Un hijo debe honrar a su padre, y un
siervo a su amo. porque si yo soy un padre, ¿dónde está la honra que se me
debe? Y si soy un amo, ¿dónde está la reverencia que se me debe? —dijo Yahweh
de los Ejércitos a ustedes, sacerdotes que desprecian mi nombre. Pero ustedes
preguntan: "¿Cómo nos hemos burlado de tu nombre?". Ustedes ofrecen
alimento contaminado sobre mi altar. Pero preguntan: "¿Cómo te hemos
contaminado?".
Al decir: "La mesa de Yahweh
puede tratarse con desprecio". Cuando presentan un animal ciego para
sacrificio -¡no importa! Cuando presentan una coja o enferma -¡no importa!
¡Ofrézcanselo a su gobernador, a ver si los acepta, a ver si les muestra favor!
—dijo Yahweh de los Ejércitos. ¡Y ahora imploran el favor de Elohim! ¿Tendrá
piedad de nosotros? Esto es lo que han hecho ustedes -¿aceptará él a alguno de
ustedes?
Yahweh de los Ejércitos ha dicho:
¡Si ustedes cerraran mis puertas, y no encendieran fuego sin propósito en mi
altar! No me complazco en ustedes —dijo Yahweh de los Ejércitos— y no aceptaré
ninguna ofrenda de ustedes.
Porque desde donde nace el sol hasta
donde se pone, se honra mi nombre entre las naciones, y en todas partes se
ofrecen incienso y oblación pura a mi nombre; porque mi nombre es honrado entre
las naciones —dijo Yahweh de los Ejércitos. Pero ustedes lo profanan cuando
dicen: "La mesa de Yahweh está contaminada y la carne, el alimento, puede
tratarse con desprecio". Ustedes dicen: "¡Oh qué molestia!".
Y así lo degradan —dijo Yahweh de
los Ejércitos— y traen la robada, la coja, y la enferma; y las ofrecen así como
oblación. ¿Creen que les aceptaré eso? —dijo Yahweh. Una maldición sobre el
engañador que tiene un macho (sin tacha) en su rebaño, ¡pero para sus votos
sacrifican un animal defectuoso para Yahweh! Porque yo soy un gran rey —dijo
Yahweh de los Ejércitos— y mi nombre es reverenciado entre las naciones.
MalajiYah 1:6-14
La degradación de los
sacerdotes fue vista primero en que ellos menospreciaron el nombre de Yahweh y
Su mesa. Ellos no sintieron aprecio por el nombre de Yahweh ni por el disfrute
de Su mesa. Los sacerdotes presentaron a Yahweh ofrendas contaminadas, ofrendas
de animales que estaban ciegos, cojos o enfermos (pasuk 8). Ellos trajeron lo
hurtado, lo cojo y lo enfermo, y lo ofrecieron como sacrificio. Por lo tanto,
Yahweh maldijo al que engañaba ofreciendo u sacrificio de bajo valor. Él ya no
se deleitaba en recibir sus ofrendas contaminadas; por el contrario, las
aborrecía.
Cuando entregamos a
Yahshua sacrificios de segunda, de menor valor que otras cosas que tenemos para
ofrecer, le estamos robando. No podemos entregarle las migajas de nuestro
tiempo, tenemos que darle las primicias: nuestra primera hora, nuestros
primeros pensamientos para nuestra comunión con Él a fin de ser fortalecidos
para soportar el día.
Cuando damos para Su obra
no podemos dar menos que el mínimo que exige cualquier gobernante: el diezmo de
las ganancias. El diezmo era el derecho de los gobernantes. Cuando Yisrael
pidió tener un rey como las otras naciones, despreciando el gobierno de Yahweh,
Él les advirtió lo que sucedería:
Tomará (el rey) una décima parte de
los granos y las uvas de ustedes y se los dará a sus eunucos y cortesanos.
Tomará los siervos y esclavas de ustedes, sus mejores jóvenes, y sus asnos, y
los pondrá a trabajar para él. Tomará una décima parte de los rebaños de
ustedes, ustedes vendrán a ser siervos de él. Shemuel Alef 8:15-17
Cuando Yahweh era el
gobernante de Su pueblo Yisrael, Él pidió que le entregaran el diezmo a sus
representantes, los sacerdotes. ¿Quién es hoy nuestro gobernante, el sistema, o
Yahweh, a través de Mashíaj en nosotros? Si decimos que no pertenecemos más a
este mundo, debemos aceptar que estamos nuevamente bajo UNA TEOCRACIA, es
decir, el gobierno de Elohim. Por lo tanto, Él tiene el derecho de recibir lo
que le corresponde. Todavía, nosotros estamos hoy bajo el Nuevo Pacto. Y así
como las cosas antiguas eran semillas, así también lo es el diezmo. Si en el
Tanaj se pedía la décima parte, en el B'rit Hadashá se nos pide dar todo:
De manera que la semilla ha crecido,
como se espera, y la planta es mayor: debe haber crecido por lo tanto en
nuestro interior el deseo y la inclinación de dar más allá de lo exigido, dar
porque "es más bienaventurado que recibir" (MaAseh 20:35) y porque
"Yahweh ama al dador alegre" (Qorintiyim Bet 9:7).
Por eso en el B'rit
Hadashá no tenemos ya el límite del diezmo, sino que el mismo debe ser aún más
superado. Y esto incluye no sólo nuestras contribuciones en recursos físicos,
sino también nuestro servicio y entrega a Su Tarea, según Él nos indique. Él es
nuestro principal objetivo y cumplir Su Voluntad es siempre nuestra meta
prioritaria. Haciendo esto, estaremos entregando siempre sacrificios
excelentes, "lo mejor del rebaño", porque lo que damos NO ES PARA AYUDAR
A OTROS SINO PARA GLORIFICAR AL PADRE. Debemos comprender que somos Sus
representantes y llevamos Su Imagen, de manera que también en nuestro dar y en
nuestro trabajar para Su obra lo hacemos para Su gloria. ¿Cuánta gloria Le
damos? Ahora estamos dando un paso más allá del dinero y el tiempo que podamos
dar, estamos hablando de CÓMO LO REPRESENTAMOS ANTE EL MUNDO. ¿Qué ve el mundo
en los creyentes? ¿Personas generosas o egoístas? Esa será la imagen de Yahweh
que transmitimos, y nuestro premio también dependerá de esto. Si lo negamos
ante el mundo (y decir que quienes cargamos Su imagen son egoístas y no
generosos es negarlo), Él también nos negará cuando llegue, y no entraremos en
el Reino.
Los sacerdotes
quebrantaron los mandamientos de Yahweh y corrompieron el pacto de Yahweh. Esto
hizo que la maldición de Yahweh viniera sobre ellos. No pensemos como los
cristianos, que creen vivir en una era de "gracia" más parecida a un
total libertinaje, que seremos perdonados por no producir fruto (representarlo
bien para que los demás Lo busquen), "porque Él es buenito". Los
sacerdotes del Tanaj no lo fueron, y los creyentes del B'rit Hadashá tampoco lo
serán, Él NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS.
El trato que Yahweh
aplicó a los hijos de Leví tenía por finalidad refinar y purificar a los
sacerdotes en Su venida como Mensajero de Yahweh:
Miren, yo envío mi mensajero a
aclarar el camino delante de mí, y el Adón que ustedes buscan vendrá de pronto
a su templo. En cuanto al mensajero del pacto que ustedes desean, ya viene.
¿Pero quién podrá soportar el día de su venida, y quién se podrá sostener
cuando aparezca? Porque es como el fuego de fundidor y como lejía de lavandero.
Actuará como fundidor y purificador de plata; y purificará a los descendientes
de Leví y los refinará como oro y plata, para que presenten ofrendas en
justicia. Entonces las ofrendas de Yahudah y Yahrushalayim serán agradables a
Yahweh como en los días de antaño y en los años de la antigüedad. MalajiYah
3:1-4
Mashiaj está hoy
purificando y refinando a aquellos que tienen oídos para ver y escuchan, y que
también obedecen, sin dejarse intimidar por las presiones del sistema.
Permitamos que Él nos purifique hoy, no endurezcamos nuestros corazones a
prendamos todas las lecciones, sobre todo la de dar, porque sobre ésta se basa
el resto de nuestra acciones. Sólo aquellos que están dispuestos a darlo todo
son los que son aptos para poner la mano en el arado y seguir a Mashíaj.
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