El Servicio Genuino Se Basa En La Edificación Del Cuerpo De Mashiaj
La base y el fundamento de toda obra creyente genuina es la
edificación del Cuerpo. El servicio creyente verdadero está basado sobre el
fundamento del Cuerpo. Individualmente no hay servicio, sólo en el Cuerpo. La
intención única de Elohim en este universo es obtener un Cuerpo, una entidad
corporativa que le sirva a Él.
Elohim desea que nosotros le sirvamos, pero no quiere que le
sirvamos de una manera individualista. La intención de Elohim es obtener un
sacerdocio, un cuerpo sacerdotal, un pueblo corporativo que ha sido juntamente
edificado para que le sirvan. No funcionan por separado, porque cuando los
sacerdotes se separan, sucede lo que en la época de los jueces: cada uno
levanta un culto por separado.
Por lo tanto, necesitamos ver claramente que sin
edificación, no habrá posibilidad de lograr el servicio creyente genuino que
Yahweh pretende. Se podrán levantar muchos falsos cultos, y cuidado al hecho de
que no todos los que levantan falsos cultos tienen malas intenciones: la
mayoría desea sinceramente servir a Elohim. Se puede estar sinceramente
equivocado.
No debemos considerar lo que llaman "servicio" en
la historia de la congregación como algo normal, y no debemos tomar lo que
vemos entre los creyentes hoy en día como un modelo. La mayor parte de lo que
vemos en la historia de la congregación y en la situación actual es algo fuera
de orden, algo que va totalmente en contra de la manera en que Elohim hace las
cosas. La intención de Elohim consiste en obtener un Cuerpo que le sirva a Él.
Por tanto, no nos ha regenerado a fin de ser unidades perfectas, cada uno
completo en sí mismo, sino que nos ha regenerado a todos nosotros para que
seamos miembros de un sólo Cuerpo. ¡Cuánto necesitamos ver el Cuerpo!
Es posible que piensen que han visto el Cuerpo por haber
escuchado mensajes acerca del Cuerpo o debido a que hemos dedicado mucho tiempo
a este asunto en estos días. Sin embargo, no tengo la seguridad que hayan visto
el Cuerpo. Tengo una gran duda en cuanto a esto; dudo que hayan visto realmente
el Cuerpo, porque quienes han visto al Cuerpo, YA NO PUEDEN SEGUIR SUS VIDAS
INDIVIDUALES EN PAZ. El Cuerpo es el sueño y el deseo de Yahweh, y cuando lo
vemos por Su gracia, nos perfora el corazón.
Existen algunas maneras para comprobar si han visto el
Cuerpo o no. Les animo a que se examinen con estos medios.
En primer lugar diría que si han visto el Cuerpo, nunca más
serían divisivos. Ser divisivos significa que no han visto el Cuerpo. ¿Puede
haber más de un Cuerpo en el universo? ¡Sólo hay uno! ¿Han visto este Cuerpo,
el Cuerpo único? Si han visto este Cuerpo único, esta visión los cegará de tal
manera que nunca podrán ser divisivos.
La razón por la cual existe tanta división entre los
creyentes hoy es que no han visto el Cuerpo. Cuando algunos creyentes se reúnen
y no están contentos unos con otros, frecuentemente dejan de reunirse y
empiezan su propia reunión. Esto se llama división e indica que aquellos que
hacen tales cosas son divisivos. Ellos no han visto el Cuerpo. Todos aquellos
que han visto el Cuerpo jamás podrían ser divisivos, porque el Cuerpo no es
"las partes que me agradan, con la gente que me gusta".
Existe un sólo Cuerpo, y yo soy parte de ese Cuerpo. Es
imposible que esté separada de este Cuerpo y es imposible que me separe de este
Cuerpo. Una vez injertados, ya no hay posibilidad de salirnos. Es muy
importante que todos veamos el Cuerpo. Sin embargo, quizás nos imaginemos que
hemos visto el Cuerpo cuando no lo hemos visto en absoluto.
He oído a muchas personas hablar acerca del Cuerpo, pero en
verdad hablaban acerca de algo que no habían visto y que no conocían. Por
supuesto, no tuve la audacia de decirles que no habían visto el Cuerpo, pero
ahora les pregunto a ustedes que comprueben si han visto el Cuerpo o no. ¿Han
visto el Cuerpo? Si han visto el Cuerpo, han visto la unidad y ya no podrán ser
divisivos.
No Depende De La Condición
Tenemos que ver detalladamente este asunto: cómo la visión
del Cuerpo nos guarda de ser divisivos. En estos días, las reuniones de la
congregación pueden ser muy vivas y animadas. Pero supongamos que el nivel de
las reuniones baja, incluso llega a un nivel muy bajo, y que las reuniones ya
no son vivientes, sino lentas y aún pobres. Entonces, ¿qué haríamos?
¿Hablaríamos con otro hermano acerca de la mala condición en que se encuentran
las reuniones y consideraríamos establecer otra reunión en sus casas? El mero
hecho de tener tal consideración comprobaría que no han visto el Cuerpo. El
individualismo no tiene parte en el Cuerpo.
Algunas veces nuestro cuerpo físico está sano y fuerte, pero
otras veces está débil y enfermo. Cuando nuestro cuerpo se debilita, aún
continúa siendo el mismo cuerpo que cuando estaba fuerte. Nunca podríamos decir
que abandonaríamos ese cuerpo débil debido a su debilidad y que tomaríamos otro
cuerpo que fuera fuerte. Tener tal consideración implicaría que no cocemos
nuestro cuerpo. Si hemos visto lo que es nuestro cuerpo y lo conocemos
realmente, por muy fuerte o débil que esté, nos daríamos cuenta de que sigue
siendo nuestro cuerpo y que es el único que tenemos por ahora.
¿Hoy ustedes aman a la congregación en la que están?
Ciertamente todos amamos mucho a la congregación en la que Abba nos coloca.
Pero me gustaría preguntarles POR QUÉ aman a la congregación. Es fácil amar a
la congregación cuando está muy viviente, muy animante, muy edificante y cuando
las reuniones son maravillosas, incluso estupendas. Si la congregación fuera
simplemente un edificio material, permanecería igual año tras año, cambiaría
muy poco. Sin embargo, la congregación se puede comparar con nuestros cuerpos
físicos, que a veces son vivientes y fuertes, y que en otras ocasiones son
débiles y no muy vivientes. La respuesta correcta es que debemos amar a la
congregación porque es el Cuerpo. Si aman a la congregación por ser maravillosa
y muy viviente, les preguntaría qué harían si la condición de la congregación
no fuera tan buena después de un período de tiempo. ¿Irían a otro lugar donde
la situación no fuera tan pobre? Si es así, eso comprobaría que no han visto el
Cuerpo.
Si han visto el Cuerpo, les daría lo mismo si las reuniones
son vivientes y maravillosas, o si son débiles y pobres, y les daría lo mismo
si consideran que los que llevan la delantera son buenos y si ellos piensan de
igual manera que ustedes. Cualquiera que sea la condición, ustedes reconocerían
que éste es el Cuerpo.
Actualmente, todos estamos aprendiendo las bases para
convertirnos en líderes en lo que Yahweh determine para nosotros. Aquí estamos
aprendiendo a llevar la delantera, a correr la buena carrera de forma firme
para alcanzar el galardón. Alabamos al Adón que muchos están dispuestos a
aprender y esperamos que no terminen siendo presumidos pensando que son los
mejores líderes. Sin embargo, si algún día la actitud de algunos líderes no es muy
apropiada, todos serán puestos a prueba por esa situación y eso comprobará si
realmente han visto el Cuerpo o no. Si se van y empiezan otra reunión debido a
que la situación es pobre, se pone en evidencia que nunca han visto el Cuerpo.
Eso indicaría que, aunque tal vez sea verdadera la situación pobre de esa
congregación, USTEDES NO HAN APORTADO NADA A SU SANIDAD. Simplemente han
decidido "cambiarse el cuerpo", pero eso en verdad no es posible. La
realidad espiritual es que, si tomamos esas decisiones, simplemente estamos
separándonos del Cuerpo.
Cuando mi cuerpo físico es fuerte, es mi cuerpo. Cuando está
enfermo o débil, sigue siendo mi cuerpo. No puedo renunciar a mi cuerpo por su
debilidad. ¿Han visto el Cuerpo? Si han visto el Cuerpo, es imposible que
vuelvan a ser divisivos. No hay nada, absolutamente nada que pueda apartarnos
de nuestros hermanos, aquellos que creen en Yahshua y en su obra. Aunque haya
cosas en las que pensamos diferente, si decimos que se trata de sus propios
pensamientos, estaremos afirmando que EL RUAJ NO HACE BIEN SU TRABAJO, ya que
no los nivela a todos de forma a que todos seamos uno. La verdad es que Él sí
lo está haciendo, PERO A SU MANERA Y EN SUS TIEMPOS. En cada lugar Él trabaja
de forma diferente, con tiempos diferentes, subiendo escalones diferentes. Sin
embargo, si es el Ruaj el que trabaja, LA META ES ÚNICA: edificar el Cuerpo de
Mashíaj. Así que depende de Él que todos lleguemos a esa unidad maravillosa que
se manifestará en el momento debido, y no de nuestro entendimiento ni de
nuestra forma de pensar, ni siquiera de nuestras buenas intenciones.
No podemos esperar que la vida de congregación sea como una
luna de miel permanente. En la vida matrimonial la luna de miel sólo dura poco
tiempo. En nuestra propia experiencia, pasa lo mismo en la vida de
congregación. Sin embargo, a pesar de lo que ha ocurrido en todos mis años
personales, y de todo lo que ha ocurrido a la humanidad como un todo, puedo
testificar firmemente que éste es el Cuerpo. He visto el Cuerpo, y no puedo
decir que no lo he visto. Sea bueno o malo, fuerte o débil, rico o pobre,
fructífero o estéril, es el Cuerpo. No tengo otra alternativa. Sólo hay un
Cuerpo en todo el universo, y no es pequeño, no es mezquino, y no se acomoda a
nuestra forma limitada de pensar.
Una última aclaración: ESTO NO ES ECUMENISMO. Ecumenismo
implica unir diferentes cultos, religiones y sobre todos, "dioses",
algo que es impensable. Pero dentro del Cuerpo de creyentes, TODOS SOMOS
CUERPO. Si señalamos a otros porque aún no han visto algo que nosotros ya hemos
visto, CUIDADO: lo más probable es que el Ruaj nos señale de inmediato cientos
de cosas en las que nosotros no estamos en condiciones de lanzar ninguna
piedra.
¿Quién eres tú para juzgar al siervo ajeno? Es asunto de su
Dueño si sigue en pie o cae; pero se mantendrá firme, porque poderoso es Yahweh
para afirmarlo. Hay quien considera un día mejor que otro, mientras que para
otro cualquier día es bueno. Que cada uno esté convencido en su propia mente.
El que se ocupa de un día, para Yahweh lo hace; y el que come, para Yahweh
come, porque le da gracias a Elohim; y el que se abstiene, para Yahweh se
abstiene, y le da gracias a Elohim. Porque ninguno de nosotros vive para sí, y
ninguno muere para sí. Porque si vivimos, para Yahweh vivimos; y si morimos,
para Yahweh morimos. Así que, lo mismo si vivimos que si morimos, somos de
Yahweh. Porque para eso murió el Mashíaj y volvió a vivir, para ser soberano
tanto de los muertos como de los vivos. Así que tú, ¿por qué juzgas a tu hermano?
Y tú, ¿por qué menosprecias a tu hermano? porque todos compareceremos ante el
tribunal de Yahweh, porque está escrito: "Vivo
yo, dice Yahweh, que ante mí se doblará toda rodilla, y toda lengua confesará a
Elohim". De manera que cada uno de nosotros le rendirá cuenta al
Elohim de sí mismo. Así que, no nos juzguemos más unos a otros; más bien,
determinen no ponerle impedimento u obstáculo al hermano. Romaniyim 14:4-13
Aquí tenemos una prueba muy clara para comprobar si hemos
visto el Cuerpo. Nada nos puede atar tanto como lo hace el Cuerpo. Cuando oyen
a otras personas hablar de manera suelta acerca del Cuerpo, se darán cuenta que
ellos nunca han visto el Cuerpo porque son sueltos. Piedras sueltas son rolling
stones. Tienen rebeldía aún en su interior, y necesitarán ser más trabajadas.
No tienen ninguna limitación. Pero si hemos visto el Cuerpo, nunca podrán ser
divisivos. Los miembros del Cuerpo nunca podrán ser sustituidos. Sería
imposible cambiar la posición de las orejas en nuestro cuerpo físico, ni siquiera
un poco. La visión del Cuerpo nos guardará de ser divisivos.
Ya No Podemos Ser Individualistas
Ahora abordaremos otro asunto. Si han visto el Cuerpo, nunca
pondrán ser individualistas, nunca podrán ser independientes. Se darían cuenta
que como creyentes no podrían vivir sin el Cuerpo. No podrían actuar, no
podrían trabajar, no podrían servir sin el Cuerpo, ya que han visto el Cuerpo y
se dan cuenta que simplemente son un miembro en el Cuerpo. En nuestro cuerpo
físico, es imposible que la nariz exista, funcione o sirva sin el cuerpo.
Tampoco podría la mano vivir, actuar o trabajar sin el cuerpo.
Alabo al Adón que por Su misericordia, como un hermano entre
ustedes, a pesar de haber andado suelta como rolling stone, me ha mostrado que,
de cualquier modo, nunca he sido independiente ni individualista en el servicio
que he desempeñado desde que fui llamada. Quizás sienta que tenga toda la razón
y que los demás estén completamente equivocados, sin embargo, tengo que actuar
según el sentir del Cuerpo. En todas las cosas necesito, como todos, aprender a
ajustarme al Cuerpo y no a mí misma. Siempre que el Cuerpo sienta que algo no
se debe hacer, no lo hago. Si estoy segura de que tengo la razón, el Ruaj se
encargará de mostrar las cosas a su debido tiempo, y si no la tengo, también
mostrará. A veces podemos realmente tener la razón, pero en el momento
equivocado. A pesar de que sabemos que la carne es buena para el crecimiento y
la nutrición de nuestros hijos, no le damos carne cuando aún son bebés. La razón
está de nuestra parte, pero no los tiempos. En el plano espiritual nos resulta
mucho más difícil ver los tiempos, de manera que, a menos que el Ruaj no
enfatice lo contrario, debemos respetar el sentir del Cuerpo. Esto no significa
rendirnos a las opiniones personales de nadie, sino aprender, obviamente, a
trabajar en coordinación en el ruaj. No se trata de que un asunto sea correcto
o incorrecto, sino de si somos individualistas o si estamos en el Cuerpo.
Si tienen presente todas estas pruebas, se darán cuenta que
si no han visto el Cuerpo, es debido a que son muy individualistas. Lo que esta
sociedad satánica llama legal y pomposamente "individualismo", Abba
lo denomina EGOÍSMO, INDEPENDENCIA Y REBELIÓN, frutos del Árbol del
Conocimiento del Bien y del Mal. Pareciera que muchos pueden hacer todo lo que
quieren de forma independiente. Pero si vieran el Cuerpo, sería imposible que
se comportaran de esa manera. Una vez que hemos visto el Cuerpo, ya no hay
forma de volver a considerar siquiera el individualismo. Y esto no es negar
nuestras diferencias, sino justamente lo contrario: disponerlas para el
bienestar del Cuerpo y no sólo del egoísmo personal.
Si vemos o no vemos el Cuerpo depende de la misericordia del
Adón. No debemos tratar de verlo por nosotros mismos, no es asunto de la carne,
sino que depende de la misericordia del Adón. Si lo ven, lo ven; si no lo ven,
no lo ven; eso es todo. Creo que esto es totalmente cierto. Espero que todos
busquemos al Adón para que nos conceda Su misericordia a fin de poder ver el
Cuerpo.
En este momento, siento la carga del Adón de quitarles la
confianza personal que ustedes tengan en lo que respecta a ver el Cuerpo.
Ustedes consideran que ya han visto el Cuerpo, pero de hecho, sé que la mayoría
no lo ha visto. Sé también que algunos van por muy buen camino, con altas
probabilidades de verlo, por eso enfatizo el punto, para que no crean que ya lo
han visto. Prepárense para estar un poco desilusionados y reconocer que aún no
lo han visto. Busquen al Adón y Su misericordia, y confíen en Él para recibir
Su misericordia; Él les mostrará Su Cuerpo.
¿Cómo pueden saber que han visto el Cuerpo? La prueba más
fuerte de que han visto el Cuerpo es que ya no pueden ser individualistas.
Cuando ya no puedan ser individualistas, entonces han visto el Cuerpo. Mientras
no tengan limitación, mientras se sientan libres, mientras sean independientes,
mientras escojan fácilmente lo que quieren, por mucho que sepan acerca del
Cuerpo y por muy seguros que estén de haber visto el Cuerpo, no han visto el
Cuerpo.
Dispuestos A Ser Entremezclados
Si realmente han visto el Cuerpo, estarán dispuestos a ser
entremezclados. Como ya dijimos, Shaúl usó la palabra entremezclar en
Qorintiyim Alef 12:24: "Elohim entremezcló el Cuerpo". No estar
dispuestos a ser entremezclado es otra prueba de que no han visto el Cuerpo.
Elohim no solamente nos ha colocado en el Cuerpo, sino que aún más, nos ha
entremezclado, no sólo con Él mismo, sino entre las piedras. Las piedras
tampoco van sueltas en un edificio, ellas son unidas firmemente por cemento.
No hay manera de que dos creyentes puedan ser uno, de manera
práctica, sin ser entremezclados. En nuestra propia experiencia somos
entremezclados muchas veces en las situaciones prácticas cuando trabajamos
juntos en coordinación.
Cuando se trabaja juntos de manera práctica, se pueden
aprender muchas lecciones. Todos debemos aprender a no insistir mucho en hacer
las cosas de cierta manera. Quizás se cometan errores, pero eso no es lo más
importante. La vida de congregación es una vida de ser entremezclados todo el
tiempo, de estar experimentándonos unos a otros (con los límites lógicos de no
hacer nada que está bíblicamente equivocado, obviamente). Incluso si tenemos la
razón cien por ciento, aún tenemos que ser entremezclados. Puede que haya más
de una manera de alcanzar los mismos objetivos, pero siempre tenemos que
experimentar todas las formas para poder decidir. De la misma manera en que no
podemos, por más que quisiéramos evitarles los golpes, transferir nuestra experiencia
a nuestros hijos, tampoco podemos hacerlo con los hermanos/as. Y en buena
medida eso es porque CADA UNO DEBE APRENDER POR SÍ MISMO.
Si realmente hemos visto el Cuerpo, no murmuraremos ni
criticaremos a ninguno de los otros miembros. Tan sólo un poco de murmuración,
la cual indica que no están contentos, comprueba que no han visto el Cuerpo.
Incluso si critican un poco a un miembro del Cuerpo, esto comprueba que no han
visto el Cuerpo. Si han visto el Cuerpo, nunca se quejarían, murmurarían, criticarían
ni dirían algo en contra de algunos de los miembros. La condición de algunos
miembros puede ser muy pobre, pero si ustedes dicen que su condición es pobre
eso comprueba que no han visto el Cuerpo. Ésta es una verdadera prueba. Una
pequeña queja, un pequeño descontento o un poquito de crítica comprueba que no
han visto el Cuerpo (y peor aún, que no se han visto a sí mismos). Debido a
esto, Shaúl habla de la humildad, la mansedumbre y la longanimidad en Qolasiyim
3:12-15 y en Efesiyim 4:2-4. Necesitamos longanimidad para sobrellevar a
nuestros queridos miembros en amor. La longanimidad en Efesiyim 4:2 no se
dirige a los perseguidores, sino a los otros miembros, e incluye un
sufrimiento, no por un lapso corto, sino por un largo período de tiempo.
Si hemos visto el Cuerpo, no habrá más quejas, ni pleitos,
ni murmuraciones ni críticas. En lugar de eso, habrá perdón. Esto no significa
que nadie va a dejar de ser ofendido. En muchas ocasiones alguien se va a
ofender, pero todas las ofensas deberían ser absorbidas por el perdón. No debe
haber quejas, sino que el perdón con amor y compasión desvanece todas las
ofensas. Puede ser que un hermano me ofenda, pero yo tendré compasión de él. Me
daría cuenta que él tiene cierta disposición, cierta constitución natural, y
tendría compasión de él. En lugar de críticas y quejas, habría compasión y
perdón. En lugar de condenación, habría amor. Perdonaría a mi hermano y le
amaría. Así también al revés, si yo ofendo a un hermano, debo disponerme a
humillarme SI ESO ES LO MEJOR PARA ÉL. Algunos hermanos/as son muy
quisquillosos con el asunto de lo que ellos consideran "ofensas",
habiendo elaborado toda una armadura con la cual asegurarse que nada los tocará
y que podrán hacer lo que desean todo el tiempo. Así, cualquier cosa que los
contradice resulta ser "una ofensa". Estos casos particulares deben
ser tratados también en amor y con el Ruaj, porque a veces no podemos dejar
pasar ciertos comportamientos erróneos, que sólo continuarían haciendo daño a
otros hermanos.
Aunque muchas personas piensan que al que se le quiere más
en una familia es al menor, mi madre me dijo hace muchos años que los padres
siempre aman más al hijo que es más débil. Ahora que soy padre, estoy de
acuerdo con lo que dijo. Los que son fuertes no necesitan tanto el amor de los
padres, ya que pueden cuidar de sí mismos. Los que son débiles, sin embargo,
tienen muchos problemas. Ellos necesitan la compasión y el amor de los padres.
No obstante, muchas veces en la vida de congregación amamos
a los que son fuertes y descuidamos de los que más necesitan de nuestro amor. A
nuestros ojos, hay algunos en la vida de congregación que son débiles y pobres.
Su disposición no es como la nuestra y tal vez tengan un rasgo peculiar. No
deberíamos quejarnos de ellos, porque fueron hechos así y nuestro Padre los ha
colocado a nuestro lado. Todos tenemos que aprender a tener compasión de los
más débiles, para poder ayudarlos a avanzar, aunque tampoco se trata de darles
un tratamiento especial ni de correr atrás de los que no están dispuestos a
escuchar. Yo tengo que tener compasión de ustedes y les pido que por favor
ustedes tengan compasión de mí, ya que tengo mi propia peculiaridad.
Si aprendemos esta lección y estamos dispuestos a sufrir
incluso por los errores de los demás miembros del Cuerpo, esto quiere decir que
hemos visto el Cuerpo. Estamos dispuestos a sufrir debido a los errores de los
otros miembros porque son miembros del Cuerpo. Si hemos visto el Cuerpo,
podremos experimentar la longanimidad, es decir, podremos sufrir por un largo
período de tiempo, incluso hasta la Nueva Yahrushalayim. Este sufrimiento no se
relaciona con los incrédulos o con ciertos asuntos, sino con los otros miembros
del Cuerpo. Si algún miembro de mi cuerpo físico es débil, aun así es un miembro
de mi cuerpo. Necesito amar a este miembro, protegerlo y hacer todo lo posible
para mantenerlo en una buena condición.
El Impacto Que Tiene El Servicio En El Cuerpo
En estos mensajes, hemos estudiado tres pruebas para
comprobar que hemos visto el Cuerpo. Si han visto el Cuerpo, ya no serán
divisivos, no serán individualistas y estarán dispuestos a ser entremezclados
sin quejarse, murmurar o criticar, porque tendrán amor, perdón, compasión,
comprensión y longanimidad. Si éste es el caso, tendrán la vida del Cuerpo.
Esta vida del Cuerpo provoca que nuestro servicio realmente tenga impacto.
Aunque el Cuerpo a veces sea débil, solamente lo que procede de la vida genuina
del Cuerpo es lo que puede producir un servicio al Adón que tenga un verdadero
impacto. En Yahanan 17:21-23 el Adón Yahshua dijo que si todos los creyentes
fueran uno como Elohim es uno, como Él y el Padre son uno, EL MUNDO CREERÍA.
Éste es el impacto que produce la unidad. Si los creyentes son perfeccionados
en unidad, el mundo conocería que el Hijo fue enviado por el Padre. La unidad
es el impacto que causará que el mundo crea. Ser entremezclados es el poder que
existe en el servicio; el verdadero poder en el servicio proviene de ser
juntamente entremezclados.
Supongamos que hay tres hermanos que están sirviendo juntos,
predicando la Besorah y cuidando de los nuevos creyentes. Sin embargo, el
primer hermano ha estado criticando al segundo, y el segundo no ha estado
contento con el tercero. Cuando se reúnan, no pueden fingir que son uno. Tarde
o temprano la falta de armonía entre ellos será patente a los incrédulos y a
los nuevos. Un poco de crítica destruirá lo que han edificado con su
predicación y el impacto se perderá.
Sin embargo, si tenemos la unidad genuina con amor mutuo,
esta unidad con el amor sería el impacto de nuestra predicación. Sin embargo,
¿qué pasaría si un día perdiéramos esa unidad y aún mantuviéramos que somos la
congregación? Aún seríamos la congregación, pero no tendríamos impacto en
nuestro servicio. No tendríamos poder, ya que no habría terreno, base ni
fundamento para nuestro servicio. Habríamos perdido el fundamento de nuestro
servicio. Que el Adón tenga misericordia de nosotros.
Todos tenemos que ver el Cuerpo. Para poder servir, es
necesario ver el Cuerpo. Que el Adón nos revele este asunto a todos nosotros.
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