1 de enero de 2022

AERU34 - La Purificación De La Restauración


 

 

Cuando terminó esto, se acercaron a mí los oficiales y dijeron: "El pueblo de Yisrael, los sacerdotes y los levitas no se han separado de los pueblos del país cuyas aborrecibles prácticas son como las de los kenaanitas, los jeteitas, los perezitas, los yebusitas, los amonitas, los moavitas, los mitsritas y los amorreos. Han tomado las hijas de éstos como esposas para ellos y para sus hijos, de modo que han mezclado la simiente santa con la de los pueblos del país; y los oficiales y los prefectos han llevado la delantera en esa transgresión". Ezrah 9:1-2

 

Ezrah no solamente contribuyó a fortalecer y enriquecer la restauración, sino que, además, la purificó. Antes que Ezrah llegase, existía una mezcla impura. Algunos de los yisraelitas habían contraído matrimonio con esposas paganas y sus hijos procedían de tal mezcla. Ya hemos mencionado que era una costumbre asiria mezclar las poblaciones de los conquistados a fin de debilitarlos y evitar rebeliones.

 

Éste es un tipo que hoy debemos aplicar espiritualmente, y no de forma literal. No se trata de que empiecen a divorciarse de sus parejas incrédulas. La restauración es el linaje santo, y la restauración es justamente una reparación, una reconstrucción, una limpieza. Sabemos que el Ruaj está juntando a los Suyos de los cuatro vientos, pero no nos será permitido entrar a ningún lago sin la ropa adecuado. Es, por lo tanto, indispensable que nos preparemos y llenemos nuestras lámparas. Y la primer cosa que cualquier convidado a una fiesta hace es bañarse (purificarse) y ponerse ropas limpias.

 

Este es EL PRIMER PASO INDISPENSABLE EN LA RESTAURACIÓN. No se trata de salir corriendo atrás de costumbres "que tienen apariencia de piedad", sino de verificar qué de todo nuestro bagaje (y el de los hermanos con los que nos habremos de reunir en su momento) es válido y debe permanecer y qué es inmundo y debe ser eliminado. DE LOS DOS LADOS, no sólo de uno.

 

Muchos que han despertado a la restauración han corrido a los brazos de la Casa de Yahudá y han comenzado a comer su comida SIN VER SI SUS CREENCIAS ACTUALES SON CORRECTAS. Para eso, necesitamos hacer lo que nosotros estamos haciendo: CAMINAR LAS ESCRITURAS, verificando punto por punto cada asunto.

 

Todo aquello que recibimos y no sea santo, es una mezcla impura. A lo largo de la historia, el Ruaj ha ido lentamente recuperando ciertas cosas, pero notamos que siempre estas restauraciones acabaron mezclándose con cosas impuras. Es decir, no llevaron la limpieza a fondo, no golpearon con las flechas como deberían:

 

Volvió a decir: "Toma las flechas"; y las tomó. Y le dijo al rey de Yisrael: "¡Golpea la tierra!". El golpeó la tierra tres veces y se detuvo. Entonces el hombre de ha'Elohim se enojó contra él y dijo: "Si hubieras golpeado cinco o seis veces, entonces habrías aniquilado a Aram, pero ahora la derrotarás sólo tres veces". Melajim Bet 13:18-19

 

No debemos ser tímidos, no debemos hacer las cosas como que sin ganas, DEBEMOS GOLPEAR LAS FLECHAS MUCHAS VECES, CON TODAS NUESTRAS FUERZAS, porque ésta es la actitud que agrada a nuestro Padre, y la que Él bendice. Pero siempre las restauraciones terminaron diluyéndose en pocos golpes, y acabaron siendo absorbidas y mezcladas con otros paganismos que no fueron purificados.

 

Sin embargo, estamos aproximándonos a la consumación de las cosas, y todo deberá estar pronto para Su Venida, so pena de quedarnos fuera del Reino (no de perder la salvación). Por lo tanto, ya que nosotros fuimos "educados" dentro de una mezcla impura, se hace necesaria la intervención de algunos "Ezrah "para purificar las cosas. Fue Ezrah el que purificó la restauración de su época. En las congregaciones de kadoshim tenemos que ser muy puros, muy sencillos, sin mezcla alguna. El problema es que muchos de nosotros que hemos retornado de Bavel, hemos traído con nosotros nuestro respectivo bagaje; este bagaje, las cosas de nuestro pasado, hace que se produzca una mezcla impura. Entonces, por muy doloroso que pueda parecer, en la restauración que el Ruaj efectúa es necesaria la purificación, a fin de separar el linaje santo de todo aquello que sea pagano. No debemos introducir en las congregaciones de los kadoshim locales aquello que solíamos hacer en las denominaciones, no importa cuán bueno eso pueda parecer. Esto no sería otra cosa que traer esposas paganas. No estamos queriendo decir con esto que debemos ser personas orgullosas, sino simplemente que debemos renunciar al bagaje que traemos de nuestros respectivos pasados. Todos tenemos que aprender a renunciar a las cosas de nuestro pasado, independientemente de cuán buenas ellas puedan ser. Tenemos que ser muy puros a fin de que el linaje santo jamás se mezcle con nada que sea común o profano, y si los demás no están dispuestos a ser radicales o aún su entendimiento no ha sido abierto a la importancia de esta verdad, debemos ser pacientes con ellos, porque los tiempos don de Yahweh y no nuestros, pero ciertamente no tendremos unidad, y eso afectará a la edificación de la Novia.

 

Para nosotros que provenimos del cristianismo, la restauración no comienza por IRNOS AL JUDAÍSMO. Para nosotros debe comenzar por restaurar DENTRO DE NUESTRA COMPRENSIÓN DE LA OBRA DE MASHÍAJ, las cosas del Tanaj que el cristianismo ha dejado de lado, reincorporando todo lo que nunca debió ser perdido. Únicamente cuando tengamos una comprensión TOTAL de las Escrituras podremos considerar acercarnos a nuestros hermanos SIN EL RIESGO DE QUE NOS CONVENZAN DE SUS ERRORES, en los que nadie parece notar que persisten. Muchos hermanos me pasan mensajitos todo el tiempo con imágenes o enlaces extraídos de páginas judías, sin darse al trabajo de mirar que al lado del video que compartes aparece otro del mismo autor negando a Yahshua. Este tipo de incoherencia hace que lamentablemente, la mayoría no sólo no pueda ser considerada apta para una unión de dos Casas (ninguno se mudaría a la casa de otro llevando su ropa sucia, verdad?), sino que ni siquiera están CONVIRTIÉNDOSE EN DISCÍPULOS, que es la principal orden que debemos obedecer cuando nos convertimos a Mashíaj. Él ordenó a los suyos que fueran y que "hicieran talmidim", o sea, que prepararan a los otros para realizar la misma tarea, QUE CONVIRTIERAN A LOS NUEVOS EN LO MISMO QUE MASHÍAJ LOS HABÍA CONVERTIDO A ELLOS. Si no hemos sido discipulados (y eso no lleva más que unos pocos años), ESTAMOS DESOBEDECIENDO UNA ORDEN DIRECTA DE YAHSHUA.

 

 

El trabajo de Ezrah consistió, entonces, en fortalecer, enriquecer y purificar. Tanto en Ezrah como en NehemYah vemos una obra de purificación: una purificación ocurrió después de la edificación del templo, y otra ocurrió después de la edificación de la ciudad. Así por lo tanto, en cada una de las etapas de la restauración es necesario realizar una obra de purificación.

 

Después de la edificación del muro, Ezrah intervino nuevamente para ayudar al pueblo a purificarse una vez más. Ezrah era un maestro que ejercía el sacerdocio, un maestro "sacerdotal", e impartió al pueblo enseñanzas "sacerdotales" a fin de ayudarles a purificarse.

 

Él les leyó la Palabra de Elohim, y ellos fueron inspirados. ESTO ES LO QUE NOSOTROS ESTAMOS HACIENDO HOY.

 

Todos estuvieron de acuerdo en firmar un pacto según el cual renunciarían a toda mezcla pagana. En las congregaciones de los kadoshim locales se debe rechazar todo tipo de mezcla impura. Debemos ser purificados completamente de toda mezcla impura. Todo aquello que sea común y todo lo que sea contrario a la naturaleza celestial, debe ser desechado. La restauración debe ser pura. Después de la edificación de la casa, tenemos que purificarnos; y después de la edificación de la ciudad, tenemos que purificarnos nuevamente. Tanto Ezrah como NehemYah se percataron de esta necesidad y llevaron a cabo tal purificación. Por lo menos dos purificaciones se efectuaron bajo la dirección de Ezrah, y una se realizó bajo la dirección de NehemYah.

 

Es necesario recobrar el muro de la ciudad y es necesaria la purificación. Ésta es la necesidad actual en las congregaciones de los kadoshim locales.

 

 



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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Lo que proviene del Ruaj pertenece al Cuerpo, porque el Ruaj no tiene Copyright.
Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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