO POR HACER QUE OTROS RECIBAN LA SALVACIÓN; DEBE
EMPEÑARSE EN TESTIFICAR ANTE LOS DEMÁS Y CONDUCIRLOS A MASHÍAJ, A FIN DE QUE
TAL TESTIMONIO CONTINÚE PRESENTE EN ESTA TIERRA DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN. ES
LAMENTABLE QUE LA LUZ DE ALGUNOS SE APAGA Y SU TESTIMONIO PERSONAL CESA. ¡ESTO
ES MUY LAMENTABLE!
La orden de Yahweh al hombre fue "CREZCAN
Y MULTIPLÍQUENSE, Y DOMINEN LA TIERRA". La orden de Yahshua fue "VAYAN
A HACER TALMIDIM/DISCÍPULOS DE TODAS LAS NACIONES".
La asamblea de creyentes se ha propagado
por generaciones. El testimonio de algunos continúa, mientras que el de otros
cesa por no tener descendientes. La luz de una vela sólo puede brillar mientras
permanezca encendida. Asimismo, el testimonio de una persona sólo puede durar
mientras ella todavía viva. A fin de que dicha luz continúe alumbrando, otras
velas deberán ser encendidas antes que la luz de la primera vela se haya
apagado. Por lo tanto, la segunda, la tercera, la centésima, la milésima e
incluso la diezmilésima vela, seguirán propagando esta luz. ESTE ES EL MOVER
DEL CUERPO DE YAHSHUA, EL MOVER DE SUS HIJOS COMO ÓRGANOS, COMO CÉLULAS QUE SON
RENOVADAS.
¿Qué Significa Dar Testimonio?
Antes que nada es necesario establecer una
diferencia: todos tenemos que dar nuestro testimonio diario en nuestras vidas, de
forma práctica y concreta, pero también tenemos el llamado a traer a otros a la
Luz, hablarles de las Buenas Nuevas (darles testimonio de lo que hemos visto y
oído) y convertirlos en nuevos talmidim. Para hacer esta última cosa es
necesario estar capacitado. No se puede salir en el calor del entusiasmo
inicial, como tantos hacen (sobre todo los más jóvenes) y pretender "levantar
un ministerio". Por ese motivo, si el creyente que da testimonio aún no está
completamente pronto para esta tarea, pero a través de su testimonio diario ha
atraído a otro/s a Mashíaj, debe conducirlos a la misma congregación en la cual
él mismo se reúne. No debe asumir la enseñanza del nuevo convertido como algo
personal, porque, aunque pueda estar más avanzado que el nuevo hermano, aún no
lo ha aprendido todo, y puede transmitir cosas erradas o incompletas.
Pero tampoco deben los creyentes sentarse
cómodamente a pasar toda su vida como aprendices, como el cristianismo promueve.
La orden de llevar las Buenas Nuevas y de hacer nuevos talmidim ES PARA TODOS
LOS CREYENTES, TANTO DE FORMA PERSONAL COMO CORPORATIVA. Personal, porque es
una tarea encomendada a cada uno, y corporativa, porque no debemos hacer nada
fuera del Cuerpo.
...porque serás testigo suyo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. MaAseh 22:15
El Mashíaj envió a Ananías para que dijera
estas cosas a Shaúl. Esto nos muestra que nuestro fundamento para dar
testimonio es aquello que hemos visto y oído. Uno no puede ser testigo de lo
que no ha visto con sus propios ojos, ni oído con sus propios oídos. Ya que
Shaúl vio algo con sus propios ojos y escuchó algo con sus propios oídos, Elohim
le encomendó ser testigo de lo que había visto y oído.
Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha
enviado al Hijo como Salvador del mundo. Yahanan
Alef 4:14
Los que hemos tenido un encuentro con Él, hemos
creído en Él y lo hemos recibido, los que somos salvos, hemos visto y oído algo,
Y DE ESAS COSAS DEBEMOS SER TESTIGOS ANTE EL MUNDO. ¿Qué debemos hacer hoy?
Debemos dar testimonio de nuestra experiencia. Esto no significa que debamos
renunciar a nuestro empleo para dedicarnos a predicar. No debe confundirse el
testimonio de vida con la necesidad de llevar las Buenas Nuevas y hacer nuevos
talmidim. El testimonio es algo que debe hacerse SIEMPRE, Y DESDE EL PRIMER DÍA,
HABLAR ACERCA DE LAS COSAS QUE HEMOS VISTO Y OÍDO. Pero para poder llevar a
otros las Buenas Nuevas y HACER TALMIDIM, discípulos, es necesario prepararse
antes, y esto no es una opción de unos pocos que se creen llamados, SINO UNA
OBLIGACIÓN PARA TODOS LOS QUE HAN CREÍDO. No es el trabajo de unos pocos sino
la tarea central de todos, este es el crecimiento del Cuerpo de Mashíaj.
Es necesario DAR TESTIMONIO VIVO ACERCA DE
LA DIFERENCIA ENTRE CREER Y NO CREER. Para salir a "hacer" talmidim
ES NECESARIO PRIMERO SER UN TALMIDIM "completado", no un aprendiz de
talmidim. Yahshua estuvo enseñando durante 3 años a sus talmidim antes de
enviarlos, primero a los 12 y después a los 70. Pero para DAR TESTIMONIO, podemos
y debemos hacerlo desde el primer día.
De manera que aún después de dar el
testimonio diario, el creyente debe esforzarse para aprender todo lo que
necesita PARA SALIR A CONVERTIR A OTROS EN TALMIDIM. No alcanza con salir a
hablar a la gente "vaya y conviértase", el mundo está lleno de salvos
que han sido abandonados en sus "cunas", bebés que ni leche
espiritual beben en tantos casos, por eso el Cuerpo está débil y no crece. Es
necesario prepararse para el trabajo que nos ha sido encomendado, porque a
partir del momento en que fuimos salvos, PASAMOS A PERTENECER A OTRO, ENTRAMOS
EN OTRO REINO, no podemos continuar haciendo de las viejas cosas la centralidad
de nuestras vidas.
Los nuevos creyentes tienen que aprender
desde el comienzo a dar testimonio y a traer a mucha gente al Mashíaj, pero
también deben capacitarse para saber cómo transformarlos en talmidim, no
dejarlos a "medio cocinar". No seamos negligentes en este asunto. Si
un creyente no da testimonio de su fe desde el comienzo, después de unos pocos
días formará el hábito de no decir nada, y costará mucho esfuerzo cambiarlo. Y
si un creyente no se determina a realizar el mandamiento, la comisión que el
Mashíaj Yahshua encomendó A TODO CREYENTE, estará faltando a su deber. No
quedemos en deuda con nuestro Salvador.
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