16 de diciembre de 2021

PE05-02 - La Necesidad De Confesar



 

Ya vimos el aspecto relacionado con la obra de redención que el Mashíaj efectuó. Pero, ¿qué debemos hacer nosotros?

 

En Yahanan Alef 1:9 se nos dice: "Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda injusticia". En este pasuk, la expresión "si confesamos" hace alusión a los creyentes, no a los pecadores. Cuando un creyente peca, debe confesar sus pecados. Únicamente después de haber confesado sus pecados podrá recibir el perdón. Así por lo tanto, un creyente no debe pasar por alto sus pecados, ni tratar de encubrirlos.

 

El que encubre sus faltas no tendrá éxito; el que las confiesa y las abandona hallará misericordia. Mishlei 28:13

 

Cuando un creyente peca, debe confesar su pecado. Debemos reconocer el pecado tal como es, sin tratar de darle un nombre bonito. No procuremos justificarnos. Por ejemplo, cualquier mentira es pecado. Si ustedes mintieron, deben confesar su pecado. No deberían decir simplemente: "Exageré un poco en lo que dije", o "Yo no lo dije". Lo correcto es confesar: "He pecado". No demos explicaciones tratando de encubrir el pecado; SENCILLAMENTE CONFESEMOS QUE HEMOS PECADO.

 

CONFESAR ES ESTAR AL LADO DE ELOHIM Y JUZGAR AL PECADO COMO TAL. Hay tres cosas aquí: Elohim, nosotros mismos y los pecados. Elohim está en un lado, los pecados en el otro y nosotros en el medio. ¿Qué significa cometer un pecado? Significa que nos encontramos en el extremo que corresponde al pecado y, por lo tanto, estamos lejos de Elohim. Una vez que pecamos, nos alejamos de Elohim. Una vez que nos vinculemos con los pecados, no podremos estar junto con Elohim. En cuanto Adam pecó, procuró esconderse de Elohim y no osaba encontrarse con Él (Bereshit 3:8).

 

A ustedes también, aunque en otro tiempo estaban apartados y eran enemigos por tener la mente ocupada en las obras malas, ahora los ha reconciliado. Qolasiyim 1:21

 

El pecado genera un distanciamiento entre nosotros y Elohim. Entonces, ¿qué significa confesar nuestros pecados? Significa que volvemos a estar en el lado de Elohim y reconocemos que lo que hicimos era pecado. Regresamos a Elohim. Dejamos de relacionarnos con el pecado. Nos oponemos al pecado, y lo llamamos por su nombre. En esto consiste la confesión de pecados. Únicamente quienes andan en la luz y sienten profunda repulsión hacia el pecado, podrán confesar sus faltas con toda autenticidad. Aquellos que son insensibles al pecado y a quienes les parece que pecar es normal, en realidad no confiesan sus pecados, y si lo hacen, simplemente reconocen algo de los labios para afuera, sin poner el corazón en eso.

 

Los creyentes somos hijos de luz (Efesiyim 5:8) e hijos de Elohim (Yahanan Alef 3:1). Ya no somos extranjeros ni advenedizos, sino miembros de la familia de Elohim; por lo tanto, debemos conducirnos con la dignidad que es digna de la familia. Por ser hijos de Elohim, ustedes deben saber reconocer el pecado. Su actitud hacia el pecado debe ser la misma que tiene su Padre al respecto. Debemos considerar el pecado de la misma manera que nuestro Padre lo hace. La confesión en la casa de Elohim es el resultado de que los hijos de Elohim adopten la misma actitud hacia el pecado que manifiesta su Padre. Allí, los hijos de Elohim condenan el pecado de la misma manera que el Padre lo hace, porque ellos adoptan la misma actitud que tiene el Padre con respecto al pecado. Cuando un hijo de Elohim peca, debe condenar el pecado tal y como su Padre lo hace.

 

SI CONFESAMOS NUESTROS PECADOS DE ESTA MANERA, ELOHIM "ES FIEL Y JUSTO PARA PERDONARNOS NUESTROS PECADOS Y LIMPIARNOS DE TODA INJUSTICIA". Si, habiendo pecado, nos percatamos de eso y lo reconocemos como pecado, entonces Elohim perdonará nuestro pecado y nos limpiará de toda injusticia. Elohim "es fiel", es decir, Él tiene que honrar Sus propias palabras y promesas, y tiene que cumplirlas. Además, Él "es justo", con lo cual se nos indica que Él tiene que estar satisfecho con la obra de redención que Su Hijo efectuó en el madero y que está obligado a reconocerla. Así por lo tanto, tanto con base en Su promesa como en la redención que provee, Él tiene que perdonarnos; porque Él es fiel y justo. Tiene que perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia.

 

Debemos prestar atención a las palabras "todo" y "toda":

 

Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Yahshúa nos limpia de todo pecado. Yahanan Alef 1:7

 

Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Yahanan Alef 1:9

 

"Todo pecado" y "toda maldad" nos han sido completamente perdonados y estamos completamente limpios de todo eso. Esto es lo que el Mashíaj ha hecho. Cuando el Mashíaj dice "todo", quiere decir "TODO", y no debiéramos cambiarlo por otra cosa.

 

Y cuando Él dice que nos ha perdonado "todo pecado", Él se refiere a absolutamente "todo pecado", no solamente a todos los pecados que cometimos antes de creer o a los que cometimos en el pasado. Él nos ha perdonado de todos nuestros pecados.

 

 

 

 

Tenemos Abogado Ante El Padre

 

 

Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen. Y si alguno peca, tenemos un abogado delante del Padre, a Yahshúa el Mashíaj, el justo. Él es la expiación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. En esto sabemos que lo hemos conocido: en que guardamos sus mandamientos. El que dice: "Yo lo conozco" y no guarda sus mandamientos es mentiroso, y la verdad no está en él. Yahanan Alef 2:1-4

 

 

En Yahanan Alef 2:1 se nos dice: "Hijitos míos, estas cosas los escribo para que no pequen". "Estas cosas" se refieren al perdón y a la limpieza de nuestros pecados a través de las promesas y la obra de Elohim. Yahanan escribió estas cosas para que no pequemos.

 

Después de esto, Yahanan nos dice: "Y si alguno peca, tenemos un abogado delante del Padre, a Yahshúa el Mashíaj, el justo". La expresión ante el Padre nos indica que se trata de un asunto en el seno de la familia, es decir, que esto atañe a quienes ya son salvos. Ya creímos y llegamos a ser uno de los muchos hijos de Elohim. Ahora tenemos un Abogado ante el Padre, el cual es Yahshua ha Mashiaj el Justo. "El mismo es la propiciación por nuestros pecados". Yahshua ha Mashíaj, por medio de Su muerte y por haber llegado a ser la propiciación por nuestros pecados, ha llegado a ser nuestro Abogado ante el Padre. Estas palabras están dirigidas a los creyentes.

 

La propiciación de la que hablamos aquí es la realidad tipificada por las cenizas de la vaca roja descritas en Bamidbar 19, porque se refiere al perdón de Elohim para nuestros pecados futuros, en conformidad con lo logrado por medio de la obra en el madero. No hay necesidad de una nueva muerte en el madero. Sólo necesitamos la obra del madero una sola vez y eso es suficiente. Con la redención eterna efectuada en el madero, nuestros pecados son perdonados. Aquel sacrificio no fue un sacrificio ordinario, sino un sacrificio cuya eficacia puede ser aplicada en todo momento. Ya que se trataba de cenizas, podía ser aplicado todo el tiempo. Con base en Su sangre, ahora Yahshua ha Mashíaj ha Mashiaj ha llegado a ser nuestro Abogado. Él ha efectuado la redención en el madero. Así por lo tanto, en virtud de la obra que Él efectuó, nosotros podemos ser lavados.

 

Usemos como ejemplo el caso del enojo. Yo no creo que haya ni una sola persona que haya dejado de enojarse después de ser salva. ¿Podrían ustedes decir que durante el tiempo que han sido creyentes jamás se han enojado? Tal vez nunca hayan manifestado su enojo, pero ¿ACASO NO SE HAN ENOJADO INTERIORMENTE? Este simple ejemplo de enojarnos basta para mostrarnos claramente que, aunque somos creyentes, todavía nos es posible pecar, y que, en efecto, pecamos ocasionalmente. El viejo hombre continúa activo, y si lo dejamos, se manifiesta, pero aún si no lo dejamos, continúa allí dentro. A pesar de haber sido salvos y re-generados, ESTAMOS SIENDO GESTADOS (como los bebés) y a pesar de que todavía estamos bajo la obra transformadora del Ruaj haKodesh, todavía nos es posible pecar:

 

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Pero si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Yahanan Alef 1:8-10

 

Vemos que, junto con el hecho de que Él es fiel y justo para perdonarnos, se nos dice claramente que SEGUIMOS SIENDO (en una parte) PECADORES, porque aún no hemos nacido (estamos en gestación, repito) y esa gestación se realiza precisamente en el vientre de ese viejo cuerpo (aunque sin contacto genético espiritual).

 

Ya que todavía podemos pecar después de ser salvos, TENEMOS QUE CONFESAR NUESTROS PECADOS. O sea, NO ALCANZA CON PEDIR "PERDONES" DE BOCA (que son disculpitas superficiales, como las que acostumbramos dar en nuestra vida mundana), SINO Que NECESITAMOS TENER VERDADEROS ARREPENTIMIENTOS POR LOS PECADOS QUE HEMOS COMETIDO, aunque ya fueron perdonados porque la obra de Mashíaj sucedió hace más de 2000 años, NOSOTROS NO PEDIMOS PERDÓN POR ELLOS. Pedimos perdón por otros que ya habíamos cometido, pero a estos nuevos no los conocíamos. ES NECESARIO QUE TAMBIÉN PIDAMOS PERDÓN POR ESTOS, así como por todos aquellos que no recordamos en su momento, pero que el Ruaj nos trae a la mente para que los coloquemos sobre el altar. La confesión de nuestros pecados es el primer requisito que se nos exige para participar de la comunión divina, porque en ese momento nuestro Justo Abogado intercede por nosotros.

 

Si incidentalmente pecamos, no debemos revolcarnos en eso, ni sentirnos desalentados, ni debemos permanecer en nuestro pecado. Cuando pecamos, lo primero que debemos hacer es confesar nuestro pecado ante el Mashíaj. Elohim dice que lo que hicimos es pecado; por lo tanto, debemos reconocerlo como tal. Elohim afirma que eso es un error, por lo tanto, nosotros también debemos afirmar que es un error. Cuando le supliquemos a Elohim que perdone nuestro pecado, Él perdonará nuestro pecado y nuestra comunión con Él será restaurada de inmediato.

 

A los ojos de Elohim, ningún hermano ni hermana debería pecar. Pero si alguno incidentalmente peca, lo primero que debe hacer es tomar medidas inmediatas al respecto; es decir, debe enfrentarse a dicho problema de inmediato. Nunca demore; tiene que resolver el asunto cuanto antes posible. Uno tiene que confesar inmediatamente. Díganle a Elohim: "¡Oh Mashíaj, he pecado!". Confesar equivale a emitir una sentencia sobre nosotros mismos. Si confesamos nuestros pecados, Elohim es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia.

 

Cuando un hijo de Elohim peca y, en vez de confesar sus pecados, permanece en ellos, su comunión con Elohim se ve interrumpida. ¿No les ha sucedido alguna vez? ¿NO VEN CÓMO ESO SECA Y MATA A TANTOS CREYENTES? Ellos se auto-convencen de que las disculpitas superficiales les alcanzan, o que no pasa nada porque "están bajo la gracia", pero comienzan a secarse, morir, apartarse, perderse. La comunión de la que disfrutaban con Elohim ya no es posible si estamos en esas circunstancias, porque al haber un agujero en la conciencia, ENTRISTECEMOS AL RUAJ, y no podremos permanecer en la presencia de Elohim. Aunque es posible que esta persona todavía pueda mantener una comunión superficial con Elohim, dicha comunión habrá dejado de ser íntima y agradable. Así por lo tanto, con toda certeza, esa persona sufrirá mucho. Aun cuando el niño que ha cometido una falta regrese a su hogar, sentirá que hay algo que no marcha bien, porque su padre no le dirige la palabra y no puede tener comunión íntima y alegre con él. El hijo sabe que existe una barrera entre él y su padre, PORQUE NO SE HA ARREPENTIDO AL PUNTO DE DERRAMARSE EN GENUIDO PERDÓN DELANTE DE SU PADRE. En esto estriba el dolor que se produce al haberse interrumpido la comunión íntima que teníamos con Elohim.

 

La única manera de restaurar tal comunión es por medio de acudir a Elohim y confesarle nuestros pecados. Tenemos que creer que Yahshua ha Mashíaj ha Mashiaj es nuestro Abogado y que llevó sobre Sí todos nuestros pecados. Tenemos que humillarnos y confesar nuestros fracasos y faltas delante de Elohim. Además, debemos depender de Él para no volver a caer en la arrogancia ni en la irresponsabilidad cuando volvamos a emprender nuestra jornada. Debemos reconocer que no somos mejores que nadie y que podemos caer en cualquier momento. Tenemos que pedirle a Elohim que tenga misericordia de nosotros y nos fortalezca para seguir adelante. Cuando confesamos nuestros pecados de esta manera, nuestra comunión con Elohim es restaurada de inmediato, y el gozo y la paz que habíamos perdido volverán.

 

Para finalizar, debemos recalcar una vez más que los creyentes no debemos pecar. El pecado nos perjudica y nos hace sufrir. Que Elohim, conforme a Su misericordia, nos mantenga, guarde y guíe en el camino de una comunión ininterrumpida con Él.





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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