En este mensaje hablaremos de pastorear a la gente según el corazón del Adón, aprendiendo de Él. Pastorear para nosotros no es solamente una enseñanza, una instrucción o una reprensión.
El Amor Cubre Toda Transgresión
La manera en que algunos se expresan al hablar de la vida
corporativa no me parece acertada.
El odio provoca contiendas, pero el amor cubre todas las faltas. Mishlei 10:12
Si nosotros odiamos a otros, terminaremos en contiendas,
pero el amor no sólo cubre un pecado o algunos, sino todos los pecados. Yaakov
termina sus escritos diciendo:
Hermanos míos, si a alguno entre ustedes lo engañan y se desvía de la verdad, y otro le hace volver, sepan que el que haga volver a un pecador del error de su camino salvará de la muerte la vida de éste, y cubrirá una multitud de pecados. Yaakov 5:19-20
¿Debemos aborrecer a uno que no esté en el nivel adecuado,
que se ha extraviado de la verdad, o debemos amarlo? Tal vez no amemos a
aquellos que no pueden vivir corporativamente. También es posible que amemos
sólo a los que se conducen apropiadamente en nuestras casas. Esto no concuerda
con el Ruaj del Adón como se revela en las Escrituras. Si un hermano se porta
bien, no necesita mucho de nuestro amor, porque ya ha recibido suficiente amor.
Casi todo el mundo ama a las personas buenas, pero ¿qué pasa con los que se han
extraviado de la verdad? Si un hermano está en esa condición y va al mundo o se
reúne en una denominación, tal vez nuestro pequeño grupo crea que no lo
necesitamos y no lo aceptamos porque no es apto. Eso no es amor sino odio. El
amor cubre multitud de pecados. Aun si sabemos que va al mundo, no debemos
divulgarlo, porque así cubrimos al hermano. No debemos ponerlo al desnudo.
Hablar con otros de sus debilidades (de forma crítica) es no amarlo. El odio
suscita la contienda, pero el amor cubre todos los pecados. Más bien,
deberíamos ser como los hijos de Nóaj que cubrieron la desnudez de su padre
embriagado. No debemos poner a otros en evidencia. Cubrirlos nos trae
bendición, pero descubrirlos nos trae maldición. Este no es un asunto
insignificante. Los que descubren las faltas de otros en fariseísmo, acarrean
maldición, pero los que ayudan al caído a volver de su error, lo salvan y
"cubren multitud de pecados". Esta expresión viene del Tanaj, e
implica la cobertura de los pecados por la sangre del sacrificio. En el Tanaj
esta expresión abunda porque los pecados eran cubiertos. Para nosotros, en esta
nueva época de la realidad de las sombras, nuestros pecados han sido removidos
para siempre por la sangre de Yahshua, esa es nuestra cobertura, y cuando somos
canal para arrepentimiento de un hermano/a, lo ayudamos a usar esa cobertura.
Elohim Ama Al Mundo Y Hace Que Los Pecadores Tengan Vida Eterna
Y Sean La Nueva Yahrushalayim
Al leer los pasukim anteriores, podemos ver el corazón de
nuestro Elohim y Salvador Yahshua ha Mashiaj.
Porque de tal manera amó Elohim al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Yahanan 3:16
El corazón de nuestro Elohim no sólo ama a los justos, sino
también a los pecadores, incluso al mundo, que es peor que los pecadores. Nos
amó a nosotros CUANDO AÚN ÉRAMOS PECADORES. El mundo denota lo pecaminoso, el
hombre caído. La totalidad y la consumación del linaje humano caído llegaron a
ser el mundo; mientas que el linaje divino, el nuevo linaje, será la Nueva
Yahrushalayim, la cual es la totalidad y la consumación de la vida eterna.
El "mundo" se refiere al linaje caído, como lo
vemos en la palabra "carne":
"No contenderá mi ruaj con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne". Bereshit 6:3
Debido a que toda la gente de esta tierra llegó a ser carne,
Elohim decidió, temporalmente, olvidarse del mundo al que amaba. Elohim amó al
linaje humano caído, el cual se corrompió hasta el punto de ser uno con
HaSatán. El mundo indica que el hombre llegó a ser uno con HaSatán, llegó a ser
el cosmos de HaSatán, el sistema satánico que organiza a la gente. De esta
manera, el mundo es peor que los pecadores porque nos muestra que el hombre
está incorporado a HaSatán. El mundo, que significa el linaje humano en Yahanan
3:16, es un término muy malo. Elohim amó tanto al mundo, a los pecadores en su
peor condición, que dio a Su Hijo unigénito, no para que ellos vayan al cielo,
sino para que todo el que cree en El no perezca sino que tenga vida eterna.
Yahanan 3:16 es un pasuk nuevo para nosotros. Generalmente
interpretamos este pasuk dando a entender que si creemos en el Adón Yahshua
como el Hijo que Elohim dio, tendremos la vida divina. Esto es correcto, y no
hay nada erróneo en eso; sin embargo, la meta de tener la vida divina es la
Nueva Yahrushalayim. Elohim amó al linaje humano, al hombre en su peor
condición, con la intención de que el hombre pueda participar en la Nueva
Yahrushalayim.
La vida eterna aquí es la misma que se menciona en otro
pasaje:
...el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Yahanan 4:14b
Tener la vida eterna significa estar unido a la Nueva
Yahrushalayim y participar de ella. Elohim pasó por todo el proceso a través
del Mashiaj que lo incluye todo: encarnó, murió y resucitó, y así fue consumado
el Ruaj vivificante para morar en nosotros. Todo esto tiene como meta eterna la
Nueva Yahrushalayim. La Besorah de Yahanan, especialmente los primeros cuatro
capítulos, es el relato del fluir de Elohim en Sus tres etapas: Yahweh, El
Padre, es la fuente; el Hijo es el manantial, y el Ruaj es el río que fluye. Esto
no es una trinidad, esto es el Elohim Uno. La Nueva Yahrushalayim no es
mencionada explícitamente en Yahanan, pero está implícita en la frase la vida
eterna mencionada en 4:14. La vida eterna es la totalidad de la vida divina. El
hombre es la expresión completa de la vida humana; cada uno de nosotros es la
expresión cabal de la vida humana. La vida divina tiene una sola expresión
completa en todo el universo, y ésta es la Nueva Yahrushalayim.
Las Escrituras nos enseñan que la vida eterna es Elohim
mismo. En el principio tenemos a Elohim como vida eterna, y Su consumación es
la Nueva Yahrushalayim. Las Escrituras llegan a su consumación en la Nueva
Yahrushalayim, la cual es el mismo Elohim que estaba en el principio. ¿Cómo
llega Él a ser la Nueva Yahrushalayim? Por medio de Su fluir en el Cuerpo. Las
Escrituras tienen dos extremos: Bereshit 1—2 y Hitgalut 21—22. Al comienzo de
las Escrituras está Elohim, y al final está la Nueva Yahrushalayim; pero en
medio tenemos cientos de páginas que hablan de todo lo relacionado con la vida
eterna, incluyendo a los creyentes, la regeneración, la transformación, la
conformación y la glorificación. Esta es la perspectiva correcta de las
Escrituras.
Todas las actividades de la vida eterna tienen como objetivo
la Nueva Yahrushalayim. Esto es lo que significa "para vida eterna"
en Yahanan 4:14. La palabra griega aquí traducida "para" también se
usa en Qorintiyim Alef 12:13 como "en", donde dice que "en un
Ruaj los gentiles y los judíos fueron bautizados en un Cuerpo". "En
un Cuerpo" no significa solamente entrar al Cuerpo, ser un miembro, sino
llegar a ser el Cuerpo. De la misma manera para vida eterna no es simplemente
entrar en la Nueva Yahrushalayim como vida eterna, sino para llegar a ser la
Nueva Yahrushalayim como vida eterna. Usted y yo llegaremos a ser la Nueva
Yahrushalayim que debe venir. Somos la Nueva Yahrushalayim. Esta también es
parte de la obra de consumación que es el fluir de la vida divina. Esto es muy
profundo.
El Adón No Vino A Llamar A Justos Sino A Pecadores
Fiel es este mensaje y digno de toda aceptación: que el Mashíaj Yahshúa vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Timotio Alef 1:15
Yahshua ha Mashíaj vino al mundo, el cual ya vimos que no es
positivo. El entró en el mundo, en el linaje humano, para salvar a los
pecadores. Shaúl, como Shaúl de Tarso, fue el peor pecador. Si Mashiaj hubiese
venido sólo a salvar a los hombres dignos, a los justos, Shaúl habría quedado
descartado y no habría podido participar en la salvación. Mashiaj, al venir a
salvar a los pecadores, los tomó como objeto de Su salvación. En Su corazón
tiene el deseo de salvarnos a nosotros, los pecadores del mundo.
"En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Elohim, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados". Yahanan Alef 4:10
Tal vez nunca nos haya impresionado el significado
intrínseco de este pasukim. Por ejemplo, al decir "Elohim es amor";
no es que nosotros amemos a Elohim, sino que Él nos amó a nosotros. Nunca nos
importó Elohim y lo abandonamos. Nosotros, en este pasuk se refiere al mundo.
Elohim no sólo amó al mundo, sino que también nos amó a nosotros. Además, su
amor se muestra en que envió a Su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
Una vez, estando Yahshúa sentado a la mesa en la casa, muchos publicanos y pecadores que habían venido estaban sentados a la mesa con Yahshúa y sus discípulos. Y cuando los fariseos lo vieron, decían a sus discípulos: "¿Por qué su maestro come con los publicanos y pecadores?". Al oír esto, Yahshúa les dijo: "Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. Así que vayan ustedes y aprendan qué significa: "Misericordia quiero y no sacrificio". Porque yo no he venido para llamar a justos, sino a pecadores". MattiYah 9:10-13
La casa mencionada aquí no es una casa donde vivían
corporativamente, sino la casa de los pecadores y recaudadores de impuestos.
Sin embargo, Yahshua, el Elohim-hombre, comía con ellos reclinado a la mesa. El
disfrutó ese rato con todos los pecadores, los recaudadores de impuestos, y los
antiguos "bandidos". Esto ofendió a los fariseos, a quienes se les
puede comparar aquí con algunos que establecen normas en las casas donde se
vive corporativamente. Los fariseos de las casas de hermanos vinieron y le
preguntaron a Yahshua por qué comía con los "bandidos" y los
"asaltantes". El Adón respondió que los que están sanos no tienen
necesidad de médico. Si tienen suficiente salud para vivir corporativamente
siguiendo las normas, entonces no necesitan un grupo vital en donde recibir
"tratamiento". Un hombre fuerte y saludable no necesita ir a la
clínica. Yahshua, el Hijo de Elohim, no vino a los fuertes, porque éstos no lo
necesitaban; vino a los enfermos.
Los grupos vitales no se forman para ayudar a los fuertes,
sanos y capaces de vivir corporativamente, sino para los que regresan a la casa
de los hermanos después de la medianoche. Elohim desea misericordia, no
sacrificio. A Él no le agrada que sacrifiquemos muchas cosas sin tener
misericordia.
"Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a otros, y si entregase mi cuerpo para gloriarme, y no tengo amor, nada me aprovecha". Qorintiyim Alef 13:3
Darlo todo a otros sin amor, no vale nada. La misericordia nos
conduce al amor. Amar a los pobres requiere que nosotros tengamos misericordia
de ellos. El Adón no vino a llamar a justos, sino a pecadores. Así es Su
corazón.
Un Ruaj Que Nos Lleve A Los Pecadores Y Bandidos
En Luka 7:34-50 también se habla de que el Adón Yahshua
estaba con pecadores y recaudadores de impuestos.
Ha venido el Hijo del Hombre que come y bebe, y ustedes dicen: "¡Ahí tienen, un hombre comelón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores!". Pero la sabiduría queda vindicada por todos sus hijos". Uno de los fariseos le pidió que comiera con él; y cuando entró en la casa del fariseo, se sentó a la mesa. En eso, cuando supo que Yahshúa estaba a la mesa en casa del fariseo, una mujer conocida como pecadora en la ciudad llevó un frasco de mármol con perfume. Se puso detrás de Yahshúa, a sus pies, y llorando, comenzó a mojar los pies de él con sus lágrimas; y los secaba con los cabellos de su cabeza. Y le besaba los pies y los ungía con el perfume.
Al ver esto el fariseo que lo había invitado a comer, se dijo a sí mismo: "Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo está tocando, porque es una pecadora. Entonces, Yahshúa le respondió: "Shimón, tengo algo que decirte". Él dijo: "Dilo, Rabí". "Cierto acreedor tenía dos deudores: Uno le debía quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como ellos no tenían con qué pagar, los perdonó a ambos. Entonces, ¿cuál de ellos lo amará más?". En respuesta Shimón dijo: "Supongo que aquel a quien perdonó más". Y él le dijo: "Has juzgado correctamente". Y vuelto hacia la mujer, le dijo a Shimón: "¿Ves esta mujer? Yo entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; pero ésta ha mojado mis pies con lágrimas y los ha secado con sus cabellos. Tú no me diste un beso, pero desde que entré, ésta no ha cesado de besarme los pies. Tú no ungiste mi cabeza con aceite, pero ésta ha ungido mis pies con perfume. Por lo cual, te digo que sus muchos pecados quedan perdonados, porque amó mucho. Pero al que se le perdona poco, poco ama". Y a ella le dijo: "Tus pecados quedan perdonados". Los que estaban con él a la mesa comenzaron a decir entre ellos: "¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?".
Entonces Yahshúa le dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado; vete en paz". Luka 7:34-50
Me gusta Luka 15:1, donde dice: "Se acercaban a Yahshua
todos los recaudadores de impuestos y pecadores para oírle". Los hombres
rectos y justos no se asociaban con Él, pero los recaudadores de impuestos y
los pecadores sí. Por eso, los fariseos murmuraron y se quejaron de nuevo.
Entonces el Adón les dijo tres parábolas. La primera trata de un pastor que
busca una oveja que se le perdió. De cien ovejas, se le perdió una; así que va
a buscarla. ¿Por qué fue el Adón a una casa llena de hombres pecadores y
deshonestos? PORQUE ESA ERA LA OVEJA PERDIDA. Él vino a salvar a los que saben
que están enfermos, no a los que se creen sanos.
La segunda parábola trata de la mujer que enciende una
lámpara y barre la casa para buscar una moneda que perdió. Como ya estudiamos
en otro lugar, esa moneda no era cualquier moneda, sino que formaba parte de la
dote que cada mujer recibía al casarse, y que si fuera negligente como para
perderla, invalidaría su matrimonio. Lo que esto simboliza es a la Novia
tratando de recuperar el pacto, buscando desesperadamente no ser dejada afuera.
La tercera parábola es la narración del hijo pródigo. Cuando
el hijo pródigo regresa, en el camino prepara lo que le va a decir a su padre.
Preparó las siguientes palabras: "Padre, he pecado contra el cielo y ante
ti. Yo no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de los
jornaleros" (pasukim 18-19). Mientras caminaba y ensayaba estas palabras,
el padre lo vio. El pasuk 20 dice: "Y cuando aún estaba lejos, lo vio su
padre, y fue movido a compasión, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó
afectuosamente".
El hecho de que el padre le viera de lejos no fue una
coincidencia. Desde que el hijo se fue de la casa, el padre debe de haber
salido a mirar y esperar su regreso todos los días. No sabemos cuántos días
salió a esperar. Cuando el padre lo vio, corrió a él. Esto muestra cómo es el
corazón del Padre. Cuando nosotros nos alejamos de Él, dejamos de verlo, PERO
ÉL NO DEJA DE VERNOS A NOSOTROS. El padre interrumpió las palabras que el hijo
traía preparadas y les dijo a los sirvientes que trajeran el mejor vestido, un
anillo, las sandalias y qué mataran el becerro gordo. El corrió, y no pudo
esperar. Así es el corazón del Padre.
En la primera parábola, el pastor es el Hijo; en la segunda,
la mujer es la Novia, en la que actúa el Ruaj, y en esta última tenemos al
Padre.
Les digo con toda franqueza que nosotros perdimos este ruaj
entre las denominaciones, las divisiones, las sectas y las religiones. No
tenemos el ruaj compasivo que ame al mundo, a las peores personas. Clasificamos
a la gente, y escogemos a los buenos (a nuestros propios ojos). A lo largo de
los años he visto a muchas personas buenas, pero muy pocas de ellas
permanecieron en la restauración del Adón. Sin embargo, muchos de los que
consideramos malos sí permanecen. Si la elección dependiera de nuestros
conceptos, ¿dónde estaría la elección de Elohim?
La elección depende de Elohim, quien escogió a los Suyos
antes de la fundación del mundo. Las Escrituras dice que Elohim aborreció a
Esaú y amó a Yaakov. Si fuera decisión nuestra, no hubiésemos escogido a
Yaakov, ya que era un hombre indeseable. Nosotros habríamos escogido a Esaú, el
hombre impresionante, así como también Shemuel hubiera elegido a todos los
hermanos de David, y no a él. Aún en el vientre de la madre, Yaakov peleaba, y
cuando él nació, se asió del talón de su hermano. Con el tiempo, sus acciones
condujeron a Esaú a querer matarlo. Rivkah, su madre, se enteró de esto y envió
a Yaakov lejos, a la casa de su tío, pero cuando él fue allá, hizo lo mismo;
engañó a su tío y obtuvo allí cuatro esposas. Vivió como un bandido. Ninguno de
nosotros lo hubiese escogido. Pero la decisión depende de la elección eterna de
Elohim. No debemos juzgar a las personas. ¿Quién puede predecir lo que ellas serán?
¿Por qué le dedicamos tanto tiempo a este asunto? Porque
debo pastorearlos y hacerlos talmidim basándome en las Escrituras para que
comprendan esto y cambien sus conceptos. Y el concepto aquí es que Mashiaj vino
a salvar pecadores, especialmente a los peores. El salvó a los
"bandidos", incluso al líder de ellos, Saulo de Tarso. Shaúl dijo:
Fiel es este mensaje y digno de toda aceptación: que el Mashíaj Yahshúa vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Timotio Alef 1:15
Shaúl podía decir esto porque él había sido el peor pecador,
ya que se oponía a Mashiaj. Él se rebeló contra Mashiaj, pero mientras lo
hacía, Mashiaj lo derribó, lo llamó y lo salvó. Yahshua mismo dijo: "Los
que están fuertes no tienen necesidad de médico, sino los enfermos... No he
venido a llamar a justos, sino a pecadores" (MattiYah 9:12-13). Es por
esto que Él estuvo entre los pecadores y los delincuentes, comiendo y
disfrutando con ellos reclinado a la mesa. Si nosotros perdemos este ruaj, aunque
seamos ancianos, colaboradores o servidores, estamos acabados. A esto se debe
principalmente que seamos tan estériles y que no hayamos llevado fruto en
muchos años.
A veces dejamos de insistir con ciertas personas porque no
vemos que ellas cambien, ni siquiera que reciban con agrado nuestro mensaje.
Pero lo que el Padre nos pide es que sembremos, no que cosechemos. Muchas veces
nos desanimamos y desistimos, pero el verdadero pastor "da su vida por las
ovejas". Esto no significa que suplantemos a Mashíaj como el Cordero, pero
sí que también en eso seamos sus imitadores en naturaleza, y nos sacrifiquemos
buscando a los perdidos sin desistir:
Así que no nos cansemos de hacer el bien; porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. GalutYah 6:9
Necesitamos esta actitud. Debemos cambiar nuestros
conceptos. Tenemos muchos pensamientos naturales. Es por eso que necesitamos
ser discipulados, porque así tendremos los conceptos divinos, lo que hay en el
corazón del Padre y en el corazón del Adón Yahshua, quien vino a salvar a los
pecadores. No digamos que nuestro grupo sólo ayuda a los que viven
corporativamente, no cataloguemos a las personas, porque si nos encerramos sólo
con los que piensan como nosotros, seremos una secta, ¿y cómo llevaremos el
mensaje a los perdidos si no vamos atrás de ellos?
Nos gusta poner etiquetas a las personas y decimos que los
colaboradores pertenecen a la primera categoría, y que los demás están en un
nivel inferior. Esto es absolutamente errado. No hay rango entre nosotros. La diferencia
puede estar en la madurez, pero en el fondo, todos somos personas carnales y
seguimos en el mundo. Hasta el presente debo ser muy cautelosa todo el tiempo,
no sea que actúe en la carne. Si no fuera cautelosa, aún viviría de continuo
por mi vida vieja. Es sólo por su gracia que Él nos disciplina para que andemos
más y más en nuestro nuevo ruaj.
En Timotio Bet 4:22 se hace una última recomendación en el
tema de la manera de vencer la degradación de la congregación: "El Adón
esté con tu ruaj. La gracia sea con ustedes". Esto se refiere al Adón
Yahshua, quien como Ruaj vivificante mora en nuestro ruaj y es la gracia
permanente. Él permanece siempre en nuestro ruaj como la gracia que
disfrutamos. Sin embargo, debemos examinarnos a nosotros mismos, diciendo:
"¿Vivo yo esta vida? ¿Disfruto yo al Adón Yahshua cada día y cada mañana
como el Ruaj que mora en mi ruaj y como la gracia?". Tenemos que reconocer
mayormente no es así. El Adón sabe que cada mañana oro: "Adón, gracias por
darme otro día en esta tierra. Quiero vivirte a Ti y vivir, caminar, trabajar y
conducirme contigo". Hago esta oración todas las mañanas, pero ¿vivo con
el Adón durante TODO el día? ¿Le hablo a la gente con el Adón; trabajo con El o
me conduzco con Él? En una reunión tal vez le hable al Adón, pero luego al
regresar a casa puedo ser otra persona. Tal vez sea reprendido cuando examino
si vivo o actúo con el Adón. Esto muestra que estamos muy lejos. Por lo tanto,
no debemos clasificar a la gente. Tal vez pueda parecer que están más lejos que
nosotros, y aún que eso sea verdad, pero no por eso debemos descartarlos.
Debemos aprender que los demás están en la mano del Adón tanto como nosotros
mismos, y no podemos condenarlos como "perdidos" ni mucho menos
"herejes". Deberemos orar continuamente por ellos y su reinserción en
el Cuerpo de forma activa, no dejar de visitarlos y de ministrarlos, tratando
de que recuperen su vida activa con Elohim.
Algunos pueden afirmar que ellos pueden vivir con otros
corporativamente, pero en la práctica no es tan así. En verdad, todos estamos
aún en la carne, y la mayoría no se esfuerza por andar en el ruaj. ¿Cómo,
entonces, nos atrevemos a clasificar a los demás? Esta clasificación es
ofensiva e indica que no tenemos un ruaj apto para cuidar a los débiles, a
aquellos que consideramos inferiores a nosotros. Esto también demuestra que no
los queremos. Si condenamos a alguno, perdemos la posición para cuidarlo,
porque censurarlo no ayuda en nada. ¿Quién en el género humano es digno de ser
amado? A los ojos de Elohim, nadie es objeto de amor; aún así, Elohim nos ama;
Él ama al mundo.
Después de leer todos estos pasajes de la Palabra, vemos que
estamos en un ámbito diferente. Decimos que estamos en la esfera divina y
mística, pero en realidad no lo estamos. Nos hallamos en la esfera natural;
todavía actuamos en un nivel muy natural. Aunque declaremos que vivimos
corporativamente (y aunque sea verdad hasta cierta medida), todavía estamos en
la carne, en el viejo hombre. No hemos pasado por el madero ni hemos sido conformados
a la muerte de Mashiaj en plenitud. Una cosa es conocer estos temas bíblicos,
pero es muy distinto vivirlos, por eso el Cuerpo aún está en crecimiento. Decir
que vivimos para magnificar al Adón por el abundante provisión del Ruaj de
Yahshua ha Mashiaj está bien, pero ¿tenemos la realidad y la práctica de esa
vida? Tenemos que admitir que todos estamos en el mismo nivel, con sólo
pequeñas diferencias en grado, no importa cuán superior uno parezca frente a
otro. Necesitamos comprender esto; entonces no hablaremos tanto. No debemos
hablar de otros, porque somos iguales a ellos. Somos iguales a los demás. Uno
puede criticar diez por ciento, mientras que otro critica el quince. Somos lo
mismo; porque todos criticamos, y debemos esforzarnos por eliminar esa parte y
clavarla en el madero.
Nadie es apto para ninguna tarea, no a la perfección.
Debemos humillarnos, ya que el orgullo es el peor enemigo de Elohim. Él resiste
a los soberbios, y a los humildes da gracia (Yaakov 4:6; Kefá Alef 5:5). Si
criticamos, perdemos la gracia y en vez de disfrutarla, Elohim nos resiste.
Todos debemos aprender a pastorear. Esto no significa que porque yo los
pastoreo, no necesito ser pastoreada. Yo necesito que ustedes me pastoreen.
Todos tenemos defectos y faltas, cada uno los tiene. Las ovejas pueden
ministrar mucho al pastor, para que él aprenda a pastorear mejor. Por lo tanto,
tenemos que humillarnos y buscar la gracia de Elohim. Esto fortalece nuestro
ruaj para que visitemos a la gente y la cuidemos, sin importar si ellos son
"buenos" o "malos", porque estos conceptos son del árbol
del conocimiento. Independientemente de lo que sean, debemos ir a visitarlos y
persistir. Según las estadísticas de los Testigos de Jehová, ellos tocan seis
mil puertas para ganar una persona. A ellos se les exige que hagan esto, pero
nosotros no lo imponemos. No hacemos de esto un legalismo, pero tenemos la
orden del Adón, y debemos hacer lo posible por ayudar a las congregaciones a
edificar grupos vitales, con un ruaj de pastoreo lleno de amor y preocupación
para con otros.
Necesitamos tener esta clase de amor e ir a los hermanos que
se han enfriado y que piensan que la congregación los juzga, y hacerles ver que
la congregación no censura a nadie. Al contrario, ella quiere ver que todos
regresen. Si todos ellos regresaran, lloraría de agradecimiento ante el Adón.
No estamos calificados para condenar a nadie. Sin la misericordia del Adón,
estaríamos en la misma posición que los santos que no han vuelto. Por lo tanto,
debemos amarlos. Todo depende del amor. El rey Shlomó dijo: "Pero el amor
cubrirá todas las faltas" (Mishlei 10:12). Amamos a las personas, a los
opositores y a los más rebeldes. Debemos decirlo de corazón. Los amamos; no los
aborrecemos. No tenemos derecho a condenar ni a odiar. ¿Somos acaso perfectos?
Aun el profeta YeshaYah, cuando vio al Adón, dijo:
"¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre espíritu inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos..." YeshaYah 6:5
¿Quién está limpio? Si criticamos a los demás y decimos algo
malo de ellos, no estamos limpios.
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