Nuestro Adón enseñó acerca de muchas cosas cuando estuvo en la tierra, y muchos lo oyeron. En Yahanan 8 el Adón Yahshua habló de muchas cosas. Habló de una mujer adúltera que fue perdonada. Más tarde, les dijo a los judíos que la verdad los haría libres y que no tenían que seguir siendo esclavos. Los judíos respondieron diciéndole que ellos eran descendientes de Avraham y que no eran esclavos. Pero el Adón les dijo que todo el que peca es esclavo del pecado (pasukim 32-34). Quizá los judíos entendieron lo que se les dijo, o quizás no. Pero no podían decir que no lo hubieran oído. Sus oídos no estaban cerrados, ni eran sordos. No obstante, el Adón Yahshua dijo algo muy peculiar:
"El que es de Elohim escucha las palabras de Elohim. Por eso ustedes no las escuchan, porque no son de Elohim". Yahanan 8:47
Oír va más allá de percibir el sonido de la voz. Algunos
oyen la voz y perciben la Palabra de Elohim, pero otros no. Vemos que se trata
de dos esferas diferentes. Si les preguntáramos a los judíos si habían oído las
palabras del Adón, ellos habrían ese que sí. Pero el Adón les dijo que no
habían oído nada, porque no eran de Elohim.
Este es un asunto que nos hace recapacitar. Uno no recibe la
Palabra de Elohim simplemente por estar en el lugar donde Él habla. Una persona
puede estar presente en el sitio donde Elohim habla y no oír nada. Puede ser
inclusive que oiga todos los sonidos y las palabras, pero el Adón Yahshua dirá
que no oyó nada. El oír al que se refiere el Adón Yahshua es totalmente
diferente. Hay dos maneras de oír, las cuales pertenecen a dos esferas
diferentes. Uno puede oír cosas de una esfera y no de la otra. Esto constituye
un problema básico en la experiencia de muchas personas, y un punto de
discusión, porque los que no oyen nunca admitirán que no oyen, porque no
comprenden la diferencia. Los judíos ciertamente habían ESCUCHADO, pero ninguno
de ellos había OÍDO, para explicarlo de forma simple. Muchos escuchan las
palabras de las Escrituras, pero no detectan la Palabra de Elohim, no la oyen. Eso
es porque, como dicen las Escrituras, "NO TIENEN OÍDOS PARA OÍR". El
Adón les habló a aquellas personas. No podemos decir que todas eran insensatas
ni que todas tuviesen problemas psicológicos ni que fueran sordas. Todas oían
lo que el Adón decía. De no ser así, ¿cómo pudieron rechazarlo? LO RECHAZARON
PORQUE HABÍAN OÍDO SUS PALABRAS. No obstante, el Adón Yahshua dijo que los que
son de Elohim oyen las palabras de Elohim y que los demás no las oyen porque no
son de Elohim. Ahí radica el problema. Muchas personas sólo escuchan las voces
de una esfera y no oyen ninguna voz de la otra esfera. No oyen nada porque no
son de Elohim, por eso sus oídos no han sido abiertos. El Adón Yahshua dijo que
algunos no entendían Su palabra porque no podían oírla:
¿Por qué no comprenden lo que digo? Porque no pueden oír mi palabra. Yahanan 8:43
Los oídos físicos sólo pueden oír palabras humanas, las
cuales están en una esfera. Las palabras de la otra esfera sólo se pueden oír
con otra clase de oído. Solamente los que son de Elohim pueden oírlas.
Muchas personas que leen las Escrituras sólo perciben la
cáscara o la apariencia de la Palabra de Elohim. Pero la palabra de Elohim se
encuentra en una esfera completamente diferente. Es menester que comprendamos
esto. Si no podemos oír las palabras de Elohim, no podemos ser Sus ministros.
¿A qué nos referimos cuando decimos que una persona no oye la Palabra de
Elohim? Nos referimos a que es posible tener al Adón Yahshua frente a nosotros
hablándonos por varias horas sin que oigamos nada. En tal caso, no habríamos
oído la Palabra de Elohim. Tal vez hayamos oído todo lo que el Adón dijo en tal
ocasión y hasta tomamos notas, y al llegar a casa tal vez lo memorizamos todo,
y aun así, no oímos la Palabra de Elohim. En otras palabras, no oímos lo que
Elohim dijo PORQUE NO NOS PENETRÓ, porque sólo tocamos la envoltura de la
Palabra. Muchas personas no pasan de la cáscara de las Escrituras, y aun así,
piensan que son ministros de la Palabra de Elohim. Es difícil mostrar su error
a este tipo de personas, porque se ofenden fácilmente. Nosotros no podemos ser
superficiales. La inspiración debe ser complementada con la revelación para que
pueda convertirse en la Palabra de Elohim, porque la inspiración sola no basta.
Si lo único que tenemos es la inspiración, sólo tenemos la envoltura de las
Escrituras, pero no la palabra de Elohim. Puede ser que nos jactemos de haber
leído mucho las Escrituras, pero eso no significa necesariamente que hayamos
oído la Palabra de Elohim. No podemos negar que las personas mencionadas en
Yahanan 8 oyeron las palabras de Elohim. Aun así, el Adón dijo que no las
oyeron.
Necesitamos entender lo que es la Palabra de Elohim. Es la
palabra viva que está detrás de la letra, la voz que está detrás del sonido, y
el lenguaje que está detrás de los idiomas. Lo que hace que la palabra de
Elohim sea tan especial es que el oído natural, el oído carnal, puede oírla, y
aun así, eso no cuenta. Y esto confunde a muchos y les hace creer que realmente
han oído. Esta es una prueba más de las muchas camadas de las cosas de Yahweh,
que todos pueden ver, pero sólo unos pocos entender. Una persona puede ser muy
inteligente en su constitución natural, puede estar muy capacitada, tener un
agudo raciocinio y un intelecto desarrollado, pero eso no quiere decir que
toque la vida por detrás de esa palabra escrita. Esta manera de oír sólo hace
que la persona tenga contacto con la esfera física; no le ayuda a tener
contacto con la esfera espiritual en la cual se halla la palabra de Elohim. La
palabra de Elohim pertenece a otra esfera. Es erróneo suponer que cualquiera
puede oír la palabra de Elohim. SÓLO QUIENES PERTENECEN A ELOHIM PUEDEN OÍR
ESTA PALABRA. El factor que determina si alguien puede oír es su persona misma.
Si mis oídos físicos tienen problemas, yo no podré oír la
palabra del Adón Yahshua en la esfera natural; y si mis oídos espirituales
tienen problemas, no podré oír Su palabra en la esfera espiritual. Podemos
entrar en una de dos esferas, y lo mismo sucede con la Palabra. Si permanecemos
en la esfera física, cuando mucho podré percibir el lado físico de la Palabra
de Elohim. Podré oírla y entenderla, pero el Adón aún dirá que no la he oído.
Él desea que yo oiga las palabras que se enuncian en la otra esfera. Puede ser
que haya millares o millones de personas que hayan oído las palabras de la
esfera física, pero tal vez sólo ocho o diez de ellas hayan oído las palabras
de la esfera espiritual. En esto radica el problema de muchas personas al
acercarse a las Escrituras. Ellos sólo tocan la fachada de las Escrituras sin
tocar al Mashiaj que ésta contiene. Es el mismo caso de una persona que toca a
Yahshua sin tocar al Hijo de Elohim. Ver las Escrituras sola, es decir el
libro, sin tocar la Palabra o al Mashiaj de Elohim, no tiene ningún valor.
"Nosotros somos de Elohim; el que conoce a Elohim, nos oye; el que no es de Elohim, no nos oye. En esto conocemos el Ruaj de verdad y el ruaj de engaño". Yahanan Alef 4:6
Yahanan no era medroso en lo más mínimo. Él dijo que debemos
tener la confianza de que somos de Elohim y de la verdad. La prueba será que
tenemos en nuestro interior la Vida, la escucharemos y la comprenderemos, no
con nuestra mente de carne, sino con la mente de nuestro nuevo hombre, que es
la mente de Mashíaj. Aquellos que conocen a Elohim nos oirán, y los que no lo
conocen no nos oirán. Esto es lo que Yahanan quiso decir y nos muestra que los
apóstoles creían que no bastaba oír el sonido, es decir, oír la voz física.
Para ese entonces Yahanan era ya viejo. Puede ser que los que lo oían estaban
muy familiarizados con su voz. Ellos de ningún modo confundirían la voz de
Yahanan. Pero lo extraño es que Yahanan les dijo que sólo los que conocían a
Elohim podían oírlo. Esto nos muestra claramente que lo importante no es si
tenemos oídos para oír o no. El problema no son los oídos. Yahanan se refería a
que los que no son de Elohim no pueden oír la Palabra de Elohim, ya que ésta se
halla en otra esfera, en otro mundo. No todos los que conocen las Escrituras,
conocen la Palabra de Elohim. No todos los que pueden hablar de las Escrituras
pueden comunicar la Palabra de Elohim. No todos los que reciben las Escrituras
pueden recibir la Palabra de Elohim. La persona tiene que desarrollar cierta
relación con Elohim para poder oír Su Palabra.
Examinemos tres pasukim paralelos de la Besorah de Yahanan.
"Elohim es Ruaj; y es necesario que los que lo adoran, lo adoren en ruaj y en verdad". Yahanan 4:24
Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Ruaj, ruaj es. Yahanan 3:6
El ruaj es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo les he hablado son ruaj y son vida. Yahanan 6:63
Estas tres referencias a la palabra ruaj son muy
significativas. Elohim es Ruaj; las palabras del Adón son ruaj; y el Ruaj
engendra al ruaj. Ya que las palabras del Adón son ruaj, SÓLO UNA PERSONA CON
RUAJ (Y RUAJ DESARROLLADO) PUEDE ENTENDERLAS. Entes de la misma naturaleza
pueden entenderse mutuamente. La palabra por fuera es simplemente una voz. Una
persona puede leer las palabras de las Escrituras, estudiarlas, oírlas y
entenderlas, únicamente porque dentro de ella hay ruaj. Esto es algo que los
oídos no pueden oír ni la mente entender. La Palabra del Adón es ruaj. Por
tanto, es imposible que la mente, el intelecto, o cualquier sabiduría humana la
entienda o la pueda trasmitir. Ya que las palabras del Adón son ruaj, sólo los
que han nacido del Ruaj la oirán. Los que han nacido del Ruaj son del ruaj y
tienen algo diferente en su interior. El hombre necesita ser adiestrado y
reeducado con relación a la Palabra de Elohim para poder captarla, porque ella
pertenece a otra esfera y está fuera de lo ordinario.
Yahshúa les contestó: "Ya sé lo he dicho, pero ustedes no creen. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Yahanan 10:25-27
Hermanos, ¿entienden ahora por qué debe ser quebrantado
nuestro hombre exterior? Tiene que ser quebrantado porque sin este quebrantamiento,
una persona no puede ser ministro de la Palabra de Elohim, ni siquiera puede
recibir Vida en su vida. El hombre exterior no tiene relación alguna con la
Palabra de Elohim. Nuestra sabiduría, nuestras emociones, sentimientos,
pensamientos y entendimiento son inútiles. (Más adelante veremos que ellos sí
son útiles. Lo que decimos ahora es que son inútiles como órganos fundamentales
para recibir las cosas espirituales). La Palabra de Elohim es ruaj, y sólo
aquellos que usan su ruaj la podrán oír. Tenemos que entender claramente este
principio: Elohim es Ruaj, y los que le adoran tienen que hacerlo CON SU RUAJ;
asimismo, Elohim es Ruaj, y los que reciben Su palabra tienen que recibirla con
su ruaj. No podemos recibir lo espiritual con la mente. Sólo cosas que tienen
la misma naturaleza son compatibles. De no ser así, no habrá fruto alguno.
Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: "¿Por qué les hablas en parábolas?". Él les dijo en respuesta: "Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino del Cielo, pero a ellos no se les ha concedido. Porque al que tiene, se le dará, y tendrá más, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni tampoco entienden. Además, se cumple en ellos la profecía de YeshaYah, que dice: Escuchando oirán ustedes, pero no entenderán; y mirando verán, pero no percibirán. Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con los oídos han oído torpemente. Han cerrado sus ojos para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los sane. MattiYah 13:10-15
El Adón les dijo a Sus talmidim que a ellos se les permitía
conocer los misterios del reino de los cielos, pero a la multitud no le era
dado.
¿Por qué dijo el Adón esto? En MattiYah 12 había ocurrido un
incidente. Ciertas personas blasfemaron contra el Ruaj haKodesh. El Adón
Yahshua, por el poder del Ruaj haKodesh, había echado fuera demonios, pero
aquellas personas odiaban tanto al Adón que afirmaban que el Adón lo había
hecho por Belcebú:
Pero al oírlo, los fariseos dijeron: "Este no echa fuera los demonios sino por Baal-Zebul, el príncipe de los demonios". MattiYah 12:24
Decir que el Ruaj haKodesh era Belcebú, "el Señor de
las moscas", fue una blasfemia. Por lo tanto, en el capítulo 13, el Adón
habló en parábolas. O SEA QUE, DESDE ESE MOMENTO, AQUELLAS PERSONAS VERÍAN PERO
NO ENTENDERÍAN. Oirían que un hombre salió a sembrar, que un enemigo vino a sembrar
cizaña mientras cierto hombre dormía, que una red fue echada al mar, que una
mujer tomó levadura y la escondió en tres medidas de harina, y no conocerían el
significado de nada de eso. Podrían oír todo, pero sin entender nada.
Desde el día que blasfemaron contra el Ruaj haKodesh, los
judíos solamente oyeron parábolas. En la actualidad nosotros hablamos en
parábolas como ayuda para que se entienda el significado de lo que decimos,
pero cuando el Adón Yahshua se dirigió a aquellas personas en parábolas, Su
intención era que no entendieran. El Adón a propósito usaba las parábolas para
hacer que ellos se quedaran en la esfera externa, sin entender el significado
de las palabras. Ellos sólo oían la descripción literal de las cosas, tales
como la siembra, el trigo, la red y la levadura, pero desconocían el
significado. Muchas personas hoy leen las Escrituras de la misma manera en que
los judíos escuchaban las parábolas; ellos sólo sabían que el sembrador salió a
sembrar; entendían lo que es la tierra buena, los espinos, la tierra sin
profundidad, los pedregales, y del fruto a treinta, a sesenta y a ciento por
uno, pero no pasaban de ahí. Muchos hoy leen las palabras, pero no entienden
nada; sólo ven lo externo y no perciben lo interno. Es bastante interesante que
el Adón Yahshua hablara adrede en parábolas para evitar que entendieran. Los
judíos pensaban que lo sabían todo. En realidad, no sabían nada.
¿En qué consiste el ministerio de la Palabra? El ministerio
de la Palabra está relacionado con aquello que está implícito en las parábolas,
con lo que yace detrás de las palabras mismas. Una persona sólo puede percibir
estas cosas cuando tiene la debida condición delante de Elohim. En el caso de
los judíos, su corazón se había embotado y, por lo tanto, no podían entender
estas palabras. Sus oídos estaban cargados y sus ojos cerrados. El problema de
hoy no es que la Palabra de Elohim escasee, sino que los hijos de Elohim no la
conocen.
Lo que las personas tienen por Palabra de Elohim no es más
que parábolas y relatos y la mayoría acepta el hecho de que NO ENTIENDEN LA
PALABRA. Hermanos, el hecho de que una persona lea las Escrituras no significa
que toque la Palabra de Elohim. Para tocar la Palabra de Elohim, uno tiene que
acudir a las Escrituras. Esto es un hecho, y además es necesario, PERO NO ES
SUFICIENTE. Tenemos que decirle al Adón que deseamos captar el mensaje
contenido en Su Palabra, y ver la luz que está en Su luz, la revelación que
está en Su revelación. Si no tocamos la realidad implícita en la Palabra,
podremos predicar todo lo que queramos, pero no tendremos nada que ministrar.
Si no vemos la realidad implícita en la Palabra, no podremos proclamar a
Mashiaj. Necesitamos tocar al Adón Yahshua en la Palabra. No sólo debemos ver
las Escrituras sino al propio Adón Yahshua. Una vez que conocemos al Adón,
conocemos las Escrituras. Uno no llega a conocer al Adón simplemente por
entender las doctrinas. Muchos de los que entienden las doctrinas posiblemente
no conozcan al Adón. Uno tampoco conoce al Adón simplemente por conocer la
verdad contenida en la Palabra. Sólo al ver la luz de gloria en la faz del Adón
puede uno entenderlo todo claramente. Cuando vemos la luz de gloria en Su faz,
muchos de los problemas que tenemos en cuanto a la palabra de Elohim
desaparecen. Cuando conocemos al Adón, conocemos las Escrituras. Cuando
conocemos a Mashiaj, conocemos la Palabra de Elohim. Si no experimentamos esto,
no podremos impartir a Mashiaj en la congregación.
Cuando una persona vive delante de Elohim y descubre lo que
es el Adón, encuentra esto mismo en las Escrituras. Rápidamente relacionará un
pasaje con algún aspecto del Adón o con algo que el Adón expresa de Sí. Por eso
todas las páginas de las Escrituras hablan de Mashiaj. Hermanos, una vez que
conocemos a Mashiaj, las Escrituras se vuelven Palabra viva. Es crucial que
tengamos la revelación de Mashiaj, porque en tal caso, el conocimiento de las
Escrituras confirmará el conocimiento que tenemos de Él. En caso contrario, las
Escrituras seguirán siendo un libro, y el Adón seguirá siendo el Adón, y sólo
podremos ministrar las Escrituras en la congregación; no podremos impartirle a
Mashiaj. Pero si al presentar cierto pasaje presentamos a Mashiaj, entonces Él
sí será ministrado a los oyentes. Al presentar algún pasaje, debemos presentar
a Mashiaj. Si luego tenemos que presentar otra porción, volveremos a presentar
a Mashiaj. De este modo no citaremos sólo términos bíblicos, sino que
infundiremos a Mashiaj en la congregación. Si uno no conoce a Mashiaj, tampoco
conocerá las Escrituras. Ocuparse de las explicaciones, la exégesis o el
entendimiento superficial de las Escrituras es inútil. Debemos recordar que
guiar a las personas a conocer las Escrituras y guiarlas a conocer a Mashiaj
son dos cosas totalmente diferentes.
El ministerio de la Palabra es bastante personal en la
experiencia de uno. No se trata de descubrir lo que dicen las Escrituras para
luego decírselo a otros, porque tal acción es completamente objetiva y no es
parte del ministerio de la Palabra. El ministro de la Palabra tiene que ser una
persona de revelación, una que ha visto algo en experiencia; porque así podrá
afirmar que las Escrituras son su base. Sólo entonces será apto/a para impartir
a Mashiaj por medio de las Escrituras. Uno puede presentar las Escrituras según
ellas mismas; mientras que otros la exponen según Mashiaj. Estos dos casos son
totalmente diferentes. En la actualidad encontramos a muchas personas que
exponen las Escrituras, aunque su condición interior no concuerde con su
predicación. Hay exposiciones que se centran en las Escrituras, pero otras
giran en torno a Mashiaj y dependen de una revelación o visión o algún
conocimiento impartido por Elohim, que luego se confirma en las Escrituras. Por
tanto, el mensaje que se comunica tiene su cimiento en una comparación de las
dos cosas. Así puede uno ministrar a un Mashiaj recibido por revelación, y no
limitarse a una presentación de las Escrituras según una comprensión netamente
objetiva. Admitimos que la exégesis es una ayuda y que puede guardar a una
persona joven e inexperta de caer en muchos errores y laberintos. Pero todo
aquel que desea desarrollar un ministerio o un servicio sólido no puede hacerlo
exclusivamente basándose en la exégesis. Cuando una persona vive delante de
Elohim, conoce a Mashiaj y puede usar cualquier pasaje de las Escrituras. Tal
persona sirve como ministro, porque tiene la Palabra de Elohim; puede reunir
algunos pasajes de las Escrituras y aplicarlos apropiadamente. Esta es la
manera en que la persona imparte a Mashiaj a la congregación. Mashíaj no es una
historia a ser contada, es una experiencia diaria en la vida de cada creyente.
Esa parte siempre falla.
A fin de ser un ministro de la Palabra de Elohim, uno
necesita adquirir un entendimiento fundamental acerca de Mashiaj, un
entendimiento VIVO. Muchas veces al crecer la persona en esta experiencia,
descubre que su conocimiento de Mashiaj sobrepasa su conocimiento bíblico. Con
el tiempo, encuentra en las Escrituras la confirmación de su experiencia.
Entonces la persona se da cuenta de que tiene un mensaje que comunicar, porque
en su experiencia Mashiaj se ha convertido en la Palabra. Este es el factor
fundamental del ministerio. Al principio el Adón se revela a esta persona y le
muestra lo que Él es; entonces ella ve algo que nunca había visto en las
Escrituras. Pocos días después, o quizá en un año o dos, ve ese mismo asunto en
las Escrituras, y exclama: "¡Esto fue lo que recibí del Adón en aquel
día!". Quizás un pasaje o varios saltarán de las páginas de las
Escrituras, y gradualmente el Mashiaj que conoce en revelación se convertirá en
la Palabra Viva. De esta manera uno comprueba que el Adón está en el proceso de
prepararlo a uno para ser ministro de Su Palabra. Tal vez después de unos días,
el Adón arreglará cierta situación para que uno pueda comunicar este mensaje.
De esta manera, las palabras que uno comunica se convertirán en la
corporificación de Mashiaj para otros. Si Elohim tiene misericordia de
nosotros, estas palabras llegarán a ser Mashiaj para los demás, y lo podrán
conocer. En esto consiste el ministerio de la Palabra. El Mashiaj que conocemos
por revelación gradualmente se convierte en la Palabra ante nuestros ojos.
Luego escudriñamos las Escrituras, y gradualmente encontramos esta palabra en
diversos pasajes en las Escrituras. Cuando esto ocurre, ministramos estas
palabras como la corporificación de Mashiaj. Si Elohim les concede Su gracia y
Su misericordia a los oyentes, el Ruaj haKodesh operará en ellos cuando ellos
oigan el mensaje, y la Palabra llegará a ser el Mashiaj que suplirá sus
necesidades. Esto es lo que significa impartir a Mashiaj en los demás; lo
ministramos por medio de las palabras de las Escrituras. Cuando otros reciben
esta palabra, reciben a Mashiaj mismo. Esta es la base de todo ministerio de la
Palabra.
Hermanos, tenemos que ver la diferencia que existe entre el
camino superficial y el interno. A fin de ser ministros de la Palabra, tenemos
que estar provistos de la misma. Pero la Palabra consta de lo que vemos delante
del Adón y de lo que tocamos en Mashiaj. Una vez que tocamos a Mashiaj, el Hijo
de Elohim, este libro espontáneamente se transforma en la Palabra viva en
nuestra experiencia. Si al estar delante del Adón lo único que vemos es un
libro llamado las Escrituras, no tenemos mucho qué ministrar; a lo sumo,
tendremos sólo una interpretación intelectual. Esto podrá suministrar a los
oyentes algún conocimiento bíblico, pero no podrá guiar el hombre al Adón.
Posiblemente ayude con respecto a la verdad, pero no tendrá la virtud de
guiarlos a Mashiaj.
Debemos comprender en qué consiste la esencia de la Palabra
de Elohim. ¿Qué significa tocar la Palabra de Elohim? ¿Qué constituye a una
persona ministro de la Palabra? Es necesario pagar el precio. Nuestro corazón
no debe estar cargado, nuestros ojos no deben cerrarse y nuestros oídos no
deben embotarse. Necesitamos ver a Elohim. Quiera Elohim que nuestros oídos
oigan y nuestros ojos vean, y que no hagamos nada que los cierre. Ojalá no
seamos aquellos que ven y no perciben, o que oyen y no entienden. Hay dos
esferas delante de nosotros. Necesitamos tomar posesión de las cosas de ambas.
Necesitamos la palabra que pertenece a la esfera física, y necesitamos tocar la
palabra que pertenece a la esfera interior. Si hacemos esto, gradualmente
llegaremos a ser vasos útiles en las manos del Adón.
Que el Adón tenga misericordia de nosotros para que podamos
ver que la Palabra de Elohim es Mashiaj mismo, así como lo fue Yahshua de
Nazaret. El hombre de carne y sangre que anduvo en este mundo era Mashiaj, y
asimismo las Escrituras son Mashiaj. El hombre Yahshua de carne y sangre, el
hombre quien anduvo en este mundo, es la Palabra de Elohim. De la misma manera,
las Escrituras, la letra escrita e impresa, también son la Palabra de Elohim.
Debemos tocar no sólo las cosas externas sino también las internas. Sólo
entonces contaremos con el ministerio de la Palabra. Aquellos que no conocen a
Mashiaj pueden quizá memorizar toda la Escritura, pero aun así no podrán ser
ministros de la Palabra. Nosotros debemos postrarnos delante de Elohim, porque
necesitamos revelación. Cuando las palabras salgan de nuestra boca, deben tener
tal efecto que hagan que los hijos de Elohim se postren delante de Él. No es un
asunto de cuánto ni cómo se predique, sino de la naturaleza intrínseca de la
persona. La naturaleza misma de muchos ministros no es la debida. Si Elohim
tiene misericordia de nosotros, nos postraremos delante de Él, y tendremos un
nuevo comienzo. Tenemos que tocar las Escrituras por medio del Adón, y nuestro
servicio en el ministerio de la Palabra tiene que estar cimentado en esto. Si
éste es el caso, podremos avanzar.
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