11 de diciembre de 2021

RDC02-08 - La Montaña Cósmica 01

 


La Montaña Cósmica 01 - Egipto

 

A las imágenes del sol encerrado y los antiguos mitos de la cruz del sol encerrado, agregaremos la Montaña Cósmica: una columna de luz que se eleva a lo largo del eje del mundo y que visualmente parece sostener en alto el hogar del gran dios.

 

En todo el mundo nos encontramos con la historia de un pico brillante que una vez se elevó al centro del cielo.

 

Aunque esta montaña cósmica aparece con muchos nombres diferentes, los relatos de todas las partes del mundo cuentan la misma historia. Los egipcios conocían la gran columna como la Colina Primordial, los babilonios como la Montaña del Mundo. El monte pasó al hinduismo como el Meru cósmico, al mito iraní como Hera-Berezaiti y al mito y la astrología chinos como Kwen-Lun. La cosmología mexicana le dio el nombre de Colhuacan. Sus representantes más familiares fueron el Olimpo y Sión.

 

Pero, ¿no se refiere el Olimpo al conocido pico de Macedonia? En verdad, el mítico Olimpo y el resto de todas las montañas son siempre un tipo de la Montaña Cósmica primigenia, sólo difieren sus representaciones terrestres. Cuando los antiguos santificaron una colina familiar, dándole el nombre del "monte primigenio" según su historia, buscaron caracterizar su propia tierra como una duplicación de la "patria celestial". La montaña local tomó sus atributos míticos del pico cósmico. Siempre el monte sagrado se eleva "más alto que cualquier montaña de la tierra", alcanzando el centro polar y funcionando como eje cósmico.

 

Ya de Sión tenemos otros asuntos a tener en cuenta, que vamos a estudiar en seguida, pero por separado. Acá y ahora vamos a continuar viendo este asunto de la montaña central, el eje del mundo.

 

Las leyendas del pico que sostiene el cielo dicen que el creador, el sol central, gobernaba su reino desde la cima de la montaña, donde se encontraba el paraíso original con sus cuatro arroyos portadores de vida.

 

Según la creencia de larga data de los egiptólogos, el dios del sol se eleva sobre el horizonte oriental cada mañana y se hunde por debajo del horizonte occidental cada noche. En las traducciones de los textos ampliamente aceptadas, se encuentran repetidas veces palabras como "horizonte del que sale Ra", "Tú, alma viviente que sales del horizonte", o "Se levanta en su horizonte". Pero si el dios de la luz egipcio realmente se elevaba desde el horizonte, entonces seguramente no era Saturno, el firme sol polar.

 

Se necesita una mirada más cercana a la terminología, porque no es sólo con la Biblia que los traductores hacen lo que se les canta. Las palabras que traducen como "levantarse" (pert, uben, un) significan literalmente "aparecer", "brillar", "enviar luz", etc. La elección convencional de la palabra "subida" se deriva de la creencia de que los himnos describen el orbe solar que emerge en el este, NO DE LA TRADUCCIÓN LITERAL DEL JEROGLÍFICO ORIGINAL.

 

Pero, ¿qué pasa con la palabra "horizonte", que aparece con tanta frecuencia en las traducciones estándar? El término egipcio para el lugar de la salida del sol es khut... CUYO SENTIDO LITERAL ES CUALQUIER COSA MENOS "HORIZONTE".

 

Monte de la Gloria. Este es el significado real de la palabra (ver glifo arriba), Y NO HAY NINGUNA RAZÓN POR LA QUE DEBAMOS SEGUIR USANDO EL ENGAÑOSO TÉRMINO "HORIZONTE".

Renouf - The Egyptian Book of the Dead, 248 note 7 (Online)

 

El jeroglífico de khut combina dos signos: el signo de Ra o Aten y el signo de "montaña". Su significado literal, como señaló Renouf, es "Monte de la Gloria" y no necesitamos seguir traduciéndolo ENGAÑOSAMENTE como "horizonte". Literalmente, el gran dios no "se levanta del horizonte", sino que "BRILLA EN EL MONTE DE LA GLORIA". ¿A qué se referían los egipcios con ese lenguaje?

 

Los himnos no hablan del orden mundial actual cósmico, sino del primero, cuando el Creador tomó como asiento la columna del Cosmos. Una inscripción del templo de Karnak ensalza el khut o Monte de la Gloria como "la venerable colina del comienzo primitivo".

 

En los Textos de las Pirámides leemos: "Soy la Colina Primordial de la tierra en medio del mar" (ahora ya debemos entender e interpretar textos como "en el medio del mar" como el "corazón", "ombligo" o "centro" polar de las aguas cósmicas). Los mitos y liturgias del Monte de la Gloria (Colina Primordial) relatan que el creador levantó el monte del Mar del Caos.

 

Ahora bien, nosotros debemos salir de las confusiones que se generan por las repeticiones: EL MONTE PRIMIGENIO CÓSMICO FUE LEVANTADO POR EL VERDADERO CREADOR, pero después de la caída primera, la tierra quedó "desordenada y vacía". Esto corresponde al tiempo relatado en las Escrituras:

 

Eras como el querube ungido que cubría; yo te había colocado EN EL SANTO MONTE DE ELOHIM, y andabas en medio de piedras de fuego. Yahjezkel 28:14

 

Éste es un tiempo antes del tiempo, antes de todas las caídas, antes de la entrada de la muerte. Y después de esto, este Adam-Satán tentó a su descendencia del hombre de la tierra, haciéndolo caer también, y a través del linaje de Qayin introdujo sus iniquidades, que fueron causa del diluvio de Nóaj, y después de este diluvio, este Adam-Satán retomaría sus invectivas a través del linaje de Jam, y también contaminó el linaje de Yéfet y el de Shem, en buena medida, ya que para la época de Avraham, sólo estaba él como elegible por Yahweh.

 

"Dentro de la extensión de las aguas primigenias creó la tierra seca, la Colina Primordial, que se convirtió en el centro de la tierra, o al menos el lugar alrededor del cual se solidificó la tierra. Las tradiciones locales difieren en los detalles; pero en todas partes se pensaba que el lugar de la creación, la primera tierra que emergió del caos, estaba cargado de poder vital. Y cada dios que cuenta como Creador fue creado para tener alguna conexión con esta colina".

Frankfort, Kingship and the Gods, páginas 51-52

 

Entonces, ÉSTA ES LA VERSIÓN POST-RE-CREACIÓN. Después de la primer explosión o lo que haya sucedido que dejó a la tierra "desordenada y vacía", Yahweh re-crea la tierra, extrayendo de ella, como ya vimos en otra serie (ver RYJ02 - ''En El Principio''), todos los elementos necesarios para la vida sobre la tierra, y entonces CREA AL SER HUMANO ACTUAL, en la segunda creación, haciéndolo esta vez del polvo de la tierra, y PLANTA UN HUERTO AL ESTE DE EDEN, donde lo coloca para que guarde esa tierra.

 

Acá no se habla de ningún monte, y a pesar de que siempre se ha asegurado que los pasukim que antes citamos de Yahjezkel se refieren a haSatán ("andabas en el monte santo"), tenemos que el pasuk inmediatamente anterior dice:

 

Estabas en el Eden, el huerto de Elohim... Yahjezkel 28:13

 

El que andaba en el Eden era Adam, en ambas "versiones", tanto el primero como el segundo, y recordemos y entendamos que el segundo FUE HECHO A PARTIR DEL MATERIAL DEL PRIMERO. Él era quien había sido investido con el "sumo sacerdocio" (Y MUY PROBABLEMENTE EL DE LA ORDEN DE MELQUI-TSEDEQ) y este Sumo Sacerdote dio un "golpe de estado" contra el verdadero Creador. Después tentó e hizo caer al nuevo hombre de la tierra, a través del cual ha estado ejerciendo su poder. Como ya hemos visto en otros estudios, HASATÁN NO TIENE PODER, UTILIZA EL PODER DEL ALMA HUMANA. Utiliza al hombre para levantar su Bavel, la ciudad corrupta que busca imitar a la ciudad del cielo (la antigua Atlántida celestial —si ese era su verdadero nombre— y la futura Nueva Yahrushalayim), y para levantar también su novia falsa, la Gran Ramera. Acá tenemos al caballo y al caballero, pero ahora sabemos que es mucho más que un "extraño" en la familia.

 

 

Para discernir la conexión del monte y el recinto (la isla) en Egipto, debemos volver una vez más a las leyendas de Atum. Los textos de todos los períodos coinciden en que al principio Atum, o Jepri, flotaba solo en el Abismo sin un lugar de descanso. El dios recuerda la época original:

 

...cuando estaba solo en las aguas... antes de que hubiera encontrado un lugar para estar de pie o sentarme, antes de que se fundara Heliópolis (la tierra celestial) para que yo pudiera estar allí, antes de que hubiera hecho una percha para que me sentara...

Clark, Myth and Symbol in Ancient Egypt, 46

 

"No encontré ningún lugar donde pudiera pararme", afirma el dios en un relato similar. Esto quiere decir que al principio el dios vagaba sin un apoyo estable. Esto fue "antes de que se formara una percha para que me sentara". El glifo de "percha" significa el pedestal primordial del gran dios. Era una práctica egipcia común colocar los emblemas del creador en el signo de la percha, ya que percha o pedestal significa lo mismo que "montaña". Así, Osiris, entronizado sobre la Colina Primordial, es "como un exaltado sobre tu pedestal", mientras que Anup, "el dios que está en su montaña", es también "el dios que está en su pedestal".

 

Parece entonces que los relatos de la creación se refieren A UNA ÉPOCA ANTERIOR A LA APARICIÓN DE LA GRAN MONTAÑA O PERCHA.

 

A menudo, el glifo se lee simplemente como el "pedestal" del gran dios. En su significado fundamental, maa o maat denota "el fundamento estable y duradero", la fuente de la regularidad cósmica (es el eje del Cosmos). Así, el creador, que descansa sobre el pilar del eje, es el que "descansa sobre Maat". En el idioma egipcio, el concepto "soporte" o "fundación" se fusiona con "montaña" o "colina".

 

El pilar cósmico, según los relatos de la creación, se originó en la semilla o agua de vida que fluye del creador Atum: el mismo khu o khut que se solidificó en el círculo de "gloria" tomó forma también como la columna que sostiene el cielo. Es la tierra que se convirtió en un gran monte o eje.

 

A este pico celestial, los egipcios recordaban continuamente en sus mitos y ritos. En nombre del rey fallecido, los sacerdotes vertieron un montón de arena en el suelo dentro de la pirámide, colocando sobre la arena una estatua del rey y recitando una oración que comenzaba: "Levántate sobre ella, esta tierra que surgió como (o de) Atum, la saliva que brotó como (o de) Kheprer, asume tu forma sobre ella, sube alto sobre ella".

 

La arena representaba la Colina Primordial. La colina era el lugar fijo de descanso del sol central, su cima el objeto supremo del simbolismo de la ascensión. El rey suplica al gran dios: "...Que yo sea establecido en mi lugar de descanso como el Señor de la vida".

 

Los obvios monumentos egipcios del monte así concebidos son las grandes pirámides, que plasman en piedra la antigua idea de una escalera y un soporte de la morada celestial. Los escalones significan el fundamento primordial establecido por el creador. Lamentablemente, ésta es la búsqueda por una inmortalidad que ninguno de los falsos dioses que la prometen puede cumplir... Esta es la escalera de la masonería, y también la elevación de todos los rituales de las religiones mistéricas de todos los tiempos.

 

 

 

 

La Montaña Cósmica 02 - Mesopotamia

 

Saturno, fundador de la Edad de Oro, era la luz estacionaria "sobre un fundamento", exactamente como el Atum egipcio. En consecuencia, los textos astronómicos babilónicos dan a Saturno el nombre Kaainu, el griego kiun, "pilar". ¿Cuál fue esta base o pilar de Saturno? Era la "montaña del an-ki (Cosmos)", formada, como la contraparte egipcia, en medio de las aguas del Caos..."De la colina que yo, el héroe, he amontonado", proclama Ninurta, "sea su nombre Hursag (montaña)". A este pico cósmico, cuyo "fundamento está puesto en el abismo puro", los babilonios denominaron "la montaña del mundo".

 

Ninurta "escaló la montaña y esparció la semilla por todas partes", así como Atum, descansando sobre la Colina Primordial, irradió la semilla de la vida en todas direcciones.

 

¿En qué parte del cielo ubicaron la colina los antiguos mesopotámicos? Varios textos, como se traducen normalmente, identifican el Monte como "el lugar donde sale el sol", pareciendo fijar el pico en el este.

 

Los textos también conectan la tierra perdida de Dilmun con una montaña cósmica, un pico que parece ser el mismo que el Hursag, porque es "la montaña de Dilmun, el lugar donde sale el sol". En la inscripción de Sargón de Asiria, cerca del 720 aEC, afirma que entre los reyes que le pagaban tributo estaba "Uperi, rey de Dilmun, cuya morada se sitúa como un pez en medio del mar donde nace el sol".

 

Ciertos escritores, de hecho, creen que todo el carácter del monte mítico puede explicarse por la simple experiencia de las razas nativas que contemplan el amanecer oriental. Jacobsen, por ejemplo, insta a que entendamos el Hursag como "la cadena de montañas que bordea la llanura mesopotámica en el este. Como se ve en el horizonte oriental, sus picos brillantes se elevan desde la tierra hacia el cielo, el hursag parece pertenecer igualmente a ambas entidades cósmicas, y el epíteto..."tanto del cielo como de la tierra", es por lo tanto tan enérgico como apropiado".

 

Pero hay una característica curiosa de la gran columna: el monte del que "se eleva" el dios del sol babilónico es el mismo monte en el que se "pone".

 

¿Fueron las razas sumerio-babilónicas ajenas a las realidades geográficas? Uno recuerda la observación de Kristensen de que el dios sol egipcio se eleva y se pone sobre un khut singular o "Monte de la Gloria". ¿Se debe esta aparente confusión de Oriente y Occidente a la ineficacia de la imaginación de los antiguos, o a un malentendido moderno de la cosmología antigua?

 

Uno puede comenzar a resolver el dilema comprendiendo el título del monte primigenio como "la montaña del centro". El monte es el pivote, porque los asirio-babilonios le dieron el título de "el eje del cielo", una designación que lleva a Saturno.

 

Toda la dificultad se desvanece cuando uno recuerda que el dios-sol sumerio-babilónico no se eleva literalmente, sino que "sale" o "se vuelve brillante", que el dios-sol aparece en el centro polar o corazón del cielo... y que el dios-sol es Saturno.

 

Estos principios nos permiten ver que lo que las interpretaciones convencionales deben considerar como aspectos rotundamente contradictorios de la montaña del mundo, en realidad revelan una idea armoniosa. El sujeto es "la montaña del centro" en cuya cima brilla el sol estacionario. El dios "sale" y "entra" en la cima de la montaña, por la "puerta" o "ventana" del recinto polar; pero logra esto sin moverse de su domicilio fijo.

 

El dios del sol babilónico, observó Warren, surge de "la verdadera cumbre de la Tierra, el Polo Norte". De hecho, es imposible comprender la cosmología babilónica sin el carácter polar del gran monte. Obviamente, ascender a la montaña del mundo es alcanzar la cima del mundo, y la cima es, como han señalado muchos escritores, la morada polar de An, el "medio" o "corazón" del cielo.

 

En todas las cosmologías antiguas, el centro y la cima se encuentran en el polo celeste, y la visión del mundo sumerio-babilónica no es una excepción. La "estrella polar" babilónica, afirma Robert Brown, "está sentada majestuosamente en la cima de las alturas del norte". Uno de los nombres del poste es Dugga, que significa "alto" y está relacionado con la idea de "elevarse", "llegar a la cima". El dios polar gobernante es, por tanto, el comandante de la cumbre, que sólo puede ser la cumbre de la montaña mundial. El "Juez del Cielo (Anu) en el centro está atado" (es decir, está encerrado dentro del vínculo).

 

El dios de la montaña cósmica era el planeta Saturno, "el pilar". Anu en la cima del "montículo ilustre", Shamash en la "montaña del mundo", Ninurta en la cima de Hursag, Tammuz en la "Colina del Pastor de Arallu, y Enki gobernando el Ekur ("casa de la montaña"), o la" montaña de Dilmun "—todos apuntan al planeta Saturno, el sol primitivo sobre la columna del Cosmos.

 

Las imágenes básicas ocurren en toda Mesopotamia. Acá está representado el paraíso inaccesible, una llanura circular situada en la cima de la montaña del mundo y regada por cuatro ríos que fluyen en cuatro direcciones. Así, los asirios llamaron a la montaña del mundo "la tierra (o montaña) de los cuatro ríos". Massey reconoció esto como "el mítico Monte del Polo y los cuatro ríos de cuatro cuartos, que surgieron en el Paraíso". Sin embargo, ni Massey ni las autoridades más convencionales parecen haber percibido el extraordinario paralelismo entre las imágenes egipcias y mesopotámicas de la montaña cósmica. ¿O no han querido que se notara?

 

 

 

 

La Montaña Cósmica 03 - Oriente

 

"En todas las leyendas de la India", afirma Lenormant, "el origen de la humanidad se sitúa en el monte Meru, la residencia de los dioses y la columna que une el cielo a la tierra". Para los hindúes, Meru era el prototipo de la colina sagrada. A medida que los arios se extendieron por la India, llamaron "Meru" a muchos picos locales, y consideraron a cada uno como una copia del monte primigenio.

 

El Meru original era la montaña polar, su cima el recinto cuarteado del paraíso celestial. Las fuentes hindúes describen el monte como un pilar cósmico fijado en medio de la llanura de Jambu-dwipa, o que se eleva en medio del mar cósmico. En la cima de esta "montaña dorada" o "Pico enjoyado" se encuentra la ciudad celestial de Brahma, y alrededor del pico se encuentran los puntos cardinales y los cuartos intermedios. Hacia cada uno de los cuatro cuartos del paraíso montañoso fluye una salida de la fuente central de agua, el Ganges celestial.

 

El ritual hindú conmemora el pilar cósmico a través de la estaca o poste de sacrificio. En el Satapatha Brahmana, el sacerdote levanta la estaca sagrada (yupa) con las palabras: "Con tu cresta has tocado el cielo; con tu cintura has llenado el aire; con tu pie has estabilizado la tierra". La columna cósmica fue la base del cielo: "¡Apoya el cielo! ¡Llena el aire! Mantente firme en la tierra. ¡Un sustento eres tú! ¡Afirma el cielo!".

 

Este soporte "firme" o "estable" corresponde en todos los sentidos al fundamento primordial de las cosmologías egipcia y mesopotámica.

 

El pilar del mundo hindú, ya sea considerado como una montaña cósmica (Meru) o como un poste o una estaca que va de la tierra al cielo, es el que sostiene al sol central. La iconografía budista revisada por Ananda Coomaraswamy muestra la rueda del "sol" levantada sobre una columna cósmica llamada "la columna de fuego". Para los mitólogos solares, el pilar solo puede estar en el este, la dirección del amanecer. Sin embargo, Coomaraswamy escribe: "La rueda está sostenida por una columna, el Eje del Universo". El "sol", en otras palabras, no significa el orbe solar errante, sino el Buda o Brahma, el "sol verdadero" que "después de haber salido de allí hacia arriba... sale y no se pone más. Permanece solo en el centro".

 

El pilar indio refleja las imágenes cósmicas y sirve a la vez como la base del Cosmos y el eje de la rueda giratoria de arriba. Que el eje es el pilar está confirmado en el Rig Veda: "...por el eje de su coche con ruedas de hecho, por sus habilidades, separa el cielo y la tierra". Descansando sobre el pilar del eje, el gran dios aparece como el "motor inmóvil" de la rueda giratoria.

 

Así, el Buda "nacido del eje" reside en el centro o nave de la rueda, impartiendo movimiento a la circunferencia que gira mientras él mismo permanece inmóvil. La rueda, a su vez, descansa sobre "un suelo universal" o cimiento, un pilar parecido a un loto. "El pilar se extiende desde la Tierra al Cielo; es el eje del Universo", afirma Coomaraswamy. El arte y la arquitectura budistas dan numerosas y elaboradas expresiones a la idea, pero reducida a sus fundamentos, es simplemente la rueda del "sol" polar sostenida por la montaña cósmica.

 

 

Japón, China, Irán

 

Con el eje-montaña del pensamiento indio podemos poner entre paréntesis ejemplos estrechamente relacionados de tierras vecinas: un título del indio Meru era SuMeru, el "excelente" Meru, un nombre que el budismo llevó a China como Siumi, y a Japón como Shumi. Incluso el comentario chino relativamente tardío del Li-Khi ubica al Monte Siumi en el "medio" del Cosmos, es decir, en el polo. El monte japonés Shumi era, según Hepburn, "una fabulosa montaña budista de maravillosa altura, que forma el eje del Universo y el centro alrededor del cual giran todos los cuerpos celestes".

 

El nombre más común de la montaña polar en China es Kwen-Lun. Llamada la montaña más alta del mundo, Kwen-Lun se encontraba en "el centro de la tierra". El paraíso, señala Warren, posee "una fuente viva de la que fluyen en direcciones opuestas los cuatro grandes ríos del mundo".

 

Llamada "la montaña de las perlas", Kwen-Lun se eleva al polo celestial, la morada del primer rey Shang-Ti. A su alrededor giran los cielos visibles. Kwen-Lun se "describe como una estupenda montaña que sostiene el cielo, que marca el centro o polo". Es el "Gran Pico de la Perfecta Armonía", cuya cima muestra el palacio de Shang-Ti, llamado Tsze-Wei, "un espacio celestial alrededor del Polo Norte".

 

Distinto de Kwen-Lun, pero representando la misma idea, está el monte chino Kulkun, designado como el "Rey de las Montañas, la cumbre de la tierra, el sostén del cielo y el eje que toca el poste".

 

La verdadera naturaleza del monte cósmico es evidente en el simbolismo chino del puesto del rey. Las tradiciones místicas definieron el poste central de un techo (o la parte superior de dicho poste) como el Ki. El principal vertical (Ki) de las viviendas locales simbolizaba el Tai-Ki o "Gran Ki" en el cielo, el soporte central del Cosmos giratorio. El "Gran Ki" era el rey-dios Shang-ti, que habitaba en la cima del monte polar Kwen-Lun.

 

 

La contraparte iraní de Meru fue la montaña cósmica Hera Berezaiti, levantada por Ahura Mazda. En el Zend Avesta, esta "montaña brillante" aparece como "la primera montaña que se elevó de la tierra".

 

Desde esta montaña cósmica, el sol brillaba todos los días. Según el Bundahish, "la luz se eleva desde Hera Berezaiti".

 

Entonces, ¿la montaña se encuentra al este geográfico? No. El sol en la cima del monte es Mitra, "el señor de los amplios pastos... insomne y siempre despierto; de quien el Creador Ahura Mazda ha construido una morada en el Hera-Berezaiti, la montaña brillante alrededor de la cual giran las muchas estrellas, donde no vienen ni la noche ni la oscuridad, no hay viento frío ni viento caliente, no hay enfermedad mortal, no hay impureza hecha por los Daevas, y las nubes no pueden llegar hasta el Hera-Berezaiti".

 

El carácter polar del monte no pasó desapercibido para Lenormant, quien escribió: "Como el Meru de los indios, Hera-Berezaiti es el polo y centro del mundo, el punto fijo alrededor del cual el sol y los planetas realizan sus revoluciones". A través del paraíso en el cenit fluían los cuatro ríos direccionales; y aquí estaba la morada "brillante" de Ahura Mazda, la "casa de alabanza".

 

Tan profundamente influenciados fueron los iraníes por esta montaña primordial que uno encuentra la misma colina cósmica con numerosos nombres. Según informó Lenormant, todos los grupos encarnados por la raza, "deseando tener su propia Hera-Berezaiti", dejaron montañas sagradas conmemorativas en un lugar tras otro.

 

Los iraníes también llamaron a la montaña cósmica Taera (o Terak). En los Textos Pahlavi, Taera aparece como el "Centro del Mundo". Y nuevamente, el monte central es el eje, porque el Zend Avesta representa al "santo Rasnu" descansando "sobre la Taera de la altura Haraiti, alrededor de la cual giran las estrellas, la luna y el sol".

 

En el monte cósmico se encontraba el lugar de nacimiento del primer antepasado. En el "centro de la tierra" nació Gayomarth "radiante y alto", gobernando sobre la gran colina como "rey de la montaña". Este centro mundial fue el paraíso Airan-vej, el Edén iraní, y Gayomarth fue el "primer hombre". La característica más distintiva de este paraíso fue el gran pico Kadad-iDaitik, denominado "el Centro de la Tierra". ¿Y dónde estaba esta montaña primordial en el centro del mundo? Se identifica como "la cima del juicio" sobre Hera Berezaiti.

 

Así podrían decir los maniqueos con seguridad: "El Hombre Primordial viene, entonces, del mundo de la Estrella Polar".





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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