1 de enero de 2022

AERU32 - Comprometiéndose Con La Obra De Yahweh 01

 


En los capítulos 9 y 10, el pueblo confesó sus pecados pasados a Elohim e hicieron un pacto firme con El.

 

El día veinticuatro del mismo mes se reunieron los yisraelitas en ayuno, vestidos de luto, y con polvo sobre ellos. Los del linaje de Yisrael ya se habían apartado de todos los extranjeros; y estando de pie, confesaban sus pecados y la iniquidad de sus padres. De pie en su lugar, leyeron en el rollo de la Torah de Yahweh su Elohim durante una cuarta parte del día, y durante otra cuarta parte del día confesaron sus pecados y se postraron ante Yahweh su Elohim. NehemYah 9:1-3

 

Luego, enumeraron todo lo bueno que Elohim había hecho a sus antepasados, sacándolos de Mitzrayim y llevándolos por el desierto hasta introducirlos en la buena tierra y dándoles la ley a pesar de la arrogancia y terquedad de ellos y su rebeldía contra Sus mandamientos (pasukim 9-25). ¿Qué puede vencer nuestra arrogancia, nuestra terquedad y nuestra rebeldía contra los mandamientos de Elohim? Sólo la palabra de Elohim puede eliminar estas cosas. La palabra de Elohim puede anular nuestra arrogancia y terquedad, y hacernos dóciles a los mandamientos de Elohim.

 

Después de eso, confesaron su desobediencia y rebeldía (pasukim 26-37). Ellos confesaron que, por su terquedad, echaron la ley de Elohim tras sus espaldas y mataron a Sus profetas. Así que, provocaron la ira de Elohim, quien los entregó en mano de las naciones y los llevó cautivos a tierras extranjeras. Como resultado de esto, desde los días de los reyes de Asiria hasta ese día, ellos habían estado en gran angustia.

 

Por todo eso, hicieron una promesa fiel por escrito, y sobre el documento sellado estaban los nombres de sus príncipes, sus levitas y sus sacerdotes (9:38-10:27). El resto del pueblo, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los sirvientes del templo, y todos los que se habían apartado de los pueblos de aquellas tierras a la ley de Elohim, se reunieron para hacer un juramente bajo maldición (pasukim 28-39). Para ellos, el hecho de efectuar este juramento significaba que se maldecirían a sí mismos si no guardaban el pacto. Para el pueblo de Yisrael, jurar significaba que no podían retractarse del pacto que habían hecho.

 

El resto del pueblo, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, los servidores del templo y todos los que se habían apartado de los gentiles y se habían adherido a la Torah de ha'Elohim, con sus esposas, sus hijos y sus hijas, todos los que podían comprender y discernir, se adhirieron a sus hermanos nobles, y se comprometieron con sanciones a seguir la Torah de ha'Elohim, dada por medio de Mosheh el siervo de Elohim, a observar cuidadosamente todos los mandamientos de Yahweh nuestro Elohim, sus reglas y sus leyes. "Esto es: no daremos nuestras hijas a los gentiles, ni tomaremos sus hijas para nuestros hijos. Si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercancías y toda clase de comestibles en día de shabat, nada les compraremos en shabat ni en día santo. No cosecharemos (el producto) del séptimo año y perdonaremos toda deuda. "Nos impusimos la obligación de contribuir con la tercera parte de un shékel al año para el servicio de la Casa de nuestro Elohim: para las hileras de pan, para la ofrenda vegetal regular, para la ofrenda quemada regular, (para las de los shabatot, Rosh Jodéshs y festividades, para las consagraciones, para las ofrendas por el pecado, a fin de hacer expiación por Yisrael y por toda la obra de la Casa de nuestro Elohim. "Hicimos un sorteo (entre) los sacerdotes, los levitas y el pueblo, para traer la ofrenda de leña a la Casa de nuestro Elohim, por clanes, en los tiempos determinados cada año, para hacerla arder sobre el altar de Yahweh nuestro Elohim, como está escrito en la Torah. Y (nos comprometimos) a traer cada año a la Casa de Yahweh las primicias de nuestra tierra y las primicias del fruto de todo árbol, así como los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, como está escrito en la Torah, y a traer a la Casa de nuestro Elohim los primerizos de nuestras vacas y de nuestras ovejas, para los sacerdotes que ministran en la Casa de nuestro Elohim. "Llevaremos a los almacenes de la Casa de nuestro Elohim, las primicias de nuestras masas, de nuestras ofrendas (de grano), y del fruto de todo árbol, del vino y del aceite para los sacerdotes, y el diezmo de nuestra tierra para los levitas —los levitas que colectan el diezmo en todas las ciudades sujetas al servicio real. Un sacerdote aharónico debe estar con los levitas cuando éstos colecten el diezmo, y los levitas deben llevar la décima parte del diezmo a la Casa de nuestro Elohim, a los almacenes del tesoro. A esos almacenes deben llevar los yisraelitas y los levitas la ofrenda del grano, del vino nuevo y del aceite. Allí estarán también los utensilios del santuario, los sacerdotes que ministran, los porteros y los cantores. No abandonaremos la Casa de nuestro Elohim". NehemYah 10:28-39

 

"Nos impusimos la obligación de contribuir con la tercera parte de un shékel al año para el servicio de la Casa de nuestro Elohim"...

 

Esta contribución no correspondía a ninguna regla de la Torah, fue una decisión espontánea del pueblo. Esta fue una oferta que el pueblo decidió comprometerse a realizar, además de retomar todas las reglas que había abandonado. Recordemos que ellos aún estaban en la etapa de las sombras, por lo que dependían aún del cumplimiento de las leyes de la Torah, incluidos los sacrificios, de los cuales nosotros estamos hoy liberados gracias al sacrificio perfecto de Mashíaj.

 

Con todo, muchos argumentan que "ya no hay templo", por eso no hay diezmos (este es un tema muy complejo que será estudiado a fondo aparte) y al mismo tiempo aseguran que "somos templo del Ruaj". ¿Quieren con eso significar que entregándose a sí mismos los diezmos, están haciendo lo correcto? Porque en verdad, es lo que la mayoría ha venido haciendo desde que "descubrieron" que el diezmo no es válido (ya veremos si lo es o no). Primero se excusaron argumentado consigo mismos que "entregarían ese valor a quien hiciera verdaderamente la Obra de Yahweh", y muchos inicialmente así lo hicieron, pero poco a poco decayeron de la costumbre HASTA QUE SE OLVIDARON POR COMPLETO DE LA CASA DE YAHWEH, Y FUERON A EDIFICAR SUS CASAS. De a poco dejaron de colaborar con buenos y malos, y se acostumbraron a quedarse con el "excedente".

 

Lamentablemente, es necesario comprender ciertos puntos a respecto del diezmo: en primer lugar, no es un mandamiento que haya sido eliminado. El diezmo era una costumbre muy anterior a la ley, como ya sabemos por Melki-Tsedeq. El diezmo era recibido por la autoridad máxima local, la cual en aquel entonces podía ser tanto política como espiritual.

 

Todos los diezmos de la tierra, sea semilla del suelo o frutos de los árboles, son de Yahweh; quedan consagrados a Yahweh. Vayikra 27:30

 

De hecho, cuando los yisraelitas quisieron un rey y rechazaron a Yahweh, Él les advirtió que ADEMÁS DE SU DIEZMO, DEBERÍAN AGREGAR EL DEL REY:

 

Atiende su demanda, pero adviérteles solemnemente, y háblales sobre las prácticas de cualquier rey que gobierne sobre ellos... Tomará una décima parte de los granos y las uvas de ustedes y se los dará a sus eunucos y cortesanos... Tomará una décima parte de los rebaños de ustedes, ustedes vendrán a ser siervos de él. Shemuel Alef 8:9, 15, 17

 

De manera que el rey les exigiría EL DOBLE. Aun así, el pueblo concordó y se esclavizó por propia voluntad. Hoy continuamos PAGANDO IMPUESTOS AL SISTEMA, protestando tal vez, pero sin comprender a fondo la situación, PERO HEMOS NEGADO SU DERECHO A YAHWEH, hemos abandonado Su Casa y no nos ocupamos de su edificación o sustento. No crean que diciendo "hoy nosotros somos templo" resuelven las cosas: SOMOS PIEDRAS, NO TEMPLO. Aunque el cierto que individualmente somos pequeños templos, las piedras no son edificio en sí mismas, SI NO SON UTILIZADAS EN LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO. Esta no es una cuestión de diezmo o de ofertas (veremos que ofrendar es siempre superior al diezmo, así que la excusa del B'rit Hadashá no ayuda), ni tampoco en sí de dinero. ES CUESTIÓN DE CUÁL ES NUESTRA DISPOSICIÓN PARA CON LA OBRA DE YAHWEH. ¿La estamos colocando en primer lugar, o antes nos vamos a edificar nuestras casas? Los recursos no son sino un medio para realizar la Obra, ni más ni menos, y si le damos más importancia de lo debido, estaremos creando un ídolo en el lugar de Yahweh.

 

 



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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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