El Granizo De Piedras
Después del polvo rojo, también hubo un "polvo pequeño",
como "cenizas del horno", que cayó "en toda la tierra de
Egipto", y luego una lluvia de meteoritos voló hacia la tierra. Nuestro
planeta entró más profundamente en la cola del cometa. El polvo fue un
precursor de la piedra.
Entonces Yahweh les dijo
a Mosheh y Aharón: "Cada uno de ustedes tome un puñado de hollín del
horno, y que Moshe lo lance hacia el cielo a la vista del Faraón. Se convertirá
en un fino polvo por sobre toda la tierra de Mitsráyim, y causará una
inflamación que reventará en ampollas sobre hombres y bestias por toda la
tierra de Mitsráyim". Shemot 9:8-9
Este milagro no puedo ser reproducido por los magos de faraón, ni
tampoco solucionado, porque hasta ellos fueron afectados por el sarpullido que
provocaba úlceras. Este era el polvo de la cola del cometa, que continuaba su
paso después de la cabeza, ahora llegando a la cola. Esta parte trae todos los
deshechos del cometa, y perdió muchos de ellos por la cercanía con la tierra,
desprendiendo una gran nube de polvo que provocó irritaciones en los que fueron
expuestos. Estas plagas no alcanzaron a los yisraelitas, ya que desde antes de
todas las cosas Él ya había determinado que ellos vivirían en la tierra de
Goshen, un lugar que Él sabía de antemano estaría de alguna manera protegido de
la catástrofe.
Después vinieron las piedras más grandes, a medida en que eran
atraídas hacia la tierra:
Para esta hora mañana
haré llover un granizo pesado, como no lo ha habido en Mitsráyim desde el día
en que se fundó hasta ahora. Por lo tanto, ordena que pongan en refugios a tu
crianza de animales y todo lo que tengas a campo raso; todo hombre y bestia que
se encuentre afuera, sin que haya entrado a un refugio, perecerá cuando caiga
sobre ellos el granizo. Shemot 9:18-19
Piedras de BARAD (H1259), aquí traducido como "granizo", es,
como en la mayoría de los lugares donde se menciona en las Escrituras, el
término para meteoritos. El término "meteoro" proviene del griego
meteoros, que significa "fenómeno en el cielo". Se emplea para
describir el destello luminoso que acompaña la caída de materia del sistema
solar sobre la atmósfera terrestre, por eso muchas veces se habla de
"piedras y fuego".
Por cierto, como detalle al margen, las fuentes midráshicas también
nos dan un poco de luz acerca de otro personaje:
Pero la misericordia de Dios es tan grande que incluso en Su ira tiene misericordia de los impíos, y Su objetivo principal no era dañar a los hombres y las bestias, sino dañar la vegetación en los campos de los egipcios. Ordenó a Moisés que amonestara a Faraón para que enviara y se apresurara en su ganado y todo lo que tenía en el campo. Pero la advertencia cayó en oídos negligentes. Iyov fue el único que lo tomó en serio, mientras que Faraón y su pueblo no siguieron la palabra del Señor. Por tanto, el Señor dejó que el granizo hiriera a hombres y animales, en lugar de limitarlo a las hierbas y a los árboles del campo, como había planeado desde el principio.
Ginzberg - Legends of the Jews, II, Part IV "Moses in Egypt", página 356.
Iyov,
el gentil más piadoso que jamás haya vivido, uno de los pocos para llevar el
título de honor de "siervo de Dios", fue de doble parentesco con
Jacob. Era nieto de Esaú, el hermano de Yaakov, y al mismo tiempo yerno de Yaakov
él mismo, porque se había casado con Dinah como su segunda esposa. Era
completamente digno de ser miembro de la familia del Patriarca, porque era
perfectamente recto, temía a Dios y evitaba el mal.
Ginzberg
- Legends of the Jews, II, Part III "Iyov", página 225.
Si ahora nos
detenemos un poco para mirar rápidamente las pruebas que Iyov pasó, las veremos
con otros ojos:
Llegó un mensajero donde
Iyov y dijo: "Los bueyes estaban arando y las asnas estaban pastando junto
a ellos cuando los sabeos los atacaron y se los llevaron, y pasaron a los
muchachos a espada; solamente yo escapé para decírtelo". Éste estaba todavía
hablando cuando vino otro y dijo: "Un fuego de Elohim bajó del cielo,
agarró a los muchachos y las ovejas, y los quemó; solamente yo escapé para
decírtelo". Todavía estaba éste hablando cuando llegó otro y dijo:
"Una formación de tres filas de kasditas hizo un saqueo entre los camellos
y se los llevaron y pasaron a los muchachos a espada; solamente yo escapé para
decírtelo". Todavía estaba éste hablando cuando vino otro y dijo:
"Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa de su hermano
mayor cuando de repente vino un viento poderoso del desierto. Golpeó las cuatro
esquinas de la casa de manera que se derrumbó sobre los jóvenes y murieron;
solamente yo escapé para decírtelo". Iyov 1:14-19
Acá tenemos
fuego cayendo del cielo, un huracán, y dos grupos de saqueadores; todos estos
elementos que ya vimos estuvieron presentes durante las catástrofes del paso
del cometa, aunque tal vez no todas juntas, sí se fueron sucediendo con
demasiada rapidez, tragedia tras tragedia, como para dar esa impresión.
Iyov vivió en
la tierra de Uz, ubicada en lo que hoy se conoce como Arabia, más o menos
durante el tiempo en que sus primos lejanos, las doce tribus de Israel, se
hallaban en esclavitud en la tierra de Egipto.
Las fuentes midráshicas y talmúdicas nos informan que las piedras que
cayeron sobre Egipto estaban calientes; esto sólo cabe en meteoritos, no en una
lluvia de hielo, a pesar de que muchos las confundieron, creyendo que se
trataba de granizo común:
Por regla general, el fuego y el agua son elementos en guerra uno contra el otro, pero en las piedras de granizo con fuego que golpearon la tierra de Egipto se reconciliaron. Un fuego descansaba en las piedras de granizo, como la mecha encendida nada en el aceite de una lámpara; el fluido circundante no puede extinguir la llama. Los egipcios fueron heridos por el granizo o por el fuego. En un caso como en el otro, su carne fue chamuscada, y los cuerpos de los muchos muertos por el granizo fueron consumidos por el fuego. Las piedras de granizo se amontonaban como una pared, de modo que los cadáveres de las bestias muertas no podían ser removidos, y si la gente lograba dividir los animales muertos y llevarse su carne, las aves de rapiña los atacarían en su camino a casa y les arrebataban su premio. Pero la vegetación del campo sufrió aún más que los hombres y las bestias, porque el granizo descendió como un hacha sobre los árboles y los partió.
Ginzberg - Legends of the Jews, VI, 178, página 356.
En las Escrituras se dice que estas piedras cayeron "mezcladas
con fuego":
Así que Mosheh sostuvo su
vara hacia el cielo, y Yahweh envió truenos y granizo, y descargas de fuego al
suelo, mientras Yahweh hacía llover granizo sobre la tierra de Mitsráyim. Hubo,
pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, como nunca hubo en
toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. Shemot 9:23-24
Discutiremos el significado de este "fuego mezclado" en la
siguiente sección, pero aquí dice que su caída fue acompañada de "fuertes
ruidos" (COLOT, singular COL, H6963), traducido como "truenos",
una traducción que es sólo figurativa, y no literalmente correcta, porque la
palabra para "trueno" es raam, que no se usa aquí. La caída de
meteoritos va acompañada de choques o ruidos parecidos a explosiones, y en este
caso eran tan "poderosos", que, según la narración bíblica, la gente
en el palacio estaba aterrorizada tanto por el estruendo de las piedras que
caían como por la destrucción que causaron:
Intercede con Yahweh para
que terminen los truenos terribles y el granizo. Los dejaré ir; no tienen que
quedarse por más tiempo. Shemot 9:28
La descripción de tal catástrofe se encuentra en el Visuddhi-Magga, un
texto budista sobre los ciclos del mundo:
Cuando un ciclo mundial es destruido por el viento... Al principio surge una gran nube que destruye el ciclo... surge un viento para destruir el ciclo mundial. Y primero levanta un polvo fino, y luego polvo grueso, y luego arena fina, y luego arena gruesa, y luego arena, piedras, etc., hasta cantos rodados del tamaño de la cima de una pagoda y árboles poderosos. Estos ascienden desde la tierra hasta el cenit y no vuelven a caer, allí son convertidos en polvo y aniquilados. Y luego, gradualmente, el viento se levanta de debajo de la tierra, y revuelve la tierra y la arroja al cielo... Y el viento también lanza al cielo los montes que rodean la tierra y el monte Sineru. Estos se juntan, se muelen hasta convertirlos en polvo y se destruyen.
Warren - Buddhism in Translations", Ciclos del mundo", Visuddhi-Magga, página 328
Los Anales Mexicanos de Cuauhtitlan describen cómo una catástrofe
cósmica fue acompañada por una lluvia de piedras; también en la tradición oral
de los indios, el motivo se repite una y otra vez: En alguna época antigua el
cielo "llovió, no agua, sino fuego y piedras al rojo vivo", que no es
diferente de la tradición hebrea:
La serpiente de dos cabezas, símbolo no menos extendido que la serpiente emplumada, es con frecuencia su atributo. Su asociación con las montañas lo puso también en conexión con los volcanes y el fuego, y fue él quien se dice que presidió el Sol de Lluvia, una de las épocas cosmogónicas, durante la cual llovió, no agua, sino fuego y piedras al rojo vivo.
The Mythology Of All Races Volume 11 - Latin-American, página 72
El petróleo crudo está compuesto por dos elementos, carbono e
hidrógeno. Las principales teorías del origen del petróleo son:
1. La teoría inorgánica: el hidrógeno y
el carbono se unieron en las formaciones rocosas de la tierra bajo gran presión
y calor.
2. La teoría orgánica: tanto el
hidrógeno como el carbono que componen el petróleo provienen de los restos de
vida vegetal y animal, principalmente de la vida microscópica marina y de los
pantanos.
La teoría orgánica implica que el proceso comenzó después de que la
vida ya era abundante, al menos en el fondo del océano.
Las colas de los cometas están compuestas principalmente por gases de
carbono e hidrógeno. Al carecer de oxígeno, no arden en vuelo, pero los gases
inflamables, que pasan a través de una atmósfera que contiene oxígeno, se
incendiarán. Si los gases de carbono e hidrógeno, o el vapor de una composición
de estos dos elementos, ingresan a la atmósfera en grandes masas, una parte de
ellos arderá, uniendo todo el oxígeno disponible en ese momento; el resto
escapará de la combustión, pero en una rápida transición se volverá líquido. Al
caer al suelo, la sustancia, si fuera líquida, se hundiría en los poros de la
arena y en las hendiduras entre las rocas; al caer sobre el agua, permanecería
flotando, si el fuego en el aire se apaga antes de que lleguen nuevos
suministros de oxígeno de otras regiones.
Mientras atravesaba toda Babilonia, que de inmediato se sometió a él, se asombró sobre todo del abismo del que brotaba continuamente fuego como de un manantial, y de la corriente de nafta, tan abundante que formaba un lago, no lejos del abismo. Esta nafta es en otros aspectos como el asfalto, pero es tan sensible al fuego que, antes de que la llama la toque, se enciende por el mismo resplandor alrededor de la llama y a menudo prende fuego también al aire intermedio. Para mostrar su naturaleza y poder, los bárbaros rociaron la calle que conduce al cuartel de Alejandro con pequeñas cantidades del líquido; luego, parados en el otro extremo de la calle, colocaron sus antorchas en los puntos húmedos; porque ahora estaba oscureciendo. Los primeros puntos se incendiaron de inmediato, y sin un intervalo de tiempo apreciable, pero con la velocidad del pensamiento, la llama se lanzó hacia el otro extremo y la calle fue un fuego continuo.
Plutarch: Lives (transl. B. Perrin, 1919), The Life of Alexander, xxxv (Online, página 329)
El descenso de un fluido pegajoso que llegó a la tierra y resplandeció
con un denso humo se recuerda en las tradiciones orales y escritas de los
habitantes de ambos hemisferios.
Pero no pensaban, no hablaban con su Creador y su Formador, que los habían hecho, que los habían creado. Y por esta razón fueron muertos, fueron anegados. Una resina abundante vino del cielo... Y esto fue para castigarlos porque no habían pensado en su madre, ni en su padre, el Corazón del Cielo, llamado Huracán.
Y por este motivo se oscureció la faz de la tierra y comenzó una lluvia negra, una lluvia de día, una lluvia de noche. Desesperados corrían de un lado para otro; querían subirse sobre las casas y las casas se caían y los arrojaban al suelo; querían subirse sobre los árboles y los arboles los lanzaban a lo lejos; querían entrar en las cavernas y las cavernas se cerraban ante ellos.
Y dicen que la descendencia de aquellos son los monos que existen ahora en los bosques... Y por esta razón el mono se parece al hombre...
Popol-Vuh, capítulo III, página 23ss (Online, página 12)
El Manuscrito Quiché perpetuó la imagen de la población de México
pereciendo en un aguacero de betún:
Pero los padres y los niños, que carecían de inteligencia, no usaban el lenguaje que habían recibido para alabar la bendición de su creación, y nunca soñaron con levantar los ojos para glorificar a Hurakan. Entonces se perdieron en una inundación. Cayó del cielo una lluvia de betún y resina.
Tal fue el final de estos hombres ingratos: porque no habían dado gracias a su madre y a su padre, en la faz del Corazón del Cielo, cuyo nombre es Hurakan. Y a causa de ellos la tierra se oscureció y llovió de día y de noche. Y los hombres iban y venían fuera de sí, como golpeados por la locura: querían trepar a los tejados y las casas se derrumbaban; querían trepar a los árboles y los árboles los alejaban de ellos. Y cuando fueron a refugiarse en cuevas y cuevas, inmediatamente cerraron. Así fue su castigo y destrucción. Pero los creadores conservaron un pequeño número de ellos, en memoria de los hombres de madera que habían hecho: son estos pequeños seres a los que llamamos simios y que hoy habitan los bosques.
Brasseur - Histoire des nations civilisées du Mexique 01, página 55
Un relato similar se conserva en los Anales de Cuauhtitlan:
En el Codex Chimalpopoca, el autor hablando de la destrucción que se produjo por el fuego, dice: "El tercer sol se llama Quia-Tonatiuh, sol de lluvia, porque luego vino una lluvia de fuego: todo lo que existía ardió, y cayó un lluvia de arenisca, y se dice que así como la arenisca que vemos ahora se extendió, y el tetzontli (amígdala porosa) burbujeaba con gran estrépito, también se levantaron las rocas de color rojizo.
Telzontli es una amígdula porosa que se ha utilizado para construir la mayoría de los edificios en la Ciudad de México. Según Bustamante, el comentarista de Sahagún, serían los pequeños volcanes que rodean el valle de México hacia el sureste, los que habrían formado el telzontli...
Brasseur - Sources De I'Histoire Primitive Du Mexique, pag 28
Este telzontli es un tipo de piedra volcánica (amígdula porosa), son
piedras formadas por lava que contienen otros tipos de minerales incrustados
(ver imagen1, imagen2).
Y muy lejos, en el otro hemisferio, en Siberia, los Voguls llevaron a través de los siglos y milenios este recuerdo:
De una conflagración que todo lo devora también hablan los Voguls, contando cómo Dios envió un mar de fuego sobre la tierra para destruir al diablo. La causa del incendio la llaman "el agua de fuego"...
Los cuentos de los Voguls también hablan de una conflagración recurrente, el terrible trueno que el "hombre que observa la Tierra" oye desde lejos. Este héroe decide cabalgar a través del fuego, "un lado del cual brilla en las alturas del cielo, el otro arde en ambos rincones del cielo"...
The Mythology Of All Races Volume 04 - Finno-Ugric, Siberian, "Destruction of the World", páginas 368-369
Medio meridiano al sur, en las Indias Orientales, las tribus
aborígenes informan que en el pasado remoto "Sengle-Das" o "agua
de fuego" llovió del cielo; con muy pocas excepciones, todos los hombres
murieron:
También se han anotado historias de conflagraciones en otras partes de Asia. Así, por ejemplo, en la India Oriental se cuenta cómo Dios, cuando la humanidad se hundió más en el pecado, envió un diluvio de fuego a la tierra, aquí también llamado "agua de fuego". Solo dos personas, hermano y hermana, se salvaron escondiéndose. Los antiguos pueblos civilizados de Asia más cercana también parecen haber conocido estos relatos de conflagración.
The Mythology Of All Races Volume 04 - Finno-Ugric, Siberian, "Destruction of the World", página 369
La octava plaga, como vimos, fue "barad (meteoritos) y fuego
mezclado con el barad, muy grave, "como no hubo ninguno igual en toda la
tierra de Egipto"... Hubo "truenos" (correcto: exposiones) y
barad, y el fuego corrió por el suelo".
El papiro Ipuwer describe este fuego consumidor:
"Puertas, columnas y muros son consumidos por el fuego. El cielo está en confusión".
Ipuwer 2:10; 7:1; 11:11; 12:6
El papiro dice que este fuego casi "exterminó a la
humanidad".
Los Midrashim, en varios textos, afirman que la nafta, junto con
piedras calientes, se derramó sobre Egipto.
Ellos se negaron a dejar ir a los israelitas, y Él derramó nafta sobre ellos, provocando llagas ardientes... Dirige una corriente de nafta caliente sobre ellos...
Ginzberg - Legends of the Jews 02, página 342
La nafta es petróleo en arameo y hebreo.
El Santo trajo las plagas sobre ellos en el orden de un (rey) de carne y hueso. En el caso de un rey de carne y hueso, cuando un estado se rebela contra él, ¿qué hace? Envía legiones que lo rodeen. Primero él rompe (embalsa) su acueducto. Si se arrepienten, bien y bien; pero si no, trae gritos de guerra contra ellos. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, les dispara flechas. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, trae legiones contra ellos. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, trae combate cuerpo a cuerpo contra ellos. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, les arroja nafta. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, les arroja piedras con una catapulta. Entonces, si se arrepienten, muy bien; pero si no, levanta muchas tropas contra ellos. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, los encierra en la cárcel. Si se arrepienten, muy bien; pero si no, mata a los nobles.
Así vino el Santo contra los egipcios según el orden de los reyes. Primero él rompió (embalsó) su acueducto, como se dice en Mizmor 78:44: "convirtió sus ríos en sangre, y también sus arroyos, para que no bebieran".
Cuando no se arrepintieron, lanzó gritos de guerra contra ellos. Estas eran las ranas, como se dice en Shemot 8:8: "y Mosheh clamó a Yahweh sobre el asunto de la ranas..."
Luego, cuando no se arrepintieron, les arrojó flechas. Estos eran los piojos, como se dice en Shemot 8:13: "y vinieron piojos sobre hombres y bestias", porque cada uno de ellos entró en un cuerpo egipcio como una flecha.
Entonces, cuando no se arrepintieron, trajo legiones sobre ellos. Estos eran enjambres de moscas, como se dice en Mizmor 78:45: "Envió entre ellos moscas que se los comieran".
Luego, cuando no se arrepintieron, causó derramamiento de sangre y carnicería entre ellos. Esta es la plaga del ganado. Entonces, cuando no se arrepintieron, les arrojó nafta. Esto corresponde a las llagas. Luego, cuando no se arrepintieron, les arrojó piedras con una catapulta. Este es el granizo. Luego, cuando no se arrepintieron ni siquiera después de eso, levantó muchas tropas contra ellos. Estas eran las langostas.
Luego, después de eso, los puso en prisión (Esta es la oscuridad), como se dice en Shemot 10:21: "oscuridad que se pueda palpar". Luego, cuando ellos no se arrepintieron, mató a todos sus hijos mayores, como se dice en Shemot 12:29: "A medianoche Yahweh golpeó a todos los primogénitos en la tierra de Mitsráyim".
Midrash Tanhuma Buber, Bo 4 (Online)
Esto se consigna por muchos autores:
El período de cada plaga fue de siete días (Ex. Vii. 25)... Zachariah en el nombre de R. Berechiah, quien dice: "Dios usó tácticas militares contra los egipcios. Primero, detuvo su suministro de agua (el agua se convirtió en sangre). Segundo, trajo un ejército que gritaba (ranas). Tercero, Les disparó flechas (piojos). Cuarto, dirigió sus legiones contra ellos (animales salvajes). Quinto, causó una epidemia (morriña). Sexto, les echó nafta (llagas). Séptimo, les arrojó piedras de una catapulta (granizo). Octavo, ordenó a sus tropas de asalto (langostas) contra ellos. Noveno, los puso bajo el cepo de tortura (oscuridad). Décimo, mató hasta sus líderes (primogénitos). Yalk, Ex. 182; Pesiḳ. R, xvii. (ed. Friedmann, 89b)).
Enciclopedia Judía, "Plague"
Los dardos de los rayos partirán bien dirigidos, y volarán de las nubes al blanco como de arco bien curvado. Y la ira, como lanzada por una catapulta, arrojará violentas granizadas; y el agua del mar se enfurecerá contra ellos, y los ríos se precipitarán con furia sobre ellos. Un soplo poderoso los embestirá y los aventará como torbellino. La iniquidad desolará toda la tierra, y la maldad derribará los tronos de los poderosos. Sabiduría 5:21-23
El agua no apagaba al fuego, algo que sorprendió a todos:
Y los impíos que negaron conocerte, por el poder de tu brazo fueron castigados, perseguidos con extraordinarias lluvias, con granizadas y aguaceros inevitables y por el fuego abrasador. Y lo más maravilloso era que en medio del agua, que todo lo extingue, el fuego se mostraba más activo, porque la naturaleza combate por los justos, pues unas veces la llama se aplacaba para que no fuesen consumidos los enviados contra los impíos, para que, viéndolo, entendiesen que eran empujados por el juicio de Dios; otras veces el fuego se encendía, contra su naturaleza, en medio del agua, para destruir los productos de una tierra impía. Sabiduría 16:16-19
Esta es la naturaleza de la quema de petróleo. En el registro de las
plagas en el Mizmor 105 se le llama "fuego llameante", ESH LEJABOT,
fuego ardiente, llamas de fuego.
Les dio granizo por
lluvia, y fuego ardiente en su tierra. Mizmor 105:32
También en Daniyel como "río de fuego" o "corriente de
fuego".
Un río de fuego procedía
y salía de delante de Él... Daniyel 7:10
La CLV traduce de esta manera:
Fluyendo es una llama en
frente y saliendo de delante de Él...
En la Hagadá de Pésaj se dice que "los
valientes de Pul y Lud (Lidia en Asia Menor) fueron destruidos con una
conflagración consumidora en Pésaj". (Online,
Concluding Songs)
En el valle del Éufrates, los babilonios se referían a menudo a
"la lluvia de fuego", viva en su memoria. Todos los países cuyas
tradiciones de lluvia de fuego he citado en realidad tienen depósitos de
petróleo: México, las Indias Orientales, Siberia, Irak y Egipto.
Durante un período de tiempo después de que el fluido combustible se
derramó, bien pudo haber flotado sobre la superficie de los mares, empapado la
superficie del suelo y prendido fuego una y otra vez, y de hecho lo hizo en
numerosas ocasiones, como se registra.
...el fuego en el cuento de Tungus dura siete años, lo que corresponde a la descripción del cuento de Vogul: "Ya durante siete inviernos y veranos el fuego ha ardido, ya durante siete inviernos y veranos ha quemado la tierra".
The Mythology Of All Races Volume 04 - Finno-Ugric, Siberian, "Destruction of the World", páginas 368-369
La historia de los vagabundos por el desierto contiene una serie de
referencias al fuego que brota de la tierra:
El pueblo se puso a
quejarse amargamente delante de Yahweh. Yahweh lo oyó y se enojó: un fuego de
Yahweh se encendió contra ellos, haciendo estragos en los alrededores del
campamento. El pueblo clamó a Mosheh; Mosheh oró a Yahweh, y el fuego se apagó.
A aquel lugar se le llamó Taberah, porque un fuego de Yahweh se encendió contra
ellos. Bamidbar 11:1
TABERÁH (H8404) deriva de la raíz BAAR (H1197), que significa arder en
fuego, consumirse, abrasar. Aquí los yisraelitas, de alguna manera, provocaron
al Adón:
De nuevo ustedes
provocaron a Yahweh en Taberah, y en Masah, y en Qibrot Hataavah. Devarim 9:22
Es interesante que esta es la palabra elegida por Moshe en Devarim
para su frase repetida: "quitarás el
mal de en medio de ti" (o la culpa, la sangre), siendo
"consumirás" una traducción más correcta, además de enfática. Esta
expresión aparece en numerosas ocasiones: 13:5; 17:7, 12; 19:13, 19; 21:9, 21;
22:21-22, 24; 24:7; también en Shoftim 20:13; y en muchas otras ocasiones,
significando siempre destrucción consumidora.
No acostumbrados a manipular este aceite, rico en derivados volátiles,
los sacerdotes yisraelitas cayeron víctimas del fuego.
Ahora bien, los hijos de
Aharón, Nadav y Avihú, trajeron cada uno su incensario, pusieron fuego en él, y
le pusieron incienso; y ofrecieron delante de Yahweh fuego extraño, que Él no
les había mandado. Y salió un fuego de Yahweh y los consumió; así murieron a
instancias de Yahweh. Vayikra 10:1-2
El fuego se llamó extraño porque no se había conocido antes y porque
era "de origen extranjero"... en verdad, este fuego provenía del
fuego que había caído de los cielos.
Los yisraelitas continuaron su camino. Luego vino la rebelión de Qóraj
y sus aliados:
Hagan esto: tú, Qóraj, y
todo tu grupo, tomen incensarios, y mañana pongan fuego en ellos delante de
Yahweh. Entonces, el hombre a quien escoja Yahweh, ese sea el consagrado...
Cada uno de ustedes lleve su incensario y póngale incienso, y cada uno traiga
su incensario delante de Yahweh, doscientos cincuenta incensarios; y Aharón
también su incensario". Cada uno tomó un incensario, le puso fuego, le
echó incienso, y tomó su lugar a la entrada de la Carpa de Reunión, con Mosheh
y Aharón.
Yahweh le habló a Mosheh
y le dijo: "Habla a la comunidad y dile: Retírense de los alrededores de
las moradas de Qóraj, Datán y Aviram". Mosheh se levantó y fue a Datán y
Aviram, seguido por los ancianos de Yisrael. Él se dirigió a la comunidad y le
dijo: "Aléjense, por favor, de las carpas de estos hombres malvados y no
toquen ninguna de sus pertenencias, para que no sean barridos por todos los
pecados de ellos". Así que ellos se retiraron de los alrededores de las
moradas de Qóraj, Datán y Aviram. Para entonces Datán y Aviram habían salido y
se pararon a la entrada de sus carpas, con sus esposas, sus hijos y sus
pequeños. Y Mosheh dijo: "Por esto sabrán ustedes que fue Yahweh quien me
envió a hacer todas estas cosas; que no las hago de mi propia voluntad: si estos
hombres mueren como los demás hombres, si su suerte es el destino común de toda
la humanidad, no fue Yahweh quien me envió. Pero si Yahweh produce algo nuevo,
de modo que el suelo abra su boca y se los trague con todas sus pertenencias, y
ellos bajan vivos a la Fosa, ustedes sabrán que estos hombres han menospreciado
a Yahweh". Apenas había terminado de hablar todas estas palabras, cuando
el suelo debajo de ellos se abrió, y la tierra abrió su boca y se los tragó con
sus familias, toda la gente de Qóraj con todas sus pertenencias. Bajaron vivos
a la Fosa, con todas sus pertenencias; la tierra se cerró sobre ellos y
desaparecieron de en medio de la congregación. Todo Yisrael alrededor de ellos
huyó al grito de ellos, porque decían: "¡La tierra podría tragarnos también!".
Y salió un fuego de Yahweh y consumió a los 250 hombres que ofrecían el
incienso. Bamidbar 16:6-7, 17-18, 23-35
Cuando encendieron el fuego del incienso, los vapores que brotaban de
la hendidura de la roca prendieron la llama y explotaron. Interesante notar que
en estos casos la rebelión fue el hombre insistiendo en su derecho de adorar al
Adón como ellos querían... algo que Yahweh rechaza por completo. Haríamos bien
en prestar atención a si nuestra adoración corresponde PLENAMENTE a Sus requisitos,
o seremos consumidos por el fuego consumidor.
Si el petróleo cayó en el desierto de Arabia y en la tierra de Egipto
y se quemó allí, se deben encontrar vestigios de conflagración en muchos
lugares. Leemos en la descripción de la tumba de Antefoker, visir de Sesostris
I, un faraón del Reino Medio:
"Un problema nos lo plantea una conflagración, claramente deliberada, que se ha desatado en la tumba, como en muchas otras... El material combustible no sólo debe haber sido abundante, sino de naturaleza ligera; porque un fuego feroz que se apagó rápidamente parece ser el único capaz de explicar el hecho de que las tumbas así quemadas permanezcan absolutamente libres de ennegrecimiento, excepto en las partes más bajas; restos carbonizados encontrados como regla. Las condiciones son desconcertantes".
Davies, Norman De Garis - The Tomb of the Vizier Ramose (1941)
"¿Y qué nos dice la historia
natural?",
preguntó Filón, y respondió:
La destrucción de las cosas de la tierra, no todas juntas, sino la mayor parte de ellas, se atribuye a dos causas principales: la indescriptible violencia y poder del fuego y el agua. Y dicen que cada uno de estos elementos los ataca a su vez, tras larguísimos periodos de años rotatorios.
Cuando, por lo tanto, un incendio se apodera de las cosas, una corriente de fuego etéreo que se vierte desde arriba se difunde con frecuencia sobre ellas, invadiendo muchos distritos del mundo habitable... Y luego sucede que, por la violencia de estos poderes que se disputan a su vez, los habitantes de los lugares expuestos a él son destruidos; los que habitan en las montañas y terrenos más altos, y en distritos mal regados, siendo destruidos por el fuego, por no tener suficiente agua, que es el arma natural con la que repeler el fuego, y aquellos, por otro lado, siendo destruido por el agua que vive en las orillas de los ríos o lagos, o en las orillas del mar, para los males como atacar a los que están más cerca primero, o incluso únicamente.
Filón de Alejandría - Sobre La Eternidad Del Mundo, (Online, 146-148)
La lluvia de "agua de fuego" contribuyó al suministro de
petróleo de la tierra; el aceite de roca en el suelo parece ser, al menos en
parte, "aceite de estrella" derribado al final de las eras mundiales,
en particular la era que llegó a su fin a mediados del segundo milenio antes de
la era actual.
Los Adoradores Del Fuego
En los siglos que siguieron, el
petróleo fue adorado, quemado en lugares santos; también se utilizó para fines
domésticos. Luego pasaron muchas edades en las que estuvo fuera de uso. Recién
a mediados del siglo pasado comenzó el hombre a explotar este petróleo,
aportado en parte por el cometa de la época del éxodo.
(Bakú es un) puerto marítimo, en el gobierno del mismo nombre, Transcaucasia, Rusia, situado en la península de Apsheron, en la costa oeste del mar Caspio. Los adoradores del fuego conocen desde hace mucho tiempo los pozos de nafta de Bakú... En el siglo VIII, Bakú pasó a manos de los árabes y, tras la caída del califato, pasó a manos de los príncipes de Shirvan... El monje Wilhelmus de Rubruquis, que fue enviado como embajador por el rey Luis IX al khan tártaro en 1254, al describir las antiguas murallas cerca del mar y el camino a Bakú, relata que todo el país estaba habitado en gran parte por judíos... Tras la anexión de Bakú por Rusia, en 1806, los habitantes persas iniciaron un motín en la judería, y aunque fue sofocado por el general ruso, los judíos decidieron trasladarse... Desde ese momento hasta finales de los años ochenta, sólo se permitió vivir en Bakú a unos pocos soldados judíos... Con el desarrollo del comercio del petróleo, en el que los Rothschild, que han establecido una oficina en Bakú, estaban muy interesados, la comunidad judía de Bakú es ahora una de las más avanzadas y sus asuntos están bien gestionados.
Enciclopedia Judía, "Baku"
Torrentes de petróleo se derramaron
sobre el Cáucaso y se consumieron. El humo del fuego del Cáucaso todavía estaba
a la vista imaginativa de Ovidio, quince siglos después, cuando describió la
quema del mundo.
Los continuos incendios en Siberia,
el Cáucaso, en el desierto de Arabia y en todas partes fueron incendios que
siguieron a la gran conflagración de los días en que la tierra quedó atrapada
en vapores de carbono e hidrógeno.
El fuego del Cáucaso fue tenido en
gran estima por todos los habitantes de las tierras adyacentes. Conectado con
el Cáucaso está la leyenda de Prometeo, el titán que fue encadenado a una roca por
haber entregado fuego al hombre. El carácter alegórico de esta leyenda cobra
significado cuando consideramos las palabras de Agustín de que Prometeo era
contemporáneo de Moshe.
En ese momento, de hecho, cuando nació Moisés, se encuentra que Atlas vivió, ese gran astrónomo, el hermano de Prometeo y nieto materno del mayor Mercurio, de quien ese Mercurio Trismegisto era el nieto.
Agustine of Hippo - The city of God II, Libro XVIII, 39, página 266
Como sabemos, los magnates del
petróleo son unas cuantas familias, relacionadas con los Rothschild y los
Rockefeller como los más conocidos. "Casualmente", en la entrada del Rockefeller
Center encontramos un espléndido monumento a Prometeo (Ver). Ellos saben a quién deben agradecer.
Prometeo decidió tomar un poco del
fuego sagrado olímpico para entregárselo a la humanidad. Luego de esto, partió
hacia la Tierra con el carro de Helios, el dios solar, para cumplir su noble
propósito. Cuando Zeus
vio lo que el titán
había hecho, creó a una mujer llamada
Pandora, a la cual todos los dioses dotaron con sus habilidades, e incluso
sembraron en ella la semilla de la maldad. Le otorgaron una caja que
supuestamente contenía muchos presentes para Prometeo, aunque en realidad en su
interior se reunían todas las desgracias imaginables. Pandora acudió a la
Tierra para intentar seducir a Prometeo y a su hermano Epimeteo, pero mientras
el primero se mantuvo impasible, el segundo no se resistió a sus encantos.
Pandora finalmente abrió la caja y de allí salieron todos los males y la
muerte. Entonces, Zeus decidió enviar un Diluvio para dejar la Tierra libre de
seres vivientes; y, como castigo, colocó a Prometeo en la cima de una montaña
donde un águila le comía el hígado todos los días.
Acá tenemos todos los ingredientes:
un carro solar robado, fuego para los hombres (QUE YA LO TENÍAN)... Éste es un
"fuego especial", y en verdad todos los males son derramados.
Los sacerdotes de Irán adoraron el
fuego que brotó de la tierra. Los seguidores del zoroastrismo o mazdeísmo
también se denominan adoradores del fuego.
Los persas son una rama de la
familia de los pueblos arios, pertenecientes a la rama indoirania. En un
principio eran nómadas; después, algunas de estas tribus persas se hicieron
sedentarias, mientras que otras continuaron con su vida nómada. Los que se
asentaron adoptaron costumbres urbanas del Asia Occidental, especialmente
cuando Ciro (559-530 aEC) empezó a conquistar Elam, Asiria y Babilonia.
Un tiempo antes de la llegada de
Ciro a esas tierras, en la región se destacó un sacerdote y profeta llamado
Zaratustra, conocido como Zoroastro en Grecia. Este aproximó el sistema
religioso al monoteísmo: Ahura Mazda era el supremo Sabio Señor del
zoroastrismo, nombre que recibió esta clase de religión.
En el zoroastrismo, el fuego era de gran importancia, ya que
era considerado uno de los elementos más sagrados. Su culto y el uso de la
planta tóxica haoma (la efedra) se remontan a la fase más temprana de la región
nómada aria.
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