31 de diciembre de 2021

PSN29 - Mashiaj, La Palabra De Elohim 02

 


Nuestro Adón enseñó acerca de muchas cosas cuando estuvo en la tierra, y muchos lo oyeron. En Yahanan 8 el Adón Yahshua habló de muchas cosas. Habló de una mujer adúltera que fue perdonada. Más tarde, les dijo a los judíos que la verdad los haría libres y que no tenían que seguir siendo esclavos. Los judíos respondieron diciéndole que ellos eran descendientes de Avraham y que no eran esclavos. Pero el Adón les dijo que todo el que peca es esclavo del pecado (pasukim 32-34). Quizá los judíos entendieron lo que se les dijo, o quizás no. Pero no podían decir que no lo hubieran oído. Sus oídos no estaban cerrados, ni eran sordos. No obstante, el Adón Yahshua dijo algo muy peculiar:

 

"El que es de Elohim escucha las palabras de Elohim. Por eso ustedes no las escuchan, porque no son de Elohim". Yahanan 8:47

 

Oír va más allá de percibir el sonido de la voz. Algunos oyen la voz y perciben la Palabra de Elohim, pero otros no. Vemos que se trata de dos esferas diferentes. Si les preguntáramos a los judíos si habían oído las palabras del Adón, ellos habrían ese que sí. Pero el Adón les dijo que no habían oído nada, porque no eran de Elohim.

 

Este es un asunto que nos hace recapacitar. Uno no recibe la Palabra de Elohim simplemente por estar en el lugar donde Él habla. Una persona puede estar presente en el sitio donde Elohim habla y no oír nada. Puede ser inclusive que oiga todos los sonidos y las palabras, pero el Adón Yahshua dirá que no oyó nada. El oír al que se refiere el Adón Yahshua es totalmente diferente. Hay dos maneras de oír, las cuales pertenecen a dos esferas diferentes. Uno puede oír cosas de una esfera y no de la otra. Esto constituye un problema básico en la experiencia de muchas personas, y un punto de discusión, porque los que no oyen nunca admitirán que no oyen, porque no comprenden la diferencia. Los judíos ciertamente habían ESCUCHADO, pero ninguno de ellos había OÍDO, para explicarlo de forma simple. Muchos escuchan las palabras de las Escrituras, pero no detectan la Palabra de Elohim, no la oyen. Eso es porque, como dicen las Escrituras, "NO TIENEN OÍDOS PARA OÍR". El Adón les habló a aquellas personas. No podemos decir que todas eran insensatas ni que todas tuviesen problemas psicológicos ni que fueran sordas. Todas oían lo que el Adón decía. De no ser así, ¿cómo pudieron rechazarlo? LO RECHAZARON PORQUE HABÍAN OÍDO SUS PALABRAS. No obstante, el Adón Yahshua dijo que los que son de Elohim oyen las palabras de Elohim y que los demás no las oyen porque no son de Elohim. Ahí radica el problema. Muchas personas sólo escuchan las voces de una esfera y no oyen ninguna voz de la otra esfera. No oyen nada porque no son de Elohim, por eso sus oídos no han sido abiertos. El Adón Yahshua dijo que algunos no entendían Su palabra porque no podían oírla:

 

¿Por qué no comprenden lo que digo? Porque no pueden oír mi palabra. Yahanan 8:43

 

Los oídos físicos sólo pueden oír palabras humanas, las cuales están en una esfera. Las palabras de la otra esfera sólo se pueden oír con otra clase de oído. Solamente los que son de Elohim pueden oírlas.

 

Muchas personas que leen las Escrituras sólo perciben la cáscara o la apariencia de la Palabra de Elohim. Pero la palabra de Elohim se encuentra en una esfera completamente diferente. Es menester que comprendamos esto. Si no podemos oír las palabras de Elohim, no podemos ser Sus ministros. ¿A qué nos referimos cuando decimos que una persona no oye la Palabra de Elohim? Nos referimos a que es posible tener al Adón Yahshua frente a nosotros hablándonos por varias horas sin que oigamos nada. En tal caso, no habríamos oído la Palabra de Elohim. Tal vez hayamos oído todo lo que el Adón dijo en tal ocasión y hasta tomamos notas, y al llegar a casa tal vez lo memorizamos todo, y aun así, no oímos la Palabra de Elohim. En otras palabras, no oímos lo que Elohim dijo PORQUE NO NOS PENETRÓ, porque sólo tocamos la envoltura de la Palabra. Muchas personas no pasan de la cáscara de las Escrituras, y aun así, piensan que son ministros de la Palabra de Elohim. Es difícil mostrar su error a este tipo de personas, porque se ofenden fácilmente. Nosotros no podemos ser superficiales. La inspiración debe ser complementada con la revelación para que pueda convertirse en la Palabra de Elohim, porque la inspiración sola no basta. Si lo único que tenemos es la inspiración, sólo tenemos la envoltura de las Escrituras, pero no la palabra de Elohim. Puede ser que nos jactemos de haber leído mucho las Escrituras, pero eso no significa necesariamente que hayamos oído la Palabra de Elohim. No podemos negar que las personas mencionadas en Yahanan 8 oyeron las palabras de Elohim. Aun así, el Adón dijo que no las oyeron.

 

Necesitamos entender lo que es la Palabra de Elohim. Es la palabra viva que está detrás de la letra, la voz que está detrás del sonido, y el lenguaje que está detrás de los idiomas. Lo que hace que la palabra de Elohim sea tan especial es que el oído natural, el oído carnal, puede oírla, y aun así, eso no cuenta. Y esto confunde a muchos y les hace creer que realmente han oído. Esta es una prueba más de las muchas camadas de las cosas de Yahweh, que todos pueden ver, pero sólo unos pocos entender. Una persona puede ser muy inteligente en su constitución natural, puede estar muy capacitada, tener un agudo raciocinio y un intelecto desarrollado, pero eso no quiere decir que toque la vida por detrás de esa palabra escrita. Esta manera de oír sólo hace que la persona tenga contacto con la esfera física; no le ayuda a tener contacto con la esfera espiritual en la cual se halla la palabra de Elohim. La palabra de Elohim pertenece a otra esfera. Es erróneo suponer que cualquiera puede oír la palabra de Elohim. SÓLO QUIENES PERTENECEN A ELOHIM PUEDEN OÍR ESTA PALABRA. El factor que determina si alguien puede oír es su persona misma.

 

Si mis oídos físicos tienen problemas, yo no podré oír la palabra del Adón Yahshua en la esfera natural; y si mis oídos espirituales tienen problemas, no podré oír Su palabra en la esfera espiritual. Podemos entrar en una de dos esferas, y lo mismo sucede con la Palabra. Si permanecemos en la esfera física, cuando mucho podré percibir el lado físico de la Palabra de Elohim. Podré oírla y entenderla, pero el Adón aún dirá que no la he oído. Él desea que yo oiga las palabras que se enuncian en la otra esfera. Puede ser que haya millares o millones de personas que hayan oído las palabras de la esfera física, pero tal vez sólo ocho o diez de ellas hayan oído las palabras de la esfera espiritual. En esto radica el problema de muchas personas al acercarse a las Escrituras. Ellos sólo tocan la fachada de las Escrituras sin tocar al Mashiaj que ésta contiene. Es el mismo caso de una persona que toca a Yahshua sin tocar al Hijo de Elohim. Ver las Escrituras sola, es decir el libro, sin tocar la Palabra o al Mashiaj de Elohim, no tiene ningún valor.

 

"Nosotros somos de Elohim; el que conoce a Elohim, nos oye; el que no es de Elohim, no nos oye. En esto conocemos el Ruaj de verdad y el ruaj de engaño". Yahanan Alef 4:6

 

Yahanan no era medroso en lo más mínimo. Él dijo que debemos tener la confianza de que somos de Elohim y de la verdad. La prueba será que tenemos en nuestro interior la Vida, la escucharemos y la comprenderemos, no con nuestra mente de carne, sino con la mente de nuestro nuevo hombre, que es la mente de Mashíaj. Aquellos que conocen a Elohim nos oirán, y los que no lo conocen no nos oirán. Esto es lo que Yahanan quiso decir y nos muestra que los apóstoles creían que no bastaba oír el sonido, es decir, oír la voz física. Para ese entonces Yahanan era ya viejo. Puede ser que los que lo oían estaban muy familiarizados con su voz. Ellos de ningún modo confundirían la voz de Yahanan. Pero lo extraño es que Yahanan les dijo que sólo los que conocían a Elohim podían oírlo. Esto nos muestra claramente que lo importante no es si tenemos oídos para oír o no. El problema no son los oídos. Yahanan se refería a que los que no son de Elohim no pueden oír la Palabra de Elohim, ya que ésta se halla en otra esfera, en otro mundo. No todos los que conocen las Escrituras, conocen la Palabra de Elohim. No todos los que pueden hablar de las Escrituras pueden comunicar la Palabra de Elohim. No todos los que reciben las Escrituras pueden recibir la Palabra de Elohim. La persona tiene que desarrollar cierta relación con Elohim para poder oír Su Palabra.

 

Examinemos tres pasukim paralelos de la Besorah de Yahanan.

 

"Elohim es Ruaj; y es necesario que los que lo adoran, lo adoren en ruaj y en verdad". Yahanan 4:24

 

Lo que ha nacido de la carne, carne es; y lo que ha nacido del Ruaj, ruaj es. Yahanan 3:6

 

El ruaj es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo les he hablado son ruaj y son vida. Yahanan 6:63

 

Estas tres referencias a la palabra ruaj son muy significativas. Elohim es Ruaj; las palabras del Adón son ruaj; y el Ruaj engendra al ruaj. Ya que las palabras del Adón son ruaj, SÓLO UNA PERSONA CON RUAJ (Y RUAJ DESARROLLADO) PUEDE ENTENDERLAS. Entes de la misma naturaleza pueden entenderse mutuamente. La palabra por fuera es simplemente una voz. Una persona puede leer las palabras de las Escrituras, estudiarlas, oírlas y entenderlas, únicamente porque dentro de ella hay ruaj. Esto es algo que los oídos no pueden oír ni la mente entender. La Palabra del Adón es ruaj. Por tanto, es imposible que la mente, el intelecto, o cualquier sabiduría humana la entienda o la pueda trasmitir. Ya que las palabras del Adón son ruaj, sólo los que han nacido del Ruaj la oirán. Los que han nacido del Ruaj son del ruaj y tienen algo diferente en su interior. El hombre necesita ser adiestrado y reeducado con relación a la Palabra de Elohim para poder captarla, porque ella pertenece a otra esfera y está fuera de lo ordinario.

 

Yahshúa les contestó: "Ya sé lo he dicho, pero ustedes no creen. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". Yahanan 10:25-27

 

Hermanos, ¿entienden ahora por qué debe ser quebrantado nuestro hombre exterior? Tiene que ser quebrantado porque sin este quebrantamiento, una persona no puede ser ministro de la Palabra de Elohim, ni siquiera puede recibir Vida en su vida. El hombre exterior no tiene relación alguna con la Palabra de Elohim. Nuestra sabiduría, nuestras emociones, sentimientos, pensamientos y entendimiento son inútiles. (Más adelante veremos que ellos sí son útiles. Lo que decimos ahora es que son inútiles como órganos fundamentales para recibir las cosas espirituales). La Palabra de Elohim es ruaj, y sólo aquellos que usan su ruaj la podrán oír. Tenemos que entender claramente este principio: Elohim es Ruaj, y los que le adoran tienen que hacerlo CON SU RUAJ; asimismo, Elohim es Ruaj, y los que reciben Su palabra tienen que recibirla con su ruaj. No podemos recibir lo espiritual con la mente. Sólo cosas que tienen la misma naturaleza son compatibles. De no ser así, no habrá fruto alguno.

 

Entonces se acercaron los discípulos y le dijeron: "¿Por qué les hablas en parábolas?". Él les dijo en respuesta: "Porque a ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino del Cielo, pero a ellos no se les ha concedido. Porque al que tiene, se le dará, y tendrá más, pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. Por eso les hablo en parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni tampoco entienden. Además, se cumple en ellos la profecía de YeshaYah, que dice: Escuchando oirán ustedes, pero no entenderán; y mirando verán, pero no percibirán. Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con los oídos han oído torpemente. Han cerrado sus ojos para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los sane. MattiYah 13:10-15

 

El Adón les dijo a Sus talmidim que a ellos se les permitía conocer los misterios del reino de los cielos, pero a la multitud no le era dado.

 

¿Por qué dijo el Adón esto? En MattiYah 12 había ocurrido un incidente. Ciertas personas blasfemaron contra el Ruaj haKodesh. El Adón Yahshua, por el poder del Ruaj haKodesh, había echado fuera demonios, pero aquellas personas odiaban tanto al Adón que afirmaban que el Adón lo había hecho por Belcebú:

 

Pero al oírlo, los fariseos dijeron: "Este no echa fuera los demonios sino por Baal-Zebul, el príncipe de los demonios". MattiYah 12:24

 

Decir que el Ruaj haKodesh era Belcebú, "el Señor de las moscas", fue una blasfemia. Por lo tanto, en el capítulo 13, el Adón habló en parábolas. O SEA QUE, DESDE ESE MOMENTO, AQUELLAS PERSONAS VERÍAN PERO NO ENTENDERÍAN. Oirían que un hombre salió a sembrar, que un enemigo vino a sembrar cizaña mientras cierto hombre dormía, que una red fue echada al mar, que una mujer tomó levadura y la escondió en tres medidas de harina, y no conocerían el significado de nada de eso. Podrían oír todo, pero sin entender nada.

 

Desde el día que blasfemaron contra el Ruaj haKodesh, los judíos solamente oyeron parábolas. En la actualidad nosotros hablamos en parábolas como ayuda para que se entienda el significado de lo que decimos, pero cuando el Adón Yahshua se dirigió a aquellas personas en parábolas, Su intención era que no entendieran. El Adón a propósito usaba las parábolas para hacer que ellos se quedaran en la esfera externa, sin entender el significado de las palabras. Ellos sólo oían la descripción literal de las cosas, tales como la siembra, el trigo, la red y la levadura, pero desconocían el significado. Muchas personas hoy leen las Escrituras de la misma manera en que los judíos escuchaban las parábolas; ellos sólo sabían que el sembrador salió a sembrar; entendían lo que es la tierra buena, los espinos, la tierra sin profundidad, los pedregales, y del fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno, pero no pasaban de ahí. Muchos hoy leen las palabras, pero no entienden nada; sólo ven lo externo y no perciben lo interno. Es bastante interesante que el Adón Yahshua hablara adrede en parábolas para evitar que entendieran. Los judíos pensaban que lo sabían todo. En realidad, no sabían nada.

 

 

 

 

¿En qué consiste el ministerio de la Palabra? El ministerio de la Palabra está relacionado con aquello que está implícito en las parábolas, con lo que yace detrás de las palabras mismas. Una persona sólo puede percibir estas cosas cuando tiene la debida condición delante de Elohim. En el caso de los judíos, su corazón se había embotado y, por lo tanto, no podían entender estas palabras. Sus oídos estaban cargados y sus ojos cerrados. El problema de hoy no es que la Palabra de Elohim escasee, sino que los hijos de Elohim no la conocen.

 

Lo que las personas tienen por Palabra de Elohim no es más que parábolas y relatos y la mayoría acepta el hecho de que NO ENTIENDEN LA PALABRA. Hermanos, el hecho de que una persona lea las Escrituras no significa que toque la Palabra de Elohim. Para tocar la Palabra de Elohim, uno tiene que acudir a las Escrituras. Esto es un hecho, y además es necesario, PERO NO ES SUFICIENTE. Tenemos que decirle al Adón que deseamos captar el mensaje contenido en Su Palabra, y ver la luz que está en Su luz, la revelación que está en Su revelación. Si no tocamos la realidad implícita en la Palabra, podremos predicar todo lo que queramos, pero no tendremos nada que ministrar. Si no vemos la realidad implícita en la Palabra, no podremos proclamar a Mashiaj. Necesitamos tocar al Adón Yahshua en la Palabra. No sólo debemos ver las Escrituras sino al propio Adón Yahshua. Una vez que conocemos al Adón, conocemos las Escrituras. Uno no llega a conocer al Adón simplemente por entender las doctrinas. Muchos de los que entienden las doctrinas posiblemente no conozcan al Adón. Uno tampoco conoce al Adón simplemente por conocer la verdad contenida en la Palabra. Sólo al ver la luz de gloria en la faz del Adón puede uno entenderlo todo claramente. Cuando vemos la luz de gloria en Su faz, muchos de los problemas que tenemos en cuanto a la palabra de Elohim desaparecen. Cuando conocemos al Adón, conocemos las Escrituras. Cuando conocemos a Mashiaj, conocemos la Palabra de Elohim. Si no experimentamos esto, no podremos impartir a Mashiaj en la congregación.

 

Cuando una persona vive delante de Elohim y descubre lo que es el Adón, encuentra esto mismo en las Escrituras. Rápidamente relacionará un pasaje con algún aspecto del Adón o con algo que el Adón expresa de Sí. Por eso todas las páginas de las Escrituras hablan de Mashiaj. Hermanos, una vez que conocemos a Mashiaj, las Escrituras se vuelven Palabra viva. Es crucial que tengamos la revelación de Mashiaj, porque en tal caso, el conocimiento de las Escrituras confirmará el conocimiento que tenemos de Él. En caso contrario, las Escrituras seguirán siendo un libro, y el Adón seguirá siendo el Adón, y sólo podremos ministrar las Escrituras en la congregación; no podremos impartirle a Mashiaj. Pero si al presentar cierto pasaje presentamos a Mashiaj, entonces Él sí será ministrado a los oyentes. Al presentar algún pasaje, debemos presentar a Mashiaj. Si luego tenemos que presentar otra porción, volveremos a presentar a Mashiaj. De este modo no citaremos sólo términos bíblicos, sino que infundiremos a Mashiaj en la congregación. Si uno no conoce a Mashiaj, tampoco conocerá las Escrituras. Ocuparse de las explicaciones, la exégesis o el entendimiento superficial de las Escrituras es inútil. Debemos recordar que guiar a las personas a conocer las Escrituras y guiarlas a conocer a Mashiaj son dos cosas totalmente diferentes.

 

El ministerio de la Palabra es bastante personal en la experiencia de uno. No se trata de descubrir lo que dicen las Escrituras para luego decírselo a otros, porque tal acción es completamente objetiva y no es parte del ministerio de la Palabra. El ministro de la Palabra tiene que ser una persona de revelación, una que ha visto algo en experiencia; porque así podrá afirmar que las Escrituras son su base. Sólo entonces será apto/a para impartir a Mashiaj por medio de las Escrituras. Uno puede presentar las Escrituras según ellas mismas; mientras que otros la exponen según Mashiaj. Estos dos casos son totalmente diferentes. En la actualidad encontramos a muchas personas que exponen las Escrituras, aunque su condición interior no concuerde con su predicación. Hay exposiciones que se centran en las Escrituras, pero otras giran en torno a Mashiaj y dependen de una revelación o visión o algún conocimiento impartido por Elohim, que luego se confirma en las Escrituras. Por tanto, el mensaje que se comunica tiene su cimiento en una comparación de las dos cosas. Así puede uno ministrar a un Mashiaj recibido por revelación, y no limitarse a una presentación de las Escrituras según una comprensión netamente objetiva. Admitimos que la exégesis es una ayuda y que puede guardar a una persona joven e inexperta de caer en muchos errores y laberintos. Pero todo aquel que desea desarrollar un ministerio o un servicio sólido no puede hacerlo exclusivamente basándose en la exégesis. Cuando una persona vive delante de Elohim, conoce a Mashiaj y puede usar cualquier pasaje de las Escrituras. Tal persona sirve como ministro, porque tiene la Palabra de Elohim; puede reunir algunos pasajes de las Escrituras y aplicarlos apropiadamente. Esta es la manera en que la persona imparte a Mashiaj a la congregación. Mashíaj no es una historia a ser contada, es una experiencia diaria en la vida de cada creyente. Esa parte siempre falla.

 

A fin de ser un ministro de la Palabra de Elohim, uno necesita adquirir un entendimiento fundamental acerca de Mashiaj, un entendimiento VIVO. Muchas veces al crecer la persona en esta experiencia, descubre que su conocimiento de Mashiaj sobrepasa su conocimiento bíblico. Con el tiempo, encuentra en las Escrituras la confirmación de su experiencia. Entonces la persona se da cuenta de que tiene un mensaje que comunicar, porque en su experiencia Mashiaj se ha convertido en la Palabra. Este es el factor fundamental del ministerio. Al principio el Adón se revela a esta persona y le muestra lo que Él es; entonces ella ve algo que nunca había visto en las Escrituras. Pocos días después, o quizá en un año o dos, ve ese mismo asunto en las Escrituras, y exclama: "¡Esto fue lo que recibí del Adón en aquel día!". Quizás un pasaje o varios saltarán de las páginas de las Escrituras, y gradualmente el Mashiaj que conoce en revelación se convertirá en la Palabra Viva. De esta manera uno comprueba que el Adón está en el proceso de prepararlo a uno para ser ministro de Su Palabra. Tal vez después de unos días, el Adón arreglará cierta situación para que uno pueda comunicar este mensaje. De esta manera, las palabras que uno comunica se convertirán en la corporificación de Mashiaj para otros. Si Elohim tiene misericordia de nosotros, estas palabras llegarán a ser Mashiaj para los demás, y lo podrán conocer. En esto consiste el ministerio de la Palabra. El Mashiaj que conocemos por revelación gradualmente se convierte en la Palabra ante nuestros ojos. Luego escudriñamos las Escrituras, y gradualmente encontramos esta palabra en diversos pasajes en las Escrituras. Cuando esto ocurre, ministramos estas palabras como la corporificación de Mashiaj. Si Elohim les concede Su gracia y Su misericordia a los oyentes, el Ruaj haKodesh operará en ellos cuando ellos oigan el mensaje, y la Palabra llegará a ser el Mashiaj que suplirá sus necesidades. Esto es lo que significa impartir a Mashiaj en los demás; lo ministramos por medio de las palabras de las Escrituras. Cuando otros reciben esta palabra, reciben a Mashiaj mismo. Esta es la base de todo ministerio de la Palabra.

 

Hermanos, tenemos que ver la diferencia que existe entre el camino superficial y el interno. A fin de ser ministros de la Palabra, tenemos que estar provistos de la misma. Pero la Palabra consta de lo que vemos delante del Adón y de lo que tocamos en Mashiaj. Una vez que tocamos a Mashiaj, el Hijo de Elohim, este libro espontáneamente se transforma en la Palabra viva en nuestra experiencia. Si al estar delante del Adón lo único que vemos es un libro llamado las Escrituras, no tenemos mucho qué ministrar; a lo sumo, tendremos sólo una interpretación intelectual. Esto podrá suministrar a los oyentes algún conocimiento bíblico, pero no podrá guiar el hombre al Adón. Posiblemente ayude con respecto a la verdad, pero no tendrá la virtud de guiarlos a Mashiaj.

 

Debemos comprender en qué consiste la esencia de la Palabra de Elohim. ¿Qué significa tocar la Palabra de Elohim? ¿Qué constituye a una persona ministro de la Palabra? Es necesario pagar el precio. Nuestro corazón no debe estar cargado, nuestros ojos no deben cerrarse y nuestros oídos no deben embotarse. Necesitamos ver a Elohim. Quiera Elohim que nuestros oídos oigan y nuestros ojos vean, y que no hagamos nada que los cierre. Ojalá no seamos aquellos que ven y no perciben, o que oyen y no entienden. Hay dos esferas delante de nosotros. Necesitamos tomar posesión de las cosas de ambas. Necesitamos la palabra que pertenece a la esfera física, y necesitamos tocar la palabra que pertenece a la esfera interior. Si hacemos esto, gradualmente llegaremos a ser vasos útiles en las manos del Adón.

 

Que el Adón tenga misericordia de nosotros para que podamos ver que la Palabra de Elohim es Mashiaj mismo, así como lo fue Yahshua de Nazaret. El hombre de carne y sangre que anduvo en este mundo era Mashiaj, y asimismo las Escrituras son Mashiaj. El hombre Yahshua de carne y sangre, el hombre quien anduvo en este mundo, es la Palabra de Elohim. De la misma manera, las Escrituras, la letra escrita e impresa, también son la Palabra de Elohim. Debemos tocar no sólo las cosas externas sino también las internas. Sólo entonces contaremos con el ministerio de la Palabra. Aquellos que no conocen a Mashiaj pueden quizá memorizar toda la Escritura, pero aun así no podrán ser ministros de la Palabra. Nosotros debemos postrarnos delante de Elohim, porque necesitamos revelación. Cuando las palabras salgan de nuestra boca, deben tener tal efecto que hagan que los hijos de Elohim se postren delante de Él. No es un asunto de cuánto ni cómo se predique, sino de la naturaleza intrínseca de la persona. La naturaleza misma de muchos ministros no es la debida. Si Elohim tiene misericordia de nosotros, nos postraremos delante de Él, y tendremos un nuevo comienzo. Tenemos que tocar las Escrituras por medio del Adón, y nuestro servicio en el ministerio de la Palabra tiene que estar cimentado en esto. Si éste es el caso, podremos avanzar.

 

 



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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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