31 de diciembre de 2021

PSN04 - El Misterio De Elohim En El Hombre

 


Ver La Visión Del Misterio Hallado En Las Escrituras

 

No importa con cuánta frecuencia hayamos leído las Escrituras, ciertas cosas no nos son fáciles de entender, porque son incompatibles con nuestros conceptos, a saber, nuestros pensamientos naturales, la influencia de nuestra cultura y nuestras nociones religiosas. Nos es fácil recibir las cosas en las Escrituras que aparentemente chocan con nuestros conceptos, porque nuestros conceptos son parte de nosotros. En otras palabras, en vez de recibir las Escrituras en nuestro interior, muchas veces aplicamos nuestros conceptos a las Escrituras. A fin de que nosotros entendamos el pensamiento hallado en las Escrituras, necesitamos orar-leer.

 

 

Necesitamos ver una visión del misterio de Elohim y de Mashiaj hallado en las Escrituras. Elohim es un gran misterio. Este Elohim misterioso es el Padre, el Hijo, el Ruaj vivificante, Mashiaj, el Ruaj haKodesh, la vida, la luz, la santidad, la justicia, la salvación, la santificación, la redención, etc. etc. Él es todo lo que necesitamos, y se dispensa en nosotros, Sus vasos.

 

Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Y la autoridad descansará sobre sus hombros. Le pondrán por nombre: Admirable Consejero, Poderoso Héroe, Padre Perpetuo, Príncipe de Paz YeshaYah 9:6

 

En este pasuk hay varios títulos.

 

Lo que se revela en las Escrituras acerca de las riquezas del ser de Elohim es inefable.


Yahanan 1:1 dice: "En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Elohim, y la Palabra era Elohim".

El pasuk 14 dice: "La Palabra se hizo carne, y fijó tabernáculo entre nosotros (...) llena de gracia y de verdad".

El pasuk 18 dice: "A Elohim nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer".

En el pasuk 29 también se hace referencia a la Palabra que se hizo carne como Cordero de Elohim.

 

 

En Yahanan Alef Elohim es la Palabra que se hizo carne, es gracia y verdad, estaba con el Padre, es el Hijo unigénito en el seno del Padre y es el Cordero. El capítulo 1 revela al Padre y al Hijo. Nuestro Elohim es demasiado misterioso. Este Elohim misterioso desea forjarse a Sí mismo en nosotros. Es evidente que no conseguiremos comprenderlo con nuestra limitada mente carnal. Necesitamos la mente de Mashíaj para entender, y para eso claro, vivir en el ruaj.

 

 

El Misterio De Elohim Que Encarnó En Mashíaj Para Hacerse Ruaj Vivificante

 

Cuando Elohim creó todas las cosas del universo, les dio dos lados, un lado exterior y uno interior. El cuerpo humano tiene piel en el lado exterior, y carne y sangre en el lado interior. Los problemas de salud relacionados con la piel y la carne no son tan serios como los problemas relacionados con la sangre. Cuando consideramos una persona en su totalidad, su cuerpo es su persona exterior y su viejo hombre es su persona interior. Muchas veces les decimos a los creyentes que se vuelvan al nuevo ruaj (al nuevo hombre), y que desde su ruaj nuevo expresen a Elohim en su vivir. Esas acciones implican nuestra nueva persona, y no nuestra vieja persona. Esto se revela en la Palabra de Elohim.

 

Muchas enseñanzas presentes en el cristianismo son bastante superficiales y no tienen mucha profundidad. Por ejemplo, los creyentes usualmente enfatizan sólo unos pocos pasukim de la Besorah de Yahanan, tales como: "¡He aquí el Cordero de Elohim, que quita el pecado del mundo!", "De tal manera amó Elohim al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito" y "el buen Pastor pone Su vida por las ovejas" (1:29; 3:16; 10:11). Estos pasukim hablan acerca de la redención efectuada por Elohim y Su amor, pero ellos todavía son la "piel". No menospreciamos esta parte de Su Obra, pero es como si la novia insistiera en permanecer en el cuarto de su luna de miel, 20 AÑOS DESPUÉS DE CASADOS.

 

La Besorah de Yahanan habla de cosas más profundas. Por ejemplo, la preposición "en" se usa muchas veces en esta Besorah:

 

...el agua que yo le daré será EN él una fuente de agua que salte para vida eterna. Yahanan 4:14

 

"El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí, y yo EN él". Yahanan 6:56

 

...para que conozcan y crean que el Padre está EN mí, y yo EN el Padre". Yahanan 10:38

 

El ruaj de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce. Ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y está EN ustedes. Yahanan 14:17

 

Esto es muy significativo. Este Evangelio trata acerca de Elohim, quien era en el principio, pero a quien el hombre no podía conocer porque Elohim habitaba en luz inaccesible (Timotio Alef 6:16; Yahanan 1:1, 4; 8:12). No obstante, Él se hizo carne mediante la encarnación y se manifestó entre los hombres (1:14). Él fue visto, conocido y palpado por los hombres. Luego, en resurrección Él llegó a ser el Ruaj de realidad a fin de entrar y permanecer en el hombre (14:17).

 

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida –pues la vida se manifestó, y la hemos visto; y les testificamos y anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó–... Yahanan Alef 1:1-2

 

Estos pasukim dicen que Elohim no sólo es el Cordero de Elohim; Él también es la vida eterna que nos ha sido anunciada. El Cordero es externo, mientras que la vida es interna. Al final del libro de Hitgalut el Cordero está en el trono, del cual sale un río de agua de vida (22:1). Este pasuk habla acerca de dos lados, a saber, el Cordero, del lado exterior, y la vida, del lado interior. No obstante, muchos creyentes ven, contactan y tocan sólo al Cordero, sin conocer nada acerca de la vida. Los padres creyentes les dicen a sus hijos que el Adón Yahshua es el Cordero de Elohim, pero raras veces conducen a sus hijos a ver que el Adón Yahshua es también Elohim que fluye al hombre para ser su vida. Muchos creyentes ven el lado del Cordero, pero no el lado de la vida. Incluso si ellos oyen una palabra acerca de la vida, no son conmovidos.

 

 

Nuestro Nuevo Ruaj Vence El Pecado, El Mundo Y Al Maligno

 

En Yahanan Alef 3:6 se nos dice: "Todo aquel que permanece en Él, no peca". Si permanecemos en el Adón, no pecamos. El pecado es un indicio de que no permanecemos en el Adón. Cada vez que nos inclinamos al pecado, estamos saliéndonos de Él. Por tanto, ES INDISPENSABLE ENTENDER QUE EL CAMINO QUE NOS CONDUCE AL Lugar Santísimo COMIENZA SIEMPRE POR EL ALTAR DE BRONCE, que es un tipo del madero.

 

Todos los días cargamos nuestro madero y salimos a la vida. En todas y cada una de las tentaciones que atravesamos, somos confrontados con dos opciones: el camino de Yahweh o el camino de la carne. Cada vez que tropezamos, nos hemos salido del camino y no hemos permanecido en Él, por lo que debemos acercarnos nuevamente y hacer tefiláh. No necesitamos nuevos sacrificios, Mashíaj ya lo cumplió todo, pero debemos arrepentirnos para recibir Su justicia. Nuestros pecados pasados fueron todos perdonados en el momento en que los confesamos y nos arrepentimos, pero los diarios, los futuros, deben seguir el mismo principio. Por eso TODOS LOS DÍAS VOLVEMOS A ENTRAR EN EL ATRIO PARA PASAR Por EL MADERO (pedir perdón por los pecados cometidos), Y NOS LAVAMOS EN EL LAVACRO (la purificación a través de la tefilah) PARA PODER ENTRAR NUEVAMENTE EN EL LUGAR SANTO, PARA MINISTRAR Y SER MINISTRADOS.

 

No podemos mantenernos todo el tiempo en el altar de bronce, o ni siquiera utilizarlo y permanecer en el atrio. A cada día necesitamos "lavar nuestros pies" y sacrificar nuestra carne en el altar del madero, para poder entrar en el Lugar Santo y tener la experiencia de alimentarnos de Mashíaj y recibir de Su luz, a fin de poder ofrecer a Yahweh nuestras experiencias de Él creciendo en nuestro interior, entrando en el Lugar Santísimo. No se trata de experiencias JUNTO A Mashíaj, sino la experiencia de Mashíaj MEZCLÁNDOSE CON NOSOTROS. Son experiencias internas, no externas, en el ruaj, no en la carne o la mente.

 

El Lugar Santísimo es nuestro ruaj. Cuando entramos en nuestro ruaj, ya no damos vueltas por el atrio. En otras palabras, cuando pecamos, no vivimos en nuestro ruaj, porque cuando vivimos en nuestro ruaj, no pecamos. TODO EL QUE VIVE EN EL LUGAR SANTÍSIMO NO PECA y en esos momentos no necesita experimentar el trato del madero, porque él está en su ruaj mezclado, el cual trasciende todas las cosas. Esa es la verdadera obediencia, una cuestión de posición, no de acción o no-acción.

 

En Yahanan Alef 3:6 se nos dice que todo el que permanece en el Adón no peca. El pecar prueba que una persona no permanece en el Adón. De manera que la forma de no pecar es permanecer en Él, ¿y esto cómo? SOMETIENDO NUESTRA CARNE AL MADERO EN TODA DECISIÓN. Muchos creen que "someter la carne al madero" es una especie de autosacrificio muy doloroso y desagradable, pero eso es lo dice la carne. La verdad es mucho más simple: en cada tentación SÓLO DEBEMOS ELEGIR LA RESPUESTA CORRECTA, no importa lo que la carne opine. La que se va a sentir mal va a ser la carne, no el ruaj, y eso por poco tiempo. Tal vez al principio cueste, pero es lo mismo que dejar cualquier vicio de lado. Esto, simplemente, es someter la carne al madero: NEGAR NUESTRO YO. Negarle espacio, negarle el derecho de hacer lo que se le antoja, lo que quiere, y elegir hacer sólo lo que Yahweh nos pide. Al principio en obediencia, con el tiempo, en naturaleza.

 

El pasuk 9 dice: "Todo aquel que es nacido de Elohim, no practica el pecado, porque la simiente de Elohim permanece en él". La expresión "la simiente de Elohim" se refiere tanto a Elohim como a Mashiaj. Nosotros no pecamos porque Su simiente ha sido sembrada en nuestro ruaj.

 

"En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de Su Ruaj". Yahanan Alef 4:13

 

Sabemos que permanecemos en el Adón porque Él nos ha dado el Ruaj haKodesh, quien está en nosotros para ser uno con nosotros. El pasuk 4 del capítulo 5 dice: "Todo lo que es nacido de Elohim vence al mundo". Todo lo que es nacido de Elohim se refiere a nuestro nuevo ruaj. Nuestro ruaj es nacido de Elohim y, por tanto, vence al mundo. En todo el universo, sólo nuestro ruaj puede vencer al mundo y al pecado, mientras lo mantengamos conectado con Su Ruaj. El pasuk 18 dice: "Sabemos que todo aquel que ha nacido de Elohim, no practica el pecado". Por muchos años no podía entender esta palabra. Por un lado, yo confesaba que había nacido de Elohim, pero, por otro, mi experiencia parecía contradecir este pasuk, porque yo todavía era pecaminoso. Luego vi Yahanan Alef 5:4, que dice "Todo lo que es nacido de Elohim vence al mundo". Yahanan 3:6 dice: "Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Ruaj, ruaj es". El ruaj humano que es nacido del Ruaj es nacido de Elohim. Nuestro nuevo ruaj puede vencer al mundo y no practica el pecado. Esto no es una cosa que debamos repetir para autoconvencernos, SINO UNA REALIDAD EN EL PLANO ESPIRITUAL. Por lo tanto, sólo debemos someter la carne para que, de a poco, ella disminuya y Mashíaj crezca, y ese crecimiento es nuestra nueva naturaleza.

 

A nuestra carne le gusta pecar. En Yahanan Alef 2:16 se nos dice que lo que compone el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— están en nosotros. Sin embargo, tenemos un nuevo ruaj que ha nacido de Elohim. Nuestro nuevo ruaj no puede pecar, y vence al mundo. EN ÉL DEBEMOS REFUGIARNOS EN TODO MOMENTO DE DEBILIDAD. Debemos afirmar al mundo, a las entidades malignas, a haSatán y sobre todo, A NOSOTROS MISMOS, que Yahshua ya ha vencido al mundo y nosotros con Él. Esto quiere decir que un creyente que tiene un nuevo ruaj, el cual ha nacido de Elohim, puede guardarse a sí mismo de vivir en pecado. La parte de nuestro ser que ha nacido de Elohim es nuestro ruaj. Esta parte es capaz de guardarnos y protegernos.

 

El pasuk 19 dice: "Sabemos que somos de Elohim, y el mundo entero yace en poder del maligno". El mundo entero, que incluye a todas las personas y todas las cosas, yace en poder del maligno. Sólo aquello que es nacido de Elohim no yace en poder del maligno. Toda la sociedad yace en poder del maligno. Además, nuestra carne, nuestros pensamientos naturales, nuestros conceptos religiosos y el servicio que procede de nuestro celo natural también yacen en poder del maligno. Hay una sola cosa en todo este mundo que no está bajo la manipulación del maligno, Y ESO ES NUESTRO NUEVO RUAJ. Aunque le pertenecemos a Elohim y somos santos, nosotros somos sólo parcialmente santos, porque nuestro nuevo ruaj es santo, pero aún mantenemos nuestro viejo hombre. Elohim está en nuestro ruaj para ser nuestra vida a fin de que podamos vencer no sólo al mundo y a haSatán, sino a nuestra propia carne.

 

 

Nuestra Adoración Y Nuestro Servicio A Yahweh Deben Realizarse En Ruaj

 

El verdadero Elohim ya no está sólo en los cielos. Él ha entrado en nuestro ruaj. Cualquier cosa aparte de Elohim es un ídolo.

 

Hijitos, cuídense de los ídolos. Yahanan Alef 5:21

 

Nunca deberíamos pensar que los ídolos se limitan a objetos que están dentro de los templos. Nuestro celo natural por el Adón es un ídolo que reemplaza al verdadero Elohim. El que elijamos himnos de manera natural, el que sirvamos de manera natural y la falta del ejercicio de nuestro ruaj son ídolos. Inclusive el que decidamos CÓMO servirlo también es un ídolo. Sólo aquello que procede de nuestro nuevo ruaj es el verdadero Elohim.

 

Hace muchos años, no entendía por qué de repente dice: "Cuídense de los ídolos". Estas palabras parecían ser un pensamiento desconectado. Más tarde entendí que cualquier cosa que no se realice en nuestro nuevo ruaj es un ídolo. El apóstol Yahanan nos exhortó a que huyamos de los ídolos, es decir, que huyamos de todo lo que no proceda de nuestro ruaj. Es bueno que deseemos ser mansos, amplios, humildes y longánimos, pero ¿acaso se originan estas virtudes de nuestro nuevo ruaj? Si ellas se originan de nuestro nuevo ruaj, son del verdadero Elohim; si no, son ídolos, esfuerzos de nuestra carne.

 

Que todos nosotros podamos ver esta visión. Elohim desea forjarse en nosotros para ser nuestra vida, y Él desea vivir en unidad con nosotros en nuestro ruaj. ÉL NO DESEA QUE HAGAMOS COSAS POR ÉL, y tampoco le interesan otras cosas. A Él sólo le interesa el que nosotros vivamos en unidad con Él en nuestro ruaj. Necesitamos ver esta visión y permitir que esta visión nos controle. Nuestra oración, lo que decimos, nuestro testimonio y nuestra lectura de las Escrituras tienen que proceder de esta visión a fin de proclamar esta visión. Si nosotros realmente vemos esta visión, conoceremos qué procede de nuestro celo natural y si nuestra adoración, nuestro cantar y nuestras oraciones son rutinarias.

 

Los judíos edificaron el templo en Yahrushalayim según las instrucciones dadas por Elohim. Frente al templo había un altar. Los sacerdotes llevaban vestiduras sacerdotales y servían conforme a las Escrituras. Ellos ofrecían sacrificios en el altar y entraban en el Lugar Santo para quemar el incienso y encender las lámparas. Su adoración a Elohim era exacta en todo, pero la gloria de Yahweh acabó dejando ese templo. PORQUE LAS SOMBRAS NO SON PARA SIEMPRE. Debía llegar la realidad de las sombras, y Elohim vino para estar entre los hombres. Él nació en un pesebre, viajó a Egipto y regresó a Nazaret (Luka 2:16; MattiYah 2:13-15, 19-23). Después de haber estado escondido por treinta años, Él comenzó a ministrar en Judea. Él incluso se reclinó a la mesa en casa de Shimón el alfarero en Betania, junto con Marta, Miriam y Lázaro (Yahanan 12:1-3; Mordejai 14:3; MattiYah 26:6-7). Aunque esta casa en Betania era humilde, Elohim estaba allí con los discípulos. Aunque los sacerdotes judíos estaban en el templo ofreciendo sacrificios, adorando a Elohim, encendiendo las lámparas y quemando el incienso en sus vestiduras sacerdotales según las Escrituras, obedeciendo con exactitud las ordenanzas dadas por Yahweh, ELOHIM NO ESTABA ALLÍ. Si tenemos la debida perspicacia, veremos que el verdadero Elohim, la vida eterna, estaba en aquella casa humilde, mientras que había "ídolos" en el templo (Yahanan Alef 5:19-21). EN AQUEL TIEMPO, INCLUSO EL TEMPLO, LOS SACERDOTES EN SUS VESTIDURAS SACERDOTALES, LOS SACRIFICIOS, EL QUEMAR EL INCIENSO Y EL ENCENDER LAS LÁMPARAS YACÍAN EN PODER DEL MALIGNO.

 

Debemos estar siempre dispuestos a acompañar el mover del Ruaj y seguirlo como los antiguos yisraelitas:

 

Cuando la nube se levantaba de sobre la Morada, los yisraelitas emprendían la marcha, en sus diversas jornadas; pero si la nube no se levantaba, ellos no emprendían la marcha hasta que se levantara. Shemot 40:36-37

 

No nos debería preocupar que el Adón Yahshua esté en una "casa humilde", pero necesitamos considerar si nosotros estamos sirviendo religiosamente en "el templo". Podríamos pensar que adoramos a Elohim, pero no darnos cuenta de que realmente estamos bajo la autoridad de las tinieblas y adorando ídolos. El verdadero Elohim, la vida eterna, está en nuestro ruaj. Necesitamos sentarnos a Sus pies y tener comunión íntima con Él EN NUESTRO RUAJ. Elohim no se encontraba en la adoración rutinaria que se efectuaba en el templo. Las cosas relacionadas con el templo, incluyendo los sacerdotes en sus vestiduras sacerdotales y la rutina de quemar el incienso y encender las lámparas habían caído en manos de HaSatán; se habían convertido en "ídolos". No porque fueran cosas malignas, ya que el propio Yahweh las había ordenado, sino porque el ejército de Yahweh había dejado de seguir a la nube.

 

Todo lo que no es del Ruaj de Elohim está bajo la autoridad de HaSatán. La religión les enseña a las personas cómo adorar a Elohim sin Elohim; por tanto, ella pertenece a la sinagoga de HaSatán. Si nuestro partimiento del pan es un ritual que no tiene la presencia del Adón y no se efectúa en nuestro ruaj, entonces nosotros adoramos ídolos, y no al verdadero Elohim. El Adón Yahshua dijo: "Elohim es Ruaj; y los que le adoran, en ruaj y con veracidad es necesario que adoren" (Yahanan 4:24). El Adón no se encuentra en los rituales; Él está en nuestro ruaj (Timotio Bet 4:22). Ésta es la visión que necesitamos.

 

Sin la misericordia del Adón, nosotros somos como Shaúl de Tarso camino a Damasco. Podríamos pensar que servimos a Elohim celosamente, pero de hecho, es posible que estemos bajo la autoridad de HaSatán y en la esfera de los ídolos. Un ídolo es cualquier cosa que tiene una forma exterior y que carece del Adón. Tenemos al Adón únicamente cuando estamos en nuestro ruaj. Tener una forma exterior sin el ruaj equivale a tener un ídolo, una religión. Si no tenemos una visión, nosotros adoramos ídolos y no servimos a Elohim. Podríamos enseñarles a otros acerca de la santidad, la victoria y el llevar el madero, pero si no estamos en nuestro ruaj, no guiaremos a otros a que estén en su ruaj. Necesitamos volvernos a nuestro ruaj y sumergirnos en nuestro ruaj para que el verdadero Elohim opere en nuestro ruaj. Sólo entonces podremos decir que nuestra adoración y nuestro servicio son conforme al verdadero Elohim y la vida eterna.

 

 



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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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