16 de marzo de 2022

BNS01 - El Pecado, Los Pecados Y El Pecador


Comenzaremos una serie de reuniones de estudios bíblicos. Pero antes de comenzar, me gustaría decir primero unas pocas palabras acerca de la naturaleza de estas reuniones. Yo sé que ninguno acá es primerizo en conocer al Adón. Si alguien les pregunta si han creído en el Adón, ustedes dirán que sí. Aun así, si alguien les pregunta cómo han creído, ustedes no sabrían responder exactamente.


No entienden en absoluto la manera en que fueron salvos. 


Estas reuniones buscarán recuperar las verdades fundamentales sobre las cuales debemos basar firmemente nuestra fe, para poder avanzar sin tambalear. Debemos comprender que la finalidad de las Buenas Noticias de la Salvación no es únicamente la salvación del hombre, sino su salvación con vistas a su posterior santificación para ser levantados todos como parte del ejército de Yahweh.



Comenzaremos con algo muy básico acerca de la Buenas Noticias. Sin embargo, espero que en cada reunión avancemos un poco. En esta primera reunión, abarcamos un tema que la mayoría de la gente no quiere escuchar, pero que es inevitable. El tema de esta reunión es el pecado, los pecados y los pecadores. 


Las Escrituras le prestan mucha atención al asunto del pecado. Podemos entender la salvación sólo cuando tenemos un entendimiento claro acerca del pecado. Si queremos conocer la Buenas Noticias de Elohim y la salvación de Elohim, debemos conocer primero lo que es el pecado. Debemos ver primeramente cómo el pecado nos ha afectado y cómo nos hemos hecho pecadores. Sólo así entenderemos claramente la salvación de Elohim. Primero consideraremos el abecedario. Debemos ver qué es el pecado, qué son los pecados y quién es un pecador. 



La Diferencia Entre El Pecado Y Los Pecados 


Se puede ver fácilmente la diferencia entre el pecado y los pecados: "el pecado" está en singular y "los pecados" está en plural. Sin embargo, debemos distinguir entre el pecado y los pecados. Si no pueden diferenciar a los dos, les será imposible entender su salvación. Si alguien no entiende la diferencia entre el pecado y los pecados, aunque sea salvo, probablemente su salvación no tiene claridad. ¿Qué es el pecado según las Escrituras? ¿Qué son los pecados? Déjenme darles primero una breve definición. El pecado se refiere al poder que está dentro de nosotros que nos motiva a cometer actos pecaminosos. En contraste, los pecados se refieren específicamente a los actos pecaminosos individuales que cometemos exteriormente. 


Sabemos que en nosotros hay algo que nos motiva y nos fuerza a tener ciertas inclinaciones espontáneas; nos obliga a tomar el camino de la lujuria y la pasión. Según las Escrituras esto es el pecado:


Pero el pecado, que viene a ser algo consciente mediante el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto... Ahora, si lo que no quiero hacer es lo que hago, estoy de acuerdo en que la ley es buena. Pero entonces ya no soy yo el que actúa así, sino el pecado que mora en mí. Romaniyim 7:8, 16-17


Pero no solamente existe tal pecado dentro de nosotros que nos fuerza y nos obliga, sino que también existen los actos pecaminosos individuales, los pecados, que se cometen exteriormente, y que son el producto de esta fuerza interior. El pecado es la raíz del árbol que tiene muchas ramas y produce muchos frutos del mal, los pecados. En las Escrituras los pecados están relacionados con nuestra conducta, mientras que el pecado está relacionado con nuestra vida natural. Los pecados son actos cometidos con las manos, los pies, el corazón y aun con todo el cuerpo. Shaúl se refiere a esto cuando habla de los hábitos de la carne:


Porque si siguen las inclinaciones carnales morirán; pero si por el espíritu hacen morir las prácticas carnales, vivirán. Romaniyim 8:13



Pero ¿qué es el pecado? El pecado es una ley que controla nuestros miembros:


...pero en mi cuerpo percibo un principio diferente que combate contra la inclinación de mi mente y que me hace prisionero de ese principio de pecado que hay en mi cuerpo. Romaniyim 7:23


En nuestro interior hay algo que nos obliga a pecar, a cometer el mal, y este algo es el pecado. 


Si queremos diferenciar claramente entre el pecado y los pecados, hay una porción en las Escrituras que debemos considerar. Son los primeros ocho capítulos del libro de Romaniyim, y los vamos a dividir en dos partes, llamándolas "primera y segunda parte", ya que el corte de pasukim no es el más correcto, para variar. La primera parte va desde el capítulo 1 al 5:11, y la segunda parte, desde el 5:12 al final del capítulo 8. 


Estos ocho capítulos nos muestran el significado completo del pecado. En ellos encontramos una característica sobresaliente: en la primera parte, SOLAMENTE LA PALABRA "PECADOS" SE MENCIONA; EL PECADO NO SE MENCIONA. Pero en la segunda parte ENCONTRAMOS EL PECADO, Y NO LOS PECADOS. En la primera parte, Romaniyim nos muestra que el hombre ha cometido pecados ante Elohim. En la segunda parte, Romaniyim nos muestra qué clase de persona el hombre es ante Elohim: él es un pecador, como resultado de tener en él el pecado. El pecado se refiere a la vida que tenemos. 


En la primera mitad no hay mención de que lo muerto reviva, porque el problema allí no es que uno necesita ser avivado, sino que los pecados individuales que se han cometido necesitan SER PERDONADOS. Pero en la segunda parte vemos algo fuerte y poderoso en nuestro interior, que es una ley en nuestros miembros, el pecado, el cual nos obliga y arrastra a cometer actos pecaminosos, o sea, pecados. Por esto existe la necesidad de SER LIBERADOS. 


Los pecados están relacionados con nuestra conducta. Entonces, las Escrituras nos muestran que necesitamos perdón por nuestros pecados:


...porque esto es mi sangre de la alianza, la cual se derrama para el perdón de los pecados de muchos. MattiYah 26:28


Entonces Shimón les dijo: Arrepiéntanse y sumérjase cada uno de ustedes en el nombre de Yahshúa el Mashíaj, para que se les perdonen sus pecados, y recibirán el don del espíritu de santidad. MaAseh 2:38


Todos los profetas dan testimonio de Él, y de que todo el que crea en Él recibirá perdón de pecados por su nombre. MaAseh 10:43


Pero el pecado nos atrae y nos obliga a cometer actos pecaminosos. Así que, las Escrituras nos muestran que necesitamos ser liberados del pecado:


...y una vez libertados del pecado, se han hecho servidores de la justicia... Pero ahora, libres del pecado y hechos servidores de Elohim, obtienen el beneficio de una consagración que culmina en vida eterna. Romaniyim 6:18,22


Pueden hacer una búsqueda exhaustiva en las Escrituras de la frase "perdón del pecado", y descubrirán que JAMÁS APARECE. Sí encontrarán la frase "perdón de los pecados". El pecado no tiene perdón, su paga es la muerte; por lo tanto, debemos ser liberados de esa condena. Ya los pecados sí deben ser perdonados. 


Los pecados son exteriores, son las manifestaciones (los frutos) de esa raíz de pecado. Por eso deben ser perdonados. Pero hay algo más en nosotros, algo fuerte y poderoso que nos obliga a cometer pecados. De esto no necesitamos perdón; de esto necesitamos ser liberados. Al instante en que ya no estemos bajo su poder y no tengamos nada que ver con esto, estaremos en paz. 


La solución para los pecados viene por medio del perdón. Sin embargo, la solución al pecado viene cuando ya no estamos bajo su poder y no tenemos nada que ver con él. Los pecados tienen que ver con nuestras acciones y se cometen uno por uno. Esa es la razón por la cual necesitan ser perdonados. Pero el pecado está dentro de nosotros, y nosotros necesitamos ser liberados de él. Por lo tanto, las Escrituras nunca dice "perdón de pecado" sino "perdón de los pecados". 


Las Escrituras tampoco hablan de ser "liberado de los pecados". Puedo asegurar que las Escrituras no dicen eso. Más bien las Escrituras dice que somos "liberados del pecado", no de los pecados. De lo único que necesitamos escapar y ser liberados es de aquello que nos tienta y nos obliga a cometer pecados. Esta distinción está clara en las Escrituras. 


Yo puedo comparar los dos de la siguiente manera: Según las Escrituras, se dice que el pecado está en la carne; mientras que los pecados están en nuestra conducta. 


  • El pecado es un principio en nosotros; es un principio de la vida que tenemos.
  • Los pecados son actos cometidos por nosotros; son actos en nuestro vivir.
  • El pecado es una ley en nuestros miembros. Los pecados son transgresiones que cometemos; son actividades y hechos reales.
  • El pecado es lo que somos; los pecados son lo que hacemos.
  • El pecado está en la esfera de nuestra vida; los pecados están en la esfera de la conciencia.
  • El pecado está relacionado con el poder de la vida que poseemos; los pecados están relacionados con el poder de la conciencia. Una persona es gobernada por el pecado en su vida natural, pero está condenada en su conciencia por los pecados cometidos exteriormente.
  • El pecado es considerado como una sola entidad; los pecados son considerados caso por caso.
  • El pecado está dentro del hombre; los pecados están ante Elohim.
  • Del pecado debemos ser liberados; de los pecados debemos ser perdonados.
  • El pecado está relacionado a la santificación; los pecados están relacionados a la justificación.
  • En cuanto al pecado uno tiene que vencer; en cuanto a los pecados uno debe tener paz en el corazón.
  • El pecado está en la naturaleza del hombre; los pecados están en la conducta del hombre. Figurativamente hablando, el pecado es como un árbol y los pecados son como el fruto del árbol. 


Podemos dejar claro este asunto con una simple ilustración. Al predicar las Buenas Noticias, a menudo comparamos al pecador con un deudor. Todos nos damos cuenta de que ser un deudor no es algo placentero. Pero debemos recordar que hay una gran diferencia entre el hombre que tenga deudas y el que tenga la disposición de incurrir en deudas. Una persona que pide prestado una y otra vez no le importa mucho usar el dinero de otro. Las Escrituras dicen que los creyentes no deberían ser deudores; no deberían pedir prestado de otros. Una persona predispuesta a pedir prestado puede llegar a pedir doscientos o trecientos dólares a alguien hoy, luego otros dos mil o tres mil dólares de algún otro mañana. Aun si él es incapaz de pagar sus deudas, y sus parientes o amigos tienen que pagar por él, después de unos días va a empezar a pensar en pedir prestado otra vez. Esto muestra que pedir prestado es una cosa, pero tener una disposición a pedir prestado es otra. Los pecados que las Escrituras describen son como las deudas exteriores, mientras que el pecado es como el hábito y la disposición interiores; es como la mente inclinada a pedir prestado fácilmente. 


Una persona con tal mentalidad no se detendrá de pedir prestado sólo porque alguien haya pagado su deuda. Por el contrario, puede llegar a pedir más precisamente porque hay otros que pagan sus deudas. 


Por esta razón Elohim trata no sólo con el registro de pecados, sino también con la inclinación al pecado. Podemos ver que es importante tratar con los pecados, e igualmente importante es tratar con el pecado. Sólo cuando vemos ambos aspectos nuestro entendimiento acerca de la salvación está completo. 



¿Quién Es Un Pecador?


Ahora necesitamos preguntar: ¿Quién es un pecador? Yo sé que algunos de los hermanos y hermanas presentes han sido creyentes por mucho tiempo, unos más, unos menos, no tiene mayor importancia. Mi pregunta puede ser considerada como básica en las Escrituras. ¿Quién es un pecador? Creo que muchos contestarían que un pecador es alguien que peca. Si miramos en el diccionario, temo que la definición de pecador será alguien que peca. Pero cuando leamos las Escrituras, tendremos que rechazar esta definición, porque no es que el que comete pecados es un pecador, sino que EL PECADOR ES EL QUE COMETE PECADOS. 


¿Qué significa esto? Muchos de nosotros hemos leído el libro de Romaniyim. He escuchado a muchos decir que Shaúl, al probar que todos en el mundo son pecadores, menciona en el capítulo 3 que todos han pecado y están destituidos de la gloria de Elohim (pasuk 23). Elohim busca a los justos y no encuentra a ninguno, busca a los que le entiendan y lo buscan, y no encuentra a ninguno; todos han mentido y se han apartado (pasukim 10-13). Entonces, parece que Shaúl está diciendo que todos en el mundo son pecadores. Cuidado. No nos apresuremos de más a decir esto. ¿Menciona Romaniyim 3 al pecador? Si alguien puede encontrar la palabra pecador en Romaniyim 3, se lo agradecería. ¿Dónde se menciona al pecador en este capítulo? Por favor, observen que nunca se menciona al pecador aquí. Algunos han dicho que por causa de que Romaniyim 3 dice que el hombre peca, eso prueba que el hombre es un pecador. Pero Romaniyim 3 no menciona al pecador. Romaniyim 5 habla del pecador. Por lo tanto, tenemos que marcar la diferencia: Romaniyim 3 trata del problema de los pecados, y Romaniyim 5 del problema del pecador. Lo único que Romaniyim 3 nos dice es que todos han pecado. Solamente Romaniyim 5 nos dice quiénes son los pecadores. 


Todo aquel que nació de Adam es un pecador. Esto es lo que Romaniyim 5:19 nos dice. Todos somos pecadores por constitución. Cuando hacemos un currículo, hay dos cosas que debemos de poner. Una es nuestro lugar de nacimiento y la otra es nuestra profesión. Según Elohim, todos somos pecadores de nacimiento, y somos los que pecan como profesión. 


Por ser pecadores de nacimiento, siempre somos pecadores, sea que pequemos o no. 


Elohim dice que todos los que nacen de Adam son pecadores. No importa qué clase de persona seamos; mientras hayamos nacido de Adam, somos pecadores. Si pecamos, somos pecadores pecaminosos. Y si no pecamos, o mejor dicho, si hemos pedido perdón por esos pecados que hayamos cometido, AUN ASÍ SEREMOS PECADORES. Un bebé que nace no ha pecado, pero aún es un pecador, un pecador que no peca. Ser "pecador" no es una cuestión de acción sino de naturaleza. 


El mayor error en la actualidad entre los hombres es considerar que un hombre es pecador sólo porque ha pecado; si él no ha pecado, él no es considerado un pecador. Pero esto es un concepto erróneo. Sea que pequemos o no, mientras seamos humanos, seremos pecadores. Y esto encierra el debate acerca de los bebés, que ciertamente son tan pecadores como cualquier adulto, aun cuando no hayan tenido la oportunidad de producir fruto.


UN HOMBRE NO SE HACE PECADOR PORQUE COMETA PECADOS; MÁS BIEN, ÉL PECA PORQUE ES UN PECADOR. 


Por lo tanto, hermanos, recuerden la Palabra de Elohim. Nosotros somos pecadores; no nos convertimos en pecadores. Por lo tanto, AUNQUE NUESTROS PECADOS SON PERDONADOS, SEGUIMOS SIENDO PECADORES. 

Podemos llamarnos los pecadores perdonados. Pero muchos creen que ya no son pecadores. Ellos piensan que si decimos que aún somos pecadores, significa que no conocemos muy bien la Buenas Noticias. Pero esta tal vez no sea la verdad. 


Shaúl no dijo que sus pecados no fueron perdonados. Él dijo que era un pecador (Timotio Alef 1:15). ¿Pueden ver la diferencia aquí? Si le preguntáramos a Shaúl si sus pecados fueron perdonados, él no podría ser tan humilde como para decir que no. Pero Shaúl humildemente decía que él era un pecador. Él no podía negar la obra de Elohim en él. Pero tampoco podía negar su posición en Adam. 


También Yahanan hace esta distinción, cuando dice:


Sabemos que todo el que ha sido engendrado de Elohim no sigue pecando... Yahanan Alef 5:18a


Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos... Pero si decimos que no hemos pecado, lo hacemos a Él mentiroso... Yahanan Alef 1:8,10


En una misma epístola, Yahanan parece contradecirse, asegurando que los que han sido engendrados de lo alto ya no pecan, para después decir que si decimos que no tenemos pecado, mentimos. Pero veamos bien la diferencia: los engendrados de los alto NO SIGUEN PECANDO, es decir, cometiendo PECADOS (y si tropiezan, tienen Abogado, al cual corren), pero TODOS TENEMOS PECADO, en singular...


Aunque hemos recibido nueva gracia en Mashiaj, Elohim no ha quitado totalmente el problema del pecado; aún somos pecadores. El problema del pecado no estará totalmente resuelto sino hasta que aparezcan el nuevo cielo y la nueva tierra y hayamos recibido nuevos cuerpos glorificados. Sin embargo, esto no significa que no hemos recibido una salvación completa. Por favor no me mal entiendan. Vamos a ir viendo este punto de a poco, por causa del tiempo. 


Lo que debemos ver clara y correctamente es que todo el mundo es pecador. Sea que hayan pecado o no, SEA QUE HAYAN RECIBIDO EL PERDÓN DE LOS PECADOS O NO, mientras seamos seres humanos seremos pecadores. Cuando algunos escuchan la Buenas Noticias, ellos pasan todo el tiempo razonando acerca de qué tantos o cuán pocos pecados han cometido. Pero ante Elohim sólo hay una cuestión: ¿Están ustedes en Mashiaj o en Adam? Todos los que están en Adam son pecadores, y mientras seamos pecadores, no hay nada más que decir. Para poder salir de este punto, es necesaria una segunda parte de la salvación: necesitamos ser liberados del pecado.


Entonces ¿por qué Shaúl habla en Romaniyim 1—3 acerca de todos los pecados que el hombre comete? Estos pocos capítulos nos muestran que los pecadores pecan. Los primeros tres capítulos de Romaniyim prueban que un pecador es conocido por los pecados que él comete. Pero Romaniyim 5 nos dice qué clase de persona es un pecador en realidad. El capítulo 5 dice que somos pecadores, pero los tres primeros capítulos prueban que somos pecadores. 


Por lo tanto, uno nunca debería pensar que los muchos pecados nos convierten en pecadores. Hace mucho que somos pecadores, desde que nacimos. No nos convertimos en pecadores después de cometer pecados. Debemos establecer esto claramente. 


Hoy en día cualquiera puede caminar por la calle y encontrarse con cualquiera, y tomarlo de la mano y decirle que es un pecador. Si él dice que él no puede ser pecador porque no ha asesinado a nadie, ni ha incendiado la casa de nadie, le pueden decir que él es un pecador que nunca ha asesinado a nadie ni ha incendiado la casa de nadie. Si alguien les dice que nunca roba ni fornica, le pueden decir que él es un pecador que nunca roba ni fornica. No importa con quién se encuentren, le pueden decir que es un pecador. 


En todo el B'rit Hadashá, solamente Romaniyim 5:19 nos dice quién es un pecador. Las demás partes del B'rit Hadashá nos dicen lo que hace el pecador. Sólo aquí nos dice quién es el pecador. Un pecador puede hacer millones de cosas, pero esto no lo constituye en pecador. Mientras haya nacido de Adam, es un pecador. 





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Publicado por: Anunciadora de Sión


SOY CREYENTE EN YAHSHUA, MIEMBRO DE LA NOVIA, ÓRGANO DEL CUERPO, CO-EDIFICADORA DEL REINO

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Y si el hombre reivindica "derechos de autor", su mensaje proviene de la carne y no sirve.
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