Ver La Visión Del Misterio Hallado En Las Escrituras
No importa con cuánta frecuencia hayamos leído las
Escrituras, ciertas cosas no nos son fáciles de entender, porque son
incompatibles con nuestros conceptos, a saber, nuestros pensamientos naturales,
la influencia de nuestra cultura y nuestras nociones religiosas. Nos es fácil
recibir las cosas en las Escrituras que aparentemente chocan con nuestros
conceptos, porque nuestros conceptos son parte de nosotros. En otras palabras,
en vez de recibir las Escrituras en nuestro interior, muchas veces aplicamos
nuestros conceptos a las Escrituras. A fin de que nosotros entendamos el
pensamiento hallado en las Escrituras, necesitamos orar-leer.
Necesitamos ver una visión del misterio de Elohim y de
Mashiaj hallado en las Escrituras. Elohim es un gran misterio. Este Elohim
misterioso es el Padre, el Hijo, el Ruaj vivificante, Mashiaj, el Ruaj
haKodesh, la vida, la luz, la santidad, la justicia, la salvación, la
santificación, la redención, etc. etc. Él es todo lo que necesitamos, y se
dispensa en nosotros, Sus vasos.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Y la autoridad descansará sobre sus hombros. Le pondrán por nombre: Admirable Consejero, Poderoso Héroe, Padre Perpetuo, Príncipe de Paz YeshaYah 9:6
En este pasuk hay varios títulos.
Lo que se revela en las Escrituras acerca de las riquezas
del ser de Elohim es inefable.
Yahanan 1:1 dice: "En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Elohim, y la Palabra era Elohim".
El pasuk 14 dice: "La Palabra se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros (...) llena de gracia y de verdad".
El pasuk 18 dice: "A Elohim nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer".
En el pasuk 29 también se hace referencia a la Palabra que se hizo carne como Cordero de Elohim.
En Yahanan Alef Elohim es la Palabra que se hizo carne, es
gracia y verdad, estaba con el Padre, es el Hijo unigénito en el seno del Padre
y es el Cordero. El capítulo 1 revela al Padre y al Hijo. Nuestro Elohim es
demasiado misterioso. Este Elohim misterioso desea forjarse a Sí mismo en
nosotros. Es evidente que no conseguiremos comprenderlo con nuestra limitada
mente carnal. Necesitamos la mente de Mashíaj para entender, y para eso claro,
vivir en el ruaj.
El Misterio De Elohim Que Encarnó En Mashíaj Para Hacerse Ruaj
Vivificante
Cuando Elohim creó todas las cosas del universo, les dio dos
lados, un lado exterior y uno interior. El cuerpo humano tiene piel en el lado
exterior, y carne y sangre en el lado interior. Los problemas de salud
relacionados con la piel y la carne no son tan serios como los problemas
relacionados con la sangre. Cuando consideramos una persona en su totalidad, su
cuerpo es su persona exterior y su viejo hombre es su persona interior. Muchas
veces les decimos a los creyentes que se vuelvan al nuevo ruaj (al nuevo
hombre), y que desde su ruaj nuevo expresen a Elohim en su vivir. Esas acciones
implican nuestra nueva persona, y no nuestra vieja persona. Esto se revela en
la Palabra de Elohim.
Muchas enseñanzas presentes en el cristianismo son bastante
superficiales y no tienen mucha profundidad. Por ejemplo, los creyentes
usualmente enfatizan sólo unos pocos pasukim de la Besorah de Yahanan, tales
como: "¡He aquí el Cordero de Elohim, que quita el pecado del
mundo!", "De tal manera amó Elohim al mundo, que ha dado a Su Hijo
unigénito" y "el buen Pastor pone Su vida por las ovejas" (1:29;
3:16; 10:11). Estos pasukim hablan acerca de la redención efectuada por Elohim
y Su amor, pero ellos todavía son la "piel". No menospreciamos esta
parte de Su Obra, pero es como si la novia insistiera en permanecer en el
cuarto de su luna de miel, 20 AÑOS DESPUÉS DE CASADOS.
La Besorah de Yahanan habla de cosas más profundas. Por
ejemplo, la preposición "en" se usa muchas veces en esta Besorah:
...el agua que yo le daré será EN él una fuente de agua que salte para vida eterna. Yahanan 4:14
"El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo EN él". Yahanan 6:56
...para que conozcan y crean que el Padre está EN mí, y yo EN el Padre". Yahanan 10:38
El ruaj de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está EN ustedes. Yahanan 14:17
Esto es muy significativo. Este Evangelio trata acerca de
Elohim, quien era en el principio, pero a quien el hombre no podía conocer
porque Elohim habitaba en luz inaccesible (Timotio Alef 6:16; Yahanan 1:1, 4;
8:12). No obstante, Él se hizo carne mediante la encarnación y se manifestó
entre los hombres (1:14). Él fue visto, conocido y palpado por los hombres.
Luego, en resurrección Él llegó a ser el Ruaj de realidad a fin de entrar y
permanecer en el hombre (14:17).
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida –pues la vida se manifestó, y la hemos visto; y les testificamos y anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó–... Yahanan Alef 1:1-2
Estos pasukim dicen que Elohim no sólo es el Cordero de
Elohim; Él también es la vida eterna que nos ha sido anunciada. El Cordero es
externo, mientras que la vida es interna. Al final del libro de Hitgalut el
Cordero está en el trono, del cual sale un río de agua de vida (22:1). Este
pasuk habla acerca de dos lados, a saber, el Cordero, del lado exterior, y la
vida, del lado interior. No obstante, muchos creyentes ven, contactan y tocan
sólo al Cordero, sin conocer nada acerca de la vida. Los padres creyentes les
dicen a sus hijos que el Adón Yahshua es el Cordero de Elohim, pero raras veces
conducen a sus hijos a ver que el Adón Yahshua es también Elohim que fluye al
hombre para ser su vida. Muchos creyentes ven el lado del Cordero, pero no el
lado de la vida. Incluso si ellos oyen una palabra acerca de la vida, no son
conmovidos.
Nuestro Nuevo Ruaj Vence El Pecado, El Mundo Y Al Maligno
En Yahanan Alef 3:6 se nos dice: "Todo aquel que permanece
en Él, no peca". Si permanecemos en el Adón, no pecamos. El pecado es un
indicio de que no permanecemos en el Adón. Cada vez que nos inclinamos al
pecado, estamos saliéndonos de Él. Por tanto, ES INDISPENSABLE ENTENDER QUE EL
CAMINO QUE NOS CONDUCE AL Lugar Santísimo COMIENZA SIEMPRE POR EL ALTAR DE
BRONCE, que es un tipo del madero.
Todos los días cargamos nuestro madero y salimos a la vida.
En todas y cada una de las tentaciones que atravesamos, somos confrontados con
dos opciones: el camino de Yahweh o el camino de la carne. Cada vez que
tropezamos, nos hemos salido del camino y no hemos permanecido en Él, por lo
que debemos acercarnos nuevamente y hacer tefiláh. No necesitamos nuevos
sacrificios, Mashíaj ya lo cumplió todo, pero debemos arrepentirnos para
recibir Su justicia. Nuestros pecados pasados fueron todos perdonados en el
momento en que los confesamos y nos arrepentimos, pero los diarios, los
futuros, deben seguir el mismo principio. Por eso TODOS LOS DÍAS VOLVEMOS A
ENTRAR EN EL ATRIO PARA PASAR Por EL MADERO (pedir perdón por los pecados
cometidos), Y NOS LAVAMOS EN EL LAVACRO (la purificación a través de la
tefilah) PARA PODER ENTRAR NUEVAMENTE EN EL LUGAR SANTO, PARA MINISTRAR Y SER
MINISTRADOS.
No podemos mantenernos todo el tiempo en el altar de bronce,
o ni siquiera utilizarlo y permanecer en el atrio. A cada día necesitamos
"lavar nuestros pies" y sacrificar nuestra carne en el altar del
madero, para poder entrar en el Lugar Santo y tener la experiencia de
alimentarnos de Mashíaj y recibir de Su luz, a fin de poder ofrecer a Yahweh
nuestras experiencias de Él creciendo en nuestro interior, entrando en el Lugar
Santísimo. No se trata de experiencias JUNTO A Mashíaj, sino la experiencia de
Mashíaj MEZCLÁNDOSE CON NOSOTROS. Son experiencias internas, no externas, en el
ruaj, no en la carne o la mente.
El Lugar Santísimo es nuestro ruaj. Cuando entramos en
nuestro ruaj, ya no damos vueltas por el atrio. En otras palabras, cuando
pecamos, no vivimos en nuestro ruaj, porque cuando vivimos en nuestro ruaj, no
pecamos. TODO EL QUE VIVE EN EL LUGAR SANTÍSIMO NO PECA y en esos momentos no
necesita experimentar el trato del madero, porque él está en su ruaj mezclado,
el cual trasciende todas las cosas. Esa es la verdadera obediencia, una cuestión
de posición, no de acción o no-acción.
En Yahanan Alef 3:6 se nos dice que todo el que permanece en
el Adón no peca. El pecar prueba que una persona no permanece en el Adón. De
manera que la forma de no pecar es permanecer en Él, ¿y esto cómo? SOMETIENDO
NUESTRA CARNE AL MADERO EN TODA DECISIÓN. Muchos creen que "someter la
carne al madero" es una especie de autosacrificio muy doloroso y
desagradable, pero eso es lo dice la carne. La verdad es mucho más simple: en
cada tentación SÓLO DEBEMOS ELEGIR LA RESPUESTA CORRECTA, no importa lo que la
carne opine. La que se va a sentir mal va a ser la carne, no el ruaj, y eso por
poco tiempo. Tal vez al principio cueste, pero es lo mismo que dejar cualquier
vicio de lado. Esto, simplemente, es someter la carne al madero: NEGAR NUESTRO
YO. Negarle espacio, negarle el derecho de hacer lo que se le antoja, lo que
quiere, y elegir hacer sólo lo que Yahweh nos pide. Al principio en obediencia,
con el tiempo, en naturaleza.
El pasuk 9 dice: "Todo aquel que es nacido de Elohim,
no practica el pecado, porque la simiente de Elohim permanece en él". La
expresión "la simiente de Elohim" se refiere tanto a Elohim como a
Mashiaj. Nosotros no pecamos porque Su simiente ha sido sembrada en nuestro
ruaj.
"En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de Su Ruaj". Yahanan Alef 4:13
Sabemos que permanecemos en el Adón porque Él nos ha dado el
Ruaj haKodesh, quien está en nosotros para ser uno con nosotros. El pasuk 4 del
capítulo 5 dice: "Todo lo que es nacido de Elohim vence al mundo".
Todo lo que es nacido de Elohim se refiere a nuestro nuevo ruaj. Nuestro ruaj
es nacido de Elohim y, por tanto, vence al mundo. En todo el universo, sólo
nuestro ruaj puede vencer al mundo y al pecado, mientras lo mantengamos
conectado con Su Ruaj. El pasuk 18 dice: "Sabemos que todo aquel que ha
nacido de Elohim, no practica el pecado". Por muchos años no podía
entender esta palabra. Por un lado, yo confesaba que había nacido de Elohim,
pero, por otro, mi experiencia parecía contradecir este pasuk, porque yo
todavía era pecaminoso. Luego vi Yahanan Alef 5:4, que dice "Todo lo que
es nacido de Elohim vence al mundo". Yahanan 3:6 dice: "Lo que es
nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Ruaj, ruaj es". El
ruaj humano que es nacido del Ruaj es nacido de Elohim. Nuestro nuevo ruaj
puede vencer al mundo y no practica el pecado. Esto no es una cosa que debamos
repetir para autoconvencernos, SINO UNA REALIDAD EN EL PLANO ESPIRITUAL. Por lo
tanto, sólo debemos someter la carne para que, de a poco, ella disminuya y
Mashíaj crezca, y ese crecimiento es nuestra nueva naturaleza.
A nuestra carne le gusta pecar. En Yahanan Alef 2:16 se nos
dice que lo que compone el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los
ojos y la vanagloria de la vida— están en nosotros. Sin embargo, tenemos un
nuevo ruaj que ha nacido de Elohim. Nuestro nuevo ruaj no puede pecar, y vence
al mundo. EN ÉL DEBEMOS REFUGIARNOS EN TODO MOMENTO DE DEBILIDAD. Debemos
afirmar al mundo, a las entidades malignas, a haSatán y sobre todo, A NOSOTROS
MISMOS, que Yahshua ya ha vencido al mundo y nosotros con Él. Esto quiere decir
que un creyente que tiene un nuevo ruaj, el cual ha nacido de Elohim, puede
guardarse a sí mismo de vivir en pecado. La parte de nuestro ser que ha nacido
de Elohim es nuestro ruaj. Esta parte es capaz de guardarnos y protegernos.
El pasuk 19 dice: "Sabemos que somos de Elohim, y el
mundo entero yace en poder del maligno". El mundo entero, que incluye a
todas las personas y todas las cosas, yace en poder del maligno. Sólo aquello
que es nacido de Elohim no yace en poder del maligno. Toda la sociedad yace en
poder del maligno. Además, nuestra carne, nuestros pensamientos naturales,
nuestros conceptos religiosos y el servicio que procede de nuestro celo natural
también yacen en poder del maligno. Hay una sola cosa en todo este mundo que no
está bajo la manipulación del maligno, Y ESO ES NUESTRO NUEVO RUAJ. Aunque le
pertenecemos a Elohim y somos santos, nosotros somos sólo parcialmente santos,
porque nuestro nuevo ruaj es santo, pero aún mantenemos nuestro viejo hombre.
Elohim está en nuestro ruaj para ser nuestra vida a fin de que podamos vencer
no sólo al mundo y a haSatán, sino a nuestra propia carne.
Nuestra Adoración Y Nuestro Servicio A Yahweh Deben Realizarse
En Ruaj
El verdadero Elohim ya no está sólo en los cielos. Él ha
entrado en nuestro ruaj. Cualquier cosa aparte de Elohim es un ídolo.
Hijitos, cuídense de los ídolos. Yahanan Alef 5:21
Nunca deberíamos pensar que los ídolos se limitan a objetos
que están dentro de los templos. Nuestro celo natural por el Adón es un ídolo
que reemplaza al verdadero Elohim. El que elijamos himnos de manera natural, el
que sirvamos de manera natural y la falta del ejercicio de nuestro ruaj son
ídolos. Inclusive el que decidamos CÓMO servirlo también es un ídolo. Sólo
aquello que procede de nuestro nuevo ruaj es el verdadero Elohim.
Hace muchos años, no entendía por qué de repente dice:
"Cuídense de los ídolos". Estas palabras parecían ser un pensamiento
desconectado. Más tarde entendí que cualquier cosa que no se realice en nuestro
nuevo ruaj es un ídolo. El apóstol Yahanan nos exhortó a que huyamos de los
ídolos, es decir, que huyamos de todo lo que no proceda de nuestro ruaj. Es
bueno que deseemos ser mansos, amplios, humildes y longánimos, pero ¿acaso se
originan estas virtudes de nuestro nuevo ruaj? Si ellas se originan de nuestro
nuevo ruaj, son del verdadero Elohim; si no, son ídolos, esfuerzos de nuestra
carne.
Que todos nosotros podamos ver esta visión. Elohim desea
forjarse en nosotros para ser nuestra vida, y Él desea vivir en unidad con
nosotros en nuestro ruaj. ÉL NO DESEA QUE HAGAMOS COSAS POR ÉL, y tampoco le
interesan otras cosas. A Él sólo le interesa el que nosotros vivamos en unidad
con Él en nuestro ruaj. Necesitamos ver esta visión y permitir que esta visión
nos controle. Nuestra oración, lo que decimos, nuestro testimonio y nuestra
lectura de las Escrituras tienen que proceder de esta visión a fin de proclamar
esta visión. Si nosotros realmente vemos esta visión, conoceremos qué procede
de nuestro celo natural y si nuestra adoración, nuestro cantar y nuestras
oraciones son rutinarias.
Los judíos edificaron el templo en Yahrushalayim según las
instrucciones dadas por Elohim. Frente al templo había un altar. Los sacerdotes
llevaban vestiduras sacerdotales y servían conforme a las Escrituras. Ellos
ofrecían sacrificios en el altar y entraban en el Lugar Santo para quemar el
incienso y encender las lámparas. Su adoración a Elohim era exacta en todo,
pero la gloria de Yahweh acabó dejando ese templo. PORQUE LAS SOMBRAS NO SON
PARA SIEMPRE. Debía llegar la realidad de las sombras, y Elohim vino para estar
entre los hombres. Él nació en un pesebre, viajó a Egipto y regresó a Nazaret
(Luka 2:16; MattiYah 2:13-15, 19-23). Después de haber estado escondido por
treinta años, Él comenzó a ministrar en Judea. Él incluso se reclinó a la mesa
en casa de Shimón el alfarero en Betania, junto con Marta, Miriam y Lázaro
(Yahanan 12:1-3; Mordejai 14:3; MattiYah 26:6-7). Aunque esta casa en Betania
era humilde, Elohim estaba allí con los discípulos. Aunque los sacerdotes
judíos estaban en el templo ofreciendo sacrificios, adorando a Elohim,
encendiendo las lámparas y quemando el incienso en sus vestiduras sacerdotales
según las Escrituras, obedeciendo con exactitud las ordenanzas dadas por
Yahweh, ELOHIM NO ESTABA ALLÍ. Si tenemos la debida perspicacia, veremos que el
verdadero Elohim, la vida eterna, estaba en aquella casa humilde, mientras que
había "ídolos" en el templo (Yahanan Alef 5:19-21). EN AQUEL TIEMPO,
INCLUSO EL TEMPLO, LOS SACERDOTES EN SUS VESTIDURAS SACERDOTALES, LOS
SACRIFICIOS, EL QUEMAR EL INCIENSO Y EL ENCENDER LAS LÁMPARAS YACÍAN EN PODER
DEL MALIGNO.
Debemos estar siempre dispuestos a acompañar el mover del
Ruaj y seguirlo como los antiguos yisraelitas:
Cuando la nube se levantaba de sobre la Morada, los yisraelitas emprendían la marcha, en sus diversas jornadas; pero si la nube no se levantaba, ellos no emprendían la marcha hasta que se levantara. Shemot 40:36-37
No nos debería preocupar que el Adón Yahshua esté en una
"casa humilde", pero necesitamos considerar si nosotros estamos
sirviendo religiosamente en "el templo". Podríamos pensar que
adoramos a Elohim, pero no darnos cuenta de que realmente estamos bajo la
autoridad de las tinieblas y adorando ídolos. El verdadero Elohim, la vida
eterna, está en nuestro ruaj. Necesitamos sentarnos a Sus pies y tener comunión
íntima con Él EN NUESTRO RUAJ. Elohim no se encontraba en la adoración
rutinaria que se efectuaba en el templo. Las cosas relacionadas con el templo,
incluyendo los sacerdotes en sus vestiduras sacerdotales y la rutina de quemar
el incienso y encender las lámparas habían caído en manos de HaSatán; se habían
convertido en "ídolos". No porque fueran cosas malignas, ya que el
propio Yahweh las había ordenado, sino porque el ejército de Yahweh había
dejado de seguir a la nube.
Todo lo que no es del Ruaj de Elohim está bajo la autoridad
de HaSatán. La religión les enseña a las personas cómo adorar a Elohim sin
Elohim; por tanto, ella pertenece a la sinagoga de HaSatán. Si nuestro
partimiento del pan es un ritual que no tiene la presencia del Adón y no se
efectúa en nuestro ruaj, entonces nosotros adoramos ídolos, y no al verdadero
Elohim. El Adón Yahshua dijo: "Elohim es Ruaj; y los que le adoran, en
ruaj y con veracidad es necesario que adoren" (Yahanan 4:24). El Adón no se
encuentra en los rituales; Él está en nuestro ruaj (Timotio Bet 4:22). Ésta es
la visión que necesitamos.
Sin la misericordia del Adón, nosotros somos como Shaúl de
Tarso camino a Damasco. Podríamos pensar que servimos a Elohim celosamente,
pero de hecho, es posible que estemos bajo la autoridad de HaSatán y en la
esfera de los ídolos. Un ídolo es cualquier cosa que tiene una forma exterior y
que carece del Adón. Tenemos al Adón únicamente cuando estamos en nuestro ruaj.
Tener una forma exterior sin el ruaj equivale a tener un ídolo, una religión.
Si no tenemos una visión, nosotros adoramos ídolos y no servimos a Elohim.
Podríamos enseñarles a otros acerca de la santidad, la victoria y el llevar el
madero, pero si no estamos en nuestro ruaj, no guiaremos a otros a que estén en
su ruaj. Necesitamos volvernos a nuestro ruaj y sumergirnos en nuestro ruaj
para que el verdadero Elohim opere en nuestro ruaj. Sólo entonces podremos
decir que nuestra adoración y nuestro servicio son conforme al verdadero Elohim
y la vida eterna.
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