Nuestro Propósito Al Hablar Con Aquel Que Nos Ofendió
La segunda parte
del pasuk 15 dice: "Si te hace caso,
habrás ganado a tu hermano". Este es el motivo por el cual hablamos
con él. El propósito al hablar con nuestro hermano no es ser remunerados; la
única razón es ganarlo.
Por lo tanto, lo
importante no es cuánto daño hayamos recibido, sino el hecho de que si tu
hermano te ha agraviado, y si dicho asunto no ha sido aclarado, él no podrá
llegar a Elohim, porque tendrá obstáculos en su comunión y en sus oraciones.
Esta es la razón por la cual nosotros tenemos que amonestarlo. ASÍ QUE, NO ES
UN ASUNTO DE DESAHOGAR NUESTROS SENTIMIENTOS HERIDOS, SINO QUE ES UNA
RESPONSABILIDAD QUE NOS COMPETE. Si lo único que está en juego es nuestra
susceptibilidad, tal asunto carece de importancia y no representa problema
alguno para nosotros. Si este fuera el caso, y parece que puede superarlo,
entonces no sería necesario que procure hablar al respecto, ni con el hermano
que lo ofendió ni con ninguna otra persona.
Ustedes conocen
mejor que nadie la seriedad que verdaderamente reviste dicho asunto, por lo
tanto, sobre ustedes recae la responsabilidad de determinar si deben ir o no.
Tal responsabilidad le compete a la persona que sepa discernir con mayor
claridad tal situación. Hay muchas cosas que se pueden pasar por alto, pero
también hay muchas otras que se deben enfrontar responsablemente. Si se han
producido algunos agravios que verdaderamente harán tropezar a nuestro hermano,
debemos hacerle notar tales faltas en cuanto estemos a solas con él. AL TOMAR
MEDIDAS CON RESPECTO A TALES ASUNTOS, DEBEMOS HACERLO CON SUMO CUIDADO. Quizás
ustedes puedan superar dicho incidente con facilidad, pero es posible que la
otra persona tenga dificultades para hacer lo mismo; porque él ha cometido un
agravio en la presencia de Elohim, y Elohim todavía no le ha perdonado. Si un
hermano nuestro ha cometido un error que ha puesto en peligro su relación con
Elohim, ESTE NO ES UN ASUNTO INSIGNIFICANTE y ustedes deben acudir a su hermano
para conversar con él con toda claridad. Deben buscar un momento propicio en el
que ustedes y su hermano se encuentren a solas para decirle: "Hermano, no estuvo bien que usted me
agraviara de esa manera. Su ofensa arruinará su porvenir delante de Elohim,
porque creará obstáculos y le acarrearán pérdidas a usted delante de Elohim". Si él le escucha, habrá ganado a su
hermano. De esta manera, ustedes habrán restaurado a su hermano.
Hoy en día, son
muchos los hijos de Elohim que no obedecen la enseñanza contenida en este
pasaje de la Palabra. Algunos suelen hablar a todo el mundo sobre las faltas
cometidas por los demás, y les gusta divulgar tales cosas continuamente. Hay
otros que no dicen nada al respecto en presencia de los demás, pero que jamás
perdonan y que siempre guardan rencor en su corazón. Otros perdonan, pero no se
preocupan por restaurar al hermano. Sin embargo, esto no es lo que el Mashíaj
desea que hagamos. ES INCORRECTO DIVULGAR LAS FALTAS DE LOS DEMÁS; TAMBIÉN ES
ERRÓNEO GUARDAR SILENCIO Y ABRIGAR RENCORES EN NUESTRO CORAZÓN, COMO TAMBIÉN ES
ERRÓNEO PERDONAR SIN IR A EXHORTAR.
El Mashíaj no
dijo que basta con que perdonemos al hermano, sino que además nos mostró que
TENEMOS LA RESPONSABILIDAD DE RESTAURAR AL HERMANO QUE NOS OFENDIÓ. Esa es la
importancia del asunto, y no reparar un "orgullo herido". No se busca
"poner en su lugar" al hermano ofensor, sino restaurarlo y advertirle
para que no continúe cayendo. Ya que ofender a alguien es algo grave, tenemos la
responsabilidad de hablarle a quien nos haya ofendido POR EL BIEN DE ÉL, y
tenemos que encontrar la manera de restaurar a nuestro hermano y recuperarlo.
Al hablar con él, debemos hacerlo con la actitud apropiada y con una intención
pura. Nuestro propósito es restaurar a nuestro hermano. Si nuestra intención es
ganarlo, sabremos cómo hacerle notar su falta. Pero si nuestra intención no es
restaurarlo, hablar con él sólo perjudicará nuestra relación con él. El
propósito de exhortar no es pedir compensación, ni es justificar nuestros
propios sentimientos, sino que el propósito es restaurar a nuestro hermano.
La Actitud Apropiada Al Hablar Con Otros Hermanos
Si nuestra
intención es pura, sabremos cómo realizar esto paso a paso. En primer lugar,
debemos tener un ruaj recto. Además, las palabras que utilicemos, la manera en
que las digamos e incluso la actitud que manifestemos, incluyendo la expresión
de nuestro rostro, nuestra voz y el tono de la misma, deberán ser correctas.
Nuestro propósito es ganar al hermano, no solamente informarle de su error.
Si sólo
pretendemos reprender a nuestro hermano, posiblemente nuestra reprensión puede
ser correcta y que el uso de palabras severas se justifique, pero también es
posible que debido a nuestra actitud, al tono de nuestra voz y a la expresión
de nuestro rostro, jamás consigamos obtener la meta de "ganar a nuestro
hermano".
Es fácil hablar
bien de un hermano o elogiar a una persona. También es muy fácil enojarnos con
alguien. Todo lo que necesitamos hacer es dejar que nuestras emociones afloren.
SIN EMBARGO, HACERLE NOTAR A ALGUIEN SUS FALTAS Y, AL MISMO TIEMPO, RESTAURAR Y
GANAR A DICHA PERSONA, ES ALGO QUE SOLAMENTE PUEDE SER REALIZADO POR AQUELLAS
PERSONAS QUE ESTÁN LLENAS DE GRACIA. Es imprescindible olvidarse completamente
de uno mismo antes de poder ser humilde y manso, libre del orgullo y deseoso de
asistir a aquellos que nos han ofendido. Así por lo tanto, lo primero que se
necesita es ser, uno mismo, la persona adecuada.
DEBEN DARSE CUENTA DE QUE EL MASHÍAJ HA
PERMITIDO QUE UN HERMANO LOS OFENDA DEBIDO A QUE ÉL DESEA EXPONER ALGO DE
USTEDES A LA LUZ Y FAVORECERLOS AYUDÁNDOLOS A ELIMINAR LO QUE SEA. Esta es la
disciplina del Adón, en la cual no sólo nos trabaja a nosotros, sino también a
la otra persona, unos con otros. Debemos aceptar todo el asunto de la manera en
que Él desea que actuemos para resolver la situación, poniendo las cosas en su
lugar EN TODOS LOS ASPECTOS: restaurando a la víctima, restituyendo lo debido,
siendo buenos siervos, ministrando y restaurando al hermano, y llevando la
gloria a Yahweh.
Si se han sentido
agraviados por un hermano en algún asunto pequeño (que la otra persona ni
siquiera se haya dado cuenta), bastará con que ustedes lo perdonen, ENCIERREN
EL ASUNTO PEQUEÑO, y allí termina todo. No es necesario hacer nada más. Pero si
algún hermano los ofende, y eso se ha convertido en un problema para ustedes,
no deben cerrar sus ojos a dicho asunto afirmando que no representa problema
alguno. Si existe un problema, ustedes no pueden ignorarlo, MINTIENDO. Si su
hermano realmente ha tenido una actitud impropia, podrá tenerla con otros
hermanos, además de que esto interrumpa su relación con Yahweh, de manera que
no se trata de "cerrar los ojos y dejar pasar". Si dicho problema no
es resuelto, se convertirá en una carga para la congregación. Y estas cargas
con frecuencia debilitan a la congregación, sangran la vida del Cuerpo, y
desperdician el trabajo de los ministros que tratan de resolver tales
problemas. Debemos aprender, delante de Elohim, a resolver todos estos asuntos
en cuanto surjan. Si una persona nos ofende, no debemos ignorarlo y procurar
pasar por alto dicho asunto. Tenemos que tomar las respectivas medidas de la
manera más apropiada. Si ustedes son nuevos, PIDAN SIEMPRE LA AYUDA DE LOS MÁS
ANCIANOS, recurran al Cuerpo. Y cuando hagamos estas cosas, nuestro ruaj,
nuestra actitud, nuestras palabras, nuestra expresión y el tono de nuestra voz
deben ser los apropiados. Esta es la única manera en que podemos ganar a
nuestro hermano.
Decirles A Otros
Pero si no te hace caso, lleva contigo a uno o dos más, para que todo asunto conste según la boca de dos o tres testigos. MattiYah 18:16
Si a pesar de que
ustedes buscan a su hermano y conversan con él con una motivación pura, una actitud
correcta y palabras amables, él se niega a oírlos, entonces vayan e infórmeles
a otros. Sin embargo, DEBEN DECIRLES A OTROS ÚNICAMENTE CUANDO EL HERMANO QUE
COMETIÓ EL AGRAVIO SE HA NEGADO A ESCUCHARLOS. No debemos dar este paso a la
ligera, ni fuera de orden.
SI SURGE ALGÚN
PROBLEMA ENTRE DOS HIJOS DE ELOHIM, Y AMBOS PRESENTAN DICHA SITUACIÓN AL
MASHÍAJ Y TOMAN LAS MEDIDAS CORRESPONDIENTES, EL ASUNTO SERÁ FÁCILMENTE
RESUELTO. Cualquier problema que se genere entre hermanos y hermanas debe ser
resuelto directamente por las personas involucradas. Sólo se debe informar a
otros hermanos cuando el hermano que nos ofendió haya rehusado escuchar nuestra
amonestación. Pero recuerden siempre que "el juicio comienza por
casa". El propósito de decirles a otros no es para fomentar los chismes,
sino a fin de invitar a otros a amonestar, ayudar y tener comunión junto con
ellos.
Aquellos
"uno o dos más" que se mencionan en este pasuk, deben ser
personas de peso en su medida espiritual y dentro de la congregación. A estos
debemos exponerles el caso y pedirle su opinión. Por su parte, estos hermanos
deben saber discernir si la falta está con el hermano que ofendió o no. Los
hermanos maduros deben orar y considerar el asunto delante del Mashíaj, y
entonces arbitrar conforme a su discernimiento espiritual. Si ellos sienten que
la culpa la tiene el hermano que ofendió, deberán ir a dicho hermano y decirle:
"Usted se ha equivocado en este
asunto. Al hacer esto se ha alejado del Mashíaj. Ahora, para ser restaurado,
debe arrepentirse y confesar".
"Para que todo asunto conste según la
boca de dos o tres testigos". Estos "dos o tres testigos" no deben ser personas que les guste
hablar en exceso. No se trata de convidar "amigos", ni siquiera
hermanos con los que uno se lleva bien, se trata de recurrir a los más
ancianos, preferentemente, en todo caso en que sea posible.
De esta manera,
por boca de estos dos o tres testigos constará toda palabra.
Decirlo A La Congregación De Creyentes
Si no les hace caso a ellos, dilo a la congregación; y si no le hace caso a la congregación, considéralo como un gentil y publicano. MattiYah 18:17
Si no podemos
resolver el problema por nosotros mismos, debemos pedirle a uno o dos que nos
ayuden. Sin embargo, si el que ofendió todavía rehúsa oírlos, tenemos que
decirlo a la congregación de creyentes. Esto no significa que debemos comunicar
el problema públicamente a toda la congregación de creyentes, sino que debemos
decírselo a los responsables de la congregación de creyentes. No se trata de hacer
un escándalo sino de colocar a la persona rebelde delante de los más conectados
con el ruaj, los que mayor experiencia espiritual tienen, aquellos que pueden
inspirar mayor respeto por parte del hermano, buscando hacerla entrar en razón
por su propio bien, y no para obtener un desagravio. Si la conciencia de la
congregación de creyentes también considera que aquel hermano actuó mal,
ciertamente así debe ser. Si aquel que cometió el agravio es una persona que
anda delante de Elohim, deberá renunciar a su propia perspectiva y parecer, y
deberá aceptar el testimonio de los dos o tres testigos. Si no acepta el
testimonio de dos o tres testigos, por lo menos deberá aceptar el veredicto de
la congregación de creyentes. El parecer unánime y el juicio de la congregación
de creyentes refleja lo que hay en el corazón del Mashíaj. EL HERMANO DEBE
COMPRENDER QUE ESTÁ MAL IGNORAR LO QUE DICE LA CONGREGACIÓN DE CREYENTES, Y
DEBE SER MANSO; EN LUGAR DE CONFIAR EN SUS PROPIOS SENTIMIENTOS O JUICIOS DEBE
ACEPTAR EL SENTIR QUE TIENE LA CONGREGACIÓN DE CREYENTES.
¿Qué sucedería si
aún se rehusara a oír? El pasuk 17 añade:
"Y si no le hace caso a la congregación, considéralo como un gentil y publicano".
Estas son
palabras muy severas. Si él rehúsa oír a la congregación de creyentes, todos
los hermanos y hermanas de la congregación de creyentes ya no deben tener
comunicación con él. Ya que dicho hermano rehúsa reconocer su problema, la
congregación de creyentes deberá dejar de considerarlo hermano y considerarlo
como no creyente, y cortar toda comunión con él. Esa persona, al negarse a
aceptar el parecer del Cuerpo, YA NO TENER COMUNIÓN CON EL MISMO. Debe ser
considerado como un gentil, es decir, un incrédulo. Ninguno de los hermanos
debe tener comunión con él. Puede venir cuando quiera y se puede ir de igual
manera; sin embargo, todos deben considerarlo un extraño. Si los hijos de
Elohim tienen tal actitud en unanimidad, será fácil que tal hermano sea
restaurado. EL PROPÓSITO DE ESTA DISCIPLINA ES LA RESTAURACIÓN.
En verdad les digo que todo lo que ustedes prohíban en la tierra habrá sido prohibido en el cielo, y todo lo que permitan en la tierra habrá sido permitido en el cielo. MattiYah 18:18
Este pasuk está
relacionado con los anteriores, y nos muestra que el Mashíaj en el cielo
reconocerá lo que la congregación de creyentes haga en la tierra. SI UNA
PERSONA REHÚSA OÍR A LA CONGREGACIÓN DE CREYENTES, ESTA LE TENDRÁ POR GENTIL Y
PUBLICANO, Y NUESTRO MASHÍAJ EN EL CIELO RECONOCERÁ LO MISMO.
Los pasukim 19 y
20 también están relacionados con los pasukim que los preceden:
Otra vez les digo que, si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra para pedir cualquier cosa, se la concederá mi Padre que está en el cielo. Porque donde dos o tres están congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. MattiYah 18:19-20
¿Por qué el pasuk anterior dice: "Para que por boca de dos o tres testigos conste toda palabra"
(MattiYah 18:16)? Debido a que, como podemos ver aquí, el principio
de los dos o tres es el principio de la congregación de creyentes. CUANDO DOS O
TRES CONSIDERAN UN ASUNTO DE MANERA UNÁNIME ANTE ELOHIM Y ACTÚAN DE MANERA
UNÁNIME, YAHWEH RESPALDA TAL DECISIÓN. Los pasukim de MattiYah 18:18-20 hacen
referencia a la resolución de los conflictos que se suscitan entre hermanos.
Cuando un asunto se presenta delante de dos o tres personas y luego a toda la
congregación de creyentes, el Padre reconoce en los cielos la decisión que se
tome.
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