Experimentar La Realidad De La Vida Del Cuerpo
Por la misericordia y la gracia del Adón hemos visto algo
relacionado con la vida divina, y hemos visto que para experimentar dicha vida
tenemos que ser quebrantados, lo cual incluye tomar medidas con respecto a la
carne, el yo, la conciencia, el mundo y el ruaj. Todo esto es necesario a fin
de experimentar la vida divina de una manera práctica. Si somos quebrantados,
llegaremos al punto donde la vida divina será hecha real para nosotros en la
vida de congregación.
Además, experimentaremos la realidad del Cuerpo de Mashiaj,
no doctrinalmente sino de forma concreta en nuestra práctica y vida creyentes;
es decir, experimentaremos la verdadera práctica del Cuerpo de Mashiaj. Por
tanto, en este capítulo veremos algo adicional acerca del Cuerpo de Mashiaj. Aunque
quizás éste sea un tema o un término familiar para muchos de nosotros,
confiamos en el Adón de que podamos ver algo de una manera muy práctica.
El libro de Romaniyim nos muestra que la etapa, o
experiencia, final de nuestra vida creyente es la etapa, la experiencia, del
Cuerpo de Mashiaj. Romaniyim habla sobre la justificación, ser liberados del
pecado, la santificación y andar conforme al Ruaj. Después de todo esto, en
Romaniyim 12, el Cuerpo de Mashiaj finalmente llega a ser real en nuestra
experiencia. Si leemos este capítulo cuidadosamente, comprenderemos que el
apóstol Shaúl no escribió de una manera doctrinal acerca del Cuerpo; más bien,
escribió sobre el Cuerpo de Mashiaj de una manera muy práctica.
1. Presentar Nuestros Cuerpos
Primero, el apóstol nos muestra que si debemos experimentar
la realidad del Cuerpo de Mashiaj, primeramente debemos ofrecernos al Adón.
Cuando el apóstol abordó este tema —el de ofrecernos o consagrarnos—, él habló
de una manera muy práctica, diciendo que teníamos que presentar nuestros
cuerpos:
Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Elohim que le ofrezcan sus cuerpos como sacrificio vivo, consagrado y agradable a Yahweh, como su culto racional. Romaniyim 12:1
Hablar acerca de nuestro cuerpo es un asunto práctico. Para
asistir a una reunión, por ejemplo, es necesario presentarnos allí con nuestro
cuerpo. Decir que asistiremos a la reunión en nuestra mente o incluso en
nuestro ruaj, sería hablar de algo que está "en el aire". Podemos
decir: "Me ofrezco al Adón", pero, ¿hemos ofrecido nuestro cuerpo al
Adón? Ofrecernos al Adón de una manera que no incluya nuestro cuerpo, sería una
ofrenda o una consagración "en el aire". Vivimos en función de
nuestro cuerpo, y no "en el aire". De igual manera, si nos ofrecemos
al Adón pero no presentamos nuestro cuerpo, Él no podrá contar con nosotros en
la tierra. Pero si nuestra consagración incluye presentar nuestro cuerpo,
resultará ser algo práctico. Debemos presentar nuestro cuerpo al Adón.
2. No Amoldarnos A Este Siglo
En segundo lugar, Shaúl dice:
No se amolden a este mundo... Romaniyim 12:2a
Algunas versiones usan la palabra "mundo" en este
pasuk, pero la palabra griega es AIÓN (G165) y significa "era", un
período de tiempo determinado y del cual no hay certeza de la fecha de su fin.
Por eso la palabra "siglo" que usan otras versiones tampoco es
satisfactoria, ya que sabemos que cada siglo dura 100 años. Las eras no tienen
una lógica de medida en la mente humana, pero sí dentro de la economía divina.
En el mundo en su totalidad ha habido varias eras, por
ejemplo, nosotros hoy estamos casi terminando la Era de Shavuot (después de la
Era de Pésaj), preparándonos para entrar en la Era de Sukot. En un sentido
estricto, no podemos tener contacto con el mundo sin tener contacto con la era
presente del mundo en la cual estamos. No amoldarnos a la era incluye, en
cierta forma, al mundo actual, con sus costumbres y prácticas.
3. Ser Transformados Por Medio De La Renovación De La Mente
...más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento... Romaniyim 12:2b
En tercer lugar, debemos ser transformados por medio de la
renovación de la mente (pasuk 2b). Esto es algo más práctico; es práctico en
términos subjetivos. Tenemos que comprobar la medida en que nosotros como
creyentes, como aquellos que han nacido de nuevo, como hijos de Elohim, hemos
sido transformados. Nacimos siendo parte de la vieja creación; por tanto, todo
en nosotros es viejo. Nuestra mente, voluntad, parte emotiva, corazón y cada
parte de nuestro ser, todo es viejo. Ahora bien, hemos sido regenerados y
renovados en el ruaj, pero, ¿en qué medida hemos sido realmente transformados,
renovados, en todas las partes internas de nuestro ser? Esto es algo muy
subjetivo y práctico; no es sólo una doctrina. Simplemente oír y estar de
acuerdo con esto no es suficiente. Debemos darnos cuenta de que esto es algo
práctico, algo que debemos experimentar; de otra manera, no lo hemos obtenido.
4. Comprobar Cuál Es La Perfecta Voluntad De Elohim
...de modo que puedan discernir cuál sea la voluntad de Elohim, lo bueno, lo agradable y lo íntegro. Romaniyim 12:2b
Debemos ofrecer nuestro cuerpo al Adón, no debemos
amoldarnos a este siglo y debemos ser transformados por medio de la renovación
de nuestra mente. En cuarto lugar, tenemos que discernir, conocer y comprobar
cuál es la perfecta voluntad de Elohim. Si experimentamos todos estos asuntos
prácticos, llegaremos al punto en el que la vida del Cuerpo, la vida del Cuerpo
de Mashiaj, será hecha real para nosotros. Podemos hablar sobre la vida de
congregación, la vida del Cuerpo y el Cuerpo de Mashiaj, pero el que
experimentemos la realidad de la vida del Cuerpo de Mashiaj dependerá de los cuatro
asuntos prácticos anteriormente mencionados, tres positivos y uno negativo. Si
ofrecemos nuestro cuerpo al Adón, no somos amoldados al tiempo presente, somos
transformados en cuanto a nuestra vieja naturaleza y discernimos la perfecta
voluntad de Elohim, o sea, si experimentamos todo esto de forma concreta,
tendremos la base para experimentar la realidad de la vida del Cuerpo.
En ese momento nos daremos cuenta de que, como personas que
hemos sido regeneradas y transformadas por el Ruaj haKodesh, somos miembros del
Cuerpo, y como tales, lo que debemos experimentar no es algo de este mundo ni
de nosotros mismos, sino a Mashiaj mismo. En ese momento, sabremos lo que
significa decir: "Ya no vivo yo, más vive Mashiaj en mí" (GalutYah
2:20) y: "Para mí, el vivir es Mashiaj" (Filipiyim 1:21). Nos daremos
cuenta lo que significa vivir por Mashiaj como nuestra vida y no por nuestro
yo, o sea, vivir no de manera doctrinal sino en el camino de la vida divina y
la experiencia práctica.
Hoy existe la urgente necesidad de proclamar esta enseñanza
acerca de la vida del Cuerpo, pero debemos darnos cuenta de que la enseñanza no
tiene como meta la enseñanza en sí, sino la vida divina, la congregación,
Mashiaj. Si esta enseñanza existiera por causa de sí misma, no habría ningún
resultado. ¿De qué serviría que la enseñanza existiera sólo por causa de la
enseñanza misma? Toda enseñanza debe tener como meta la congregación y Mashiaj.
No podemos experimentar la vida del Cuerpo de ninguna otra manera excepto
consagrándonos de una manera práctica, presentando nuestros cuerpos, y no al
permanecer como personas "en el aire". Por otra parte, no debemos
amoldarnos al siglo presente. Tenemos que separarnos, santificarnos y ser
diferentes de este siglo, como pueblo especial, y tenemos que ser
transformados. Entonces experimentaremos el Cuerpo de Mashiaj, no como una vida
independiente ni individual ni que procede del yo natural, sino como una vida
que es Mashiaj mismo, la cual debemos experimentar de una manera corporativa.
El Cuerpo Es La Meta, Intención Y Deseo Máximos Que Hay En El
Corazón De Yahweh
Este Cuerpo es la meta, intención y deseo máximos que hay en
el corazón de Elohim. Lo que Elohim busca en este universo es, simplemente,
obtener el Cuerpo de Mashiaj. En Bereshit 1 vemos que Elohim tenía dos
propósitos al crear al hombre: uno era expresarse a Sí mismo, y el otro,
eliminar a Su enemigo. Elohim creó al hombre a Su propia imagen con el
propósito de que el hombre lo expresara. Después que el hombre fue creado,
Elohim le confirió Su autoridad a fin de que éste eliminara al enemigo. La
imagen tiene como fin la expresión, y la autoridad tiene como fin eliminar al
enemigo de Elohim. Éstas fueron las dos intenciones que tuvo Elohim al crear al
hombre, una por el lado positivo y la otra por el lado negativo. Tanto el lado
positivo como el lado negativo del propósito de Elohim se llevan a cabo por
medio de una entidad corporativa. En un sentido estricto, expresar a Elohim en
Mashiaj por medio del Ruaj haKodesh no es algo realizado por individuos, sino
algo llevado a cabo por un Cuerpo corporativo.
Hace muchos años entendí que Elohim buscaba obtener un
Cuerpo, pero en ese entonces no sabía cómo experimentarlo ni cómo explicarlo.
Parecía que no había palabras humanas para expresar, definir o explicar un
asunto tan divino, ni siquiera experimentarlo, pero poco a poco comprendí más
acerca del Cuerpo, y continúo aprendiendo. Todos tenemos un cuerpo, y como
tales, todos somos un buen cuadro o tipo de la realidad. Debido a que somos
personas, necesitamos expresarnos. ¿Puede nuestra persona ser expresada por
medio de miembros separados e individuales? Ciertamente tenemos oídos, nariz,
labios, ojos y dedos; tenemos muchos miembros, pero éstos no pueden expresarnos
de manera separada e individual. No podemos cortarnos nuestros oídos o nuestra
nariz y presentarlos a otros como nuestra expresión. Nuestra persona debe ser
expresada por todo nuestro cuerpo de manera corporativa. Se requiere el cuerpo
entero para que sea expresada una persona. Del mismo modo, no somos cuerpos,
sino miembros de un sólo Cuerpo. En todo el universo Mashiaj tiene un sólo
Cuerpo, y es por medio de este único Cuerpo que Él se expresa. Elohim en
Mashiaj se expresa por medio del Ruaj haKodesh en un sólo Cuerpo.
Elohim necesita obtener un Cuerpo, y no simplemente muchos
miembros. Aunque hay muchos creyentes, ¿por qué es la congregación tan débil?
¿Por qué detectamos debilidad, confusión y muchas cosas negativas y ajenas a
Mashiaj en tantos grupos creyentes? Esto se debe a que ellos son como un cuerpo
cuyos miembros han sido separados y han sido dispersados individualmente. Por
lo tanto, no podemos ver a una persona, sino a muchos miembros separados y
dispersos. El que haya miembros separados y dispersos es una condición terrible
que causa muchos problemas que requieren ser aclarados. Ésta es la verdadera
situación de los creyentes hoy. Podemos encontrarnos con muchos grupos de
creyentes, pero todos ellos son miembros separados y dispersos. Al
relacionarnos con ellos, no percibimos la realidad del Cuerpo. No detectamos
que haya un Cuerpo que exprese a Mashiaj; más bien, sólo vemos miembros
separados y dispersos. Por otra parte, aunque los miembros están separados y
dispersos, aún pueden pelearse entre sí. Parece que no sirvieran para nada sino
sólo para pelear, y no para pelear en contra del enemigo de Elohim, sino los
unos con los otros. Esto se debe a que ellos no experimentan la realidad de la
vida del Cuerpo.
Los Pasos Prácticos Requeridos Para Experimentar La Realidad De
La Vida Del Cuerpo
Consideremos cuáles son los pasos prácticos que se requieren
para experimentar la realidad de la vida del Cuerpo.
1. Renunciar A Nuestro Yo
Si debemos practicar y experimentar la vida del Cuerpo, lo
primero que tenemos que hacer es renunciar a nuestro yo. La palabra
"yo" es una palabra pequeña, pero implica algo muy práctico. Para
experimentar la realidad de la vida del Cuerpo, siempre debemos acordarnos de
renunciar a nuestro yo, al egoísmo, al egocentrismo, a la opinión propia y a
los deseos y la exaltación del yo. Si introducimos tan sólo un poco del yo,
introduciremos un cáncer en el Cuerpo. No hay necesidad de hacer algo más
grave; introducir solamente un poco de nuestro yo es suficiente para que el
enemigo dañe al Cuerpo. Ésta es la razón por la que hemos dicho que el primer
"estatuto" espiritual de la congregación es el madero. El madero debe
restringir a nuestro yo.
Yo sé lo que estoy hablando. No les estoy dando un sermón;
simplemente señalo cuáles son los pasos prácticos que se requieren para
experimentar la realidad del Cuerpo. Todos tenemos carne, todos tenemos
"yo", y todos tenemos nuestra lucha diaria. Si debemos practicar la
verdadera vida del Cuerpo, debemos percatarnos cabalmente de nuestro yo. Lo que
daña más la vida del Cuerpo es el yo. Todo lo relacionado con el yo es como las
zorras pequeñas que arruinan las viñas cuando están en cierne (Shir ha Shirim
2:15). Quizás digamos: "No he hecho nada malo. Mi intención hacia la
congregación es buena". Quizás esto pueda ser verdad, pero a la vez hay
algo pequeño dentro de nosotros —el yo— que causa daño al Cuerpo. No se
requiere que sea algo grande lo que perjudique al Cuerpo; incluso algo pequeño
puede dañarlo. Una pequeña paja puede lastimar al ojo, y cuando el ojo es
lastimado, todo el cuerpo queda incapacitado para trabajar. Lo mismo ocurre con
nuestro yo.
2. Perder Nuestra Independencia
En segundo lugar, debemos perder nuestra independencia. Para
poner en práctica la vida de congregación debemos aprender a no ser
independientes. No hay independencia en la vida del Cuerpo; sólo hay
dependencia. Ninguno de los miembros de nuestro cuerpo puede ser independiente.
La independencia trae muerte al Cuerpo y muerte a los miembros. Debemos
considerar este asunto en la práctica, y no doctrinalmente. Éste es un asunto
vital, un asunto de vida o muerte. Si una mano declara su independencia,
significaría la muerte para ésta.
Quizás alguien diga que no es independiente, que es un
miembro que depende del Cuerpo. No obstante, quiero hacer una pregunta en
cuanto a la práctica, y no en cuanto a la doctrina: ¿Con quién está
relacionado? Si le preguntáramos esto a un dedo, éste diría que está
relacionado con la mano y con los demás dedos, y si le preguntáramos a la mano,
ella diría que está relacionada con el brazo. Estos miembros pueden decir
claramente con quién se relacionan. Sin embargo, uno puede ser un buen hermano,
alguien aclamado por todos, pero quizás no pueda señalar con quién está
relacionado. Podrá ser bueno con todos los hermanos y hermanas, pero es
independiente de todos y no se relaciona con nadie. El problema es que muchos
están dispuesto a decir que dependen del Padre, muchos que dependen de Mashíaj,
pero casi nadie que depende del Cuerpo. Y sin embargo, Mashíaj nos ha
ensamblado a todos en un único cuerpo, y todos debemos aprender a relacionarnos
con todos en general, pero especialmente con aquellos que el Abba nos coloque
para funcionar en coordinación.
Es incorrecto formar un partido con alguien sobre la base de
que tenemos la misma opinión. El que determina los "grupos" o
relaciones es el Ruaj, como cuando ordenó: "Apártenme a Bar-Naba y a Shaúl
para la obra a la que los he llamado" (MaAseh 13:2). Si nosotros formamos
grupos de acuerdo a nuestros gustos y simpatías, sería algo sectario y causaría
división tras división. No obstante, en la congregación debemos estar
relacionados con otras personas; esto demuestra que no somos independientes.
Estar relacionados con algunos santos sin formar un partido, es una lección difícil
de aprender. Es fácil no estar relacionado con nadie, e incluso es más fácil
estar relacionado con ciertas personas de modo que se forme un partido. Puede
ser que dos hermanos se reúnan frecuentemente, y puede parecernos que los dos
son de una misma mente y que pueden orar juntos fácilmente. Si uno dice:
"HalleluYah", el otro dice: "Amén"; y si el segundo dice:
"HalleluYah", el primero dirá: "¡Alabado sea el Adón!".
Aparentemente tienen el mismo pensamiento, pero quizás la relación que existe
entre ellos no sea la apropiada; más bien, puede ser un partido, una secta o
una división, porque el grupo ha surgido de la carne. Esto es incorrecto.
Sin embargo, como miembros en la congregación debemos estar
relacionados con algún otro miembro o con varios de ellos. Todos los hermanos y
hermanas deben estar relacionados unos con otros. Si decimos que estamos
practicando la vida de congregación, debemos abandonar nuestra independencia y
renunciar a ella. Debemos renunciar por completo a vivir independientemente de
otros.
3. Guardar La Armonía
En tercer lugar, si debemos experimentar la vida del Cuerpo,
debemos aprender seria y sinceramente a guardar siempre la armonía. Esto no
quiere decir que si se hace algo incorrecto, nosotros también estamos de
acuerdo con eso, ni tampoco significa que nunca habremos de tener desacuerdos o
discusiones. Podemos incluso tener discusiones, pero debemos discutir en
armonía. Es posible discutir en armonía, siempre que busquemos la edificación
del Cuerpo y de los miembros. Por supuesto, debemos aprender la lección de ser
cautelosos cuando argumentamos. Muchas veces es fácil entrar en la carne y en
el yo cuando discutimos. No obstante, podemos discutir e incluso disputar sobre
muchas cosas por amor al Adón y Su testimonio, interés, reino y Su Cuerpo, pero
debemos discutir en armonía. Si somos capaces de guardar la armonía, podemos
continuar discutiendo, pero si no somos capaces de guardar la armonía, debemos
parar la discusión. Aprendamos la lección de guardar la armonía, y sobre todo,
no cometamos el error de Shaúl y Bar-Naba de separarse en vez de buscar la
ejad.
La armonía es la verdadera expresión de la unidad entre los
hijos del Adón. Hay una diferencia entre unidad y armonía. Podemos decir que
somos uno, e incluso ser uno, pero es posible no estar en armonía. Todas las
partes de un piano son una entidad, pero cuando tocamos el piano, es posible
que no esté en armonía. Un piano debe ser afinado para estar en armonía.
Podemos tener unidad sin armonía, pero si estamos en armonía, ciertamente
tendremos unidad, porque la armonía va más allá de la unidad. La verdadera
expresión de la unidad del Cuerpo es la armonía.
He visto esta hermosa armonía. Cuando estamos en armonía en
la congregación, la presencia del Adón es muy real y, por tanto, automática y
espontáneamente Sus riquezas se hacen reales a la congregación. No hay
necesidad de pedir ni de buscar cosas espirituales tales como ser llenos
espiritualmente, el derramamiento y los dones espirituales. Si simplemente
estamos en armonía, todas estas cosas serán nuestras espontáneamente. Sé de lo
que estoy hablando porque lo he visto. Aprendamos la lección de guardar la
armonía.
La armonía es un asunto muy delicado y profundo; nos
controla y nos rige en gran manera. Si realmente tenemos un corazón sincero en
cuanto a guardar la armonía entre los hijos del Adón, seremos controlados y
gobernados por la realidad celestial. Seremos gobernados, controlados y
dirigidos por la vida interior, la unción interior y la presencia interior del
Adón. Seremos regidos interiormente al actuar, al hablar, e incluso al pensar,
y seremos muy finos al tratar ciertos asuntos. Seremos muy tiernos a fin de
guardar la armonía. Entonces podremos discutir con otros de una manera muy
delicada y fina, y con mucha armonía.
4. Recordar Que Mashiaj Y Su Cuerpo Es Lo Primordial, Y Todas
Las Demás Cosas Son Secundarias
En cuarto lugar, debemos tener siempre presente que nada es
más importante que Mashiaj el Adón y Su Cuerpo. Recuerden siempre que todas las
demás cosas son secundarias; sólo el propio Adón y Su Cuerpo son primordiales.
Todas las demás cosas no son para sí mismas, sino para Mashiaj el Adón y para
Su Cuerpo, que es la congregación. A veces hacemos o decimos algo y lo
consideramos más importante que Mashiaj y la congregación. Sin embargo, todas
las cosas, incluso las enseñanzas, las doctrinas, las verdades y las
experiencias, son dadas para la congregación y para la Cabeza, el Adón. No
debemos hacer nada ni insistir en nada que cause daño a la vida de congregación
en lo más mínimo.
Cuando hablo acerca de las verdades del reino y otras
verdades, no tengo ninguna intención de forzar a nadie a creer lo que yo creo o
a seguir el camino que yo sigo. Ésa no es mi intención en absoluto. Todo lo
contrario. No pretendo uniones a la fuerza, ni "cosidas", porque son
falsas y poco duraderas, y nunca reflejan la verdad del Adón. Mi intención es
que estas verdades ayuden a los demás a amar al Adón, a buscarle más, a
experimentar la vida espiritual apropiada y a poner en práctica la vida de
congregación más y más. Con tal que alguien ame al Adón, le busque, le
experimente, viva por Él y se reúna con los santos a fin de exaltarle y
exhibirle más y más, estoy contenta. Estaré contenta incluso si alguien difiere
completamente de mí respecto a ciertas verdades. No conocemos las verdades como
un fin en sí mismas; más bien, todas son para Mashiaj y la congregación, y yo
no juzgo porque ya tengo una Cabeza.
Por otra parte, si alguien recibe estas verdades y está de
acuerdo con ellas, no debe discutir con otros acerca de éstas ni debe intentar
convencerlos. NO PREDICAMOS VERDADES, PREDICAMOS A MASHIAJ. Nuestra intención,
comisión y carga no es predicar doctrinas, sino predicar a Mashiaj y
ministrarlo a los demás.
Porque me propuse no saber nada entre ustedes, sino a Yahshúa el Mashíaj, y a él ejecutado en el madero. Por eso me porté entre ustedes con sencillez, con respeto y con mucha reverencia. Ni mi mensaje ni mi proclamación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración de espíritu y de poder, para que la fe de ustedes no se base en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Elohim. Qorintiyim Alef 2:2-5
Por supuesto, a veces necesitamos las doctrinas y las
verdades como medios para ayudar a las personas a conocer más a Mashiaj, pero
las verdades no existen para sí mismas; todas las verdades deben ser para
Mashiaj, para la congregación y para la vida espiritual apropiada. Con tal que
la gente reciba a Mashiaj, le experimente, y ame más al Adón, estaremos contentos
y alabaremos al Adón, sin darle importancia a las diferentes interpretaciones
(a menos que nieguen las verdades básicas). No nos interesan las discusiones y
disensiones, no aceptamos los debates estériles; nos interesa el Adón mismo y
Su Cuerpo. No debemos ir a predicar estas verdades y discutir con las personas
acerca de ellas. Si hacemos esto, le habremos fallado totalmente al Adón.
Debemos darnos cuenta de que el objetivo y la meta es Mashiaj y la
congregación, el Adón y Su Cuerpo.
Sin embargo, hablamos con sabiduría entre los que han alcanzado madurez; pero no una sabiduría de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que perecen. Más bien, hablamos la sabiduría de Elohim en misterio, la sabiduría oculta que Elohim predestinó desde antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo conoció esta sabiduría; porque si ellos la hubieran conocido, nunca habrían ejecutado en el madero al Maestro glorioso. Más bien, como está escrito: “Cosas que ojo no vio ni oído oyó, que ni se han concebido en el pensamiento humano, son las que Elohim ha preparado para los que lo aman”. Pero a nosotros Elohim nos las reveló por el espíritu; porque el espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Elohim. Pues ¿quién de los hombres conoce las cosas profundas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así también, nadie ha conocido las cosas profundas de Elohim, sino el espíritu de Elohim. Y nosotros no hemos recibido el espíritu de este mundo, sino el espíritu que procede de Elohim, para que conozcamos las cosas que Elohim nos ha dado gratuitamente. De estas cosas estamos hablando, no con palabras enseñadas por la sabiduría humana, sino con las enseñadas por el espíritu, interpretando lo espiritual por medios espirituales. Pero el hombre natural no acepta las cosas que son del espíritu de Elohim, porque para él son locura; y no las puede comprender, porque hay que discernirlas espiritualmente. En cambio, el hombre espiritual lo juzga todo, mientras que a él nadie lo juzga. Porque, ¿quién conoció la mente del Maestro? ¿Quién lo instruirá? Pero nosotros tenemos la mente del Mashíaj. Qorintiyim Alef 2:6-16
Debemos guardar los cuatro asuntos antes mencionados.
Tenemos que rechazar nuestro yo, renunciar a nuestra independencia, esforzarnos
por guardar la armonía y tener siempre presente que nada es más importante que
Mashiaj y Su congregación. Si hacemos esto, estaremos en la realidad de la vida
del Cuerpo. Simplemente les presento esto de manera breve y con pocas palabras.
Tratemos de aprender estas lecciones. Entonces comprenderemos lo prácticas que
son, y a la vez, entenderemos que éstas son una prueba para nosotros. Estas
lecciones nos ponen a prueba y nos examinan. El yo, la independencia, la falta
de armonía y el hecho de dar un énfasis excesivo a otros asuntos aparte de
Mashiaj y Su congregación, son todos asuntos que causan daño y matan la vida de
congregación.
Además, recordemos siempre que estamos aquí sólo para
nuestro querido Adón y para Su Cuerpo; ésta es nuestra comisión, nuestro
negocio. Si hacemos esto, estoy seguro de que en poco tiempo experimentaremos
la realidad de la vida del Cuerpo. Entonces habrá la verdadera edificación de
la congregación. Tendremos la certeza de recibir todas las riquezas que Mashiaj
tiene para Su congregación, y de que éstas serán hechas reales para nosotros, y
veremos una situación maravillosa y hermosa. No hay necesidad de que busquemos
otras cosas espirituales. Simplemente debemos proseguir con el Adón al aprender
estas lecciones.
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