31 de diciembre de 2021

PSN26 - La Interpretación Proviene Del Ruaj HaKodesh

 


Debemos notar, para nuestro beneficio y el de los demás, que la palabra que los ministros proclaman no debe ser privada ni ajena a lo que consta en las Escrituras. Todas las palabras subsiguientes que Elohim ha expresado se basan en Su Palabra original. Lo que consta en el B'rit Hadashá tiene como base lo dicho en el Tanaj. De la misma manera, todo lo que digamos en la actualidad debe tener las Escrituras como base. La Palabra de Elohim es viva y orgánica, así que si alguien no se basa en ella cuando habla y afirma que lo dicho por él es independiente, separado y distinto de las palabras que Elohim asentó en las Escrituras, podemos decir con certeza que lo que dice esa persona es herético y que su doctrina es satánica. Los ministros de la palabra que Elohim tiene en esta época no hablan al azar, sino que edifican su ministerio sobre el sólido fundamento de la Palabra.

 

Vayamos más adelante. Los ministros deben hablar con base en lo que Elohim ya dijo; sin embargo, Elohim tiene que explicarles la Palabra y darles la interpretación de la misma. Así que, no todos los que toman la Palabra de Elohim como base para hablar son necesariamente ministros de Su palabra, ni tampoco pueden declarar que son mensajeros de la Palabra de Elohim simplemente por conocerla. Si bien una persona puede ser versada en el Tanaj, ese sólo factor no la hace apta para escribir el B'rit Hadashá. De la misma manera, uno puede estar bien familiarizado con el B'rit Hadashá, pero eso no significa que sea ministro de la Palabra. Aunque debemos descartar todo discurso que no tenga la Escritura como base, debemos ser cuidadosos, porque no tenemos que recibir cualquier mensaje sólo porque tenga el fundamento adecuado. Debemos examinar lo que la persona dice para ver si contiene la interpretación de Elohim.

 

Sólo Elohim puede interpretar la Palabra que El dio. Es decir, su interpretación no depende de nuestra mente, ni de nuestra excelente memoria, ni de nuestra diligencia. También debemos tener presente que no podemos tomarla en su forma original y anunciarla diciendo que es el ministerio actual de la Palabra. Podemos memorizar los ciento cincuenta capítulos del libro de los Mizmor, o el libro de Shir ha Shirim, o el libro de YeshaYah, o dedicar cincuenta años al estudio del libro de Daniyel, pero esto no garantiza que podamos interpretar dichos libros. Si no basamos nuestras palabras en la Palabra ya establecida por Elohim, no podemos ser Sus heraldos, pero esto no significa que por hablar basándonos en ella, ya seamos sus ministros. Muchos escribas y fariseos conocían muy bien el Tanaj; sin embargo, ninguno de ellos era ministro de la Palabra. Es posible que algunas personas hayan estudiado las Escrituras exhaustivamente, pero esto no significa que sean sus ministros. El ministro de la Palabra no solamente conoce la Palabra, sino que además Elohim se la ha abierto y explicado. Un ministro de la Palabra de Elohim debe contar primero con un fundamento apropiado, y luego con la interpretación correcta. Si no reúne estos dos requisitos, no puede ser ministro de la Palabra de Elohim.

 

¿Cómo explica Elohim Su palabra? ¿Cómo interpretó el Tanaj a los ministros del B'rit Hadashá? En el B'rit Hadashá tenemos por lo menos tres clases de interpretaciones: la interpretación de las profecías, la interpretación de la historia y la interpretación por síntesis, o sea, por medio de la recopilación y combinación de algunos pasajes de las Escrituras. Al leer el Tanaj, los ministros del B'rit Hadashá tenían ante ellos las profecías, la historia y el compendio de algunos pasajes; sin embargo, todo esto necesitaba la interpretación del Ruaj haKodesh.

 

 

La Interpretación De Las Profecías

 

Tomemos por ejemplo la Besorah de MattiYah y estudiemos la manera en que su autor sirvió como ministro de la Palabra de Elohim.

 

MattiYah fue dirigido por el Ruaj haKodesh al narrar la historia del Adón Yahshua. Mientras escribía, el Ruaj haKodesh lo iluminaba. La Besorah de MattiYah no dependió del tiempo que dedicó al estudio, sino de la iluminación del Ruaj haKodesh. Con esto no quiero decir que MattiYah no estudiara el Tanaj. Aunque era un recaudador de impuestos, es probable que después de ser salvo haya dedicado mucho tiempo a estudiar las Escrituras. Por eso, el Ruaj haKodesh pudo traer a su memoria muchas citas, como la de YeshaYah 7, en MattiYah 1:23: "He aquí, una virgen estará encinta y dará a luz un hijo, y llamarán Su nombre Imanuel". Pero, ¿qué significan estas palabras? El Ruaj haKodesh le dio la explicación y la interpretación: este pasaje se refiere al nacimiento del Adón Yahshua. El momento llegó en que Elohim vino para estar con nosotros; antes Él estaba con nosotros, pero de una manera diferente. Ahora está con nosotros porque el Adón Yahshua vino a la tierra. Esta es la interpretación que dio el Ruaj haKodesh. Necesitamos conocer la Palabra ya establecida por Elohim, pero también necesitamos la interpretación que el Ruaj haKodesh da. El Ruaj haKodesh es el único que puede determinar el significado de la Palabra de Elohim.

 

En MattiYah 2:15 dice que el Adón Yahshua salió de Egipto. En este pasaje, MattiYah cita Hoshea 11:1. Al leerlo, posiblemente no notemos que este pasaje se refiere al Adón Yahshua; pero debido a que el Ruaj haKodesh lo interpretó, MattiYah pudo ver esto claramente.

 

En MattiYah 2:18 leemos: "Voz fue oída en Ramá, llanto y lamento grande; Rajel que llora a sus hijos, y no quiso ser consolada, porque ya no existen". Esta es una cita de YirmeYah 31:15. Al leer este pasaje, nunca se nos hubiera ocurrido que se refería a lo que hizo Herodes tratando de matar al Adón Yahshua. Sin embargo, debido a que el Ruaj haKodesh lo interpretó, ahora conocemos su significado.

 

En MattiYah 3:3 dice: "Éste es aquel de quien se dijo por medio del profeta YeshaYah: Voz de uno que clama en el desierto: "Preparen el camino de Yahweh; enderecen sus senderos". Al leer YeshaYah 40:3 es posible que no hubiéramos pensado que este pasaje se refería a Yahanan el Bautista. El Ruaj haKodesh interpretó su significado a MattiYah.

 

En MattiYah 4:13 descubrimos que el Adón Yahshua habitaba en Kefar Najum, que está en la región de Zevulún y de Naftalí. Y en los pasukim 14 al 16, cita YeshaYah 9:1-2 diciendo: "Para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta YeshaYah cuando dijo: "Tierra de Zevulún y tierra de Naftalí; camino del mar, al otro lado del Yardén, Galilea de los gentiles; el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región y sombra de muerte, luz les amaneció". Sólo el Ruaj haKodesh nos puede revelar que YeshaYah 9 se refiere al Adón Yahshua. Esto nos muestra una vez más que no es suficiente conocer la Palabra; el ministro de Elohim también debe saber interpretarla según la revelación que procede del Ruaj haKodesh. Sólo entonces podemos afirmar que la Palabra de Elohim es la base de nuestra disertación. Sin la interpretación del Ruaj haKodesh, la Palabra está sellada para nosotros y, por lo tanto, no es la base de nuestro discurso.

 

En MattiYah 8, el Adón Yahshua sanaba enfermedades y echaba fuera demonios. El pasuk 17 cita YeshaYah 53:4, diciendo: "Para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta YeshaYah, cuando dijo: "El mismo tomó nuestras debilidades, y llevó nuestras enfermedades". La revelación que recibió MattiYah fue la base de lo que escribió. El ministerio de la Palabra de Elohim tiene como base lo que Elohim ya expresó; sin embargo, tiene que ser revelada a los ministros a fin de que sea la base de lo que anuncian. Sin revelación, cualquier cita que se haga es simplemente una aplicación artificial y no encaja en el ministerio de la Palabra de Elohim. Así que necesitamos el fundamento y también la interpretación apropiada.

 

En MattiYah 12:10-16, el Adón Yahshua sanó a un hombre que tenía una mano seca. Le dijo: "Extiende tu mano" y aquel hombre la extendió, y le fue restaurada. Entonces el Adón "se retiró de allí; y muchos le siguieron, y sanaba a todos, y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen". Al llegar a esta parte, MattiYah cita YeshaYah 42:1-4 de esta manera: "Para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta YeshaYah, cuando dijo: "He aquí Mi Siervo, a quien he escogido; Mi Amado, en quien se complace Mi alma; pondré Mi Ruaj sobre Él, y a los gentiles anunciará juicio. No contenderá, ni voceará, ni nadie oirá en las calles Su voz. La caña cascada no quebrará, y el pábilo humeante no apagará, hasta que saque a victoria el juicio. Y en Su nombre pondrán los gentiles su esperanza" (MattiYah 12:17-21). La interpretación del Ruaj haKodesh hizo posible la vinculación de YeshaYah 42 con MattiYah 12. Esta interpretación permitió que MattiYah tuviera el ministerio de la Palabra.

 

El ministerio de la Palabra requiere que el Ruaj haKodesh interprete la Palabra de Elohim. Dicha interpretación está fuera del alcance de las personas comunes como los escribas y los fariseos, o cualquier otro que no haya sido tocado por Él. A fin de poder comunicar esta Palabra, Elohim tiene que explicárnosla. MattiYah no era un ministro de la Palabra que hablara al azar; lo que decía tenía como fundamento el Tanaj. ¿Cómo logró esto? Él primero recibió la palabra directa de Yahshua, estudió minuciosamente el Tanaj, y luego, el Ruaj haKodesh abrió y explicó la Palabra. La palabra de Elohim interpretada por el Ruaj haKodesh es la base del ministerio de la Palabra. Sin este fundamento el ministerio no existe. El libro de MattiYah contiene muchas citas del Tanaj, muchas de las cuales son expresadas por el Adón Yahshua. Los ejemplos mencionados fueron citados por MattiYah. Él dice que lo acontecido era el cumplimiento de lo que YeshaYah y otros profetas habían dicho. Sabemos que MattiYah era un recaudador de impuestos; no obstante, es sorprendente ver que cite el Tanaj con tanto acierto. Él no era ni escriba ni fariseo como Shaúl, pero tenía el ministerio de la Palabra. Él se basaba en el Tanaj, y el Ruaj haKodesh le daba la interpretación. No es suficiente tener las Escrituras solas; necesitamos que el Ruaj haKodesh las abran a nosotros.

 

 

La Interpretación De La Historia

 

En Romaniyim 9 Shaúl cita Bereshit 21 cuando habla de la historia de Avraham. Leemos en Romaniyim 9:7: "En Yitzjak te será llamada descendencia". Y añade: "En este tiempo el próximo año vendré, y Sarah tendrá un hijo" (pasuk 9). Este hecho de la historia está en el Tanaj, pero el Ruaj haKodesh abrió esta palabra a Shaúl y le reveló su significado. Shaúl comprendió que "no todos los que descienden de Yisrael son yisraelitas, ni por ser descendientes de Avraham, son todos hijos" (pasukim 6-7).

 

Sólo los que nacen de Sarah son contados como hijos, ya que la promesa de Elohim se relacionaba con Sarah. Yitzjak nació según esta promesa y fue el hijo contado como descendiente de Avraham. De igual manera, sólo los que creen en el Adón Yahshua y nacen según la promesa, son hijos de Elohim. Ver esto le dio a Shaúl el ministerio de la Palabra de Elohim. Si al leer la historia de Avraham y Sarah, Shaúl no hubiera recibido la interpretación del Ruaj haKodesh, ésta habría sido un simple relato. Como podemos ver, el ministerio de la Palabra de Elohim requiere la interpretación del Ruaj haKodesh, sin esta revelación no podemos usar como base la palabra que Elohim dio en el pasado.

 

En el libro de GalutYah, Shaúl explica la historia de Yitzjak con más detalles y más claramente.

 

Y ya que son del Mashíaj, ciertamente son descendencia de Avraham, herederos conforme a la promesa. GalutYah 3:29

 

Y en GalutYah 4:28 leemos: "Así que, hermanos, nosotros, a la manera de Yitzjak, somos hijos de la promesa". Este era el pensamiento de Shaúl y constituía su ministerio. ¿De dónde provenía su ministerio? De una historia del Tanaj. El Ruaj haKodesh le reveló que la promesa era la llave para comprender el significado de dicha historia. Dicha promesa se encuentra en Bereshit 18:10: "De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sarah tu mujer tendrá un hijo". Ya que esa promesa se cumpliría el año siguiente, no en ese mismo día, podemos decir que Yitzjak nació según la promesa. Nosotros, igual que Yitzjak, también nacimos según la promesa. Este asunto es muy claro. Shaúl pudo comunicar esto a los hijos de Elohim porque el Ruaj haKodesh le dio la interpretación. Sin ésta no se puede anunciar la Palabra de Elohim. Necesitamos la interpretación que viene del Ruaj haKodesh en cada profecía y en cada historia. Todos los relatos del Tanaj requieren la explicación del Ruaj, porque sin ella no es posible ministrar la Palabra.

 

Veamos este otro ejemplo:

 

"Hermanos, hablo en términos humanos: Un pacto, aunque sea de hombre, una vez ratificado, nadie lo invalida, ni le añade". GalutYah 3:15

 

Shaúl dice que una vez que un pacto es concertado, no se puede invalidar ni alterar. Esto es válido no sólo con relación a Elohim sino también al hombre. En el pasuk 16 añade:

 

"Ahora bien, a Avraham fueron hechas las promesas, y a su descendencia. No dice: "Y a los descendientes", como si hablase de muchos, sino como de uno: "Y a tu descendencia", la cual es Mashiaj".

 

Esto nos muestra cuán exacto era Shaúl. En Bereshit Elohim le dijo a Avraham que iba a bendecir a otros por medio de su simiente. Muchas traducciones escriben "tu descendencia", pero Shaúl nos demuestra la inexactitud de esa traducción. Aun cuando "descendencia" es singular, es un sustantivo colectivo que indica pluralidad, algo que contradice la interpretación de Shaúl. No habla de la descendencia, habla de la ZERA, la semilla o simiente. El Ruaj de Elohim le dio a Shaúl la explicación de este pasaje y él la escribió en estos pasukim. Elohim iba a bendecir a otros por medio de Avraham y de su descendencia. ¿Cuál es nuestro entendimiento de la palabra hebrea que se traduce descendencia? Notemos que esta palabra está en singular, y en hebreo no es colectiva. Shaúl observó esto e inmediatamente se dio cuenta de que la intención de Elohim no era bendecir a las naciones por medio de todos los descendientes de Avraham. Si ese hubiera sido el caso, la gracia de Elohim se habría limitado a los judíos, porque sólo ellos habrían podido traer esta bendición a todo el mundo. Pero la palabra descendencia está en singular. Esta descendencia es Mashiaj. Al decir que iba a bendecir a las naciones por medio de la descendencia de Avraham, Elohim se refería a Mashiaj. Parece un detalle sin importancia que la palabra descendencia esté en singular, y no en plural; no obstante, detrás de este asunto que parece tan sencillo, yace una verdad muy crucial. El Ruaj haKodesh le reveló este hecho a Shaúl y le mostró su significado. Este entendimiento le permitió tener el ministerio de la Palabra.

 

Estudiemos otro caso. En Bereshit 15 se nos dice que Avraham creyó a Elohim, y le fue contado por justicia. Con base en esto, Shaúl nos muestra que Elohim no justifica al hombre por sus obras justas sino por la fe. Este es el ministerio de Shaúl. Ya que Avraham fue justificado por la fe, todos sus descendientes son justificados de la misma manera, y a su vez, los que son justificados por la fe, éstos son hijos de Avraham:

 

De la misma manera, Avraham le creyó a Elohim, y se le contó como justicia. Por lo tanto, sepan que los que se basan en la fe son hijos de Avraham. GalutYah 3:6-7

 

La fe de Avraham le fue contada por justicia, y de igual manera, todos los que son de la fe son justificados con el creyente Avraham (pasukim 8-9). Shaúl muestra que Bereshit 15 no sólo habla de un hecho ni de un evento histórico, sino de un principio: la justificación por la fe.

 

Debemos tener presente que tanto los relatos como las profecías que contiene el Tanaj tienen un gran valor. Para algunos, las profecías, los preceptos y enseñanzas de las Escrituras son valiosas, pero no la historia; piensan que la historia no tiene importancia. Un incrédulo posiblemente acepte el libro de Mishlei, pero no el de Bereshit. No obstante, todos los sucesos históricos de las Escrituras, sus enseñanzas, sus preceptos y sus profecías constituyen la Palabra de Elohim. La Palabra de Elohim es indivisible y requiere la interpretación del Ruaj haKodesh. Este mismo principio gobierna todos sus componentes, incluyendo la historia y la profecía. Muchas verdades y revelaciones bíblicas son descubrimientos encontrados en la historia del Tanaj. Al servir como ministro de la Palabra de Elohim, Shaúl recibía la revelación del Ruaj, algunas veces por medio de las profecías del Tanaj, y otras, por medio de los sucesos históricos. El Ruaj haKodesh tiene que interpretarnos los hechos del Tanaj para que podamos ejercer el ministerio de la Palabra.

 

 

La Interpretación Por Síntesis

 

Estudiemos la interpretación por síntesis. Elohim asigna a los ministros de Su Palabra esta clase de interpretación especial. Analicemos, por ejemplo, el servicio de Kefá como ministro de la Palabra de Elohim en el día de Shavuot. Ese día ocurrió algo maravilloso: El Ruaj haKodesh fue derramado sobre los creyentes y aparecieron los dones. En ese día muchos hablaron en diversas lenguas. Las ciento veinte personas que estaban allí reunidas recibieron lo que los yisraelitas nunca antes habían recibido. Previamente, el Ruaj haKodesh había venido sobre personas aisladas. Una o dos personas o, a lo sumo, un grupo de profetas había recibido el Ruaj de Elohim, pero ese día fue vertido el Ruaj de Elohim sobre los ciento veinte hombres y mujeres que se hallaban allí, de tal manera que parecía que estaban ebrios. En toda la historia de Yisrael jamás había ocurrido algo semejante. Vemos claramente que en ese preciso momento Elohim le dio las llaves del reino a Kefá. Kefá, uno de los once apóstoles, tomó la iniciativa y aprovechó la oportunidad para dar testimonio del Adón. Puesto en pie les explicó a los judíos lo que acababa de acontecer, les dio testimonio y los exhortó a participar de lo mismo. En eso consistió su predicación. Allí en Shavuot él fue un ministro de la Palabra. Kefá no basó su mensaje en un sólo pasaje, sino que combinó tres porciones y recibió luz por medio de esta síntesis. Lo que Kefá hizo no fue un análisis, sino una síntesis de tres pasajes de la Palabra. Aparte de la explicación que Elohim le dio de este hecho extraordinario, Kefá reunió tres porciones de las Escrituras con las cuales explicó a los judíos lo que estaba sucediendo. En la actualidad, los siervos de Elohim también ven las cosas espirituales al juntar varios pasajes de las Escrituras. Esta práctica sigue el mismo principio del ministerio que Kefá ejerció el día de Shavuot.

 

En el día de Shavuot, Kefá predicó basándose en la síntesis de tres pasajes: Yoel 2, el Mizmor 16 y el Mizmor 110. El Ruaj haKodesh combinó estos tres pasajes e interpretó su significado. Es así como se interpreta valiéndose de una síntesis. Un ministro de la Palabra no necesariamente ejerce su función mediante un único pasaje de las Escrituras. Muchas veces, la interpretación es el resultado de una combinación de pasajes, lo cual se usa más comúnmente en el ministerio de la Palabra hoy. Necesitamos relacionar muchos pasajes para descubrir lo que comunican.

 

Veamos un ejemplo. En el Tanaj se usaron cuatro objetos de adoración: los dos becerros de oro, la serpiente de bronce, el efod de Guidón y la imagen tallada que erigió Micaía (Melajim Alef 12:28-33; Melajim Bet 18:4; Shoftim 8:27; 18:14-31). Si queremos dar un mensaje acerca de los diferentes tipos de objetos que no se deben adorar, podemos combinar estos pasajes para hablar de eso. Podemos estudiar muchos temas sintetizando diferentes pasajes.

 

Kefá presentó una síntesis el día de Shavuot. En su mensaje, habló del derramamiento del Ruaj haKodesh, citando Yoel 2, de la resurrección del Adón Yahshua, basándose en Mizmor 16; y de la ascensión del Adón, apoyándose en Mizmor 110. Kefá juntó estos tres temas. El Adón Yahshua resucitó, pero además de eso no se quedó en la tierra, sino que ascendió a los cielos, y el resultado de esta ascensión fue el derramamiento del Ruaj haKodesh. La muerte no pudo retener al Adón Yahshua. El resucitó y ascendió al Padre, y ahora espera hasta que Su enemigo sea puesto por estrado de Sus pies. El Padre lo glorificó, lo cual se comprueba por el derramamiento del Ruaj haKodesh. Ese día, mientras Kefá servía como ministro de la Palabra de Elohim, el Ruaj haKodesh le dio la interpretación de estos tres pasajes de las Escrituras. La interpretación de estos tres pasajes, le dio a Kefá un sólido fundamento para hablar. El ministerio de la Palabra requiere que el Ruaj haKodesh nos interprete la Palabra de Elohim, y por nuestra parte, debemos tomar la palabra interpretada como la base de nuestro mensaje en nuestro ministerio.

 

En el libro de MaAseh encontramos otros ejemplos de esta enseñanza. En el capítulo tres, el mensaje de Kefá fue breve, porque constaba de unas cuantas expresiones. Sin embargo, en él combinó pasajes de Devarim y de Bereshit. Esteban, en el capítulo siete, dio un mensaje que indiscutiblemente era el ministerio de la Palabra. A pesar de que su mensaje contenía pocas explicaciones, su discurso fue poderoso. Se limitó a narrar la historia del Tanaj por períodos, comenzando con el llamado de Avraham en Bereshit 12; luego habló de la época de Moshe en Egipto, hasta llegar al tiempo cuando los yisraelitas se rebelaron contra Elohim. El citó Bereshit, Shemot, Devarim, Amoz e YeshaYah. Su predicación enfureció a sus oyentes de tal modo que lo apedrearon hasta darle muerte. Esto prueba que el ministerio de la Palabra que él ejercía era muy especial. No dio muchas explicaciones; simplemente narró la historia en forma detallada. Este mensaje salió del ruaj de Esteban, y los que lo oyeron no pudieron resistirlo. Esta síntesis fue muy poderosa. En el capítulo trece, Shaúl se basó en este mismo principio. Al predicar en Antioquía de Pisidia, citó Shemuel Alef 13, Mizmor 89, Mizmor 2, YeshaYah 55, Mizmor 16 y Havakuk. Esta fue una verdadera síntesis, en cuya conclusión Shaúl alentó a la audiencia a aceptar a Yahshua de Nazaret como su Salvador.

 

Cuando los ministros del B'rit Hadashá leen el Tanaj, el Ruaj haKodesh les da la interpretación en cuanto a la profecía, la historia y la combinación de varios pasajes. Debemos prestar especial atención a la palabra que proviene de la combinación de varios pasajes. El libro de Ivrim contiene muchos mensajes de esta clase, lo mismo la epístola a los Romaniyim y la epístola a los GalutYah. Cuando el Ruaj haKodesh mandaba a los apóstoles a hablar de cierto tema, seleccionaba pasukim del Tanaj y los guiaba a presentar la Palabra. Este mismo principio gobierna a los ministros de la Palabra de hoy. Así como Kefá, Shaúl, MattiYah y los demás apóstoles llevaron a cabo su ministerio al hablar guiados por el Ruaj haKodesh y según el Tanaj, nosotros también llevamos a cabo nuestro ministerio al hablar según ambos Testamentos y la guía del Ruaj haKodesh. Los apóstoles no hablaban al azar; ellos seguían la dirección del Ruaj haKodesh; proclamaban lo que Elohim les decía y basaban su discurso en la interpretación que el Ruaj daba de la palabra que Elohim había dado previamente. En esto consiste el ministerio de la Palabra.

 

 

Es Necesaria La Interpretación Del Ruaj

 

Los ministros del B'rit Hadashá, como, por ejemplo, MattiYah, Shaúl, Kefá, se apoyaban en el Tanaj, y ninguno de ellos habló por su propia cuenta, ni de manera independiente ni autónoma.

 

Sin embargo, no todo el que lee el Tanaj puede hablar como MattiYah, Shaúl o Kefá. Para poder ejercer el ministerio de la Palabra, necesitamos la interpretación del Ruaj haKodesh. Es Él quien ilumina y explica el significado de cierto mensaje, el que descubre los hechos del Tanaj y nos muestra las palabras a las que debemos dar importancia, y el que nos proporciona la base para hablar.

 

Todos los escritores del B'rit Hadashá tenían el ministerio de la Palabra. Debe suceder lo mismo entre nosotros. Si queremos ser ministros de la Palabra de Elohim, necesitamos estudiar las Escrituras diligentemente y recordar que no basta con leerla, porque necesitamos pedirle al Ruaj del Adón que nos muestre los hechos más importantes de la Palabra escrita, que vuelva nuestra atención a esos hechos y nos dé su interpretación. Un ministro de la Palabra debe tener una base para hablar; no debe expresarse de manera independiente, ni suponer que lo único que necesita es memorizar la Palabra, porque es necesaria la interpretación del Ruaj haKodesh.

 

Debemos tener presente que el ministerio de la Palabra hoy es mucho más extenso que el de los escritores del B'rit Hadashá. Esto no significa que lo que ahora vemos sea más profundo que lo que ellos vieron. Todas las verdades de Elohim, las más elevadas y las más profundas, ya están escritas. No obstante, el ministerio de la Palabra hoy es más amplio, porque el Ruaj ha ido dando mayor revelación acerca de todas las cosas a lo largo de los siglos, por medio de sus siervos los profetas. No crean que los profetas son una raza extinta del Tanaj, ni tampoco que cualquiera que ande gritando "Así dice el Señor" es profeta. Profeta es el que habla la Palabra DESDE Elohim mismo. No sólo hay un encargo, hay también una carga. Y durante siglos Yahweh ha estado levantando profetas también después del B'rit Hadashá, a los cuales ha ido abriendo ojos y oídos para ampliarles la comprensión de las Escrituras, para profundizar en sus maravillas.

 

Shaúl anunció la Palabra basándose en las palabras divinas del Tanaj, pero nosotros no sólo nos basamos en el Tanaj, sino también en los escritos de Shaúl, de Kefá y del resto de los que escribieron el B'rit Hadashá, y también en las revelaciones que el Ruaj hizo a sus profetas del B'rit Hadashá. Así como el Padre mostró tantas tipologías a Shaúl que revolucionaron la forma de pensar de los creyentes, así también a lo largo de los siglos ha revelado no cosas nuevas, sino profundidad en las viejas.

 

En el pasado muchas personas han dedicado un tiempo considerable al estudio de las Escrituras y, con la ayuda del Ruaj haKodesh, han podido ver la diferencia que hay entre las palabras que aparecen con artículo y las palabras que aparecen sin él, como, por ejemplo: Mashiaj y el Mashiaj; ley y la ley; fe y la fe. Descubrir esto requiere un estudio minucioso. En el B'rit Hadashá, el título Yahshua ha Mashiaj se refiere al Adón antes de resucitar, y el título Mashiaj Yahshua se refiere al Adón resucitado. También podemos ver que en ninguna parte de las Escrituras se nos dice que los creyentes están en Yahshua, pero sí que están en Mashiaj. Estos pormenores tan preciosos requieren un estudio muy detallado a fin de poderlos extraer. Debemos permitir que el Ruaj del Adón nos hable para que veamos la exactitud que hay en la Palabra de Elohim.

 

En las Escrituras hay muchas palabras que no son equivalentes. Muchos pronombres tienen un significado especial y no pueden ser remplazados por otras palabras. Es claro que, en las Escrituras, la sangre significa redención, y el madero habla de la disciplina por la que pasa nuestro ser, porque cuando se menciona la vieja creación, se hace alusión a la muerte en el madero, y cuando se habla de llevar el madero, se refiere al hombre natural. La Palabra de Elohim es inconfundible, pero "los indoctos" pueden ser fácilmente confundidos, y levantar doctrinas erradas. En relación con la operación del Ruaj haKodesh, la obra de constitución es interna, pero en relación con la experiencia de los dones, es externa. En el Tanaj tenemos las sombras de la realidad que cumplió MASHÍAJ en el comienzo de la Era de Shavuot, pero a lo largo de la misma tenemos la aplicación de esa realidad a la experiencia espiritual de los creyentes, tanto individual como corporativamente, buscando tener primicias para entrar en el Reino. Ejemplos como estos demuestran la exactitud de las Escrituras. Los escritores del B'rit Hadashá notaron la exactitud del Tanaj, y se subordinaron a la interpretación del Ruaj del Adón. Nosotros también debemos hacer lo mismo. Aunque los tengamos divididos, no tenemos dos libros, porque el Autor es el mismo y porque uno es la continuación lógica del siguiente. Debemos basarnos en ambos mal llamados Testamentos, el Tanaj y el B'rit Hadashá, para tener un rico ministerio de la Palabra. Necesitamos estudiar las Escrituras, y también tener la interpretación del Ruaj haKodesh. Como podemos ver, esto lleva una vida dedicada.

 

Un verdadero ministro de la Palabra no recibe una revelación aislada, descomunal y sin precedentes, sino que desarrolla la luz que tiene sobre lo que Elohim manifestó en el pasado. Esto es lo que Shaúl, Kefá y los demás ministros del Adón hicieron en sus días, y esto es lo que los ministros del Adón debemos hacer hoy. Antes de Shaúl hubo otros ministros, y antes de nosotros están todos los que aparecen en las Escrituras y mucho más que el Ruaj levantó a lo largo de la historia, y después de nosotros vendrán otros, por la gracia del Padre, porque el ministerio de la Palabra cesará únicamente cuando toda boca confiese Su Nombre. Entonces ya no será necesario que ninguno enseñe a otro.

 

La revelación, la luz y la palabra actual tienen que concordar con las de quienes nos precedieron. Shaúl necesitó la interpretación del Ruaj a fin de ser un ministro de la Palabra. Nosotros también, si queremos ser ministros de la Palabra, necesitamos que el Ruaj haKodesh nos dé la interpretación. La palabra de Elohim ha sido comunicada y ha adquirido más palabras de generación en generación. Nadie debe tener un mensaje autónomo, separado del todo. La segunda persona ve más que la primera; la tercera ve más que la segunda; y la cuarta ve más que la tercera. Con el transcurso del tiempo se ven más cosas, porque así el Padre ilustra el crecimiento del Cuerpo, aumentando la revelación en las sucesivas generaciones. Elohim vino directamente a la primera persona, pero las demás siguieron las pisadas de sus predecesores, siempre de la mano del Ruaj. Es así como la Palabra de Elohim crece. Si Elohim nos concede Su misericordia y Su gracia y abre nuestros ojos para que veamos lo que El expresó, tendremos una base sobre la cual servir como ministros de Su palabra.

 

Es posible que haya muchos ministros, pero la Palabra es una sola. De generación en generación, los ministros son el producto de la Palabra. Los ministros postreros deben pedirle a Elohim que les dé la interpretación de la palabra proclamada por los ministros que les precedieron. Es así como se unen al gran "Verbo" de Elohim y a todos los ministros de Elohim. Este principio es esencial: la Palabra es una sola, pero los ministros son muchos.

 

 




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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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