Ver el Cuerpo tiene mucho que ver con el asunto del terreno de la congregación. El Cuerpo es uno solo, y este Cuerpo único se expresa en las congregaciones locales y por medio de ellas. ¿Dónde está el Cuerpo? ¿Dónde está el Cuerpo único? El Cuerpo está repartido en las congregaciones locales. Tanto la realidad del Cuerpo como el sentido práctico del Cuerpo están en las congregaciones locales. Aún nos falta alcanzar la unidad plena del Reino, pero es hacia allá que vamos y para eso somos trabajados.
Si no existen las congregaciones locales, no puede existir
la realidad del Cuerpo. Puede existir la terminología, la enseñanza, el
concepto del Cuerpo, sin que exista la realidad. Antes de que llegue la Nueva
Yahrushalayim, la realidad del Cuerpo no estará en la llamada congregación
celestial ni en la congregación universal, sino en las congregaciones locales.
Hoy la realidad y el sentido práctico del Cuerpo están en las congregaciones
locales. Sólo podemos llevar el Cuerpo a la práctica por medio de las
congregaciones locales. Las congregaciones locales son el sentido práctico del
Cuerpo.
Este cuerpo está hoy siendo edificado en diferentes formas y
en diferentes lugares, porque el Ruaj es soberano en su edificación. No debemos
creer que porque algunos creen determinadas cosas y otros creen otras, unos son
salvos y otros no. Eso es ser divisivos, es dar el producto del árbol al cual
pertenecemos por naturaleza caída: es vivir por parámetros "bien-mal",
algo que nunca produce vida. Por el contrario, Yahweh edifica dando vida:
Así ha dicho Adonay Yahweh a estos huesos: "Yo hago entrar ruaj en ustedes, y vivirán. Pondré tendones sobre ustedes, haré subir carne sobre ustedes, los cubriré de piel y pondré ruaj en ustedes; y vivirán. Y sabrán que yo soy Yahweh". Así que profeticé como se me ordenó; y mientras yo profetizaba, hubo un ruido. Y ocurrió un temblor, y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso. Miré, y vi que subían sobre ellos tendones y carne, y la piel se extendió encima de ellos. Pero no había ruaj en ellos. Entonces me dijo: "Profetízale al aliento. Profetiza, oh hijo de hombre, y dile al aliento que así ha dicho Adonay Yahweh: "Oh aliento, ven desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vivan". Profeticé como me había mandado, y el aliento entró en ellos, y cobraron vida. Y se pusieron de pie: ¡un ejército grande en extremo! Luego me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la Casa de Yisrael. Ellos dicen: "Nuestros huesos se han secado. Se ha perdido nuestra esperanza. Somos del todo destruidos".
Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho Adonay Yahweh: "Mira, pueblo mío, yo abriré los sepulcros de ustedes. Los haré subir de sus sepulcros y los traeré a la tierra de Yisrael. Y sabrán que soy Yahweh, cuando yo abra sus sepulcros y los haga subir de sus sepulcros, oh pueblo mío. Pondré mi aliento en ustedes, y vivirán. Los colocaré en su propia tierra, y sabrán que yo, Yahweh, lo dije y lo hice", dice Yahweh. Entonces me llegó la palabra de Yahweh, diciendo: "Tú, hijo de hombre, toma una vara y escribe sobre ella: "Para Yahudah y los hijos de Yisrael, sus compañeros". Toma después otra vara y escribe sobre ella: "Para Yosef (vara de Efrayim) y toda la Casa de Yisrael, sus compañeros". Luego únelas, una con otra, para que sean una sola; y serán una sola en tu mano. Y cuando los hijos de tu pueblo te pregunten: "¿No nos enseñarás qué significan para ti estas cosas?", les dirás que así ha dicho Adonay Yahweh: "Miren, yo tomo la vara de Yosef (que está en la mano de Efrayim) y las tribus de Yisrael, sus compañeros, y la pondré junto con la vara de Yahudah. Los haré una sola vara, y serán una sola en mi mano". Yahjezquel 37:5-19
Resulta interesante el hecho de que nosotros no veamos que
la intención de Yahweh no es salvar una nación (a pesar de que Él lo ha dicho
muchas veces), sino recuperar todo lo que fue robado. Aquí no se habla de la
restauración de los judíos (que serían una única vara, y ya que no vemos dónde
está la otra, porque la judería actual insiste en que las 10 tribus se han
perdido para siempre y pretenden robar también la primogenitura de Efrayim, no
vemos más cerca que antes esta unión), no se trata de un pedazo de tierra, sino
que se trata de RECUPERAR TODA LA CREACIÓN, INCLUYENDO TODA LA TIERRA Y TODA LA
HUMANIDAD.
Estos huesos secos, llamados con propiedad LA CASA DE
YISRAEL ("el hombre que lucha con Elohim") por el propio Yahweh, son
EL CUERPO DE MASHÍAJ. Esta tarea, esta edificación, ha ido siendo levantada por
Él delante de nuestras propias narices, sin que Yahudá y Efrayim hayan dejado
de envidiarse mutuamente, ciegos en su odio mutuo. Sin embargo, mal que les
pese, serán unificados en la mano de Yahweh, como Él ha profetizado, y esto
será a través de los vencedores que están dispuestos a obedecer y aceptar lo
que Él dice aún si no comprenden, y se disponen a ser humillados y
disciplinados, quebrantando su carne para ser obedientes en todo, siendo así
edificados unos con otros para levantar la Casa de Yisrael, la Casa de los que
luchan con Yahweh. Sin la unificación de las partes que tienen ambas casas no
hay Cuerpo, no hay Casa, y esa unidad ES EN LA MANO DEL PADRE, no por nosotros,
ni por nuestras mañas, ni por lo que "nos parece". Yahweh no busca
personas para que lo sirvan siguiendo rituales muertos, sino para que Le
permitan edificarlos.
Pero como la mayor parte de los creyentes cuida sólo de sí
mismos y se ocupa de los demás únicamente en la medida en que los perdidos sean
salvos y hechos "a imagen y semejanza" de sus denominaciones, y no
según el Cuerpo de Yahshua, por lo que insisten en sus divisiones, insisten en
creer que el estómago recibirá las mismas configuraciones que el ojo o la piel,
no ven que Yahweh ha encerrado a todos bajo desobediencia, para poder ser
misericordioso con todos. Ninguno tiene la verdad absoluta, por lo que ese
pequeño margen de error debería alcanzar para asustar a muchos.
Esta no es la forma de las Escrituras, no es la forma del
Padre. Es inútil mirar a cómo vivían los hebreos en la buena tierra, porque eso
era un cuadro del Milenio que aún debe llegar. Es inútil tratar de aplicar
consignas estáticas a situaciones erráticas. No tenemos tierra dada por Yahweh
para cultivarla y entregarle nuestro producto, PORQUE ESOS ERAN CUADROS DE UNA
REALIDAD ESPIRITUAL A LA CUAL ESTAMOS A PUNTO DE ENTRAR, si Él tiene la
misericordia de abrirnos los ojos. No podemos aplicar las reglas del exilio a
la buena tierra, así como tampoco podemos aplicar las reglas de la expansión en
el momento de la restauración y reunificación. Las órdenes dadas al salir los
apóstoles no son las mismas que para la época de ser juntados de los cuatro
vientos. Es hora de dejar de querer agradar al Padre tratando de ser estáticos,
PORQUE ÉL ES RUAJ, Y EL RUAJ FLUYE. Debemos aprender a fluir con Él.
Aunque pueda parecer disociado, todo esto tiene mucho que
ver con el terreno de la congregación, algo que vamos a estar estudiando para
comprender dónde estamos equivocándonos.
El Problema En Cuanto Al Terreno De La Novia
¿Cuál es el verdadero terreno de la congregación? Este
asunto es muy importante, porque en las Escrituras el Adón nos ha mostrado
explícitamente que el terreno de la congregación es bien definido. Supongo que
todos reconocemos que la bendición de Elohim, el Ruaj haKodesh de Elohim, la
luz de Elohim y aun la propia vida del Adón Yahshua mismo, están en la
congregación. Aunque comúnmente nuestro énfasis es la vida del Adón en los
individuos, el hecho es que Su vida está en la congregación, porque a partir de
ahí se edifica el Cuerpo. Debido a que Elohim ha confiado tantas cosas
espirituales a la congregación, corporativamente, es un asunto muy importante
si una llamada "congregación" es realmente la congregación o no.
Mucha gente ha sido engañada por algo tan sutil como este asunto, pensando que
la congregación en la que se encuentra es "la que tiene la salvación, y
las otras están perdidas".
Si Elohim nos hubiese dado a nosotros, como individuos,
muchas cosas espirituales, el problema no sería tan grande. Pero Elohim nos ha
mostrado en las Escrituras que Él ha puesto todas las cosas espirituales en el
Cuerpo. Por lo tanto, es un asunto muy serio si el grupo al cual pertenezco es
una congregación que edifica el Cuerpo o no. Si tengo comunión con muchos
hermanos y hermanas que no son la Novia, será una gran pérdida.
No intentamos hoy anular el logro espiritual de los individuos
delante de Elohim. Un individuo puede disfrutar muchas cosas espirituales y a
veces tener el logro espiritual más alto. Pero Elohim ha dado los dones
espirituales a los individuos no para que "coman solos", sino para
que se nutran unos a otros, se ministren unos a otros en la congregación donde
somos colocados, en primer lugar, como paso inmediato para la salida del
"yo individual"; para el levantamiento del Cuerpo de Mashíaj en
segundo lugar, uniéndonos espirituales con todos los hermanos ACTIVOS (los que
realmente guardan y obedecen los mandamientos del Adón, no de palabra sino de
corazón); y finalmente, en tercer lugar, para acercar el Reino de los Cielos,
la manifestación del Mashíaj interior de todos los hijos, corporativamente en
un cuerpo bien ajustado y unánime en pensamiento y objetivos.
Por lo tanto, cuando una persona busca desarrollar estos
dones únicamente como individuo, no puede obtenerlos. No podemos disfrutar de
ellos encerrados en casa, necesitamos de la interacción con el Cuerpo, porque
aunque los recibimos para desarrollarlos individualmente, pero para uso y
aplicación corporativa.
Esto no significa que el individuo no tenga bendición, sino
que uno no puede obtenerla mediante su búsqueda individual. Si sólo nos
concentramos en nuestro crecimiento personal, estaremos obteniendo únicamente
una parte de las bendiciones. La parte mayor se obtiene a través del Cuerpo.
Solamente la congregación puede contener las muchas cosas espirituales.
Nosotros debemos ver claramente ante Elohim que muchas cosas
espirituales están en la congregación y no con los individuos. La palabra del
Adón: "sobre esta roca edificaré mi congregación", es muy clara y
maravillosa. El resultado es que "las puertas del Sheol no prevalecerán
contra ella". Esta promesa es para la congregación y no para individuos.
Muchas veces es muy difícil que los individuos resistan al enemigo, pero tan
pronto como la congregación aparece, HaSatán es derrotado inmediatamente.
En esta era parcial, los individuos sí tienen bendiciones,
pero sus bendiciones están limitadas. Solamente en la congregación las
bendiciones son ilimitadas y ricas. Por lo tanto, tan pronto como una persona
se aparta del camino de la congregación, su bendición queda limitada, y la
presencia de Elohim con él también queda limitada (no digo que no quede
"nada", sino que queda "limitada"). Además, esa persona no
puede tocar muchas cosas espirituales ante Elohim. Por favor, perdónenme por
hablar tan francamente. Especialmente durante los últimos tiempos, yo he estado
observando para ver si la gente sabe lo que es la congregación. Por extraño que
parezca, muchos hermanos que han conocido al Adón por muchos años no conocen la
congregación de Elohim. Incluso lo que ellos ya han obtenido ha declinado
gradualmente, y aun lo que piensan que tienen, no puede preservarse intacto. Al
mismo tiempo, hay otros hermanos y hermanas que sí conocen la congregación de
Elohim; en consecuencia, las riquezas de la Cabeza llegan a ser sus riquezas, y
ellos pueden seguir adelante continuamente.
Por lo tanto, deseo que todos los hermanos y hermanas
observen que un creyente no solamente debe interesarse en su propio beneficio,
sino que también le debe importar si los hermanos y hermanas con los cuales
tiene comunión son la congregación o no. Recordemos que cada persona no es más
que un único individuo. Es posible que dos sean la congregación, o que sean
solamente dos individuos y no la congregación. No supongan que quinientos
congregados son la congregación, o que mil reunidos son la congregación. Puede
ser que esto no sea cierto.
Gracias a Elohim, mil personas pueden llegar a ser la
congregación, pero es posible que mil personas sean solamente mil individuos;
así que ellos solamente son más individuos pero todavía no son la congregación.
Hay una gran diferencia en esto. Hoy día los hijos de Elohim comprenden que una
persona no puede ser la congregación, pero no reconocen que es posible que mil
personas sean solamente mil individuos, y así, tampoco éstos pueden ser la
congregación. Por favor, recuerden que aun diez mil personas pueden todavía
permanecer como individuos y no ser la congregación. La congregación ante
Elohim tiene algunos otros requisitos. Por lo tanto, nosotros, como hijos de
Elohim, debemos prestar atención especial al asunto del terreno de la congregación.
La Autoridad Del Ruaj HaKodesh
Existen dos asuntos básicos, y ambos deben existir antes de
que pueda existir la congregación. El B'rit Hadashá nos revela claramente dos
requisitos básicos: en primer lugar, la autoridad del Ruaj haKodesh; en segundo
lugar, el límite de la localidad.
Debemos tener en cuenta que DONDE NO ESTÁ EL RUAJ HAKODESH,
NO ESTÁ EL CUERPO.
La congregación definitivamente no es una persona ni otra;
la congregación debe ser solamente el Ruaj haKodesh. En otras palabras, la
congregación desde el comienzo hasta el final puede tener solamente una
autoridad, un poder y una vida, que es el Ruaj haKodesh. Hay solamente una vida
del Ruaj haKodesh, solamente un poder del Ruaj haKodesh y solamente una
autoridad del Ruaj haKodesh.
La congregación es un cuerpo por medio del cual el Ruaj del
Adón puede expresar Sus deseos sin ningún obstáculo. Como el Adón usó el cuerpo
que le fue dado por Miriam cuando estuvo en esta tierra, también, en el Ruaj
haKodesh, El usa la congregación hoy día. La congregación en su estado más
elevado es el Cuerpo de Mashiaj.
En otras palabras, solamente aquello que puede expresar la
mente del Ruaj haKodesh puede ser llamado la congregación.
Solamente El Ruaj HaKodesh Tiene Autoridad
Vamos a hablar primero a los hermanos ancianos, a los más
caminados. Ellos más o menos saben lo que es la autoridad, y les dicen a los
hermanos más jóvenes que se sometan a la autoridad. La pregunta básica hoy es
ésta: Cuando los más jóvenes obedecen a la autoridad, ¿de quién es la autoridad
que ellos obedecen?
El tema es que, así como los hermanos más jóvenes llegan a
ser una molestia cuando hablan por sí mismos, también los más ancianos llegan a
ser una molestia cuando hablan por sí mismos. Los jóvenes que hablan por sí
mismos son una perturbación, y los más ancianos que hablan por sí mismos
también son una perturbación. Y los de edades intermedias, haciendo las mismas
cosas, también lo son. Hablar por nosotros mismos, en cualquier caso y a
cualquier edad espiritual es un trastorno. Solamente la autoridad del Ruaj
haKodesh es autoridad verdadera.
¿Por qué entonces los hermanos más jóvenes deben obedecer a
los más ancianos? Porque los de mayor edad (mayor tiempo caminado
VERDADERAMENTE) han aprendido más ante Elohim y conocen más la autoridad de
Elohim; en consecuencia, el Ruaj haKodesh puede fluir más fácilmente a través
de ellos. Como sabemos, esto no quiere decir que los más viejos sean todos más
sabios. Sólo los ancianos "espiritualmente" han tenido mayor contacto
con la sabiduría de Elohim. Ellos son como un tubo de agua por el cual el agua
ha fluido durante año, y es en base a esta experiencia de vida que pueden ser
considerados como "más avanzados". Por lo demás, son exactamente
iguales a todos.
Los más jóvenes deberían obedecer a los más ancianos, no
sólo porque éstos son la autoridad, sino porque es fácil que el Ruaj haKodesh
hable por medio de ellos. Debido a que ellos han trabajado para el Adón durante
muchos años, es fácil que el Ruaj haKodesh fluya de ellos. Yo aprendo a someterme
a los hermanos ancianos porque la autoridad del Ruaj haKodesh les es conferida
a aquellos que lo buscan durante toda su vida. No que los más jóvenes no Lo
busquen, sino que no han caminado aún con Él el tiempo suficiente como para
tener las ricas experiencias que puedan servir de ayuda a otros.
Pero existe una razón mayor para obedecer: una vez que yo no
obedezca, perderé fácilmente la autoridad del Ruaj haKodesh en mí. Nosotros de
ningún modo estamos edificando la autoridad de los hermanos de mayor edad, sino
la autoridad del Ruaj haKodesh, la cual fluye fácilmente de los hermanos
ancianos. En otras palabras, la única autoridad en la congregación es la del
Ruaj haKodesh. No hay autoridad que provenga de ciertos individuos. Los
ancianos no tienen autoridad, los hermanos mayores no tienen autoridad y los
hermanos espirituales tampoco tienen autoridad. Solamente el Ruaj haKodesh
tiene autoridad. Esto se llama el Cuerpo de Mashiaj.
Un Canal Para La Autoridad Del Ruaj haKodesh
Tal vez les parezca extraño si yo les preguntara:
"¿Sienten ustedes que tienen dedos?". Pero si uno de sus dedos
estuviera quebrado, ustedes se sentirían incómodos todo el día. Cada vez que
ustedes sienten algo, entonces hay algo que no está bien en ustedes. Siempre que
el cuerpo no puede usar uno de sus miembros, el cuerpo está enfermo. El Ruaj
haKodesh debe tener la autoridad completa en la congregación; entonces todo el
Cuerpo se moverá como Él desea, sin ningún obstáculo. Tan pronto como hay algún
obstáculo en cierta parte, todo el Cuerpo se enferma. Cuando todos están bajo
la autoridad del Ruaj haKodesh, Él puede usarlos a todos; entonces no hay
obstáculo en el Cuerpo. Todo va muy fácilmente. Cuando la autoridad opera con
fluidez, ese es el momento en que el Cuerpo está saludable. Cuando todos pueden
ser usados por el Ruaj haKodesh, entonces el Ruaj haKodesh tiene autoridad y
todo es muy natural y espontáneo. La autoridad completa del Ruaj haKodesh es el
terreno de la congregación donde está el Cuerpo de Mashiaj.
Puede ser que hoy día un grupo tenga hermanos y hermanas que
estén bajo la autoridad del Ruaj haKodesh y otros hermanos y hermanas que no
estén bajo la autoridad del Ruaj haKodesh. Inmediatamente todos pueden notar
que allí no puede verse el terreno de la congregación. El terreno, la base de
la congregación es el Ruaj haKodesh. Cada vez que el Ruaj haKodesh es ofendido,
el terreno de la congregación se pierde. No se trata de que los hermanos y
hermanas hagan una votación y se pongan de acuerdo, y entonces la congregación
llega a existir. No es cuestión de ninguna cantidad de personas, sino que es
cuestión de si la autoridad del Ruaj haKodesh ha sido ejecutada o no. Donde no
hay autoridad del Ruaj haKodesh, no hay terreno de la congregación. Solamente
cuando todos se someten a la autoridad del Ruaj haKodesh, la congregación tiene
su terreno.
¿Qué es el cuerpo? Es lo que uno puede usar libremente y con
el cual podemos movernos libremente de un lado a otro. El cuerpo no tiene
conflictos ni dificultades en absoluto. Todo lo que se deseamos que haga, eso
es lo que hace. Pero si el cuerpo se niega a obedecernos, ciertamente será que
está enfermo. Entonces, esa parte que se niega a cumplir su función está bajo
otra autoridad, y en ese momento al menos, no es nuestro cuerpo.
Aquello que contienda con nosotros no es el cuerpo. Si una
congregación local puede ser manifestada o no, depende de si puede someterse al
Ruaj haKodesh o no.
Cuando esta especie de sumisión se manifiesta, la
congregación es manifestada. Por lo tanto, recuerden que si a un hermano le
gusta hablar y tomar decisiones por sí mismo, la autoridad del Ruaj haKodesh
sufre un daño, el Cuerpo de Mashiaj sufre un daño y la congregación sufre un
daño. En consecuencia, no habrá congregación en aquel lugar. No es que haya un
local con un letrero, y entonces allí hay una congregación. No es que nos
ponemos de acuerdo y nos juntamos, entonces nace una congregación. Al
contrario, cuando los hermanos y las hermanas abandonan sus propios
pensamientos y se sujetan a la autoridad del Ruaj haKodesh, y la autoridad del
Ruaj haKodesh fluye a través de ellos sin ningún obstáculo, entonces hay una
congregación.
Los que sirven a Elohim y tienen la responsabilidad en la
obra necesitan recordar esta única cosa: sea después de veinte o treinta años,
o aun después de cincuenta o sesenta años, cuando todo su pelo esté blanco,
todavía son solamente transmisores de autoridad, canales o portavoces de
autoridad: ELLOS MISMOS NO SON LA AUTORIDAD. Ninguno en sí mismo es la
autoridad. Cada vez que alguno se convierte en la autoridad, todo se ha
terminado, la vida ya no fluirá, y ya no habrá congregación. Los hermanos y
hermanas que son obreros deben conocer a fondo lo que es la autoridad del Ruaj
haKodesh, para evitar depositarla en una única persona, y para aprender a
ejercerla en comunión con el Cuerpo.
No piensen que los creyentes pueden hacer alguna propuesta.
Esa propuesta no será escuchada. El Adón nunca nos ha concedido la autoridad de
hacer nuestras propias propuestas. Él nunca le ha concedido al Cuerpo esa
autoridad. Ustedes pueden ser solamente el canal de la autoridad, no la
autoridad misma. Podemos llevar las órdenes, no darlas por nuestra cuenta. Esta
diferencia puede ser sutil y hasta puede ser grotesca en algunos que abusan de
ella, pero necesitamos mucha oración y discernimiento para no "meternos en
el medio", para evitar que nuestra carne intente dar su opinión. Si amamos
al Cuerpo y amamos a la Cabeza, estaremos constantemente prestando atención a
nuestras segundas intenciones. También en este sentido debemos aprender a
amonestarnos unos a otros en amor, y a recibir la amonestación amorosa. Por
supuesto, estas amonestaciones deben ser hechas según nos indican las
Escrituras: no salimos a llevar la acusación delante de todos, primero hablamos
con la persona en privado, si necesario, varias veces, y si vemos que la
situación empeora y el asunto es grave (porque tampoco se trata de exponer todo
lo que no nos gusta en los demás, o estaremos negándonos a ser edificados unos
con otros), entonces se pide ayuda a algunos hermanos/as que el Ruaj indique,
para tratar de resolver el asunto dentro de la congregación. Todo esto debe ser
realizado en mucho amor, no para acusar, sino siempre para edificar. Si
nuestras intenciones son "sentirnos más cómodos" o resolver
situaciones que no nos agradan, estaremos en la carne. Si por el contrario,
estamos hablando de cosas que transgreden los mandamientos o la Ley de Yahweh,
deberemos esforzarnos para explicar bien la situación. Finalmente, si la persona
se niega y el asunto es realmente grave, deberemos si entonces exponer el tema
al Cuerpo, siempre en el ruaj.
Nosotros usamos la autoridad para servir a los hermanos y
hermanas, no para gobernarlos. La autoridad es solamente una parte de nuestro
servicio. Espero que todos los hermanos que lleguen a ser responsables de
reuniones de cualquier tipo tomen nota de esto. La autoridad está relacionada
con el ministerio de cada uno, y es solamente uno de sus muchos ministerios. No
es para gobernar a otros, sino para suministrar a otros. Cuando hemos crecido y
tocado a Elohim y conocemos el deseo de Su corazón (no el nuestro), podemos
decir: "Hermanos, ustedes no deben hacer esto de tal manera; yo sé que
esto no servirá. Si ustedes lo hacen, violarán la autoridad de Elohim; así que
deben abandonar este asunto". Esto no es ejercer autoridad para gobernar a
los hermanos, sino para suministrarles y servirles. Los padres ejercen
autoridad sobre sus hijos para protegerlos, educarlos y llevarlos al temor del
Altísimo, no para dominar sobre ellos. En este sentido, son representantes de
la autoridad paterna de Yahweh, y ay de ellos si ejercen mal su función. Pero
muchas veces los niños creen que sus padres son excesivamente rígidos y
dominadores, cuando en verdad es su ignorancia lo que les impide ver que ellos
los están protegiendo y haciéndolos crecer. Sólo percibirán la verdad cuando
hayan crecido, normalmente cuando tengan sus propios hijos. Esto vale para los
niños, pero nosotros somos adultos, no podemos comportarnos de manera infantil,
de manera que debemos aprender a someternos a las autoridades que Elohim nos
coloca para guiarnos. A veces podrá parecernos que están equivocados, pero
realmente la mayoría de las veces, con el tiempo, veremos que los equivocados éramos
nosotros. Este es un proceso de enseñanza y aprendizaje. Nosotros estamos ante
Elohim aprendiendo a ser el canal de la autoridad del Ruaj haKodesh para
suministrar a los hermanos. No estamos gobernándolos, sino suministrándolos.
Así también ellos, que reciben el suministro y la ministración, deben aprender
a ser sumisos. Algún día ellos serán llamados a ejercer esa autoridad. Estamos
aprendiendo a permitir que la autoridad de Elohim salga como provisión, y a no
establecer nuestra propia autoridad.
No importa qué posición tenga un hermano, cada vez que
establece o manifiesta su propia autoridad, pierde y arruina totalmente el
terreno de la congregación. El terreno de la congregación está establecido
enteramente sobre la autoridad del Ruaj haKodesh. Cada vez que Su autoridad es
ofendida, el terreno de la congregación se ha perdido.
Cuando toda la congregación está bajo la autoridad del Ruaj
haKodesh, es como cuando el Adón usó Su propio cuerpo que le fue dado por
Miriam mientras estuvo en esta tierra, hablando, escuchando y caminando como el
Padre deseaba. El cuerpo que Miriam preparó para el Adón no pudo haber sido más
apropiado. Aquel cuerpo podía coordinarse hasta tal punto que era como si no
estuviese allí y que fuese el Adón mismo, también externamente. Era tan
armonioso, tan unido, sin dificultad o conflicto alguno.
Asimismo, la congregación también debe llegar hasta tal
punto: allí está la congregación, pero es como si no estuviese; solamente
Mashiaj está allí. El Adón puede actuar espontáneamente, y pasar libremente.
Está tan en armonía, tan en unidad, tan en espontaneidad, que es como si el
Adón no estuviese pasando. La autoridad del Ruaj haKodesh pasa a través de la
congregación libre y armoniosamente. Cuando la autoridad del Ruaj haKodesh
puede pasar completamente, ésa es la congregación. Cada vez que hay resistencia
u obstáculo, ésa no es una congregación. Cada vez que el Ruaj haKodesh no puede
moverse, cada vez que sobresalen los individuos, significa que hay algún
problema y que la congregación ha sido dañada de modo que ya no puede ser
llamada congregación.
Hoy día, en los grupos que invocan el nombre del Adón hay
tantas opiniones de hombres, decisiones de hombres, tantos métodos de hombres,
tanta organización del hombre, nombres y tradiciones de hombres... No deseo
decir más acerca de esto. Desde el principio hasta el fin, desde que fuimos
llamados por el Adón, ha habido una base fundamental: debemos obedecer y
establecer la autoridad del Ruaj haKodesh en la congregación y destruir nuestra
propia autoridad. Yo pido al Adón que me perdone por decir esto, pero la
autoridad del Ruaj haKodesh no necesita ser establecida por el hombre. Si
mañana yo suelto un tigre en las calles, ¿es necesario enviar guardias para
protegerlo? No, el tigre no necesita ningún guardia; se puede proteger solo.
Del mismo modo, el Ruaj haKodesh no necesita nuestro apoyo. La autoridad del
Ruaj haKodesh está en la congregación, y no necesita que nuestro celo la
establezca. No necesita que nos celemos entre hermanos con la excusa de
"defender" las cosas del Padre, porque Él se defiende muy bien por su
cuenta, y porque no somos quiénes para decidir que nuestro crecimiento es la
medida que debe tener nuestro hermano. Puede que Yahweh tenga otros planes de
crecimiento para otras congregaciones, y que para cada una, debido a su
trasfondo y antecedentes, tenga un plan de restauración diferente, acorde a las
necesidades de cada miembro, a fin de prepararlos para la unificación final que
Él mismo realizarán, y no nosotros. Si de nosotros depende, mataríamos a los
que no piensan como nosotros, y como los demás harían lo mismo, el Cuerpo
terminaría completamente muerto. De hecho, eso es lo que sucede hoy.
La única cosa necesaria es que los hijos de Elohim estén
dispuestos a consagrarse y rendirse para que la autoridad del Ruaj haKodesh
pueda manifestarse continuamente. No nuestra autoridad, no nuestra opinión, no
nuestra forma de pensar, y ni siquiera lo que el Ruaj haya recuperado y
restaurado en cada uno. Lo que Él restaura en cada uno es SU OBRA EN CADA
PIEDRA, no nuestra obra.
¿Quién eres tú para juzgar al siervo ajeno? Es asunto de su amo si sigue en pie o cae; pero se mantendrá firme, porque poderoso es Yahweh para afirmarlo. Romaniyim 14:4
La cuestión ahora es si nosotros estamos dispuestos a
consagrarnos o no, si estamos dispuestos respetar el hecho de que EL
CRECIMIENTO LO DA YAHWEH, NO NOSOTROS.
Yo planté, Apolos regó; PERO ELOHIM DIO EL CRECIMIENTO. Así que, ni el que planta es algo, ni el que riega; sino Elohim, quien da el crecimiento. Qorintiyim Alef 3:6-7
Cada vez que los hijos de Elohim desobedecen, la autoridad
del Ruaj haKodesh no puede manifestarse. Cada vez que juzgamos saber más que
los demás, haber sido despertados de ciertas cosas mientras otros aún duermen
(cuando es probable que aún permanezcamos dormidos a otras cosas de las que
otros pueden ya haber sido despertados por la gracia del Ruaj), estamos
cuestionando la soberanía y la autoridad del Ruaj haKodesh. No estamos diciendo
que los otros creyentes están equivocados, sino que el Ruaj no consigue hacerse
cargo de la situación. Pero son sus siervos, y para Él están recorriendo el
camino que Él permite que recorran, Y TODO REDUNDA SIEMPRE EN NUESTRO BIEN.
Debemos entender que, en Su potestad, el Padre logrará Su propósito, que toda
rodilla se doble ante Él y que toda boca lo confiese, y esto incluye un
despertar a todas las cosas que hoy causan división.
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