La Montaña Cósmica 01 - Egipto
A
las imágenes del sol encerrado y los antiguos mitos de la cruz del sol
encerrado, agregaremos la Montaña Cósmica: una columna de luz que se eleva a lo
largo del eje del mundo y que visualmente parece sostener en alto el hogar del
gran dios.
En
todo el mundo nos encontramos con la historia de un pico brillante que una vez
se elevó al centro del cielo.
Aunque
esta montaña cósmica aparece con muchos nombres diferentes, los relatos de
todas las partes del mundo cuentan la misma historia. Los egipcios conocían la
gran columna como la Colina Primordial, los babilonios como la Montaña del
Mundo. El monte pasó al hinduismo como el Meru cósmico, al mito iraní como
Hera-Berezaiti y al mito y la astrología chinos como Kwen-Lun. La cosmología
mexicana le dio el nombre de Colhuacan. Sus representantes más familiares
fueron el Olimpo y Sión.
Pero,
¿no se refiere el Olimpo al conocido pico de Macedonia? En verdad, el mítico
Olimpo y el resto de todas las montañas son siempre un tipo de la Montaña
Cósmica primigenia, sólo difieren sus representaciones terrestres. Cuando los
antiguos santificaron una colina familiar, dándole el nombre del "monte
primigenio" según su historia, buscaron caracterizar su propia tierra como
una duplicación de la "patria celestial". La montaña local tomó sus
atributos míticos del pico cósmico. Siempre el monte sagrado se eleva "más
alto que cualquier montaña de la tierra", alcanzando el centro polar y
funcionando como eje cósmico.
Ya
de Sión tenemos otros asuntos a tener en cuenta, que vamos a estudiar en
seguida, pero por separado. Acá y ahora vamos a continuar viendo este asunto de
la montaña central, el eje del mundo.
Las
leyendas del pico que sostiene el cielo dicen que el creador, el sol central,
gobernaba su reino desde la cima de la montaña, donde se encontraba el paraíso
original con sus cuatro arroyos portadores de vida.
Según
la creencia de larga data de los egiptólogos, el dios del sol se eleva sobre el
horizonte oriental cada mañana y se hunde por debajo del horizonte occidental
cada noche. En las traducciones de los textos ampliamente aceptadas, se
encuentran repetidas veces palabras como "horizonte
del que sale Ra", "Tú, alma viviente que sales del horizonte", o
"Se levanta en su horizonte". Pero si el dios de la luz egipcio
realmente se elevaba desde el horizonte, entonces seguramente no era Saturno,
el firme sol polar.
Se
necesita una mirada más cercana a la terminología, porque no es sólo con la
Biblia que los traductores hacen lo que se les canta. Las palabras que traducen
como "levantarse" (pert, uben, un) significan literalmente
"aparecer", "brillar", "enviar luz", etc. La
elección convencional de la palabra "subida" se deriva de la creencia
de que los himnos describen el orbe solar que emerge en el este, NO DE LA
TRADUCCIÓN LITERAL DEL JEROGLÍFICO ORIGINAL.
Pero,
¿qué pasa con la palabra "horizonte", que aparece con tanta
frecuencia en las traducciones estándar? El término egipcio para el lugar de la
salida del sol es khut... CUYO SENTIDO LITERAL ES CUALQUIER COSA MENOS
"HORIZONTE".
Monte de la Gloria. Este es el
significado real de la palabra (ver glifo arriba), Y NO HAY NINGUNA RAZÓN POR LA QUE DEBAMOS
SEGUIR USANDO EL ENGAÑOSO TÉRMINO "HORIZONTE".
Renouf - The Egyptian Book of the Dead,
248 note 7 (Online)
El
jeroglífico de khut combina dos signos: el signo de Ra o Aten y el signo de
"montaña". Su significado literal, como señaló Renouf, es "Monte
de la Gloria" y no necesitamos seguir traduciéndolo ENGAÑOSAMENTE como
"horizonte". Literalmente, el gran dios no "se levanta del
horizonte", sino que "BRILLA EN EL MONTE DE LA GLORIA". ¿A qué
se referían los egipcios con ese lenguaje?
Los
himnos no hablan del orden mundial actual cósmico, sino del primero, cuando el
Creador tomó como asiento la columna del Cosmos. Una inscripción del templo de
Karnak ensalza el khut o Monte de la Gloria como "la venerable colina del
comienzo primitivo".
En
los Textos de las Pirámides leemos: "Soy
la Colina Primordial de la tierra en medio del mar" (ahora ya debemos
entender e interpretar textos como "en
el medio del mar" como el "corazón", "ombligo" o
"centro" polar de las aguas cósmicas). Los mitos y liturgias del
Monte de la Gloria (Colina Primordial) relatan que el creador levantó el monte
del Mar del Caos.
Ahora
bien, nosotros debemos salir de las confusiones que se generan por las
repeticiones: EL MONTE PRIMIGENIO CÓSMICO FUE LEVANTADO POR EL VERDADERO
CREADOR, pero después de la caída primera, la tierra quedó "desordenada y
vacía". Esto corresponde al tiempo relatado en las Escrituras:
Eras como el querube ungido que cubría;
yo te había colocado EN EL SANTO MONTE DE ELOHIM, y andabas en medio de piedras
de fuego. Yahjezkel 28:14
Éste
es un tiempo antes del tiempo, antes de todas las caídas, antes de la entrada
de la muerte. Y después de esto, este Adam-Satán tentó a su descendencia del
hombre de la tierra, haciéndolo caer también, y a través del linaje de Qayin
introdujo sus iniquidades, que fueron causa del diluvio de Nóaj, y después de
este diluvio, este Adam-Satán retomaría sus invectivas a través del linaje de
Jam, y también contaminó el linaje de Yéfet y el de Shem, en buena medida, ya
que para la época de Avraham, sólo estaba él como elegible por Yahweh.
"Dentro de la extensión de las
aguas primigenias creó la tierra seca, la Colina Primordial, que se convirtió
en el centro de la tierra, o al menos el lugar alrededor del cual se solidificó
la tierra. Las tradiciones locales difieren en los detalles; pero en todas
partes se pensaba que el lugar de la creación, la primera tierra que emergió
del caos, estaba cargado de poder vital. Y cada dios que cuenta como Creador fue
creado para tener alguna conexión con esta colina".
Frankfort, Kingship and the Gods,
páginas 51-52
Entonces,
ÉSTA ES LA VERSIÓN POST-RE-CREACIÓN. Después de la primer explosión o lo que
haya sucedido que dejó a la tierra "desordenada y vacía", Yahweh
re-crea la tierra, extrayendo de ella, como ya vimos en otra serie (ver RYJ02 - ''En El
Principio''), todos los elementos necesarios para
la vida sobre la tierra, y entonces CREA AL SER HUMANO ACTUAL, en la segunda
creación, haciéndolo esta vez del polvo de la tierra, y PLANTA UN HUERTO AL
ESTE DE EDEN, donde lo coloca para que guarde esa tierra.
Acá
no se habla de ningún monte, y a pesar de que siempre se ha asegurado que los
pasukim que antes citamos de Yahjezkel se refieren a haSatán ("andabas en el monte santo"),
tenemos que el pasuk inmediatamente anterior dice:
Estabas en el Eden, el huerto de
Elohim... Yahjezkel 28:13
El
que andaba en el Eden era Adam, en ambas "versiones", tanto el
primero como el segundo, y recordemos y entendamos que el segundo FUE HECHO A
PARTIR DEL MATERIAL DEL PRIMERO. Él era quien había sido investido con el
"sumo sacerdocio" (Y MUY PROBABLEMENTE EL DE LA ORDEN DE
MELQUI-TSEDEQ) y este Sumo Sacerdote dio un "golpe de estado" contra
el verdadero Creador. Después tentó e hizo caer al nuevo hombre de la tierra, a
través del cual ha estado ejerciendo su poder. Como ya hemos visto en otros
estudios, HASATÁN NO TIENE PODER, UTILIZA EL PODER DEL ALMA HUMANA. Utiliza al
hombre para levantar su Bavel, la ciudad corrupta que busca imitar a la ciudad
del cielo (la antigua Atlántida celestial —si ese era su verdadero nombre— y la
futura Nueva Yahrushalayim), y para levantar también su novia falsa, la Gran
Ramera. Acá tenemos al caballo y al caballero, pero ahora sabemos que es mucho
más que un "extraño" en la familia.
Para
discernir la conexión del monte y el recinto (la isla) en Egipto, debemos
volver una vez más a las leyendas de Atum. Los textos de todos los períodos
coinciden en que al principio Atum, o Jepri, flotaba solo en el Abismo sin un
lugar de descanso. El dios recuerda la época original:
...cuando estaba solo en las aguas...
antes de que hubiera encontrado un lugar para estar de pie o sentarme, antes de
que se fundara Heliópolis (la tierra celestial) para que yo pudiera estar allí,
antes de que hubiera hecho una percha para que me sentara...
Clark, Myth and Symbol in Ancient
Egypt, 46
"No encontré ningún lugar donde
pudiera pararme", afirma el dios en un relato similar.
Esto quiere decir que al principio el dios vagaba sin un apoyo estable. Esto
fue "antes de que se formara una
percha para que me sentara". El glifo de "percha" significa
el pedestal primordial del gran dios. Era una práctica egipcia común colocar
los emblemas del creador en el signo de la percha, ya que percha o pedestal
significa lo mismo que "montaña". Así, Osiris, entronizado sobre la
Colina Primordial, es "como un
exaltado sobre tu pedestal", mientras que Anup, "el dios que está en su montaña", es también "el dios que está en su pedestal".
Parece
entonces que los relatos de la creación se refieren A UNA ÉPOCA ANTERIOR A LA
APARICIÓN DE LA GRAN MONTAÑA O PERCHA.
A
menudo, el glifo se lee simplemente como el "pedestal" del gran dios.
En su significado fundamental, maa o maat denota "el fundamento estable y
duradero", la fuente de la regularidad cósmica (es el eje del Cosmos).
Así, el creador, que descansa sobre el pilar del eje, es el que "descansa
sobre Maat". En el idioma egipcio, el concepto "soporte" o
"fundación" se fusiona con "montaña" o "colina".
El
pilar cósmico, según los relatos de la creación, se originó en la semilla o
agua de vida que fluye del creador Atum: el mismo khu o khut que se solidificó
en el círculo de "gloria" tomó forma también como la columna que
sostiene el cielo. Es la tierra que se convirtió en un gran monte o eje.
A
este pico celestial, los egipcios recordaban continuamente en sus mitos y
ritos. En nombre del rey fallecido, los sacerdotes vertieron un montón de arena
en el suelo dentro de la pirámide, colocando sobre la arena una estatua del rey
y recitando una oración que comenzaba: "Levántate
sobre ella, esta tierra que surgió como (o de) Atum, la saliva que brotó como
(o de) Kheprer, asume tu forma sobre ella, sube alto sobre ella".
La
arena representaba la Colina Primordial. La colina era el lugar fijo de
descanso del sol central, su cima el objeto supremo del simbolismo de la
ascensión. El rey suplica al gran dios: "...Que yo sea establecido en mi lugar de descanso como el Señor de la
vida".
Los
obvios monumentos egipcios del monte así concebidos son las grandes pirámides,
que plasman en piedra la antigua idea de una escalera y un soporte de la morada
celestial. Los escalones significan el fundamento primordial establecido por el
creador. Lamentablemente, ésta es la búsqueda por una inmortalidad que ninguno
de los falsos dioses que la prometen puede cumplir... Esta es la escalera de la
masonería, y también la elevación de todos los rituales de las religiones
mistéricas de todos los tiempos.
La Montaña Cósmica 02 - Mesopotamia
Saturno,
fundador de la Edad de Oro, era la luz estacionaria "sobre un
fundamento", exactamente como el Atum egipcio. En consecuencia, los textos
astronómicos babilónicos dan a Saturno el nombre Kaainu, el griego kiun,
"pilar". ¿Cuál fue esta base o pilar de Saturno? Era la "montaña
del an-ki (Cosmos)", formada, como la contraparte egipcia, en medio de las
aguas del Caos..."De la colina que
yo, el héroe, he amontonado", proclama Ninurta, "sea su nombre Hursag (montaña)". A este pico cósmico,
cuyo "fundamento está puesto en el
abismo puro", los babilonios denominaron "la montaña del
mundo".
Ninurta
"escaló la montaña y esparció la
semilla por todas partes", así como Atum, descansando sobre la Colina
Primordial, irradió la semilla de la vida en todas direcciones.
¿En
qué parte del cielo ubicaron la colina los antiguos mesopotámicos? Varios
textos, como se traducen normalmente, identifican el Monte como "el lugar
donde sale el sol", pareciendo fijar el pico en el este.
Los
textos también conectan la tierra perdida de Dilmun con una montaña cósmica, un
pico que parece ser el mismo que el Hursag, porque es "la montaña de Dilmun, el lugar donde sale el sol". En la
inscripción de Sargón de Asiria, cerca del 720 aEC, afirma que entre los reyes
que le pagaban tributo estaba "Uperi,
rey de Dilmun, cuya morada se sitúa como un pez en medio del mar donde nace el
sol".
Ciertos
escritores, de hecho, creen que todo el carácter del monte mítico puede
explicarse por la simple experiencia de las razas nativas que contemplan el
amanecer oriental. Jacobsen, por ejemplo, insta a que entendamos el Hursag como
"la cadena de montañas que bordea la
llanura mesopotámica en el este. Como se ve en el horizonte oriental, sus picos
brillantes se elevan desde la tierra hacia el cielo, el hursag parece
pertenecer igualmente a ambas entidades cósmicas, y el epíteto..."tanto
del cielo como de la tierra", es por lo tanto tan enérgico como
apropiado".
Pero
hay una característica curiosa de la gran columna: el monte del que "se
eleva" el dios del sol babilónico es el mismo monte en el que se
"pone".
¿Fueron
las razas sumerio-babilónicas ajenas a las realidades geográficas? Uno recuerda
la observación de Kristensen de que el dios sol egipcio se eleva y se pone
sobre un khut singular o "Monte de la Gloria". ¿Se debe esta aparente
confusión de Oriente y Occidente a la ineficacia de la imaginación de los
antiguos, o a un malentendido moderno de la cosmología antigua?
Uno
puede comenzar a resolver el dilema comprendiendo el título del monte
primigenio como "la montaña del centro". El monte es el pivote,
porque los asirio-babilonios le dieron el título de "el eje del
cielo", una designación que lleva a Saturno.
Toda
la dificultad se desvanece cuando uno recuerda que el dios-sol
sumerio-babilónico no se eleva literalmente, sino que "sale" o
"se vuelve brillante", que el dios-sol aparece en el centro polar o
corazón del cielo... y que el dios-sol es Saturno.
Estos
principios nos permiten ver que lo que las interpretaciones convencionales
deben considerar como aspectos rotundamente contradictorios de la montaña del
mundo, en realidad revelan una idea armoniosa. El sujeto es "la montaña
del centro" en cuya cima brilla el sol estacionario. El dios
"sale" y "entra" en la cima de la montaña, por la
"puerta" o "ventana" del recinto polar; pero logra esto sin
moverse de su domicilio fijo.
El
dios del sol babilónico, observó Warren, surge de "la verdadera cumbre de la Tierra, el Polo Norte". De
hecho, es imposible comprender la cosmología babilónica sin el carácter polar
del gran monte. Obviamente, ascender a la montaña del mundo es alcanzar la cima
del mundo, y la cima es, como han señalado muchos escritores, la morada polar
de An, el "medio" o "corazón" del cielo.
En
todas las cosmologías antiguas, el centro y la cima se encuentran en el polo
celeste, y la visión del mundo sumerio-babilónica no es una excepción. La
"estrella polar" babilónica, afirma Robert Brown, "está sentada majestuosamente en la
cima de las alturas del norte". Uno de los nombres del poste es Dugga,
que significa "alto" y está relacionado con la idea de
"elevarse", "llegar a la cima". El dios polar gobernante
es, por tanto, el comandante de la cumbre, que sólo puede ser la cumbre de la
montaña mundial. El "Juez del Cielo
(Anu) en el centro está atado" (es decir, está encerrado dentro del
vínculo).
El
dios de la montaña cósmica era el planeta Saturno, "el pilar". Anu en
la cima del "montículo ilustre", Shamash en la "montaña del
mundo", Ninurta en la cima de Hursag, Tammuz en la "Colina del Pastor
de Arallu, y Enki gobernando el Ekur ("casa de la montaña"), o
la" montaña de Dilmun "—todos apuntan al planeta Saturno, el sol
primitivo sobre la columna del Cosmos.
Las
imágenes básicas ocurren en toda Mesopotamia. Acá está representado el paraíso
inaccesible, una llanura circular situada en la cima de la montaña del mundo y
regada por cuatro ríos que fluyen en cuatro direcciones. Así, los asirios
llamaron a la montaña del mundo "la tierra (o montaña) de los cuatro
ríos". Massey reconoció esto como "el
mítico Monte del Polo y los cuatro ríos de cuatro cuartos, que surgieron en el
Paraíso". Sin embargo, ni Massey ni las autoridades más convencionales
parecen haber percibido el extraordinario paralelismo entre las imágenes
egipcias y mesopotámicas de la montaña cósmica. ¿O no han querido que se
notara?
La Montaña Cósmica 03 - Oriente
"En todas las leyendas de la
India", afirma Lenormant, "el origen de la humanidad se sitúa en el monte Meru, la
residencia de los dioses y la columna que une el cielo a la tierra".
Para los hindúes, Meru era el prototipo de la colina sagrada. A medida que los
arios se extendieron por la India, llamaron "Meru" a muchos picos
locales, y consideraron a cada uno como una copia del monte primigenio.
El
Meru original era la montaña polar, su cima el recinto cuarteado del paraíso
celestial. Las fuentes hindúes describen el monte como un pilar cósmico fijado
en medio de la llanura de Jambu-dwipa, o que se eleva en medio del mar cósmico.
En la cima de esta "montaña dorada" o "Pico enjoyado" se
encuentra la ciudad celestial de Brahma, y alrededor del pico se encuentran los
puntos cardinales y los cuartos intermedios. Hacia cada uno de los cuatro
cuartos del paraíso montañoso fluye una salida de la fuente central de agua, el
Ganges celestial.
El
ritual hindú conmemora el pilar cósmico a través de la estaca o poste de
sacrificio. En el Satapatha Brahmana, el sacerdote levanta la estaca sagrada
(yupa) con las palabras: "Con tu
cresta has tocado el cielo; con tu cintura has llenado el aire; con tu pie has
estabilizado la tierra". La columna cósmica fue la base del cielo: "¡Apoya el cielo! ¡Llena el aire!
Mantente firme en la tierra. ¡Un sustento eres tú! ¡Afirma el cielo!".
Este
soporte "firme" o "estable" corresponde en todos los sentidos
al fundamento primordial de las cosmologías egipcia y mesopotámica.
El
pilar del mundo hindú, ya sea considerado como una montaña cósmica (Meru) o
como un poste o una estaca que va de la tierra al cielo, es el que sostiene al
sol central. La iconografía budista revisada por Ananda Coomaraswamy muestra la
rueda del "sol" levantada sobre una columna cósmica llamada "la
columna de fuego". Para los mitólogos solares, el pilar solo puede estar
en el este, la dirección del amanecer. Sin embargo, Coomaraswamy escribe: "La rueda está sostenida por una
columna, el Eje del Universo". El "sol", en otras palabras,
no significa el orbe solar errante, sino el Buda o Brahma, el "sol
verdadero" que "después de
haber salido de allí hacia arriba... sale y no se pone más. Permanece solo en
el centro".
El
pilar indio refleja las imágenes cósmicas y sirve a la vez como la base del
Cosmos y el eje de la rueda giratoria de arriba. Que el eje es el pilar está
confirmado en el Rig Veda: "...por
el eje de su coche con ruedas de hecho, por sus habilidades, separa el cielo y
la tierra". Descansando sobre el pilar del eje, el gran dios aparece
como el "motor inmóvil" de la rueda giratoria.
Así,
el Buda "nacido del eje" reside en el centro o nave de la rueda,
impartiendo movimiento a la circunferencia que gira mientras él mismo permanece
inmóvil. La rueda, a su vez, descansa sobre "un suelo universal" o
cimiento, un pilar parecido a un loto. "El pilar se extiende desde la Tierra al Cielo; es el eje del
Universo", afirma Coomaraswamy. El arte y la arquitectura budistas dan
numerosas y elaboradas expresiones a la idea, pero reducida a sus fundamentos,
es simplemente la rueda del "sol" polar sostenida por la montaña
cósmica.
Japón, China, Irán
Con
el eje-montaña del pensamiento indio podemos poner entre paréntesis ejemplos
estrechamente relacionados de tierras vecinas: un título del indio Meru era
SuMeru, el "excelente" Meru, un nombre que el budismo llevó a China
como Siumi, y a Japón como Shumi. Incluso el comentario chino relativamente
tardío del Li-Khi ubica al Monte Siumi en el "medio" del Cosmos, es
decir, en el polo. El monte japonés Shumi era, según Hepburn, "una fabulosa montaña budista de
maravillosa altura, que forma el eje del Universo y el centro alrededor del
cual giran todos los cuerpos celestes".
El
nombre más común de la montaña polar en China es Kwen-Lun. Llamada la montaña
más alta del mundo, Kwen-Lun se encontraba en "el centro de la
tierra". El paraíso, señala Warren, posee "una fuente viva de la que fluyen en direcciones opuestas los
cuatro grandes ríos del mundo".
Llamada
"la montaña de las perlas", Kwen-Lun se eleva al polo celestial, la
morada del primer rey Shang-Ti. A su alrededor giran los cielos visibles.
Kwen-Lun se "describe como una
estupenda montaña que sostiene el cielo, que marca el centro o polo".
Es el "Gran Pico de la Perfecta Armonía", cuya cima muestra el
palacio de Shang-Ti, llamado Tsze-Wei, "un
espacio celestial alrededor del Polo Norte".
Distinto
de Kwen-Lun, pero representando la misma idea, está el monte chino Kulkun,
designado como el "Rey de las
Montañas, la cumbre de la tierra, el sostén del cielo y el eje que toca el
poste".
La
verdadera naturaleza del monte cósmico es evidente en el simbolismo chino del
puesto del rey. Las tradiciones místicas definieron el poste central de un
techo (o la parte superior de dicho poste) como el Ki. El principal vertical
(Ki) de las viviendas locales simbolizaba el Tai-Ki o "Gran Ki" en el
cielo, el soporte central del Cosmos giratorio. El "Gran Ki" era el
rey-dios Shang-ti, que habitaba en la cima del monte polar Kwen-Lun.
La
contraparte iraní de Meru fue la montaña cósmica Hera Berezaiti, levantada por
Ahura Mazda. En el Zend Avesta, esta "montaña brillante" aparece como
"la primera montaña que se elevó de la tierra".
Desde
esta montaña cósmica, el sol brillaba todos los días. Según el Bundahish,
"la luz se eleva desde Hera
Berezaiti".
Entonces,
¿la montaña se encuentra al este geográfico? No. El sol en la cima del monte es
Mitra, "el señor de los amplios
pastos... insomne y siempre despierto; de quien el Creador Ahura Mazda ha
construido una morada en el Hera-Berezaiti, la montaña brillante alrededor de
la cual giran las muchas estrellas, donde no vienen ni la noche ni la
oscuridad, no hay viento frío ni viento caliente, no hay enfermedad mortal, no
hay impureza hecha por los Daevas, y las nubes no pueden llegar hasta el
Hera-Berezaiti".
El
carácter polar del monte no pasó desapercibido para Lenormant, quien escribió: "Como el Meru de los indios,
Hera-Berezaiti es el polo y centro del mundo, el punto fijo alrededor del cual
el sol y los planetas realizan sus revoluciones". A través del paraíso
en el cenit fluían los cuatro ríos direccionales; y aquí estaba la morada
"brillante" de Ahura Mazda, la "casa de alabanza".
Tan
profundamente influenciados fueron los iraníes por esta montaña primordial que
uno encuentra la misma colina cósmica con numerosos nombres. Según informó
Lenormant, todos los grupos encarnados por la raza, "deseando tener su propia Hera-Berezaiti", dejaron
montañas sagradas conmemorativas en un lugar tras otro.
Los
iraníes también llamaron a la montaña cósmica Taera (o Terak). En los Textos
Pahlavi, Taera aparece como el "Centro del Mundo". Y nuevamente, el
monte central es el eje, porque el Zend Avesta representa al "santo
Rasnu" descansando "sobre la
Taera de la altura Haraiti, alrededor de la cual giran las estrellas, la luna y
el sol".
En
el monte cósmico se encontraba el lugar de nacimiento del primer antepasado. En
el "centro de la tierra" nació Gayomarth "radiante y alto",
gobernando sobre la gran colina como "rey de la montaña". Este centro
mundial fue el paraíso Airan-vej, el Edén iraní, y Gayomarth fue el
"primer hombre". La característica más distintiva de este paraíso fue
el gran pico Kadad-iDaitik, denominado "el Centro de la Tierra". ¿Y
dónde estaba esta montaña primordial en el centro del mundo? Se identifica como
"la cima del juicio" sobre Hera Berezaiti.
Así
podrían decir los maniqueos con seguridad: "El
Hombre Primordial viene, entonces, del mundo de la Estrella Polar".
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